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Parricia RAMIREZ Kuri* El espacio piiblico: ciudad y ciudadanta. De los conceptos a los problemas de la vida piblica local** Para un ates como Peres a plea greg paral edad, pli, ‘iefcaa macho mds qu simple lager no mapa ‘Signe el Inger dons las personas akceoaban le uid. Rectan Sersert IntRoDUCCION Eth aie, planendo como problema del socio gia urbana, trata la relacién entre procesos sociales, entorno construido y vida pablica. El debate en torno al espacio publi- co en la Gudad se inscribe en el andlisis desarrollado por las ciencias sociales en las tltimas tres décadas desde distintas pers- pectivas disciplinarias, y se encuentra orentado hacia la compren- sién del vinculo espacio-sociedad (Lofland, 1973; Lefebvre, 1994; Castells, 1996, 1998; Fisher, 1976; Sennett, 1977; De Certeau, 1996; Harvey, 1994; Carr, Francis et al., 1992; Borja y Castells, 1997; Borja, 1998, 2001). En este periodo, los proce- sos de cambio global y local, y los cambios en la relaci6n Esta- do-sociedad, han provocado el redimensionamiento de los espacios piiblicos y privados, modificando las relaciones entre estos aspectos de la vida social urbana. Este texto propone que el espacio publico expresa actualmen- te la complejidad y la heterogeneidad socioterritorial, haciendo evidentes algunos de_los problemas que enfrenta la ciudad en el contexto de las transformaciones globaies y locales, asi como de los cambios cientifico-tecnolégicos que han producido innova- Investigador de Fuacso- Meco ‘Eau texto forma parte de uns invetacin més amplia quest presenaré como ‘ess decor en Sociologia urbana. Agadeaco lo comesator ealzado ete eno pot Pata Safa Bara y Edvardo Niven el mace del seminar Expas Pain Eap ‘oe Locales, orpunizado por ls Ficeoe 18 de enero de 2002, wn 2 PATRICIA RAMIREZ KURL ciones sin precedente en la sociedad (Castells, 197). Las formas espaciales y las practicas sociales impulsadas por los procesos ‘mencionados han tenido un impzcto relevante en Ia forma, funcién y significado de los lugares donde se desarrolla la his- toria individual y colectiva. Estos lugares hacen visible la diferenciacién social, politica, econémica y cultural que dis- tingue a la ciudad en su dimensién local y metropolitana. De aqui la relevancia de pensar el espacio piblico urbano como sede de formas plurales de expresién ciudadana y de formas distin- tas de apropiacién colectiva de la ciudad, en relacion con la tendencia a su debilitamiento como ambito de relacion, de comunicacién e integraciOn social. Al respecto, se ha sefialado: [J el hecho de que el espacio urbano cada vez més se diferencia socialmente pero se interrelaciona funcionalmen- te més alla de la contigiidad fisica. De aqut la separacion entre significacién simbélica, localizacién de funciones y apropiacién social del espacio en el area metropolitana (Castells, 1997: 436) Desde esta perspectiva, en el espacio pablico destaca, por una parte, la tension existente entre dos légicas espaciales que se expresan en la ciudad: el espacio de flujos y el espacio de lugares, que tienen que ver con la relacién globalizacién-locali- zacion. Esta manifiesta la tendencia al redimensionamiento de “los lugares referenciales productores de identidad” que se debaten entre la disolucion y la masificacion. Por otra, se distingue el vvinculo entre el espacio local y Ia metrépali, expresado en la estructura social urbana, en sus formas de organizacion y de gestion politico-social, a través de dos lgicas contrapuestas: la de la sociedad local que habita en los lugares donde se cons- truye el sentido de comunidad y la experiencia colectiva, y donde la percepcién ciudadana del espacio social est en gran medida determinada por las condiciones de acceso a los recursos urbanos y por la calidad de vida; y la del crecimiento de la ciu- EL ESPACIO PUBLICO s dad, cuyos usos y funciones comerciales, de servicios financieros e inmobiliarios, alteran la dindmica interna y los limites fisicos entre los lugares, generando temor en la sociedad local ante la pérdida de identidad (Castells, 1997). En la sociedad urbana contemporénea, cl espacio pablico retine formas diferentes de vida, expresando la manera como los iudadanos se relacionan entre si, usan y se apropian de los luga- res comunes de sociabilidad. En éstos, convergen algunds de los efectos mas relevantes de los procesos sociales que han intro- ducido transformaciones en la ciudad, impulsadas por fené- ‘menos sociopoliticos, culturales, econémicos y urbanisticos que influyen en las formas de relacién, participacién social, gestign y gobierno del territorio urbano. EL ESPACIO PUBLICO Y LA CIUDAD Ey un sentipo histé UN el.concepto de lo pi como culto de slo se ha definido tos de Ta politica, obierno, de los poderes piblicos, de ruciones, de la comunidad y de la socie- dad. Lo que se hace publico, tanto a través de practicas y acciones como de la opinién, de publicaciones y de la publici- dad en medios y lugares distintos, tiene como destinatarios a personas y a grupos sociales que usan, se apropian y legitiman socialmente este campo. En particular, el vinculo entre lo pabli- coy pata eva impicko al pablico como sujeto y objeto de la politica.’ ~*'Nos iisteresa el concepto que plantea que el espacio piblico se construye a partir de la experiencia compartida al conjugar acciGn y comunicaci6n social o politica (Arendt, 1993). El signi- ficado de fo puiblico Se define en esta propuesta tebrica a través de dos fenémenos interrelacionados: lo que puede ser visto y "La slain de lo pico con te pois ale a “oncepcones de Is comunidad ‘como asian natural 6 voluntars, a) gobi, a leptmiad de las auordades™ (Goeray Lempenee, 1998), Livees ” PATRICIA RAMIREZ KURL escuchado por todos, difundirse y publicitarse, apareciendo como constitutivo de los distintos aspectos de la realidad; y lo piblico concebido como el mundo comiin donde los hombres se relacionan, actiian y viven juntos. Por un lado, éste se expresa y cobra sentido a través de la pluralidad de perspectivas y situa- ‘ones que simulténeamente asignan significado a la realidad de Jo piblico como espacio comtin que si bien redine a todos, quienes interactéan en él ocupan y representan posiciones distintas. Por otro, porque las diferencias existentes, al aparecer publicamen- te, plantean tanto las posibilidades como las restricciones para la creacién de vinculos sociales que puedan unir, a partir de intereses comunes, a miembros distintos de la sociedad (Arendt, 1993: 64-66), iz En términos generales, este concepto de lo piblico alude a ~ practicas sociales, a formas de expresién, de comunicacién, de informacién ¢ interaccién que se hacen visibles, se localizan y se difunden entre los miembros de una comunidad. En este sen tido, lo pablico remite