You are on page 1of 13
Psicohistoria critica: teoria y método * Guillermo Delahanty #1, Trabajo preventado al Congreso Latinoamericano sobre Psicoanglisis y Contexto Social, Querétaro, México, mayo 28, 1980, La historia social de los hombres es la historia de su desarrollo individual sean conscientes 0 no. Karl Marx Li pscotisoria es une rama del sicoanilisis que converge con la historia para interpretar los he- chos de la vida de un personaje, cuyo nombre por al- guna razén fue impreso en el devenir de la cultura. Por lo tanto, la psicohistoria noes, como han creido algunas personas, historia de la psicologfa ni psico- logia de la historia, En realidad ambas se encuen- tran en temas compartidos. En efecto, la historia y la psicologia fueron integradas por Dilthey, Le Bon y Wundt, a fines del siglo XIX; otro intento Jo hicieron Febvre y Bloch en los afios veinte del presente siglo. Aunque en el psicoanilisis se cons- tituye on una disciplina, la psicohistoria es la his- toria interna de la humanidad, Freud estudié psicoanaliticamente a perso- najes del arte, como Leonardo Da Vinei; a poli- ticos como el’ presidente Wilson, en colaboracion con Bullit, embajador norteamericano en Viena (Erikson duda de dicha colaboracion), y a lideres religiosos como Moisés, Fromm investigé el dogma de Cristo incluyendo el momento sociopolitico de un pueblo, Erikson, el creador de Ja psicohistoria, realiz6 un estudio del joven Lutero y de Gandhi, el militante de la no-violencia, Actualmente existen Varios estudios y una publiescion periddica sobre el tema. | Journal of Prychohistory, editado por David Beisel, 2516, Broadway, New York, 10084, USA. a79 El objeto de estudio de la psicobistoria es el anilisis de un personaje vivo o muerto, cuyo talen. to esté en consonancia con las necesidades sociales, es decir, como una fuerza social que converge en “Ja actualidad histérica, esto es, la suma de fuerzas y hechos adaptativos y las aprehensiones inadapta- tivas en los individuos involucrados. al pertinencia psiquica interna contribuye al sentido predominan- te de espacio-tiempo histérico en una poblacion dada” (Erikson, 1961). Ahora bien, el momento historieo cobra’ importancia cuando los_testigos consideran un hecho trascendental para registrar y recordar. Hasta aqui la versién oficial de la psi cohistoria tal como es empleada en las investiga- ciones de los psicoanalistas interesados en ol tema ‘Antes de presentar algunas ideas para conver- tir este método psicoanalitico en un modelo freu- domarxiano, es conveniente revisar qué sucede con el encuentro sistematico de dos disciplinas, que conlleva simultaneamente resultados exitosos y serias limitaciones, “Una de las coniribuciones potenciales del psicoanilisis al estudio de los pr: 050s histérieos seria la clasificacion de los obst culos internos rigidos e inconscientes, surgidos de Ja historia pasada, que impiden el surgimiento de las decisiones incipientes (y ya fervientemente anheladas) en la historia presente” (Brikson, 1961). La psicohistoria tampoco puede permanecer sola. mente en los linderos psicoanaliticos porque el psicoandlisis no puede ofrecer un concepto global, del mundo. De hecho, el sistema psicoanalitico nos conduce a las explicaciones de las conexiones psiquicas, como derivados de las relaciones socia- les; como consecuencia debe recurrir a otras dis- ciplinas, como el materialismo historico, que con- sidera la lucha de clases como motor de la historia, La historia solamente se entiende como una suce- 380 sion discontinua de modos de produccién y tam- bién por la manera en que se produce la transicién de una etapa a otra, Por lo tanto, en concordancia con Marx, el movimiento de masas hace la histo- ria; de tal manera, la psicohistoria puede (y debe) alcanzar metas mis amplias, a través, por ejemplo del anilisis de un hombre y una mujer comunes, Es en la singularidad de lo comin y lo colectivo como se comprende el proceso historico, y es la articulacion freudomarxiana el marco conceptual para investigar lo que los psicoanalistas estudian sin el contexto socioecondmico, 0 los cientificos sociales sin el psicoanélisis. En una investigacién de psicohistoria se em- plean un marco teérico y un método de andlisis. Comienzo con una cita de Erikson porque nos comunica de una manera poética el punto de par- tida del marco tebrico. “Toda teoria que trate de integrar tanto la historia vital como la historia de casos, tiene que encontrar el equilibrio entre la vision ‘hacia atras’ de la reconstruccion genética y la formulacién ‘hacia adelante’ de la diferencia. ‘cion progresiva que se opera con ¢] crecimiento ¥ el desarrollo; entre la vision ‘hacia abajo’ de las profundidades del inconsciente y 1a vision ‘hacia arriba’ de la experiencia social que se nos impone; entre la exploracion ‘hacia adentro’ de la realidad interna y Ia atencin ‘hacia afuera’ de la realidad histériea”’ (Erikson, 1968). Es pertinente incluir un marco teérico critico para interpretar los documentos o reinterpretar