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vm epee hte ‘Transdisciplinariedad, Psicologia Clisica y Nuevas Formas de la Psicologia de América Latina ‘Transdisciplinarity, Classical Psychology, and New Forms of Psychology in Latin America Jorge Gissi Pontificia Universidad Catélica de Chile nel presente trabajo ve reenan algunas de as trunsformacionesy nuevos desaroos dela psicalogs social occden tay lanoaseican en el siglo XX. al tempo ques argumenia favor de a veaidad dela coopera mutua ene 1s ‘stinas discipline que confonman ae mada cence socials, Algunas de las nacves formas ransiciinarios de Inpsoologia moderna sn a psicologia cultural que, gracias aa conTuencia ene aniropologi,soiolgia de a cul +, semiologaypsicoandiss amis lide a usual pscolgia social nonearercaa; Ia pscolopa ranscultral. que compara empiia y sistmfiamente fncines psigucasy caractersicas de dstintas cultures a emopsicologia y ‘emopsicoanass. ms antgna qu las aneiores (paste con Fred) y que sh destrllado especialmente en Francik >pricohistri, que comarca ia historia psicoliea individu dentro dela historia social yseapli alas eolectviddes, or cto a psicopottca, In ual apical ani psicolgico(ypsicosocal) de todas las Formas del pode. “Tis paper reso sore ofthe transforations and new development of accidental and atin American socal psychology {inthe 20° centr, while he same time aging thereat ofthe mal cooperation between the diferent disiplines that confonn the socalled zi! sence Some of thew ew tandicipinary forms of moder payehology snlude ‘cultural paychology which, thanks tothe confluence between anthropology, cultural sociology, semiology nd ‘myshonmayss, goes beyond sual North Ameican socal psychology: ansellral psychology that systemically Compares empirical prychological functions and characieristics of different cultures: emoprychology and ‘ehopechoamalyis, a older discipline (arts with Freud) with special development in France; historic psyhelog ‘whch ames individual psychological istry inside social history and opens to collectives, and last polite psychology pple o psychological and psychosocial) analysis of al forms of power Introduccién El desarrollo de las ciencias en general, de las cien- cias humanas en particular, y de la psicologiaen sin- ula, ha tenido en la segunda mitad del siglo XX y al ‘comienzo del XI facetas diversas y hasta contradic- {orias. Asi, por ejemplo, la especializacién por una parte y la tendencia a construir nuevas sintesis por otras, han sido caractersticas de este desarrollo. En ese contexto, se han ido expandiendo nuevas sintesis psicoldgicas que expresan cl reconocimiento ddenuevas areas y temas relevantes antes descuidados: centre ellas Ia amada psicologia cultural, 1a psicolo- ‘fa transcultural, la etopsicologia y etnopsicoandl- sis, lapsicohistoriay la psicopolitica. Una panorim cea de sus caracteristicas centrales en el mundo y en América Latina se presentaen ls pginas que siguen, Jorge isi, Hscuela de Picloga La comespandencia relative x este aul ber se rgida al aur Av. Via Mackenta 4860, Macs, Stig, Chie Email cvalenttpoc ste arcu est captlo del proyecto de investiga FONDECYT * 1010886 Psiche ypsicologiaen America La ‘ina: Memoria yproyeca Bator agradece as ayudane de ‘ledra Pablo Hemera la comes ial de ese eer La Psicologia Cultural Aunque la psicologfa social existia desde co- mienzos del siglo, el sesgo empirista y estadouni- ‘dense que tom6, fue limitando la génesis de tal psi- ccologta social ala group dinamics y sus métodos al experimento y a las encuestas (Rodriguez, 1976), ‘Desde el punto de vista aplicado después delos afios ‘60 esa psicologia social se puso predominantemen- teal servicio de la psicologia empresarial, del mar- keting y de la publicidad (Fromm, 1967). Por otra parte, Ia escuela de cultura y personali: dad producto del encuentro del psicoandlisis y la an- tropolog(a, fecunda en los afios 30 y divulgada parti ‘cularmente por Margaret Mead (1967, 1975), infu- yéy se desarrollé simulténeamente com el psicoand- lisis culturatista, célebte especialmente en Erich Fromm, Karen Horney y Erik Erikson, migrantes cu- ropeos en E-E.U-U. Ambas escuelas influyeron de modo generalizado en relacionar los conflicios psf- 4quicos y el cardeter con el relativismo cultural, pero