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•SÓLO EL SUMISO APRENDE


•Srila Virabahu Maharaja
•Ciudad de Los Angeles, EUA
•Noviembre de 1982

• vettha tvam saumya tat sarvam
• tattvatas tad-anugrahat
• bruyuh snigdhasya sisyasya
• guravo guhyam apy uta

•“Y porque tú eres sumiso, tus maestros
espirituales te han concedido todas las
gracias que se le otorgan a un discípulo
sencillo. Por lo tanto, tú puedes decirnos
todo lo que has aprendido científicamente
de ellos” [Srimad-Bhagavatam 1.1.8].

•Saumya —aquel que es puro y sencillo;
snigdhasya —del que es sumiso. Este es
un verso muy importante ya que describe
la actitud que se debe tener para aprender.
Todos estamos aquí, en este Movimiento
de Conciencia de Krishna, porque quere-
mos aprender. Pero desde que tenemos
uso de razón se nos ha acostumbrado a un
tipo de aprendizaje que no es la manera
genuina de aprender. El propio Dios,
Krishna, nos da ejemplo de la manera
correcta de aprender, y eso es teniendo un
maestro espiritual.
•Para cualquier cosa que uno quería aprender
en la sociedad védica, tenía que tener un
maestro espiritual. Y el propio Krishna,
tanto cuando vino hace cinco mil años en
Su forma original de Krishna, como cuando
apareció disfrazado de devoto como el
Señor Sri Caitanya Mahaprabhu hace
quinientos años —en ambas ocasiones—
tuvo maestro espiritual. Hace cinco mil
años Su maestro espiritual fue Sandipani
Muni, y Él vivió en el gurukula de Su
maestro espiritual como un niño más de Su
época para dar ejemplo. Esta hermosa
historia se relata en el libro Krishna, en la
historia de Sudhama brahmana, porque
Sudhama brahmana había sido uno de los
amigos del gurukula del Señor Krishna.
Entonces, cuando se relata la historia de
Sudhama brahmana en el libro Krishna —si
mal no recuerdo, en el Tercer Volumen—
allí también se relata un poco cómo fue la
vida del Señor Krishna durante el tiempo
que estuvo en el gurukula. Y Sri Caitanya
Mahaprabhu tuvo de maestro espiritual a
Isvara Puri, un discípulo de Madhavendra
Puri —ambos devotos muy excelsos y
famosos en nuestra Sucesión Discipular.
•Así que el Señor Krishna dio ejemplo de cómo
uno debe aprender, y eso es teniendo un
maestro espiritual. Y luego también Arjuna
dio ese ejemplo. Tanto el Señor Supremo
como Sus seguidores y Sus devotos
confidentes, Sus devotos íntimos, vienen a
este mundo, a este planeta, para darnos el
ejemplo. Sri Caitanya Mahaprabhu, Arjuna
y Krishna —que son los ejemplos que en
este momento estoy citando como
discípulos— dieron el ejemplo de cuál debe
ser la actitud correcta, y aquí está muy
hermosamente descrito por los sabios de
Naimisaranya, al describir la situación, las
cualidades, de Suta Goswami como
discípulo. Y porque él había sido un buen
discípulo, un discípulo genuino, debido a
eso, ellos sabían que estaba en capacidad
de hablar correctamente.
•Srila Prabhupada siempre señaló esto: que uno
primero debe oír bien; y aquel que oye
bien, después, va a poder hablar bien. ¿Y
qué significa oír bien? Eso también se
indica en el Bhagavad-gita:

• tad viddhi pranipatena
• pariprasnena sevaya
• upadeksyanti te jnanam
• jnaninas tattva-darsinah

•El Señor Krishna le está dando el mismo
consejo a Arjuna en el Capítulo Cuatro del
Bhagavad-gita. Verso muy importante,
texto 34. Krishna le dice que “para
aprender tienes que acercarte a las almas
autorrealizadas. Ellos pueden impartirte el
conocimiento porque han visto la verdad.
Tienes que buscar un maestro espiritual,
hacerle preguntas de un modo sumiso y
prestarle servicio”. Prabhupada explica
esto. Entonces, como se relata en esa
historia de Sudhama brahmana cuando
están recordando sus años de la infancia y
sus experiencias en el gurukula, están
recordando cómo trataban muy
fervientemente de servir, de prestarle
servicio a su maestro espiritual.