a concepciones distintas de lo de la politica, asociadas a los valores, imaginarios y representa nes de lo colectivo: bien comin, legitimidad, soberania, poder, comunidad, ciudadania y sociedad, Pero también a la relacién y diferenciacin piblico-privado inscrita en distintas vertientes de discusi6n y anélisis de procesos y fenémenos que intervienen cn la vida social (Rabotnikof, 2000: 604-607). Pensar el espacio pablico en el contexto social actual, comple- joy diferenciado, plantea una serie de interrogantes y problemas asociados tanto con su significado miltiple como con el uso y replanteamiento de las categorias con las que tradicionalmente se le ha relacionado. Un aspecto que se distingue en el debate con- tempordneo sobre el espacio publico y su resurgimiento es el de su relacién con la construccién de una vida politica democratica. ‘Al respecto, se ha destacado que la emergencia de la discusién } en tomo al espacio publico responde tanto a “Ia necesidad de * presencia ciudadana frente a la fragmentaciGn identitaria” como al impulso reivindicativo de la pluralidad (Rabotnikof, 1995: 50). EL ESPACIO PUBLICO 3s En efecto, ha sido en afos recientes que se ha planteado la importancia de repensat Io pl rela mi y crisis del Estado, caracteristicas de las altimas décadas del siglo xx, En esta vertiente, se destaca el significado de lo piblico * “come lo que es de todos y para todas”, en opasicién tanto a lo privado, “voleado para el lucro 0 para el consumo”, como a lo cor- ¥fe1sh7 porativo, “orientado a la. defensa politica de intereses sec © grupales, o para el consumo colectivo", Asimismo, se.destaca la relevancia del espa: no estatal coné n Pe Pena Bo se desarrolle diferenciandose de lo pablico estatal (Bresser y Cunill, 1998:27) Es importante mencionar que, si bien lo piblico como espa- cio de Ia ciudadania se ha planteado en oposicién a Io privado lo individual, Jo familiar, la propiedad, el mercado-, estos campos coexisten de manera articulada, se reorganizan y resignifican de acuerdo con las transformaciones de la vida social. La relacion piblico-privado inherente a la, estructura social urbana no se desarrolla en forma dicotémica, sino a través de los cruces, interac- jcas de los actores sociales que asigrian usos y signi- ficados a los lugares, transforméndolos en el curso del tiempo. Estos lugares, sedes de formas diversas de organizacién y de convivencia, de trabajo y de participacién, coexisten con los espacios de movilidad que ademés de articular funcionalmente a los miltiples centros y periferias urbanas constituyen lugares de trayectorias y de experiencias cotidianas de la gente. [EL ESPACIO PUBLICO URBANO: LUGAR COMUN DE LA DIFERENCIA Los espacios piiblicos urbanos histéricamente han sido lugares de ; >» encuentro, de intercambio y de comunicacién, actuando como referentes activos de la vida social, politica y cultural. Las transfor- maciones impulsadas por la modernidad y sus efectos en la estructura social urbana han provocado el redimensionamiento diben ena PATRICIA RAMIREZ KURI mace eo de la ciudad, introduciendo cambios en los espacios pablicos y privados, asi Como en las formas de vida y de interaccién social que les dan sentido, Al referirse a la ciudad moderna donde coexisten “la diferencia y la indiferencia”, Sennett (1997) sefiala que “durante el desarrollo del individualismo moderno y urbano, el individuo se suri en el silencio en la ciudad. La calle, el café, el almacén, el ferrocarril, el autobiis y el metro se convirtie- ron en lugares donde prevalecié Is mirada sobre el discurso [...]”. Este autor cuestiona el debilitamiento de las formas de cohesién social que pueden contribuir a la construccién de lo colectivo a través de una cultura civica miitiple. Sefala, al respecto, que las pricticas cotidianas en la ciudad existen vinculos entre pers ‘nas semejantes pero escasamente se observa integracion entre grupos diferentes en torno a propésitos comunes que impriman sentido a la vida urbana (Sennett, 1997; 381) ‘Desde la segunda mitad del siglo xx, las transformaciones en la sociedad urbana ~familiares, demogréficas, econdmicas, politicas y culturales-, han devenido en una creciente diversidad y heteroge- neidad sociocultural. Esta se manifiesta en la dimensién metropo- litana de la ciudad entre individues, grupos y comunidades, lo que ha influido en las formas de identificacion y de relacién que se desarrollan en los lugares a partir de distintos intereses y valores. La expansién de las actividades urbanas y Ja reproduccién de los lugares de encuentro y sociabilidad para distintos sectores sociales se encuentran asociadas a la tendencia a la privatizacién de los uusos pablicos y al predominio de funciones comerciales y de servi- ios. El desarrollo paralelo de actividades pablicas informales se hace visible como expresién de formas altemativas de empleo y de sobrevivencia, diseminadas en los distintos espacios pabl uurbanos. En conjunto, estos fenémenos hacen evidente la comple- jidad de la estructura social urbana y las transformaciones én la vida publica, que se expresan en la experiencia cotidiana de los habitantes y usuarios de la ciudad. 7 La ciudad es espacio piiblico al ser espacio de lugares, sedes | de formas diversas de relacién, de accién, de expresion y de participacién en asuntos de interés ciudadano (Borja, 1998) 36 ats ue EL ESPACIO PUBLICO = Desde una perspectiva socioterritorial, el concepto de espacio iiblico se ha definido como el lugar comin donde la gente lleva abo actividades cotidianas, funcionales y rituales que cohe- . nan a la comunidad (Carr, Francis, Rivlin y Stone, 1992). En este jugar comin, que se usa 0 puede usarse con propésitos + * piblicos © privados, la gente se relaciona con su entorno fisico y social, se encuentra con la historia propia o Ja de otros, en ‘scenarios que conjugan elementos naturales, socioculturales y arquitecténicos con prdcticas sociales que pueden estimular 0 limitar la comunicacién y Ia integracién social entre individuos y grupos diferentes. <== ‘ Este enfoque destaca la importancia del espacio publico ‘urbano como elemento activo en la vida social por su capacidad de proveer lugares significativos donde se inscriben memorias y elementos simbélicos que trazan puentes entre el sentido de con idad individual y colectiva. Al actuar como referente de tidad en Ja ciudad, el espacio pablico se concibe como e] espa- cio de todos, donde individuos y grupos distintos aprenden a vivir juntos, lugares de encuentro, de sociabilidad y de experien- cias comunes (Carr, Francis, Rivlin y Stone, 1992). Mas que tuna realidad, este planteamiento constituye un reto ~en el caso de la ciudad de México y de algunas ciudades latinoamericanas- ‘que se expresa a través de la tensiGn entre diversidad cultural € integracién