Cierto da un rico industrial de la pesca encontr a un pescador tranquilamente
recostado en su barca fumando una pipa; horrorizado le pregunt: "porqu no sales a pescar?". "Porque ya he pescado bastante por hoy", respondi el pescador. "Y porqu no pescas ms de lo que necesitas?", insisti el industrial. "Y qu iba a hacer con ello?", pregunt a su vez el pescador. "Ganaras ms dinero y podras ponerle motor a tu barca, as podras ir a aguas ms profundas y pescar ms veces. Con eso ganaras ms dinero y podras comprar otra barca y luego toda una flota, entonces seras rico como yo" "Y que hara luego?", pregunt el pescador "Podras sentarte tranquilamente y disfrutar de la vida" "Y qu crees que estoy haciendo en este preciso momento?", respondi el satisfecho pescador. Dicen los sabios que la verdadera causa del sufrimiento humano es el deseo y el apego, cuando deseamos algo de modo vehemente e incontrolable, cuando la presencia de alguien nos es imprescindible, cuando algo o alguien se ha convertido en el eje o en motor de nuestra existencia, entonces nuestra vida pierde su equilibrio; surgen la inseguridad, el temor y las actitudes posesivas, egostas o ambiciosas. Sin darnos cuenta vamos perdiendo la libertad para ser nosotros mismos, para crecer y alcanzar nuestras metas y esto nos sucede cuando una persona, que puede ser nuestra pareja, hijos, padres, o un amigo, se transforma en el centro de nuestro mundo y todo gira a su alrededor, cuando es la fuente de seguridad y alegra; cuando no toleramos la idea de alejarnos de ella o de perderla.