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bh =| | 3 4 New Mexico State Universit NMSU Trans #: 355049 NMSU Trans #: 355049 INT DANTON Call #: J87.N6 F201.93, A74 Copy 2 Location: Branson Library - Government Documents Item Number Journal Title: Arenas blancas ; revista literaria. Volume: 4 Issue: Month/Year: Pages: 29-35 Article Author: Arean Garcia, Nilsa Article Title: Civilizacion y barbarie en Sarmiento 2005 ILL Number: 99331548 IAN Patron: Niebylski, Dianna Ship To: IAY The University of llinois at Chicago Daley Library- Interlibrary Loan 801 south Morgan St Chicago, IL 60607 Ariel: 131.193.154.13 Odyssey: 206.107.43.25 Email: LIB-ILL@UIC.EDU Stack Search :1/18/2013 10:40:25 AM Notice The work from which this copy was made did not include a formal copyright notice. This work may be protected by copyright law. Uses may be allowed with permission from the rightsholder, or if the copyright on the work has expires, or if the use is “fair use” or within another exemption. The user of this work is responsible for determining lawful uses. (Title 17, US Code 1998.) do, ma, les. rte, ras al la aje cia 1a, on él, fia iS, in es ra 1a Ie 0 Civilizacién y barbarie en Sarmiento, Echeverria, Hernandez y Marti por Nilsa Areén Garcia y Rita de Cassia Marcelino, Universidade de Sao Paulo. Traduccién del portugués por Jesus E. Ortiz-Diaz y editado por Jestis J. Barquet Es diticit obtener una definicién Gnica de civilizacién y barbarie ya que ambos conceptos remiten a ideas que cambian de acuerdo con la vision de cada intelectual. Inicialmente, en la América Latina del siglo XIX, civilizacion y barbarie eran polos opuestos. Puede decirse que por civilizacion se entendia un estadio superior al primitivo, una etapa elevada de la humanidad, que habria de aleanzarse a través de conocimientos cientificos, educacién sistematizada y, sobre todo, por el dominio de la raz6n sobre los instintos y las emociones. Civilizacién era toda la cultura Proveniente de Europa, principalmente de paises como Franciae Inglaterra, El modelo del serhumano civiljzado ~su apariencia fisica inclusive era, pues, el europeo. Por otra parte, barbarie se referia a un estadio primitivo de cultura y conocimiento, un estadio de Lo salvaje y lo bruto cuyo ejemplo era toda cultura proveniente de pueblos no europeos y no industrializados. De forma que, mientras la barbarie representaba el mal, asumia valores negativos y significaba la degradacion, la civilizacién representaba el bien, asumia valores positivos y suponia la elevacién y salvaci6n del ser humano. Esas ideas, que tuvieron como base el pensamientoilustradoy teorias filos6fico-cientificas europeas, llegaron a América Latina junto con el romanticismo, el realismoy el naturalismo. Una vez aqui, se desarrollaron de forma peculiar y original, ya que los intelectuales americanos buscaban modelos para encontrar solucién a los nuevos problemas politico-sociales de las recién creadas naciones. Asi Jo hicieron Domingo Faustino Sarmiento, Esteban. Echeverria y José Herndndez. Por su parte, José ‘Marti opté por otras dicotomias. Fundamentada en la oposicién radical entre civilizacién y barbarie, Facundo o civilizacion _y barbarie (1843), escrita por Sarmiento, se presenta como un anilisis de la situacién social, politica e histérica argentina. Se parte de la biografia del caudillo Facundo Quiroga con a finalidad de criticar el gobierno del federalista Rosas y proponer, asi, como solucién la eliminacién de la barbarie que este representaba. De acuerdo con la definicién que hha sido dada anteriormente de los conceptos de Civilizacién y barbarie, segan Sarmiento, pertenece a la civilizacin todo Jo que concierne a la cultura europea: Ia ciencia, Ia filosofia, la politica, el desarrollo industrialy mercantil, la tradicién escrita, el modelo de la ciudad: “la ciudad es el centro de la civilizaci6n argentina, espafiola, europea: alli {esta » « ] todo lo que caracteriza a los pueblos cultos” (29). Por el contrario, pertenece a la barbarie todo Jo que proviene de culturas no europeas, la vida en el campo, Ja naturaleza, la oralidad, la heredada 29 politica colonial y Ia etnicidad de pueblos no exclusivamente europeos. Por ello, Sarmiento atribuye a la