Les refiri otra parbola, diciendo: El reino de los
cielos es semejante a un hombre que sembr buena semilla en su campo;
25
pero mientras dorman los hombres, vino su enemigo
y sembr cizaa entre el trigo, y se fue.
26
Y cuando sali la hierba y dio fruto, entonces
apareci tambin la cizaa.
27
Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le
dijeron: Seor, no sembraste buena semilla en tu campo? De dnde, pues, tiene cizaa?
28
El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le
dijeron: Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
29
El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaa,
arranquis tambin con ella el trigo.
30
Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la
siega; y al tiempo de la siega yo dir a los segadores: Recoged primero la cizaa, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
Mateo 13:36-43 Jess explica la parbola de la cizaa 36
Entonces, despedida la gente, entr Jess en la casa;
y acercndose a l sus discpulos, le dijeron: Explcanos la parbola de la cizaa del campo.
37
Respondiendo l, les dijo: El que siembra la buena
semilla es el Hijo del Hombre.
38
El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos
del reino, y la cizaa son los hijos del malo.
39
El enemigo que la sembr es el diablo; la siega es el
fin del siglo; y los segadores son los ngeles.
40
De manera que como se arranca la cizaa, y se
quema en el fuego, as ser en el fin de este siglo.
41
Enviar el Hijo del Hombre a sus ngeles, y recogern
de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,
42
y los echarn en el horno de fuego; all ser el lloro y
el crujir de dientes.
43
Entonces los justos resplandecern como el sol en el
reino de su Padre. El que tiene odos para or, oiga.