social. Los usos del espacio piblico manifiestan la pluralidad sociocultural asi como la heterogeneidad y confl tividad social implicitas en las formas de apropiaci6n colectiva de la ciudad. Al reunir a miembros distintos de la sociedad que, con derechos y obligaciones diferenciadas en el entomo urbano, uusan Jos lugares por motivos distintos ~en unos casos comunes y en otros contrapuestos-, los espacios publicos constituyen lugares de encuentro y sociabilidad, asf como de hostilidad y' ¢v disputas entre actores que planted dettantdas y se manifiestan en defensa de intereses particulares colectivos. Sobre todo, y éste es el caso de la ciudad de México, en los espacios pablicos urbanos confluyen usos, significados y funcio- nes diversos y heterogéneos que hacen visibles los problemas que 3 38 PATRICIA RAMIREZ KURI plantea la vida pablica en térmiros de calidad de vida, exclusién y_segregacién social; pero también en lo que se refiere a formas de accién y de participacién que puedan vincilar, a partir de objetivos comunes, a grupos sociales diferentes. Formas plurales de expresion, convivencia, .descanso, recreacién, celebracign, consumo y trabajo, se alternan con practicas ciudadanas en demandia de reivindicaciones politicas y sociales. A éstas se yuxta- ponen formas manginales de supervivencia y de habitar cotidiano, asf como un amplio rango de précticas que generan temor ¢ inseguridad: tréfico de drogas, violencia, robo, crimen. Acciones urbanisticas publicas y privadas intervienen en la reconfigura- cién de los escenarios urbanos donde se desarrollan estas actividades -plazas, centros historicos y nuevas centralidades, localidades, colonias, barrios, callés-, influyendo en sus usos y funciones. Estas acciones resaltan én un0s casos las tendencias fragmentadoras y privatizadoras, y en otros -los menos~ impul- san transformaciones urbanas de cardcter integral orientadas a la articulacion socioterritorial de la ciudad. ‘Aunque sin duda es necesaria la revaloracién de los espacios péblicos urbanos, ésta implica tanto el reconocimiento de las transformaciones en las formas de vida ptiblica que les dan senti- do, como la.comprensién de por qué y como la gente usa y se propia de los lugares y de lo que éstos significan para los usuarios. Uno de los problemas planteadcs consiste en Ja relaci espacio y vida publica ciudadana, condicién necesaria para el desarrollo del sentido de comunidad, de identidad sociocultural y para la construccién de relacicnes democraticas entre ciuda- anos y gobierno. De aqui el énfass en los valores potenciales del espacio publico urbano: interac:ivos, democraticos, significa- tivos, incluyentes, tolerantes (Carr, Francis, Rivlin y Stone, 1992). Este se orienta, te6ricamente, a destacar la importancia 25e plata anc de que sea nsractvs al prover ens de y sean rtmos de beret favorable al corny a descabreno, emcees cls {ido de da protec es derechor Suda yaa Head dency ste 4 ema vnes et gency lpr donde se mania oe forma 8 ‘ie lols como aus qu ced lo ede oleae yd and. ELESPACIO PUBLICO 8 de crear un equilibrio entre necesidades, demandas, significados ¥y conflictos, implicitos en los usos y précticas sociales de los ciu- {dadanos. Ello con el propésito de fortalecer la vida piiblica y de contrarrestar las tendencias a su debilitamiento, que en la expe- riencia cotidiana se expresa a través de las practicas del espacio. La concepcién del espacio péblico como lugar comin de sociabilidad y conilicto nos aproxima a la relaci6n espaci dadanfa. Los problemas que plantea dicha relacién, en términos de reconocimiento y de integracién de los diversos grupos sociales, tienen que ver con las formas en que los habitantes y usuarios de la ciudad se conciben como ciudadanos, se relacionan entre sf, con las instituciones, y participan en la vida pablica La CIUDAD, ESTACIO DE LA CIUDADANIA Distovras perspectivas analiticas desarrolladas en afios recientes: abordan el tema de la ciudadania en el contexto de una sociedad compleja, destacando que las transformaciones en la estructura socioeconémica y en la esfera politico-estatal han impulsado el proceso de resignificacién del concepto de ciudadanfa. En esta Iinea de reflexion se afirma que la ciudadania tiene que ver con la fortaleza del vinculo social que implica relaciones de perte- nencia, confianza, reciprocidad, cooperacién y compromiso civico (Lechner, 2000), La tendencia al debilitamiento de estas relaciones se asocia con la desafeccién hacia la politica, debido a su limitada capaci- dad para resolver problemas econémicos, y con la ausencia de un discurso en el cual se reconozca la subjetividad de las comuni- dades. Frente a esto, la construccién de capital social constituye un desafio para fortalecer la vida democratica. Se plantea, enton- ces, la necesidad de crear “un 4mbito pilblico de mejor calidad” precisamente porque los “vinculos socales se fortalecen en la ‘medida en que las personas dispongan de lugares de comunicacion y de encuentro, de mas «zonas de contactor, y de experiencias compartidas” (Holston y Appardurai, 1996: 187-204). En este sentido, la creacin de espacios péblicos de calidad cumple un 0 CTRICIA RAMIREZ KURI papel relevante en la ampliacién de las relaciones democréticas entre ciudadanos. En el contexto de los cambios ocurridos en la relaci6n Estado- sociedad, el debate en tomo a la ciudadanta asociada a las prac- ticas politicas y socioculturales que se desarrollan en los espacios y a las posibilidades que definen su ejercicio -pleno o limita- do-, abordar el problema de las diferencias existentes entre los actores.que toman parte en la vida publica resulta de gran jportancia. En la ciudad, estas diferencias se expresan en el acosso desigual a los recursos urbanos, en las formas heterogéineas de identificacién, de uso y de apropiacién del espacio, de partici < pacién y de organizacién social. Estos elementos mediante los ‘cuales se ponen en juego intereses, valores y demandas di definen en buena medida los vinaulos entre espacio y Al expresar las relaciones entre ciudadanos y gobiemo, plantean ‘otto problema que, asociado al anterior, tiene que ver con el signi- ficado actual de ciudadania, evidenciando algunos de los dilemas centrales que enfrentan las instituciones responsables de la gestiOn democritica en la ciuded. Una linea de reflexién desarrollada en afios recientes trata a las | ciudades como espacios estratégicos para el desarrollo de la ciuda- >| dania vinculando el concepto con la participacién de nuevos actores que se manifiestan en #1 espacio urbano. Este enfoque establece que las ciudades expresan, como ningtin otro lugar, el <' redimensionamiento de la ciudadanfa con base en los cambios ‘ experimentados en la morfologia social, los cuales han debilitado Has eglas y alterado los