•El Señor Caitanya Mahaprabhu tuvo una
reunión con unos grandes sannyasis
eruditos dirigidos por Prakasananda Saras-
vati; entonces, ellos lo estaban
interrogando, lo estaban cuestionando. El
Señor Caitanya Mahaprabhu en ese
momento ya había adoptado la orden de
sannyasa y a ellos no les parecía que el
comportamiento de Caitanya Mahaprabhu
correspondía con el comportamiento que
debía tener un sannyasi. Así que lo estaban
cuestionando. Le hicieron varias preguntas
y Él, primeramente, explicó que Su
maestro espiritual le había indicado que
era un gran tonto. Y ése es Krishna —Sri
Caitanya Mahaprabhu— pero Él está dando
el ejemplo de que cuando piensa en Su
maestro espiritual, o cuando se refiere a Su
maestro espiritual, Su posición personal es
la de ser un gran tonto. Eso es algo muy
importante. Eso son los principios
devocionales.
•La vida devocional es de sumisión. Uno debe
venir a esta vida devocional cuando ya se
ha dado cuenta de que por su propia
fuerza no está yendo a ninguna parte.
Cuando se ha dado cuenta de que por sí
solo todo lo que estaba consiguiendo en
este mundo era mucho sufrimiento. Si
alguien todavía tiene mucha confianza en
sus propias ideas y no puede aceptar una
autoridad superior, entonces, no está
preparado. Todavía no ha aprendido la
lección de este mundo material: que
tenemos que aceptar una autoridad para
cualquier cosa. En realidad, nadie puede
dejar de aceptar una autoridad. Lo único es
que podemos escoger a qué autoridad
vamos a seguir. Pero todo el mundo acepta
autoridad. Nadie es independiente, por
mucho que queramos ser independientes,
o queramos sentirnos independientes en
este mundo material todas las jivas (todas
las entidades vivientes). Lo cierto —lo
irónico— es que por mucho que uno se
crea independiente de hecho, nadie lo es, y
siempre está sometido. Siempre está
siendo controlado por alguna autoridad.
•El devoto entonces, es simplemente aquella
persona sumamente inteligente —a
diferencia de lo que la gente pudiera pen-
sar— que sabe a qué autoridad seguir. En
vez de seguir a cualquier autoridad, el
devoto escoge a la mejor autoridad. O, en
otras palabras, a la verdadera autoridad, la
autoridad genuina. Y esa autoridad debe
ser el devoto puro. Y a ese devoto puro,
aceptamos como maestro espiritual.
•La actitud ante el maestro espiritual en esta
vida de Conciencia de Krishna —
específicamente en nuestro Movimiento—
es la de aprender a ser vaisnavas. Estamos
tratando de instituir esta Cultura Vaisnava
que tiene muchas diferentes implicaciones.
Esta Cultura Vaisnava nos enseña todo,
nos enseña de todo. La gente ni siquiera
sabe cómo relacionarse entre sí, y esta
vida devocional no es una vida de hippies.
(1) Como lo último que nosotros hemos

experimentado en nuestras vidas


materiales es esta idea de hippie… Eso es
algo que se extendió por el mundo entero,
en donde especialmente la gente joven
estaba rechazando todos los valores, todas
las maneras tradicionales de vivir, todas
las normas, todas las pautas, todos los
patrones clásicos, tradicionales, y estaba
tratando de vivir sin ninguna regla, sin
ninguna regulación, pensando que la mejor
manera de vivir era sin esforzarse mucho
por nada. Sin tener muchas reglas ni ob-
servar muchos principios, la gente pensó
que ésa era la manera correcta y que así
se iba a lograr la felicidad. Pero esta vida
devocional...
•Tengo el deber de explicar esto; nadie se debe
sentir engañado: como en este movimiento
de Conciencia de Krishna todos somos tan
jóvenes, podemos pensar que esto es
como una “comuna”. Y de hecho, en
muchas ocasiones en diferentes partes del
mundo, al acercarse al Movimiento los
primeros meses, la gente cree que está
viviendo en una comuna de hippies. Más o
menos ésa es la idea que tienen, que han
venido a vivir con un grupo de jóvenes.