después dejaron de ser moda. No obstante la fecun- didad y genio de Fromm y Erikson, que enriquecie- ron y ampliaron la psicologta hasta que murieron en 22 1980 y hasta la actualidad, tal obra genial ~sobre la ‘que volveremos- fue soslayada en E-E.U.U. y por ‘extensin en casi todo Occidente. Mucho antes Freud lo habia pronosticado: (oo) teniendo en cuenta la tendencia norteame- ricana de hacer del andlisis un mero servidor de la iquiatria” (1948, en Funk, 1987, p.150). Efectivamente Freud construyé el psicoandlisis como un movimiento cultural y, segin sus propios ‘érminos, no como “mera psiquiatra”. El psicoan- lisis para Freud era psicologia cultural y eritica cul- tural, y como sefialé Erikson, uno de sus libros se Liula Historia del movimiento psicoanaitico (1948). Recuperando tal inspiraciGn originaria de Freud y sus discfpulos Gung, Rank, ete.) pero transformada, porel cambio de las eiencias, la ontologia y la epis- ‘emologia durante fines del siglo, aparecié la ahora, denominada psicologta cultural Para abreviar, daremos una definicién actual: “Lapsicologia cultural es el estudio de la consti- tucién mental dey por las formas simbélicas ~esto ¢ emociones yexpresiones humanassignificativas~ discursivamente estructuradas, histéricamente contextualizadas ysocialmente producidas, reprodu- cidasy transmitidas” (Serrano, 1996, p. 99). ‘Asf pues, interesa el estudio de las formas sim- brilicas ~cosmovisiones, artes, mitos y ritos, ete en la psique, las que tienen complejas estructuras contextualizadas espacio-temporales, y las que se transmiten (nos influyen) y se reproducen (las i fAuimos) en tales contextos y con sus cambios. Por tanto, quedan aqut incluidas la psicolingiistca (es- pecialmente la psicosemdntica), la psicologia de los, mitos y la psicosemiologia en general En América Latin algunos intents deestapsico- {ogia cultural macro han hecho Salazar (2001) y Gissi (1982), y también cruzando identidad, cosmovisidn y literatura (Gissi, 2002). Sobre el mundo andino son imprescindibles FE. Montes (1985) y M. Hemindez, (1998), Hay también varios estudios sobre naciones, y comparaciones parcales: sobre Argentina, Moflat (1967/1997, sobre Brasil, Gambini (1998), sobre Ve reac, Montero (1984) y Salazar (1983), sobre Méxi- +o, Diaz Guerrero (1994), ec, Sin embargo, ain hoy son os grandes ensayistas los maestros de la psicolo- sia cultural lainoamericana’, ‘Como se ve esta psicologta cultural es necesa- "Los autoes auf seferidos son solamente prc slogos, ambien ‘en fs pins apantaos” Se omiten pues antropsogos, teas ee, que sera por supueto usados eh los desarllos ims de mi invextgacdn atl, y que yo Teer en scat bros precedents riamente social, pero sin los Kimites empiristas de la psicologia social predominante. Aproxima lo Psicocultural ala psicologia de la cultura y a la ‘mada sociologta del conocimiento, como Berger y Luckmann (1980), por ejemplo. Estuia, pues, la construccin psicocultural dela realidad, de lo cust un ejemplo es el titulo de un libro paraguayo: La construceién guarani de la realidad (Vara, 1984). La cultura en general y cada (sub) cultura en parti- cular son alla ver creadoras y readas por los seres ‘humanos y por sus diversos grupos y colectivida- des, y lla se expresa en la cosmovision, “cultura subjetiva”y “carter social” (Fromm, 1968) de sus participantes La Psicologia Transcultural ‘Algo més antigua en su insttucionalizacién que la anterior ~a pesar de su nombre-, Ia psicologia transcultural nace formalmente en la década de los 60, por ejemplo con el libro de M. Segall y D. Campbell (1963) yla posterior apariciéin del Journal of Transcultural Psychology (en 1970). Por supuesto y como hubtamos dicho en pégi nas anteriores, 1a comparacién psicol6gica entre coulturas es muy anterior en lo sustancial: hay eser- tos de Freud sobre rligién, arte épocas (1948), y ‘comparaciones de Jung sobre Ovcidente y Oriente ‘o sobre el siglo XX (1968/1983). LLosintelectuales migrantes de Europaa.E.U.U, en los aos 30 compararon inmediatamente las es- pectivas culturas, laescuela antropol6gica de la ‘mado relativism cultural compas la sexualidad (Malinowski, 1960), 1a anormalidad (Benedict, 1934), la socializavion y cadcter de los sexos en diversas culturas (Mead, 1935). Pero un mérito ala vez.que