significados. En efecto, el concepto de ciudadania ha trazado las posibilidades y las restricciones que definen la membresia completa a la sociedad en términos de lo que significa tener derechos y obligaciones en el territorio de un Estado-nacion. De esta manera, ha reemplazado a la ciudadania urbana, local y regional, por la nacional, estableciendo para aquellos inctuidos, el ser ciudadano como la identidad comin que coordina a las distintas identidades: territorio, religion, familia, género, etnia, clase, cultura, en conjunto subordinadas a la primera, Se debilitan asi las jerarquias y privilegios locales en ELESPACIO POBLICO “ favor de intereses juridico-politicos nacionales sustentados en la igualdad de derechos inscrita en el pacto liberal. Frente a esta condicién de ciudadar‘a formal, el desarrollo de movilizaciones reivindicativas y redistributivas, asf como de formas participativas impulsadas por distintos actores que experimen- tan diferentes grados de exclusi6n, no s6lo ha cuestionado el significado del concepto y su sentido homogeneizador al hacer evidente la heterogeneidad y diversidad sociocultural que se expre- san en el territorio urbano. También ha impulsado el surgimiento de distintos tipos de ciudadanos, de nuevas formas de tomar parte en la vida pablica, en los procesas de toma de decisiones ;, institucionales y en la reformulacién de leyes (Holston y Appar- durai, 1 incorporar en el debate sobre la ciudad y la vida publica la im- portancia del consumo como variable sociocultural que, en sus distintas formas, influye en el acceso y construccién de la ciudada- nia (Garcia Canclini, 1998). En el debate en toro al espacio piiblico, a la ciudadania y a su ejercicio en términos de derechos y obligaciones, se distingue la perspectiva urbanistica que aborda la importancia de pensar la ciudad en el contexto de la globalizacién y de los procesos de ‘transformacién urbana. Al privilegiar el papel integrador del nismo, esta propuesta plantea la articulacién de las dimensiones socioterritorial, politica y cultural del espacio pablico. Pone el énfasis en las posibilidades de reconstruccién del tejido social, de regeneracién e integracién del espacio urbano a partir.de politicas, programas, proyectos y acciones de cardcter integral.* Garcia Canclini(1998:12) analiza “cme ls cambios en la manera de consumic dan aera le postbidade yas formas de ser chucadano" "Ee perspective coestona ys opone al Pragmatiom furconaita mademo en la planeacin,ornizacion y dicho wbano, que a fespander suo y funciones especies Fe debinaio lu poxitdades de lor ao abr en la cad Deaqu el customer aa tendon prvaiacn deepal ea cada qu sexes en elon movdadce- trldad mediante lor grandes jos vier que priegen el wx del automo os grandes fentros comerciales y corporatios ls espace residencies ced, etre as intenen- {sons urbanasices Alcona coma espacio earner del etorno soil urbane del aoe faman pase, pnerae elon ysgegcin socal, tango cl desl de la Gdadanis. 187-204). Se ha mencionado la necesidad de , ra PATRICIA RAMIREZ KURL % Destaca aqut Ia valoracién det espacio pablico en dos sentidos. Uno, instalado en su condicin real al constituir “el lugar donde se manifiesta en muchos casos con més fuerza la crisis de ciudad 0 de urbanidad” y en donde se expresan las nuevas realidades 2 urbanas.* Otro, inscrito en sus capacidades como espacio politico, lo convierten en un mi la ciudadania y en mecanismo redistributivo, de. integracion social y de articulacién espacial. En esta propuesta, Borja enfatiza distintos factores que contribuyen al fortalecimiento delspacio, oI 5¥ Destacan tres de especial relevancia en esta discusion: et primero es la inclusién en el marco legal de habitan- tes y territorios en condiciones de marginalidad, pobreza y exclusi6n; el segundo corresponde a la tolerancia, expresada en Ja apertura y acceso para todos y en el reconocimiento de la » diversidad sociocultural. El tercero centra la atencién en el papel de la democracia en la planeacién y en la gestién urbana a partir de proyectos integrales y polivalentes que incorporen objetivos sociales, ambientales y estéticos, que a su vez actien como mecanismos de partcipacién civica, de mejoramien- to de la calidad de vida y de estimulo a “la identificacin sim- Dolica, a la expresi6n y a la integraci6n cultural” (Borja, 1998), Elespacio piblico se define en este enfoque como “lugar de relacién y de identificacin”. Ese se constituye a través de la manera en que la gente usa los lugares, en muchos casos rebasan- do o incluso transgrediendo los lineamientos juridicos que regu- Jan la relacién entre espacio piblico y privado y trazan sus fron- teras en términos legales. Un aspecto central inscrito en esta concepcién es el necesario reconocimiento de la diversidad de acto- res que se encuentran en condiciones de marginalidad socioecon6- mica o politico-cultural y que demandan la reivindicacion de su ‘tons tnen que ver ute con a moa genera mip y ip ciliacion den maven ceria yc a tan’ uc eden redo ‘arn el enomo wba de ls chadad con seca egmentadoresySesiregrade 19964, 33) 7 Sescgnders Cons ‘Racer I concep sc de nadine co ‘el eat qu permite jeer un conf de drei bere espa y sole” on, 1996: 5152) ELESPACIO PUBLICO “ condicién de ciudadanos.’ Este planteamiento proporciona .pautas para repensar Ia ciudadania no s6lo en términos de dere- ‘chos y obligaciones en una sociedad urbana compleja donde se impone la diversidad cultural, sino también, de las profundas desigualdades sociales que se expresan, como ¢s el caso de la ciudad de México, en los espacios pablicos urbanos. ‘plantean como s potenciales que el sentido de! espacio publico ciudadano. § rar estos elementos en la (Borja, 1998). Cobra aqui relevancia el papel de los gobiernos | locales, partidos y organismos formales, asi como el de los espa- cios politicos ~no estatales- generados por organizaciones y actores que desarrollan formas de accidn colectiva, de cooperacién ¥ de participacin ciudadana planteando Jemandas y propuestas {ue pueden traducirse en politicas y acciones que contribuyan a la creacién de la ciudad como espacio piblico (Ziccardi, 2001)." Cabe destacar que el resurgimiento de la discusién en tomo al espacio piblico se sitdia precisamente en el contexto de una socie- dad urbana compleja, heterogénea y multicultural como la que habitamos. Esencia del pluralismo, el espacio piblico es el ly comin donde se expresa la diversidad cultural de la sociedad mediante la vida pablica que le da sentido y que acta como vvinculo social en la escala de la historia y de la cultura de comiini- dades y grupos diferentes. Sin embargo, surgen aqui aspéctos problemiticos que pueden dar pauta para la reflexién y el debate fen torno a la constitucion del espacio pablico ciudadano. Tres resultan de especial interés