civilizacion su tendencia politica (el unitarismo) y propone que Buenos Aires sea la capital centralizadora con a ascensién de la burguesia comercial portefia al poder, en contraposici6n al federalismo defendido por la burguesia provinciana, la cual es considerada como barbarie improductiva por “esa falta supina de capacidad politica e industrial que [a los federalistas} los tiene inquietos y revolviéndose sin norte fijo” (10). Sarmiento considera que la civilizacién —tepresentada por el gobierno unitario, la democracia y el progreso técnico-cientifico— es capaz de garantizar la libertad y el desarrollo de la nacién. Es favorable alainmigraci6n de trabajadores europeos en contraposicién a los indios, gauchos y negros, proponiendo la exterminacién de estos con medidas racistas. Es decir, propone la europeizacion de la Argentina como solucién: “Después de la Europa, chay otro mundo cristiano civilizable y desierto que la América?” (13) La estructura de la obra presenta la con- traposicién de polos: el hombre urbano versus el campesino, el europeo versus el gaucho, Europa versus América Latina, la ciudad versus el campo, la modernidad y el progreso tecnologico versus el con- servadurismo y el atraso productivo, la ciencia ver- sus las creencias populares, la escolaridad versus la ignorancia, lo refinado versus lo riistico, lo erudito versus lo popular, el frac versus el poncho, los uni- tarios versus los federalistas, el color azul y blanco de la bandera argentina versus el rojo de la bandera de los federalistas, el General Paz versus Facundo Quiroga, Rivadavia versus Rosas, el bien versus el mal. Es decir, la oposiciGn entre civilizacién y barba- rie Es interesante hacer notar que, en general, las referencias a la Europa civilizada no incluyen a Espafia, la cual es considerada en varias ocasiones més proxima a la barbarie: “la Espafia, esa rezagada ala Europa .. . y] unida a la Europa culta por un ancho istmo y separada del Africa barbara por un angosto estrecho” (10). La Espafia barbara a la que se refiere en la mayor parte de su texto no corre- 30 sponde a la de la elite intelectual, sino a la de las actitudes conservadoras, resistente a la Revolucién Industrial y al capitalismo, amparada atin por la Iglesia Catélica de la Contrarreforma y regida por la monarquia absolutista y la economia colonial- feudal. Asi, afirma que esa parte de la barbarie al Iegar a Argentina se enraiz6 y agravé debido a la escasa poblacién y las peculiaridades geograficas del pais. La obra es partidaria de una filosofia en la que el individuo es determinado por su habitat: varia “segtin la manera como tiene que entenderse con la naturaleza que {lo} rodea” (24). La naturaleza asume el centro de un campo semédntico en el cual se desarrolla el protagonista. De ahi que la figura del gaucho, como producto de la naturaleza local, represente la barbarie en la obra y todo lo que es negativo. Sin embargo, como Sarmiento también es un romantico, su descripcién y su presentacién del gaucho con las cualidades provenientes de la natu- raleza en que vive se aproximan, a veces, de forma un poco contradictoria, a las del héroe romantico fuerte que actiia y reacciona por sus instintos, que ama la libertad, que es original y diferente, y que resulta ser el mas auténtico representante del ser argentino (ex6tico, sublime, valiente hombre de la Pampa): “iCuan sublime criatural” (45), “héroe del desierto” (47) y “provinciano, barbaro, valiente, audaz” (o). Por un lado, Sarmiento se siente atraido por la personalidad y por el cardcter fuerte acentua- do por el color local, mientras que por el otro lado duda que la cultura del campo sea capaz de resolver los problemas surgidos desde la colonizacién. Eltexto evidencia que el habitat es un factor de gran importancia en la formacién y desarrollo de un individuo ya que justifica su apariencia fisicay sus formas de actuar: “Ia vida del campo ha desenvuelto en el gaucho, las facultades fisicas, sin ninguna de las de la inteligencia” (34). Entretanto, se nota que la descripci6n fisica de un individuo es importante, puesto que evidencia su cardcter y personalidad: “la frenologiaylaanatomiacomparada han demostrado las relaciones que existen en las formas exteriores y