una limitacia de lo que Ios norteamericanos -y después el Occiden lamaron psicologiatranscultural, fe la compar cién empiria ysstematica de algunas funciones p dquicas espectticas y parciales en diversas eultuas Por “empitico” debe entenderse aqu‘ las medicio- nes sein ls radicionales eénones postivistas:en- ‘cuestas, experimentos controlados, cifras secunda- rias, ete? Lacomperacin“sstemstic inteta que lo com parado sea lo mismo, lo més rigurosamente que sea posible: percepcisn de colores, mativaidn de “log, * En este semidoreducionista det rmino empiic, que lo confunde eon empiismo y el etodologsme erica por Mis y otros, Jung, Benedict o Fromm no eran “emptios" ‘TRANSDISCIPLINARIEDAD 33 agresi6n, conducta sexual, ele. El ideal empirista per- sigue pues comparatividad empirista, para mejorar la confiabilidad y validez de las conclusiones: me- direl mismo objeto, con los mismos métodos y con la misma muestra, La variacién de cualquiera de estos factores limita el valor cientifico de las con- clusiones, segin los propios autores (Berry, Poortinga, Segall & Dasen, 1994). Una limitacién dc este ideal empirista es que, justamente, las dife- rencias culturales generalmente no consideran lo mismo bajo los términos “agresién”, “familia”, et., y los objetos, métodos y muestras normalmente va- fan en diferentes grados. Las grandes categorias sociales (clases, sexos, generaciones) funcionan di- ferente en diferentes culturas,y estos factores macro condicionan los elementos atomizados que el empi- rismo puro pretende aislar. Las clases sociales, los _g6neros y las generaciones se influyen entre sfy con las religiones, Estado, trabajo, grado y formas de industrializacidn, historia, etc., de modo que surge ‘como central aquf la necesidad de lapsicologia cultu- ral para su inteligibilidad, y no el poner entre parén- tesisa las culturas, que es lo que el empirismo nor- ‘malmente ha pre‘erido. No obstante todo lo precedente, ello no debe en- tenderse como invalidante de la psicologia transcul- ‘ural, sino como parcialmente limitante, en diversos _grados segsin las investigaciones particulares. Tam- bién la eopsicologia y la psicologia cultural tie- nen otras limitaciones metodolégicas, también su cientificidad es limitada (como por 1o demas toda cientificidad, por definicién sujeta a revisién, eriti- cea autocrftia). ‘Ouro gran mérito de esta cortiente es evitar la ‘generalizacién al mundo, o incluso al mundo occ dental, de tesis tesrica y empiricamentc locales. Toda psicologia es autéctona ¢ indigena (Berry et al., 1994), valida s6lo en su espacio y tiempo particular mientras la investigacién no se haya replicado en otras partes, De tal mado esta perspectiva ha crt: cado el etnocentrismo de la psicologfa anterior (Bemy etal, 1994), ‘ASf pues Ia psicologfa transcultural tiene dife rencias importantes y distntos pros y contras en sus investigaciones, No pondremos aqut ala psicologia cultural nia la etnopsicologéa ni a la psicohistoria como aniftesis de ella, sino como diferentes medios yy caminos hacia una sintesis superior. Andlogamente no consideraremos a la estadistica como antitesis de Ia hermenéutica, sino como luces diferentes. De tal modo, valoraremos a algunos psicdlogos ‘ransculturales latinoamericanos relevantes, como R. Diaz G. (1975), queha comparado la personalidad en México y EE.U.U como José M. Salazar, ue ha ‘comparado la identiicacién nacional y latinoameri- cena en diferentes pases de la region (200 ‘A. Rodriguez y G. Marin, quchan comparado as “atri- buuciones”,percepeidn social y resignacidn también endiferentes pases; como norteamericano Hofstede (1983), que comparé cineuenta paises del mundo se ssi las variables individualismo, masculnidad, tancia de poder y control de la incertidumbre. La Etnopsicologia y el Etnopsicoandlisis Laetnopsicologta es muy anteriora las actuales psicologia cultural y psicologta transcultural. En st forma teérica nacié con Freud (el clisico y polemi- zado Totem y tabit, 1948) en sus formas empiricas se asocia al ya mencionadbo relativismo cultural de- sarrollado a prineipios de siglo, el que influye di- rectamente en los famosos antropélogos R. Benedict, B, Malinowski, M. Mead y otros Ellos compararon diversas culturas de Oceania entre si y con Occi- dente, Japn, E,E.U.U., ete, y