el contexte que encierra la historia, Una teoria exitica cuyo andlisis abarque la negacion de la sociedad, las contradicciones sociales, la trascendencia de las condiciones historicas que determinan la conducta de las masas, la expresion estética y el empleo del tiempo libre, y que ademas incluya una psicologia: Peicohistoria critica: teorfa y método “en cada época las fuerzas an{micas, (ineonscientes) de sus obras manuales les, y los factores psiquicos que enri ceso de la vida social ¢ individual y, formas de constitucién psiquica, estiticas de los individuos, naciones, es decir, Ja respectiva estru: , gTUpOS, clases, razas, ‘sus caracteres determinados por ictura del todo social” (Horkhei- mer, 1932). Es claro que nuestro marco teérico ya en una tradicion renovada con praxis espontanea: los concep- ! psicoandlisis y del marxismo iculados en conductas coneretas ¥ de los sucesivos suspensos a, cientiica o politica, \stodo de anzlisis partimos con \dorno sobre el marco concep- tas y no convertir el método en que permanezea en Ia superficie “La teoria se ve relegada a lo torci: insparente, lo no comprendido, todo consigo de antemano lo ana- lo se esfume en lo caduco, ya tuna chuscada a la dindmica’ de 1938). Y jugarle una chusca- lo Io que no eneaja en “las to. historico. Por eso nuestra ser totalizadora, ye una aproximacién a un ‘no es meramente un interés. los mecanismos del devenit elecei6n de objeto se basa ionos e ideales del sujeto, 10s, a la hora del andlisis, se fundamenta el encuentro de tos procedentes del necesariamente arti de la vida cotidi en la creacion artistic En cuanto al m la advertencia de Ai tual para estar ale una herramienta 50 que como tal trae crénico, sin que por ell que logré pegarle la historia” (Adorno, da es dejar a un lad leyes” del movimient herramienta pretende Lo que consti objeto de investigaci intelectual (descubrir I evolutivo), sino que la en las primeras identit Por otra parte, mostram« nuestra contratransferencia, es decir, ante las personas ordinarias o extra la misma forma que en otros momet ‘Mos a nuestros padres, Por otra parte, en cualquier documento autobiografico el escritor muestra | transferencia embozada al futuro lector constitui- do en un fantasma imaginado. En términos cognos- citivos el psicohistoriador utiliza el criterio de convergencia y comparacin para lograr una com- Prensién intuitiva y razonada. Con todo, una inves. tigacién psicohistérica se debe efectuar en un semi- nario multidisciplinario porque es un trabajo de cooperacién y elaboracion, El abordaje a la investigacién se inicia con el enfoque siguiente: analizamos la psicodinémica del sujeto y su vida cotidiana, la comunidad donde se halla situado y los dos niveles en el andlisis marxis. ta de la historia: 1) el nivel de formacion social, estructura social historicamente determinada y 2} el nivel de coyuntura politica (momento actual de la estructura social), En un anilisis psicohistorico se emplean los Conceptos de una manera complementaria, pero Por razones de simplificacion se procede de lo pst- Guico a la socichistérico, aunque se puede invertir el cono partiendo, en ambos casos, de lo concreto | De la historia empleamos los conceptos de Braudel para detectar el tiempo abarcado en nuestro andlisis esto se fonstituye on una simple referencia, Segin el historlador francés Ia hisiora se divide en tree rice: 1) eine: ferTesponde al tiempo corto o microhistoria, por slem ‘is Icha de clases en Francia de 1848 1 1802" de Mara; 2) coyuntural: el ritmo es més lento y amplio, “las revolu Giones burguesas” de Hobsbawm:; 3) estructural: el andlisis e siglos enteros, por ejemplo, In evolucion social de Chile, Los métodos que emples In historia, como elencia social, filologia comparativa, hermenéuticn, heraldos, Los inate, mentor de la historia, segin Wolman son: 1) deseubrir'y ‘analizar criticamente las fuentes histticas; 2) reconsteur $i pasado y describirlo (historiografia); 3) generalizacion de hhechos hist6ricos;y 4) interpretacién (historosoffa), 381 ‘alo abstracto, para regresar a lo conereto con una red entrelazada Por razones practicas voy a exponer los funda- mentos psicodinamicos de manera sucinta. En el caso comenzamos deste 10 manifiesto (consciente) 4 lo latente (inconsciente) comprendiendo las ne- cesidades y, de acuerdo con Erikson, los suefios del personaje (que constituyen la relacion entre 1a vida interior y la actualidad en los hombres que hacen la historia), porque las tendencias historicas de la vida se reflejan en el material onirico. Parti- mos de los supuestos bésicos de Freud del deter. minismo psiquico y las series complementarias: 1a base constitucional y las experiencias; incluir las formas de racionalidad, la internalizacion de valo- res, la manera de resolver los problemas y la ela- boracion de ideas abstractas; hacer enfasis en la evolucion multilineal desde el desarrollo psico- sexual, las crisis psicosociales, el desarrollo de las relaciones de objeto con la comprension