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Universidad de los Andes


Doctorado en Administración
Teoría de las organizaciones II
Luis Antonio Orozco Castro

La organización y la legitimación de la actividad científica en los grupos de investigación

Pregunta de investigación

¿Cómo se organiza y se legitima la actividad científica, y cual es su resultado bibliométrico de acuerdo


al valor del capital social en términos de la densidad de los grupos de investigación y a sus vacíos
estructurales en las redes de relaciones sociales en el campo científico?

Resumen

En este artículo analizo la organización de la investigación en grupos que configuran el campo


organizacional de la ciencia, introduciendo la teoría de la legitimidad al debate en la teoría del capital
social sobre el cerramiento y los vacíos estructurales como determinantes en el desempeño. A partir de
la concepción del campo científico (Bourdieu, 1994/1976), analizo la legitimidad a nivel normativo,
regulatorio, cognitivo y organizacional, proponiendo en el efecto Mateo en ciencia (Merton, 1968) el
mecanismo social que permite la acumulación de ventajas en la asignación de recursos para la
investigación, dado el impacto en la institución de la ciencia. Proponiendo que la legitimidad de los
grupos de investigación y su trabajo depende la producción de resultados, mediante los que justifica su
acceso a recursos para organizar su actividad, presento los resultados bibliométricos desde 1975 hasta
2007 para 34 grupos de investigación de la Universidad de los Andes escalafonados por Colciencias y
que reportan indicador de ventaja acumulativa en ciencia (van Raan, 2006, Villaveces et al, 2007: 70-
78). Mediante un análisis de correlaciones y un modelo de regresión lineal, encuentro que una
densidad moderada del grupo y un mayor establecimiento de puentes entre vacíos estructurales en
redes de relaciones sociales en el campo científico y su institución, indican un mejor desempeño
bibliométrico.

Problema

En la I Misión de Ciencia y Tecnología en Colombia que se desarrolló a finales de la década de 1980,


se reconoce en la noción de grupo de investigación una forma conceptual para contribuir en la manera
de entender la actividad científica, confiriéndole de capacidades y competencias para realizar los
trabajos de investigación, a nivel individual, en tanto formación académica, como a nivel colectivo,
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dada la generación y apropiación de habilidades para las practicas investigativas sobre las
acumulaciones sociocognitivas que son fruto del trabajo y sus resultados (Charum, 1989; Charum,
1999). En Colombia se ha propuesto la noción de grupo de investigación como una herramienta
conceptual que permite la organización de la actividad científica a partir del establecimiento de
relaciones sociales libres y flexibles entre los científicos (Charum, 1989; Villaveces, 2001). El grupo
de investigación se ha venido construyendo como una noción organizadora de la investigación que
reúne los intereses de un conjunto de personas que deciden libremente investigar en una temática de su
interés y orientan y desarrollan su trabajo durante un periodo suficiente como para producir resultados.
Por tanto, un grupo no es una unidad de organización en el tablero de una burocracia, ni se define por
un acta de creación, sino que existe por el hecho de generar productos con capacidad de circular
(Villaveces, 2001).

En el seno del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, se hizo necesario por parte de la política
operacionalizar el concepto de grupo de investigación a partir de las prácticas en las que se organiza la
actividad investigativa, y propiciar su institucionalización en las acciones de política que orientan la
investigación nacional. Fue así como se empezó a traducir la política de grupos de investigación de
Colciencias en objetos tecnológicos informacionales – OTI, sobre los cuales se desarrollan las
convocatorias para fortalecer la investigación. La acogida de CvLAC y GrupLAC como mecanismos
para la participación de la financiación pública, así como forma de visibilidad y reconocimiento a un
trabajo de investigación colectivo, permitió conferirle a los grupos de investigación una legitimidad
institucional y organizacional dentro de la práctica de la actividad científica en Colombia (Chavarro,
2006; Chavarro, Orozco, Ruiz y Villaveces, 2007).

El debate entre quienes ven los grupos y su medición como una imposición de la política, y quienes
ven en la política de grupos un reconocimiento público a unas comunidades que, en un proceso
histórico de estructuración de una actividad social, lograron un estatus legítimo gracias a la
justificación de su existencia y su forma característica de organizar la práctica de la ciencia y la
orientación libre de temáticas, métodos e intereses, está al orden del día (Chavarro, 2006; Chavarro,
Orozco, Ruiz y Villaveces, 2007). Extenderme en el debate es cuestión del avance de una tesis
doctoral, sin embargo, es poco lo que sabemos en Colombia sobre las diferencias en la forma en que se
organizan los grupos de investigación, medido desde el análisis de redes sociales en el debate clásico
de las redes simmelianas y las burtianas, como fuente de valor para la obtención de legitimación desde
la institución de la ciencia en términos bibliométricos hacia la repercusión estratégica de asignación de
recursos para la investigación, fundamentales para la supervivencia organizacional. La asignación de
recursos a la ciencia se ha demostrado seguir un patrón de efecto Mateo, donde el que más tiene más
recibe, pero no sabemos aspectos sobre la organización ‘estratégica’ de los grupos como si a mayor
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densidad en coautorías existe un mejor desempeño, o si por el contrario éste depende de los puentes
con los vacíos estructurales que existen en las redes de relaciones sociales en el campo científico.

En el artículo abordo esta temática empíricamente, introduciendo las bases teóricas del campo de la
ciencia y la teoría de la legitimidad como elementos para analizar desde la teoría de redes el valor del
capital social de los grupos de investigación en función de su desempeño bibliométrico. Con el fin de
brindar un aporte al debate existente sobre la densidad o los vacíos estructurales como base del valor
del capital social en los grupos, exploraré teórica y empíricamente la pregunta: ¿Cómo se organiza y
se legitima la actividad científica, y cual es su resultado bibliométrico de acuerdo al valor del capital
social en términos de la densidad de los grupos de investigación y a sus vacíos estructurales en las
redes de relaciones sociales en el campo científico?

En la primera parte expongo los elementos generales del campo de la ciencia como un concepto que
permite entender las dinámicas particulares de la actividad científica, para incorporar la teoría de la
legitimidad como elemento vinculante en la teoría organizacional sobre la relación de la organización
con la sociedad. En la segunda parte expongo los fundamentos de la teoría de redes en las
organizaciones y su dimensión como forma de capital social que constituye el valor de los grupos de
investigación, para exponer la visión teórica de la densidad y los vacíos estructurales como dos
topologías en la medición de redes sociales frente al desempeño de una actividad. Finalmente presento
la evidencia empírica para 34 grupos de investigación de la Universidad de los Andes que cuentan con
indicadores de producción y citaciones en revistas con factor de impacto en los índices del Thomson
Scientific ISI sobre los que desarrollo las conclusiones.

Campos científicos

Como hemos argumentado en otras partes, “Se ha puesto en evidencia un nuevo orden en la
organización de la actividad científica, sobre el que las contribuciones del filósofo y sociólogo
francés Pierre Bourdieu han dejado importantes premisas, al considerar que la ciencia, como cualquier
otra actividad social, se encuentra inscrita en conflictos de intereses, estrategias, lógicas profesionales,
mecanismos para la dominación y la acumulación de capital, pero que al mismo tiempo se manifiesta
en una serie de relaciones de confianza con las que se crea lo que denominó Capital Social, que es el
fundamento para generar crédito científico y legitimación simbólica de los conocimientos y los
artefactos. Gracias a esto se puede convocar, movilizar y actuar en la generación del bienestar”
(Orozco y Chavarro, 2006: 18).

El campo científico de Bourdieu permite desarrollar una visión más enriquecedora que las
implicaciones de la estructuración dada por el funcionalismo norteamericano, en cuanto analiza el
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centro de las disputas por la obtención de la legitimidad, al poner de relieve las implicaciones de la
autoridad en la ciencia, y su capacidad para ejercer poder1 en un campo de lucha por el reconocimiento
y el acceso a recursos. Los profesionales de la ciencia y la legitimidad de su actividad se encuentran
posibilitados y constreñidos por reglas, recursos, poder, autoridad y la dimensión discursiva y
comunicativa en la política y la moral en la sociedad, ganada en la respetabilidad y la celebridad.
Bourdieu (1994/1976) propone el concepto de campo científico para denotar la dimensión espacio
geográfica en la que existe la interacción de los científicos, concebidos como agentes que se
desenvuelven mediante estrategias2 con las que protegen sus intereses en ámbitos que trascienden los
espacios temporales de investigación gracias a la práctica distintiva en la forma de combinar unos
recursos cognitivos, técnicos, retóricos y políticos con una reglas que posibilitan la estructuración y
mediación de conflictos. Nuestro sociólogo entiende que:

“El campo científico, como sistema de relaciones objetivas entre posiciones adquiridas (en las luchas
anteriores), es el lugar (es decir, el espacio de juego) de una lucha competitiva que tiene por desafío
específico el monopolio de la autoridad científica, inseparablemente definida como capacidad técnica
y como poder social, o, si se prefiere, el monopolio de la competencia científica que es socialmente
reconocida a un agente determinado, entendida en el sentido de capacidad de hablar e intervenir
legítimamente (es decir, de manera autorizada y con autoridad) en materia de ciencia” (Bourdieu,
1994: 131, énfasis en el original).

El campo científico se encuentra inmerso en una red de relaciones sociales objetivas entre científicos
quienes colaboran y a la vez son pares y jueces de la validación del nuevo conocimiento. En el campo
científico se compite abiertamente por los recursos para la investigación, provocando la configuración
de nuevas formas de interacción en el que prima la lucha por la autoridad científica. Ésta es una
“especie particular de capital social que asegura un poder sobre los mecanismos constitutivos del
campo y que puede ser reconvertido en otras especies de capital, debe lo esencial de sus características
al hecho de que los productores tienden (tanto más cuanto más autónomo es el campo) a no tener otros
clientes posibles que sus competidores” (Bourdieu, 1994: 135, énfasis en el original).

Dada la naturaleza social del trabajo, el campo es un espacio colectivo de intercambio de recursos
materiales y simbólicos de acuerdo con determinadas reglas de competencia y cooperación del trabajo
profesional. Esto genera una ciencia construida a partir del conflicto que surge en la pugna por obtener
1
Entendido en el sentido de Foucault: “Power is exercised rather than possessed; it is not the ‘privilege’ acquired
or preserved, of the dominant class, but the overall effect of it strategic positions – an effect that is manifested
and sometimes extended by the position of those who are dominated” (Foucault, 1991: 26, el énfasis es mío)
(citado en Acevedo, 2007). “Power is exercised by virtue of things being known and people being seen”
(Foucault, 1980: 154) (citado por Townley, 1993: 520).
2
Interpretada para mi desde el sentido de conciencia práctica de Giddens: “La estructuración de los sistemas
sociales se funda en las actividades inteligentes de actores situados que aplican las reglas y los recursos en la
diversidad de contextos de acción, producidos y reproducidos en una interacción”. (Giddens, 1989: 61)
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y acumular el capital social y científico con el que se determina la posición de un actor en el campo.
“Las diferentes posiciones en el campo científico están asociadas a representaciones de la ciencia,
estrategias ideológicas disfrazadas de tomas de posición epistemológicas por las cuales los ocupantes
de una posición determinada tienden a justificar su propia posición y las estrategias que ponen en
marcha para mantenerla o mejorarla, al tiempo que desacreditan a los defensores de la posición
opuesta y sus estrategias” (Bourdieu, 1994: 159).

