You are on page 1of 7

Célula procariota

Se llama procariota (del griego πρό, pro = antes de y κάρυον, karion = núcleo) a
las células sin núcleo celular diferenciado, es decir, cuyo ADN se encuentra
disperso en el citoplasma. Las células que sí tienen un núcleo, es decir con el
ADN encerrado tras una cubierta membranosa se llaman eucariotas y constituyen
las formas de vida más conocidas y complejas, las que forman el imperio o
dominio Eukarya.

Casi sin excepción los organismos basados en células procariotas son


unicelulares, formados por una sola célula. Además, el término procariota hace
referencia a los organismos del imperio Prokaryota, cuyo concepto coincide con el
reino Monera de las clasificaciones de Copeland o Whittaker que, aunque
obsoletas, son aún muy populares.

Clasificación

 Arqueobacterias son microorganismos unicelulares muy primitivos. Al igual


que las bacterias, las archaea carecen de núcleo y son por tanto
procariontes. Sin embargo, las diferencias a nivel molecular entre archaeas
y bacterias son tan fundamentales que se las clasifica en grupos distintos.
De hecho, estas diferencias son mayores de las que hay, por ejemplo, entre
una planta y un animal. Actualmente se considera que las archaea están
filogenéticamente más próximas a los eucariontes que a las bacterias. Las
archaea fueron descubiertas originariamente en ambientes extremos, pero
desde entonces se las ha hallado en todo tipo de hábitats.

o Las archaeas metanógenas son microorganismos procariontes que


viven en medios estrictamente anaerobios y que obtienen energía
mediante la producción de gas natural, el metano (CH4). Gracias a
esta característica, este tipo de organismo tiene una gran
importancia ecológica, ya que interviene en la degradación de la
materia orgánica en la naturaleza, y en el ciclo del carbono. Las
metanógenas son un grupo filogenéticamente heterogéneo en dónde
el factor común que las une es la producción de gas metano y sus
cofactores únicos. Las podemos encontrar en nuestro intestino.
o Halófilas: Viven en ambientes extremadamente salinos. Halococcus
y Halobacterium solo viven en medios con más del 12% de sal
(mucho más salado que el agua de mar).
o Las bacterias termófilas son microorganismos que viven y se
desarrollan en condiciones de temperaturas extremas y pH extremos
en sitios con actividad volcánica (como géiseres) en las dorsales
oceánicas, donde la mayoría de seres vivos serían incapaces de
sobrevivir. Existe la teoría de que fueran posiblemente las primeras
células simples.

 Eubacterias son organismos microscópicos formados por células


procariotas más evolucionadas. Las cianobacterias, también conocidas
como algas verdeazules, son eubacterias fotosintéticas y coloniales que
han estado viviendo sobre nuestro planeta por más de 3 mil millones de
años. Esta bacteria crece en esteras y montículos en las partes menos
profundas del océano. Hoy en día sólo las hay en algunas regiones, pero
hace miles de millones de años las había en tan gran número, que eran
capaces de añadir, a través de la fotosíntesis, suficiente oxígeno a la
primitiva atmósfera de la Tierra, como para que los animales que
necesitaban oxígeno pudieran sobrevivir.

Células eucarioticas

Se denomina eucariotas a todas las células que tienen su material hereditario


fundamental (su información genética) encerrado dentro de una doble membrana,
la envoltura nuclear, que delimita un núcleo celular. Igualmente estas células
vienen a ser microscópicas pero de tamaño grande y variado comparado con las
otras células.

La alternativa a la organización eucariótica de la célula la ofrece la llamada célula


procariota. En estas células el material hereditario se encuentra en una región
específica denominada nucleoide,no aislada por membranas en el seno del
citoplasma. Las células eucariotas no cuentan con un compartimiento alrededor de
la membrana plasmática (periplasma), como el que tienen las células procariotas.

A los organismos formados por células eucariotas se les denomina eucariontes.

