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Arte en |lberoamérica Mica qua ri te guise, bud — | am ppl he gin apy MINISTERIO DE CULTURA 6 E! Modernismo y la busqueda de raices Las corrientes artiticas de vanguardia que transformaron las artes visuales. ‘opeas en las primeras déeadas de este siglo —Fauvismo, Expresionismo, Cubismo, Dadaismo, Parismo, Constractivismo= entraron en América Lar tina como parte de una svigorosa corriente de renovacion» durante la dé cada de 1920, Peto estos movimientes no entraron como estilos estanc- dos, sino que fueron adaptados de manera frecuentemente innovadora y personalisima por artistas individuales. Casi todos aquellos que adoptaron cl Modemismo lo hicieron en ¢) exterior, Algunos incluso se quedaron cnt Europa; otros, como Barradas con st wvibracionisme», erearon una for ma modernist diferenciada propia [li 3 nas 6.2, 3, 4, 5] 0, en el caso de Rivera con relacién al Cubismo, o el de TorresCarcia con respecto al Cons buyeron con su arte a momentos cruciales de la evolu ion de eos movimientos en Europa, El hecho de ser americanos, no obi tante, qued6 registrado en alguna forma de la obra de incluso los interm- ciomalistas mas convencidos, Otros artistas, que volvian a América tras un perfodo relstivamente breve en el extranjero, se dedicarona la creacién de formias especificamente amiericanas del modemisme, La relacidn entre el arte radical y la politica revolucionaria probable- mente fuer: un problema todavia més importante en América Latina de Jo que lo pudo ser en la Buropa de aquel tiempo; y hv respuesta de los es ay los incelecwuales de todo tipo estuvo marcada muy es pecialmente por dos acontecimientos: la Revolucién Mexicana y la Revo- lucién Rusa. El impacto de la primera fue inmerso, y las actividades de los muralists mexicanos pari dar su interpretacién y extender les ideales de la Revolucién, pata promocionar hh idea de un arte para el pueblo, y para colaborar en la creicién de un nacionalismo cultural bajo condicio- nes revolucionarias fue mucho mis alli del propio México, siendo todos clos fictores importantes en los debates culturales y artisticos de la época Los diferentes grupos y movimientos que representaban la vanguavelia critores, losart se anunciaban, lo mismo gue sus contrapartes curopeos, por medio de nifiestos y revistas, exposiciones y conferencias. Entre las mas importantes, de estas revistas hemos de citar Klavon (1922) y la Revista de Anropofigia (1928) en Sio Paulo, Aduil y El Machete (1924) en México, Martin Fierro (1924) en Buenos Aites y Amanta (1926) en Pera, Las d Tanzaban en estas revistas y los pronuneiamientos de los manifiestes revelan una serie de oposiciones cruciales y campos de diferencia, Mientras que varies movimientos n n el principio de la unidad orginica de la re- uusiones que se nteni volucign en cl arte y la politica (EI Macicie, como vor del Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores, por ejemplo, ¢ Amat), otros i= sistian en la autonomia del arte, Mucho se discutis sobre este tema, asf como sobre otros problennas fandamentales socioncalturales,literarios yar 125 61 Detalle de Lamina 6.37 62. Rael Baerds. dig 11, deo sobre eats, ‘an, Masco Nacional de Arts Piss, Montevideo, 63. Rafe! Rants, Conpusiity, 1917, aenacla soe papel, 51 x54 em, Mineo Nacional de Arte Pistics, Montendeo, 64 “Tact Bards, Gauche, 1927, deo sobre earn, 60 « 64 cm, Masco Nacional de Artes Plistias, Montevideo 65 aie Barads Lara de ox eps de ls pir {m3 Seo sabre Homy 105093 cm, Mua Nactnal de Are Piste, Mtv EL MODERNSSMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES tisticos. La rupd 4 pasido, aunque rara ver expresida con la violerr cia que lo hieicron el Futurismo o el Dadafsmo, quedaba siempre afirmia dda de una forma u otra; a veces tsta iba acompafiada por una més.© menos directa afirmacién de modernicad, pero lo mas fiecuente era la instalaciOn la tndicién y cl rechazo de la época colonial y la cultura curopeizada del siglo XIX en fivor de la insercién profimds en ka wadici6n cultural ine digena. (EI intento de identifcacién con un pasado nativo en lugar de €on el europeo se estudia con mis detale en el capitulo 9, cuyo titulo es ane digenismo»,) El nacionalismo en oposicisn al internacionalismo, y lo re gional frente a lo central y cosmopolita, especialmente en Brasil, eran tame bien algunos de los problemas principales, Para la mayorfa de los artistas la iniciacion al arte modemo implico ini- ialmente una total ruptara con su pasado y su aprendizaje. Aunque Buro- pa hacia mucho que venfa siendo la meer cultural de artistas y escritores, los comtactos se habian mantenido siempre dentro de una tradici6n com servadora y acaclemica, No habia habido movimiento algano en las actes visuales entre hacia 1880 y 1910 que correspondiera al renacimiento lite: ratio bautizado con el nombre de «Modernismor por su mas activo repre sentante, el poets ni nse Rubén Dario, Dario, que vivis en Chile, ‘Argentina, Paris y Madtid, wgalaniz6 la vids liverarian, desafiando a os tre dicionalisas que querian mantener Ia pureza del espaiol peninsular y unos valores ya pasados de moda’, Leyé a sles poetas franiceses contemporsncos, ‘cuyos estilos y ritmos incorpord brillantemente al castellano» y, junto con ‘otros de su gencracién, mirando hacia la yanguardia de Parts, empezs ‘rear las condiciones necestrias paca la aparicion de una vanguardia latino- americana, EI [mpresionismo y el Postimpresionismo, por contnaste, bbfan incidido cn las artes visuales. Hubo excepciones—el artista mexicano Chiusell, por ejemplo, quien, a aavés de su amigo Dr Ad, adopt el Ime presionismo; el colombiano Andrés de Santa Marfa, que desirroll6 un es: filo simbolista de rico colorido, y el pintor uruguayo Carlos Siez, excep: cionalmente dotado, que murié en 1901, 2 los veintitn afos—. No obs: tante, cuando estaba empezando a enraizarse el Impresionismo, lo artis ya habian entrado en contacto con otros movinnientos mis radicales, como el Cubismo y sus variantes, que les proporcionaban un lenguaje vistal que ellos sentian como mucho mis adecuado para exprear el cambio de sen sibilidad cesuliante de un mundo envaelto en un répido proceso de mo- demizacidn ¢ industrializacion, Cuando Rivera vuelve a México en 1921, convertido ya en un pintor poscubista que buscaba una nueva forma de ex: presién visual, que sirviera para Ia comunicacién con el pueblo, criticaba 4 Jos pintores de la academia al aire libre de Coyorein porque todavia se ‘guian haciendo pintura impresionist’ Para los artistas latinoamericanos la ruptura fue mayor que para, por ejemplo, los propios cubistas, porque, por radical que fuera el Cubis: mo en manos de Picasso 0 Braque, siempre podia percibrise en ellos su relacion con el arce anterior ~sobre todo con Cézanne=. Esta tras cién vanguardista que partia de Manet y Cézanne no tiene paralelo en América Latina Diego Rivera Mega al Cubismo por un camino un tanto diferente, eins nas hae dudablemente su serio interés por Cézanne data de después de su €poca 126 EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES cubista, Sus teorias de que habia venido a Europa a estudiar con Cézanne, asf conto toila otra serie de mitos sobre su formacion como pintor —que Posada habia sido su verdadero maestro, 0 que habia regresado‘a México para inconporarse a las guerrillas revolucionarias— han resultado simples mentinss. Pasé toda la 6poca de la Revolucién en Europa, y Posada no tré en a1 horizonte hasta pesados algunos aiios de su retorno a México, Ri- vera estuvo en Espavia con um beca del gobernador de Veracruz en 1907, tun precoz joven pintor con una exitos carrera bajo la conduccién de Ve- lasco y Santiago Rebull en la Aercemia de San Carlos, y que parecta apro pido para una distinguida carrera oficial, En Madrid empezé a moverse n Jos cireulos de vanguardia una vee que conocié al escritor y critico Rar mén Gomez de la Serna’, pero su pintum segufa fluctuando entre el rea lismo costunsbrista, con influencias del pintor espaitol Zuloaga, y el Simbo- lismo. Se sintié absorbido por el Greco y, hajo ha influencia del tambien mexicano Zérraga, cmpec6 t{midamente a.acentuar los planosangulares de sus paisijes de Toledo y sus escenas populares [lAmina 6,6], En 1912 se ha: bs establecito ya en Paris, dentro de un grupo de pintores mexieanos ens tre los que estaban Zétraga, Gerardo Murillo (De. Ad) [limina 6.7], Adol foy Emma Best Maugard, Jorge Enciso y Roberto Montenegro, Zérraga y Rivera eran Los més atrevides en lo tocante al estilo, pero solo Rivera se com: prometié totalmente con el Cubism. Lo nouble de ba pinta de Rivera ¢ nte los tres aos que siguieron fixe su gradual evolucién di tro de un estilo cubista de segunda mano —no ‘menos impresionante por ello, especialmente en los lienzos en que se ve la influencia de Mondrian y los basados en el cubismo épico de Gleizes 0 Delaunay [lamina 6 9] hasta colocarse en el primer plano del movimies to, Tavo un importante papel en las discusiones tedrieas y, tras el comin: zo de la guerra en 1914 y la dispersion de los cubistas franceses, muchos, 66. Diewo Rivera. Ln la font cera de Tole, 1913, leo sobre Irenao, 63 8D em. Colevcion dof Dolones Olmeei, 7._Dr. Ad, Gerardo Murillo). Loewokames, 1950, bea sabre ‘mania, 137 *26) em, lnsituto Cultural Cabafas, Patrimonio tie lsd, Gaadalaar 127 EL MODERNISM Y LA BUSQUEDA DE RAICES: hacia el iene, 61, Picasso, Gris y Severini continuaron explorando e inven- tando. En 1915 pinté tuna verdadera obra maestra del Cubismo, «Ree do ~dirla mAs tarde que en aquella €poca estaba trabajando para sear 2 la luz la ovis profinda verdad de mf mismo, La reyelacion mis clara me vino de un lienzo cubista, Los zaputistas fsif, que pink’ en 1916 [sic]. Mos tmba un sombrero campesino mexicano colgando sobre na caja de m dora detris de un rifle, Realieado sin ningtin borrador previo on mi taller de Paris, probablemente sea la mas fiel expresion del caricter mexicano que haya consepuido jamis»®, Paisae zapatita « La Guerrilla [Lamina 6.8), como otras obras contemporineas de Picasso y Gris, en Central (una naturaleza mucrta) sobre un paisaje, pero en vez de verse éste através del marco de una ventana, «flowy en el aire, El ciclo