para los propésitos de este trabajo, noe grape cles que se maniesan en el espaco pbc: pobre, mina iss Inmigancee desempleadosgropos de gener, vies, oenesy nos, presentan cond one defictaria de codadans (Bors, 197: 3-4), "Al reese la mpertancia de Intervent idacag en anus de ets plo, ica (200TH) seals GUE” e a cave para uarfornar ley de io exatal en ‘Sa pi y cme seat adores par cna oe obeabinbd Gena . PATRICIA RAMIREZ KURL EI primero tiene que ver con.la diferencia y la diversidad {que se expresan en el espacio publico urbano. Estos atributos inherentes al espacio pablico no cerivan necesariamente de rela- mes de comunicacién, confianza y cooperacién entre actores distintos. Tampoco generan por si mismos actitudes de tolerancia ni formas de integracién social: “el mero hecho de la diversidad no impulsa a las personas a interactuar [...] ello obedece a que, durante las dos iltimas décadas la diversidad [...] se ha hecho mas cruel, en formas no previstas” (Sennett, 1997: 381). El segundo, a las formas de intolerancia y de exclusién que se expresan en el espacio publice por medio de.las practicas sociales que ahf se desarrollan. Esto conduce a pensar en el aspec- 1 piiblico de las instituciones ~formales e informales— en términos de su capacidad para ejercer las responsabilidades politico- sociales respecto a los mecanismos legales y normativos de parti: cipaci6n, control, decision y organizacién socioterritorial del , espacio pablico. Pero también, en la necesidad de crear equilibrios > | que resuelvan la conflictividad generada por las diferencias ast como en la apertura de espacios incluyentes de participacian y | debate en los que los distintos actores tomen parte en condicio- nes equivalentes y en donde no se imponga una sola perspecti Por dltimo, los lugares comunes unen y separan a la gente. En efecto, en éstos aparecen asuntos de interés general y se ponen en juego posiciones, preferencias, necesidades y demandas dis- tintas que, en conjunto, se asocian en la vida publica con rela- ciones de poder. La transformacién de estos lugares comunes en espacios pablicos ciudadanos en an sentido pleno.e integrador puede ocurrr, sobre todo, cuando actiian como escenarios privi- legiados de relacién, debate y sccin en tomo a temas, intereses ¥-propésitos comunes. Actualmerte, los espacios publicos en Ia ‘iudad muestran esta capacidad potencial. Sin embargo, al consti- tuir la expresiOn de la realidad urbana contemporiinea y de los problemas que plantea, hacen més visible la tendencia al debi- litamiento de las formas de integracion social que a su fortale- cimiento, Proceso paralelo al de recomposici6n de las relaciones de sociabilidad y al redimensionamiento de la ciudadania en tér- ELESPACIO PUBLICO 8 minos de reivindicaciones juridico-politicas y socioculturales, ‘como también al significado de ser ciudadaro. Paradéjicamente, si teste proceso de recomposicién abte posibilidades reales de recons- trucci6n de lo pablico ciudadano, también glantea el problema del desarrollo de redes sociales informales negatives que se sian en los espacios de la ilegalidad y que tienen que ver con formas diver- tas de abuso, violencia y ‘ciminalidad, asi como con actividades cecondmicas vinculadas con la venta y tréfico de droga. Uno de los propésitos de este texto es aproximarnos a la era en que las categorias expuestas se expresan empfricamen- teen el cas de un spacio piblico real. La problemética local en el Centro Histérico de Coyoacén permite introducimos en cl tema de lo piblico urbano en la ciudad de México. De igual forma, nos acerca a la comprensién de los dilemas de la vida publica ciudadana, la cual se conjuga de manera particular en las plazas centrales, espacios piblicos por excelencia que actualmente constituyen sedes de reunisn y de encuentro de diferentes grupos sociales de la ciudad. Una de las principales interrogantes que surgen de esta reflexién es la siguiente: qué le construir y fortalecer? EL ESPACIO PUBLICO EN EL ESPACIO LOCAL DE LA CIUDAD DE MEXICO 10N de los espacios pablicos y privados en la ciudad de Me inscribe en los procesos de articulacién global y de ‘expansiGn metropolitana que han impulsado profundos cambios en la sociedad urbana y en las formas de vida piblica que se desarro- Ilazen Jos Ingares de interacciOn social. En las itimas décadas, cess procesos han transformado la estructura, imagen y funciones ‘urbanas provocando mayor diferenciacién, exclusion y segmenta- ccién social. En ellos intervienen factores politico-culturales, sociales y urbanisticos que no sélo tienen efectos distintos en los espacios locales y en los grupos sociales, sino que tienden a debi litar Ta cualidades potenciales que teGricemente permiten definir al espacio publico como el espacio de todos. won Fi PATRICIA RAMIREZ KURE Actualmente, la vida Urbena en la ciudad de México se desarrolla en un territorio de dimensiones meiropolitanas y megalopolitanas articulado éon procesos locales, regionales y glo- bales.’ El Distrito Federal, capital del pais, ocupa aproximada- mente la tercera parte del territorio metropolitano y concentra poco menos de la mitad de su poblacién.’® En esta metrépoli habitan comunidades social y culturalmente heterogéneas, se distribuyen localidades espacialmente diferenciadas, se desarrollan actividades, usos y funciones distintas y circulan recursos urbanos cuyo acceso desigual manifiesta marcadas diferencias en la calidad de vida, Quizé uno de los efectos mas sobresalientes de la experien- cia individual y colectiva de los habitantes sea Ja desarticulacién del orden social urbano en los espacios locales y el re ‘miento de los espacios piiblicos, asociados con problemas de masi- ficacién y deterioro de la calidad de vida y del entorno urbano. Este fenér n0 es paralelo al desarrollo de nuevas formas espaciales y-a la presencia de nuevos actores y précticas sociales que se Superponen a las que tradicionalmente habian definido el signifi cado y la identidad de los lugares. ‘Cabe destacar la tendencia a la individualizacion y a la priva- tizacién, expresada en el trasledo de formas de relacién y de vida pablica ~previamente desarrolladas en lugares piblicos- a espacios privados, asf como el uso intensivo de los espacios piiblicos para funciones comerciales y de servicios que convoca a distintos grupos de ciudadanos. En efecto, las formas de uso y La megalpolis aude “la unin owasae de dos 0 mls eas metropobtans, tcl rede er pote denarii urbana plies”, posts gus sm taniera sn lst ‘estes cada de los ochents alunite “las sens metropoitanas de lech de Mésico 1 Telus" En el ato 2000, se conruye el sbsistema urbano ena repion cents del pa ‘ue ince as 16 delegacones del DF, municipios del Ena de Mexico, de Hidalgo, de Poet, Txcala, Toluca, Cuernavaca y Pachuce (Gare, 2000 754755). "La