La ciencia no es una actividad desinteresada (véase también Habermas, 1982), por tanto, la pugna por
imponer los intereses de unos frente a los otros, permite tener una concepción más realista de la
armoniosa comunidad científica mertoniana donde hay una perfecta competencia de ideas y razones.
En el campo científico, la lucha por la reputación y la dominación de unas problemáticas se da tanto
en las posiciones de los científicos en las jerarquías y burocracias de las universidades y
organizaciones de la investigación, como en la respetabilidad, autoridad científica y celebridad que el
científico gana por su producción y aporte a la ciencia, certificado como tal ante el estado, las
organizaciones financiadoras de la ciencia y la sociedad civil en general.

El campo científico de Bourdieu define que la ciencia es en realidad una actividad determinada por las
condiciones sociales en la que es producida, por tanto, las reglas y los recursos que posibilitan la
conformación de las prácticas y las formas de organizarlas son los que determinan las posiciones e
identidades de cada científico en el campo. En la actividad social de la ciencia no se puede distinguir
entre las determinaciones propiamente científicas y las determinaciones propiamente sociales de las
prácticas. Ciertamente “El universo "puro" de la ciencia más "pura" es un campo social como otro, con
sus relaciones de fuerza, sus monopolios, sus luchas y sus estrategias, sus intereses y sus ganancias”
(Bourdieu, 1994: 131).

En este sentido, “Es el campo científico el que, como lugar de una lucha política por la dominación
científica, asigna a cada investigador, en función de la posición que ocupa, sus problemas,
indisociablemente políticos y científicos, y sus métodos, estrategias científicas que, puesto que se
definen expresa u objetivamente por referencia al sistema de posiciones políticas y científicas
constitutivas del campo científico, son, al mismo tiempo, estrategias políticas. No hay "elección"
científica -elección del área de investigación, elección de los métodos empleados, elección del lugar de
publicación, elección que describe Hagstrom entre una publicación rápida de resultados parcialmente
verificados o la publicación tardía de resultados plenamente controlados que no sea, por uno de sus
aspectos, el menos confesado y el menos confesable, una estrategia política de ubicación al menos
objetivamente orientada hacia la maximización del beneficio propiamente científico, es decir al
reconocimiento susceptible de ser obtenido de los pares-competidores”. (Bourdieu, 1994: 135).
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De esta forma el campo científico permite reedificar la concepción de la institución de la ciencia


mertoniana basada en el sistema de publicación de revistas, al reconocer dos elementos fundamentales
sobre la actividad científica: Primero, los intereses particulares de los científicos, en tanto personas
que tienen ideologías políticas y motivaciones personales relacionadas a posiciones y reconocimiento
en términos de cargos burocráticos, prestigio profesional, ingresos, celebridad y control de recursos, se
orientan mediante estrategias de relaciones objetivas. Segundo, el interés común con otros científicos
con los que ejerce su práctica en el desarrollo de disciplinas a partir de grupos de investigación, es
definido por su publicación y las relaciones de coautoría, que en principio implican la interacción de
agentes que comprometen su reputación y entran en un sistema de competencia por el reconocimiento,
cuyo indicador fundamental se encuentra en la publicación y su citación, que legitima el efecto Mateo
en ciencia, en tanto mecanismo de justificación al acceso de recursos dado su impacto en la institución
de la ciencia.

Finalmente, es importante tener en cuenta que en el campo científico no es posible la subordinación de


la dimensión personal a la colectiva y viceversa, en la medida que la ciencia se constituye en una
actividad tanto social como cognitiva. El campo científico es por tanto un espacio de lucha mediante el
cual los científicos ganan su legitimidad, en tanto autoridad, en la medida que reciben la aceptación de
la comunidad científica de que es y que no es ciencia, específicamente en la publicación, y cuales son
y cuales no son los verdaderos aportes a ella dada, aspecto ligado con la citación. Como describe
Bourdieu (1994: 136, el énfasis es mío): “En la lucha en la cual cada uno de los agentes debe
comprometerse para imponer el valor de sus productos y de su propia autoridad como productor
legítimo, está siempre presente el desafío de imponer la definición de la ciencia (i.e. la delimitación
del campo de los problemas, las metodologías y las teorías que pueden considerarse científicas) más
conveniente para sus intereses específicos, es decir, la más adecuada para permitirle ocupar con toda
legitimidad la posición dominante, asegurando la posición más alta en la jerarquía de los valores
científicos, de las capacidades científicas que el agente detenta a título personal o institucional”.

Teoría de la Legitimidad

En la definición de legitimidad que se encuentra en la Real Academia Española (www.rae.es) se


entiende como una conformidad a las leyes al aceptarlas como algo cierto, genuino y verdadero. Desde
el derecho, la legitimidad es la obediencia sin coacción que deviene de una ley en la que coincide
justicia, validez y eficacia. Pero también se reconoce una legitimidad política, entendida como la
facultad de ejercer el poder sin violencia mediante la generación de una percepción de aceptación y
obediencia en el intangible de un contrato social (Deegan, 2002), en la que entendemos la legitimidad
como un recurso de dimensión simbólica en el valor que se intercambia como producto de un contexto
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en términos de reputación y buen nombre que forman el capital social de la autoridad en el campo
científico.

La teoría de la legitimidad ofrece un poderoso mecanismo conceptual para entender los procesos en
los que las organizaciones se relacionan con su entorno institucional distintivo ganando la aceptación y
aprobación de sus actividades y resultados, lo que les permite la perdurabilidad en el tiempo. La teoría
de la legitimidad tiene dos enfoques de análisis en la teoría organizacional, la teoría de dependencia de
recursos y la teoría institucionalista, las cuales nos permiten mirar las estrategias de los actores en las
organizaciones, y las formas distintivas en la que las instituciones determinan los comportamientos
propios de una practica social (Tilling, 2004). La teoría de la legitimidad tiene como fundamento
teórico el contrato social, que desde las ideas de Platon, Hobbes, Locke y Rouseau, hasta propuestas
contemporáneas como la de Rawls, abrieron pie para analizar las bases del surgimiento y permanencia
de organizaciones y estructuras sociales (Khor, 2006; Deegan, 2002). La teoría de la legitimidad se
apuntala en la satisfacción de las expectativas y los fines deseables de la sociedad en general, así como
en la distribución de los beneficios económicos, políticos y sociales a los diversos agentes de los
cuales la organización obtiene su poder (Deegan, 2002).

En la teoría organizacional, Dávila (2001, cap 7) expone cómo la preocupación por las relaciones entre
organización y sociedad surgen como respuesta al marco conceptual de la teoría general de sistemas,
en el que se reconoce que el entorno juega un papel determinante en la configuración de estructuras y
estrategias para la acción organizacional, donde es necesario avanzar en el entendimiento de los
contextos como lo hace la teoría de dependencia de recursos (Cf. Dávila, 2001: 275). Luego de los
aportes pioneros de Selznick (1948) sobre la comprensión de la organización como un sistema
consciente de actividades coordinadas por más de dos personas en un reglamento legítimo de
autoridad delegada, y la visión de Parsons (1956), quien diferenció la organización de otras
colectividades sociales dada la característica esencial de la persecución de una meta, y quien
argumentó que la legitimidad es el concepto central para estudiar y entender la relación de las
organizaciones con el entorno, la teoría organizacional avanzó en la comprensión de las
organizaciones como instrumentos sociales que organizan una actividad y unos intereses para el
intercambio social (Weick, 1969; Perrow, 1972; Pfeffer y Salancik, 1978).

De las más de seis reconocidas teorías organizacionales que surgen en este contexto (pe, Fligstein,
2001; Scott, 2004 para una revisión3), la teoría de la dependencia de recursos de Pfeffer y Salaznik
(1978), así como teoría institucionalista que surge con los trabajos de Berger y Luckmann (1967), son
pioneras en analizar la legitimidad como uno de los elementos fundamentales en la relación entre las
3
Entre ellas, la teoría de costos de transacción de Coase y Williamson, la teoría evolucionista de Nelson y
Winter, la teoría ecologista de Hannan y Freeman, la teoría de la contingencia de Woodward y Lawrence y
Lorsch, y la teoría de redes cuyos máximos exponentes son Granovetter y Powell.
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organizaciones y la sociedad. Estas dos teorías son las vertientes principales para las teorizaciones
sobre la legitimidad, en especial en lo referente a los recursos y a los niveles institucionales para
contextos específicos (Hybels, 1995; Khor, 2006; Deegan, 2002; Kostova y Zaheer, 1999). Sin
embargo, como muestra Tilling (2004), los dos enfoques son diferentes en la medida que la primera
propuesta se centra en el nivel de la organización y sus dependencias simbióticas y comensalistas
(Pfeffer, 1987), mientras que la segunda se concentra en el entorno institucional en el que viven las
organizaciones y las formas que adoptan para perdurar (Mayer y Rowan, 1978; DiMaggio y Powell,
1983; 1991).

La teoría de la dependencia de recursos de Pfeffer y Salaznik (1978), centra su análisis en ver las
disputas frente al acceso a los recursos como fuente de poder para mantener y legitimar una
organización ante la sociedad. La visión esta teoría puede enfocarse en un análisis desde la
organización hacia el entorno, proponiendo la legitimidad como un recurso a nivel organizacional, del
que se hace uso para predecir las formas más probables de organización dadas las condiciones de un
entorno. La teoría institucionalista marcó una importante vía de análisis de la forma en que las
condiciones de los entornos institucionales configuran las costumbres y los patrones de acción
haciéndolos legítimos en la sociedad (Fligstein, 2001; Scott, 2004; 2005). Esta teoría se fundamenta en
sostener que las organizaciones se encuentran en instituciones y procesos de institucionalización a
nivel normativo4, regulatorio5 y cognitivo6, que impactan los ajustes culturales y las formas de
desplegar estrategias y estructuras en prácticas profesionales que son el centro del cambio
organizacional (Fligstein, 2001; Scott, 2004; 2005). Por tanto, esta teoría tiene el foco en el entorno
institucional como medio legitimador de la acción y la existencia de la organización.

Hybels (1995) retoma las ideas centrales de los planteamientos de Pfeffer y Salaznik (1978), pero a la
luz de la sociología de Anthony Giddens. Así, el autor se aproxima a la legitimación de la organización
desde una noción específica de recursos, entendidos en términos de todo aquello que puede servir
como fuente de poder en la interacción social. Hybels también retoma el aporte de Berger y Luckmann
(1967) sobre la construcción de la realidad para argumentar que son las reglas y sus justificaciones las
que constituyen la legitimidad a nivel institucional en la cognición de las prácticas sociales. Así,
propone que la legitimidad es producto y contexto del intercambio en una dimensión simbólica y
material de recursos, así como un acto de la comunicación en el que se transmite el sentido al buen
nombre y la reputación como mecanismo para asegurar la permanencia de la organización. Hybels
(1995) muestra que para enlazar los detalles concretos del proceso de legitimación con las situaciones
4
Este nivel se despliega en el dominio de los valores, en los que la organización busca la congruencia con los
valores de la sociedad.
5
Este nivel se compone de las instituciones que regulan el comportamiento a nivel legal, en términos de reglas y
leyes que aseguran la estabilidad y el orden social.
6
Este nivel se fundamenta en la conformidad y consistencia de la organización con las estructuras cognitivas de
la sociedad.
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específicas en la organización de las prácticas de una actividad, es necesario investigar el flujo de


recursos de la constitución organizacional así como los patrones y los contenidos de la comunicación
para considerar su aprobación. Es la transferencia de recursos, entre ellos el simbólico, lo que da valor
y sentido al buen nombre de la organización y se le hace aceptable para la sociedad y sus instituciones,
asegurando la producción y reproducción de su legitimidad y supervivencia.

