En segundo lugar, las terapias conductuales, tal como las definimos en un principio,
aun cuan- do utilizan procedimientos
derivados del condicionamiento, lo aplican en condiciones estructuradasde manera semejante a las terapias conductuales y en donde el intercambio verbal del teraputico con el paciente sigue siendo de primera importancia. Ello se manifiesta en el hincapi que da Gordon Paul a las variables relacionadas con el terapeuta, el paciente y las condiciones del tratamiento. El error bsico subyace en considerar que los esfuerzos de un en- foque derivado de la psicologa experimntal deben estar encaminados a objetivizar la misma situacin sobre la que han operado anterior- mente terapias basadas en un enfoque no experimental-intuitivo. La importancia concedida a la posibilidad de manipular con reforza- miento la conducta verbal del sujeto (Krasner, 1958, 1965) as nos lo hace notar. Claro est que, esto no implica la imposibilidad de efectuar un anlisis experimental de las variables que intervienen en el proceso psicoteraputico. Lindsley etal (1964) han demostrado que es posible controlar y cuantificar automticamente las conductas que ocurren en el proceso psicoteraputico, lo cual obviamente, no con- duce de manera forzosa a la conclusin de que estas sean las condiciones a las que se deben adecuar las tcnicas experimentales de mo- dificacin de conducta. Finalmente, los criterios de curacin o remi- sin que se utilizan son poco precisos en cuanto a la especificacin de las conductas requeridas en trminos de repertorios terminales que debe alcanzar el sujeto. Ello hace muy difcil una evaluacin definitiva de los efectos de cualquier tipo de terapia. Como mencionaremos ms adelante, los procedimientos conocidos como modificacin de conducta, proporcionan
un camino alternativo
para desarrollar
tcnicas apro-
piadas en donde el inters se traslada de la situacin teraputica al control de las
variables ambientales que mantienen la conducta de los individuos.