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Ensayo

final
Las historias
románticas
como modelo de
vida

Elizabeth Urquijo
Chávez Rosa de
Guadalupe Escobedo.
Introducción

Repentinamente cuando una mujer da a luz a una hija, se encuentra a sí misma enfrentada cara
a cara no sólo con un nuevo ser, con una futura mujer, sino también con sus propios con sus
propios conflictos con el pasado sin resolver y con sus esperanzas y sueños para el futuro. De
todas las encrucijadas de la vida de una mujer el ser madre de una hija representa una de las
situaciones más poderosa y más políticas. El hecho de criar a una hija en una sociedad
fundamentalmente creada por hombres y que aún está en gran parte dominada por ellos y por sus
deseos. Entonces inicia un afán por educar a nuestras hijas de una forma distinta de cómo nos
educaron a nosotras. Surge entonces la consciencia de que el horizonte de nuestras hijas pude ser
mucho más despejado. Si pretendemos educar a nuestras hijas de manera diferente nos
enfrentamos al statu quo, que en nuestra cultura occidental es patriarcal, lo cual equivale a que los
hombres tienen una posición superior y mayores privilegios que los establecidos para las mujeres.
“Las opiniones de los hombres que han tenido acceso a la educación son las que guían las
creencias de la cultura dominante y también las que sustentan su estructura”… ( Debolt Elizabeth,
1994). Por ejemplo en el mundo del trabajo se considera más noble y real que el del hogar, porque
la retribución del trabajo se ha reservado a la esfera masculina. Las mujeres sólo podremos
trasformar este modelo cultural si miramos más allá de éste y nos damos cuenta que está
configurado por las exigencias y las amenazas del patriarcado dominante. Las nuevas
generaciones están poniendo el pie en un mundo en que se consideraba que las mujeres nunca
antes habían tenido tantas posibilidades de llevar una vida plena como en la actualidad, hoy en día
hay más mujeres de las que nunca haya habido trabajando fuera de casa desempeñando una serie
amplia de ocupaciones. La familia típica donde papá trabajaba fuera de casa y gana dinero y
mamá se queda en casa a lavar los platos y cuidar a los niños, ha dejado de ser la norma, las
mujeres tenemos ahora una mayor libertad de crear un nuevo tipo de familia y una nueva
existencia.

Sin embargo la cultura patriarcal nos rodea, existe una amplia combinación de factores que
hacen que en su cambio de niñas a adolescentes, las mujeres se vean obligadas a ajustarse a las
exigencias de la cultura patriarcal, en la cual se le concede mucho más valor a los hombres,
durante esta etapa las chicas se ven forzadas a renunciar a una parte se sí mismas, para poder ser
aceptadas en la sociedad y no sentirse amenazadas. Durante la infancia las jóvenes confían en lo
que sienten, en lo que saben, en lo que piensan son capaces de expresar sus ideas de manera
directa. Al principio de la adolescencia, se inicia el proceso de convertirse en mujer, los cambios
corporales las apartan del mundo de la infancia, y las hacen identificarse con las mujeres, por ello
también con la imagen de éstas. La sociedad las empieza a mirar como objetos hermosos o feos,
empiezan a entrar en una cultura repleta de ideas acerca de cómo ser la mujer perfecta y pura,
incorporan imágenes de revistas, televisión, libros y también de los adultos que las rodean. Se ven
exigidas a renunciar al mundo en el que han vivido y también a renunciar a una parte de sí mismas
que sería peligroso conservar en un mundo adulto orientado a satisfacer los deseos masculinos.
Pierden su voz y empiezan a verse como los demás las ven.

Dentro de los múltiples factores que fortalecen éste patriarcado se encuentra uno que modela
las a la mujer ideal para esta cultura y está presente de manera permanente: las historias como
modelos de vida.
Las historias como modelos de vida

“Es difícil creer que las historias las podemos tomar como modelos de vida. Únicamente
podemos referir y tomar como ejemplo aquellas que hemos leído u oído… Llegan hasta nosotras a
través de la lectura o de una canción, o de la televisión, o llegan hasta nosotras como un susurro
de nuestra madre que nos dice lo que convencionalmente se espera de nosotras. Cualquiera que
sea la forma o el medio por el que nos han sido trasmitidas, todas nosotras nos hemos formado a
través de estas historias; y es a partir de ellas que debemos crear otras nuevas.”( Heilburun
Carolyn, Woman’s Life, 1990).