Deegan (2002), siguiendo a Dowlin y Pfeffer (1975), y de forma consistente con Hybels (1995),
observa que las organizaciones siguen una estrategia de comunicación, informando mediante discurso
público el bien que generan a la sociedad. Las organizaciones buscan tener vivo el contrato con la
sociedad haciendo de su acción parte congruente con los valores, normas y metas en el cotidiano de
una sociedad y sus instituciones (Khor, 2006; Deegan, 2002). La legitimación depende de la forma
como las organizaciones generan una aceptación y aprobación por parte de la sociedad de sus intereses
y metas, en la medida que intercambian un contenido simbólico de lo que significa su actuar y
permanencia en un entorno institucional que posibilita y constriñe los comportamientos. El proceso de
legitimación implica entrar en una serie de prácticas, que, concensuadas en un proceso de
estructuración en el sentido de Giddens, se encuentran regidas por normas y protocolos que orientan la
acción y define los resultados que son aceptables, justificando el acceso y uso de recursos.

Para el campo científico la legitimidad de la autoridad científica en la organización de la actividad


investigativa puede analizarse, de acuerdo con la teoría de la legitimidad, en dos niveles. El
organizacional, en el que la legitimidad se gana en el trabajo y se explica en el acceso a recursos para
la actividad investigativa dada la creación de un capital social. En este sentido, la legitimidad es
establecida por varias personas que hacen el mismo trabajo, donde existen pares que convalidan las
acciones y los resultados, y donde su adopción, a partir de los resultados en el desempeño, depende de
la aceptación por otros de una definición particular de la forma de hacer el trabajo (Burt, 1997: 345;
Burt, 2000: 389-390)7. El segundo, institucional, se gana a nivel simbólico en el sistema de
comunicaciones y de recompensas de la ciencia. Así, es en la institución de la ciencia donde se accede
a la legitimidad para los tres niveles: normativo, en la interacción comunicativa mediada por la
publicación científica y sus valores asociados; cognitivo, en las prácticas de sus protocolos como la

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Como bien sintetiza Burt (2000: 389-390). “The competition and legitimacy associated with peers can be used to make
sense of the negative association between value and peers (Burt, 1997a). Having many peers affects a manager's freedom to
define his job, and the firm's response to the manager's definition. First, many peers are a competitive frame of reference.
(…). Second, legitimacy is established by many people doing the same work. The way in which the job is performed is
legitimate not because of content or quality, but because many people perform it that way (e.g. economists in a business
school)”. “Legitimacy does not come with the job¸ it has to be established. With few people doing the work, establishing
legitimacy of a manager’s job performance depends on getting others to accept his or her definition of the work (e.g.,
sociologist in a business school)” (Burt, 1997: 345).
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evaluación por pares, el uso de métodos y las posiciones epistemológicas; y reglamentario en las
legislaciones y políticas nacionales de promoción de la investigación y su organización, como el caso
de ScienTI Colombia. Lo importante en la ciencia, es que la legitimidad a nivel institucional es la base
para la producción de legitimación a nivel organizacional, primero, al ser un grupo definido en
términos de sus resultados, segundo, al hecho que la reputación y la autoridad de la ciencia, genera un
efecto Mateo en cuanto a la consecución de recursos para continuar con la investigación.

El efecto Mateo no es ajeno a los estudios organizacionales en el contexto de la ciencia (pe, Croissant
y Smith-Doerr, 2008: 699). Inicialmente propuesto por (Merton, 1968: 7), es entendido como “una
ventaja acumulativa” (véase pe, Croissant y Smith-Doerr, 2008: 699; van Raan, 2006: 408) en la que
la reputación ganada en el sistema de comunicación y de recompensas de la ciencia en términos de
publicaciones y citaciones, repercute en el acceso a recursos, crecimiento y perdurabilidad de las
organizaciones que desarrollan la investigación. La evidencia estadística del efecto Mateo se encuentra
en la presencia de una distribución del número de publicaciones y las citaciones dependiente de una
función de potencia con un exponente mayor a 1 (Katz, 1999). El efecto Mateo propone que la
reputación y el reconocimiento que crean los científicos tiende a incrementarse exponencialmente en
la medida que ganan aceptación a través de las citaciones, tanto de patentes (Croissant y Smith-Doerr,
2008: 699) como de artículos científicos (Katz, 1999), posibilitando el acceso a más recursos para la
investigación. Esto es en esencia que entre más se publique, mayor es la citación que los científicos e
ingenieros reciben, por tanto mayor es la legitimación de su trabajo a nivel normativo en la institución
de la ciencia, y mayor es la posibilidad de justificar el acceso y uso de recursos para continuar con la
investigación.

El sistema de comunicaciones y de recompensas de la ciencia, regida por el acto comunicativo de la


publicación científica, es el centro de la normatividad de su institución (Merton, 1977). Ciertamente
“el fin institucional de la ciencia es la extensión del conocimiento certificado” (Merton, 1977: 358). La
institucionalización del artículo científico ha propiciado la aparición de roles autorizados como el de
editores, impresores y árbitros, que condujo a un cambio de valores y a una nueva forma de construir
el conocimiento y de formar comunidades científicas8. Esta estructura social de validación y
comunicación es el medio por el que la ciencia se hace confiable. “La estructura de la autoridad en la
ciencia, en el que el sistema de árbitros ocupa un lugar central, proporciona una base institucional para
la fiabilidad relativa y la acumulación de conocimiento” (Merton, 1977: 620-621).

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Los artículos de investigación son el componente más importante en el proceso de comunicación científica. Desde la
aparición en el siglo XVII de las primeras revistas científicas: la Mercurius Gallo-Belgicus en Alemania, el Journal des
Scavans en Francia, la Atti della Accademia Nazionale dei Lincei en Italia y la Philosophical Transactions de la Real
Sociedad de Londres, se ha dado paso a la estructuración de las comunidades científicas de la modernidad, gracias a la
legitimación de una práctica que sigue un riguroso protocolo de evaluación del nuevo conocimiento por parte de un cuerpo
colegiado de pares que facultativamente confieren la certificación en calidad de científico al nuevo conocimiento al hacerlo
público para que circule y de avance a la ciencia (Orozco y Chavarro, 2006; Villaveces, 2007).
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Merton observó cómo el proceso democrático de la sociedad moderna lleva a la creciente regulación
por la autoridad política, destacando que “la acción de la política pública en ciencia y tecnología ha
propiciado la creación de nuevas organizaciones para mejorar la comunicación entre los científicos”
(Merton, 1977: 485). Hoy resulta claro que los sistemas de indexación y resumen de revistas, como
instituciones en las que se organiza y se hace disponible el conocimiento certificado, son un elemento
fundamental para valorar la circulación de los artículos arbitrados, y es el mecanismo que la
institución de la ciencia emplea para considerar su aporte en términos de citaciones. En la medida que
las publicaciones son aceptadas por las comunidades científicas, se abre paso al gran sistema de
comunicación en el que se soporta la ciencia. Sin embargo, como bien afirma Katz (1999: 515) “In a
democracy, it might be difficult to design a policy to change the slope of a Matthew effect or other
self-similar structures such as the one between size and size rank in the science system”.

Katz (1999), en su análisis de 152 disciplinas para los documentos publicados entre 1981 y 1992 del
Sience Citation Index del Thomson Scientific ISI en el mundo9, con un periodo de tres años para las
citaciones, muestra a partir de la correlación entre el total de citaciones y el total de artículos
publicados, evidencia la presencia del efecto Mateo en la ciencia, dada la dependencia de la
distribución de una función de potencia. Katz muestra que el efecto Mateo le posibilita a los grupos de
investigación exitosos la atracción de más fondos para la investigación, lo que se evidencia en el
incremento del tamaño de los grupos, y una ganancia en términos de la reputación y la autoridad en la
ciencia10. Desde la perspectiva de la teoría de la legitimidad, resulta clara la importancia de legitimar
la autoridad – autoría – en la publicación de documentos científicos, donde el efecto Mateo es una
evidencia de la capacidad de acumulación de capital en el campo de la ciencia. “Also, by using
coauthored papers as an indicator of collaboration it may be possible to establish power-law
relationships between size, recognition and various types of collaboration (e.g., foreign and
domestic)” (Katz, 1999: 516).

van Raan (2006), entendiendo que “the research group is the most important ‘work floor entity’ in
science” (p, 410), analiza 65 grupos de investigación en medicina y 157 grupos de investigación en
química de 10 universidades holandesas, dando soporte al efecto Mateo en la ciencia. En un análisis de
10 años, encuentra que los grupos de investigación van aumentando su ventaja competitiva en la
ciencia gracias a la reputación que van ganando dada su producción, las citaciones que reciben en el
tiempo y el factor de impacto de las revistas donde circulan los resultados. El incremento exponencial

9
Para una exposición de la composición del Thomson ISI, ver (Villaveces, Orozco, Ruiz y Chavarro, et al,. 2007: 67-69).
Para una revisión sobre la constitución social del paradigma ISI como objeto tecnológico informacional – OTI de la ciencia,
ver Orozco, Chavarro y Ruiz, próximamente.
10
“Frequently, the Matthew effect in science manifests itself in other ways such as the manner in which funds are allocated
to higher educational institutions. Sometimes smaller institutions complain that the larger institutions receive funds that are
disproportionately large compared to their size (Katz, 1999: 514).
12

que da cuenta del efecto Mateo, es un indicador consistente con la capacidad de mejorar los
desempeños de los grupos de investigación y generar importantes avances para la humanidad (van
Raan, 2006). van Raan (2006) define un indicador para medir la posición relativa de un grupo de
investigación frente a su comunidad, y que se construye obteniendo la razón entre el número de
publicaciones y el total de citaciones, dividido por el factor de impacto11 promedio de las revistas
donde circulan los documentos, permite valorar la posición de los grupos de investigación en el campo
científico, donde la competencia por publicar en las revistas con mayor factor de impacto, exige tener
mejores niveles de producción y citación. Así, es posible valorar la presencia de un efecto Mateo en la
capacidad de legitimación de los grupos de investigación a partir de su aporte a la ciencia en las
revistas que circulas en sistemas de indexación y resumen como el Thomson ISI.

De esta forma, los grupos de investigación, entendidos como organizaciones de la actividad científica,
existen y se legitiman en la institución de la ciencia gracias a la normatividad de la publicación de sus
resultados de investigación y a la aceptación que reciben a través de las citaciones y las prácticas
cognitivas de la comunicación científica, obteniendo un efecto Mateo desde la acción de la
financiación pública de la ciencia, que en el entorno institucional de las regulaciones justifica la
asignación de recursos, ampliando el circulo entre reputación y autoridad ganado en la ciencia, que le
permite a los científicos y sus grupos y centros de investigación obtener más recursos para continuar
con el trabajo y mantener su actividad creciente en el tiempo. “One institutional version of the
Matthew effect, apart from its role in the reward and communication systems of science, requires at
least short review. This is expressed in the principle of cumulative advantage that operates in many
systems of social stratification to produce the same result: the rich get richer at a rate that makes the
poor become relatively poorer (46). Thus, centers of demonstrated scientific excellence are allocated
far larger resources for investigation than centers which have yet to make their mark (47). In turn, their
prestige attracts a disproportionate share of the truly promising graduate students (48). This disparity
is found to be especially marked at the extremes (49): six universities (Harvard, Berkeley, Columbia,
Princeton, California Institute of Technology, and Chicago) which produced 22 percent of the
doctorates in the physical and biological sciences produced fully 69 percent of the Ph.D.‘s who later
became Nobel laureates. (…) These social processes of social selection that deepen the concentration
of top scientific talent create extreme difficulties for any efforts to counteract the institutional
consequences of the Matthew principle in order to produce new centers of scientific excellence”
(Merton, 1968: 7).