demostraron que las diferentes culturas afectan al earécter de los sexos, de la agresién, de la cooperacidn, de las transicio- nes adolescentes, de las estructuras familiares, ete. En América Latina ha sido particularmente el mexicano Rogelio Dfaz Guerrero quien ha usado intensa y extensamente el concepto de etnopsicolo- ‘fa, para comparar diferentes etnias de México, ‘mexicanas y estadounidenses, etc. Algunos psicoanalistas también se acercaron 4a la etnologia de un modo fecundo: los estudios de Erik Erikson sobre identidad negra y sobre so- cializacién en los sioux y otros indigenas norte- americanos enriquecieron tanto al psicoandlisis como a la etnologia (1990); los freudianos algo ‘mAs ortodoxos como G. Roheim compararon tam bign culturas y formaciones de cardcter y la ana. logia entre magia y esquizofrenia (1950); A. Kardiner considers gran parte de la cultura como sistemas proyectivos por Ia internalizacién de imagenes infamtiles (en 1939, ver 1965); B. Malinowski ~antrop6togo clisico- relativir6 la sexualidad en general y el complejo de Edipo en particular segiin las funcionalidades culturales y ‘estructuras familiares (1960). ‘Asi pues y como se ve, la relacién entre antro- pologia y psicologia ha sido paniicularmente inten. sa con el psicoandlisis, el érmino emopsicalogia para algunos es casi sindnimo de emopsicoandlisis (Wo que considerado rigidamente es un error) a4 El término mismo etnopsicoandliss pas6 a ser ‘de desarrollo tesrico y empitico particularmente en Francia. actual Centre d"etmopsichoanalyse de Pars te- ‘een su nombre un homenaje a Georges Devereux, ‘para muchos inspirador de esta diseiplina, en particu. Tar eon su libro Etmepsychonalyse complementariste (1975). Aqui como en E. Erikson, los conceptos de ‘dentidad psicocultraly psicosocal son centrale. Un autor heterodoxo pero brillante ha sido el psi- uiatra negro Frantz Fanon (martiniqués), también ln chador por laindependncia de Argelia. Sus escrtos analizan el complejo de colonizado de los africanos frente a Europa, mezclado con elracismo interirizado, Hace alcancesa asrelaciones delossexosy aEEUU,, de modi que su principal libro Piel negra, mdscaras ‘lancas(1952)- integra notablemente perspectivas de vanguardia, ala ver etnopsicoldgicas, de psicologia transcultural, psicopolitcas y psicohistéricas. Hace rnexoscom Hegel y Adler, siendo una grave earencia de Tasescuelas de psicologia actuals que est lio (entre 10s) sea poco conocido, Laetnopsiquiata y la etnoterapia han eid ere ciente desarrollo. En Paris es relevante Tobie Nathan (2999); en América Latina se eonoven y valoran cada vez mis las psicoterapias indigenas ademas de su medicina en general (Sénchez, 1994). El peruano R, Alarcén ha desarrollado y publicado Identidad de psiquiatria en América Latina (1990),y con Vidal y Lolas han editado una gran Enciclopedia ibero ‘americana de psiquiatria (2000). En América Latina, el emopsicoandlisis a tenido expresionesrelevantes especialmente en Periicon Max Hernandez y su investigacin sobre la identidad, me 1moria yconflictos en el inca Gacilasoy en general en cl mestiza (1993). El mismo Heméndes y sus cole- szas han realizado nexos entre psicoandliss y pscohis- toriaen su libro Entre el mito la historia (1987) En general, como método la emopsicologia y el cetnopsicoandtisis ganan en profundidad respecto a la psicologia transcultural, pero son més débiles en ci- fra, Gana también en comprensién estructural, y en ‘este sentido ha influido en la reciente psicologta cul- tural, Pero por esas mismas eualidades, no pusde com parar, ni lo pretend, a varias subculturas 0 grupos sobre un objeto especifico y con datos cuanttaivos. Sin duda, puede decirse que la etnopsicologta tiene una marcada preferencia por los métodos cua- Iitativos, mientras que Ia psicotogéa transcultural presenta una también marcada preferencia por los métodos cuanttativos, de modo que ambas deben cconsultarse y enriquecerse reefprocamente asst Psicohistoria (0 Psicologia Histérica) Después de algunas alusiones débiles en Freud y Jung, y de otra sistemstica pero sin cultura psicol6gica ‘de Weberen La éica protestante y el espiritu del capi talismo (1904), los grandes tericos fundadiores de la psicohisioria son, & mi juicio, Erik Erikson y Erich