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REGLAMENTACIÓN AMBIENTAL E

HIDROCARBUROS
Por Juan Fernando Perdomo*
POLÍTICA ANALÍTICA
PEMEX, como todos los sabemos, es una entidad descentralizada del gobierno
Federal que nació para ejercer la conducción central y la dirección estratégica
de todas las actividades de Hidrocarburos en México, gozando de exclusividad,
protegida constitucionalmente, sobre la exploración y producción de los
Hidrocarburos, la refinación y la petroquímica básica.

PEMEX es la empresa más grande de México y la séptima compañía integrada


del petróleo en el mundo, con reservas probadas de más de 20,000 millones de
barriles de hidrocarburos.

La Comisión Especial Investigadora de los daños Ecológicos y Sociales


causados por PEMEX, de la Cámara de Diputados, en la LIX LEGISLATURA,
presentó estos comentarios en su reporte final:
La paraestatal declaró en este 2006 que “PEMEX es una empresa limpia y
segura, comprometida con el medio ambiente; su alta rentabilidad y moderno
régimen fiscal ha permitido seguir siendo un importante contribuyente del erario
público, cuyos recursos se utilizan en beneficio del país”.

PEMEX opera por conducto de un corporativo y cuatro subsidiarias, que son:


PEMEX Exploración y Producción (PEP); PEMEX Refinación; PEMEX Gas y
Petroquímica básica y PEMEX Petroquímica.

Aunque PEMEX se autoproclama empresa “limpia” la realidad es que la


empresas relacionadas con la producción y distribución de energéticos
necesarios para la vida moderna, conllevan problemas de carácter ambiental,
debido a la complejidad y el riesgo inherente a los procesos de extracción o a
la cubierta vegetal causada por los desmontes que se realizan para la
perforación, construcción de caminos y tendido de ductos.

La propia extracción es una actividad altamente consumidora de energía. Agua


y otros insumos, y tiene como resultado la emisión de contaminantes a la
atmósfera, la contaminación de cuerpos de agua y la generación de residuos
peligrosos en las refinerías y en los centros procesadores.

Pero su respuesta a los daños causados en el entorno se debió a la


preocupación derivada del riesgo de grandes desastre como los producidos por
el descontrol del pozo Ixtoc en 1979, las explosiones de combustible e 1984 y
1996 o la explosión en Guadalajara en 1992.

Como consecuencia, el gobierno federal estableció el Programa Nacional de


Prevención de Accidentes por Actividades de Alto Riesgo Ambiental, el cual
tuvo como base la realización de auditorías ambientales a las empresas
potencialmente más peligrosas.
Al transformarse la subsecretaría de Ecología de SEDUE en el Instituto
Nacional de Ecología (INE) y al crearse la PROFEPA en 1992, las acciones de
regulación, supervisión y vigilancia del cumplimiento de las disposiciones y
programas de protección y defensa del ambiente se ampliaron y, el sector
energía adquirió, en esta nueva perspectiva, un lugar central en la gestión
ambiental.

De hecho, la Constitución política de México ya establecía, en el artículo 27, el


principio de restauración del equilibrio ecológico y la protección al ambiente, así
como incorporar como atribución del congreso de la Unión, legislar en materia
ecológica, las concurrencias entre la Federación, los Estados y los Municipios,
y, originándose la Ley general del Equilibrio Ecológico y protección al Ambiente.

Destaco las expresiones: Garantizar el derecho de toda persona a vivir en un


medio ambiente adecuado para su desarrollo, salud y bienestar; la
preservación, la restauración y el mejoramiento del ambiente; La prevención y
el control de la contaminación del aire, agua y suelo…

Dentro de estos asuntos destaca el que establece: “La regulación de las


actividades relacionadas con la exploración y explotación de los recursos del
subsuelo… en cuanto puedan originar desequilibrios ecológicos y daños al
ambiente.”

Asimismo, el Título tercero consagra los principios para el aprovechamiento


racional de los elementos naturales, en su capítulo III:
“… Para prevenir y controlar los efectos generados en la exploración y
explotación de los recursos no renovables en el equilibrio ecológico e integridad
de los ecosistemas, la secretaría expedirá normas oficiales mexicanas para el
control de la calidad de las aguas y la protección de las que sean utilizadas o
sean resultado de esas actividades, de modo que puedan ser objeto de otro
uso;
La protección de los suelos, la flora y fauna silvestres, de manera que las
alteraciones topográficas que generen esas actividades sean oportuna y
debidamente tratadas; y
La adecuada ubicación y formas de los depósitos de desmontes, relaves y
escorias de las minas…”

La misma ley menciona que las normas oficiales mexicanas a las que se refiere
dicho artículo serán observadas por los titulares de las concesiones,
autorizaciones y permisos para el uso, aprovechamiento, exploración,
explotación y beneficio de los recursos naturales no renovables.

En este caso… Se encuentra PEMEX.


¿Alguien me puede explicar porque no sucede así?

*Juan Fernando Perdomo es egresado del TEC DE MONTERREY.


Servidor público, empresario y Político ( jperdomo@infosel.net.mx )

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