11
En general es la importancia relativa de una revista dado el número de artículos que publica y el número de
citaciones que reciben para un periodo dado. Para detalles del factor de impacto, ver: Villaveces et al (2007: 68)
y Garfield (2005), quién es su creador así como el fundador del ISI. La historia de la materialización de la
institución de la ciencia mertoniana en el ISI puede verse en detalle en Orozco, Chavarro y Ruiz, próximamente.
13

La comparación a partir de indicadores bibliométricos permite valorar la comunicación científica y


diferenciar sus aportes en términos de la posición que ocupan los grupos de investigación en el campo
científico, así como legitimar la pertinencia de su trabajo para el avance de la ciencia, en término del
acceso a recursos que le posibilitan su perdurabilidad en el tiempo. En este caso, los investigadores se
organizan en grupos de investigación como una forma de capital social, en el que se tiene un valor
organizacional dado las posibilidades de trabajo colaborativo y acceso a información y conocimiento.
Las relaciones de coautoría, que son por su naturaleza una relación fuerte de reputación colectiva, y las
personas con las que se trabaja, aun cuando no firmen los productos, también son parte de la realidad
social de los grupos y una dimensión de su tamaño real. Este valor social, que posibilita el incremento
en la legitimidad que se gana en la institución de la ciencia a partir de la interacción con pares y
autores, es determinante en la consecución de autoridad en el campo científico, con la que se obtiene
acceso legítimo a recursos para continuar los programas de investigación.

De esta forma, la legitimidad de los grupos de investigación, en tanto forma de organización de la


ciencia, depende del reconocimiento de sus publicaciones en la institución de la ciencia a nivel
normativo y cognitivo, mientras que a nivel regulatorio, depende de la declaración de la existencia de
un grupo en GrupLAC, como mecanismo de las políticas públicas en ciencia y tecnología. La
legitimidad se traslada a la organización en la medida que se evidencie el efecto Mateo, esto es, los
grupos de investigación incrementan su legitimidad en el tiempo como actores de la investigación,
justificando el acceso a recursos que les permiten sobrevivir, crecer y ser rentables dada su producción
y sus resultados.

Por lo tanto:

Hipótesis 1: La legitimación de los grupos de investigación resulta de un incremento exponencial de la


producción de documentos científicos dadas las citaciones acumuladas por éstos, lo que incide en la
perdurabilidad de los grupos de investigación al justificar su acceso a recursos desde el tiempo de su
creación.

La teoría de redes

En la corta historia de las redes como un mecanismo de estudio para sistemas biológicos, rutas de
transporte y análisis físicos y químicos por nombrar algunas disciplinas, se reconoce en el seminal
artículo de Mark Granovetter de 1973 el inicio de una teoría de redes de relaciones sociales y un
14

aporte esencial para el estudio de la sociología y la antropología (Wasserman y Faust, 1994; Degenne
y Forsé, 1999; Barabási, 2002; Watts, 2004; Smith-Doerr y Powell, 2005, Orozco y Chavarro, 2006).

Las redes en el análisis organizacional han presentado un interés creciente en los últimos años, en
especial en la literatura que circula en el Sociological Abstracts (Borgatti y Foster, 2003 para una
revisión). Su enfoque central es el análisis de las relaciones que permiten y mantienen la formación de
estructuras e instituciones, las cuales se fundamentan en la predicción de los comportamientos y la
obtención de desempeños en la actividad económica (Brass, Galaskiewicz, Greve y Tsai, 2004;
Borgatti y Foster, 2003; Smith-Doerr y Powell, 2005).

Granovetter (1973, 1985, 2000, 2005a, 2005b), quien reconoce que su aporte se enfocó al análisis de
la sociología en la economía y no al desarrollo de una teoría de redes sociales (Granovetter, 1990), da
una visión comprensiva de las redes de relaciones sociales como el mecanismo vinculante entre los
niveles micro y macro de la teoría social en la que operan motivos económicos y no económicos, y se
superan los supuestos de sobresocialización y subsocialización de la economía. El planteamiento
central de Granovetter es que la actividad económica está inmersa en redes de relaciones sociales.
Estas redes son un mecanismo flexible de intercambio que no se rige por las normas del derecho ni por
un sistema de precios competitivo, sino que definen su propio sistema de recompensas y sanciones y
evolucionan en el tiempo sobre la confianza creada en interacciones repetitivas. De esta manera,
construyen una historia que dirime incertidumbres en los comportamientos futuros y disminuye los
costos asociados a las relaciones. La membresía es voluntaria, tanto entre personas como entre las
organizaciones a las que forman, pertenecen y representan, y, por tanto, le da flexibilidad a los límites
que establecen las formas de gobernanza contractual. Las redes presentan dos tipos de enlaces: los
fuertes, que son relaciones recíprocas en una combinación de tiempo, intensidad emocional, intimidad
y confidencialidad propios de la amistad, y los débiles, que representan las relaciones probables por
puentes entre las relaciones fuertes, esto es, el entramado social que posibilita el encuentro entre
personas que no se conocen.

La corriente de la teoría organizacional de la sociología de las instituciones concibe la confianza como


un ámbito de la naturaleza humana en el que la confidencialidad y los sentimientos compartidos, son
producto de un marco normativo basado en la moral, en el que la interacción entre individuos
despliega una fuerza social cognitiva basada en costumbres, convenciones, y una historia en
desarrollo. En ella se inscriben las transacciones económicas y los intercambios de bienes y servicios
en una serie de relaciones de preferencia, reciprocidad y mutualismo, en la que un conjunto de
personas intercambian información, conocimientos específicos y habilidades en un proceso de
colaboración para la obtención de fines comunes (Granovetter, 1973, 1985, 2005; Powell, 1990,
Powell y DiMaggio, 1991).
15

Smith-Doerr y Powell (2005) desarrollan una revisión de la teoría de redes en la economía, partiendo
desde la teoría de la fortaleza de los enlaces débiles de Granovetter. Los autores exponen las redes
como un concepto que permite entender desde actores o nodos, sus relaciones para conseguir algún
fin. En sus palabras:

“Networks are the relational structure of social and economic life. The institutional context in which
network ties are formed and governed largely shapes the distribution of access to network resources.
When that access is more broadly distributed and resources and information can be obtained through
multiple pathways, connections can lead to entrepreneurial activities, opportunity, and learning. But
when network access is restrictive and produces social closure, connections can lead to widening gaps
between the haves and have-nots” (Smith-Doerr y Powell, 2005: 393).

Smith-Doerr y Powell (2005) muestran que las relaciones en la vida económica son motivadas
básicamente por el acceso a información y recursos para desempeñar una actividad. Ellos identifican
tres formas en la que las redes influencian la actividad económica: Redes de relaciones sociales en el
que vínculos personales generan amistad, reputación y confianza a lo largo de las instituciones. Redes
como intercambios formales que, en tanto activos, permiten la provisión de recursos en la interacción
entre dos o más partes (principal agente) que se obligan en un intercambio. Y redes como formas
organizacionales de gebernanza. Estas categorías son, en tanto niveles de análisis, un elemento común
en las revisiones de literatura reciente en redes en la ciencia administrativa (Brass et al, 2004; Borgatti
y Foster, 2003).

Smith-Doerr y Powell (2005) proveen una importante herramienta conceptual desde el análisis de
redes sociales para las formas topológicas que han surgido en la literatura, y permiten ver los avances
en la concepción de la formación de redes informales, el acceso a información y los conglomerados
regionales, refriéndose a los beneficios de la conectividad en el desempeño, los efectos distributivos y
la difusión. En éste último aspecto, los autores se refieren al capital relacional, reconociendo la
reputación como un activo valioso, fruto de una cooperación exitosa, que permiten ver una posibilidad
de incorporar el concepto de capital social en el análisis del valor de las interacciones para la vida de
las organizaciones.

Capital social como dimensión de las redes en la vida económica12

12
De acuerdo con Inkpen y Tsang (2005), la teoría de redes no guarda una estrecha relación con el concepto de capital social
(es referido como capital relacional en la revisión de Smith-Doerr y Powell, 2005: 391). Esto puede deberse a múltiples
factores entre los que mencionaré tres, con el fin de aclarar la posición en la que uso el capital social como concepto que
define el valor de los grupos de investigación medido a través del análisis de redes sociales y analizado a partir de la
16

El capital social fue propuesto por Bourdieu para referirse al “agregado de los recursos actuales y
potenciales que están vinculados a la posesión de una red durable con relaciones más o menos
institucionalizadas de mutuo encuentro o reconocimiento” (Bourdieu, 1985: 248; citado por Portes,
1998: 3). Su concepción apareció de forma independiente, y casi simultáneamente con Coleman
(1988: 98) en Estados Unidos, quien argumentó que “Social capital is defined by its function. It is not
a single entity but a variety of different entities, with two elements in common: they all consist of
some aspect of social structures, and they facilitate certain actions of actors-whether persons or
corporate actors-within the structure. Like other forms of capital, social capital is productive, making
possible the achievement of certain ends that in its absence would not be possible.”

La noción de capital social para los primeros teóricos como Bourdieu, Coleman, Putnam y Fukuyama,
constituye una acumulación de obligaciones bajo la norma de la reciprocidad de derechos, en tanto
reglas normativas, en el que se configura un sistema interpretativo de éstas sobre recompensas y
sanciones, permitiendo la creación de valor en la acción humana desarrollada en una confianza
exigible por el poder de la comunidad y el estado (Portes, 1998). En este sentido el capital social es un
mecanismo para que las organizaciones interactúen con instituciones legales como los derechos de
propiedad, los contratos y los sistemas de comercio, a su vez que representan el sentido moral de una
comunidad, que genera las bases de la confianza en una estructura de acuerdos éticamente justificados
en la práctica cotidiana (Fukuyama, 1995; Portes, 1998). El capital social comprende los aspectos de la

topología conceptual de las redes (Smith-Doerr y Powell, 2005). Primero, existe una controversia teórica sobre la propiedad
de ese capital –individual o colectivo-. Para los primeros teóricos del capital social, así como una corriente de trabajos
empíricos (Sudarski, 2007 para el caso de Colombia), el capital social es de naturaleza pública; mientras que para trabajos
posteriores sustentados en la teoría de la fortaleza de los enlaces débiles de Granovetter, el capital social es de propiedad de
los individuos que lo acumulan para el despliegue de sus estrategias en la consecución de sus intereses (Burt, 1997; 2000). Mi
posición es la de Inkpen y Tsang (2005), que proponen que dependiendo del contexto, la propiedad puede ser pública o
privada. Segundo, existen controversias en los resultados empíricos sobre los argumentos de la influencia de la densidad –
cerramiento de las redes frente a la oportunidad que representan los vacíos estructurales como mecanismos para mejorar el
desempeño en el cumplimiento de los objetivos de una organización y el logro de los intereses de sus miembros (pe, Brass et
al, 2004 para una revisión). Utilizaré las concepciones tanto públicas, que favorecen en cerramieto, como la privada, que
favorece la apertura, para introducir el aporte de Inkpen y Tsang (2005) y proponer una medición de redes sociales. Tercero,
es conocido que prestigiosos economistas han criticado el concepto de capital social como una metáfora de valor frente a su
real dimensión económica, ya que el capital tiene propiedades como la fungibilidad, la depreciación y el sacrificio deliberado
en el presente dada la acumulación natural del capital, aspectos que no resuelven las teorizaciones sociológicas (Solow, 2000;
Arrow, 2000). Sin entrar en la discusión, el capital social es una noción orientadora para generar un análisis topológico de
redes en las que toma forma la organización de una actividad, en este caso la ciencia, descritas a través de la pertenencia
formal a grupos, como en la coautoría en documentos científicos que circulan en sistemas de indexación y resumen. En este
caso el capital social me permite tener una distinción entre el cerramiento de las redes de triadas simmelianas, y la apertura de
puentes sobre los vacíos estructurales (véase Smith-Doerr y Powell, 2005: 382).
17

estructura social que facilitan ciertas acciones comunes de los agentes dentro de la estructura. En éstas
se configuran formas de relación para acceder a información, para ejecutar una acción, y para
desarrollar un sistema de normas y sanciones que permita crear obligaciones, expectativas y confianza
en las estructuras construidas (Coleman, 1988).