Erase una vez una niña, (así es como inicia la historia), no se había dado cuenta que se había
convertido en una adorable joven, (la mayoría de las veces la historia inicia en las puertas de la
adolescencia). Cuando las historia inician con el nacimiento de una niña es entonces cuando otra
malvada mujer lanza una maldición sobre ella. La joven es hermosa, callada y buena, y a veces
parece algo triste que la madre murió justo cuando ella nació. Con regularidad es otra mujer la que
la ha criado y ha sido mala con ella, la ha hecho trabajar de sol a sol todos los días. A veces las
envían a bosque alejados, y allí va ella sin decir nada. Nunca se queja, todo lo soporta con alegría,
porque es buena, parece casi perfecta, existe un momento en que a pesar de las artes de todas
las artes de las viejas malvadas y feas, la chica llega a conocer a un hombre guapo y rico. Da la
casualidad de que él es prácticamente perfecto, es una persona muy importante y lleva una vida
excitante, llena de aventuras. Al conocerla el chico queda preñado de la arrebatadora belleza de la
joven. Impresionado por la manera en que ella tiene que trabajar, encantado con lo juiciosa y
prudente que es. El bien parecido joven resulta ser nada más y nada menos que un príncipe, y
descubre que la muchacha es una princesa desaparecida hace mucho tiempo, finalmente ( no
enseguida, porque el muchacho todavía tiene que pasar por una serie de aventuras para
rescatarla, donde tendrá que vencer las trampas de varias mujeres), se casan y viven felices para
siempre.

Que sucede después de ese y viven felices para siempre, curiosamente la historia termina aquí.
Se han escrito muy pocas historia de lo que pasa después. Si leemos entre líneas podemos
imaginar que la felicidad es eterna, ella estará atendida y a salvo en el castillo. En muchos
sentidos este es el modelo cultural ideal e ilusorio que la mujer tiene para alcanzar el éxito.

El príncipe de la historia es un hombre de mundo que controla su propio destino y su suerte. Es


muy poderoso, muy fuerte y por lo que se pude entender además es invulnerable. A veces se toma
tiempo para dedicarlo a su esposa, pero no lo suficiente como para calentar el frio de su corazón.
La historia de una princesa empieza desde abajo y ahí es donde acaba. La única manera de
obtener éxito y seguridad es a través del hombre con el que se ha casado. Se supone que el
matrimonio solucionará su vida, le brindará cuidados, y ascender en la escala económica. El éxito
de ella se reconoce por la escala y posición de su marido.

Sin embargo si el argumento de la historia de nuestras vidas esta determinado por estos
cuentos culturales, entonces seremos como aquellos pájaros que intentan volar a través de una
ventana, nos estrellaremos, ya que no es real, no existe. “Las historia que nos explican como
modelos de vida son sólo una coartada que encubre las perdidas que sufrimos, y que nos han
ocultado bajo el acaramelado barniz de la perfección “( Debolt Elizabeth, 1994).

Estas historias son tan ridículas que parece casi ridículo considerarlas como una influencia
cultural de las expectativas de vida de las mujeres, sin embargo estas historias ejercen un poder
sorprendente sobre nuestras decisiones y expectativas. “los mitos y los cuentos de hadas son los
precursores de la psicología; explican y dan estructura y sentido a la experiencia humana” (Debolt
Elizabeth, 1993).

Después de sufrir perdidas innecesarias de nosotras mismas como el precio que tenemos que
pagar para ser admitidas en la cultura patriarcal, nuestra mente olvida el dolor y el miedo
idealizándolos. Para los hombres la historia que tiene como modelo cultural al héroe de leyenda,
para las mujeres tiene la historia romántica. Al entrar en la cultura el hombre sacrifica su
vulnerabilidad emocional, las mujeres debemos sacrificar nuestra vida pública, nuestro poder de
opinión y el poder de confiar en otras mujeres. Los niños y las niñas toman estas historias como
preceptos que les señalan lo que es importante en la vida. Ansiosas por saber como desenvolverse
en el mundo los ellos toman historias como guías. Estas historia idealizadas definen lo que
considera amor verdadero y la moral, pero su brillo obscurece ante al sufrimiento y la violencia que
está en nuestra sociedad.

El héroe

¿Quiénes son los héroes clásicos? Hércules, Odiseo, Apolo, Zeus, El rey Arturo, Rama, Jesucristo,
Buda, El llanero solitario, Superman, James Bond, Terminator etc. La típica narración de héroe
trata de un muchacho que se separa de su madre y de su hogar para ir en busca de grandezas y
poderes sobre naturales. Después de llevar una larga aventura, durante la cual tiene que
someterse apruebas muy difíciles, de las que sale victorioso, obtiene los poderes que le permiten
conquistar a su amada. Después vuelve a su tierra como poderoso triunfador.

Los niños aprenden la leyenda del héroe al mismo tiempo que aprenden la diferencia entre lo
femenino y lo masculino. Para ellos la persona que ha estado presente durante toda su vida
emocional y físicamente, ha sido su madre, cuando se dan cuenta de que es diferente a ellos, es
una mujer, luchan por desligarse de ella al fin de llegar a convertirse han algo opuesto ella: en
hombrecito.