Pero debemos saber —como digo, tengo el
deber de decir esto— que es todo lo
contrario. La vida devocional y la vida en
este Movimiento de Conciencia de Krishna
es una vida de más regulaciones y
principios que los que nadie nunca se pudo
haber imaginado. Porque inclusive uno
tiene que aprender a comportarse con sus
semejantes. Todo hay que aprenderlo en
esta vida espiritual. Ni siquiera uno puede
tratar “a tontas y a locas” a los demás
devotos, a los demás compañeros. Y ni que
hablar de a los superiores. Como
específicamente hemos vivido en una
época en que ha habido una transición… Y
hemos visto cuando éramos muy pequeños
—y especialmente en Sudamérica quizás
hasta el día de hoy existe— cómo había
tanto respeto por los mayores. Había
tantísimo respeto por la gente mayor, y por
los profesores. Había mucho respeto. No
importa lo que alguien fuera: alguien
pudiera tener un tío borracho, por ejemplo.
Un tío que le gustaba mucho beber. Pero
de todos modos tenía que tratarlo con
respeto, porque simplemente era su tío.
Ahí no hay nada que hacer. Y así tantas
cosas. Puede que uno se enterara que su
profesor era también un borracho, o lo que
sea, pero había que observar mucho
respeto. Y nosotros mismos hemos visto
como eso se acabó. Y eso es algo que
proviene importado de los Estados Unidos
para todos los demás países. Eso comenzó
acá.
•¡Hay tantas ideas! Cuando uno se desvía de la
Cultura Védica, entonces, empieza a
inventar diferentes cosas, a tratar de or-
ganizar la sociedad con lo que se le ocurre.
Con lo que se le ocurre o bien a un
individuo, o bien a un grupo de individuos.
Y empiezan a crear todo tipo de locuras.
Toda clase de inventos que terminan por
hacer que fracase el propósito que están
buscando. Como, por ejemplo, en los
colegios y en las universidades se persigue
impartir una cierta enseñanza, formar a los
individuos. Pero con todas estas ideas,
como no saben cuál debe ser el trato
debido para este intercambio que ocurre
en el aprendizaje, este intercambio que
debe haber entre el maestro y el discípulo
—por no seguir escrituras como el Srimad-
Bhagavatam, donde hoy este verso nos
está describiendo tan hermosamente cuál
debe ser la actitud ante el maestro, la
actitud para aprender— como ellos no
conocen nada de esto, entonces se les
ocurrió que quizás la gente va a aprender
mejor si el maestro y el discípulo se
encuentran en el mismo nivel. Esa es la
idea de ellos: si el maestro y el discípulo
sienten que los dos son la misma cosa, que
no hay diferencia. Y ése es el sentimiento
que se ha difundido en todos los niveles de
la sociedad. En la propia familia, ya los
hijos no sienten el mismo respeto por sus
padres. Los estudiantes no sienten el
mismo respeto por los profesores y los
maestros. Y la gente en general, los
jóvenes, ya no siente el mismo respeto por
los mayores. Y así, todo se ha vuelto una
completa locura.
•Por eso el devoto es el más inteligente.
Porque la gente cree que el tener una
autoridad significa que va a ser explotada.
Creen que es algo malo y es todo lo
contrario. El tener una autoridad es algo de
sumo provecho —cuando la autoridad, por
supuesto, es genuina. Es lo que estábamos
explicando antes cuando hablábamos del
líder, de cuáles deben ser las cualidades de
un líder. Hemos tenido ya varias
conversaciones acerca de eso.
•Entonces, en inglés hay un refrán popular que
dice que la gente tiró la bañera con todo y
niño: “echaron la bañera con todo y niño”.
Alguien estaba bañando un niño y
entonces botaron la bañera con el agua,
con el niño y con todo. Asimismo, la gente
en esta sociedad moderna, como ha tenido
algunas malas experiencias —o quizás
muchas malas experiencias— de haber
sido mal dirigida... Porque ésa es una de
las características de Kali-yuga: mandah
sumanda-matayo manda-bhagya hy
upadruta. Ya vamos a llegar a ese verso,
es justamente el texto 10. Dice, sumanda-
matayah: desencaminadas, mal dirigidas.
Que la gente es mal dirigida en esta época.