las disposiciones morales” (80). Es notoria también la importancia dada a la vestimenta como trazo 8g © Sena c 1 ) r C : ) representativo de las ideologias que rigen a un pueblo: “toda civilizacién se expresa en trajes, y cada traje indica un sistema de ideas entero” (122). En otras palabras, ademas de creer en la jerarquia de las razas, Sarmiento concibe al individuo como moldeado —hecho— por su habitat, mientras que su apariencia fisica y vestimenta evidencian su cardcter e ideologia. Para Sarmiento, por debajo de la ropa de los ciudadanos civilizados se esconde el poncho gaucho de la barbarie: “si levantdis un poco la solapa del frac con que el argentino se disfraza, hallaréis siempre el gaucho mas o menos civilizado, pero siempre el gaucho” (162). De esa forma, el autor apunta a la complejidad del proceso cultural de Argentina, el cual oculta al gaucho mostrando que la barbarie no se mezcla con la civilizacién, que una encubre a la otra aunque ambas estan presentes en un mismo ciudadano. Hay, entonces, una maraiia cultural que culmina en la frontera ética, ya que Sarmiento concibe la eliminacién total de la barbarie como inica solucién nacional: la frontera ética esta no solo en el acto de climinar a los pueblos considerados barbaros, sino también en observar (% tal vez eliminar) la expresién de barbarie que hay oculta en cada ciudadano. De ese modo, se proponen en la narrativa varios niveles de la dicotomia civilizacién y barbarie, cada uno con caracteristicas maniqueistas, excluyentes y totalmente opuestas entre si, aunque a veces el autor se contradiga en su discurso. De forma general, también Echeverria en su cuento “El matadero” (1871) mantiene un pensamiento muy préximo al de Sarmiento, pues ambos estén a favor de una politica unitaria y de la ideologia de la clase social que representan. A pesar de publicarse por primera vez en 1871, veinte afios después de la muerte de su autor, “El matadero” fue escrito y conocido antes que el ensayo de Sarmiento y su propésito es eminentemente politico, pues sugiere que Argentina en el periodo de Rosas ¢s un cruel matadero cuyos cimientos descansan en un pantano: los rosistas son los carniceros, el pueblo es el ganado que vive hundido, hambriento y con dificultades de desplazarse en ese pantano y los unitarios son las victimas de tales carniceros. Echeverria en su ficcién hace una escision narrativa y deja en uno de los polos lo que para el autor representa la barbarie, a saber, el gobierno federalista y sus partidarios: el Restaurador, el Juez, Matasiete, la Iglesia Catélica, el matadero, la periferia de la ciudad y los trabajadores del matadero. Con mucha ironja, hace una grotesca analogia entre los pobladores del matadero y los animales que viven de los restos de la matanza. Esta analogia se da a través del color local del habla de los personajes, la descripcién fisica y la de sus actos, y la bestializacién de los gauchos, negros y mulatos. Dicha destializacién alcanza su apoteosis, cuando compara la lucha de los adolescentes por las visceras del animal muerto con Ia lucha de los perros y la extrapola a las formas de proceder del gobierno: “simulacro en pequefio era este del modo barbaro con que se ventilan en nuestro pais las, cuestiones individuales y sociales” (147). De manera anéloga, en la civilizacién coloca Echeverria al ideal unitario y a sus partidarios: los gringos, la ciencia, el toro, el unitario y Cristo, en franca contraposicién con los entes de la barbarie. Por ejemplo, hay una total contraposicin entre Ia Iglesia y la ciencia: “era de notar el contraste entre estos tristes pronésticos de la ciencia y Jos anatemas lanzados desde el piilpito por los reverendos padres” (142). De manera significativa resalta la oposicién entre la descripcién fisica del carnicero (“con el cuchillo en manos, brazo y pecho desnudos, cabello largo y revuelto, camisa y chiripa y rostro embadurnado de sangre” {145}) y la del unitario: “un joven como de 25 afios, de gallarda y bien apuesta persona” (as1). La contraposicién llega hasta el comportamiento de los federalistas, comparados con aves de rapifia (buitres) que atacan en bandadas a sus victimas solitarias (el toro y el unitario): “iQué bravura en los federales|, isiempre