“Mientras comía la pascua con sus discípulos, instituyó en su lugar el rito que había de conmemorar su gran sacrificio. La fiesta nacional de los judíos iba a desaparecer para siempre. El servicio que Cristo establecía había de ser observado por sus discípulos en todos los países y a través de todos los siglos. “…La Pascua fue ordenada como conmemoración del libramiento de Israel de la servidumbre egipcia. Dios había indicado que, año tras año, cuando los hijos preguntasen el significado de este rito, se les repitiese la historia. Así había de mantenerse fresca en la memoria de todos, aquella maravillosa liberación. El rito de la cena del Señor fue dado para conmemorar la gran liberación obrada como resultado de la muerte de Cristo. Este rito ha de celebrarse hasta que él venga por segunda vez con poder y gloria. Es el medio por el cual ha de mantenerse fresco en nuestra mente el recuerdo de su gran obra en favor nuestro” (El Deseado de todas las gentes, pág. 608).
“Mientras comía la pascua con sus discípulos, instituyó en su lugar el rito que había de conmemorar su gran sacrificio. La fiesta nacional de los judíos iba a desaparecer para siempre. El servicio que Cristo establecía había de ser observado por sus discípulos en todos los países y a través de todos los siglos. “…La Pascua fue ordenada como conmemoración del libramiento de Israel de la servidumbre egipcia. Dios había indicado que, año tras año, cuando los hijos preguntasen el significado de este rito, se les repitiese la historia. Así había de mantenerse fresca en la memoria de todos, aquella maravillosa liberación. El rito de la cena del Señor fue dado para conmemorar la gran liberación obrada como resultado de la muerte de Cristo. Este rito ha de celebrarse hasta que él venga por segunda vez con poder y gloria. Es el medio por el cual ha de mantenerse fresco en nuestra mente el recuerdo de su gran obra en favor nuestro” (El Deseado de todas las gentes, pág. 608).
“Mientras comía la pascua con sus discípulos, instituyó en su lugar el rito que había de conmemorar su gran sacrificio. La fiesta nacional de los judíos iba a desaparecer para siempre. El servicio que Cristo establecía había de ser observado por sus discípulos en todos los países y a través de todos los siglos. “…La Pascua fue ordenada como conmemoración del libramiento de Israel de la servidumbre egipcia. Dios había indicado que, año tras año, cuando los hijos preguntasen el significado de este rito, se les repitiese la historia. Así había de mantenerse fresca en la memoria de todos, aquella maravillosa liberación. El rito de la cena del Señor fue dado para conmemorar la gran liberación obrada como resultado de la muerte de Cristo. Este rito ha de celebrarse hasta que él venga por segunda vez con poder y gloria. Es el medio por el cual ha de mantenerse fresco en nuestra mente el recuerdo de su gran obra en favor nuestro” (El Deseado de todas las gentes, pág. 608).
levadura, vinieron los discpulos a Jess, dicindole: Dnde quieres que preparemos para que comas la pascua? Y l dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: M tiempo est cerca; en tu casa celebrar la pascua con mis discpulos. Y los discpulos hicieron como Jess les mand, y prepararon la pascua. Cuando lleg la noche, se sent a la mesa con los doce. Cristo se hallaba en el punto de transicin entre dos sistemas y sus dos grandes fiestas. El, estaba por presentarse como ofrenda por el pecado, y as acabara con el sistema de figuras y ceremonias que durante cuatro mil aos haba anunciado su muerte. Mientras coma la pascua con sus discpulos, instituy en su lugar el rito que haba de conmemorar su gran sacrificio. La fiesta nacional de los judos iba a desaparecer para siempre. El servicio que Cristo estableca haba de ser observado por sus discpulos en todos los pases y a travs de todos los siglos. La Pascua fue ordenada como conmemoracin del libramiento de Israel por Egipto. Ao tras ao. As haba de mantenerse fresca en la memoria de todos aquella maravillosa liberacin. Mateo 26:17-20; El Deseado de todas las gentes, pg. 608.
Siendo la hora, se sent a la mesa con los apstoles.
Y les dijo: Cunto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! Porque os digo que no la comer ms, hasta que se cumpla en el reino de Dios. Esta era la ltima Pascua que Jess habra de guardar con sus discpulos. El Seor saba que haba llegado su hora. l era el Cordero pascual y en el da que comiera la Pascua, tambin sera sacrificado. Saba que las circunstancias relacionadas con esta ocasin jams seran olvidadas por sus discpulos. En esta ltima noche con sus discpulos Jess tena muchas cosas que decirles. Si ellos hubieran estado dispuestos a recibir lo que les tena que impartir, se habran librado de una desgarradora angustia y de mucha desilusin e incredulidad. Pero el Seor vio que no podran soportar lo que deseaba decirles. En lugar de la festividad nacional que el pueblo judo haba observado, l instituy un servicio conmemorativo, el rito del lavamiento de los pies y la cena sacramental para ser observado a travs de todos los tiempos por sus seguidores en todos los pases. Estos deban repetir siempre el acto de Cristo, a fin de que todos vieran que el verdadero servicio exige un ministerio abnegado. Lucas 22:14-16; Manuscrito 106, 1903; El Cristo triunfante, pg. 261, Signs of the Times, 16 de mayo de 1900; El evangelismo, pg. 204.