La historia romántica

Seducir a las chicas con historia románticas empieza pronto.se inicia a través de cuentos de hadas,
Walt Disney, el de Hans Christian Anderson, de la segunda mitad del siglo XX, creó
extraordinarias versiones animadas de los cuentos románticos clásicos. Acompañados de una
música pegadiza esta historia enseñan a las niñas lecciones muy sencillas acerca de cómo ser
mujer.

Aladino, de Disney, muestra a las chicas que mintiendo y comerciando con sus favores sexuales
pueden conseguir todo lo que deseen. La bella y la bestia envía un equívoco mensaje de que el
verdadero amor puede trasformar a una bestia en un príncipe (la receta para que una mujer no
deje su relación con un hombre que la maltrata físicamente). La sirenita, muestra como seguir al
hombre del que te has enamorado, por medio de acallar tu voz y transformar por completo tu
belleza natural.los clásicos cuentos como La bella durmiente, Blanca nieves, y La cenicienta, no
son mejores. La bella durmiente presenta la adolescencia como una época de total pasividad, del
cual puedes ser despertada solamente por un hombre. En Blanca nieves, está tan entregada al
culto de su belleza que ansía matar a su hijastra porque es más hermosa que ella. La inocencia y
belleza de Blanca nieves son su protección contra esa malvada mujer que es su madrastra, y
también lo que le ayuda a atraer a su maravilloso príncipe.la Cenicienta presenta otro terrible
modelo de relaciones entre mujeres. Únicamente cautivando al príncipe puede escapar la mujer de
las tareas que otra mujer le asigna. La promesa final de estas historias es siempre el amor
verdadero y la felicidad eterna.
La idealización del las relaciones románticas con los hombres y la sutil depreciación del contacto
con otras mujeres, son las señales de pérdidas de relación que las mujeres sufren cuando se
acerca la adolescencia.

La adolescente es lanzada por estos mensajes de las historias contadas a la búsqueda de un


hombre de quien enamorarse, “las capacidades de una joven, esa percepción de su propio yo que
le da seguridad para actuar en el mundo, se canalizan en proporcionar a ese hombre un hogar
estable que él pueda tomar como base de apoyo para la búsqueda de su éxito”(Debolt Elizabeth,
1993)

“ el héroe se siente seguro de sí mismo, dominante, tiene un genio de los mil demonios,
y es capaz de ser violento, apasionado y tierno. A menudo muestra misteriosos cambios de
humor. Esas instrucciones exigen que el héroe sea siempre mayor de edad que la heroína,
y que además sea rico, o simplemente millonario, con algún interés en que emplear su
tiempo. Siempre tiene que ser un hombre alto, y musculoso, no siempre tiene que ser guapo
pero, eso sí, tiene que ser viril.

Por el contrario la heroína, es joven, además ella no es guapa al estilo de una modela de
alta costura, sino que básicamente es ingenua y va maquillada y vestida modestamente. A
menudo ella no se considera a sí misma una belleza, y esa actitud se utiliza para
presentarla como opuesta a las otras mujeres. Aunque tiene buena figura, es pequeña y
frágil, naturalmente cuando se arregla se ve impresionante. No debe ser tímida, ni llorona.
La heroína se encuentra sola en el mundo.”( Debolt E., 1993).

Éste es escenario de una extraordinaria historia sobre el poder. Todas las formas de poder
autorizadas culturalmente, (la fuerza física, el bienestar económico , la clase social, la educación, el
haber corrido el mundo y las habilidades sexuales se atribuyen al héroe.la heroína podría
convertirse fácilmente en una víctima de esta situación. En cierto sentido su lucha se centra en
convertir su falta de poder en poder verdadero, por medio de retener al héroe prisionero de sus
emociones hasta que se case con ella (y así poder gozar de su poder económico y sus privilegios).
Sus armas su belleza, y su inocencia, esto significa que ella no sabe mucho del mundo y que
además es sexualmente pura. Ella no es como las otras mujeres, que usualmente son malas,
demasiado sofisticadas y vanidosas.

Las chicas aprenden a orientar hacia el romance todos sus deseos de vivir y de alcanzar la relación
perfecta. Un hombre está investido con el poder de hacer todos sus deseos realidad. A las chics se
les bombardea desde todas las direcciones y desde todas las formas posibles con el mensaje de
que su verdadero deseo todos los ideas es la relación romántica perfecta.

