“Por su propio ejemplo el Salvador ha demostrado que sus seguidores pueden estar en el mundo y con todo, no ser del mundo. No vino para participar de sus ilusorios placeres, para dejarse influir por sus costumbres y seguir sus prácticas, sino para hacer la voluntad de su Padre, para buscar y salvar a los perdidos. Con este propósito, el cristiano puede permanecer sin contaminación en cualquier circunstancia. No importa su situación o condición, sea exaltada o humilde, manifestará el poder de la religión verdadera en el fiel cumplimiento del deber”. (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 373).
“Por su propio ejemplo el Salvador ha demostrado que sus seguidores pueden estar en el mundo y con todo, no ser del mundo. No vino para participar de sus ilusorios placeres, para dejarse influir por sus costumbres y seguir sus prácticas, sino para hacer la voluntad de su Padre, para buscar y salvar a los perdidos. Con este propósito, el cristiano puede permanecer sin contaminación en cualquier circunstancia. No importa su situación o condición, sea exaltada o humilde, manifestará el poder de la religión verdadera en el fiel cumplimiento del deber”. (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 373).
“Por su propio ejemplo el Salvador ha demostrado que sus seguidores pueden estar en el mundo y con todo, no ser del mundo. No vino para participar de sus ilusorios placeres, para dejarse influir por sus costumbres y seguir sus prácticas, sino para hacer la voluntad de su Padre, para buscar y salvar a los perdidos. Con este propósito, el cristiano puede permanecer sin contaminación en cualquier circunstancia. No importa su situación o condición, sea exaltada o humilde, manifestará el poder de la religión verdadera en el fiel cumplimiento del deber”. (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 373).
y Jehov te ha escogido para que le seas un pueblo nico de entre todos los pueblos que estn sobre la tierra. Yo soy Jehov tu Dios, que te saqu de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrs dioses ajenos delante de m. Ninguno puede servir a dos seores; porque o aborrecer al uno y amar al otro, o estimar al uno y menospreciar al otro. No podis servir a Dios y a las riquezas. Los cristianos deben mantenerse distintos y separados del mundo, de su espritu y de su influencia. Dios tiene pleno poder para guardarnos en el mundo, pero no debemos formar parte de l. El amor de Dios no es incierto ni fluctuante. l vela siempre sobre sus hijos con un cuidado inconmensurable. Pero requiere una fidelidad indivisa. Ninguno puede servir a dos seores; porque o aborrecer al uno y amar al otro, o se llegar al uno y menospreciar al otro: no podis servir a Dios y a Mammn.
del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. No amis al mundo, ni las cosas que estn en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est en l Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Dios haba separado a los israelitas de todas las dems gentes, para hacer de ellos su propio tesoro. Pero ellos, despreciando este alto honor, desearon ansiosamente imitar el ejemplo de los paganos. Y aun hoy subsiste entre los profesos hijos de Dios el deseo de amoldarse a las prcticas y costumbres mundanas. Cuando se apartan del Seor, se vuelven codiciosos de las ganancias y los honores del mundo. Los cristianos estn constantemente tratando de imitar las prcticas de los que adoran al Dios de este mundo. Hacindose amigos del mundo, son enemigos de Dios. Por amor a las distinciones terrenales, sacrifican el honor inefable al cual Dios los ha llamado. Santiago 4:4, 1 Juan 2:15, 17; Patriarcas y Profetas, pg. 657, Testimonios para la Iglesia, tomo 7, pg. 146
Porque qu aprovechar al hombre, si
ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O qu recompensa dar el hombre por su alma? Existe un peligro constante de que los que profesan ser cristianos lleguen a pensar que a fin de ejercer influencia sobre los mundanos, deben con formarse en cierta medida al mundo. Sin embargo, aunque una conducta tal parezca ofrecer grandes ventajas, acaba siempre en prdida espiritual. El pueblo de Dios debe precaverse estrictamente contra toda influencia sutil que procure infiltrarse por medio de los halagos provenientes de los enemigos de la verdad. Sus miembros son peregrinos y advenedizos en este mundo, y recorren una senda en la cual les acechan peligros. No deben prestar atencin a los subterfugios ingeniosos e incentivos seductores destinados a desviarlos de su fidelidad. No son los enemigos abiertos y confesados de la causa de Dios los que son ms de temer.