se ve repetido en un rellejo de un imposible azul intenso por debajo de la linea del ho- Fizonte; un paisije de montaia con criteres volednicos enmarca el sombre- inferior los Seboles, invertidos, ‘ata un, ro en la parte superior, mientras que en se internan en ¢) aul, Dentio del so senticién y realidad (¢1 papel en trompet vil prendido al Hienzo por wn ela- vo pintado, recursos como el del jucgo de formas en positivo y negativo derivado de los papier allés, y la muy reciente introduecisn del puntllis nio decorative), Rivera introduce objetos especificamente mexicans el sombrero yun sirape de brillantes colores, No cabe duda que estaba dan- do, en Paris, una respuestaa recientes noticias acerca de la Revolucion, traf das por hi nueva ola de refugiades mexicanas y sabre todo por st amigo Martin Luis Gazmny, México estaba cerca de fa anarqua y el e208"; 10 obs tante, Rivers probablemente se sintéera emocionado ante fa ides de un Mé Xico qite habia dejado su siesta colonial y que queria devolver Ia tierra al pueblo. Es esto lo que ol lider revolucionatio Zapata, que habia ocupado temporalmente la ciudad de México a finales de 1914, haba prometido jado diilogo eubisu entre repre= ‘en st «Manifiesto a los mexicano» de agosto de 1914. River rechazé el Cubismo antes de su regreso a México. En 1917 se embares en un profundo estudio de Cézanne, habiendo comenzado pre- viamente, como Picasso, a hacer una serie de naturalezas muertas y retratos realists. No obstante, ya diferencia de Picasso, que retuvo un cubismo al- termtivo, Rivera abandona totalmente el Cubismo en 1918, aunque su for midable habilidad para ka organizacién de los espacios de sis murales re- su prictica cubist, ys primer mural, La Creacii (Lamina 7,6], enlaza directamente con sus primeras pinturas cubistas, «En sus dibujos a lo Ine gies, Rivera divaga brevemente eytre un esiilo de representacion cubista y uno verdaderamente modemo, en que las construcciones espaciales real mente complejas se ven disfivadis de realsmo abierto, Es el preludio de que habia de aparecer consistemente mientras elaboraba los ta basado en el Moder tuna tendenc rudimentos de un estilo de mural realista social nismov’ La aparicién de los muralistas en México después de 1921 fte un fac- tor importante de las discasiones de las décadas de 1920 y 1930 acerca del compromiso del arte con los problemas sociales y politicos. No se trataba tanto de laadopcidn de un estilo stealisia socialist» sino de la idea de un arte para el pueblo, Sin duda seria un error decir que la preocupacién prin- cipal era la creacidn de un estilo arealista socialist» en sentido directo, Hay una considerable diferencia, por no decir opesicién, entre los diversos mu- Dw 68 Diogo Rivera Pia desapuiaa La queria, 1915, Museo the Arte Moderna, Cntdad de Mexico, INIA) 6.9 lego Rivera, Namal mre cor headin, 1915; 310 sole leno, 92» 73 em, Calect Jacques y Natadha Galmsn EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RaiceS ralistis (como puede verse en el siguiente capftulo), siendo principalmen- te Siqueiros el que mis empujaba hacia el empleo de materiales moder. nos, t6 en parte sobre Ja (enica del monuje. ‘Amaia, ditigida por el escritor José Maridtepui, que funds el Partido Socialist Peruano, enlazaba explicitamente las vanguardias artistica y lite- raria con a politica cevolucionaria, En su primer editorial (Apéndice, 6.7) experimentales y un estilo expresionista dinfmico construido deca: wuNo hace falta dechiar expresamente que Amunta no es una tribu ri libre abicra a todos los vientos del espiritu. Los que fundamos esta revista no concebimes una cultura y un arte agnésticos, Nos sentimos tuna fuerza beligerante, polémica, No le hacemos ninguna concesién al criterio generalmente falaz de Ia tolerancia de las id La revista e narios» compron postura en cArte, (noviembre de 19: aba abieria a todos los wanguardistas, socials idos con el cambio. Maridtegui expuso claramente su dencias, publicado en el tercer niimero evolucion y dec ) de la revista «No podemes scepur como arte nuevo unarie que solo aporta nue: vas técnicas. Ello seria flirtear con fa ms fila de las ihusiones. Ningu- na estética puede reducir el arte a una cuestién de técnic evolucionario de las escuehs o tendencias contempo- la creacién de una técnica nueva, Tampoco lo esté en sti en el rechazo, destitucion y ti El espiniew raeas no est c Ja destruccion de una técnica vieja diculo del burgués absolutos’ Maridtegui manifiesta una especial admiracién por los lideres del Su- rrealismo francés, André Breton y Louis Aragon (ambos habfan ingresado. csc aifo en el Partido Comunista Francés), y sobre todo pot Les Pas perdis (1924), coleccidn de sus textos dadlatstas y poschdafstas. Si bien Amaia no. se apummaba al Survealismo propiamente dicho, sf sentfa admineci6n por los ataques de surrealistas y cadatstas.a los valores burguescs y las conver iones artisticas, daba hi bienvenida a los contactos establecidos entte la fe- vista La Revolution surréalite y la izquierdista Clarté bajo la direccién de Mar cel Fourier, y anticipaba la fimdacién conjunts de um mueva revista que se habfa de lamar La Guerat Civil y que finalmente nunca Hees a publi ‘arse, Dentro de este amplio interacionalismo vanguardisa c izquierdie tn, Anmanta era, sin embargo, bastante ecléctica, Entre sus colaboradores se contaban César Vallejo, José Vasconcelos (el fil6sofo mexicano y ministro do Educacién que insticayé el programa de los murales), Dr Atl, Bela Vite (que eseribia sobre «Ane burgnés y arte protetarios) y el dramaturgo ingles George Bernard Shaw, sobre la definicién del socialism, y, entre los ar tists, cl argentino Pettonuti, José Sabogal, que pintaba temas indigenists c Grose, cuya conferencia con un estilo fiancamente modernist, y Geor: sArt and Bourgeois Society» fue especialmente traducida part Amana Mantuyo, al igual que s partes surrealistas y dadaistas europeas habian hecho despés de la Primer Guerra Mundial, una amplia red de contactos con las pocas revistas de vanguardia eistentes, El primer Bo FL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES ngimero anuneiaba Resovacién (Lima), Puturismo (Marinetti, Roma), Va loraciones (La Plata) y Der Surnn (Berlin), y el segundo, Martin Fierro (Buenos Aires), Afjar (La Coruia), Sagitario (La Plata), Poliedro (Lima), Revisa de Oriente (Buenos Aires), £1 Eaufiante (Madrid) y Repertorio Americano (San José de Costa Rica) No obstante, al mismo tiempo Amuauta se dedicaba especialmente los problemas dle Peri: su titulo, una palabra quechua que significa wsabior © samtestro», expresa nuestra adherencia a hi raza indian, y en 1927 Amauta emperé n suplemento llamado «Boletin de defénsa indigenas (De su compromiso con el indige en el capitulo 9) Por otto lado, Martin Fierro, de Buenos Aires, aposté por un moder nismo cosmopolita, rechazando tanto cl pasido como «la ridicula necesi- dad de fandamentar un nacionalismo intelectual» {véase Apéndice 6.5). Ca lificindose a sf mismos como speriddico quincenal de ane y erfiea libre, en contraste con Amauta, comprometida politicamente, afirmaba la inde- pendencia americana, pero reconocia lo inevitable de la influencia curo- pea. «Martin Fierro cree en la importaneia del aporte intelectual de Amé. rica, previo djeretzo a todo cordon umbilical. Acentuar y generalizar, a las demis manifestaciones intelectuales, el moximiento de independencia iniciado, en su idioma, por Rubén Dario, no significa, empero, que hi bremos de renunciar, ni mucho menos finjamos desconocer que todas las ismo trataremes mas detalladamen matianas nos servimos de un dentifrice sueco, de unas toallas de Francia y de-un jabon inglés.» Mart Fern, cuyo principal escritor en la direccion era Jorge Luis Borges, tocaba estos temas con un tanto de ironfa; su tftulo sale del famaso poema de Jost Herninder, en que se tata en forma pic de la vida y muerte del gaucho Martin Fierro, solitario ¢ individualist cuyas raices estin en la poesia popular oral, y que se convirtio en algo ast como un poema nacional. Martin Fier tomaba Tibremente de dadaistas y futurists, y expresaba su en una sensibilidad moderna en unos términos que prfeticamente son una parifiasis de la Fndacién y manifedo del ftsvis. mo, de Macinets, en 1909: «Mariiu Fier se encuentra, por eso, mis a gus {0 en un transathintico moderno que en un palacio renacentisa, y sostiene ‘que un buen Hispano-Suiza es una OBRA DE ARTE muchisimo mas per feca que una silla de manos de la época de Luis XV.» ‘Un modemisme todavia mis agresivo y celéetico caracteriza el fiesto del primer numero de Actual (1921), que describe la publicacion como una «Hoja de vanguardia», El «omprimido estridentista» de Maples Arce (Apéndice 6.1) adopts un tono altamente provocative dadaista fut rista, atacando a la sociedad de consumo burguesi, a sus serviles y corrup: tos sistemas politicos, y su cultura de Ja publicidad y el anuncio. Maples Arce exigia una sintsis de codos los xismos», citando ditectamente ol Ma nifesto de Marinetti (Un coche de carreras es mas bello que la Vietoria de Samotracias), ¢ inchafa un apéndice de nombres en que estaban casi to- os los escritores y artistas de la época, incluidos dadatstas, cubistas, cons tructivisas, asf como Rivera, Siqueires y algunos intelectuales y artistas cue sos, Los Esridentisas combinaban una postara extremadamente vinguatdis- 18 con el compromiso politico, y «aclamaban la Revolucion Rusan. E! ma de Maples Arce «Urber, de 1924, dedieado a los obrevos mexicanos, declara: 610. Ania Malis EL pmb amuse, 1915-16, stborcillo y post sobre pupal, £1 45,5 cm, Museu de Arte Contepordies da Univenicate de Sto Pils : TALISMANS PUSAN NVA EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE Ral Loe pudanoncs de Rusia respiran en nmesiradireccion los aites de la revolucisn social’. El Madheie, fandada por el Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores, que se convirtid en el Orgaro oficial del Particlo Comunista Me- aba estrechamente ligada al xicano (wPeriddico obrero y campesine»), movimiento de los muralisas en el campo del grabado en madera. Los «modemistas» brasilefios eran un grupo espectfice cuya primers ma: nifestacion pablica fie ka Semana de Aric Moderna de 