Y mientras coman, tom Jess el pan, y
bendijo, y lo parti, y dio a sus discpulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Nuestro Salvador dijo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendris vida en vosotros. ... Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. Esto es verdad acerca de nuestra naturaleza fsica. A la muerte de Cristo debemos aun esta vida terrenal. El pan que comemos ha sido comprado por su cuerpo quebrantado. El agua que bebemos ha sido comprada por su sangre derramada. Nadie, santo, o pecador, come su alimento diario sin ser nutrido por el cuerpo y la sangre de Cristo. La cruz del Calvario est estampada en cada pan. Est reflejada en cada manantial. Todo esto ense Cristo al designar los emblemas de su gran sacrificio. La luz que resplandece del rito de la comunin realizado en el aposento alto hace sagradas las provisiones de nuestra vida diaria. La despensa familiar viene a ser como la mesa del Seor, y cada comida un sacramento. Mateo 26:26; El Deseado de todas las gentes, pg. 615.
Habiendo dado gracias, lo parti, y dijo: Tomad,
comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de m. Asimismo tom tambin la copa, despus de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de m. As, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seor anunciis hasta que l venga. El Seor dice: Bajo la conviccin del pecado, recordad que yo mor por vosotros. Cuando seis oprimidos, perseguidos y afligidos por mi causa y la del Evangelio, recordad mi amor, el cual fue tan grande que di mi vida por vosotros. Cuando vuestros deberes parezcan austeros, severos, y vuestras cargas muy pesadas, recordad que por vuestra causa soport la cruz, menospreciando la vergenza. Cuando vuestro corazn se atemoriza ante la penosa prueba, recordad que vuestro Redentor vive para interceder por vosotros Al recibir el pan y el vino que simbolizan el cuerpo quebrantado de Cristo y su sangre derramada, nos unimos imaginariamente a la escena de comunin del aposento alto. Presenciamos la lucha por la cual se obtuvo nuestra reconciliacin con Dios. El Cristo crucificado es levantado entre nosotros. Lucas 22:19, 1 Corintios 11:24-26; El Deseado de todas las gentes, pgs. 614, 616, 608.
En cualquier oportunidad en que se
reuniesen para conmemorar su muerte, relataban cmo l tomando el vaso, y hechas gracias, les dio, diciendo: Bebed de l todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisin de los pecados. Y os digo, que desde ahora no beber ms de este fruto de la vid hasta aquel da, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. En su tribulacin, hallaban consuelo en la esperanza del regreso de su Seor. Les era indeciblemente precioso el pensamiento: Todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seor anunciis hasta que venga. Cristo estableci que su cena se conmemorara con frecuencia para hacernos recordar su sacrificio, en el que dio su vida por la redencin de los pecados de todos los que creyesen en l y lo recibiesen. Mateo 26:27; El Deseado de todas las gentes, pg. 614, Review and Herald, 22 de junio de 1897; El evangelismo, pg. 204.
Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por
muchos es derramada para remisin de los pecados. Al participar con sus discpulos del pan y del vino, Cristo se comprometi como su Redentor. Les confi el nuevo pacto, por medio del cual todos los que le reciben llegan a ser hijos de Dios, coherederos con Cristo. Por este pacto, vena a ser suya toda bendicin que el cielo poda conceder para esta vida y la venidera. Este pacto haba de ser ratificado por la sangre de Cristo. La administracin del sacramento haba de recordar a los discpulos el sacrificio infinito hecho por cada uno de ellos como parte del gran conjunto de la humanidad cada. En esta ltima accin de Cristo en la que comparti con sus discpulos el pan y el vino, se dio en prenda a ellos como su Redentor mediante un nuevo pacto, en el que estaba escrito y sellado que sobre todos los que reciben a Cristo por la fe se derramarn todas las bendiciones que el cielo pueda proporcionar, tanto en esta vida como en la vida inmortal futura. Este pacto debera ser ratificado por la propia sangre de Cristo. Mateo 26:28; El Deseado de todas las gentes, pg. 613, Review and Herald, 22 de junio de 1897; El evangelismo, pg. 204.
La copa de bendicin que bendecimos, no
es la comunin de la sangre de Cristo? El pan que partimos, no es la comunin del cuerpo de Cristo? Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. Este pasaje se aplica en un sentido especial a la santa comunin. Mientras la fe contempla el gran sacrificio de nuestro Seor, el alma asimila la vida espiritual de Cristo. Y esa alma recibir fuerza espiritual de cada comunin. El rito forma un eslabn viviente por el cual el creyente est ligado con Cristo, y as con el Padre. En un sentido especial, forma un vnculo entre Dios y los seres humanos que dependen de l. El amor de Jess, con su poder constrictivo, ha de mantenerse fresco en nuestra memoria. Cristo instituy este rito para que hablase a nuestros sentidos del amor de Dios expresado en nuestro favor. La unin y el amor entre hermanos deben ser cimentados y hechos eternos por el amor de Jess. Y nada menos que la muerte de Cristo poda hacer eficaz para nosotros este amor. 1 Corintios 10:16, 17; El Deseado de todas las gentes, pg. 615, El Deseado de todas las gentes, pg. 614.
Oyendo esto uno de los que
estaban sentados con l a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios Porque vendrn del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarn a la mesa en el reino de Dios. Cristo ha sido un compaero diario y un amigo familiar para sus fieles seguidores. Estos han vivido en contacto ntimo, en constante comunin con Dios. Sobre ellos ha nacido la gloria del Seor. En ellos se ha reflejado la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Ahora se regocijan en los rayos no empaados de la refulgencia y gloria del Rey en su majestad. Estn preparados para la comunin del cielo; pues tienen el cielo en sus corazones. Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero. Lucas 14:15; 13:29; Palabras de vida del gran Maestro, pgs. 346, 347.