De los libros y oficios eclesisticos, 3-4 569
Cortigid todos Jos libros de la Ley y de los Profetas que los gentiles
fabian alterado corruptamente; organiz6 todo el Antiguo Testamento en
veintidds libros, de manera que hubiera en la ley tantos libros cuantas
tran las letzas del alfabeto. 3. Se cree que Pisistrato, el tirano ateniense,
fue el primero que entre los griegos fund6 una biblioteca que, después de
ser incrementada en sus fondos por los atenienses, fue trasladada a Persia
¢ Jerjes después del incendio de Atenas. Mucho tiempo mis tarde,
§eleaco Nicanor la hizo regresar de nuevo a Grecia. 4. Desde entonces
ies vino a reyes y a varias ciudades el deseo de hacerse con volimenes de
diversas procedencias y hacerlos traducir al griego por medio de
intérpretes. 5. Alejandro Magno y sus sucesores pusieron todo su
imerés en dotar a las bibliotecas de todo tipo de libros. Especialmente
Polomeo Filadelfo®, el mis profundo conocedor de toda la literatura,
tntando de emular a Pisistrato en su preocupacion por las bibliotecas,
doté a su biblioteca no sélo de obras de los gentiles, sino tambien de las
Sagradas Escrituras. En su época estaban catalogados en Alejandria
setenta mil libros.
4, Sobre los intérpretes
1, Fue también Prolomeo Filadelfo quien pidié al pontifice Eleazar
las escrituras del Antiguo Testamento; procuré que, por obra de setenta
intérpretes®, se tradujeran del hebreo al griego; y las incorpord a la
biblioteca alejandrina. 2. Cada uno de estos setenta, aislados en celdas
individuales, interpretaron, bajo la inspiracion del Espiritu Santo, todos
los libros, de tal manera que no se encontré en el estudio particular de
ada intérprete ni un solo punto que no se encontrara en los demés, ni
que discrepara siquiera en el orden de las palabras. 3. Hubo también
otros intérpretes que tradujeron las Sagradas Escrituras de la lengua
hebrea a la griega, como son Aquila, Simmaco y Teodoci6n "; asimismo
taiste tambien otra traduccion en lengua vulgar, de autor desconocido, y
que por esto mismo, sin mencionar nombre alguno de intérprete, se la
denomina «quinta edicién»'', 4. Ademas, una sexta y una séptima
tdicién se deben a la admirable labor de Origenes, que las cotejé con las
otras ediciones. 5. Asimismo, el presbitero Jerdnimo "2, experto cono-
‘ebre el hebreo, mis que una traduccién propia. Simmaco, samaritano o ebionita,
tadujo el A. Testamento a fines del siglo it, Su versiones més libre que Ia de
Aquila y Teodocién,
Las testimonios expresos de Agustin (PL 34,428) y de Jerénimo (PL
29,527) demuestran Ia existencia de varias versiones latinas anteriores a la Vulgata
de San Jeronis yrevulgata, prejeronimiana. La version a que se refiere Isidoro en
‘te pasaje ¢s quizas la que se ha llamado la Itala 0 Vetus Latina, que agrupaba los
"0S anteriores a San Jeronimo. Los especialistas distinguen una familia africana
Yotra europea; y ésta ultima comprendia dos grupos, el itilico y el galicano. ¢A
ut ite se refiere San Isidoro? Fn este pasaje, Isidoro esta copiando De civit.
a ight sigue siendo la fuente literal de lo que dice Isidoro. Cf. De Civit.