1922 en Sto Paulo, dentro de la cual habia exposiciones, lecturas posticas, conciertos y conte- rencias, Graga Arantia hablé del papel rector de Ia mnisica y his artes visna les: eh miisica de Villa-Lobos, Ia escultura de Brecheret, la pintara de Ca valeanti, Anita Malfits, Vicente do Rego Monteiro, Zina Aitw, ast como los eaudaces» jovenes poetas'”. En realidad, lay primeras stcudidas del mo- demismo brasilefio datan de una exposicisn de pintura de Anita Malfiti, on 1917, que provoes tina considerable hostilidad entre pliblico y criticos [kimina 6.10]. Un largo articulo, por ejemplo, aprovechabs la ocasibn pata atacar al arve moderno en su Conjunto, especialmente el Cubismo, afimmam do lo que para su autor cran, en cambio, los imalterables valores» de los everdaderos» artistas modemas como Rodin, Frank Brangwyn y Paull Chae bas!!. Oswald de Andiade, poet y dirigente del grupo modemista, defen: did a Malfats poraveverse a desifiar el snaturalisme Rotogrificos, entonces dle moda, con lienzos atrevidos y audaces, En realidad, 11 obra de Malfitt era modemista en términos muy generalesy ecléeticos, combinando la dis- tonién angular de hs figonas con li utilizacion libre y un tanto faunista de Jos colores complementirios, Es interesante que nto De Andrade como, Aranha destacaran lt audacia como un valor en sf, en vez de alguna mucva 1 que los estilos modernists se var estética 0 cendencia especiticas pa lorin mis que nada por su capacidad de impresionar; cuanto mids extravae zante, mejor En cl mismo afo de la Semana de Ane Moderna se fando Klaxomy, de estilo futurist, «revista menstal de arte moderno» (Si0 Paulo, vease Ape dice 6.2). Destacaba ef contexto internacional ¢ industrializado del ate «Una nueva escala., olan ncio produciendo letras mayores que torreanes Y las nuevas formas de ba industria, del transporte, de la aviacién, Postes Gasémetros, Rieless Tarsila co Amaral, la artista mais estrechamente li nista, opinaba, significativamente, que el Cubismo eta lu al grupo moder an movimiento des tructivo, pero por el que era necesario pasar. Les escritos y manifiestos, aun. que carecian del escepticismo de los dadatstas y la riqueza tcériea de los futurists, mosiraban un sentido tanto de ruptura como de exaltacion en maciones del mundo moderno, El manifiesto de Oswald de Andrax deen PawBrasil (Apéndice 6.3) contiene, sin embargo, un elemento nice vo. Sin rechazir el injemacionalismo de Klan, y afirmando dlaramente su carencia de credo estético («ninguna formula para la contemporinea ex- presién del mundos), Pau-Brasil vuelve al Brasil de manera novedosy, har indo de su cultura mestiza, del contrast entre st paisije tropical y laine dustria modern: importantisimo cumbio en la conciencia de u y wiiliza la fase wh jungla y la eseuelv, Esto seila un grupo de intelecwiales, poe= be EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES tas y artists altamente intelectualizados, todos ricos por su casi y con un alto grado de estudios, que corstituyd el grupo modernista —un cambio no hacia ninguna simple yersiin del intemacionalismo, sino hacia un sen lido de la colonizacton=, Esta conciencia «fire Hevada a su paroxismo en, el “Manifiesto aniropofigisia” de Oswald de Andrade en 1928 gue nos ex: horta a devorara nuestro colonizador... para apropiamnos de sus virtudes y habilidades y tansformar el tabi en wien”, En este manifiesto (Apéndi: ce 6.4) intenta abrazar las contradiceiones de su condicion: modermo/ pri: mitivo, industria/indolencia, centro/regién, Buropi/Américe. «De la Re voluicién Francesa al Romanticismo, 2 I Revolucién Surrestista y al hirba ro teenizado de Keysesling, Caminamos, Nunca fitimos catequizades, Vi 612. ‘Tapa do Amal. Aunopafiin, 1929, 126 » 142 en, Pundigio Jone c Paulinn Neminovsy 613 Tapila do Amaral. Maron cima Ui, 1929, deo sobre Hieneo, 73% 99 can. Aceeo Aeeico-cutira dos Palets co Governo d 6.14 Tari do Amaral Majer nega, 1923, boo sobre lem WA) 0 cm. Museu de Arts Contemporinea da Universidade de Sto Pas, EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES vimos a tavés de un derecho sonimbulo, Hicimos que Cristo naciers en Bafa, O en Belem de Pari, Pero nunca permitimos e! mcimiento de bi El «Manifiesto Antropofigistay se publice en cl primer namero de ka Revista de Antopofigia, ilustrado con un dibujo de Tarsila, una figura des pliado, um enctus yel sol, el mismo mo- boradoal aio siguiente en el lien- nuda con un pie enornemente tivo que aparece on su Kenzo Abupory zo Antropojigia [Kamina 6.12 Tasila encontro lt pakibra en un diccionss rio de cupi-guarant: Aha, que significa shombre», y pom, «que comes. Tar sila estavo en Paris en 19224923, y allf aparecieron las primeras huellas de los temas de «Paur-Brisily cuando tan sélo estaba aprendiiendo un cubis mo analftico bisico. Ademras de la sobria pale de sus pintras cubista, Jos lienzes en que en una forma w otra aparece la idea de la ung ye cul tienen colores violentos y un fondo simplificado y geometrizado $6 convierte en algo totalmente abstracto, que, en sus mis notables obra como on Mujer aegra [Kamina 6.14]. Ls mujer sentada y Ie plan de Mujer negra anuncian ya e] motivo de Abapor/Antropofeia En Paris, Tarsila habla estudiado con André Lhote y habia frecuentado el exudio de Lé is de miembros cilindrices y colores violer- tropical tos sugieren la importancia que Léger tavo para ella, pero su obra siempre fixe muy personal Léger fue quien le present6 al poeteviajero Blaise Cendrars, y en la por tada de Fevilles de rowe de Cendrars aparece un dibujo de Mujer negra. En este mismo aio de 1924 tanto ella como Oswald de Andrade y Cendrars encia sobre estaban de vuelta en Sio Poulo, donde Cendrars dio una cor los poctas modemes franceses"” y el grupo la utiliz6 como ocasion para vie sitar Minas Gerais y el norte del pafs, lo que acelers el sredescubrimiento del pasido colonial, yl cultura popular en has pequetias cindades y pure: blos. En ese aiio, en un esiallido de actividad, Tarsila hizo una serie espe- cialmente exitosa de cuadros,a los que es probable que la presencia de Cer» drars diera un impetu afiadido, Sus obras de hacia 1924 se centran en dos temas contrastantes—h cindad y las falas, qe aparentemente cran mis cer canas al eampo=, Las primenss tienen las fachadas blaneas de los edificios modernos, sin perspectiva, aungue el espacio se construye por medio de planos solapados con disminucion de la escala, con bombas de gasolina con algo de antropomérficas, pero sin personas, utilizando una mezcla de colores mis 0 menos violentos con los pasteles del Purismo [lamina 6.15} Lay carreteras, ferrocartles, ctc., sugieren una especie de primitivismno ine dustrial, En contraste con esto, las fvelas estin Henas de vida —gentes, an males, vegetacion, banderas, con naranjas, rojos imtersos y verdes oscue ros, todavia planos, y derivados de los colores del arte popular brasilef. Como Taniila, Emilio di Cavalcanti pintaba escenas populares locales con iin estilo simplificado y de gran colorido [lamina 6.16}. Los modemistas brasiletios de los afios veinte eran un grupo de elite privilegiado, que vivia una vida cosmopolita y viajaba libremente tanto a Europa como por has provincias, Mas tarde, un erftico comentaba el espec ticulo de Tarsila volviendo de Parfs con sus trajes de Poiret, para ensefar aha gente a ser brasilefa'*. Sin embargo, aunque el grupo no estaba direc- mente implicado en los turbulentos acontecimientos politicos del Brasil de los afios veinte, en los treinta varios de ellos se hicieron izquierdistas bt EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES "Tarsila visité Moscti en 1931 y su obra evolucion6 en el sentido del realis: mo social En oposicion a este grupo de modemistas bisicamente urbanos y cow mopolitas, Gilberto Freyre exiga en su Programa del Centro Regionalista (1926) ura politica social, econémica y cultural regionalista, Recifey el nor deste del Brasil habian sido importantes centros de actividad artistica y el ane popular Gene alli una amplia base regional, En 1932 se fandaron dos grupos de apoyo a SPAM —Sociedade Pro-Arte Moderna, y CAM =“ nos! este ditimo lo funds el artista y arquitecto Flavio de Ci te modemo en Basil tube dos Artes Moder valho, para ponerse al elitismo de SPAM. En 1951, ls primera Bieml de Sto Paulo hizo de Brasil un centro internacional del arte contemporinco, Para aquellos actistas que deseaban adoptar un lenguaje modemo, el Cubismo ema un paso east inevitable. Petionati hak tuna beca en 1913, entrando en contacto primero con los futurists, y hx go, en 1924, con el Cubismo, En general se mantuyo bastante influido por Picasso, aunque 1o mas interesante de su obra es una adapracién plana y de dngulos duros del Purismo, que llegéa hacerse en ocasiones altamente abstracto [Limina 6.17]. ‘Amelia Peldez. era una de artistas mas jovenes y menos radicales que colaboraron en la exposicion organizada por kt Revista de Avance en 1927, fundada en La Habana por el «grupo minorisa, entre los que estaban Jor ge Mafac y el novelists Alejo Carpentier (Apéndice 6,10). Eran admirido- res de los muralistas mexieanos y de José Vasconcelos, asi como del pocts espaiol Garcia Lorca, De todos los artista, Peliez fie una de las que mejor comprendié el Cubismo y que lo utilize de forma ms original Pelice volvié a viajar a Parisa finales de los veinte, permaneciendo alll sieteaios, estudiando concienzndantente ol Cubismo y en particular la sti- tesis cubista de Picasso y Brague en el perfodo 1912-1913, en obras en que utiliza kipiz y ellag. Yendo hacia un Cubismo en el que la construccion, Ja compexicién de una superficie con elementos casi abstractos en combi- nacién con objetos, era mis importante que el andlisis de la forma, Police mostré una gran solide, aun cuando el conjunto de su obra en ese ates fuera altamente eeléctico, como ella misma subraya en un comentario: «Los artistas que mis me interesan son, entre les franceses, Ingres, Seurat, C& zanne, Picasso, Braque y Matisse. Adem de eolligescubistissintéticos, Pe lice trabs que una monumental figura picassiana yace sobre el fondo de wn paisaje de formas orginicas aplanadas, fucrtemente resaltadas, que nos recuerdan los lienzes del Léger post1920, En 1931 ingress en Ia