Para los teóricos del capital social como un bien público, una alta densidad en la red de relaciones
sociales genera mutualidad en las obligaciones, confianza y la existencia de normas y sanciones, lo
que mejora los desempeños esperados de las organizaciones sociales (pe, Coleman, 1988; Fukuyama,
1995). En general la incidencia del capital social en el desempeño se debe a la cohesión de las
personas como generador de capacidad para combinar recursos y ejercer su control en el ejercicio del
poder en la organización de una actividad, a partir de la instauración y cumplimiento de las reglas que
permiten la coordinación de la acción y el ajuste cultural entre organizaciones e instituciones (pe,
Coleman, 1988, Fukuyama, 1995).

De otra parte, Burt (1997; 2000) entiende que el capital social es una propiedad privada que permite
beneficios particulares. Burt (1997: 340) afirma que, “more generally, sociological ideas elaborated by
Simmel (1955) and Merton (1968), on the autonomy generating by conflicting affiliations, are mixed
in the structural hole argument with traditional economic ideas of monopoly power, and oligopoly to
produce network models of competitive advantage” (…) “The structural hole argument defines social
capital in terms of the information and control advantages of being the broker in relations between
people otherwise disconnected in social structure. … The structural hole is an opportunity to broker
the flow of information between people and control the form of projects that bring together people
from opposite sides of the hole”.

Burt Propone que el valor del capital social aumenta en la existencia de vacíos estructurales, y
disminuye entre mas cerradas sean las redes. Los vacíos estructurales son la representación de la
oportunidad para que gerentes y empresarios aprovechen los beneficios de la interconexión con otros
actores haciendo puentes de redes sociales que benefician sus acciones. En general el argumento de
Burt se centra en sostener que son los puentes en los vacíos estructurales de las redes de relaciones
sociales, los que generan valor gracias al acceso de información y conocimiento no redundante, como
la que existe en redes cerradas y altamente cohesionadas.

Burt (1997) muestra que en el trabajo competitivo que se da en las jerarquías de las organizaciones, así
como en las formas de validar y legitimar un trabajo profesional, el número de pares incide
negativamente en el valor del capital social, dado que son competencia para ascender en la escala
social de la posición y la reputación, activos esenciales para las carreras profesionales. Así mismo, el
número de vacíos estructurales incide positivamente en el capital social, en tanto que representan la
18

oportunidad para conectar dos redes y controlar su coordinación en la creación de valor, ejerciendo
poder de decisión de acuerdo a la estrategia que persigue cada individuo para alcanzar sus intereses y
los de su grupo.

Del poder explicatorio sobre formas y condiciones en las redes de relaciones sociales de la teoría de
los enlaces débiles de Granovetter, la literatura de la teoría de las organizaciones aborda las redes
sociales como formas de capital social, en el argumento por la explicación del mecanismo de valor
para aumentar el desempeño organizacional dada la fortaleza de los enlaces débiles. Claramente en la
literatura existen dos líneas importantes de argumentación y de conclusiones empíricas sobre el valor
en el desempeño del capital social: las relaciones cerradas y la alta densidad en la red y las relaciones
puente entre vacíos estructurales (Brass et al, 2004 para una revisión). De una parte existen resultados
empíricos que sustentan el argumento del cerramiento (densidad) de la red en la incidencia sobre el
desempeño (Coleman, 1988; Sparrowe, Liden, Wayne y Kraimer, 2001; Reagans y Zuckerman, 2001;
Ahuja, 2000), mientras de otra parte existe evidencia empírica para el argumento de la incidencia de
los puentes entre vacíos estructurales de las redes en el desempeño (Burt, 1992; 1997; 2000; Baum,
Calabrese, y Silverman, 2000; Oh, Chung, y Labianca, 2004). La tensión teórica y empírica se centra
en las diferencias entre tener redes cerradas con alta densidad, que permiten la generación de
confianza pero constriñen el acceso a información, y tener redes con numerosos vacíos estructurales,
esto es abiertas y menos densas, cuyos puentes expanden el acceso a información y al
aprovechamiento de oportunidades dada la interacción con diversos círculos sociales de los que se
participa de beneficios, pero reducir la posibilidad de exigibilidad del comportamiento basado en la
confianza.

El gran debate alrededor del flujo de información y conocimiento en las redes se encuentra en saber si
es la densidad o los puentes los que determinan el desempeño de una organización, aspectos que
pueden empezar a ser resueltos desde una visión de la inmersión de estructuras sociales en redes de
relaciones que permiten compartir el conocimiento a través del capital social que puede aprovecharse
tanto individual como colectivamente (Inkpen y Tsang, 2005; Oh et al, 2004).

El capital social fue concebido y trabajado como una acumulación pública del valor que significan las
relaciones sociales, y medida en la observación de coordinaciones y colaboraciones, pero también
puede ser tratado como un valor privado que le permite a un actor obtener beneficios como asensos
laborales y nuevos proyectos de negocios como medida del valor del capital social (Inkpen y Tsang,
2005). Inkpen y Tsang (2005) proponen una manera de utilizar ambas formas de propiedad del capital
social, al definir que el paso de la utilidad del valor de privado a público depende realmente de las
circunstancias, ya que algunas veces el capital social del gerente, esto es, sus relaciones personales, le
19

puede ayudar a la organización, a la vez que las relaciones formales de la organización con otras
organizaciones pueden favorecer a personas en particular.

Así, en palabras de los autores “We define social capital as the aggregate of resources embedded
within, available through, and derived from the network of relationships possessed by an individual or
organization—a definition that accommodates both the private and public good perspectives of social
capital. The central proposition in this view of social capital is that networks of relationships are a
valuable resource (i.e., capital) for the individual or organization”. (Inkpen y Tsang, 2005: 151).

Oh et al, (2004) entienden que los grupos han ganado autonomía dentro de las estructuras
organizacionales y las jerarquías, fenómeno que también ocurre en las interacciones organizacionales
de la universidad, el estado y la empresa (Croissant y Smith-Doerr, 2008), permitiéndoles manejar la
cooperación y la coordinación con diferentes unidades y organizaciones. Oh et al, (2004) introducen el
concepto de capital social grupal para abordar el desempeño dadas las características estructurales de
las redes en términos de cohesión – densidad, y vacíos estructurales. En palabras de los autores: “We
define group social capital as the configuration of a group’s members’ social relationships within the
social structure of the group itself, as well as in the broader social structure of the organization to
which the group belongs, through which necessary resources for the group can be accessed” (Oh et al,
2004: 861). Esta definición nos permite tener en cuenta la estructura interna del grupo dada la
membresía, así como las relaciones que trascienden el grupo y le facilita el acceso a recursos, como la
coautoría con científicos que no pertenecen formalmente al grupo.

Oh et al, (2004) entienden que los grupos como forma de capital social generan densidad interna en la
medida que interactúa conjuntamente para la consecución de un fin, con lo que determinan su
estructura interna, y puentes entre los vacíos estructurales de las redes de relaciones sociales dentro y
fuera de la organización, lo que sería reconocer que el campo científico se encuentra inmerso en redes
de relaciones sociales. Analizando empíricamente 77 grupos de 11 compañías coreanas, los autores
encuentran que la densidad del grupo presenta una relación en forma de U con la efectividad,
mostrando que ésta se maximiza en niveles moderados de cerramiento de la red. También encuentran
que la efectividad de los grupos con mayores relaciones externas es mejor que grupos con poca
diversificación de relaciones.

Los grupos de investigación que existen en el campo científico dependen del acceso a información y
conocimiento como recurso fundamental para avanzar en su legitimación en la institución de la
ciencia, ganando autoridad y reconocimiento en la primacía sobre los descubrimientos científicos,
sobre los que justifican su acceso a recursos. Dadas las particularidades descritas en la teoría de la
legitimidad que se presentan en el campo científico, la interacción con pares-competidores determina
20

las estrategias en las que se persiguen estructuras organizacionales, en la que científicos de ganada
reputación organizan el trabajo de su grupo de investigación conformado entre otros por estudiantes y
asistentes de investigación. Evidentemente la densidad de los grupos de investigación frente a la
participación en proyectos se reduce ostensiblemente (Villaveces et al, 2007: 53-54). Dado el carácter
de las interacciones en el campo científico, la densidad de las redes de los grupos de investigación no
son tan determinantes en el desempeño bibliométrico como lo son las relaciones con diversos
científicos que, estando fuera del grupo, y en especial en otros países, posibilitan el acceso a diversos
medios de comunicación científica. La estrategia de publicación de resultados a nivel internacional,
depende en gran medida de las interacciones con otros científicos quienes reconocen el trabajo y lo
hacen circular en sus revistas, en tanto pares-competidores. Por tanto, las relaciones externas al grupo,
como mecanismo para ampliar las posibilidades de interacción en el acto comunicativo de la ciencia,
posibilitan tanto acceso a conocimiento de frontera, como a la publicación en coautoría, por ejemplo
con directores de estudiantes doctorales colombianos que se forman en el Norte, o relaciones en
proyectos y programas de investigación a nivel internacional, en los que participa la Universidad de
los Andes como el caso de INTERMAN (Dávila, 1997) o Fermilab, en el que es evidente, con más de
22 citaciones por cada uno de sus casi 200 productos, la forma de permanecer en el dominio de las
más importantes revistas de física en el mundo. El Cimpat es otro grupo, incluido en la muestra de
grupos de Uniandes que expondré más adelante, que le sigue al Grupo de Física de Altas Energías que
participa en Fermilab, con menos de la mitad de citaciones por producto, en un importante programa
de investigación sobre enfermedades tropicales. De esta forma propongo que:

Hipótesis 2: La densidad de la red de los grupos de investigación presenta una relación negativa con el
desempeño de los grupos de investigación en términos bibliométricos.

Hipótesis 3: Los puentes con los vacíos estructurales en las redes de relaciones sociales en el campo de
la ciencia presentan una relación positiva con el desempeño de los grupos de investigación en términos
bibliométricos.

Métodos

Los grupos de investigación para este estudio son analizados de una población de 112 grupos de
investigación avalados por la Universidad de los Andes y categorizados por Colciencias en la
plataforma ScienTI Colombia para el año 2006 (Villaveces et al, 2007), de los cuales selecciono
aquellos que cumplen tres requisitos. Primero, tener al menos un documento publicado en revistas
indexadas en el Thomson Scientific ISI entre 1975 y 2006 a partir del Master Journal List - MJL.
Segundo, tener al menos una citación en el Science Citation Index, Social Science Citation Index o
Arts and Humanities Citation Index. Tercero, tener un promedio de factor de impacto en revistas del
21

Journal Citation Reports mayor a cero. Como resultado obtengo una muestra de 34 grupos de
investigación que pertenecen a 13 departamentos de 5 facultades de la Universidad de los Andes, del
que excluyo el grupo de Física de Altas Energías que participa por Colombia en Fermilab. En el Anexo
muestro a manera topológica los grafos y los datos para cada variable.