El paso de procariotas a eucariotas significó el gran salto en complejidad de la


vida y uno de los más importantes de su evolución. [1] Sin este paso, sin la
complejidad que adquirieron las células eucariotas no habrían sido posibles
ulteriores pasos como la aparición de los pluricelulares. La vida, probablemente,
se habría limitado a constituirse en un conglomerado de bacterias. De hecho, los
cuatro reinos restantes procedemos de ese salto cualitativo. El éxito de estas
células eucariotas posibilitó las posteriores radiaciones adaptativas de la vida que
han desembocado en la gran variedad de especies que existe en la actualidad.

Diferencias entre células eucariotas


Existen diversos tipos de células eucariotas entre las que destacan las células de
animales y plantas. Los hongos y muchos protistas tienen, sin embargo, algunas
diferencias substanciales.

Estructura de una célula animal típica: 1. Nucléolo, 2. Núcleo, 3. Ribosoma, 4.


Vesícula, 5. Retículo endoplasmático rugoso, 6. Aparato de Golgi, 7. Citoesqueleto
(microtúbulos), 8. Retículo endoplasmático liso, 9. Mitocondria, 10. Peroxisoma,
11. Citoplasma, 12. Lisosoma. 13. Centriolo.

Las células animales componen los tejidos de los animales y se distinguen de las
células vegetales en que carecen de paredes celulares y de cloroplastos y poseen
centríolos y vacuolas más pequeñas y, generalmente, más abundantes. Debido a
la carencia de pared celular rígida, las células animales pueden adoptar variedad
de formas e incluso pueden fagocitar otras estructuras.

Estructura de una célula vegetal típica: 1. Núcleo, 2. Nucléolo, 3. Membrana


nuclear, 4. Retículo endoplasmático rugoso, 5. Leucoplasto, 6. Citoplasma, 7.
Dictiosoma / Aparato de Golgi, 8. Pared celular, 9. Peroxisoma, 10. Membrana
plasmática, 11. Mitocondria, 12. Vacuola central, 13. Cloroplasto, 14.
Plasmodesmos, 15. Retículo endoplasmático liso, 16. Citoesqueleto, 17. Vesícula,
18. Ribosomas.

Las características distintivas de las células de las plantas son:

 Una vacuola central grande (delimitada por una membrana, el tonoplasto),


que mantiene la forma de la célula y controla el movimiento de moléculas
entre citosol y savia.
 Una pared celular compuesta de celulosa y proteínas, y en muchos casos,
lignina, que es depositada por el protoplasto en el exterior de la membrana
celular. Esto contrasta con las paredes celulares de los hongos, que están
hechas de quitina, y la de los procariontes, que están hechas de
peptidoglicano.
 Los plasmodesmos, poros de enlace en la pared celular que permiten que
las células de las plantas se comuniquen con las células adyacentes. Esto
es diferente a la red de hifas usada por los hongos.
 Los plastos, especialmente cloroplastos que contienen clorofila, el pigmento
que da a la plantas su color verde y que permite que realicen la fotosíntesis.
 Los grupos de plantas sin flagelos (incluidas coníferas y plantas con flor)
también carecen de los centriolos que están presentes en las células
animales. Estos también se pueden encontrar en los animales de todos los
tipos es decir en un mamifero en una ave o en un reptil
Células de los hongos

Las células de los hongos, en su mayor parte, son similares a las células
animales, con las excepciones siguientes:

 Una pared celular hecha de quitina.


 Menor definición entre células. Las células de los hongos superiores tienen
separaciones porosas llamados septos que permiten el paso de citoplasma,
orgánulos, y a veces, núcleos. Los hongos primitivos no tienen tales
divisiones, y cada organismo es esencialmente una supercélula gigante.
Estos hongos se conocen como coenocíticos.
 Solamente los hongos más primitivos, Chytridiomycota, tienen flagelos.

La reproducción en eucariotas unicelulares

Protozoos: son organismos unicelulares eucarióticos, heterótrofos, que carecen


de pared celular. Su tipo de reproducción es asexual, y se produce principalmente
por:

Bipartición: el proceso es casi idéntico a la mitosis.

Esporulación: se efectúa en los esporozoos, lo que permite a estos protozoos


parasitar a numerosas células.

Conjugación: en este caso la reproducción no es asexual.