Académie Contem estilo curvilinco, como, por gjemplo, en Siete (1936), on poraine de Léger, donde estudia con Alexandra Exter, A su wuielta a Cuba, rea una sintesis totalmente original y dinici de Jos elementos dé su obra anterior, en naturalezas muertas ¢ interiores, con frutas y flores tropicales de gran riqueza de colorido, planos mate perfilados por fuertes trazos ne= 10s, inspirados en los clabordos hierios forjades de los baleones, las refs y los abanicos de las casas de finales del siglo XIX en La Habana [limi- ma 6.19]! La figura del uruguayo Pedro Figari es dniea y, en clertos aspectos, un caso aislado, Abogado de brillante carers ptiblica, comenz6 a pintar pro- fesionalmente en 1921, a Los sesenta aiios. No Ie interesiba, como muchas 136 EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES veces dijo, la pintura por la pintura, el métie, el oficio, Mas bien parece haberse consideniclo guia de finturas generaciones de pintores: «Mi idea es elevar el nivel de nuestra cultura y hacer que amemos esas costs americas has que son tan nuestras» EI novelist cubano Alejo Carpentier describié cl amor de Figari por lo verniculo americano: «Para Figari, no hay nada mds adorable ea el mundo que aquellas cosis que los ridiculos y cursis de nuestra terra natal consideran lio», desolados como estin por no ver las ciudades tropica tidas en reprodueciones de Piccadilly, Patios coloniales, bi Jenin, fiestas de negros, bailes y canciones populares, guitarras, eambo= Tiles, colores brillanies, murges, percales y sedas barbaras; he aqui los temas que le inspiraban". Los temas de Ia pintura de Figari estin colocados sa cierta distancia en cl tiempo y el espacio», come dijo Borges de su propia coleccidn de cuen: tos que Heva por titulo EI infonme de Brodie, Muchos de ellos, como los nndlros de Figar, estin localizadas en Ins titimas décadas del siglo X1x, en medio de la pampa, con bravos gauchos semianalfabetos por protagonistas, y enclloy el duelo es la accién mas caraeteristica La pampa tiene un signo caracteristico, e) ombti, un érbol muy pa tiaalar que con frecuencia ocupa el centro de las obras de Figari [Limi- 116.22}. El naturalista W. H, Hudson, que vivia en una estancia en medio dc la pampa siendo niito, en los dltimos aos de la dictadura de Rosas, 1o describe ast No cabe duds de que el ombé es un drbal muy peculiar. Porte: nece ala muy restringida familia de los Phytolaca y es de cnorme en vergidura, puede llegar a 1 metros; pero su madera ¢s tan blanda y esponjasa que se puede cortar con un ctichi- nite inadecuiada para el fuego, porque, uma ver cortada, ener hasta entre doce y qui Io, y es tol se niega a seeanse y se pudre como si se trutara de una sandia madura, Crece lentamente, y sus hojas, que son grandes, brillantes y de un ver de oscuro, como hs del laurel, son venenosas; debido a su imutilidad cs probable que acabe extinguiéndlose... Pero antes de que se plantar orres Arboles, cl anticusde y grandioso ombts tenia sus uso sorvia de yonel ve: el médico marca gigantesca para el vigjero de las mondtonas Manu rano dabi su generost sombra a hombre y caballo, mientr 6 el herborista nativo, en ocasiones, utiliza una de sus hojas para tun violento pa si desordene! paciente que necesita un remedio n En las pinturas de Figari de reuniones sociales o rituales, como los fi unsentido de un manslo pasado 0 que se est nerales, | endo. Con fre. euencia pinta escenas de xcandombe» en contraste con otras danaas mis c ropeas, come el speriedne y otras danzas crillas, «Candomber fte el nom: bre dado a las reuniones semanales de la poblacion negra del Uruguay (des censdientes de esclavos escapados de las plantactones brasiletias), ya una da za de origen afficano, (Las actividades socio-cligiosas en Brasil se cono- cen con el nombre de wandomblés,) Estas danzae tenian lugar los domin: 17 Portocarte, Dial no 3, 1982, 6leo sobre leno, 455 un, Masco Nacional, Paco de Bellas Arts, La Hakan, 6.16 Emiliano di Covaeanti, Cio muchahas de Guarsined 13), leo sole liens, 97 es, Musca de Arte de So, Paul, 6.17 Bwiio Peetorut, Sob aneurin» dtd, 1941, > sabre Heno, 99.5 £65 em. Masco Nacionil de Hellas Artes, Buetos Aires 619. Anelix Bele. Bl mace blanc, 1935, Seo sobre lieneo, (64.79 em. Masco Nacional, Paci de Dells Artes La Hoban TT) OT — i ¢ EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES {gos y hs principales fiesias del calendario cristiano, aunque hi celebra afrolatina es eesencialmente profana wuchas veces el tema del candombe, como en Nostateas afianas [J que recordaba de st nifter, en has décadas de [860 y 1870, perfodo en que habia perm necido inalterado, El vigor y la escala de las figuras de bailarines y tambo- rileros de las excenas de candombe eontrasta adas y pom poss reunniones sociales del mundo blanco criollo, que refleja con dureza y distanciamicnto, con sis candclabtos y sus retratos enmarcados, asf como también con ls escemas de da En 1930 publica en Paeis Historie Kivi, un relato de un mundo wtspi- co que era, como todas las utopias, um critic y sitira de la sociedad con- temporinea, especialmente la del Rio de la Plata, Las gentes de Kiria no conocen diferencias de razas, no conacen supersticiones, no tienen ni gue ris ni sentido trigico (para ellos la vida no es un valle de Iigtionas), pre- e Ped Figur, Catlles computers, s. 6leo sobre bla, fn lo Gil a lo decorativo y se rien de la idea del arte por el are. J cin, Coleccion patie, Buchs Airs 6.33 Pedeo Fai, Nota afm sf, leo sobre cary Six 60 enn. Masco Municipal Joan Mantel Blanes Montesideo, FL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES Su apasionada preocupacién por la reforma de las instituciones legales, educacionales y artistas (en algunos aypectos sus ida som similares a las de Ruskiny William Morris), su preterencia por kt naturateza en cetrimen 10 de ly ecivilizacidn» y de lo racional sobre lo plicar su fila d ‘illowo, ayuclan a ex interés por las formas mis radicales del arte modemo, aun- gue vivio y pinc6 en Parts en bo xe de su. impontancia artistica, $i bien tiene una cierta deuda con cl sintimismo de Bonnard © Vuillard, esta re- hacién lia de verse con mucho exidado, Compatads con la de ellos, la for ma de Figari es jspera y rudimentaria: manehaba la pin 11 para ge zat les rasgos, pero siempre restringié al méximo los elementos dece vos queen Vuillard se extionden por toda la superficie, limitindolos alos Jugares donde naturalmente aparecerian, como vestidos de algodén, por ejemplo [limnins 6.24} Nadie ha expliado con mayor claridad que Borges la peculiar nacura Jez de la memoria en un pais en que la inversion en Jo nuevo implica una ‘oul negaci6n del pasado, De Figari, Borges dijo: wo EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES sHablo de hy memoria argentina y siento que una condicidn de moe Alesta protege este tema y que deleitarse con él es una craici6n, Porque en esta cast de América, las tes de todas las naciones del mundo han conspirado para desvane que no son ninguno de nesotres, pero que predecimos ser erse en os nuevos hombres y mujeres, argenti« nos, para acercarnos a nuestro esperado objetivo. Es una conspiraci6n de un Gpo poco comin: una insélita aventura de ruzas, no pura sobre+ vivir sino para ser Finalmente desconocidas: singre que busca la noche. Lo criollo es de los conspindores. Lo eriollo que dio forma a toda la naci6n ha decidido ahora ser uno entre tantos. Para que pueda haber 1 de olvidar los honores. Recordarlos cs casi un remordimiento, un reproche de cosis abandonadassin Ia in- n adids, Es una memoria doblemente reverenciada por criollo asi lo exige para Is galanteria y perfeccién del mayofes honores en esta Gi rervesion de gue el desti sacrificio, Figati es precisimente esa tentacién de l Tanto Figari como el argentino Xul Solar (Alejandro Solari) adaptaron tun estilo derivado de lo curopeo a unas temas particulares, pero mientras Figari fue en busea de lo verniculo, Solar se preocupaba por un mundo Mt 5.24, Pele izan, Tague de avin, 5, eo sobre cats, 69 99 em, Misco Nacionl de Artes Plizics, Montevideo, EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES. mis mistivo y misterioso, De vuelta en Buenos Aires tras doce aftos de ex tancia en Europa, pronto se vio arrastrade hacia el grupo ¢Martin Ficrt0», ndo en hi revista (radujo, por ejemplo, uno de sus poetas dadats ristian Morgenstern), hizo dibujos para libros de Borges, idioma dels angentins [Himvinas 6.25, 26, 27}, Solar no slo pintd sus ideas en que dibuja sobre el lenguaje de pintores como Klee y Mae levich, o los expresionists alemanes, sino que también invens6 dos ler auajes, cl encocriotion y el «pan lengua», y estudi astrologta, La verdad ies que no cuesta el menor esfner7o imaginar a Solar tanto como colaborie dlor de Borges como de tema de alguna de sus Fciones Los paisijes de Solar, que a veces se convierten en ciudades © wrres, otras vistas de montaias, relacionadas tanto con la pinta japonesa como con h Capadoeia, en el centro de Turqufa, una tierra exttafiamente ero- 6.25, Xvl Soi Br pus gone 193 om 8]. En una de las primers versiones de este paisaje {Wasim Coles ha neil fot hey aus edari uba'ea Eorepe los pice EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES 6.29 (Uaguienda) Xu Soar, wLasquste pleentes, LM, rémpers ses mae Hnde cp ay marc dean pido 49,3 37.5 cm. Coleiciin Pela y Mano H. Gradoweiy, Bikenes Aires con puertas y ventans labradas en fa roca estin claramente bastdos en bs rocas de Capadocia, Posteriormente Solar atadirfa escaleras y arquerias, ett 6.29. Xul Solr. Vale hand, 194, émper sobre papel metférica referencia a la experiencia trascendental, como en Paisaje (1938), montado en talba, 35 % 50 am, Galeria Kramer, Buenos Aires propiedad de Borges, 0 en Valle honde (1944) [Limsinas 6.29, 30). Ni Xul Solar ni Figari formaron escuch, a pesir del éxito que ambos tuvieron en Buenos Aires, En cambio, Joaquin TorresGarcta, a pesar de haber hecho casi toda su carrera fuera desu Uruguay natal, en Espaiia, Fran cin y Estados Unidos, tras su retorno en 1933 desplegé un activo proseli- tismo, ejerciendo una duraderainfluencia sobre el desarrollo del Construc: tivismo en América TorresGarefa compartfa el intemacionilismo del generacién