En un primer trabajo cienciométrico, Villaveces et al, (2007) identificamos a partir de una consulta al
MJL para Colombia Univ Andes y Univ Los Andes, excluyendo los registros reportados a la ciudad de
Mérida y/o Santiago de Chile y no Bogotá, los artículos que componen la base del capital
conocimiento de la Universidad de los Andes. Posteriormente identificamos los documentos de los
grupos a partir de la información declarada en ScienTI, tanto en CvLAC como en GrupLAC.
Relacionando los documentos a partir del año de publicación, el ISSN de la revista, y los nombres de
los autores con el profesorado de planta de la Universidad, adjudicamos cada uno a un grupo,
departamento y facultad.

Relacionando el nombre de todos los autores con los nombres de las personas declaradas como
integrantes del grupo, construimos las redes de coautoría, diferenciando los integrantes del grupo
declarados en GrupLAC de acuerdo con su estado (activo y no activo), así como los coautores que no
se encuentran declarados como integrantes del grupo. La coautoría es usada para definir una relación
entre dos o más personas, sin importar la pertenencia formal o no a un grupo, y representar los enlaces
fuertes que son la base para la medición de la densidad. El número de coautores que no se encuentran
declarados como miembros del grupo, de acuerdo al número de integrantes del grupo, definen los
enlaces débiles del grupo, y por tanto, el valor de los puentes en los vacíos estructurales. Uso Pajek, un
programa de acceso libre desarrollado por Vladimir Batagelj y Andrej Mrvar (http://vlado.fmf.uni-
lj.si/pub/networks/pajek/) para los cálculos y la graficación de las redes de relaciones de la
colaboración científica de los grupos de investigación. También uso SPSS para las estadísticas y los
modelos de regresión con los que obtendré indicadores sobre las hipótesis.

Variables independientes

Densidad. La densidad del grupo es la medida obtenida de la razón entre las relaciones de coautoría,
sobre el total de relaciones posibles en la red dados los nodos comprendidos entre miembros del grupo
y coautores. De esta forma obtenemos la relación entre los enlaces fuertes de la red y el posible total
de enlaces dada la cantidad de autores e integrantes del grupo.

Puentes. Como medida de oportunidad para aumentar el valor del capital social del grupo, es la razón
entre el número de coautores no declarados en GrupLAC y el número de integrantes declarados en los
22

grupos de investigación en GrupLAC. Con esta medida valoro el potencial de los enlaces débiles como
contactos para todos los miembros formales del grupo, lo que aumenta su capital social.

Variables dependientes

Producción total (P). Es la sumatoria del total de documentos encontrados en la consulta al Thomson
ISI, adjudicada a los miembros de los grupos de investigación declarados en GrupLAC.

Total de citaciones (TC). Es la sumatoria del total de citaciones a los documentos encontrados en la
consulta al Thomson ISI, adjudicada a los miembros de los grupos de investigación declarados en
GrupLAC.

Citaciones por producto (CPP). Es la razón entre el total de citaciones y la producción total del grupo.
El análisis de la correlación entre las dos variables de la razón, permiten analizar la existencia de un
efecto Mateo en los grupos.

Ventaja acumulativa (CPP/FIm). Es la razón entre las citaciones por producto y el promedio del factor
de impacto de las revistas donde fueron publicados los documentos (para detalles sobre el factor de
impacto ver Villaveces, et al, 2007 y Garfield, 2005).

Variable de control

Tamaño (Integrantes declarados). El tamaño del grupo es la sumatoria del total de integrantes
declarados en GrupLAC.

Antigüedad. Es el año de creación del grupo como medida de su perdurabilidad dada su legitimación,
tanto a nivel institucional como organizacional.

Categoría Colciencias. Es la categoría A, B, C o reconocido de acuerdo con la medición de noviembre


de 2006 realizada por Colciencias para los grupos de investigación declarados en la plataforma
ScienTI Colombia.

Resultados

Las estadísticas descriptivas muestran en la tabla 1 que en promedio los grupos tienen 14 integrantes y
10 coautores que no se encuentran declarados como integrantes del grupo. En promedio los grupos de
investigación analizados presentan cerca de 7 publicaciones, 31 citaciones, 4 citaciones por producto y
23

una posición de ventaja acumulativa de 3, lo que evidencia una capacidad de reconocimiento superior
al promedio del factor de impacto de las revistan donde circulan las publicaciones. La gráfica 1
muestra una correlación significativa, en función de potencia con un exponente mayor a cero,
indicando el inicio de una legitimidad de los grupos de investigación que inician un proceso de acceso
al efecto Mateo. En las gráficas 2 y 3 es evidente que los grupos más antiguos tienen mejores
indicadores de CPP/FIm y más integrantes declarados que los grupos nuevos. Estas pruebas,
corroboradas por la categoría de los grupos en Colciencias, permiten dar sustento para no rechazar de
plano la hipótesis 1. Vemos que en general los grupos más antiguos tienen mejores desempeños y
mejores capacidades para la investigación en términos de su tamaño. Es claro que la visibilidad de
nuestros grupos de investigación en las comunidades científicas de elite que publican y manejan las
principales revistas es aún incipiente, ya que para dar pleno soporte a la hipótesis 1, es necesario tener
exponentes superiores a 1, pero también hay una clara tendencia de internacionalización y búsqueda
de legitimidad en la institución de la ciencia para obtener recursos para investigación, como se
evidencia analizando los años y el tamaño de los grupos de investigación.
24

Tabla 1

De scriptiv e Statistics

N Minimum Maximum Mean Std. Deviation


Año de formación 34 1969 2004 1994,18 8,483
P 34 1 56 6,91 9,715
TC 34 1 370 31,26 68,490
CPP 34 ,250 10,176 3,44583 2,721405
FIm 34 ,257 6,764 1,59818 1,522856
CPP/Fim 34 ,619 8,906 2,90413 2,164911
Densidad 34 ,000 ,750 ,16079 ,156727
Puentes 34 ,000 1,938 ,65122 ,571015
Coautores no
34 0 52 10,41 13,219
declarados en GrupLAC
Integrantes declarados
34 3 33 14,35 9,244
en GrupLAC
Valid N (listwise) 34

Gráfica 1

Correlación entre las citaciones y los productos de los grupos de En las correlaciones de la tabla 2 podemos apreciar una relación positiva entre los
investigación
puentes y el desempeño en términos de producción científica y su citación
1000
0,2117x
y = 3,0334e asociada. Los integrantes y los coautores no declarados como integrantes de los
R2 = 0,5444
grupos tienen una correlación negativa significativa, así como la producción y las
100
Citaciones

citaciones, con respecto a la variable ‘año de formación’, indicando que entre más

10
antiguo es un grupo, mas personas se encuentran en su entorno organizacional de
su práctica científica (como también se aprecia en la gráfica 3). La densidad

1 presenta una correlación negativa con el total de integrantes, así como con la
0 5 10 15 20 producción y la citación asociada. Los puentes muestran una correlación positiva y
Productos
significativa con la producción y las citaciones. Los modelos de regresión de la
tabla 3, así como las graficas 4, 5, 6 permiten testear la hipótesis 2 y 3 formuladas para ver si es la densidad o los puentes en los vacíos estructurales de las
25

redes los que determinan el desempeño bibliométrico en términos de la producción, las citaciones y el indicador de ventaja acumulativa en ciencia como
indicador de la posición de un grupo frente a la comunidad científica donde circulan sus resultados. El modelo de regresión para la producción y las citaciones,
muestra una influencia negativa de la densidad y una influencia positiva de los puentes en los vacíos estructurales del grupo. Sin embargo, en cuanto a la
ventaja acumulativa en la ciencia, no parece existir una relación con las dos propiedades de las redes en cuestión. Esto sugiere que los grupos dependen
fuertemente de sus contactos externos para incrementar sus indicadores bibliométricos, que de sus relaciones de cercanía con los miembros del grupo, en
términos de coautoría. Es necesario reconocer que el trabajo de las personas declaradas en GrupLAC, dada la fiducia institucional en el aval de la información
que confiere una entidad ante Colciencias, y las pruebas en la participación en proyectos es importante en la organización de la práctica científica a partir de
los grupos de investigación.

Gráfica 2. Relación entre CPP/FIm y el año de formación Gráfica 3. Relación entre los integrantes y el año de formación

40
10

Integrantes declarados en GrupLAC


8 30

6
20

Categoría
4 Categoría
R
R
10
C
2 C
CPP/Fim

B B

0 A 0 A
1960 1970 1980 1990 2000 2010 1960 1970 1980 1990 2000 2010

Año de formación Año de formación


26

Tabla 2. Correlaciones

Corre lations

Coautores no Integrantes
Año de declarados en declarados
formación P TC CPP FIm CPP/Fim Densidad Puentes GrupLAC en GrupLAC
Año de formación Pearson Correlation 1 -,295 -,352* -,360* -,280 -,011 ,254 -,138 -,474** -,673**
Sig. (2-tailed) , ,090 ,041 ,036 ,109 ,949 ,148 ,437 ,005 ,000
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
P Pearson Correlation -,295 1 ,933** ,290 ,051 ,118 -,127 ,560** ,501** ,250
Sig. (2-tailed) ,090 , ,000 ,096 ,774 ,507 ,474 ,001 ,003 ,154
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
TC Pearson Correlation -,352* ,933** 1 ,520** ,149 ,225 -,063 ,550** ,537** ,252
Sig. (2-tailed) ,041 ,000 , ,002 ,399 ,201 ,724 ,001 ,001 ,150
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
CPP Pearson Correlation -,360* ,290 ,520** 1 ,513** ,383* ,020 ,351* ,384* ,160
Sig. (2-tailed) ,036 ,096 ,002 , ,002 ,026 ,911 ,042 ,025 ,365
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
FIm Pearson Correlation -,280 ,051 ,149 ,513** 1 -,374* ,086 ,327 ,474** ,281
Sig. (2-tailed) ,109 ,774 ,399 ,002 , ,030 ,627 ,059 ,005 ,107
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
CPP/Fim Pearson Correlation -,011 ,118 ,225 ,383* -,374* 1 -,092 -,033 -,112 -,084
Sig. (2-tailed) ,949 ,507 ,201 ,026 ,030 , ,604 ,854 ,530 ,638
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
Densidad Pearson Correlation ,254 -,127 -,063 ,020 ,086 -,092 1 ,238 -,024 -,356*
Sig. (2-tailed) ,148 ,474 ,724 ,911 ,627 ,604 , ,175 ,892 ,039
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
Puentes Pearson Correlation -,138 ,560** ,550** ,351* ,327 -,033 ,238 1 ,819** ,208
Sig. (2-tailed) ,437 ,001 ,001 ,042 ,059 ,854 ,175 , ,000 ,238
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
Coautores no Pearson Correlation -,474** ,501** ,537** ,384* ,474** -,112 -,024 ,819** 1 ,591**
declarados en GrupLAC Sig. (2-tailed) ,005 ,003 ,001 ,025 ,005 ,530 ,892 ,000 , ,000
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
Integrantes declarados Pearson Correlation -,673** ,250 ,252 ,160 ,281 -,084 -,356* ,208 ,591** 1
en GrupLAC Sig. (2-tailed) ,000 ,154 ,150 ,365 ,107 ,638 ,039 ,238 ,000 ,
N 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
*. Correlation is significant at the 0.05 level (2-tailed).
**. Correlation is significant at the 0.01 level (2-tailed).
27