de los pro: cesos de incorporacion, proyeccion, imita identificacion, sobre una estructura psiquica: Ello y Superyo, Con todo, no es aqui el momento de desglosar cada uno de estos conceptos. ‘En cuanto al método de analisis, nos aproxi- mamos con la técnica procedente de la produccion individual, a saber, documentos personales como son las cartas y las autobiografias. En ocasiones se puede emplear la téenica de apercepcion tema tica para comprender los mecanismos inconscientes de la fantasia del sujeto. ‘Una manera de analizar los documentos es la trama det anélisis de contenido, porque permite la descripcién sistematica y cuantitativa de lo mani- fiesto del mensaje. El procedimiento consiste en clasificar por eategorias de conducta; después se codifican con la computadora y se emplea Ta esta 382 disticea —por ejemplo X?— para determinar la im- portancia de la asociacion (Allport, 1965). La clasi- ficacion de las necesidades hecha por Murray (1939), el eatilogo de suefios de Erikson (1954), y la historia clinica de Menninger (1952) pueden servir para analizar lo manifiesto, para Juego saltar cualitativamente al contenido latente y descubrir la caracterologia del sujeto. Por otra parte, “la investigaci6n psicoanalitica descubre en la vida psiquica del individuo humano hechos que nos permiten resolver més de un enig- ma de la vida colectiva de los hombres 0, por lo menos, fijar su verdadera naturaleza” (Freud 1916- 1917). Sugerimos la incorporacion del estudio de la vida cotidiana, porque ésta constituye el centro del hacer histérieo y se parte con el estudio de la onga- nizacion del trabajo y de la vida {ntima (las relacio- hes sexuales y la expresion de la sensualidad), ef juego y el descanso, en sintesis, la actividad social sistematizada o espontdnea. Es a través de la exis- tencia diaria como se pueden descifrar los mecanis- mos de Ia vida de masas: comprar la verdura en el mercado, pasear por las calles 0 defecar en la milpa, Y la vide dia a dia nos ofrece el panorama de como se usan los utensilios, o sea, la manera en que el hombre o la mujer aprenden a manipular los obje- tos. Sostener un vaso y beber de él, emplear un tenedor y euchillo o palillos chinos para comer son formas que nos permiten detectar la esencia de ‘como se asimilan las relaciones sociales y de cémo se hace Ia historia por medio de la produccién. “Cada vida individual tiene su logica longitudinal, todas las vidas vividas interdependientemente dentro de un periodo histérico dado comparten tuna suerte de logica historica, y también una al6gi- ca, Gran parte de esto se expresa en la forma y las Psicohistoria critica: teorfa y método imagenes por medio de las cuales los hombres se identitican unos con otros, con sus instituciones y éstas consigo mismas, con sus Iidetes y éstos con. sigo mismos y la forma en que al identificarse tepudian (cabria decir por una des-identificacién) 4 sus adversarios y enemigos” (Erikson, 1961), Ademiés, nos interesa la idea de Marx “de seguir la lucha de clases en la historia eotidiana, y demostrar empiricamente, con los materiales historicos existentes y con los que (van) aparecien. do todos los dias” (Marx, 1849). En cuanto a lo cotidiano, es wtil el andlisis estadistico del nivel de vida del personaje o de la masa. “El andlisis de las regularidades que se manifiestan en la explo. racién econémica humana, las biisquedas histori. cas en la economia doméstica, la estructura del consumo, los costos de la manutencion” (Kula, 1963). Con ello se comprende la situacién real de los trabajadores y sus familias. Por otra parte, la estructura del consumo se logra analizar, ademis, mediante ritos populares y proverbios relacionadox con Ia vida cotidiana. En un sentido mas amplio, es decir, en un macro-anilisis, es conveniente conocer la calidad del aparato productivo; la tie. ra, los talleres, las fabricas y el niimero de perso. nas capacitadas para el trabajo. En seguida exponemos el marco psicohistéri- co para la comunidad, con la advertencia de Marx ue sefiala que los hombres histéricamente actuan. tes no pueden ser comprendidos sdlo desde su inte. ior. “‘La actualidad psicohistorica tiene dos com. Ponentes, a saber, la pertinencia de los cambios historicos para la formacién de la identidad indi. vidual y la pertinencia para el futuro cambio hist’. rico de los tipos de formacion de identidad que han Negado a predominar en una sociedad dada y en tun periodo determinado de Ia historia” (Erikson, 1961), La actualidad histériea comprende la suma de todas las imagenes, ideas y fuerzas que hacen do una persona (y un’ pueblo) su selves histérico, es decir, su ser y actuar como ellos mismos son, En abordaje de la comunidad, para el queha- cer psicohistérico, se emplean los métodos de Observacién participante y la entrevista aunada con la técnica de los cuestionarios. Se pueden utilizar otros instrumentos —si la comunidad o el indivi- duo lo permiten— como grabadoras y camaras fo. tograficas.? El esquema para abordar a la comunidad y al Personaje en cuestion, nos lo ofrece Erikson, Momento Secuencia Contextualided* INDIVIDUAL ‘A.un individuo com- A individuos compa En un medio soci Parable en la fase tables durante todas economiso que comespondiente de sis vidas, termina la idcologia su dearallo, ya conducts, ‘COMUNIDAD En una fase corer Pondiente de uns ‘comunidad ‘comps: rable. En momentos com- ‘parables durante to- dala historia, En un mote de pro. dduceién de una fase histérea que com- Parten la tradicisn y Ia renovacin. 