cons tnuciivista de pogguerra: Moholy-Nagy, Mondrian, Richter, Vordemberge- Gildelart, Schwitters; peco al mismo tiempo siempre hubo un profundo sentido del lugar en su obra, En su texto #Bscucla del Sum» (1935, Apén dice 6.11) es clarisima esta dualidad. Dice de Montevideo; 4 tal caricter no esté en el mate, ni en el poncho ni en la cancign: «37 Xul Sole Pig 1938, acuael bre papel Galo cm 6 algo mis sutil, que todo lo satura y que tiene la misma claridad, la abb, 31.7 87 em. Colccin pancuar, Bens Aes misma Inz blanca de Ia ciudad... ¥ aqui estamos, gje de todos los tor radizos vientos de estas tegiones que transformian todas las rqgiones y Jos cuenpos, en esta singular margen del gran Rio: ung casi peninsuls, como si quisiera adelautarse en el continente para marchar a la vanguard, 6.24 4) Stan Son Dansu Nuestra posicién geogrifiea, pucs, nos marca un destino.» ‘, Coles Manion y Jorge ruarcla sobre carton, 25 31 ero Aires 1B 6.31 Joaquin TerresGareia. Monmmento aie, 1938, Prque Rado, Monnendeo, 6.32 Jonquin Torres Gursa, Bona abraas metic, 0, Gleo solve enzo, 146111 an, Legudo de artist, Nusa York EL MODEFNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES. Se dio cuenta de que habia pasido el tiempo de la renovacion y him: portacidn: sPorgue creo que past la €poca el coloniaje y la imporiacion (bar blo ahora, mis que de todo, respeeto a lo que se Hama cal) y as, jIargo! con el que, literalmente, hable otro lenguaje que el mest sa {ural (y 10 digo eriollo), tanto si escribe como si pinta, como si com pone misica, Ese, sino aprendi6 ka lecvin de Europaa su debido tiem- po, tanto peor para él, porque ya pass el momentor Pero, no obstante, er inevitable que se en Paris, En 1935 fundd Ia Asociacion de Arte Constructive, y Ia revista Circulo.y Cuaudado (1936-1943), resucitando el nombre del movimiento cle et Carré», del que habsa sido miembro fundador en Paris en 1930, m1 inlluido por su estancia npresio ciones de la obva de los principales constructivistas de todo el mundo, tuve ante revista de TorvesCarefa, eon colaboraciones y reproduc. tun gran influencia en América Latina, y ello, junto con el restablecimien to de su tuller (estudio con disefpulos), v sus textos y conferencias, fue fim damental para la propagaci6n de su Fn 1938 erigio el Mowunono conic [Kimnina 6.31] en un parque de Montevideo junto al Museo de Bellas Artes. La red de 1 amnuiror exento piedra contione muchos de los signos y simbolos de su pintira: el sol, el anela, la escalena, el reloj, asi como otros de invencidn propia. Aunquesus referencias a las eivilizaciones americanas indigems a lo que él Hlamé sla doamérican, 0 especificamente a la teogonta andin— aumentaron ea este periado, ya existian en st Gpoca de Parts en que se inspitd en ta civilize ccién preincaica de Tihuanaco tanto par kt iconografia como para la estrus tua (habia una reprodu ‘ign en escayola de Ia Puerta del Sol en Trocade- 10), ¥ en las formas de hs figuras y Los colores de la ecrmica de Nazca [lt minas 6,32, 33) Estaba tumbién fiseinado por las fotografia de las grandes cedificaciones incas det Cuzco, y Ia fortaleza de Sacsahuaman, y las faertes sombras dibujidas por los bordes biselados de hs piedras gigantes en sus malliy sgulares apaceceni una y otra ver en sus obras en blanco y negro. Sin embargo, sus «méscaras» siempre fiteron algo muy gencralizado, util zando, por gjemplo, los simbolos, universalmente reconoeibles, de mascu- no y femenino. Aunque TorresGarcha tiene contactos con Mondrian, no comparte si polemicaactitud hacia la abstracci6n, Si comparte, en cambio, la fede Mon rian en el equilibrio entre fixerzas opuestas, como, por ejemplo, entre re zn y naturalera, vida y absteaccién, Mientras que el ex dadatsta Hans Arp (como Mondrian, micmbro de «Cercle et Carré) subrayaba Lo natural, Io irracional y lo orginico sobre lo human y lo medido, Torres buscaba el equilibrio con ki rizén, Traz6 la evolucidn de los diferentes modos de re presentacién el signo naturafista vers el Signo geométrico= hasta la ¢po- ‘ea primitiva, buscando has fuemtes tanto en ka prehistoria europea como en cl arte precolombino”. El signo, dice, constituye la Tradici6n del Hom be Abstracto «Toda cultura primitiva progress en es linea. Su arte, siempre de expresion geométriea, es un ritual, algo sygrado, 4 EL MODERNSMO Y LA BUSQUEDA DE Ril Euie es el problema a que ha de enfrentaese e! artista hoy: es tam, bien el deseo que revels la expresion artistiea moderna. Elevandio el término eestructurasa un plano universal, podemos d ral, pudiendo asf captar la esencia cto, ¥ ésta sorta hy me terminar que el signo es algo nat del punto de incideneia entre lo vive y lo abst Jor explicacidn de lo que entendemos por Ante Constructiv Por mis cambios subsiguientes que sufficran, la mayorfa de las obras de les artists incluidos en este capitulo estén marcadas por st inicial com: promiiso con \dernismo curopeo. El pintor venezola: no Armando Reveron, no obstante, como Dr Ai y Figari, permanecio pric: ticamente intocado por los radicales cambios que-twvieron Lugar en los aos inmediatamente anteriores a ly Primera Gueera Mundial, En cambio, expresado por los iva igtin aspector del m se vio afeetado por el rechazo de la pintura impresionisas, represando de Europa en 1915 tas abandonar di mente el estilo acackémico de sus estudios en Ia Academia de Bellas Artes de Caracas: los lienzos de esta época muestian que habia sido un dotado colorist, Animado por el Cireulo de Bellas Artes —fundado en 1912 en ‘oposicion a kis limiaciones de la Academia, como una organizacién en la que cablan artistas y eseritores, y que ¢jercié una gran influencia sobre la nueva generacién de artistas venezolanos=, se dedicé a pintar del natural y, fandamenealmente, paisijes al aire libre. En 1921, Reverdn se erslad a Macuto, en la costa del mar, donde vivié el resto de su vida, Ya en 1916 estaba yendo hacia el uso monocromo del azul, y entre 1926 y 1932: pinto um extraordinaria serie de paisjes de una asombrosa originalidad Limi nas 636, 37}. Los lienzos son easi de un blanco puro, como en una met form de la pureea de la luz, que une y trasciende todos los colores del es pevtro, Generalmente pintados tenuemente, viéndose a través del Tieneo, 7 634. Joaquin Torree Carla, Pahamama, 61940, dleo sabre tmaderi, Za # 85.1 em, Colecciin Cecilia de Tomes, Newt York 6.35 Armando Reverin. Fins en Vf, Slew sobre eno, 50 x 45 em, Coleccion Savas, 633 Joucin TorsesGarcla, Ane onerusivy con gan sol, 1942 Siew sabre earn, 75 *4¥ cm, Coleceidn Augusto Torres, Nueva York EL MODERNSSMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES 637 Armando Reveron, Pasay del pueno de Guta, s£,6le0 como en lienzos anteriores en los que el color empicza a filtrarse de nuevo. Ea lasregsale eae e Reverén vivi6 cada vex. mas aislado y ms excéntricamente, suffiendo ctisis nerviosas, de apariencia salvyje, ganindese fama de ermitaio, con et ‘estudio convertido, Hegado el momento, en un escenario Heno de muie- cas y qjuguetes», Aunque le gustaba el patromazgo de la elite caraquetia, y ‘exponfa todos los aflos desde 1940 en el S:l6n oficial de Caracas, su vida pasaba por alto todas las convenciones, exeluido voluntariamente de I so- ik iuinle PERO UK MN ORY ciedid, viviendo aldo, como tants artists de Pars fines dl sigh pe thmpet sabre pen, 98,7 Risers Cokecos prteubr, sido, «la vie boheme», lo que era como un simbole de su condicion de 1g EL MODERNISMO Y LA BUSQUEDA DE RAICES artiya, Reveron establecié una distancia enue él y el mundo al que ¢ ain momento habia pertenecido tan grande, en lo espititual 8 10 en lo eogrifico, como la extablecida por Gauguin al exe 638 Aen Ron, Aan om may 149, bone ti, cols pal en papel sobre econ «83,5 em, Galerla ane ‘Nacional, Caracas, 7 El Movimiento de Muralistas Mexicanos ‘Los mutalistas mexicanos prodajeron el mayor arte pablico popular revo ucionario de ese siglo, y st influencia en toda América Latina —eltima- ‘mente en los muros de Nicaragua ha sido de gran aleace tanto en el tiem= po comoen cl espacio, Hubo un momento, déeaa de 1930, en que lego asentise incluso en Gran Bretaita y Estados Unidos, pero desde entonces nara ver entran en el discurso artistic de Europa! La principal difieultad consiste en presentar adccw: Ios, pues, aunque s hicieron murales portitiles, no logran offec cl sentido original de ls obra ubicada en ef lugar que pertenece. Geton murales, a lo ancho y largo de México, en todo tipo de «decors dose: graciosas iglesias y palacios coloniales, patios de edificies oficiales, &> uch, ayuntamicnios, museos, en espacios que iban de una oscura y ab- surda escalera a a ms lesiacada fachada del edificio mis moderno, Estos artists futeron lo mas ereativo y lo mis activo de la vangardia revolucionaria de México, con un fiterte sentido del valor social de su arte, La violenta revuelta de 1910 contra cl régimen de Porficio Diaz restallab tuna y otra vez durante los diez afios siguientes, tiempo en que la sila pee sidencial estuvo muchas veces vacante, La Revolucién —unacontecimiento de tpo eataclismieo, que nuncs Heg6 a articular totalmente en torno a nningiin programa completo ni a ningtin conjunte de intereses (aunque hy lucha de Zapata por la reformia agraria en Morelos fue un problema fan damenval} trajo consigo uma nueva conciencia al pats’, La inauguracion del perioito presidencial del viejo lider revolucionario Alvaro Obtegén, €1, 1920, inicié ese periodo de esperanza y optimismo en quie macis el mo vimiento muralist, sLa Revolucion nos revelé a México ~dirla Octavio Paz=; 0 mejor dicho, nos dio ojos para veto. ¥ se os dia los pintores..»’ En contraste con la respuesta un tanto pasiva de los novelists, Ios pintores nandaron los muros con umn torrente de imagenes de todo tipo: reaistas, alegoricas satirias, prescntando toda una serie de aspectos de hy sociedad Imeexicana, sus aspiraciones y confictos, su historia y su cultura, Habfa varias razones para que dominaran las artes visuales y est primis ia cultural que son los morales, Casi inmediatamente después desu nome brimiento, José Vasconcelos, filsofoy revolucionatioa quien Obreginde siynd presidente de la Universidad y ministre de Educacion, se compro- ‘metid con el programa de Los murates; lo inusual de esto, no obstante, en Comparacién con otras situaciones revolucionarins, fue la ausencia de di- reccifn en lo tocante a estilo © temas, Vasconcelos dejé 4 sus artistas en tou libertad para elegir sus cemas, con consecuenciss imprevistas. St vi sionatio plan estaba enraizado en una teoria social que Ie deba tanto a las ideas pitagoricas como al postivismo de Comte; sostenia que ha socie evolucionabs a lo largo de tres perfodos, de los que el mis avanzado ers lamente los mura nunca 15] unten dar siden, Coton Vicky Mares Nica TL Diego Rivera. £1 hombre, ontolalor dl univ, (deel) 1994, fiesen, Museo del Falco de Dalla Ate, Cité de México (INA), 7.3. Fernando Lea, La és de Bolter Bolivar de wit, sE) hiberadon, oka verte de Hoth, 1930, acuarla sate ppc S2x37,5 cm, Cds Uno, Colevcien Fernando Leal Audit EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEXICANOS el estético, en el que estaba a punto de entrar el México revolucionatio. 1Si bien Vasconcelos no compartia muchas de las opiniones del Sindicato de Pintores acerca del arte colectivo, s erefa apasionadamente que a los me xicanos slo era posible gantisetos tocadotes la sensibilidad extticar Convencido de gue en México lo que predominaba era la sensibilidid es (ética, por encima de la musical, fue el primer habilitador, dejando los mu- ros de ht Escuela Nacional Preparatoria (ENP)’ a disposicion de un grupo tas extrcmadamente jévencs y escandalosos, sacados de la escuclas carte y los estudios 0, como en el caso de Rivera y Siqueitos, ya mas ma duros, animadosa yolver de Europa En segundo lugar, habia en México una higa tradicién de proyectos murales*, Dr Ad (Gerardo Murillo) deefa durante 1 breve estancia al fren te de la Escuch de Bellas Artes en 1914: «Arquitectos, pintores y escuo- res no deben tabajar pensando en una exposicién o en un titulo, sino en hacer o en decorir un edificio»’. ¥ aunque la mayoria de los pintores los tuviera menos en cuenta que a los frescos ital des anteriores a li Conquista habjan estado cubiertos de murales', La pri es, Los muros de las ciuda- ‘mera vez que River vio ejemplos de ello fue cuando acompané a Vascon celos al Yucatin en 1921, en Chichéndtzi, en el Templo de los Jaguars. En la prictica, sin embargo, la «tradicién» sélo existfa en teorfa, y hs pre= tcosiones de les jovenes de estar empezando de ht nada no eran pura ret fica, En sts ensehanzas no habfa entraco para nada la pintura mural, y sus historias de cémo empezaron a aprender por si mismos frecuentemente al- canzan niveles de alta comedia. Hubo um primera batalla entre los segue dores de la tenica del encausto’, utilizada por Rivera en su primer mural, La Crean [lamina 7.6}, y los de ta det verdadero fresco, que fue ht que siunt, Tanto investigadores como pintores hicieron todo lo posible para averiguar vigjas t€enicas en 1925, durante la primon ise de la pintura det Ministerio de Edueacién, pero los resultados no fineron mucho mis sli de los pincetes sumergidos en un cube de agua con hojas ce nopil. Algo también a tener en cuenta, por Lo menos para aquellos artistas que, como 152 EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEXICANOS Rivers Siqueiros, habfan estado en Europa, fue et que varios de Tos artis: tas que habian pasido por el Cubisme umbién querfan pintar a gran e Ja, como por ejemplo Delaunay, y, con una orientacion més popular se migjante ala de ellos, Femand Léger. En tercer lugar, la Revolucion hizo que salieran nuevos datos acerca del «problenia indio», bajo el cual estaba oculto cl principal problema, cl de si sMéxico» ora una nacién o eran des, cuyos resultados daban gran im= portancia al papel del arte, El arquedlego y antropslogo Manuel Gamio sexplica en st Foriando Paria, publicado en 1916, por qué cl arte no es un intruso social en la forja de un pais donde sus usos estin tan extendidos como el del pan», como dice Jean Charlot, citando a contimuacién el libro de Gamio: 5 cn materia estética contribuyen sustancial- clases sociales en México. El indio consee- vay practica el arte prehispsinico, La clase media conserva y practica an arte europe culificado por lo prehispinico o indio. La llamads aris: tocracia pretende que sw arte es puramente europeo. Dejando a esta tltima su dudoso purismo..., parémonosa observar alas oiras dos clases. Ambas estén ya separadas por diferencias émicas Opiniones diverge mente a h separacion de yecondmiaas. El ticmpo y lz mejor econémica de Ir dase nativa com tribuirin a la fusion étnica de Ia poblacion, pero la fusion cultural, sin dada, sexi ambién un factor importante... Cuando la clase nativa y la redia compartan un lo concerniente aarte, una de Jas bases slidas de Ia smo criterio « nciencia nacional seri ya un hechow'" Estas ideas, que colocaban las artes visuales en primer plano, ayudaron 1 establecer el marco cultural y politico en que el muralismio se exablecis al, pero no coir ents con dia neces yy promocioné como a Ia idea qute los propios muralisas tenfan de su papel ni con el mensaje so cial que su arte expresiba, En cl pasije anteriormente citado es curioso que los indios ocupan la posicién de la clase trabajadora en el modelo marsis- ta, pero ese modelo no eta totalmente aplicable, debido a hs profindas diferencias culturales entre los dos principales grupos sociales, y porque Jos indios son cise tabajadora, pero no toda Ta clse trabajadora son in dios. Mis que el objetivo de la fusion cultural arriba delineado, los mura lists exigian, por lo menos en principio, la erradicacion del arte burgués (la pintura de eaballet dia, lo nativo, como mo- clo del ideal socialista de un arte abierto, pablico; wun arte luchadora mente educativo para todos». En 1922, ly eDechracion de prin del recién formado Sindicato de Obrer repudiaba siglos de dependencia artistica de Europa en fica nativ ipios sociales, politicos y estGvicoss s, Técnicos, Pimores y Escultores favor de una esté wNo slo todo lo que es trabajo noble, todo lo que es virtud es don de nuestro pucble (dle nuestros indies muy particularmente), sino la manifestacion mas pequena de la existencia flsica y espiritual de nace tia raza como fuerza étnica brota de él y Jo que es mis su ficultad ad- mirable y exttaordinariamente particular de hacer bellezt ef arte del pe bs Diogo Rivers, Dos hocetos del Tehuantepec 1922. Lpie sone papel 22 Galeria Anil México EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEXICANOS siacion espiritual mms grande y mis sina del mando su tradicion inndégena es ta mejor de todas. ¥ es grande precisimente por- siendo popular es colectiva, y es por eso que nuestro objetivo es ‘cco fundamental radica en socializar as manifestaciones artsticas ten- diendo a la desiparicion absolut del individualismo por burgués" Peto, en la prictica, las diferencias entre el arte «popular» native y el arte »popular» de los muralistas no se resolvieron. Los elementos de este polemico arte nacional estaban empezando a to- ‘mar forma sobre los muros, y sin duda eran muy diferentes de los prime: 105 murales encargidos por Vasconcelos. Estos eran elegantesalegorias un Ima estétiea que precedié a la in versalistas, concebidas en la apacible inente torments plisticar"”. Roberwo Montenegro, que gozaba por enton ces de un considerable éxito, junto con Adolfo Best Maugard y Carlos Mé- rida, con obras dentro del estilo xblandos pintoresco nacional entonces en boga, y que también habian colabordo con Dr Adi en la importante ex posicién de Arte Folklérico de 1921, fue contratado para decorar la vieja iglesia del convento de San Pedro y San Pablo, Pintd una Danza de lar lio ras, con doce mujeres con poca ropa bailando alrededor de wun caballero weyado contra un “rbol de la vida” persa con floces gigantes y péjaros eantores, sobre un fondo dorador'’, La nave de la igles rada por Xavier Guerrero (cuyos buien sentido y sabiduria tecnica habrian de ser de gran utilidad 4 los nuevos artistas) con guirnaldas de flores. Den- tro de wn espfritw mas dindmico y rimbombante, Dr Atl trabajé en el patio cn eflameantes pinturas de paisajes mexieanos: noches tropicales con un mi: ranja gol eras armad on de estrethy coloreadas, okay azules bajo onduladhs nubes » peando contra la roca, todo ello con sus colores no permanentes ¢ «Colores Atv A Diego Rivera le digustaba tanto la obra de Dr Atl como los arabescos plenamente decorativos de Montenegro; no obstante, su priser mural, Creadion, que comenzs ya a finales de 1921 en el auditorio de la ENP, to davfa estaba en linea con el gusto de Vasconcelos por las alegorias va En el esquema de Rivera aparceiun juntas figu con suis trajes populares [limina 7.6] y figuras que representaban a las artes y las virtudes civiles y teologicas (justicia, esperanza, fe etc.) todo ello co ronado por la leyenda eLa lnz primera o principal energias'*, Lo que concen: 16 lv atencién de los criticos en este mural del ya fimoso artista, que hacta s de mexicanos vestidos poco habia represado de una exitesa carrera de pintor cubista en Pars, fe su vigorost mezcla de voldimenes y simplificaciones eubists eon présannos diel Quatrocento y ef Renacimiento italianos, sobre todo del Giotto y de Miguel Angel, Siqueiros, que siempre fue un polemist, ja habia nzado desde Barcelona una andanada conta el estilo arcaico chato del arte nacioral por pular, El mis comprometido de los muralists con el mundo modemo, tanto en temas como en técnicas, Siqueiros, exigia una anueva direcci6n para uma nueva generacién de pintores y escultores americans», un nuevo arte dindmico y constructivo: sjVivames nuestra maravillos: épeea dino cal» Su Tenguaje esti enraizado en la estetica modemista del Cubismo y el Futurismo, en que la revaluacién cubista del arte xprimitivor contribuyé 1 1a confismacién de una nueva actitud hacia la cultura nativa mexieans 154 «Heemos de absorber... la fuerea constructiva de su obra, en que es evidente el conocimienio de los elementos de bt racurateray, a la vez que evitamos «las lamentables reconstrucciones arqueoldgicas (nndianismo, primitivis ‘mp, ameticanismo) tan de moda hoy y que nos estin Heyando a esilize ciones de vida cfimeran', Siqueitos destaca wlas grndes masas primarias: cubes, cones, esferas, cilindros, pirimides que deben ser el esquelero de toda arquitectura plistica, Sobrepongamics el espfritu constructive al espe rita Gnicamente derorativo... lo fundamental, la base de la obra de arte es. Ja magnifica estructura geometral de la forma...», ideas que probablemente contribuyeran a algunos de los murales mas brillantes que habfan de hae cerse, como el de Orozco Ego orden (1926), el de Montenegro La fiesta de la Cz (1924) y el de Rivera Fabrica de azicar (1923), en que la westrnc- ura geomettal de h formas solt6 su anela cubist para ae niffica sintesis con To arquitectura real. EI movimiento mural se fixe concentrando cuda vez mas en las manos de alos Tres Grandes»: Rivera, Orozco y Siqueiros. Pero en los primeros aos, los afios heroicos de 1922. 