Mateo 16:26, Marcos 8:36; Profetas y Reyes, pg. 417
Jehov tu Dios las haya entregado delante de ti, no
hars con ellas alianza, ni tendrs de ellas misericordia. Y no emparentars con ellas; no dars tu hija a su hijo, ni tomars a su hija para tu hijo. Porque desviar a tu hijo de en pos de m, y servirn a dioses ajenos; y el furor de Jehov se encender sobre vosotros. No os unis en yugo desigual con los incrdulos; porque qu compaerismo tiene la justicia con la injusticia? Y qu comunin la luz con las tinieblas? Y qu acuerdo hay entre el templo de Dios y los dolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitar y andar entre ellos, y ser su Dios, y ellos sern mi pueblo. Los principios presentados en el libro de Deuteronomio para la instruccin de Israel deben ser seguidos por el pueblo de Dios hasta el fin del tiempo. La verdadera prosperidad depende de que continuemos fieles a nuestro pacto con Dios. Nunca podemos correr el riesgo de sacrificar los principios alindonos con los que no le temen. Nunca debe el pueblo de Dios aventurarse en terreno prohibido. El casamiento entre creyentes e incrdulos ha sido prohibido por Dios. Deuteronomio 7:2-4, Romanos 12:2, 2 Corintios 6:14-16; Profetas y Reyes, pg. 417, El Hogar Cristiano, pg. 54, Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh-day Adventists, pgs. 215, 216; Joyas de los Testimonios, tomo 2, pg. 181
IDOLATRA EN EL TIEMPO DE MOISS
IDOLATRA ACTUAL
Apartaos, apartaos, salid de ah, no toquis cosa
inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que llevis los utensilios de Jehov. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Seor, y no toquis lo inmundo; y yo os recibir, Y ser para vosotros por Padre, y vosotros me seris hijos e hijas, dice el Seor Todopoderoso. Por sus relaciones con los idlatras y la participacin que tuvieron en sus festines, los hebreos fueron inducidos a violar la ley de Dios, y atrajeron sus juicios sobre toda la nacin. Ahora Satans obtiene su mayor xito, en lo que se refiere a hacer pecar a los cristianos, cuando logra inducirlos a que se relacionen con los impos y participen en sus diversiones. Dios exige hoy de su pueblo que se mantenga tan distinto del mundo, en sus costumbres, hbitos y principios, como deba serlo el antiguo Israel. Si siguen fielmente las enseanzas de su Palabra, existir esta distincin; no podr ser de otra manera. El mundo est entregado a la sensualidad. La concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida gobiernan las masas. Pero los discpulos de Cristo son llamados a una vida santa. Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Seor, y no toquis lo inmundo. Isaas 52:11, Hechos 2:40, 2 Corintios 6:17, 18; Patriarcas y Profetas, pg. 489, El Conflicto de los Siglos, pg. 467
Como hijos obedientes, no os conformis a los
deseos que antes tenais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llam es santo, sed tambin vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito est: Sed santos, porque yo soy santo. Vosotros poseeris la tierra de ellos, y yo os la dar para que la poseis por heredad, tierra que fluye leche y miel. Yo Jehov vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos Habis, pues, de serme santos, porque yo Jehov soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seis mos. Cristo invita a todos a reflexionar. Haced clculos honrados. Poned en un platillo de la balanza a Jess, que significa tesoro eterno, vida, verdad, cielo, y gozo de Cristo en las almas redimidas; poned en el otro todas las atracciones que el mundo pueda ofrecer. En un platillo de la balanza poned la prdida de vuestra propia alma y de las almas de aquellos para cuya salvacin podrais haber sido un instrumento; en el otro. Qu aprovecha al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 1 Pedro 1:14-16, Levtico 20:24, 26, Nmeros 23:9; Mensajes Para los Jvenes, pg. 127
No son del mundo, como tampoco yo soy del
mundo. Santifcalos en tu verdad; tu palabra es verdad. As alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que est en los cielos. Hay un enorme abismo entre el hombre mundano y aquel que sirve fielmente a Dios. Sus pensamientos, simpatas y sentimientos no armonizan en lo que atae a los temas ms importantes: Dios, la verdad y la eternidad. Pero debemos tener cuidado de no dejarnos dominar por un espritu de fanatismo e intolerancia. No debemos apartarnos de los dems con una actitud que diga: No te acerques a m; yo soy ms santo que t. No se aleje de sus semejantes, sino que procure impartirles la preciosa verdad que ha bendecido su propio corazn. Demuestre que la suya es la religin del amor. Amaremos las almas de nuestros semejantes lo suficiente como para contrarrestar sus placeres pecaminosos mediante nuestra presencia o nuestra influencia. No podemos aprobar su conducta asocindonos con ellos y participando en sus fiestas y en sus concilios, donde Dios no est presente.