Gráfica 4, 5 y 6

Curve Fit
Independent: DENSIDAD
Dependent Mth Rsq d.f. F Sigf b0 b1

P LIN ,018 32 ,59 ,448 8,1700 -8,3742


TC LIN ,004 32 ,13 ,724 35,6877 -27,508
VC LIN ,011 32 ,36 ,554 3,2006 4,6215

P
60

50

40

30

20

10
Observed

0 Linear
-,2 0,0 ,2 ,4 ,6 ,8

Densidad

TC
400

300

200

100

0
Observed

-100 Linear
-,2 0,0 ,2 ,4 ,6 ,8

Densidad
28

CPP/Fim
50

40

30

20

10
Observed

0 Linear
-,2 0,0 ,2 ,4 ,6 ,8

Densidad

Gráfica 7, 8 y 9

Curve Fit
Independent: PUENTES

Dependent Mth Rsq d.f. F Sigf b0 b1

P LIN ,305 32 14,04 ,001 ,6786 9,4361


TC LIN ,303 32 13,90 ,001 -11,722 66,0101
VC LIN ,007 32 ,23 ,634 3,2783 1,0217

P
60

50

40

30

20

10
Observed

0 Linear
-,5 0,0 ,5 1,0 1,5 2,0

Puentes
29

TC
400

300

200

100

0
Observed

-100 Linear
-,5 0,0 ,5 1,0 1,5 2,0

Puentes

CPP/Fim
50

40

30

20

10
Observed

0 Linear
-,5 0,0 ,5 1,0 1,5 2,0

Puentes

Tabla 3. Regresión. Variable dependiente: Productos

En el modelo de regresión el tamaño del grupo no resultó significativo, y mediante el método de


regresión stepwise, la variable fue excluida.

M ode l Summary

Adjusted Std. Error of


Model R R Square R Square the Estimate
1 ,621 a ,386 ,346 7,855
a. Predictors: (Constant), Puentes, Densidad
30

Coe fficie ntsa

Unstandardized Standardized
Coefficients Coefficients
Model B Std. Error Beta t Sig.
1 (Constant) 2,727 2,318 1,176 ,249
Densidad -17,112 8,983 -,276 -1,905 ,066
Puentes 10,651 2,466 ,626 4,320 ,000
a. Dependent Variable: P

Tabla 4. Regresión. Variable dependiente: Total de citaciones

M ode l Summary

Adjusted Std. Error of


Model R R Square R Square the Estimate
1 ,585 a ,343 ,300 57,288
a. Predictors: (Constant), Puentes, Densidad

Coe fficie ntsa

Unstandardized Standardized
Coefficients Coefficients
Model B Std. Error Beta t Sig.
1 (Constant) -1,099 16,908 -,065 ,949
Densidad -89,849 65,514 -,206 -1,371 ,180
Puentes 71,881 17,982 ,599 3,997 ,000
a. Dependent Variable: TC

Tabla 5. Regresión. Variable dependiente: CPP/FIm

M ode l Summary

Adjusted Std. Error of


Model R R Square R Square the Estimate
1 ,093 a ,009 -,055 2,223991
a. Predictors: (Constant), Puentes, Densidad

Coe fficie ntsa

Unstandardized Standardized
Coefficients Coefficients
Model B Std. Error Beta t Sig.
1 (Constant) 3,131 ,656 4,770 ,000
Densidad -1,237 2,543 -,090 -,486 ,630
Puentes -4,32E-02 ,698 -,011 -,062 ,951
a. Dependent Variable: CPP/Fim
31

Discusión y conclusiones

El presente artículo aporta al clásico dilema del capital social entre el cerramiento y los vacíos
estructurales una prueba empírica a favor de éste último argumento. Sin embargo, como sugiere Oh et
al, (2004: 870), esta investigación no se queda en el simple análisis de la diferencia entre densidad y
vacíos estructurales. Incorpora el análisis de la legitimidad como un valor ganado en términos de la
autoridad científica a nivel institucional, como mecanismo para ejercer un poder, en el sentido
relacional de Foulcault, en el acceso y negociación de recursos que le permiten al grupo de
investigación, entendido como una dimensión de las redes de relaciones sociales en forma de capital
social, perdurar y crecer en el tiempo, accediendo al fenómeno del efecto Mateo en ciencia. El campo
científico, como arena de disputas por la autoridad científica, tiene en la publicación el mejor
mecanismo de descripción de las formas como se organizan los grupos de investigación y los autores
de los productos. Esa autoridad, en tanto legitimidad en el campo científico, es ampliada desde la
teoría de la legitimidad para el nivel organizacional y el institucional. Presentando los elementos de la
legitimidad para el entorno normativo, como valores que representan las publicaciones científicas y
sus citaciones; para el regulatiorio, desde la política que reconoce a los grupos y sus miembros
declarados en GrupLAC y les da una categoría A, B, C o reconocidos R mediante el índice
ScientiCOL; y para el cognitivo, desde las prácticas propias de las colaboración científica y la
interacción con pares y lectores en el acto comunicativo de la ciencia, en el artículo sustento que la
legitimidad en la institución de la ciencia permite reconocer y valorar el trabajo de los científicos,
facilitándoles justificar sus formas de organizar su práctica y acceder a recursos de los cuales depende
su actividad y su perdurabilidad como grupo de investigación en el campo científico.

El valor de la legitimidad ganada en el campo científico, se convierte en un activo que facilita el efecto
Mateo para la obtención de recursos. Así, desde un análisis de los grupos de investigación como un
capital social que, en tanto topología de redes sociales, tienen unas ventajas y desventajas de acuerdo
al desempeño dado el cerramiento o la apertura a vacíos estructurales, podemos identificar la mejor
forma de organizar la actividad de la producción científica de los grupos de investigación, y predecir,
como en el caso de los programas internacionales de investigación como Fermilab, la forma en la que
se organizan, en este caso, los más de 1000 científicos que obtienen impactos bibliométricos fuera de
los rangos normales de otras comunidades científicas. Los resultados sugieren que los grupos se
concentran en establecer relaciones fuera del grupo, con la que aumentan su capital en el campo
científico, medido en términos de su posición como autoridades legítimas en ciencia. También indican
que los grupos con mayores habilidades para manejar sus relaciones externas, tienen más posibilidades
de mejorar sus desempeños en la producción de nuevo conocimiento.
32

Los estudios organizacionales en América Latina, a excepción entre otros de los trabajos de Carlos
Dávila y Enrique Oglistri en Colombia, viven aún del colonialismo epistémico y de la ausencia de
propuestas propias sobre los estudios realizado sobre nuestras particularidades culturales y regionales
(Ibarra, 2006). Dávila (1997), retomando los aportes del proyecto INTERMAN, recalca la importancia
de los estudios organizacionales construidos sobre la cultura local para el desarrollo económico y
social de nuestra región. Es claro que uno de los fenómenos que amerita ser analizado con
detenimiento es la aparición de una cultura científica de grupo, dada la estructuración de unas
prácticas en las que existe un juego constante de poder en la combinación de reglas y recursos de las
que obtienen la legitimidad y la autenticidad de su existencia13. Lo cierto es que en Colombia, a
diferencia de otros países centrados en programas y proyectos de investigación, se propuso la noción
de grupo como forma de organizar la actividad científica, y se reconoce la legitimidad de los grupos en
la certificación que da el escalafonamiento, construido principalmente sobre la antigüedad y la
producción del grupo de acuerdo con su inscripción en ScienTI Colombia.

La cultura científica, formada por un conjunto de ciudadanos que generan y disfrutan del bienestar, es
fundamental para el análisis de la forma como se organiza la ciencia y cuál es el rol del capital social.
Ciertamente “las naciones que resuelven sus problemas de construcción de instituciones sociales que
sirvan para la convivencia y sean legítimas y respetadas, comienzan por observar la cultura de sus
conciudadanos, entender sus motivaciones e intereses, analizar sus preocupaciones y con base en ello
construyen soluciones jurídicas y sociales. Es decir, estudian y hacen investigación y desarrollo sobre
el problema social que tienen entre manos y lo hacen innovando continuamente. Lo anterior se llama
cultura científica.” (Villaveces, 2002: 14).

Con la tentación de remontarme a Mutis, Caldas y su tiempo en la expedición botánica y la


conformación de grandes grupos de investigación con diversidad de científicos como Zea y Lozano,
me limitaré a dar una corta versión de la aparición de los grupos de investigación en el nuevo orden
sociopolítico de la posguerra, no sin antes referirme al fenómeno global del programa de investigación
botánica del que se reconoce el surgimiento de los grupos de investigación (Hagendijk, 1991). La
investigación como regla en el quehacer de la institución académica poblada por universidades, se
inicia tras la aparición de la universidad de investigación a partir del modelo que representó la
universidad de Berlín y el pensamiento de Humboldt desde 1810, inmersa en la revolución que
significó el programa taxonómico de Lineo, lo que significó la profesionalización de los biólogos y
una práctica colectiva en la ciencia. La preocupación por la investigación no tardó en aparecer, como
el caso del Acta Morrill de 1862 de Estados Unidos (Croissant y Smith-Doerr, 2008), y que, como
muestra Brass et al (2004: 804), “changes in the U.S. regulatory environment, such as the National
13
El análisis de la normalización de las practicas, en el sentido de Foulcault, incorporando los elementos de la estructuración
de Giddens en el desarrollo de un método propio para establecer una historia en la que se constituyó una forma distintiva de
hacer ciencia desde nuestras condiciones coloniales, hacia una democracia que demarca la constitución de una República, es
una tarea queda pendiente para su desarrollo.
33

Cooperative Research Act, enabled coordinated research and development activity among market
competitors to an extent unseen previously (Podolny & Page, 1998)”. En el proceso en el que la
universidad empezó a cambiar las reglas mediante las que operaba su actividad, se establecieron
conexiones locales en actividades industriales específicas y conexiones a varios niveles con el sistema
de capitales que dieron forma a patrones estables de acción frente a la investigación y la formación
(Croissant y Smith-Doerr, 2008).

Resulta claro que después de la segunda guerra mundial, influido del siempre mencionado reporte ‘La
ciencia sin frontera’ de V. Bush, la política promovida en varios países del Norte para la inversión a
larga escala en ciencia y tecnología, creó un modelo en el que la universidad y sus relaciones con los
laboratorios públicos fueron fundamentales en la creación de distritos industriales que promovieran el
crecimiento económico. Estos hechos, y sin duda el pensamiento normativo mertoniano de la ciencia
como institución, permitieron la aparición de una estructuración en reglas de promoción a la ciencia,
dándole los recursos que valoraron necesarios para determinados problemas de orden nacional. Este
proceso en el que se convierte la ciencia en un sistema capitalista de producción de conocimientos y
artefactos, fueron solo las universidades prestigiosas las que establecieron reglas de juego en la
interacción con la industria (Croissant y Smith-Doerr, 2008). En universidades como Stanford, se
establecieron desde 1953 programas de asistencia para la relación de investigadores de la universidad
con empresas, dando paso a formas de organización de la ciencia bajo la autoridad de oficinas de
transferencia tecnológica, parques tecnológicos y centros de investigación, como mecanismos para que
la información sobre el estado de la investigación fluyera a la industria (Castilla, Hwang, Granovetter
y Granovetter, 2000).

