Conclusiones apresuradas
Se puede confiar en que la gente juzgue con fundamento?
DEANNA KUHN
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debiles 0 inexistentes, y actsien de seguido
fundandose en tales juicios. Es decir, Hegan a
conclusiones apresuradas, sin detenerse & con-
siderar todos los hechos. Un conocirniento més
preciso de tal proceder permitiria qui2a prepa-
rarmétodos para mejorar el rezonamiento. Te
les empefios podrian ayudar @ los educadores
‘en su misi6n de inspirar, en las mentes de los
Jovenes, hdbitos de razonamlentos cuidadosos
ybien fundades.
‘Una posible explicacién de las dlscrepancias
centre nuestros hallazgos y una gran parte de
Ja literatura al caso es que las investigaciones
sobre destrezas de razonamiento causal en
adultos han basado sus conclusiones en estu-
dios de un estrecho segmento de la poblaci6n
adulta, Ademds, han planteado sus experi-
sentos en situaciones especiales: estudiantes
‘universitarios en condiciones de laboratorio,
que habfan de realizar tareas complejas con
lapiz y papel.
En un estudio de 2000, Patricia Cheng, de
Ja Universidad de California en Los Angeles, y
Yunnwen Lien, de la Universidad Nacional de
‘Taiwén en Taipe, les presentaron a universita
rios una coleccién de ejemplos que describian
las frecuencias de floracién de plantas que
‘abian sido abonadas con materiales de dis-
tntas formas y colores. Después de examinar
cada caso, los estudiantes valoraban sobre una
scala numérica la verosimilitud o grado de
Influencia causal de cada uno de los factores,
y formalaban pronésticos sobre los resultados
‘de nuevos ejemplos o ambos. En esta tarea ob:
tuvleron resultados buenos y flables
‘Tales estudios ponen de relieve la destreza
que los estudiantes universitarios exhiben en
tareas como é:3, pero json verdaderamente
representativos de la capacidad cognitiva de
le gente ordinaria al razonar sobre asuntos
cotidianos?
Para abordar esta cuesti6n, me fui con mi
alumna Joanna Saab, el afo pasado, a Ia esta
cién de Pennsylvania, en la ciudad de NuevaYork. Preguntamos a 4o personas, de entre
las sentadas en la sala de espera, si estaban
dispuostas a dedicar 10 minutos « contestar a
una encuesta remunerada con 5 dares. Préc-
ticamente todas aceptaron. Les explicamos
gue un grupo estaba probando distintas com:
binaciones de actuaciones y divertimentos en
reuniones de colecta de fondos, para ver cual
de ellas lograria vender mas boletos, y mos:
tramos a cada persona un gréfico con algunos
de los resultados. En el cartel de la primera
festa se enumeraban premios de asistencia,
actuaciones de un humorista y disfraces; las
ventas eran “medianas" En a segunda reunion
semencionaban premios de asistencia, una su:
basta y disfraces, sus ventas eran “elevadas’.La
tercera reuni6n contabs con premios de asis-
tencia, subasta, actuaclén comics y disfraces;
sus ventas eran “elevadas”
Dejébamos el diagrama a la vista mientras
hablébamos a cada uno de nuestros entrevista:
dos. Les preguntabamos: ‘A la vista de estos re
sultados, geree usted que la subasta sieve para
‘aumentar la venta de boletos?” Inquiriamos
también cudnta certeza Jes merecia su respues-
ta. El sujeto podia elegir entre “certeza total’
“certers’,"[estoy seguro, pero) no del todo" y
“Lo suponge [nada més)’. Les hicimos la misma
pregunta para cada una delas opciones restan-
tes: la actuacién de un humorista, los premios
de asistencia y los disfraces,
como puede deduclrse facllmente si se exe-
minan la primera y ia tercera reunién (véase
el recuadro “Estudios modelo sobre relaciones
‘causales’) al aiadirla subasta suben las ventas.
nla comparacin de las reuniones segunda y
tercera se apreca que afadi a actuacién c6mi-
caro repercate en las ventas. 2 Informacin
disponible no baste para evaluar el valor causal
de ls premios de asistencia ode los disfraces
{pues figuran en todos os casos).