Algas unicelulares: pertenecientes al reino protoctistas. Según los grupos de


algas pueden reproducirse por:

Reproducción asexual: mediante bipartición y por esporas.

Reproducción sexual: se produce el ciclo haplonte.

Hongos unicelulares (levaduras): se reproducen asexualmente por gemación.


La célula madre genera una yema que se separa por constricción y que adquiere,
después de un crecimiento rápido, el tamaño y aspecto de la célula madre. En
ciertas condiciones, las levaduras pueden reproducirse formando esporas.

Bacteria

Las bacterias son microorganismos unicelulares que presentan un tamaño de


algunos micrómetros de largo (entre 0,5 y 5 μm, por lo general) y diversas formas
incluyendo esferas, barras y hélices. Las bacterias son procariotas y, por lo tanto,
a diferencia de las células eucariotas (de animales, plantas, etc.), no tienen núcleo
ni orgánulos internos. Generalmente poseen una pared celular compuesta de
peptidoglicano. Muchas bacterias disponen de flagelos o de otros sistemas de
desplazamiento y son móviles. Del estudio de las bacterias se encarga la
bacteriología, una rama de la microbiología.

Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Son ubicuas,
encontrándose en todo hábitat de la tierra, creciendo en el suelo, en manantiales
calientes y ácidos, en desechos radioactivos,[1] en las profundidades del mar y de
la corteza terrestre. Algunas bacterias pueden incluso sobrevivir en las
condiciones extremas del espacio exterior. Se estima que hay en torno a 40
millones de células bacterianas en un gramo de tierra y un millón de células
bacterianas en un mililitro de agua dulce. En total, se calcula que hay
aproximadamente 5×1030 bacterias en el mundo.[2]

Las bacterias son imprescindibles para el reciclaje de los elementos, pues muchos
pasos importantes de los ciclos biogeoquímicos dependen de éstas. Como
ejemplo cabe citar la fijación del nitrógeno atmosférico. Sin embargo, solamente la
mitad de los filos conocidos de bacterias tienen especies que se pueden cultivar
en el laboratorio,[3] por lo que una gran parte (se supone que cerca del 90%) de las
especies de bacterias existentes todavía no ha sido descrita.

En el cuerpo humano hay aproximadamente diez veces tantas células bacterianas


como células humanas, con una gran cantidad de bacterias en la piel y en el tracto
digestivo.[4] Aunque el efecto protector del sistema inmune hace que la gran
mayoría de estas bacterias sea inofensiva o beneficiosa, algunas bacterias
patógenas pueden causar enfermedades infecciosas, incluyendo cólera, sífilis,
lepra, tifus, difteria, escarlatina, etc. Las enfermedades bacterianas mortales más
comunes son las infecciones respiratorias, con una mortalidad sólo para la
tuberculosis de cerca de dos millones de personas al año. [5]

En todo el mundo se utilizan antibióticos para tratar las infecciones bacterianas.


Los antibióticos son efectivos contra las bacterias ya que inhiben la formación de
la pared celular o detienen otros procesos de su ciclo de vida. También se usan
extensamente en la agricultura y la ganadería en ausencia de enfermedad, lo que
ocasiona que se esté generalizando la resistencia de las bacterias a los
antibióticos. En la industria, las bacterias son importantes en procesos tales como
el tratamiento de aguas residuales, en la producción de queso, yogur, mantequilla,
vinagre, etc., y en la fabricación de medicamentos y de otros productos químicos.[6]

Aunque el término bacteria incluía tradicionalmente a todos los procariotas,


actualmente la taxonomía y la nomenclatura científica los divide en dos grupos.
Estos dominios evolutivos se denominan Bacteria y Archaea (arqueas).[7] La
división se justifica en las grandes diferencias que presentan ambos grupos a nivel
bioquímico y en aspectos estructurales.
Características y clasificación de las bacterias
 

El reino de los móneras está formado exclusivamente por bacterias, los seres
vivos más sencillos que existen.

Las bacterias se pueden definir como seres unicelulares procariotas, es decir,


seres vivos formados por una sola célula que no tiene núcleo.

Suelen medir alrededor de 1 micrómetro, aunque se han hallado algunas


«gigantes», que rondan un milímetro.