en pandillas cayendo como buitres sobre la victima inerte!” (151), resalta ironicamente el narrador. Asi como en Ia barbarie hay paralelos en- tre sus integrantes, los hay entre las entidades pertenecientes al campo de la civifizacién. Asi se compara el comportamiento valiente, fuerte y audaz del unitario perseguido por los carniceros 31 y Matasiete, con el del toro acosado por los car- niceros, resaltando la diferencia de que el animal murié a causa de los federalistas mientras que el unitario murié por si mismo. También se establece un paralelo entre el unitario como martir y Cristo, haciendo una gradacién desde el toro como sim- bolo mitico de la fertilidad y la fuerza, hasta el sim- bolo cristiano de la salvacién por el sacrificio. En conclusién, “El matadero” esta estructurado a partir de la contraposicién entre civilizacion y barbarie, y cada polo esté marcado por paralelos y comparaciones que tejen una tela densa de identificaci6n entre las entidades pertenecientes a un mismo conjunto. Conviene hacer notar que Echeverria en su ficcién hace una presentacién critica de la situacién de la Argentina federalista, mientras que Sarmiento en su obra no intencionalmente ficcional, ademas de mostrar la situacidn tal como la entiende, hace un andlisis y propone soluciones. En el poema Martin Fierro, cuya primera parte fue publicada en 1872 y la segunda en 1879, es interesante observar cémo la visién del gaucho dada por Hernéndez difiere de la mostrada en las dos obras anteriores, ya que Martin Fierro constituye una defensa de la cultura e identidad gauchescas oprimidas por las politicas unitarias provenientes de la ciudad (léase Buenos Aires). Esa diferencia ya aparece en el lenguaje gauchesco y la métrica utilizados: ambos pretenden representar las canciones populares de la Pampa y legitimar la oralidad gauchesca en Ja forma escrita culta, lo que convierte al poema en objeto de investigaciones lingiisticas.' En la primera parte, el gaucho Martin es obligado a dejar a su familia y su rancho para luchar en la frontera contra los indigenas; conoce a Cruz, otro gaucho, y juntos se rebelan contra las injusticias, cruzan la frontera y parten en busca de una vida utépica entre los indios. En la segunda parte, Martin aparece decepcionado de los indios y tegresa resignado a aceptar como destino los cambios provenientes del gobierno ylos infortunios de su vida de gaucho. Enlaprimera parte, contrarioalaafirmacién 32 de Sarmiento de que el gaucho no trabaja, Martin describe ampliamente su pesada rutina laboral en el rancho: “y apenas el horizonte /empezabaa coloriar 1 [ud / era cosa de largarse / cada cual a trabajar” (41). Después se queja contra Ia arbitrariedad del gobierno al mandar a los gauchos a las luchas de la frontera: “y que usté quiera 0 no quiera, / lo mandan a la frontera / 0 lo echan a un batallén” (145). Denuncia la corrupcién del gobierno (“Y iqué indios ni que servicio! /iSi alli no habia ni cuartel! | Nos mandaba el coronel /a trabajar en sus chacras,” {149 y hasta comenta la discriminacién suftida por los gauchos cuyo tinico derecho en esa sociedad injusta es el de votar: “Lo miran al pobre gaucho I como carne de cogote, / lo tratan al estricote” (298), “porque el gaucho en esta tierra / s6lo sirve pa votar” (177). De ese modo, se hace una critica a la aplicacién del sistema democratico impuesto por Ia ideologia unitaria: se muestra la politica unitaria de desatencién y represién al gaucho, ademas de mostrar una sociedad oportunista que lo busca para luchar contra los indios en las guerras de frontera, trabajar sin sueldo alguno y votar, mientras le quita sus tierras y lo condena al abandono social. Por eso, la obra evidencia la revuelta del gaucho (“Desaceré a madeja, / aunque me cueste la vida”) y Ia justifica usando la comparacién con el tigre: “yo ando como el tigre / que le roban los cachorros” (169). De ese modo hay una fuerte critica al gobierno que minaba la forma de vivir del gaucho y lo obligaba a convertirse en gaucho malo. En esa primera parte, el autor construye una identificacién entre gaucho e indio, aproximandolos poco a poco hasta hacerlos coincidir hasta atribuirle al gaucho los prejuicios marginalizadores que la sociedad