2 Recientemente nos entersmos que en México se instituy6 el Archivo de la Palabra en el Instituto Nacional de Antropologia © Historia para In investigacion de ia his- toria de masas por medio de la historia oral, con los méto. i 4 saber: trabajo de campo, Is hemerografia, Dibliograffa, archivos oficiales y privados, la cancion pope, (Meyer, 1976), los cuales incorporamos a aules. lologia. Mi agradecimiento a la Dra, Eugenia jel Archivo de In palabra del INAH por sus ‘comentarios erfticos a mi manuscrito, ‘Hem, iatroducido por el autor, 383 En cuanto al encuadre sociohistérico sugeri- mos dentro de un marco mas general, en términos historicos, un esquema evolutivo correspondiente a las fases de los diferentes modos de produecion de una forma multilineal (Krader, 1976), que enfoque la formacion del Estado Civil a partir de la constitucion de las formas simples, desde el pa- rentesco hasta la complejidad de los gens, fratrias, tribus y gobierno, En nuestro enfoque incluimos Jos tipos de relaciones sociales de produccion en tuna formacion socioecondmica especifica, @ saber, la relacion explotador-explotado: las relaciones de esclavitud en donde el amo es dueio de los medios de produccion --y de la fuerza del trabajo, 0 sea, del esclavo y del objeto en el cual trabaja, como en las fundiciones de hierro en algunas sociedades del pasado; las relaciones de servidumbre donde el propietario de la tierra, el sefior feudal, recibe tri- buto del siervo y éste vende una parte de la fuerza de trabajo y siembra de los campos agricolas del feudo ciertos dias del afio: las relaciones capi listas, donde el burgués es propietario de los me- dios de produecién y el obrero vende su fuerza de trabajo ~-la energia humana empleada en el proceso de trabajo para sobrevivir, Por otra parte, estén las relaciones de colaboraci6n reciproca en una propie dad social de los medios de produccién en las co- munidades primitivas, a saber, los recolectores, pre- dadores, cazadores, pescadores, agricultores y pro- ductores domésticos; y Ia cooperacion en las socie- dades con un modo de produccién, siempre relacio- nados con un modo de produccion en una etapa historiea determinada del individuo o de las masas. Con el anélisis del contexto social y la vida practica del sujeto en sus relaciones sociales se emplean las calegorias econdmicas de Gonzilez Casanova (1977), el cuestionario elaborado por K. 384 Marx (1880), y para después brincar cualitativa- mente a la interpretacion de la esencia de lo apa- rente, Segiin Marx los vestigios de los instrumentos de trabajo el arco del cazador, la ted del pesca- dor, el uso del hilar, la azada del campesino—, nos sirven para el estudio de las formaciones socic econdmicas, porque una época econdmiea se detec- ta en el como se fabrican los instrumentos de trabajo. Por otra parte, se puede emplear el anélisis de las obras de arte sugerido por domo, en tanto nuestro personaje viva en un medio social con su propio movimiento estético 0 en cuanto sea ar- tista, El método de andlisis es: primero, el anélisis téenico, objetivo, que constituye la materia prima; segundo, investigar las influencias que se establecen entre los procedimientos téenicos y las obras. Por iiltimo, es necesario conocer la historia politica (la transformacion del sistema politico) y la historia econdmica (el cambio del sistema de reparto de la renta social), Con estos elementos, es posible realizar una psicohistoria que en definitiva abarque las posibilidades de comprender el pasado, con los movimientos sociales como una actividad masiva en ol presente para acelerar la revolucion social, y el entendimiento de las dimensiones intrapsi- ‘quicas para adaptarse al nuevo mundo. En conclusion, partiendo del epfgrafe de Marx, por una espiral dialéetica convergemos con la frase de Adorno como una apertura reflexiva fen psicohistoria: “La historia real se transfigura ideolégicamente en historia del alma para que lo antitético, aquello que se subleva en el hombre, su conciencia, sucumba plenamente a la ciega necest- dad” (Adorno, 1938). Pricohistoria critica: teoria y método Beethoven: la miisica y el silencio.