El caso de Stanford que llego a Colombia en los 60, se convirtió en uno de los modelos para el
establecimiento de reformas a la universidad, y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para
América Latina CEPAL, así como la influencia del Informe Acton en el que se definía la necesidad de
reformar la universidad latinoamericana, fueron decisivas para que las universidades empezaron a
involucrarse en programas de investigación. Las reformas institucionales, como la ejemplar ‘Reforma
Patiño’ en la Universidad Nacional de Colombia en esa época, permitió el paso de carrera, profesorado
y unidad administrativa, a la de organización de facultades con departamentos en los que reposan
recursos para las carreras y la investigación (Villaveces y Forero-Pineda, 2007). Luego que la política
en ciencia y tecnología pasara de ser una política de gobierno a una de estado, en especial con la
creación de Colciencias y el Icfes en 1968, se abre paso a un proceso de movilización de agentes hacia
la investigación, en especial patrocinando su formación en el exterior. Así, se inició el establecimiento
de comunidades científicas que, al igual que los medios de comunicación en Colombia, tomaron
progresivamente conciencia de las necesidades del avance científico y tecnológico como factores
determinantes para el desarrollo económico (Villaveces y Forero-Pineda, 2007). Con el Decreto 80 de
34

1980 (posteriormente Ley 30 de 1992), las universidades en Colombia se vieron enfrentadas a adoptar
definitivamente la investigación dentro de su misión, dando lugar a la adopción de la organización de
la investigación a partir de comités, direcciones y vicerrectorías que interactuaban entre el estado, sus
unidades académicas y sus nacientes grupos de investigación (Villaveces, 2001).

La estructuración de los grupos de investigación como forma organizada y socialmente reconocida en


Colombia se inició con la formación de investigadores en la década de 1970, y la posterior creación de
una cultura científica que adoptó una forma colectiva a pequeña escala de trabajo. Las prácticas en la
vida del laboratorio muestran en esencia un trabajo colaborativo en el que existen divisiones del
trabajo, autoridades y procesos de traducción de las ideas y enunciados a los agentes para avanzar en
la ciencia, especialmente la desarrollada programáticamente. En el proceso de aparición y
consolidación de la investigación en la universidad colombiana se ha discutido y trabajado sobre la
forma de organizarla. Se ha venido modificando el concepto organizativo que primó en un comienzo,
que buscaba definir "áreas" o "líneas" de investigación en comités, direcciones y vicerrectorías, a la
organización de grupos de investigación, como agentes que orientan su trabajo, abriendo paso a la
discusión sobre las personas en el laboratorio, y dándoles el reconocimiento como los verdaderos
sujetos de la investigación científica y el desarrollo tecnológico (Villaveces, 2001).

En Colombia, la política de grupos de investigación y su traducción en objetos tecnológicos


informacionales como CvLAC y GrupLAC (Chavarro, 2006), han generado cierta dependencia con la
plataforma institucional que, a nivel regulatorio, ofrece el estado colombiano para visibilizar
certificadamente ante el público su reconocimiento a una labor investigativa. Los científicos se han
venido ajustando a esta forma de ganar reconocimiento y legitimidad ante el estado y la sociedad en
general. En los registros formales de GrupLAC se encuentran declaradas las personas de la
organización de científicos que se han unido voluntariamente para avanzar en unas metas de
investigación definidas. Pero también es claro que los científicos de los grupos generan otra serie de
relaciones sociales con otros científicos, generalmente de otras jerarquías universitarias y otros países,
las cuales podemos evidenciar en las coautorías y en un entorno cognitivo de la institución de la
ciencia.

Analizando desde el enfoque institucional y el organizacional de la teoría de la legitimidad,


encontramos que los debates entre científicos y sus grupos que luchan en el campo científico por
alcanzar un efecto Mateo tanto en la institución de la ciencia como en el acceso justificado a recursos,
tiene una dimensión en el entorno cognitivo, en tanto formas de llevar a cabo la práctica científica y de
imponer una definición, los métodos y las formas de reconocer los resultados, y una en el entorno
normativo que se evidencia en la práctica socialmente construida en torno a los valores y protocolos de
la publicación científica arbitrada. De esta forma considero que se fue estructurando una práctica
35

social que llegó a una política publica en el país, y que se impuso institucionalmente a nivel
regulatorio, ampliando y constriñendo los comportamientos de la organización de la ciencia dado el
financiamiento y el reconocimiento que emite esta instancia de la vida nacional.

De esta forma entiendo que el primer paso para acceder a la interacción en el campo científico es la
publicación de resultados, y en la medida que esa producción reciba citaciones se va legitimando la
autoridad de los científicos y definiendo su posición en el campo. Esta reputación y autoridad en la
ciencia es el mecanismo mediante el cual los grupos pueden acceder a más recursos para continuar con
su trabajo. Por tanto, la legitimación de los grupos de investigación depende de la interacción
comunicativa en la lucha por la reputación y la autoridad en el campo científico regido en la
normatividad de la institución de la ciencia, constriñendo las estructuras cognitivas en las que se
discuten otra serie de mecanismos por los que se la ciencia circula e impacta la sociedad, y
permitiendo la emergencia de instituciones que, en un plano regulatorio, legislan y generan políticas
para la promoción de las formas de organizar la investigación, confiriéndoles un estatus legítimo e
indefectible ante la sociedad.

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Anexo. Nota. Los círculos rojos representan a los integrantes activos de los grupos, los verdes a los integrantes no activos, y los negros son coautores que no se
encuentran declarados en GrupLAC a noviembre de 2006. El tamaño del círculo así como el grosor de la relación representan una mayor cantidad de publicaciones y
coautorías respectivamente.
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados
1,33333333 1,00401606
Administración 3 4 3 4 0,037 0,2 3 15

1,33333333 1,00401606
Gestión Pública 3 4 3 4 0,037 0,2 3 15

0,72753728
Antropología 2 4 2 6 0,122 0 0 9

0,72753728
Antropología Médica 2 4 2 6 0,122 0 0 9

4,51082887 0,93061633
Biología 81 445 7 2,73898244 0,14018 2 197 188
43
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Biología Molecular 1,58333333 1,48252184 0,95652173


Marina -BIOMMAR 12 19 3 8 0,115 9 22 23

Centro de Investigaciones 9,18181818 8,90574023 0,10714285


Ecológicas La Macarena 11 101 2 5 0,0118 7 3 28
44
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

CIMPAT. Centro de
Investigaciones en
Microbiología y 10,1764705 3,94284021 1,67741935
Parasitologia Tropical 17 173 9 2 0,135 5 52 31

Genética Evolutiva,
Filogeografía y Ecología
de Biodiversidad 0,90347591
Neotropical 9 55 6,111111111 8 0,172 1,25 25 20

Grupo de Ecofisiología
del Comportamiento y 2,33333333 2,36886632 0,88888888
Herpetología 15 35 3 8 0,047 9 8 9
45
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Grupo de Investigacion en
Bioquímica y Biología 1,04094378 0,14285714
Molecular de Parásitos 1 3 3 9 0,187 3 1 7

Grupo de Micología y 1,68747890


Fitopatologia 2 10 5 7 0,24 1,75 28 16

Laboratorio de Botánica y 1,66666666 3,63901018 0,26666666


Sistemática 3 5 7 9 0,066 7 4 15
46
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Laboratorio de Genética 4,55555555 0,87657409


Humana 9 41 6 2 0,215 1,6 48 30

Laboratorio de Zoología y
Ecología Acuática 2,54237288 0,66666666
(LAZOEA) 2 3 1,5 1 0,213 7 6 9

8,64553314 0,76923076
Economía 4 12 3 1 0,136 9 10 13

Economía del Medio


Ambiente y Recursos 8,64553314 0,76923076
Naturales 4 12 3 1 0,136 9 10 13

Física 63 417 6,64682539 2,90594213 0,315 1,1875 42 43


47
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados
7 4

6,33333333 0,29166666
Biofísica 3 19 3 1,41907536 0,188 7 7 24

Grupo de Fisica Teorica de 6,60714285 4,21912059


la Materia Condensada 56 370 7 8 0,132 1,9375 31 16
48
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Grupo de Mecánica
Cuántica y Física de la 3,07963044 1,33333333
Información 4 28 7 4 0,625 3 4 3

0,21428571
Ingeniería Ambiental 8 9 1,125 1,25698324 0,055 4 3 14

Centro de Investigaciones 0,21428571


en Ingeniería Ambiental 8 9 1,125 1,25698324 0,055 4 3 14

Ingeniería Civil 4 4 1 2 0,04 0,25 7 28


49
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Grupo de Investigación en
Estructuras y Geotecnia 4 4 1 2 0,04 0,25 7 28

2,42718446 0,29166666
Ingeniería Eléctrica y Electrónica 2 2 1 6 0,082 7 7 24

2,42718446 0,29166666
Potencia y Energía 2 2 1 6 0,082 7 7 24

1,92752891 0,24747474
Ingeniería Industrial 15 12 0,625 8 0,068 7 9 38
50
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Centro para la
Optimizacion y
Probabilidad Aplicada 0,27272727
(COPA) 4 1 0,25 0,618811881 0,071 3 3 11

3,23624595 0,22222222
TESO 11 11 1 5 0,065 2 6 27

2,17649463 0,60372960
Ingeniería Mecánica 9 27 2,925 9 0,082 4 26 46

Centro de Investigación en
Procesamiento de 2,95275590 0,69230769
Polímeros 4 9 2,25 6 0,04 2 9 13
51
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

GRUPO DE
INGENIERIA 1,40023337 0,51515151
BIOMÉDICA 5 18 3,6 2 0,124 5 17 33

1,73333333 3,61806255 0,38666666


Matemáticas 11 22 3 6 0,2912 7 12 30

Análisis Geométrico y 2,33333333 2,28310502


Aplicaciones 3 7 3 3 0,096 0,4 4 10

Grupos de Rango de 2,66666666 5,44217687


Morley Finito 3 8 7 1 0,236 0,2 1 5
52
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Grupos Infinitos 1,66666666 6,48508430 0,33333333


dimensionales 3 5 7 6 0,25 3 2 6

Métodos Numéricos- 0,33333333


Optimización 1 1 1 1,44092219 0,75 3 1 3

0,66666666
Teoría de Modelos 1 1 1 2,43902439 0,124 7 4 6

4,39481457
Psicología 3 23 7,25 2 0 0 0 7
53
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Agresión, conflictos y
educación para la
convivencia 1 6 6 6 0 0 0 4

2,78962914
Desarrollo moral 2 17 8,5 3 0 0 0 3

8,34615384
Química 27 82 6 11,70739578 0,223 0,97797619 38 33

Electroquímica y 1,23609394
Materiales Poliméricos 10 20 2 3 0,177 0,75 6 8
54
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

Fisicoquímica ambiental y 1,40056022 0,42857142


Aplicada 3 3 1 4 0,28 9 3 7

Química de Aromas y
Ciencias agroalimentarias 4 28 7 1,21300587 0,296 1 3 3

Solidos Porosos y 2,38461538 3,07692307 1,73333333


Calorimetría 13 31 5 7 0,139 3 26 15
55
Promedio
Promedio de Puentes
Promedio Promedio de por Integrantes
Departamento Grupos PT TC de PPC de CPP/Fim Densidad integrante Puentes declarados

4,06348177 3,94371991 0,16078823


Total general 232 1063 5 6 5 0,65122039 354 488
56

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