unitaria tiene contra el indio. Esto se nota por ejemplo en las frases “gaucho ladrén” 476) y “fell ser gaucho es un delito” (175). Esa aproximacién sugiere que un posible peligro para la politica de Sarmiento seria la unién entre el gaucho y el indio contra el gobierno, como puede verse en las siguientes afirmaciones de Martin: ‘A los indios me refalo” (199), “que viva entre los infieles / yo seré cruel con los crueles” (200) y “yo sé que alli los caciques / amparan a los cristianos, / y que los tratan de ‘hermanos’ / cuando se van por su gusto” (201). La sugerencia es reforzada cuando Martin y Cruz cruzan la frontera al huir del infierno del gobierno unitario en busca de una utopia entre los indios (‘All4 no hay que trabajar, / vive uno como un sefior” [202) y cuando Martin rompe la guitarra como simbolo de ruptura con esa sociedad y con ese gobierno que no lo representa: “Ruempo, dijo, la guitarra” (203)? En la primera parte, las figuras del gaucho y del indio no pertenecen a la barbarie, Esta a representan las malvadas institucionesy autoridades del gobierno unitario, los criollos unitarios, los gringos y los negros. De esa forma, Martin Fierro se opone a Facundo, donde el gaucho y el indio si representan la barbarie, mientras que la cfvilizacion es representada por el gobierno unitario, los criollos y los gringos. Sin embargo, ambas obras convergen con la de Echeverria al realzar el racismo contenido en la representaci6n de la darbarie. En a segunda parte, puesto que el gaucho se ha decepcionado de los indigenas, a la barbarie se le aftade un nuevo elemento: el indio. Este es concebido como extremadamente cruel y salvaje, superando asi los estereotipos promovidos por la sociedad y el gobierno unitarios de la primera parte de la obra. Alusiones de este tenor abundan en el texto: “El indio es de parecer / que siempre matar se debe / pues la sangre que no bebe / le gusta verla correr” (220). De nuevo en la segunda parte el gau- cho es una victima, pero de los indios, pues Martin ¢s aprisionado, torturado y aislado de su compa- fiero Cruz, de tal forma que su vida se muestra alli peor que la que tenia bajo el gobierno unitario. Es interesante sefialar que hay en la obra una contraposicién entre un acd referido a las tierras gauchas y un allé referido a las tierras habitadas por los indios. Mientras que en la primera parte el acé pertenece a la nocién de barbarie y representa el infierno de la vida del gaucho bajo los unitarios, el allé indigena es la utopia. En la segunda parte dichos papeles se modifican debido al sufrimiento del gaucho: el ailé indigena es un infierno y pasa a representarla barbarie, mientras que el acd civilizado, aunque no sea ni el paraiso ni la utopfa, resulta ser el habitat sociocultural natural del gaucho. Ante ambos infiernos, el gaucho regresa resignado a su infierno conocido. En resumen, Hernandez sefiala las condicio- nes sociales y politicas argentinas que hacen que el ‘buen gaucho se transforme en gaucho malo: Y después dicen que es malo / el gaucho si los pelea” (144) y, en la segunda parte, promueve un conformismo fa- talista apoyado en la religiosidad presente dentro de Ja cultura gauchesca. Incluso bajo un gobierno federalista, ademas de ser victima de los indios, el gaucho es victima de su destino: “De ese modo nos hallamos / empefiaos en Ia partida. / No hay que darla por perdida / por dura que sea la suerte” (223). Como solucién, propone una ética estoica para el gaucho basada en la resignacién individual y el escepticismo ante la posibilidad de cambio en las posturas de la sociedad. A manera de preconclusién, podria decirse que en la obra de Hernandez, aunque la dicotomia civilizacion-barbarie es manipulada de forma diferente a cémo aparece en las de Sarmiento y Echeverria, el proceso de reflexién ideolégica y de construccién retérica es el mismo: los tres autores hacen uso del mismo recurso de escisién bipolar de la dicotomia tan difundida en la época y lo que varia es s6lo la distribucién de los contenidos en cada polo. El ensayo poético “Nuestra América” (1891), del cubano Marti, esta escrito como si fuera una respuesta a la obra de Sarmiento: aparece alli un andlisis de la situacién de América Latina, se muestran