“ a las chicas y las mujeres se las guía para mirar hacia el exterior de sí mismas, hacia los hombre
si quieres obtener sus satisfacciones más profundas, cuando vivimos fuera de nosotras mismas y
con eso quiero decir orientadas sólo a las directrices del exterior, el lugar de a nuestros
conocimientos y necesidades internas. Entonces nuestra vida está limitada por formas externas y
ajenas, y nos adaptamos a las necesidades de una estructura social que no está basada en las
necesidades humanas, ni siquiera en las individuales. Cuando han perdido el contacto con el
propio deseo y con el conocimiento que hay en su interior, las mujeres se enganchan al carro de
los impulsos y al poder de los hombres. Se devalúan a sí mismas y a sus capacidades potenciales
en la medida que idealizan la posibilidad de alcanzar el amor verdadero. Poco más importa
entonces.”( Debolt E., 1993).

Para entrar en el mercado del romance, muchachas y mujeres dan forma a sus deseos en función
de lo que resulta atractivo para el mercado consumidor. La publicidad y los medios de
comunicación les prometen que resultarán deseables-a cambio de pagar un precio. Se les dice a
las mujeres que necesitan una lista inacabable de productos de belleza y todo un vestuario de
moda, para perfeccionar su atractivo.las adolescentes son un mercado especialmente moldeable y
productivo. Demasiadas mujeres sienten que no son nada en absoluto sin un hombre.

El argumento romántico clásico enlaza la idea de un avance en la escala económica y social. La


mujer atrae a un hombre de un status socioeconómico más elevado para que se case con ellas.
Aunque ese concepto parezca hoy menos real que nunca el romance todavía seduce a las
adolescentes como la promesa de una vida mejor. El ideal de una relación romántica aumenta en
la misma medida en que disminuye la esperanza de las chicas de poder dedicarse a una carrera
profesional satisfactoria. La realidad de un mercado laboral pobre ligada a la posibilidad virtual
inevitable que no ganaría lo suficiente para mantenerse a sí misma, colabora a que las chicas
quieran ser parte de la cultura del romance.

La historia romántica cubre con una hermosa máscara, la cara de la violencia y el miedo que
muchas mujeres sufren en una relación. Se enseña las mujeres a confundir el miedo con las
emociones de la pasión especialmente en las historia pasionales de hombres “arranca blusas”, y
en los best-seller románticos, a las mujeres se les caza, atrapa, molesta, y viola en nombre del
amor y la pasión. El miedo que siente la heroína, la terrible incertidumbre, el nudo en el estomago,
los escalofríos, se reinterpretan primero como signos de atracción y después como amor.

Las historias románticas contadas como modelos de vida resuelve perfectamente el problema a
que se enfrentan las jóvenes, pero les plantea otro dilema: ¿cómo puede estar segura la chica en
que se convertirá en la heroína de su propia historia romántica, tal heroína que tiene que ser
agradable, buena, alegre, generosa, sacrificada, dependiente, cariñosa, pura y por encima de todo
hermosa. No puede enfadarse, ni estar triste, no tiene que ser sexy, ambiciosa, autónoma,
asertiva, sarcástica, ni tampoco inteligente. Si tuviera la desgracia de no ser atractiva entonces su
única esperanza es que la elija Miss me llevo bien con todos. En una palabra la chica tiene que ser
perfecta. La creciente capacidad intelectual de las adolescentes favorece que sean capaces de
mirarse a sí mismas con una lupa y se comparen con las heroínas de las historias románticas. La
potencia en su mente joven las mantiene prisioneras en la cárcel de la perfección. Intentar atraer a
los hombres es un juego peligroso para las chicas de nuestra sociedad, con el fin de asegurar una
relación las chicas tienen que conseguir resultar ser física y emocionalmente atractivas al hombre.
Pero si se pasan de los límites podrían llegar a convertirse en objetos de lujuria y violación
Conclusión

Las historias contadas como modelos de vida se muestran como algo, inocente, sin ninguna
intención que no sea entretener, pero son una manera de moldear las masas y mantener una
cultura, son un reflejo de las normas culturales aceptadas en una sociedad. En el caso de la
sociedad occidental, de mantener la dominación del patriarcado, en un mundo hecho y dominado
por hombres.

Éste es escenario de una extraordinaria historia sobre el poder. Todas las formas de poder
autorizadas culturalmente, (la fuerza física, el bienestar económico , la clase social, la educación, el
haber corrido el mundo y las habilidades sexuales se atribuyen al héroe.la heroína podría
convertirse fácilmente en una víctima de esta situación.

El impacto de estas historias es reforzado por la realidad social y cultural donde las oportunidades
que tiene la mujer de autorrealización, es dominado por los hombres, durante el proceso de
desarrollo las chicas se enfrentan a perdidas innecesarias, para convertirse en lo que la cultura
necesita. El circulo no tiene fin, si queremos criar hijas que no sean víctimas del poder del
patriarcado tenemos que ayudarles a ver su propio valor, pero sobre todo a conservar su voz.

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