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5. ADVERTENCIAS (4,1-13).
La sucesin de las ideas no sigue nunca en Pablo el
orden de nuestra lgica, segn la cual al desarrollar un
tema deben tratarse los puntos uno tras otro. Se
asemeja ms al trabajo textil, en el que aparece un hilo
que se sigue durante cierto tiempo y luego
sbitamente cede el puesto a otros hilos, aunque sigue
deslizndose por debajo, para volver a ser recogido y
reanudado ms adelante. Esto tiene particular validez
en nuestro caso, ya que aqu el elemento objetivo (la
sabidura falsamente valorada o utilizada) se mezcla
muchas veces con lo personal (los maestros, unas
veces buenos y otras menos buenos). En la seccin que
sigue aparecen en un primer plano destacado puntos
de vista personales. Aparecen preferentemente bajo la
forma de avisos o advertencias: advertencia frente a
los juicios demasiado precipitados sobre los pastores
de almas (4,1-5); advertencia frente a toda vanidad
personal (4,6-8); y como contraste, la presentacin de
s mismo que hace el Apstol (4,9-13).
a) No juzgar antes de tiempo (1Co/04/01-05).
1 Que los hombres slo vean en nosotros
servidores de Cristo y administradores de los
misterios de Dios. 2 Ahora bien, en los
administradores lo que se busca es que cada cual
sea fiel. 3 A m poco me importa que me juzguis
vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me
juzgo a m mismo. 4 Aunque la conciencia de
nada me remuerde, no por eso quedo justificado;
mi juez es el Seor. 5 As pues, no juzguis antes
...............
c) Presentacin de s mismo que hace el Apstol
(1Co/04/09-13).
9 Por lo que veo, a nosotros, los apstoles, Dios
nos seal el ltimo lugar, como a condenados a
muerte, porque hemos venido a ser espectculo
para el mundo y para los ngeles y hombres. 10
Nosotros, insensatos por Cristo; vosotros,
sensatos en Cristo; nosotros dbiles, vosotros
...............
b) Les enva un visitador apostlico (1Co/04/17).
17 Por esto mismo os envo a Timoteo, hijo mo
querido y fiel en el Seor: l os recordar mis
caminos en Cristo Jess, cmo por todas partes
enseo en todas las Iglesias.
Un poco sorprendentemente anuncia ahora la visita de
un legatus a latere. Pablo no juzga suficiente su carta
pastoral, aunque tan personal y tan apremiante. Enva
a un hombre de su confianza, en quien delega su
poder. Dentro del contexto precedente, Pablo no
destaca tanto la autoridad cuanto la autntica relacin
filial de aquel que tambin ha demostrado fidelidad en