los peligros para el desarrollo de su soberania y se sefiala una solucién. Marti se opone a la dicotomia civilizacién-barbarie: “No hay batalla entre la civilizacién y la barbarie, sino entre la falsa erudicién y la naturaleza” (521), y propone otras dicotomias: América Latinay América Anglosajona, amor odio, crear ¢ imitar, razas y espiritu humano Deese modo, sefiala como solucién a los problemas latinoamericanos el conocimiento y la unién de los pueblos: “los pueblos que no se conocen han dedarse prisa para conocerse” y “han de encajar, de modo que sea una, las dos manos” (19). Marti concibe al hombre latinoamericano como el producto de 33 la unién cultural proveniente de varias regiones, asi se evidencia en Ja descripcion alegérica de sus -vestimentas: “éramos una mascara, con los calzones de Inglaterra, el chaleco parisiense, el chaquetén de Norteamérica y la montera de Espafia” (24). Por su parte, para Sarmiento dichas culturas no se mezclan, sino que se imponen las unas a las otras: el frac europeo esconde el poncho gaucho. Al inicio, Marti coloca la posici6n egoista y cémoda de determinados dirigentes politicos satis- fechos con la ascensién social, el poder y las ganan- cias locales, sin darse cuenta de que en el ambito internacional hay potencias llamadas “gigantes” (519), interesadas en sacar provecho y apoderarse de las emergentes naciones latinoamericanas: “el aldeano vanidoso que {...] con tal que él quede de alcalde [...] ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que [...] le pueden poner la bota encima” (19). Continta con la idea de que, para sobrevivir como naciones independientes, es necesario que los pueblos latinoamericanos se conozcan y se unan mostrando fuerza ¢ integridad frente a las potencias extranjeras. De esta forma, contrario a Sarmiento, Marti rechaza cualquier tipo de racismo doméstico, pues ve como solucién para América Latina, no la exclusién o eliminacién de los diferentes grupos humanos que la componen, sino la unién de todos ellos. A diferencia de Sarmiento, Marti critica a los hombres cultos latinoamericanos que, sin comprender la realidad en que viven, simplemente importan, repiten 0 imitan _ ciegamente teorias y modelos sociopoliticos europeos y estado unidenses, sin percibir que el contexto Iatinoamericano es diferente. Esos hombres cultos que sienten vergiienza de su patria y la desdefian, y que adoran todo lo europeo-estadounidense, son Ilamados en el texto “letrados artificiales” y su cultura es una “falsa erudici6n” (521). Marti sostiene que, antes de aplicar una teoria oun modelo foraneo, es necesario hacer un anilisis de la situacién local, conocer su pueblo y su cultura antes de imponer algo hecho para pueblos y culturas distintas: “ni el libro europeo, ni el libro yanqui, daban Ia clave del enigma hispanoamericano” (524). Afirma que el 34 hombre culto debe conocer su pueblo, su:cultura y las necesidades de su pais; y ese conocimiento no esté en los libros importados. Seguin Marti, hay una necesidad de estudiar los factores reales de los paises latinoamericanos, pues para resolver los problemas es necesario conocerlos y estudiarlos, en vez de seguir estudiando tnicamente sociedades y culturas europeas. En este punto es notorio que, al igual que Sarmiento, Marti se preocupa por la ensefianza, aunque, al contrario del argentino, el cubano propone una nueva universidad volcada en Ja realidad latinoamericana: “la universidad europea hha de ceder a la universidad americana” (522): Marti sefiala que el buen gobefnante latinoamericano es ‘aquel que se dedique al conocimiento e integracién de todo su pueblo, historia y sociedad en su proyecto nacional. De acuerdo con el texto, el hombre natural admira y venera al hombre culto siempre que su cultura sea usada para favorecerlo e incluirlo y no para oprimirlo y excluirlo, porque en tal caso se indigna y derroca a quien lo oprime, para asumir él mismo el poder aun sin saber gobernar. El ensayo propone aun dirigente culto que conozca su realidad social y que utilice con creatividad la cultura a favor del hombre natural. Asi; pues, la creatividad, y no la imitacién, es otra de las propuestas de’ Marti para gobernar bien y vencer los conflictos internos, a la vez