Así que como ha tenido malas experiencias
con líderes, ya no quieren saber nada de
líderes. No debe haber ningún líder. Esa es
su idea. Pero hemos tenido mucha
experiencia también —ocurre mucho en la
vida occidental— que alguien va a un
médico y le resulta un mal médico. Pero
Prabhupada siempre daba este ejemplo: el
hecho de que usted vaya a un médico
charlatán, o alguien que no supo curarlo,
no significa que ya nunca más va a ir a un
médico. O a un dentista. Usted puede ir a
un dentista y le va mal, no lo curó bien,
pero eso no significa que la siguiente vez
que tenga una caries va a dejarla y no va a
ir al dentista. Lo que va a hacer es buscar
uno bueno —y uno tiene que seguir
buscando hasta encontrar el bueno. Esa es
la misión de la vida humana.
•Por eso es tan importante este Movimiento de
Conciencia de Krishna, porque representa
una esperanza para la gente. El salir a la
calle a predicar, a distribuir estos libros, es
lo que le va a indicar a la gente que “por
favor, no pierda sus esperanzas. Usted ha
confiado en tanta gente que lo ha
engañado pero ahora sepa, tenga fe y
conténtese que todavía existe gente santa
a quien usted puede seguir”. Esa es la idea
de este Movimiento de Conciencia de
Krishna. Representa la única esperanza
para la gente. Porque sin líder no hay
manera de superar los sufrimientos
materiales. Por eso estaba explicando que
el devoto es el más inteligente. Porque es
muy inteligente guiarse por alguien mejor
que uno. Eso es algo muy inteligente. Eso
significa que uno va a lograr el éxito. Eso
significa que uno va a poder
verdaderamente ser feliz, incluso en esta
propia vida. Eso significa que uno va a
poder eliminar sus sufrimientos, cosa que
hasta ahora no había podido hacer —hasta
no tener el líder. Pero para que esa
relación funcione... Estuve explicando esto
en la clase pasada, vamos a explicar ahora
aquí:
•“Los sabios dijeron: Respetado Suta Goswami,
tú estás completamente libre de todo vicio,
y estás bien versado en todas las
Escrituras famosas por la vida religiosa que
presentan, así como también en los
Puranas y las historias, pues los has
examinado a fondo, bajo la guía apropiada,
y también los has explicado”.
•Entonces en este verso, que es el texto 6 del
mismo Capítulo que estamos estudiando,
se están dando las características que
debe tener la persona que nos va a dirigir,
la persona a quien vamos a oír. Pero como
les expliqué en aquella oportunidad, en la
sociedad védica —la sociedad védica es
una sociedad muy completa— no se
estudia nada más que “la mitad de la ga-
llina”, tomamos “la gallina completa”. En
este caso significa que así como el orador
tiene que tener cualidades, así también
tiene que tener cualidades el que escucha,
el oyente. Y ésa es la parte que no
entienden en esta sociedad, en esta
civilización moderna. E incluso los devotos,
porque estamos tan contaminados con esa
manera en que nos han maleducado en
esta sociedad moderna… No sabemos
cómo oír. Esa es otra cosa: que la manera
de aprender tiene que ser sumisamente.
Esa es la manera.
•Y de todos modos —nada más analizando
cómo cada quien tiene que tener ídolos— a
ellos les gusta esa relación de ídolos,
porque les parece muy barata. Parece que
no hubiera ningún compromiso. Pero lo que
no se dan cuenta es que están dirigiendo
sus vidas en base a las vidas de esas
personas. Y esas personas, a quienes están
siguiendo, ellos mismos no saben a dónde
se dirigen. Ellos están sufriendo
sobremanera. Están completamente
atrapados en las redes de la ilusión
material. Están presos en este mundo. Son
presos, y sin embargo la gente en general
se está guiando por esos artistas, líderes
políticos, esos revolucionarios, etc., que
están llevando a toda la sociedad hacia el
infierno. La sociedad entera hacia el
infierno.
•Entonces, el devoto también tiene sus “ídolos”
en la sociedad védica. La sociedad védica
es una sociedad de “ídolos”. De hecho,
todo el mundo tiene ídolos y eso constituye
un gran placer. No es nada malo. El otro
día un señor a quien le estuve predicando
me decía que una de las cosas que más le
molestaba en su vida era el culto a la
personalidad. Y le preocupaba un poco
aunque sentía mucha atracción por nuestro
Movimiento. Tanto es así, que este señor
hacía varios años había conocido el
Movimiento a través de un amigo suyo que
era devoto, Prapanna (un devoto
argentino). Y después de unos dos o tres
años se le ocurrió venir a visitarlo y se
enteró que Prapanna ya no estaba aquí en
los Estados Unidos. Así que me quedé
conversando con él y me dijo que siempre
le había gustado mucho nuestra filosofía.