* (Caso ilustrativo) Ludwig Van Beethoven (1770-1827) es producto de la transicion de la revolucion burguesa. Nacio en Bonn, Alemania, cuando imperaba el fenémeno nacionalista, época que también produjo a Goethe, quien posteriormente otorg6 gran importancia ala libertad del pensamiento, El bisabuelo de Ludwig fue panadero. De hecho, la familia procede de la aldea Betho, en Limburgo, Bélgica, un pueblo de obreros y de miisicos de arte flamenco, El abuelo Paterno fue miisico de la corte y el abuelo materno cocinero en la casa del principe elector de Thier, El padre, Johann, nacido en Bonn, fue tenor medi ere y la madre, Magdalena Kéwerich, procedente de Renana, fue trabajadora doméstica. Magdalena antes de casarse con Johann, habia contraido ma- trimonio a los 16 afios y enviudado tres afios mas tarde. A Johann se unié al cumplir los 21 aiios de edad. Formaron una pareja con grandes conflic. tos: él bebfa en exceso, y ella, permanecia todo el * En los otofios de 1978 y 1979 tue oportunidad de realizar un estudio psicohistorico. El espacio me lo propor. cioné mi amigo, el pricélogo Joné Gomer del Campo, direc. tor Académico de Psicologia del TTESO en Guadalajara ‘Jalisco, on las iomadas de psicologia de la institucion, Gree cias a ia colaboracién de un grupo entuslasta de alumnos ‘efectuamos ia labor en un taller por un periodo de dos dice intonsivos en eeda ocasién, El ‘eleccionado de acuerdo mis propios ideaies infantiles fue Beethoven, El taller vivo en puicohistoria se desenvolvio de la manera siguiente: primero expuse, en un eabozo muy breve, el mar £2 ieérico treudomaraians. Desputs se eubdiviic ol grupo fen equipor; cada eq Hal disponible: una biografia, cartas, resultados. grafologi. 08, una historia de Ia época, un texto tecnico de msinn, El siguiente paso fue una atidici6n musical en In cual s6 esoucharon obras de los tzes periodos musicales de Heetho. ven (1794-1802; 1802-1816; 1816-1827), tiempo sin refr, enferma de tuberculosis, Procrea: ron 8 hijos: el primero, a quien llamaron Ludwig, muri6 a los poeos meses de nacido; después vino al mundo Beethoven, a quien lamaron tambien Ludwig, con el deseo de’ preservar el nombre del abuelo paterno. Dos afios més tarde nacié Johann, quien mas tarde habria de dedicarse al comercio. Cuando Ludwig contaba con 4 afios de edad vino al mundo otro nifio, Carl, quien a la postre se en. cargaria de la venta de las obras de su hermano a las editoriales de miisica, Los dltimos cuatro her- manos, tres hombres y una mujer, no sobrevivie. ton; al morir ésta ltima, Beethoven tenia 13 aiios de edad, Ludwig, nifio timido y de muy pocas pala- bras, pas6 una infancia sumamente triste. A los 4 afios de edad, le impusieron la educacién musical, Su padre quiso ver en él a un nuevo Mozart, tal vex guiado més por la ambicion que por la certez © la intuicién del talento precoz de su hijo. Asi, Ludwig se convertiria en una especie de extension de los deseos del padre. La tarea musical del nitio fue muy estricta: lo obligaban a teclear el clavecin por horas sin interrupcién y, en ocasiones, el padre Negaba bebido a altas horas de la noche y de siibito sontaba # su hijo frente al clavicordio, No obstante, esta rudeza en la ensefianza, Beethoven no abando. 6 la misica, A los nueve aiios de edad tuvo como guia a Neefe, quien le inculeé un asombroso dominio del piano. Luego siguieron excelentes maestros: de Pfiffer aprendié armonia; de Haydn, teorfa de la composicion. En cuanto a su educacion formal, la obtuvo en casa de los Breunning (Este- ban era su amigo), donde estudio a Klopsiock, Schiller, Goethe, Plutarco, Platon y Homer. Durante su infancia | familia tuvo dificul- tades para ganar el pan cotidiano, Beethoven fue 385 muy prolifico en la produecion de su misica; ofrecid su primer concierto a los ocho afios de edad; a los once cred una fuga a dos voces; a los trece afios compuso un minueto, ¥ a los catorce afios escribid un concierto. Siendo ain muy joven Hegé a ganar hasta 100 talentos anuales. En 1787 obtuvo una beca del hermano del Emperador para estudiar con Mozart en Viena, donde sdlo permanecié pocas semanas, pues hubo de rogrosar obligado por el recrudecimiento de la enfermedad desu madre. ‘A la muerte de ésta, Beethoven se hizo cargo de la manutencién de la familia y de hecho, asumio las responsabilidades del padre. Tenia apenas 16 aiios de edad, Dos afios mas tarde, en 1789, estalla la revolu- cién en Francia; Ludwig no deja de sentirse atraido por el movimiento insurgente. Al morir su padre en 1972 se traslada a Viena, considerada el centro musical més importante de Europa; ahi conoce a Mozart y a Haydn. Beethoven era un hombre corpulento, con el rostro leno de cicatrices; le apodaban el espaiiol por su color moreno, Sus movimientos eran torpes; erramaba vasos, se golpeaba con muebles, camina- ba con paso apresurado. ‘Ajuste familiar, Beethoven vivid en continuo conflicto con sus hermanos y con su sobrino. Se sentia y era explotado por ellos. A los treinta y dos aiios escribio un testimonio extraordinario donde habla de sus relaciones. Carl, ya lo hemos anotado, era vendedor de la obra de Beethoven, y en dicha operacion, confundia con tretas a los editores. Ludwing, por su parte, lo necesitaba debido a las limitaciones que le imponta su sordera. En 1816, a la muerte de Carl, Beethoven asu- me el tutelaje de su hijo; en él virtié