Fromm, Posteriormentc a ellos ha sido fecundo, de un ‘mode distinto, Michet Foucault (1969199). El término mismo de psicohistoria fue proba blemente usado por primera vez, de modo explici to, analitic y sistematico por Erikson, en su libro Historia personal y circunstancia histérica (1978). ‘Aqui a tesis central del autor es que a biografia como historia de vida individual, exige cultura pico 1ogica y psicoanaltica para su comprensién y seda.a Ja vezen la biografia social o historia de vida cole tiva, quepor tanto también exige psicologta para com- prender el desarrollo de sus avatares. ‘Toda historia personal se da en una circunstancia histGrico-social, toda psicologfa del desarollo individual se da en una Psicologia del desarrollo social. Inversamente, toa historia social o colectiva seda de diversos modosen diversos individuos, de los cuales los més atipicos son a la vez producto de una época e inauguradores visibles de otras. Esto no quiere decir que se reduzca lahistoraa la psicologia (psicologismo) ni alos "hé- oes” o“grandes hombres”, pero tampoco quiere de- cir que se reduzea la psicologia a la historia (historicismo), nique os individuos no importen nada. Por supuesto, hay varias mediaciones entre his- toria social ¢ historia individual, constituidas por todas ls insttuciones, grupos y eategorias sociales ue sean influyentes o influidos en la coyuntura 0 perfodo histérico dado, El autor intenta la aplica- Cid del andlisis psicohistsrico a los easos particu- lares del nazismo, UR.S.S. y E.E.U.U. durante los siglos XIX y XX (Erikson, 1990). EI mérito de Erikson es doble: por una parte, realiza investigaciones psicohistéricas predominan {emente centradas en individuos de excepcién (Mar- tin Lutero en 1958 y Mahatma Gandhi en 1972), y por otra, plantea las tesis generales de encuentro entre estas dos ciencias antes disociadas -Ia psico- Jogia y lahistoria~ para iluminarse reesprocamente, ‘en el cruce de la temporalidad evolutiva personal con la social y colectiva. Pero hay atin més mérito que esto, y es que el mismo Erikson es uno de los grandes autores de la etnopsicologia (1990), en sus escritos sobre los ne- {108 € indios en E.E.U.U. Siendo estas etnias tam: bign historicas, hay un nexo entre psicohistoriay et ‘TRANSDISCIPLINARIEDAD 35 nopsicologi.Ademds tanto esta etnias como los con- fictos entre protestanes y catslicos del siglo XVI 0 entre inglesschindies del siglo XX, son luchas de poser: Estos, tienen implicaciones interns y nece- sariamente poltiess. En este punto, también es Erikson uno de los grandes autores que han existido ‘ea psicolopa politica. Asi el cruce es ahora més complejo, ene el tempo (psicohistora), las cult ras (tnopsicologia y el poder (psicopalitiea). ¥en Jos casos pariculares de Luteo y Gandhi, hay que avhadira ello la psicologi de la religiones y de las ceoncepeiones del mundo Por todo Io anterior ~y no obstante sus imper feeciones-, es que Erik Erikson es no s6lo uno de tos grandes psicdlogos del siglo XX, sino mas en ‘gencral uno de los mayores autores en ciencias hu- manas de Ia época “También Erich Promm ha sido un fecundo y bri- ante autor sobre las claciones entre psicologia chs toria, Andlogamente a Erikson, Fromm ha escrito so- ‘bc lapsiologia del nazismo alemiin y de los E.E.U.U. centre los siglos XIX y XX, y acerca dl impacto del cisma prostate en la Europa del siglo XVI. Estos temas comanes se deen & que ambos son de cultura -geminica (Fromm judo alemsn y Erikson alemén), ambos esrien primero enalemn y después emigran ‘2 .EU.U,, ambos tienen una gran cultura clisica que les ilumina las comparaciones psicocultrales entre Europa y EEUU, enue la Europa eatdlia y prots- tant, entre los EE U.U. liberals y pritano-autorita vis, y ene las semejanzasy diferencias entre las pé- nesishistrico-culturaes. No se prtende aqui una sntesiscuidadosa de la ‘obra de Fromm, como no se pretendié sobre la de Erikson, pues cualquiera de amibas ha implicado lar 40s libros (por ejemplo, Funk, 1987 y Coles, 1975) S.élo se prtene mostrar sucintamente como oto maestro de la psicohistoria que podemos usr Fromm nos tecuerda que el renacimiento italia no hizo una ruptura elativa) con la edad media gratia, ncestosa y iba, reivindicando la indivi-

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