Sentía cierto aprecio por nuestra filosofía
pero una de las cosas a las que le temía o
no le gustaba, era la relación que teníamos
con el maestro espiritual, la manera como
adorábamos al maestro espiritual. Porque
eso le recordaba lo que se conoce como
“culto a la personalidad”. Entonces yo le
expliqué, y por misericordia de Krishna
cambió de parecer, cambió de opinión. Él
entendió el punto, y es que todo el mundo
está realizando este culto a la
personalidad. Inclusive los que no quieren.
Yo se lo demostré a él. Somos individuos y
tenemos relaciones con otros individuos. Y
de esas relaciones, las más importantes en
nuestra vida son las que tienen que ver
con el amor que uno siente por otros
individuos; entonces, en esas relaciones de
amor uno automáticamente está haciendo
un culto a la personalidad. Cuando uno
quiere a una persona siempre está
tratando de buscar estar con esa persona.
Siempre está tratando de buscar tener algo
que le recuerde a esa persona. Cualquier
cosa de esa persona le trae felicidad, y uno
cambia de actitud cuando recibe algo de
esa persona. Un ejemplo que da
Prabhupada es cuando el niño, por
ejemplo, se va al colegio pero durante la
mañana, mientras el niño está en clase, la
mamá entra en el cuarto y de repente ve
una botita, un zapatito del niño tirado, e
inmediatamente se recuerda del niño. O si
la mamá está hablando con alguien y
alguna otra persona, en medio de una
conversación muy seria, viene y le trae una
camisita de su hijo inmediatamente toda
su expresión va a cambiar. Va a recordar a
su niño y le va a producir un sentimiento.
Son sentimientos naturales. Y eso es un
tipo de culto a la personalidad.
Especialmente, cuando ya lo trasladamos a
gente mayor, o a líderes de la sociedad,
etc., etc., es inevitable… Así como yo dije
que es inevitable tener una autoridad,
asimismo es inevitable hacer culto a la
personalidad, realizar culto a la
personalidad.
•Así que no es de una manera artificial que el
devoto está realizando este culto, sino que
es el amor que le inspira esa persona por lo
que ha representado en su vida. El maestro
espiritual, los devotos, lo han salvado a
uno de tanto sufrimiento. Lo han salvado a
uno del peligro más grande que existe, y
es morir como los perros y los gatos. Lo
han salvado a uno de perder, de
desperdiciar la vida humana. Si alguien le
salva la vida material usted se siente
eternamente endeudado con esa persona.
Entonces, el devoto considera que le han
salvado algo más que la vida. Más
importante que la propia vida. Que lo han
salvado de tener que sufrir ilimitadamente
en esta vida y en quién sabe cuántas otras
más. Lo han salvado de desperdiciar quizás
la mejor oportunidad que ha tenido en
quién sabe cuántos miles y millones de
vidas y de años. Entonces, el devoto siente
un gran aprecio natural, un gran amor por
la persona y las personas que están
involucradas en este gran salvamento. En
este gran don, en este gran regalo que me
han dado.
•Ustedes ahora están saliendo a sankirtana, y
—como siempre digo— si no fuera porque
ustedes salen a sankirtana a distribuir
estos libros, esas personas con quienes
ustedes se están topando quién sabe si
alguna vez hubieran llegado a tener algún
contacto con Krishna, con la Verdad
Absoluta. Ustedes están representando las
esperanzas de miles y miles de personas
con las que se relacionan. Eso es algo muy,
muy importante. Y cada persona que sale a
la calle debe tener ese estado de
conciencia. Por eso tenemos que
cultivarnos mucho. Tenemos que adelantar
mucho en la senda espiritual para poder
hacer sankirtana. Para poder salir a la calle
a predicar, hay que cultivarse mucho en
términos espirituales. Porque salir a la calle
significa que uno está interesado por ellos
y no por uno. Esa es la posición más
elevada del devoto, del vaisnava. A eso es
que estamos tratando de llegar: de
olvidarnos de lo personal e interesarnos
exclusivamente por la felicidad de la gente.