el extraordi- 386 nario misico, toda su intensidad afectiva. ‘Ajuste de trabajo. No toleraba al auditorio que no se concentrara en su misica mientras la eje- cutaba como un gran virtuoso; ademés, fue un improvisador excelente, Cuando sentia que el pablico no estaba a la altura de un buen escucha se volvia despdtico y abandonaba stbitamente el salon de conciertos con un gesto de desaire, Mien- tras escribfa no soportaba que lo interrumpieran; si alguien lo hacia montaba en cOlera y en un arre- bato lanzaba los papeles al suelo. Su cuarto de tra- bajo estaba en desorden, los cuadernos de miisica dispersos y una botella medio vacia entre hojas de notaciones. Artista enmarcado en el inicio de la revolucion industrial, recibia dinero de la monar- quia, es decir, de los principes electores, una renta anual de 300 coronas, pero también obtenia ganancia con la venta de su obra a los editores. En un porcentaje elevado de su epistolario habla de sus asuntos econdmicos. Por sus cartas sabemos, por ejemplo, que un concierto y un cuarteto los vendia en 250 ducados. Beethoven también di id orquestas sinfonicas. ‘Ajuste social, En un principio se intereso por aistir a eventos sociales, se reun‘a con amigos en la taberna y refa a carcajadas. Pero al aparecer zar su sordera empezd a aislarse, so refugiO en un cuademo de conversaciones y por mucho tiem- po negé ante los demas su severa carencia fisiea. Por consiguiente, muy a pesar suyo, opt6 por la misantropia, Mantuvo amistad de por vida con algunas familias, por ejemplo, con los Brentano y Jos Breuning, Wegeler y Spindler, entre otros, Su correspondencia con ellos aunque escasa, denota una enorme sensibilidad, ‘Ajuste sexual, Al parecer, Beethoven no tuvo relaciones sexuales, aunque se puede sospechar lo an- Psicohistoria critica: teorfa y método contrario. En su juventud era evasivo con las muje- tes, y en una ocasion, a los veinte aiios de edad, abofetes a una camarera seductora, Por otra parte, dos veees hizo proposiciones de matrimonio: pri. mero a una cantante de Opera y luego a una dama de la corte, En ambas ocasiones fue rechazado. Ajuste vocacional, Estudié la obra de Bach, Handel, Gluck y Mozart. Se le puede considerar seguidor de Emanuel Philip Bach, o sea, de la Escuela de Leipzing. Rasgos de caricter. Beethoven firmaba con ‘cuatro grafias diferentes el subtijo Van (de). Solia cambiar de residencia. Sus sentimientos permanen. tes fueron el aburrimiento, la desesperacién y en ocasiones la euforia; a menudo refa a carcajadas antisonantes, Fue un hombre jovial, satitico, dis. puesto a la broma, leno de alegria por la vida. Por otta parte, poseia una enorme agresividad, que lindaba con la violencia, Sordera, La otoesclerosis® se inicia en 1796, Précticamente de 1802.en adelante compone sordo, Beethoven escribié a su amigo Wegeler el 29 de junio de 1801, confirmandole su padecimiento, “En el teatro necesito ponerme al lado de la orques. ta para off a los actores. No me es posible oif los sones de los instrumentos ni de las voces si estoy algo alejado. . . si se habla bajo, apenas oigo; los s A Agedezco a mi padre, el Dr, Luis Delehanty, otominolaringélogo, su informacién sobre la otocsclerosi’ Es una enfermedad’ que consiste en Un endurecimiento del ‘tfmpeno, el martillo y el yunquie; es una sordera de condue- cién, progresiva, cuyo origen en Beethoven, tal vez, a0 debi6 a Ios antecedentes herediterios como factores predis- ponentes, por ser hijo de un padre aleoholico y madre tu berculosa; o @ trastornos colaterales como el catarro 0 crtornosirclatorog oben a Ie vue, Low stoma son: pérdida de la audicion: se escuchan ruidos eubjetivor fen el interior, tales como iat palpitaciones del cortzon, la masticaci6n’ de alimentos, el movimiento de la cabeza’ sonidos si, pero no las palabras, y por otro lado, no puedo tolerar los gritos”. Relaciones consigo mismo y con los demés, La idea que tenfa de sf mismo era elevada, omni- Potente. Sus relaciones con los demés fueron di- versas; idealizaba a las mujeres, su amor era deses- Perado; a veces era irénico (por ejemplo, a su mejor amigo le Namaba Papageno, personaje tonto de la Flauta Magica de Mozart; en cambio a otro amigo {ntimo le contaba en confidencia sus penas, a sus diseipulos los traté como hijos, a los copistas como esclavos y a los editores de su misica con intrigas. Con su sobrino fue un padre benévolo y se dejaba dominar por los caprichos del mozalbete, quien se constituy6 en una constante preocupacién ara su tutor, Con la autoridad monarquica era tebelde: refiriéndose a su posicién Crente al princi- pe dijo: “principes hay muchos, Beethoven sdlo hay uno”, Con todo, hijo de una madre sirvienta, con su trabajo intelectual e instruccién ascendio a la clase privilegiada. No obstante su ideologia republicans, también se interes6 en los pobres y organizé audi. ciones en su beneficio, Interpretacién psicohistérica, Comienzo con Ia exposicion de los rasgos de caracter de Beetho- ven para reconstruir su psicodinamia. El enfoque