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Personajes bíblicos
Armando H. Toledo
Coordinador general de la UCLi
a.h.toledo@hotmail.com
launiversidadcristianalibre@gmail.com
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A. Las Sagradas Escrituras Cristianas (el Nuevo Testamento) indican que el Hijo
Unigénito de Dios llegó a formar parte del género humano cuando nació como hombre
mediante una joven virgen llamada María.
a. Génesis 3:15:
b. Isaías 7:14:
2. Antes de recibir el anuncio de la milagrosa concepción de Jesús, María ya se
había comprometido en matrimonio con José, hombre justo, quien por lo
mismo llegaría a ser el padre adoptivo de Jesús.
B. Después de que Jesús nació, José y María tuvieron más hijos, de modo que Jesús tuvo
varios medios hermanos.
a. Las palabras “no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un
hijo” demuestran que José respetaba mucho el honor que se le había
concedido a su esposa de llevar en su matriz al Hijo de Dios.
d. En la cultura judía del siglo I, el no tener hijos (varios, por cierto) se veía mal.
Se entendía que la falta de hijos solo podía deberse al hecho de ser estéril, y
esa esterilidad era una afrenta para la mujer casada.
a. ¿De quiénes creían los habitantes de Nazaret que Jesús era hijo?
1. Hay quienes creen que Jesús era primo segundo de Juan el Bautista. Esto se
debe a que algunas Biblias traducen Lucas 1:36 de manera inexacta.
a. Si esto es así, ¿de dónde salió la idea de que Jesús y Juan eran primos
hermanos? La Enciclopedia Católica admite: “Toda nuestra
información concerniente a […] los padres de María […] es derivada
de literatura apócrifa”.
1Warren, Tony (1995): “Did Jesus Have Brothers and Sisters?”, en The Mountain Retrait:
http://www.mountainretreatorg.net/faq/sisters.html
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B. El parentesco entre Jesús y sus apóstoles.
2. En los Evangelios se revelan los nombres de las mujeres que estaban presentes
mientras Jesús agonizaba en la cruz:
Mateo 27:55,56:
Marcos 15:40:
3. Por otra parte, la tradición asegura que el esposo de una de las mujeres antes
mencionadas (Cleofas o Alfeo) era hermano de José, el padre adoptivo de
Jesús. Si esto es cierto, entonces otro de los apóstoles (Santiago hijo de Alfeo)
también sería primo de Jesús por parte de su padre (Mateo10:3).
A. Algunas personas no creen que los hermanos y las hermanas de Jesús hayan sido hijos
de José y María, y ofrecen sus propias “razones”.
2. La doctrina de que María fue siempre virgen está basada en algunas teorías
que, sin embargo, se derrumban por sí solas cuando se las examina a fondo.
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a. Una de estas teorías es la de un José viejo, y plantea la posibilidad de que los
“hermanos” de Jesús fueran en realidad hermanastros suyos, es decir, hijos
que José —que era un viudo notablemente mayor que María— hubiera tenido
en un matrimonio anterior. Pero esto no tiene sentido, pues implicaría, entre
otras cosas, que Jesús no fue el primogénito y, por tanto, el heredero del
reino de David (2 Samuel 7:12-13). La Biblia ni siquiera sugiere ligeramente
que José fuera viejo o viudo. Además, si José hubiese tenido unos seis hijos al
menos antes de casarse con María, ¿por qué ellos no fueron mencionados en
el viaje de José y María a Belén (Lucas 2:4-7) o en su viaje a Egipto (Mateo
2:13-15) o en su viaje de regreso a Nazaret (Mateo 2:20-23)?
b. Otra teoría sugiere que los “hermanos” de Jesús en realidad eran sus primos.
Pero tampoco es posible, pues las Escrituras Griegas utilizan términos
diferentes para referirse a un hermano, un primo o un pariente: Véase en
griego los siguientes pasajes e identifiquen las palabras clave:
Colosenses 4:10.
B. Por supuesto, también hay teólogos que no concuerdan con la doctrina tradicional y
sostienen que Jesús sí tuvo hermanos y hermanas carnales, y que ese hecho no afecta
en nada la esencia de la fe cristiana.
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IV. LA INCREDULIDAD DE LOS HERMANOS DE JESÚS
A. Las Escrituras cristianas parecen indicar que los hermanos de Jesús no creyeron en él
sino hasta después de que murió.
a. Es seguro que María les contó —como el ángel le había revelado antes a ella
misma— que su hermano Jesús era realmente el “Hijo de Dios” (Lucas 1:35).
Aún así, para Santiago, Simón, José y Judas, Jesús seguía siendo
simplemente su hermano mayor.
b. ¿Creen ustedes que ella habría perdido el ánimo, creyendo que era imposible
que sus hijos cambiaran? Por supuesto que no. ¿Recuerdan la ocasión en que
Jesús entró en una casa en Galilea para comer, y una multitud se reunió para
oírle predicar? ¿Quiénes fueron a visitarlo? Su madre y sus hermanos. Como
Jesús se encontraba cerca de su casa, ella seguramente había tomado a sus
otros hijos y había salido a verlo, tal vez con la esperanza de que estos
pusieran su fe en él, como lo había hecho ella misma (Mateo 12:46-47).
4 Puesto que algunos familiares de Jesús eran incrédulos, quienes hoy en día tenemos parientes que no son creyentes podemos
tener la certeza de que el Señor Jesús comprende cómo se siente cuando ellos se burlan de nosotros por causa de nuestra fe.
5 Esto nos lleva a pensar que jamás debemos perder la esperanza con respecto a parientes que no comparten nuestra fe.
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V. LA CONVERSIÓN DE SANTIAGO, HERMANO DE JESÚS
1. El Credo antiguo registrado en 1ª Corintios 15:3–8, que había sido dado por
los apóstoles a Pablo (y que menciona a Santiago), informó que Jesús había
aparecido en su estado resucitado a su hermano menor (1ª Corintios 15:7).
3. Santiago llegó a ser autor de una de las epístolas (cartas) del Nuevo
Testamento, e incluso mantuvo una autoridad singular en el Concilio de
Jerusalén (Hechos 15:12-21).
1. La resurrección de Cristo parece ser la mejor explicación para este cambio tan
radical. Santiago vio a su hermano vivo después de su ejecución pública, y ese
evento lo cambió todo.
6Es digno de mención que ni Santiago ni Judas utilizaron su parentesco con Jesús para acceder a privilegios especiales en la
comunidad cristiana. Esa es una magnífica lección de admirable modestia para todos nosotros.
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VI. REFLEXIÓN FINAL
Este breve estudio acerca de los hermanos carnales de Jesús nos brinda algunas
lecciones prácticas útiles. Entre otras cosas, nos hace pensar en aquellos que se esfuerzan por
ser discípulos de Jesús mientras otros miembros de su familia no solo no desean hacerlo, sino
que hasta llegan a burlarse de quienes lo son. Como María y Jesús, estos cristianos no deben
desanimarse ni darse por vencidos. Recordemos que muchos han esperado durante años,
animando a sus parientes a acercarse a Dios y entregarle su vida, para finalmente obtener algún
resultado positivo. Y, sin importar cómo respondan nuestros familiares, los miembros de las
Comunidades Ágape no debemos olvidar que Dios concede un gran valor a esa muestra de
paciencia y fidelidad (1ª Pedro 3:1-2).
© 2010-19.
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