Nuestra idea no es salir a la calle a insultar
a todo el mundo y a demostrarles cómo
nosotros somos mejores que ellos y ese
tipo de cosas. No. La posición del devoto es
una posición muy humilde en donde el
devoto ha descubierto “la fuente de la
eterna juventud”. Ha descubierto un gran
tesoro. Ha descubierto la manera en que
todo el mundo puede dejar de sufrir. Y
debido a que es tan cierto que tiene la
verdadera manera para dejar de sufrir, se
lo quiere dar a las demás personas.
Cuando uno tiene algo que no es cierto
entonces lo quiere conservar para sí
mismo. Esa es una de las características de
este mundo material y de la gente que está
influenciada por maya: se siente feliz
cuando los demás están sufriendo y se
siente muy envidiosa y disgustada cuando
ve la felicidad y el éxito de los demás.
•Entonces, nosotros tenemos el deber como
devotos de “invertir los cables”, de
“invertir la electricidad” en este sentido.
Debemos sentirnos muy mal al ver que los
demás están sufriendo. Y esos “demás” no
sólo son los de nuestro equipo. El devoto
no tiene ningún equipo. Y por eso la
posición más elevada dentro del
varnasrama es la de sannyasi, que significa
que ya ni siquiera se considera miembro de
una familia. Eso significa sannyasa. La
posición más elevada a la que todos
estamos tratando de llegar. Y de hecho,
cualquier devoto dentro de este
Movimiento —Prabhupada decía— tiene
que ser sannyasi en ese sentido. Y él
consideraba, decía que todos sus discípulos
son sannyasis. Así hablaba Prabhupada.
Porque cualquier miembro de este
Movimiento tiene que sentirse —como
decíamos en otra clase— “ciudadano del
universo”. Así hay que sentirse. No es que,
“mi grupo”. No. Nuestro grupo es todo el
mundo. Cuando un devoto sale a la calle y
ve a una persona no debe pensar que está
viendo a un perro caminando con dos pies
o algo así. No. Debemos pensar que “este
hermano mío está descarriado. Está
viviendo como un perro, pero debo
entender que es mi hermano y que por
ignorancia está viviendo como un perro”.
Pareciera que fuera lo mismo, que hay una
contradicción en lo que estoy diciendo,
pero no es lo mismo. No es que uno sale y
ve que todo mundo son perros y puercos.
No. Son jivas, son entidades vivientes. Es la
visión del devoto.
•Un ejemplo muy hermoso está en el Caitanya-
caritamrta. Había un devoto muy excelso
—nos falta mucho a nosotros para llegar a
esa posición pero para eso están esos
ejemplos— que tenía llagas por todo el
cuerpo. En un momento dado, sus llagas
eran tan horribles que estaban llenas de
gusanos. Pero la posición de él era tal, su
estado de conciencia era tal —él era tan
ciudadano del universo— que cuando uno
de estos gusanos se caía al piso lo recogía
y lo volvía a poner en el mismo lugar de la
llaga. No quería perturbar la existencia ni
de un gusano. El gusano aparentemente le
estaba haciendo daño pero él no conside-
raba eso. Recogía los gusanos que se caían
y los volvía a poner, “¿dónde era que
estaban?” Y [los ubicaba] en el mismo sitio.
Entonces, la posición del devoto es ésa.
•Y para lograr llegar a esa posición, el principio
de esa humildad es aceptar a una
autoridad superior con sumisión. Ese es el
maestro espiritual. Uno no es un amigo del
maestro espiritual. Uno es el sirviente del
vaisnava superior. Hay que entender eso.
No es que somos amigos y podemos hablar
de tú a tú. Ese es el ejemplo que se dio en
el Bhagavad-gita, cuando Arjuna le dijo a
Krishna que “por favor, ahora vamos a
olvidar que somos amigos. Ahora soy un
alma entregada a Ti. Por favor, instrúyeme.
Vamos a parar con estas conversaciones
amistosas. En realidad, Tú eres maestro y
yo soy discípulo. Ahora estoy muy confun-
dido. Muchas gracias por Tu amistad pero
ahora necesito que actúes como maestro.
Ahora lo que soy es un alma entregada a
Ti. Hay que parar con estas conversaciones
amistosas. Ya no es cuestión de
conversación amistosa”.
•Así que uno nunca se debe sentir muy
desenvuelto ante el vaisnava superior,
ante el maestro espiritual. Uno debe sentir
mucho respeto y veneración. Esa es la
manera de aprender. Si no, no se aprende.
