a7 La btisqueda del sentido de la vida a la luz de la fe. La Palabra de Dios acogida y vivida con fidelidad. La conversi6n a Jesucristo, Sefior de la vida y de la historia. La celebracién del misterio de Cristo y su simbolismo en los sacramentos. La puesta en comin de la fe y de la vida en comunidad eclesial. La responsabilidad asumida frente al mundo y a la Iglesia. Estas exigencias constituyen los elementos fundamentales del catecumenado tanto en el caso de una primera iniciacién, como en el caso de una reinicia- cin 0 catecumenado postbautismal. Pretender cambiar este plan debido a la inereia pastoral, a la rutina 0 a la pereza, es no querer pasar de un paradigma de pastoral de “cristiandad” ya envejecido, al paradigma pastoral del Concilio ‘Vaticano II que nos seffala hoy la Iglesia. El catequista ESPAC que oriente su trabajo guiado por esos criterios lograré: ‘Ayudar a su pérroco para hacer de la parroquia una comunidad evangelizada y evangelizadora. Construir espacios de acogida para realizar procesos de inicia- ci6n cristiana. Renovar la catequesis entendiéndola como un proceso por eta- pas, dando prioridad a la catequesis de adultos. Evangelizar la religiosidad popular. Hacer de la celebracién de los sacramentos verdaderas cele- braciones de la fe. Lograr la necesaria coherencia entre fe y vida, cuya carencia es uno de los mayores obstéculos a la obra evangelizadora de la Iglesia.