superficie tertona del Dito Federal es de 1,300.04 hy evens conn 11a de 591,309 habames. Se estima que el tera dela Zona Metroplitan cde ‘645,30 kn, Las proyecions paral ao 20 par el carro ua cle de 18234 189 Jabiantes que comprende al DF. ya 40 muricipios del Esudo de Meso 9 Tzayucs, en Hidalgo, La proyecion, que contemple 58 municipios, presents una cra de 18652.689 Jubitanes par l mix af (Gat, 2000 740-741), ELESPACIO PUBLIC o de sociabilidad, las experiencias individuales y colectivas que tienen lugar en los espacios puiblicos, muestran el predominio de practicas socioculturales asociadas con el consumo y el deseo de la gente de desarrollar formas de vida pablica -tradicionales -y nuevas- en distintos lugares: plazas, parques, calles, centros his- ‘6ricos y comerciales, museos, centros culturales, entre otros (Ramirez Kuri, 1998). ‘Un fenémeno distintivo de los espacios piiblicos de la ciu- dad actual es que expresan la tensién entre el espacio local y la metrOpoli, particularmente evidente en los lugares centrales en donde habitan comunidades locales que a la vez constituyen sedes de diversas actividades pablicas y privadas a las que asisten distintos grupos sociales. Este es el cas0 del Centro Hist6rico de Coyoacén, en donde la expansién de la ciudad ha disuelto los limites geograficos del lugar y las fronteras simbélicas. Por una parte, este proceso ha introducido modificaciones en la forma y la estructura social urbana, articuldndolo funcionalmente con la dindmica metro- politana. Por otra, ha alterado los significados tradicionalmente 8 por los habitantes y usuarios a este lugar central. EL Centro Historico DE Coyoackn, ESPACIO PUBLICO DE UNA CIUDADANIA DIVIDIDA El lj el epi bln nee depifare, ena sti destin sca Youn: Bou EL Centro Historico de Coyoacin es uno de los espacios locales mis representativos de las relaciones y prdcticas sociales que se desarrollan en el espacio paiblico de la ciudad." A partir de los afios ochenta, este lugar hist6rico se transformé en un espacio social y culturalmente para la ciudad de México. Actualmente, "nent centr hint, segundo en imponancia despues de Centro Histo de 1a cudad de Mexico, habit poco mas de 5 por lento de Ia poblacon de a delegacn CCayoacan, que ene ao 2000 ra de 62902) habants, La superfieacul eet ga ule «poco mis de 6 por ceno del tertano de esa deegcin, que barca una sper. fei de $363 “ PATRICIA RAMIREZ KURE es expresiOn y resultado de los profundos cambios socio-territo- riales y econémicos, asi como de los problemas que éstos plantean a la sociedad local y a les instituciones responsables de la gestién politico-social. Por su valor historico y arquitectOnico, por su centralidad y accesibilidad en el sistema urbano asi como por su oferta socio- cultural, el Centro Histérico de Coyoacén se ha transformado en un espacio piiblico que convoca a usuarios y consumidores locales y metropolitanos. Estos grupos sociales desarrollan diversas actividades publicas y privadas en los lugares de encuentro y las plazas centrales constituyen las principales sedes de concentracién y de reunién. A los fendmenos anteriores se agrega su capacidad para atraer inversién inmobiliaria y financiera que, asociada con pro- esos especulativos, se manifiesta en acciones privadas directas en el entorno urbano que alteran de manera continua su fisonomfa. Como sede de la expansién y reproduccién de activi- dades comerciales y de servicics formales e informales, este lugar central muestra algunos de los efectos del proceso de tercia- rizaciOn de la economia en la ciudad de México, Por ejemplo, e1 crecimiento del comercio informal que como alternativa de empleo y de supervivencia se desarrolla en los espacios publicos locales, cuya expresin més clara es el problema del ambulantaje. Los PROBLEMAS COMUNES Y LA POLARIZACION DE LOS ACTORES Los procesos mencionados han introducido mayor heterogeneidad y diversidad sociocultural y también han provocado transforma- Ciones aceleradas en la morfologia socioterritorial, en las practicas sociales y en la vida pablica local. La complejidad social deriva- da de estos cambios y de sus efectos desestructuradores se expresa en las formas de uso y de apropiacién de los lugares, asf como en las relaciones de sociabilidad y conflicto que estable- cen los distintos actores. ELESPACIO POBLICO En el transcurso de las siltimas dos décadas, la dinamica social yy urbana en este centro histérico se ha caracterizado por el desbor- damiento de su capacidad estructural -espacial, infraestructural yy organizativa-para sostener la intensidad de usos y actividades ppablicas y privadas que concentra, Esto haze evidente la forma de desarrollo urbano descontrolado, la conflictividad social que dis- tingue a la vida pilica, estrechamente asociada con la disputa por el espacio y los problemas de calidad de vida que afectan tanto a los habitantes como a los usuarios. En este proceso han jugado un papel relevante las practicas yy acciones de la sociedad urbana -local y metropolitana-, las insti- tuciones representativas y las politicas, estrategias y acciones piblicas que éstas impulsan, La proliferacién no planificada de ‘usos pablicos y privados, en muchos casos al margen de la norma- tividad vigente, ha generado problemas u-banos y de calidad de vida, El debilitamiento de la confianza de la ciudadania en las, autoridades, asociado con distintos intersses y perspectivas en ‘tomo a los problemas, ha derivado en relacones de conflicto entre Jos actores que toman parte en la vida piiblica local. En esta situa- Ci6n intervienen relaciones de poder asociadas con la disputa por €1 uso y apropiacién del espacio publico y privado que se expre- san en el lugar que los distintos actores ocupan en el entorno isco y social. ‘Una serie de cuestiones limita las posibilidades de articulacién de propésitos comunes que se puedan traducir en acciones transformadoras y en practicas cotidianas orientadas a la conser- vvacién patrimonial y al mejoramiento tanto de la calidad de vida como de la calidad del espacio pablico (Ramirez Kuri, 2001). Entre éstas, destacan las transformaciones en la morfologia social, expresadas en la marcada tendencia al decrecimiento de a poblacién residente y al debilitamiento de las funciones habitacionales que, no obstante, contintian siendo predominan- 1es. En contraste, se distingue el amplio desarrollo de usos "Une de Jos cambios més relevantes en la mofo ogia social ex Ia tendencia espeblament, ya dues poblacn relent ered apetinadamente 20 por Sen peso 1990-2000 (Ramies Kari 2001), 50 PATRICIA RAMIREZ KURI comerciales y de servicios, el aumento de la poblacién flotante de usuarios y de consumidores y el crecimiento no regulado del comercio formal e informal, asociados con el uso intensivo ¢ indiscriminado de los espacios