Su forma es variada. La mayoría suele tener forma de bastoncillo (bacilos), de


esfera (cocos), curvada (vibrios) u ondulada (espirilos), aunque pueden adoptar
otras, o ser irregulares.

Según su nutrición, hay bacterias heterótrofas y autótrofas. Dentro de las


autótrofas, muchas son fotosintéticas, pues fabrican materia orgánica gracias a la
energía de la luz solar, como las plantas. Otras, en cambio, utilizan la energía de
reacciones químicas en las que intervienen sustancias inorgánicas que se
encuentran en las rocas. Estas bacterias se llaman quimiosintéticas.

Las hay que necesitan oxígeno para respirar. Otras, en cambio, no lo precisan o,
incluso, es dañino para ellas, por lo que deben vivir en lugares a los que no llegue
el aire, como el fondo de los pantanos.

virus

En biología, un virus (del latín virus, «toxina» o «veneno») es una entidad


infecciosa microscópica que sólo puede multiplicarse dentro de las células de
otros organismos. Los virus infectan todos los tipos de organismos, desde
animales y plantas hasta bacterias y arqueas. Los virus son demasiado pequeños
para poder ser observados con la ayuda de un microscopio óptico, por lo que se
dice que son submicroscópicos. El primer virus conocido, el virus del mosaico del
tabaco, fue descubierto por Martinus Beijerinck en 1899, y actualmente se han
descrito más de 5.000, si bien algunos autores opinan que podrían existir millones
de tipos diferentes. Los virus se hallan en casi todos los ecosistemas de la Tierra
y son el tipo de entidad biológica más abundante. El estudio de los virus recibe el
nombre de virología, una rama de la microbiología.
A diferencia de los priones y viriones, los virus se componen de dos o tres partes:
su material genético, que porta la información hereditaria, que puede ser ADN o de
ARN; una cubierta proteica que protege a estos genes —llamada cápside— y en
algunos también se puede encontrar una bicapa lipídica que los rodea cuando se
encuentran fuera de la célula —denominada envoltura vírica—. Los virus varían en
su forma, desde simples helicoides o icosaedros hasta estructuras más complejas.
El origen evolutivo de los virus aún es incierto, algunos podrían haber
evolucionado a partir de plásmidos (fragmentos de ADN que se mueven entre las
células), mientras que otros podrían haberse originado desde bacterias. Además,
desde el punto de vista de la evolución de otras especies, los virus son un medio
importante de transferencia horizontal de genes, la cual incrementa la diversidad
genética.

Los virus se diseminan de muchas maneras diferentes y cada tipo de virus tiene
un método distinto de transmisión. Entre estos métodos se encuentran los
vectores de transmisión, que son otros organismos que los transmiten entre
portadores. Los virus vegetales se propagan frecuentemente por insectos que se
alimentan de su savia, como los áfidos, mientras que los virus animales se suelen
propagar por medio de insectos hematófagos. Por otro lado, otros virus no
precisan de vectores: el virus de la gripe (rinovirus) se propaga por el aire a través
de los estornudos y la tos y los norovirus son transmitidos por vía fecal-oral, o a
través de las manos, alimentos y agua contaminados. Los rotavirus se extienden a
menudo por contacto directo con niños infectados. El VIH es uno de los muchos
virus que se transmiten por contacto sexual o por exposición con sangre infectada.

No todos los virus provocan enfermedades, ya que muchos virus se reproducen


sin causar ningún daño al organismo infectado. Algunos virus como el VIH pueden
producir infecciones permanentes o crónicas cuando el virus continúa
replicándose en el cuerpo evadiendo los mecanismos de defensa del huésped.
En los animales, sin embargo, es frecuente que las infecciones víricas produzcan
una respuesta inmunitaria que confiere una inmunidad permanente a la infección.
Los microorganismos como las bacterias también tienen defensas contra las
infecciones víricas, conocidas como sistemas de restricción-modificación. Los
antibióticos no tienen efecto sobre los virus, pero se han desarrollado
medicamentos antivirales para tratar infecciones potencialmente mortales.

You might also like