Ain no se puede obtener éxito en el tratamiento; s610 Puede detenerse su . Por otra parte, la interpreta: in psicoanalitica de la sordera apunta que el deteriows del ofdo provoca depresion, porque el scrdo siente una pérdida del mundo externo;’en efecto, au vivencia es sem firse extrafio y sin pertenencia en la comunidad de sonidos, ‘con una sensscién de abandono en las relaciones con otras Personas, Por lo tanto, la sordera en Beethoven desencade- 6 los factores inconscientes, es decir, sus con‘lictos infan. tiles traducidos en ia incapicidad de relacionarse con las eraonas y el gozo por el sufrimiento, 387 no pretende ser exshustivo, solamente se delineara a grandes pinceladas el modo de ser del miisico de Bonn, Los puntos centrales de la interpretacién son: la identidad y las relaciones de objeto; las rela- ciones sociales de producci6n y sus medios de tra- bajo; finalmente, la interpretacion artistica, ‘Beethoven era un hombre timido, taciturno, persistente, evasivo por su sordera, misintropo y triste. Su continuo estado depresivo esta conectado con la incorporacién de una alimentacion sin calor, proporcionada por una madre melanedlica, el hijo respondia con rabia y posteriormente consideraria a los enemigos como peligrosos debido al mecanis- mo de proyecci6n. La depresion se apuntalé tam- bien con Ia herida narcisista de la sordera, Pero por otro lado mantendria la euforia ante la vida y la entrega a la humanidad como un reflejo del anhelo de perfeccion. Beethoven se identified con la figura masculi- na en cuanto al manejo de la agresién y la burla; con la figura femenina como un ser bondadoso e inconsistente. No podfa permanecer en un sitio por mucho tiempo por el temor que le ocasionaba la estabilidad asociada con desamparo materno y ausencia paterna, Su vida sexual no fue satisfactoria. Su temor 4 las mujeres no era producto de un conflicto ho- mosexual sino de un miedo a ser lastimado. En consecuencia, las idealizaba y las hacia inalcanza- bles por colocarlas en un pedestal de perfeccién; en el fondo anbelaba a la madre carente de afecto, por lo tanto, iba en bisqueda continua de un ser que le aumentara la estima. {Por qué Beethoven no abandoné la musica si le fue impuesta autoritariamente? Mi hipdtesis es que convirtié una actividad obligatoria en un 388 juego; es decir, si no hubiese transformado en lo contrario su tarea en una aceién ladies, tal vez la hubiera abandonado, aunque también existia la necesidad de proyectar su mundo intemo y el Gnieo modo que aprendié para hacerlo fue el arte, Con todo, la misica para él fue un ritual y un juego, una tecnologia y una creacién, le ofreci6 una identidad y un rol adulto. Beethoven enmarcado en la etapa posterior de la revolucién industrial se relacioné mantenien- do la forma feudal al tratar como “ ‘esclavos” a copistas y a los disefpulos como hijos, es decir, paternalmente, Pero al adquirir la forma capitalis- ta en su relacién con los editores, su misica se convirtié en un valor de cambio, es decir, en mer- cancia para vender; por oso en el proceso produe- tivo hubo un continuo de la espontaneidad y sus- penso de la vida cotidiana al componer esa bella miisica sensual, hasta convertirlo en un medio de trabajo para los copistas y después en fetiche cuando se vendfa, Era un trabajador intelectual, su manutencién fue mixta, recibia dinero de la corte y, por otra parte, de su produccién vendida en las ‘casas editoriales, Este hecho se convir- id en un perenne conflicto para su libertad, Beethoven vivid una etapa de transicion po- litica y econémica, fue renovador de la misica, modified Ia armonia clasica para dar lugar al periodo del romanticismo.’ Es decir, se aferré a sus {ntimos recursos, no se resigné a la forma clisica, afirmé su creatividad y expansion de su © kt romanticisme surgi como una tendencia cons ciente y militante de las artes en Inglaterra, Francia y Ale- ‘mania hacia 1800, ls boga del romanticismo fue en 1830- 1848. Sin embargo, el romanticiamo, como, corriente en larte oe aplic6 a la tevoluci6n y a la restauraci6n, Psicohistoria eritiea: teorfa y método sentido por lo complicado y su gran imaginaci6n, ‘Su misica se dirigid a la humanidad, ya no a la monarquia, Segiin Adorno, la primera etapa de su miisica es de rigidez, bisqueda de la complejidad téenica, juego con los tiempos; en la segunda etapa 6 més fluida y lirica, hay mayor contraste, Desde luego, no es el lugar para extendernos en la psicohistoria de Beethoven; sélo aiiadiré algo sobre su instrumento de trabajo, el piano, producto de la sociedad burguesa. Los primeros pianos pro- ducidos en Alemania estaban construidos para lograr una interpretaci6n ligera, répida y homo- Bibliografia ADORNO, Th. W. (1938), “Spengler tras el ocaso", Prismas, Barcelona, Ariel, 19. ALLPORT, G. W. (1965), Cartas de Jenny, Buenos Aires, Granica Editor, 1972. BIRNBAUM, N. (1974), “Critical Theory and Psychohistory”, R. J, Lifton (ed.), Explora. tions in psychohistory, New York, Simon y Schus- ter, BRAUDEL, F., “Historia