Si uno cree que todo es lo mismo entonces
es mejor que no vaya a oír. Si usted va a
oír a una persona y cree que no tiene nada
que enseñarle, es mejor que no la oiga. Eso
se vuelve inútil. Eso es lo que dice
Prabhupada: eso se vuelve un espectáculo
que no sirve para nada. Usted debe ir a oír
a una persona a quien considera que es
mejor que usted y que usted va a
aprender. Si no, es mejor que no vaya a
oír. Si cree que más bien usted tiene cosas
que decirle a él y que pueden hablar los
dos y están en la misma situación,
entonces, esa relación es inútil. No pierda
su tiempo. Usted tiene que analizarse
personalmente. Esa es la relación con el
guru. Si usted no puede ser sumiso, prestar
servicio, pues usted tiene que buscar a
aquella persona a quien usted se pueda
entregar. Eso no es algo artificial. Tiene
que indagar, escudriñar en su corazón, a
quién usted acepta para entregarse. Es un
asunto de entrega. Si no, no vaya a hacer
un espectáculo de audición.
•Este proceso devocional, como estas clases de
Bhagavatam y de Gita, no son conferencias
académicas o por cumplir con una
convención ni nada de eso. Es el proceso
mediante el cual nos vamos a liberar de las
malas cualidades para que se desarrollen
en nosotros las buenas cualidades. Y es el
proceso liberador de las cadenas que nos
atan a la existencia material. Si uno no
encuentra a una persona a quien
entregarse, es muy desafortunado. Uno
tiene que buscar —por el universo entero,
si es necesario—, hasta dar con esa
persona a quien yo me tiro a sus pies. Eso
es muy importante en la vida de uno.
Porque es la única manera. Si no existiera
esa persona, uno es muy desafortunado.
Porque esa es la única manera en que nos
vamos a librar del ciclo recurrente,
reiterado, de nacimientos y muertes. No
hay otra manera. Mientras no encontremos
una persona ante quien poner nuestra
cabeza sinceramente en el piso —no nada
más como una regla formal, sino que mi
corazón siente eso— si no encontramos a
esa persona, somos muy desafortunados.
•Y ése es el significado —uno de los tantos
significados— de este verso que hemos
leído hoy: que Suta Goswami se mostró
sumiso ante sus maestros espirituales.
Aquí se habla en plural (“maestros
espirituales”) porque uno tiene infinidad de
maestros en la vida espiritual. Uno debe
considerar que cualquier vaisnava es un
maestro espiritual. Cualquiera que le
enseñe es un maestro espiritual, inclusive
un hermano espiritual. Hasta el mismo
hermano espiritual de uno que le enseña,
también uno debe considerar que es su
maestro. Y hay infinidad de ejemplos en las
historias —en el Caitanya-caritamrta, en el
Srimad-Bhagavatam— de estas relaciones.
Y no debemos permitir, cultivar, estas
erróneas ideas o introducir en nuestro
Movimiento de Conciencia de Krishna esas
ideas hippies que de una u otra manera
nos estuvieron embargando por tantos
años en nuestra vida. Es una idea muy
peligrosa. Es muy peligroso creer que todo
el mundo es igual que yo. Eso nos puede
llevar al infierno fácilmente y es una
situación, además, desafortunada. Es como
una persona hambrienta que no ha comido
en tres días pero que se ha vuelto muy
experta en hacer desaparecer la comida.
[Hablando sarcásticamente] Imagínense,
¡qué inteligente! ¡Muy inteligente! ¡Él se ha
vuelto muy experto! Está muerto de
hambre pero cada vez que le traen comida
él sabe cómo hacerla desaparecer sin
comerla. ¡Miren qué inteligente!


•NOTAS

•(1) Hippie, miembro de un movimiento juvenil
que tuvo lugar en los últimos años de la
década de 1960 y que se caracterizó por la
anarquía no violenta, la preocupación por
el medio ambiente y el rechazo al
materialismo occidental. Conocido también
como Flower Power (el poder de las flores),
se originó en San Francisco, California. Los
hippies formaron una contracultura
políticamente atrevida y antibelicista, y
artísticamente prolífica en Estados Unidos
y en Europa. Su estilo psicodélico y lleno
de colorido estaba inspirado por drogas
alucinógenas como el ácido lisérgico (LSD)
y se plasmaba en la moda, en las artes
gráficas y en la música de cantantes como
Janis Joplin o de bandas como Love,
Grateful Dead, Jefferson Airplane y Pink
Floyd.

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