1924, les jovenes artists contmatidos por Vasconcelos para eolaborar en le decoracién de Jos mures de la ENP—Fer- nando Leal, Ramon Alva de la Canal, Fermin Revueltas, Jean Charlot, Eini- Jio Garcia Cahero— dieron pasos importantes hacia tt Consolidaci6n. Fue Revuelias, segrin Chatlor, el que primero utiizé el shieritico indio vesti- do de blanco», que Rivera harfa tan familiar, en su Devosidn de la Virgen de 15 76_ Diego Rivera. La Cen, 19223, pan de on y creauste ‘Anfveatr Tolar. Escuch reputed Necional Ciudad de Mexico, 1.7 Ferman Leal, Los dansantes de Chala, 1921, estudio para ‘un mural pas el Ministerio de Eiacion,acharela sobre papel 52 "91 em, Coleccidn Fernando Leal Austr EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEXICANOS Guadalupe, Leal decanté wna nueva forme mis oscura de indianisme en sa Los danzantes de Chalma (Kimina 7.7], que tiene por tema an ineidente en- tonces reciente en una aldea de Puebla: «.. En el curso de una danza reli spioss alrededor de la estatua de la Virgen, un golpe hizo quie la imagen se cayera con st cajt de cristal, dejando al descubierto una pequeta figura h- brad en piedia de la diosa del agua, que desde tiempo inmemorial esaba escondida bajo el rico manto de Nuestra Sefioran'* Leal y Charlot cligieron muros enfrentados para sus murales en lo alto de ls escalera principal de la ENP; aunque oscara y extras, tenia la ventaja de gue «el sesgo diagonaly del muro era un eontraste wel con ta pintura rectingulir de caballete, Charlot, que habia ayudado a Rivera en La Crew mierz6 su propio muro en abrilamayo de 1922 al fresco, en opo- sicién al encausto de Leal~ sobre el tema de la Maswre del Templo Meyor Nouble mezcla de Uceello y Léger, fae el primer mural que tocd el tema de la Conquista y en él aparecen los espaiioles en armadun y sin rostro, como robors, clavando sus lanza tintss en singre en los inidefensos sacer- dotes indios y en el pueblo que estaba celebrando su fiesta en el templo de Tenochtitlan ‘Ow artista que hemes de mencionar en este contexto como «artis que merece el nombre de pintor de! pueblo» es Francisco Goitia'”. Como Siqueitos, Dr Ail y Orozco, habin tornado parte activa en Ia Revolucién, con el ejército de Pancho Villy, haciendo sobre la marcha spinturas y di- bbujes vivos y reatistas de h guerra civil». Aunque evadio el brizo de incelos, y no Hlegé a terminar los modestos frescos que haba pla sus estudios de después de la batalla, y de los pobres, sobre todo mujeres 156 EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEXICANOS indias, Horando a sus muertos, eran sin dca un podereso soporte para cl nuevo arte [limina 9.11] La culminacién de esta primera fase del muralismo fueron los ciclos de fiescos de Orozco en el patio principal de la ENP, y de Rivera en Ia planta baja del Ministerio de Edueacion. Orozco estaba agriamente encon- trado con Rivera en lo tocante a ades con respecto al arte nacional el indianismo, la interpret 1s. ac jones de la historia y de la propia Revolucis y sis muales, que cvitan el claro mensaje politico € histérico de Rivera, pueden parecer ambiguos. Los primeros, sin embargo, de la planta baja de la ENP eran universilists y alegdricos, lo mismo que La Creaei, EL dni: co que sobrevivis de ellos fue el de la Maernidad, un ania innocuo, mien. tras que el Cristo desruyendo su Cruz (kimina 7.8], mucho mis sorprendem nere Los gravemente desfigurados por los hostiles estudiantes tado por Orozco en 1926, Nada de am: biguo tienen las poderosis y grotescas sitiras de fa planta media: Las feerzas reacoveris, Basina politica y los Falsos Heres, ete., en que se ve con mayor laridad! la anterior carrera de Orozco como dibujante de tiras comicis. En, te, se cuenta de preparatoria y hubo de ser re ta phn superior hay tna secucncia mucho més tanquila, El adids de le ‘malre, ELenterrador y Retorno al campo de batalla, que teata el efecto de los aitos de violencia sobre las finilias Los murales de Rivera para Vasconcelos en su recientemente reseaurie do Ministerio de Educacion comenzaron en marzo de 1923 en medio de tum gran publicidad; sin embargo, Ia agradable anticipacién de Vasconce: los de un decorado de emujeres con los trajes populares tipicos de cada Estado de la Repiblieay no se realizaria nunea [lininas 7.4, 5}. Rivers sf tering el pristje mexicano planeaco para una escalinata, que comenzaba al nivel del mar con vegetacién tropical, continucba con eLaltiplano y cul: minaba con los volcanes", Pero cn el primer patio. en Iugar de las figuras pinta la vida di ro 6 el abajadtor del campo ria de azicar y, sobre las slog6rieas y simbdlicas phneadas, emperd mexicano, desde la del tejedor indi, ela al fundidor, el obrero de la mina 0 el de la re 157 78 Jest Clemente Oroico, Cite deumyen a as, VAR, deo sobre Tienso, 23" 13ers, Muwo de Ane Akar y Cinmen'T. de Carnlle Gil, Cada de Mesicn (INA), Vessin pontcion dl sma desta de 1924 EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEXICANOS puertas, poemas nihuatl y simboles de la Revolucién, En el Patio de Fies tas hay es paneles dedicados al nna de la redistibucion de L sierra, que comprenden los ritos prividos y fiestas callejeras del Dia de los Muertos, y ritos precalombinios que sobrevivieran, como la Dansu del cirvo y la Ce secha del maiz”, Situados bajo la sombra de la arcada, estas pinturas van des de les colores oscuros « una luz doada que brilly como el maiz [h nas 7.11, 12} forme Rivera avanzaba por los patios, se iba cubriendo la obra de otros pintores contratados para hacer paneles, permaneciendo silo das de Charlor—Leranderas y Cargadores- y dos de De la Cueva ~E torito y Les San tiayos-. En estos des patios ya aparece el contraste enue la admiracion de Rivera por el mundo industrial moderno, que hallarfa su mis espectacular fe) Stier ASML SLs SL expresi6n literal en los frescos de la Detroit Industry, de 1932-33 (kimi- 7.13}, y su poderos crftica social de la exploucién de los trabajadores Caracteristico también es ¢l contraste entre el México industrial y el rural, este tlkimo cantado por Rivera vital y popular en ver de atrasado y pobre (Bn el fresco de Juan O'Gorman tieulado EF crédito tangonna a México (le ‘mina 715}, pintado en ba década de 1960 en lo que es hoy el Banco | nacional de Ciudad de México, se da una vision mis a lo Gamio de los contrastes entre el atrasido y supersticioso México rural y un México in dustrial modemo, en que s¢ explotan todos Jos recursos naturales al mixie mo.) La forma en que Rivera pasa de la representacion de la vida diatia pos 7.10 Mules de River en el primer pio del Ministerio de Edueacin “IL ay b Diego River, Bld dfs mos: Fest cadaang, 192550 fewo, Ministrto de Eskacion, Chacad de Mexico, 112 Dingo Rivers. Disde loemment: Lafond, 21, Feces Ministerio de Educacion, Ciudad de Mtxico. 158 Diigo Rivers Eu as winches, 1928, fresco, Ministerio de Edueacion, Cita de Mexia medio de un realismo simplificado a la alegoria y el simbolo, es en parte posible debido a a disposicién en pancles; misadelante habia de absorber ‘stos Utimos clementes en diseitos formales complejos de gran precisi6n, como en Homie en la enarncjada” Cuando Obregén se estaba avereando al o aio de su perfodo pre sidencial, los problemas politicos emperaron a salir ala supericie. La hos tilidad hacia los murales, especialmente entre los estudiantes de Prepara- toria, que eran un tanto conservadores, condijo a la eaccién directa», y las desfiguraciones castales regulares con que habjan venido enitentindlose los pimotes pasion a convertine en dafios mayores, sobre todo en la obra de Orozco, Ein 1924, Vasconcelos dimite y, al desiparecer su protecci6n, se retiran las comisiones y termina ba primera fase del muralismo, La mayoria de los pintores se retiran 0 se dispersan, algunos van'a Guadalajara, donde Siqueiras ayud Zuno, Guadalajar de puedan verse las mayores obras de Orozco ~en la Universidad, ef Pa- 1 Amado de la Cueva en un encirgo del gobemador, ‘ontiniia con el mecenazgo de los muralistas, y ser don- haeio de Gobiemo y el Hospicio Cabaitas=, incluido el gran panel del hé roc de la Independencia, Hidalgo [Iimina 1.29} No obstante, Rivera, en medio de su trabajo en el Ministerio de Edu aci6n, le gan6 la mano al nuevo ministro y durante alysin tiempo fue due- fio det terreno en toda Ia ciudad. En 1926-27 pint6 la capilla y parte del 160 Z EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEXICANOS, elificio de la administracion de la Escuela Nacional de Agricultura de Chie pingo. La inmensi alegorin de la tierra ereadora (La tierna liberada con las _foersasnatunaes ontrolades por el hombre) sobre el altar mayor de Is capil, flangqucada por escenas relativas a 1a Revolucion, incluida la escena de los radios de Zapata y Montaio: La sanere de fos matires revotuci. ‘cuerpos en ndo la tierra, como en contradicei6n triunfante del voto de be narios fet reaceién, durante la lucha, de «exterminar la semilla de Zapata para que no yuelva a germinary", En 1927 Rivera termina los murales del piso sue perior del Ministerio de Educaci6n; recientemente vuelto de Mosed [Lie mninas7.18, 19, 20}, introduce la iconografia revolucionaria rasa: fa estrella ro, b hoz ol martllo, ¢ imagen tris imagen subraya ls unidad revolu- cionaria de trabajadoies, sol centre ticos y pobres [Limina 7.21]. Pero et conjunto del ciclo estaba unido dos y campesinos, y las clésicas oposiciones por una larga bandera roja con Ia letra de un corrido sobre un tema de la revolucidn campesina, del tipo de los