Dio pruebas este heterogéneo grupo de
adultos de la estacién neoyorquina de igual
destreza en aislar relaciones causales que la
atrlbuida porlos investigadores alos estudian-
tes universitarios (0 lade los nifios de cuatro
‘os del ejemplo inctal En una palabra:no. En
conjunto, manifestaron gue habia muchas mas
relactones causales de las justificadas por los
datos. E183 por clento juzgé que eran dos o mas
Jas actividades que hacian aumentarlas ventas
E145 porclento afirmé que eran tres, e incluso
cuatro, las que asi lo hacian y recordemos, los
datos proporcionades solamente justifeaban
una relaciin causal entre una de as actividades
=Ia subasta— y l resultado)
Mas chocante todavia: la mayoria de los en
tuevistados se mostréconvencia de que su ju
cio era correcto. Enel caso de dos de las cuatro
actividades la certidumbre media manifestada
VIALBRE A LOS SENTIMIENTOS,
como un brs caballo que se
Tberase del cosé de una figura
de aedrez, nuestro pensamiento
no siempre sigue ls estrictas
regia dela [6gica. A menudo,
ideas praconcebidas y emaciones
‘oman las riendas ala hora de
formar un uid.El rendimiento
cognitivo
de la gente,
al razonar
sobre asuntos
cotidianos
gresulta
superabala“certezs”(ytendiendo hacia ‘certs
za total”) mientras que el promedi correspon-
Aeneas otras dos se hallaba s6lo un poco por
bajo de “cetera Esexo deles encuestados ro
erarelevante. Nose aprecarondiferenciss sign
feativas entre los juices de varones y mujeres,
ni tampoco en su grado de certidumbre
‘Porqué rani estcban estos encuestados tan
seguros de cus serin as actividades que con-
Alcionarian resultado y cusles no? Nosotros les
habiamosrecaleado que habian de fundar sus
conclusiones en ls dates presentados para el
grupo particular de personas indicado ty no en
sus propiae opiniones sobre la eficacia de estas
actividades) A una pregunta de seguimiento
au haba al final dea encuesta, todos asegura-
ronhaberlohecho asi. De hecho, sus respuesta
revelaban, sin embargo, qt en sus utetospesa-
tan sus preuicos sobre la presuntaeficacia de
las actividades de Ta encuesta. Ls encuestados
opinaron con macha mayor frecuencia que los
premios de asistencis repercutianen el esulta-
Go silo vio el 83porciento} rentea los dsa-
ces (3 por ciento, aunque los datos relativos 2
estas dos opciones eran los mismos.
Para lograr una comprensién més comple
tales propusimos alos encuestados una taea
adicional véase el recuadro “Estudios modelo
sobre relaciones causal)
tn este segundo e380 no habia respuestas
correcta. No se podian hacer prediciones jus
tilcadas, en vista del indeterminado estatuto
causal de dos de las caractristcas: premios
de asistencia yaisraces. Sin embargo. cert-
dlumbre de los encuestados con respectoa sus
predieciones segufasiendo tan elevada como
To habia sido para sus jullos causales. Sus
prediccones, adem, resultarontlustratives
Por ejemplo, para inferir si un entrevistado
Juagaba sila actividad de subasta ere causal,
comparamos las prediciones que habia hecho
fsa persona en une pareja particular de casos,
concretament, ios dos en que habia premios
de asistencia. Sila subasta era considerada caa-
sal las prediceiones corresponientes a estos
dos casos (ano en el que iguraba yorro donde
faltab) hubleran tenido que ser diferentes 81
Ia subasta no era tenida por causal, bublera
sido indiferente que figurase o no: y as pre-
dicciones correspondientes a estos dos cas0s
deberian haber sido idéatias. Andlogamente
ls comparacion de las predicciones rlatvas
a Tos disfraces en ambos casos nes permit
inferir si el entrevstado consideraba que el
humorist era causal
Los juicios implicitos que los entrevistados
formularon en la tarea de prediccién propen
fan anoser coherentes con os juicios causales
que habjan formulado cuando se les pidié que
indicasen explicitamente si consideraban que
lun factor era causal (‘ayudaba a vender més bo-
letos’). Tan s6lo el. 15 por ciento efectué fuicios
coherentes en ambas tareas. De manera similar,
ls probandos fueron incoherentes en las atri-
Dbuciones causales impliitas que efectuaron al
responder a las preguntas sobre cuiles habian
sido las actividades que influyeron en cada una
de sus predieciones. Entre l 63 por ciento que
en I tarea de enjuiciamiento habia juzgado
corvectamente quela inclusion de un humorista
carecia de efecto causal, por ejempio, hubo una
mayoria que indies que la presencia o ausencia