pablicos, También ha cobrado importancia el problema de la insegu- ridad y de las actividades ilegales: giros negros, trfico, venta y consumo de droga, asaltos en las viviendas y robo a mano armada, entre otros. Estas se desarrollan en forma de redes informales y tienen efectos negativos al generar temor e inconformidad en Ja ciudadanfa, Ademds de afectar las formas de convivencia, al aparecer pablicamente enfatizan la critica hacia la capacidad de las instituciones de ejercer sus responsabilidades pablicas. Otro fenémeno que se suma a los ya mencionados es Ja baja calidad el espacio piiblico, expresada en el deterioro de la. imagen urba- dna, del entoro fisico y natural, del estado de.conservacién del patrimonio histérico-arquitect6nico, en problemas urbanos ‘como la saturacion vial, la contaminacién ambiental y visual, la ~insalubridad y los servicios publicos deficitarios. __ En la vida publica local tiende a imponerse la polarizacién 1d actores sociales con demandas, intereses y valores distintos, expresada en las formas de sociabilidad y de conflicto, asi como en “= Jas prdcticas del espacio. Esto crea tensiones entre las expecta- “\" tivas ciudadanas y la capacidad de respuesta por parte de las instituciones locales. Los problemas sefialados confluyen en el espacio piblico local asociados con la prevalescencia de diferencias, en muchos ‘casos irreconciliables, entre los actores que intervienen en la vida piblica. Estas se expresan tanto en las percepciones y acti- tudes divergentes frente a los problemas y posibles altemativas de reordenamiento urbano como en las formas segmentadas de participacién en la vida publica, Resulta notorio que en las distin- tas perspectivas de los actores individuales y colectivos se reconoce la necesidad de impulsar acciones positivas de reordenamiento urbano y de conservacién patrimonial. ELESPACIO PUBLIC 3 in embargo, Ia investigacién empirica ha permitido observar que en estas perspectivas tienden a predominar relaciones que indican la presencia de una ciudadania dividida no sélo en lo que se refiere a posiciones distintas siro incluso contrapuestas, frente a los mecanismos institucionales de gestiGn y de aplicacién de la normatividad. También, respecto a formas participativas, como la consulta ciudadana, a los distintos actores que usan el espacio sin ser residentes y al debate entre ciudadanos organiza- dos ¢ instituciones sobre los problemas urbanos, Por iltimo, en la discusiOn en torno a las alternativas para impulsar propuestas y acciones orientadas a conservar y mejorar la calidad de este centro histérico como espacio piblico ciudadano y como referente de identidad de distintas cormunidades urbanas. En el espacio piblico de este lugar histérico se manifiestan distintos tipos de ciudadanos y formas deficitarias de ciudadanta {que se relacionan tanto con problemas de calidad de vida como con Ia defensa del uso del espacio para actividades pablicas de sociabilidad, cultura y recreacién, consumo, comercio y trabajo. Diferentes actores sociales que intervienen en la vida péblica local en condiciones socioecondmicas y po'ftico-culturales no s6lo diferentes, sino desiguales, consideran vulnerados sus derechos y demandan su reconocimiento, a veces con pricticas que restringen la posibilidad de lograr soluciones. ‘Al respecto, destaca el tema de la participacion social en el Centro Hist6rico de Coyoacan, que en sus distintas formas hace evidentes las diferencias entre grupos sociales diversos. En el caso de antiguos residentes y comerciantes, las formas de participacién son resultado de tradiciones politico-culturales locales (Safa, 1998; 27). En el caso de los nuevos comerciantes, trabajadores informales y ambulantes, se trata en buena medida de formas par- ticipativas gremiales o partidistas que rebasan el ambito local. Lo ‘mismo ocurre con los grupos inmobiliarios, financieros y de la pequefia y mediana empresa. Como resultado, los vinculos sociales, las relaciones de identificacion y de cooperacién a partir de intereses comunes entre estos grupos, son escas0s, * vida pili, limitan la participaci6n social y el logro de acuerdos | PATRICIA RAMIREZ KURD Uno de los aspectos distintivos de este espacio local es el desarrollo de diferentes formas de organizacién y de participacion ‘ciudadana -formales ¢ informales-, as{ como de nuevas formas de sociabilidad que demandan reivindicaciones de cardcter poli- tico, social y cultural. Dentro de estas formas participativas se distinguen perspectivas plurales ~politicas y sociales sobre lo que significa tener derechos y obligaciones ciudadanas en el espacio piblico."® En conjunto, estas formas de expresiGn y de accién han contribuido a ampliar el debate en torno a los problemas del espa- cio piblico en este centro hist6ric. jo Sin embargo, uno de los probemas es que la superposi formas organizativas, al intervenir de manera segmenta ae ena ‘entre ciudadanos y gobierno al imponer condicionami instituciones, a las politicas urbanas, a la gestién del espacio yy alas acciones de gobierno (Ziccardi, 2001). Por ejemplo, parale- lamente a las representaciones ciudadanas de residentes elegidas en él aio 2000, contindan teniendo presencia maltiples organiza- ciones sociales que plantean denandas, intereses y valores en ‘muchos casos opuestos a los que defienden las primeras.'* ‘Otro problema consiste en que las formas participativas que desde posiciones y perspectivas ¢istintas demandan soluciones a problemas comunes atin no han derivado en formas de comuni- cacién y de debate que puedan crear vinculos sociales entre diferentes miembros de la sociedad local orientados al logro de soluciones consensuadas. Este problema indica la fractura de las relaciones de confianza y de cooperacién entre los grupos sociales, debilita el espacio piblico y afecta las formas democri- ticas de interaccién social y de gestion urbana. "Panos politicos, organnacionesderesidenes, de comercianes, profesional artsay, sesinor orpaizaiones no gubernamentalesycomies vials. "Em um epaco local de pequeaecalaseientiiaron 34 organzacionesvecinales eve de residents, tes de comercintes forale, dos de polesiorales y 20 eranizaci- ‘es de comerciaiesnfomaes Estar ltimaretan interadas por ambulantes yaesanar {que ocopan ar pana cele Hidlg y Centenario lia pblice (Ramses Kasi, 2001; Aivares, 2001, EL ESPACIO POBLICO 3 En el conjunto de los problemas presentados, cobra espe- cial relevancia el papel de las instituciones locales. En ellas se distingue a dificultad para lograr una relaci6n equilibrada tre las demandas ciudadanas y las politicas y acciones de goblemo que pudieran responder ¢ficazmente a los problemas, rbanos, Esto tiene que ver con la manera en que estas instan- cias conciben lo piblico y la planeacién democratica en el espacio urbano