Una breve reseña de los fundamentos del psicoanálisis contemporáneo planteados en la obra de Thomas H. Ogden. El autor -quien practica el psicoanálisis desde los fenómenos de la intersubjetividad- propone que Ogden es el máximo representante del pensamiento psicoanalítico actual y que su aproximación contiene nuevas aportaciones para el entendimiento de fenómenos con los que se está en contacto diariamente en el ejercicio de la psicoterapia.
Una breve reseña de los fundamentos del psicoanálisis contemporáneo planteados en la obra de Thomas H. Ogden. El autor -quien practica el psicoanálisis desde los fenómenos de la intersubjetividad- propone que Ogden es el máximo representante del pensamiento psicoanalítico actual y que su aproximación contiene nuevas aportaciones para el entendimiento de fenómenos con los que se está en contacto diariamente en el ejercicio de la psicoterapia.
Una breve reseña de los fundamentos del psicoanálisis contemporáneo planteados en la obra de Thomas H. Ogden. El autor -quien practica el psicoanálisis desde los fenómenos de la intersubjetividad- propone que Ogden es el máximo representante del pensamiento psicoanalítico actual y que su aproximación contiene nuevas aportaciones para el entendimiento de fenómenos con los que se está en contacto diariamente en el ejercicio de la psicoterapia.
Cuando Ogden habla del sujeto dialcticamente constituido como fenmeno de
la clnica -sujeto en construccin y reconstruccin perpetua- simultnea e involuntariamente nos habla de los orgenes de la creacin de su propia obra. Y es que, al adentrarnos a sus escritos, en donde el trabajo psicoanaltico se emparenta con aquel del artista sensible, no podemos sino observar un dilogo constante entre el autor y sus objetos internalizados. Klein, Winnicott, Bion y desde luego Freud, aparecen como personajes interactuando en la mesa del banquete platnico en donde las ideas se presentan, se cuestionan, se juegan, se suean, se niegan y se reformulan con tal creatividad que no pueden sino dejar la sensacin de originalidad; la sensacin de que un viejo concepto es enunciado por primera vez. Bajo esta perspectiva, podemos decir que Ogden es kleiniano, bioniano y winnicottiano y al mismo tiempo no es nada de eso; all radica su unicidad. Su obra es en s misma el tercer sujeto dialcticamente constituido y con eso me siento con todo el derecho de decir que Ogden es tambin hegeliano. Ahora bien, no debemos olvidar que su obra, representante de esa tensin dialctica en movimiento continuo, es resultado del trabajo con hechos clnicos; de dos subjetividades que se superponen en el consultorio analtico. Lo que obtenemos de Ogden no es producto de la especulacin sino de la experiencia, y es as como l mismo describe el proceso psicoanaltico antes que cualquier otra cosa; como una experiencia emocional. Pienso que el valor de las ideas de un autor radica en su capacidad para iluminar fenmenos clnicos que en el pasado fueron oscuros o inadvertidos y lo que Ogden logra hacer es abrir un nuevo paradigma de trabajo analtico. La idea de que las reacciones emocionales del analista dentro de la sesin son de esencial importancia para el entendimiento del paciente no es nada nuevo. Ese fenmeno llamado contratransferencia ha sido estudiado por un indeterminado nmero de autores comenzando por el mismo Freud, quien afirm que algunos pacientes -por su historia y fijacin al trauma- no pueden sino provocar sentimientos de odio y rechazo a su analista (1920). Sin explicitarlo, Freud se adentra al campo de la intersubjetividad en el encuentro con el paciente y comienza a delinear lo que aos despus ser uno de los conceptos kleinanos ms valiosos para la clnica: la identificacin proyectiva. Partiendo de esta nocin, los analistas a lo largo del siglo pasado fueron deconstruyndola para darle un valor y uso clnico particular (recordemos El odio en la contratransferencia de Winncott (1947), por mencionar slo uno). Pero la reformulacin ms coherente e integradora se encuentra en la obra de Ogden, quien no se detiene en decir que Melanie Klein perdi de vista el valor interpersonal-comunicativo de la identificacin proyectiva al localizarla en el interior del individuo habitado por objetos, sino que tambin se atreve a decir que la identificacin proyectiva no es un concepto metapsicolgico ni una construccin terica, sino un fenmeno de la experiencia en s misma;
fenmeno compuesto de sensaciones, ideas y afectos puestos en accin en la
interaccin dialctica de dos subjetividades en comunicacin inconsciente. En la ecuacin ogdeniana de la identificacin proyectiva ocurren tres pasos: 1) el paciente experimenta elementos intolerables asociados a partes de su self u objetos internalizados proyectndolos en el analista. 2) El analista se identifica inconscientemente con dichos elementos que ejercen una presin interna llevndolo a experimentarlos en su propia persona. Hasta aqu, el proceso descansa en la fantasa inconsciente de que objeto y sujeto son uno solo. Y 3) Los elementos son reintroyectados por el paciente si el analista logra procesarlos y devolverlos, modificando partes del self y de los objetos. Desde luego que estos pasos no son estticos ni lineales; ocurren en constante movimiento dialctico en donde las subjetividades de ambos participantes estn simultneamente separadas y unidas, creando ese tercer sujeto analtico. Y es que no se puede comenzar a comprender al sujeto o al objeto aislados uno del otro (Ogden, 1993). As, la relacin transferencia-contratransferencia toma un nuevo matiz; los universos subjetivos de ambos participantes en su totalidad se ponen en juego en el marco de la sesin, creando un universo subjetivo compartido, una nueva subjetividad con la cual se trabaja analticamente siempre para el beneficio del paciente, aunque secundaria e inevitablemente el analista tambin resulte beneficiado. Mi burda explicacin de la reformulacin del concepto de identificacin proyectiva no es sino un pretexto para ilustrar este cambio de paradigma en el trabajo psicoanaltico; cambio que se ha producido gradualmente a travs de muchos aos y de una multiplicidad de autores sensibles y creativos, y que de acuerdo a mi apreciacin personal- alcanza su mxima expresin en los escritos de Ogden. En este nuevo paradigma la experiencia total del analista como persona, sus estados psicolgicos, el ensimismamiento narcisista, la rumia obsesiva, la ensoacin, las fantasas sexuales (1994), sus objetos internos y las experiencias ligadas a cada uno de ellos, se ponen al servicio del paciente para que en su interaccin del juego dialctico intersubjetivo pueda hacer cambios psicolgicos que le permitan vivir su vida de la manera ms completamente humana (1996).