y Sociologia”, La Historia y las Ciencias Sociales, Madrid, Aleluya Editorial, 1974, COLES, R. (1967), “The Method“, R. J, Lifton, op, cit, ERIKSON, E. H, (1954), “El_psicoanilisis de los suefios”, R. P. Knight y C, R. Friedman génea; en la produecién inglesa la sonoridad debié ser mas plena, vigorosa, y con la evolucion de las dos formas en base a la repeticién y la consiruc- cion con hierro y encordadura se logré una modu- lacion més rica y una variedad de composicion mis libre, aunque enmarcada en un modo de hacer la herramienta sobre la repeticién como debfa de homogeneizaree la produccién en el sistema capi- talista, A mediados del siglo XVII, con Bach en el clavicordio, su sonido era égil, suave y del clavi- cémbalo, vigoroso y brillante, sin variaciones, como debia de producirse en la sociedad feudal. {ed.), Psiquiatria psicoanalitics, Buenos Aires, Hormé, 1960, ERIKSON, E. H. (1961), “La realidad psico- la actualidad histérica”’, Etica y psico- andlisis, Buenos Aires, Paidés, 1967. ERIKSON, E. H. (1967), “On the nature of psychohistorical evidence” Lefe history and the Historical moment, New York, Norton, 1975. ERIKSON, E. H. (1968), “Ciclo Vital”, D. L. Sills (ed.), Enciclopedia Internacional de las Cien. cias Sociales, Madrid, Aguilar, 1974. FLEISCHER, H. (1968), Marxismo e historia, Caracas, Monte Avila, 1969. FREUD, 8. (1912), “La dinémica de la trans- ferencia”, Obras Completas, vol. Il, Madrid, Bi- blioteca Nueva, 1948, FREUD, S. (1916-1918), “Introduecién al 389 psicoanilisis", Obras Completas, vol. Il, Madrid, Biblioteca Nueva, 1948, __,, FREUD, 8. (1924), “Esquema del Psicoandl- sis”, Obras Completas, vol. Il, Madrid, Biblioteca Nueva, 1948, FREUD, S. (1924), “Esquema del Psicoané- lisis (Kurzer Abriss Der Psychoanalyse)”, Obras Completas, vol. II, Madrid, Biblioteca Nueva, 1948. FRIEDLANDER, 8. (1975), Histoire et psy- choanalyse, Paris, Editions du Suvil. GONZALEZ CASANOVA, P. (1977), Las categorias del desarrollo econdmico y la investiga cidn en Ciencias Sociales, México, UNAM. HELLER, AGNES (1970), Historia y vide co tidiana, Barcelona, Grijalbo, 1972. HORKHEIMER, M. (1932), “Historia y Psi- cologia”. Teoria Critica, Buenos Aires, Amorror tu, 1974 KRADER, L, (1976), Dialectic of Civil Socie. ty, Amsterdam, Van Gorcum KULA, W. (1963), Problemas y métodos de la historia economica, Barcelona, Peninsula, 1977 MARX, K. (1949), “Trabajo Asalariado y Capital”, K) Marx y F. Engels, Obras Escogidas, Moscii, Progreso, 1973. MARX, K.' (1880), Encuesta a los trabajado- res, Madrid, Castellote Editor, 1973. MENNINGER, K. (1952), A Manual For Psychiatric Case Study, New York, Grune Strat- ton. MEYER, EUGENIA (1978), “El archivo de la palabra: Hacia_una historia de masas”, Rev. Antropologia e Historia, Epoca Il, namero 23 julio-septiembre, pp. 3-7. MURRAY, H. A. (1938), “Variables of per- sonality”, Murray (ed.), Explorations of Persona- 390 lity, New York, John Wiley and Sons, Inc, REICH, W. (192), “Sobre la licacion del psicoandlisis en la investigacion histérica”, Mate- riglismo dialéetico y psicoandlisis. Buenos Aires, Siglo XXI, 1970. WOLMAN, B. B. (1971), “Sense and non- sense in history”, B. B. Wolman (ed.) The psy- choanalytic Interpretation of History, New York, Harper Rorchbooks. WOLMAN, B. B. (1977), “History and Psychology”, B, B. Wolman (ed.), International Encyclopedia of Psychiatry, psichology, psycho- analysis and neurology, New York, Van Nostrand Reinhold, Bibliografia complementaria ADORNO, Th. W.(1937) , “Blestilo de madu- rezen Beethoven”, Reaccién y Progreso, Barcelona, ‘Tusquets, 1970. BEETHOVEN, L. (1787-1827), Beethoven's Letters, A.C., Kalischer (comps.), New York, Dover Publications, Inc., 1972. GRAF, M, (1947), From Beethoven to Shos- takovich, The psychology of the composing pro- cess, New York, Greenwood press, 1969. HAUSER, A. (1953), Historia Social de la literatura_y del arte, Madrid, Guadarraja/punto ‘Omega, 1976. HOBSBAWM, E. J. (1962), Las revoluciones burguesas, Madrid, Guadarrama/punto Omega, 1978. OTTAWAY, H. (1966), “La ilustracion y la revolucion”, A. Robertson y D. Stevens (comps.), Psicohistoria critica: teoria y método Historia general de la musica, vol. 3, desde el cla- sicismo hasta el siglo XX, Madrid, Istmo, 1977. ROLLAND, R. (1903), Vide de Beethoven, Buenos Aires, Losada, 1967, RUDE, G. (1964), La Europa revolucionaria (1785-1815), México, Siglo XXI, 1974. SCHUNEMANN, G. (1959), “Los instrumen- tos musicales”, F. Hamel y M. Hiirlimann (comy Enciclopedia de la miisica, vol. 2, BareelonaMéxi- co, Grijalbo, 1970. SOLOMON, M. (1977), Beethoven, New ‘York, Schirmer Books, STEINIZER, M., Beethoven, México, FCE, 1966. STERBA, R. & EDITH STERBA (1954), Beethoven and his nephew, a psychoanalytical study of their relation shep, New York, Schocken Books, 1971. ZECKEL, A. (1952), “Las enfermedades de garganta, nariz y oido y la psiquiatria”, L. Bellak (comp), psicologia de las enfermedades orgéni- as, Buenos Aires, Hormé, 1965. 42 391

You might also like