local. Intervienen aqui las limitaciones estable- cidas por las estructuras centralizadas de gobierno en la ciu- dad, de las que derivan problemas de barocracia, ineficiencia y corrupcién que afectan negativamente el vinculo ciudadania- instituciones en ef dmbito local (Ziccardi, 1998). Cabe destacar que en él contexto dz la democratizacién de la forma de gobierno de la ciudad, las instituciones locales se han esforzado por crear espacios formales de expresién para canalizar protestas, quejas y demandas ciudadaras. Sin embargo, estos esfuerzos han dado prioridad, a través de acciones y estrate- gias, a las demandas de los grupos de interés medios y altos. ‘Asimismo, han optado por una politice de tolerancia en el uso no regulado de los espacios ptiblicos y privados, Esto ha con- ducido a la expansién de actividades que rebasan la capacidad de control de las instituciones locales y acentiian los proble- mas que confluyen en el espacio pablico, debilitando atin mas su calidad y su potencial integrador. En el centro histérico, la regulacién ha quedado fuera de la politica urbana. Ademés, ha prevalecido la ausencia de una perspectiva sociourbanistica de cardcter integral integrador orientada al bienestar y al mejoramiento tanto de la calidad de vida de los habitantes como de lus que usan y desarrollan actividades en el espacio paiblico. REFLEXION FINAL Uno b& los objetivos generales de este texto consisti6 en presen- tar las principales categorias que definen el espacio piblico en la ciudad en relacién con la ciudadanfa, destacando la importan- et Py PATRICIA RAMIREZ KURI cia de los lugares significativos que a partir de experienci compartidas, efimeras o recurrentes, imprimen sentido a la vida urbana contempordnea. Otro objetivo fue destacar los proble- mas que en el contexto de una sociedad urbana compleja dis- tinguen la vida ptblica y en los que influyen las transforma- ciones urbanas, las formas de gestion, de interaccién social y las pricticas del espacio. Como propésito especifico, este trabajo buscé aproximarse a la problemética de un espacio piblico real y ala manera en que se construye lo puiblico por medio de las pricticas sociales que se expresan en los lugares comunes. Para ello, se destacaron algu- 1nos de los temas y problemas relevantes en el debate en tomo a los espacios puiblicos urbanos donde confluyen formas plurales de ciudadana y relaciones de conflicto que limitan su fortalecimiento. Como ejemplo, se presentaron algunos de Tos principales fenémenos que distinguen la vida piblica en el Cen- tro Hist6rico de Coyoacén. El andlisis hizo evidente la necesidad de impulsar transforma- ciones en las actitudes y pricticas sociales de los distintos actores que intervienen en la vida piblica orientadas hacia la construc cidn de vinculos sociales que, por encima de las diferencias € intereses particulares, actéen en torno a propésitos comunes. Esto implica la busqueda de un equilibrio entre las acciones piblicas y_privadas asf.como la instrumentacién de politicas y estrategias integrales de reordenamiento urbano. “También sé destacé la importancia de establecer compromisos enue Ia ciudadanfa y las instituciones, en términos de cumpli- miento y respeto a las reglas y acuerdos legales de participacién, gestion y planeacion democritica. El papel de las instituciones y autoridades locales es central frente a retos que requieren una gestidn eficiente, asf como una perspectiva urbanistica integral estrechamente asociadas con una coordinacién politica eq brada de las identidades, valores, conflictos ¢ intereses en juego. La préctica y la politica de la tolerancia hacia la diversidad sociocultural que se manifiesta en el espacio pablico son sin ELESPACIO POBLICO ss duda necesarias. Sin embargo, dicha practica no genera por si misma formas de comunicacién, cooperacién e integracion social que se traduzcan en vinculos sociales entre los distintos grupos. La interacciOn entre actores diferentes es escasa, sobre Todo cuando se trata de solucionar, por encima de intereses particulares, asuntos piblicos de interés comin. Cabe sefialar que el centro hist6rizo analizado rete formas plurales de expresién y concentra distintas realidades de participa ién vinculadas con demandas ciudadanas legitimas y heterogé- neas. Sin embargo, el sentido de este espacio publico y su reva- lorizacién como lugar historico, politico, social, cultural y ambiental plantea dilemas comunes alla gestién democritica del espacio local en la ciudad. Estos tienen que ver tanto con la forma de gobierno como con la intervencién de la sociedad y de las instituciones en las acciones de conservacién patrimonial y en el mejoramiento de la calidad de vida. Los atributos potenciales y las condiciones reales de este espacio péblico local aiin no se han traducido en profundas relaciones democraticas entre los actores sociales que intervie- nen en la vida pablica. Por el contrario, las diferentes formas de participacién, uso, apropiacion y gestin de los lugares manifiestan desajustes en la relacién entre espacio-ciudadania-instituciones, asf como problemas de integracién social. Esto limita el ejercicio de la ciudadania, debilita el espacio piblico y probablemente representa uno de los temas centrales en la discusién en torno a la gobernabilidad democritica en los espacios locales en el contex- to de la delegacién Coyoacin y de la ciudad de México. Desde esta perspectiva, uno de los mayores retos que enfrentan ciuda- danos e instituciones es la cunstruccion de una cultura cfvica, comin entre los diferentes grupos y comunidades que consti- tuyen nuestras sociedades urbanas. 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Titulares como “The Helis The City” -e]infierno esta en la ciudad- o “La ville partout, partout en crise” -la ciudad por todos lados, por todos lados la crsis-, aparecidos en The Economist xy Le Monde Diplomatique hace unos afios, ya no resultan originales; ‘todos los utilizan. Pareceria que las précticas sociales indican que la salida consiste en hacerse un refugio, en protegerse del aire urbano no solamente porque est4 contaminado, sino porque el espacio abierto a los cuatro vientos es peligroso. En las grandes ciu- dades se imponen los shopping centers ccn un cartel que dice: “se reserva el derccho de admisi6n"; mientras que en los ghettos resi- denciales las calles de acceso han perdido su carécter publico en + Univeida de Barcelona ‘Ene tent esti band rel Ho etarto en epaboracién con Zaks Muss, Encl ib, sine yeudadana, plicada en elan poe Dipuacén Provincial de Bacdons {2001}, Uns nee vein ser publicds en cartellano por Adana Editorial Madd, 2002), "és se se enconvaa al entrada de spurs iadades europe duran Ia Baja a Medi Aonio Machado, tn de Mates on

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