utilizados por Guerrero en su xilo- fa para la cubierta de EE Machete en 1924 [Iimina 7,22): «La tierra es de quien la trabaja con sus manos Probablemente no deba sorprendemos que estas imagenes de el progreso, ala ver que el eantn ‘que combinan la crtica social con laf > al México indio, hayan cons ido el for de los sucesives gobiemnos, Po: difa argumenarse que estos murales manticnen las promesas de la Revo: lucidn inevitable y permanentemente en la conciencia del pueblo, por len- ta y diffcil que sea la accién para ponerlas en prictica, Octavio Paz analiza Ia situaci6n con una claridad brutal: «Estas obras que se califican a sf mis mas comp revolucionarias, y que en el caso de Rivera y Siqueitos exponen un simple marxismo maniqueo, fueron encargack por un gobiemo que nunca fie marxista y que dejé de ser revoluciona- 2 pinturs ayudé a darle un rosteo progresista y revolucionarios ” Pero la obra de Orozco es mis dificil de asimilar. Obligado a dejar de trabajar en la Escuela Nacional Preparatoria en 1924, volvio en 1926 para hacer otra serie de frescos en la planta baja, Los rieos conen mientus los tre imanciadas y pagadas Igjadons pelean, La Trinidad revelucionaria, La huelgs, La trinchesa y El vio ros reteatan unt sociedad sin dieeceién y desgarrada oxden, Los dos p por los contlictos, con unos pobres incapaces de unirse para luchar contra sus opresores. En la Trinidad sevolucionaria [Kiminas 7.23, 25] se sugiere uma de has causis de ello: ns dos vietimas postradas de rodillas (sus identidades ales de ingeniero y obrero fueron a al a trabajador rural y urbang) son separados por la fuerza de un soldi do revolucionario cegado por un rojo sombrero de la libertad que no le esti a hr medida, Sv ha sugerido que el soldado representa a los poderes estanles seudorrevoluciomarios”, y sin duda otros murales posteriores, como Hideo, son tambien crfticas de los fills y taicioncs de la Revolu: ion, La referencia a lr iconografla ctistiana de La trinidad revolucioneria se contrapone a hi referencia a ht iconogelita de clase de Los ries. La ieomo gn crisiana vuelve a ser evocada ms expleitamente en La tachera, en que el soldado que ocupa el centro yace con los beazos abiertos como en tuna cruz [laminas 7, para re(lejar el sulrimiento en La silida de fa mina: ni uno ni otro la utilizan 26), Rivera utiliza una metéfora cristiana similar en el sentido de la devoci6n cristiana, ya que ambos eran violentamente antidlericales. Es dificil pam nosotros, en la seglar Europa, comprender se- 165 rales de Rivera en el segundo piso del Ministero de Machete, 1924, grabado en made EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEX\CANOS ejantes contradicciones, que han de ser comprendidas en el contexto de tun pafs en que la Iglesia es vista como un enemigo oficial, pero que al mis- mo tiempo la gran masa del pueblo son devotes catélicos. Los zapatistas, plo, iban al frente de batalla bajo lt insignia de la Virgen de Gua 27} por ejen dalupe [Limina 7. Orozco se ope a Jo que para él era una confision entie pi ra y ante folcl6rico en la pintura de sus compafteros. La pintura en su forma masala y la pintura como arte popular menor se diferencian esencialmen teen esto: la primera tiene una tradicién universal inwariable de la que no puede separarse.. La titima tiene tradiciones puramente locales Renepa- ba de sla pintara de sandaliss y sucios pantalones de algodén indios, y nae turalmente deseo con todo mi corazon que aquellos que los usin pucdan dejar de usarlos y civilizarsey", Rechaeaba la idea de la pintara como pro paganda: «Mi pinturs no debe de ser un comentario sino lh cost misma; no un rellejo sino la propia luz; no una interpretacién sino la cosa que ha de interpretarse.» Posteriormente, en una carta abjerta de 1944, Siqueitos 167 17 David Aan Siqueinos. Zapaty, 1966, pnoxen mavonita, 123.291 cm Museo de Arte Akary Carmen T- de Camilo Gil, Chudad de Mexico, 7.28. Jose Clemente Croco Eisianizan, 1930, ltegeat, 34,3 « 2bst cm. The Muscun of Madsen Arg, Nueva York Londo InetsAmerien Jose Clemente Orozen, Pome, 1980, tempera sobre ‘masonita 612 * BI ean, Museo de Atte Madero, Chie de Mesico (INIA), Vonign del maa realizado mis <4 Pomano College, Calon fia, 1939, eanalte sobre 780. David Alfio Siqusir ‘The Muscum of Modern tubli de composici Art, Nueva York; Legado Abby Aldrich Rockefeller L MOVIMIENTO DE MORALISTAS MEXICANOS. Jeavistba de que su «expresién ideoldgica perderfa chridady™. Pero Oroz- ‘omprometetse con un partido o una ideologia. Su pintura a dialéctica interna entre el poder y los iconos tradicionales y qque él ambien habia tenide en cose negaba estable los mitos politicos de li Revolucién, sui momento una «exuberance fev, Puede cstablecerse una interesante comparacién entre el tratumiento de Ia historia en los murales de Orozeo en el Dartinouth College y el de Rivera en un inmenso ffiso mural en el Palacio Nacional de Ciudad de ‘Mexico. En la Baker Library de Dartmouth, Orezeo pint6 la evolucién de la civiizacidn en América y su actual situacién industrial, En su momento, dijo: «Las razas del continente americano estin emperando a darse cuenta de su propia perionalidad, que nace de dos corrientes culturales, a indk nay la curopes [léminas 7.31, 32} El gran mito americano de Quewal cout [Iiminas 7.33, 34] esti vivo atin, abrazando a ambos elementos y se ‘ialando cla raleza protitica hacia la responsabilidad mente con su nal 168 AS MEXICANOS EL MOVIMIENTO DE MURALIS joria de América como una Jorma, sutiricamente la pared del fondo, tein, al animar a Oroveo a qu xtl_por la del combative Mars: fa. de pesilillas y horrores, encerrada en los mar |i energin expresionista' de Orozco contrastan vivamente 01 is de abarrotada ¢ intrincada murativa de Rivera, La Historia de Mevie [kimina 7.35] va del simbolo del aguila y el opal de Tenochtitlin, en la parte inferior del centro, a las invasiones ex tranjeras del siglo XIX, pasando por escems de la Conquista, episodios de lag nial y las gueras de Inde i muro de la izqui mexicano, las rafces del. mal s ncia, hasta el Gitimo mural de pinta al wexplotado pueblo a, texmimado en 1935, qt I, a represién de los huelguistas, el le Ziudad de México», culminando con vantamiento armado en el cent 170 7.33. Jou: Clemente Orozv0, Lacabess de Quest, 6932-4, ‘tayo sobre papel de cleo, 81.7 "61 en, The Museu of Medera Arg, Nueva York; donicion le Clemente Ovoace, 7.34 joe Clon (ican (© Orono. La explo de Quetaea, sco. Datta College, New Hampshire, doia de Mésioe de a conguia del ie, 0, fess, Palacio Nacional, Caidad de Meio, 1 de Carlos Marx, cnmareada por un sol scientifico», y schalando tun futuro en que la abolicion de las clases y Ia propiedad privada go ranticen Ia paz, el progeeso y la prosperidad para todos. Rivera se inspird para hs estructura y organizacién de este panorama gk gante cn hn forma bustrofedéniea de narrativa de los grandes bajorrelieves anterioresa la Conquista, la escritura con dibujos, los pictogramas con que los toltecas, mixtecas y aztecas recogieron su historia y sus rituales. Fue el tinico de los ares grandes» que continud buscando una solucién al proble- ma del «arte para el pueblo» en téxminos realmente indigenistas, y no silo cenes del pasado precolombino, come hizo por prime ravee al pintar Ia estatua de Xechipilh entie las phuntas de la escalera del Ministerio de Educacién, y continud en las idealizadas escenas de las civ lizaciones precolombinas de los corredores del Palacio Nacional (1942-1951), pero intentando comprender y utilizar de forma ereativa las estructuras ly iconografia precolombings, Sus ilustraciones para el libro maya Popol Vuh {liminas 9.16, 17] y el mural del Hospital de la Raza Le hrigosia de la medina en México: ol pueblo exige una mejor salud (1953) (Rion na 7,38] revelan au profundo interés por el pensamiento cienttfico ritual de las civilizaciones indias y su ereciente utilizacion de una estructura dual (el sol y ba luna que rigen las dos seeciones de la Historia de lx medina) probiblemente venga de la misma fuente m 7.38 Diego Rivera, Higora de dr medine en Msi: La demanda poplar por ne amjo sad, (tale), 1953), reso, Hsp ea Aedes, Chad de Mexico, EL MOVIMIENTO DE MORALISTAS MEXICANOS, De todos los muralistas, Siqueitos es con mucho el mas dificil de re producir mis o menes bien, Ello se debe a su estilo, su téenica y los espe cies que elegia para su obra, Estos los seleccionaba, © alteraba 0 mandabs consiruir para que le permitieran activar toda 1a zona del muro a fin de crear un ambiente pict6rico toll, Por ejemplo, su gran mural para el Hos pital de la Raza ocupa sin ruptura las paredes curvas y e! techo oval. Util zaba pintura industrial a pistola, y experimenté con hh fotografia, utili do, por ejemplo, un proyector para ampliar ls imagenes sobre el muro, como explica en su Gono pintar un mural, texto de una gran importancia, A diferencia de Rivera y Orozco, Siqueiros rara vez utiliza temas del historia mexicana, més preocupado por h lucha de clases del México del momento. El spéstermuraly Retrato de la burguesa (que en un primer mo- mento se Hams srecrato del fiscisino») fue wel primero que utilize fotogre fias contemporineas para pintar un tem vil espafiola y la posguerri. Este muni tiene tina compleja relacién con aire Cardenas y con las propias experiencias gobierno republi politico, en este caso fa guerra ci laadministraeién radical de L de Siqueiros cuando estavo en Espata luchando por el cano durante lt guerra civil”, La primera vez que toca el tema de la Revo- Hucidn directamente ¢s en el Castillo de Chapultepec, en una habita en que los muros fiteron construides especialmente con alas curvas ral 174 745. David Albino Siquc i, 5 pieoxen sobre rmasenita, 11483 cm, Masco de Arte Akar y Camen T. de Crrlo Gil, Ciudad de Mexico (INA). Esto pars el teso dela tgura cent en La nent demcrcg, TI445, Museo de Paci le Bellas Aes, 746. David Alfio Siquciros, Ties casa, 1946, piroxene sobre mani Misco de Arte Akar y Carmen T. de Camilo Gil, Cudat de mexico (INDAY. EL MOVIMIENTO DE MURALISTAS MEXICANOS TAT. Diogo Rivera, Nuasha Geoun, 1943, deo sobre liemzo, 155,5 * 120.em, Coleceidn Jacques y Natasha Gelman 19

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