que es también su propuesta de defensa contra las grandes potencias extranjeras: “trincheras de ideas valen més que trincheras de piedra” (519). Es interesante notar que, al dirigirse a los hombres cultos latinoamericanos; Marti utiliza un discurso ético que culmina con la pregunta “équién es el hombre?” (520). A partir de ahi, intenta responder con un discurso que incluye también lo identitario: “écémo somos?” (524) y, en este punto, expone los conceptos de amor y odio para el pueblo latinoamericano. Hasta entonces, :segin Marti, América Latina habia. vivido bajo ‘los’ dictados del odio (odio de razas, de clases, de’ partidos politicos), pero Marti propugna la necesidad de vivir en unién y en amor: “Cansado del odio inti, de la resistencia del libro contra la lanza; de la razon contra el cirial, de la ciudad contra el campo, del =F ees” imperio imposible de las castas urbanas divididas sobre la nacién natural, {.. .] se empieza, como sin saberlo, a probar el amor” (524). Segin Marti, el peligro externo para las nuevas naciones esta en el imperialismo de las potencias extranjeras, entre ellas Estados Unidos de ‘América, el “gigante de las siete leguas” (519). Para combatirlo es necesario extirpar el peligro interno que esta, entre otras cosas, en lafalsa erudicion de los Letrados artificiales que promueven el odio, en los que sienten vergiienza de ser latinoamericanos y que, concebidos por el autor como “insectos dafinos” 20), conscientemente desdefian y no atienden los intereses de América Latina. Para resolver ese problema propone la unién de la cultura del hombre civilizado con el conocimiento del hombre natural y su medio, lo que habria de producir un hombre real, cultoy ético, capaz de gobernar bien ala variedad de pueblos del continente latinoamericano y alcanzar clamor. En conclusion, podria decirse que la dicotomia civilizacién-barbarie constituy6 un modelo aplicable segin el cual se contraponia una América Latina barbara a'una Europa civilizada, de tal forma que la mayoria de los intelectuales utilizaba esta oposicién de acuerdo con sus ideologfas, adecuando a la idea de civilizacién todo cuanto les era conveniente enaltecer y a la idea de barbarie todo cuanto les era conveniente descartar. En ese contexto fueron gestadas las obras de los , argentinos Sarmiento, Echeverria y Hernandez, mientras que, como una interesante excepcién a finales del siglo XIX, Marti sefiala que el modernismo latinoamericano se ocuparia de la revisién de los conceptos de civilizacién y barbarie. Con el cubano, estos conceptos dejan de ser vistos como polos excluyentes y maniqueistas para comenzar a formar parte de una visién multifacética de la sociedad que, mediante el estudio de sus antitesis, permitira articular, como solucién tedrica, una coherente sintesis interpretativa de Nuestra América. Notas "De acuerdo con Borges, la poesia gauchesca “[nlo se trata, como su nombre puede sugerir, de una poesia hecha por gau- cchos; personas educadas, sefiores de Buenos Aires o de Montevideo, la compusieron” (3) 3La primera parte de la obra fue escrita en oposicién radical al gobierno unitario de Sarmiento, mientras que Ia segunda fue escrita ciando gobernaba Avellaneda, un federalista, y Hernndez formaba parte del gobierno (detentaba un cargo publico), lo que justifica la gran diferencia ideol6gica existente entre ambas partes. 3Segiin Grainuglio, este gesto de Martin al final de la primera parte significaba una “impugnacién al orden social” pues impli- ccaba, entré otras rupturas, una ruptura con “el mundo de la cvilicacién” (4) Obras citadas Borges, Jorge Luis. “La poesia gauchesca.” E/“Martin Fierro”, Madrid: Alianza, 1983. 1330 Echeverria, Esteban, “El matadero.” En Raquel Chang-Rodriguez y Malva E. Filer. Voces de Hispanoamérica. Boston: Heinle & Heinle, 1988. 140-154 Gramuglio, Maria Teresa, “Continuidad entre fa Ida y la Vuelta de Martin Ferro.” Punto de Vista 2.7 (1979): 3-7 Hernindez, José. Martin Fierro. Barcelona: Bruguera, 1984. ‘Marti, José. “Nuestra América”. Obras escogidas. Tomo II. La Habana: Politica, 1979. 519-527. Sarmiento, Domingo Faustino, Facundo o Civilizacion y barbarie, Caracas: Ayacucho, 1985. 35

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