You are on page 1of 10
El control de la violencia a traves del deporte: el caso del Valle del Cauca Alberto Mayor Mora* El tema El Valle del Cauca y, en particular. su capital, Cali, fue- ron consideradas (y quizé atin lo sean) como una regién “modelo” en la practica de los deportes. Que ello haya sido resultado de un proceso esponténeo o de un desarrollo planificado, de una parte, y que hubiese tenido alguna relacién con su desarrollo econémico y urbano, de otra, es algo que debe ser investigado como temas cola: terales de un problema més amplio, a saber, si la “magnificacién” de Cali como la “capital deportiva” de Colombia ¢ incluso, mas exageradamente, como la “capital deportiva de América”, fue frato de un intento serio de pacificacién, par parte de las clases alias de la regi6n, de unas relaciones sociales caracterizadas por ciclos recu- rrentes de violencia o si fue el resultado de una inofensiva leyenda ideoldgica, en términos de Elias. Cali esta lejos de ser histéricamente la cuna del deporte en Colombia. Otras ciudades como Bogota o Barranquilla se lo dis- putan, con suficientes pruebas. Asi, mientras en Bogots miembros de la alta sociedad introdujeron deportes como el polo, el tenis y el fatbol, desde la década de 1880, creando incluso el primer club de- + Profesor Tituln, Universidad Necioval de Colombia, 3s: un soilogocontporinea ~ Teas ymdtodo portivo, el Polo Club, en 1897!, Barranquilla es estimada usualmen- te como la cuna del fittbol colombiano introducido al pais por los marinos, ingenieros y mecénicos extranjeros, sobre todo ingleses, que llegaron a sus astilleros a finales de la centuria pasada.* En Cali los primeros equipos y partidos de fatbol, orga- nizados hacia 1903 por jovenes de las familias de clase alta, coinci- dieron con la fundacidn de “clubes” deportivos como el “Club Cam- pestre”, dedicado a la practica de los deportes como la hipica o el polo por parte de la élite econdmica regional’. Fue una constante, entonces, que la llegada al pais de deportes como el fitbol, el polo, el tenis y otros procediera por iniciativa de la élite y no del pueblo, a diferencia del “desarrollo” a largo plazo acaecido en Inglaterra donde, segiin Elias, varios pasatiempos elitistas se volvieron popu- lares y algunas actividades recreativas populares fueron aceptadas por la élite merced al establecimiento de un conjunto de normas. Que en Colombia se careciera, en principio, del proceso civilizador “a largo plazo” en el que un pasatiempo se convierte en deporte, ya que aqui los deportes llegaron desde Inglaterra con sus “normas” ya definidas, 0 si éstas sufrieron algdn proceso minimo de “adapta- “Cian afos del Polo" El Tiempo, Boga, Junio20 de 1997. Al parecer, el primer almacén de arlicuios deportivos de! pois fue el de Rodriguez y Pombo, en Bogots, donde se ofrecion mesos de resillo, juegos de ojedrez, damas, sclan y de croquet. Cuperino Salgado, Directoria General de Bogoti, Ao NV, #293, 63 | La doseripeién ingenua del primer portido de bia en 190d recverde los nveles todos por en Color ‘emacién y violencia sefa is: “Ayer vimos © un grupo de jévenes de avestra alta sociedad que impulsando una bola de cuero redonda in flado, on un ir y venir hacia donde habia dos polos que ellos mmismos denominaban ‘goo!’ y un nimero desiguol en forma do contendores buscaban le manera de cémo ‘ievar la pelota a se slic y otros a delenderse. Emociananie nos parecié todo ello Nos dijeron que era un deporte para ‘machos’ llamado football. Vimos o muchos revolcarse en la orena y todas corter hacia el mismo lado, De pronto lo bola taspasé los pa: los de ‘goal’ y todos gritaron dando saltos y alzando los bre: zos", Tomado de £1 Dia de Borranquilla en Despertor Vallecaucano, No.69, Julio de 1983, p16. Véase ai aricvlo “Como nacié el ftbel colombiano”, en Revis tb Despertar Vallecaveano, nimero citado, contol deo vance a tors dl dep lcaso dol Yl el Cosco 181 én” 0 reacomodamiento, serfan aspectos a aclarar a lo largo Ta ine vestigacién. No obstante, en el desarrollo social de una ciudad como Cali y de una regién como el Valle del Cauca es posible encontrar una serie de indicios y pruebas histéricas que demostrarian una ten- dencia pionera a “adaptar” y popularizar los deportes extranjeros, organizindolos en grande escala. Asi, las primeras “Olimpfadas” modernas en Colombia fueron justamente realizadas en Cali, entre Diciembre de 1928 y Enero de 1929 por iniciativa de una “Junta de Deportes” en la que figuraban varios de aquellos mismos jévenes que crearon los primeros equipos deportivos. Estos primeros Jue- gos Olimpicos Nacionales, en los que los departamentos colombia~ nos “rivalizaron” por primera vez en deportes como el fitbol, atle- tismo, boxeo, tiro, tenis, basquetbol y ottos, manifestaron tal senti- do de organizacién por parte de los dirigentes de la region y alcan- zaton tan inesperado éxito deportivo que motivaron a otras ciuda- des seguir el ejemplo y organizar, cada cuatro afios en promedio, Juegos Atléticos Nacionales®. Cali volvié a organizar, en 1954, los Vil Juegos Atléticos Nacionales pero ya en tn contexto econdmico y politico totalmente distinto. De una parte, la capital del Valle del Cauca ya no era un villorio de 60.000 personas sino que contaba para aquella fecha con cerca de 300,000 habitantes, la mayor parte atraidos por las oportu- nidades de empleo que ofrecia la llegada a la ciudad durante los afios de la guerra y de la postguerra de cerca de 25 empresas multi- nacionales®. Pero, simultaneamente, gran parte de esos migrantes |< “las Olimpiades de 1928 a 1929", Despertor Vallecaucano, | No.76, Cali, Noviembre de 1984. los segundos en Medellin, en 1932; los teceros en Borranquilla, en 1936; los euartos en Manizales; ls quinios en Bucaramanga, | en 1943 y los sextos en Santo Marta, en 1948. Un tema colar teral serio preguntarse si existe alguna correlacién 0, en térmi | nos de Elias, olgune “afinidad” antre ef nol del ciclo vilento de los guacras civiles del siglo XXX y la iniciacién del “ciclo” del deporte en Colombia a fines de dicho siglo. «© Alrespeclo, pueden consuarse rabojos como el de tus Aurelio Ordofez, Industios y empresorias pioneros. Cali 1910-1945, Faculiad de Ciencias de lo Adminisiaciéa, Universidad de! Valle, 162 [Newt los vn soicagoconlanporénea— Taorioyméledo eran desplazados de la violencia, en tanto que en la misma ciudad se presentaba la lucha por os ejicios. En este sentido, existen indi cios indirectos que la organizacién de tos VI Juegas tuvo ur intencionalidad “pacificadora” si hay que darle credibilidad al bi grafo del empresario Manuel Carvajal Sinisterra, quien dice que éste apoy6, desde el Ministerio de Minas y Petrdleos, a quienes solicita- ron la sede para Cali: “Cali se hallaba por entonces gravemente perturbada por una inmigracién masiva de campesinos que se es- taban hacinando en las zonas marginadas y por gravisimos problemas de violencia politica, por lo cual los dirigentes regionales pensaban que la motivacién deportiva, alo que eran tan adictos los vallecaucanos, podria polarizar el interés de la ju- ventud, rescatarla de la subversién y, con las obras que se hicieren, darles trabajo a los desocupados y mejorar la estructura urba- na. El Ministro Carvajal Sinisterra, quien comprendia la ideosincracia de sus paisanos, capté de inmediato el acierto de la iniciativa y asumid con entusiasmo desde el primer momento la direccién del asunto””. Es claro, entonces, que la “pacificacién”, es decir, en tér- minos de Elias, la creacién de un sensibilidad respecto a la violen- cia, no se esperaba alcanzarla s6lo mediante la interiorizacién de los valores deportivos sino también mediante la realizaci6n (key: nesiana?) de obras de infraestructura que generaran empleo. El bidgrafo del mas importante dirigente deportivo del Valle de Cauca, Alberto Galindo Herrera, hijo de empresatios y de- | 1995 foriginalmente tesis de Moesitia en Historia de la Univer | sidad Nocfonal de Colombia) y de Oscar Gerardo Romos, His i toria de Ja cultira empresarial en ol Valle del Cauco, Corpora | Financiers del Vale S.A., 1996. Diego Costin Becerra, Manvel Carvajal Sinistewra y ef dese | olla, Banco del Estodo, Canal Ramirez, Bogots, 1981, pp.129- | 130.’ Subrayado por el autor de esta’ propuesta, Habria que | preguntorse de dénde surgié esta motivacion “preindustrial”, = aT ae ao Elconral dela vielerclo cov celdporn:alcoo dl Vale de! Coven 183 portista él mismo, sostiene, por el contrario, que Galindo procuré la realizacién de dichos Juegos por metas puramente deportivas®. Sea Jo que fuere, los VII Juegos fueron presididos por un Comité Depor- tivo en que figuraron empresarios como Carvajal Sinisterra y Galindo Herrera y obtuvieron un resonante éxito al lograr, entre otras cosas, la participacion de “todos” los departamentos del pais asi como de tres territorios nacionales’. A partir de entonces fue clara la “rivali- dad” deportiva en biisqueda de la hegemonta entre el Valle del Cauca y Antioquia en deportes como el futbol y el atletismo, que marcaria todos los Juegos Nacionales hasta hoy”. Las tendencias marcadamente mas deportivas en Galindo Herrera lo llevaron a seguir “pensando en grande” de tal modo que organizé para Cali juegos que ninguna otra ciudad co: lombiana habia intentado hasta entonces: el Campeonato Surame- ricano de Atletismo, en 1966, el Campeonato Centroamericano de Natacién, en 1968, y finalmente los VI Juegos Panamericanos, en 1971, en los tiltimos de los cuales tuvieron también purticipacién decisiva los empresarios Carvajal y otros. Las obras de infraestrac- tura adelantadas con motivo de estos distintos eventos corrieron paralelas con el dramatico salto demogrifico de la ciudad (241.000 habitantes en 1951; 450.000 en 1960 y cerca de un millon en 1971), con toda la secuela de problemas sociales: alto indice de desempleo, emergencia de barrios marginales, analfabetismo, delincuencia, te- rrorismo e inquietud social expresada en grandes huelgas obreras, El problema: De lo no planificado a lo planificado Ahora bien, los grandes acontecimientos deportivos nacionales e internacionales lievados a cabo en Cali, entre 1954 y 5 Alvaro Calera Tejoda, “Alberto Galindo Herrero, autor intlec tuol de fos Jue gos Panamericanos”, Despertar Vatlecaucano, | No70, 1983, Coli, p.25. | tbidem, "© Entre sus cecuerdos de infoncia de estos Juegos, el autor de esta propuesta ememora que lo importante no ero que el Valle le | Gonos © Anioguia em al purtaje total delat juegos sino, prin- laa Novbeet line un soisogocontemperineo — Tao y mito 1971 y atin después, tienden a opacar y restarle importancia a otros juegos escala regional cuya influencia sobre la pacificacion interna quiza haya sido mayor. $e trata de los Juegos Industriales Departa- mentales, cuya organizacidn a partir de 1966 coincide con uno de los ciclos de violencia politica y agitacién sindical mas graves en el Valle del Cauca, paralelismo que hasta ahora no ha liamaclo la aten- cién de ning 1 investigador, Efectivamente, entre 1958 y 1961 se adelanté en Cali y en el Valle de Cauca una sucesién inusitada de huelgas y paros pro- longados y radicales, que llevaron a que la regién se convirtiera en el centro de la agitacién sindical nacional, Asi, en 1958 se realiz6 un largo paro en Croydon conta los sistemas tayloristag, que duré casi cuatro meses y en donde se emples la huelga de hambre como mé- todo de lucha conduciendo a ta paralizacion total de Cali durante un dia‘, Posteriormente, en 1959, se presentaron pliegos de peticio- nes en los ingenios Central Castilla y Riopaila, mientras que estalla- ron huelgas simultaneas en el ingenio La Manuelita y Textiles la Garantfa. El sindicato de Riopaila declaré un paro intempestiva que convocd la solidaridad de los trabajadores de otros ingenios como Mayaguez, La Quinta, Tumaco, Papayal, Providencia, Oriente, Pichichi, Central Castilla, Manuelita, Bengala y la Cabaiia, es decir, casi la totalidad de los centrales azucareros. El paro simultaneo te miné con una marcha sindical hacia Cali en la que hubo heridos y muertos, y finalmente un acuerdo en el que intervino ef gobierno central, Paralelamente, la lucha por los ejidos en Cali lanzé a pri- mer plano a lideres populares como José Antonio Barberena. Los empresarios del Valle del Cauca parecen haber re- currido a varias iniciativas para enfrentar una agitacién sindical de grandes proporciones. En primer lugar, mediante la violencia y Ia Aba tuz Giraldo, “Le huelga de Croydon de 1958", Tesis de grodo en Sociologia, Universidad del Valle, 1995. Recvérde: {que Croydon, fabricante de calzado industrial y deportiva, fe ‘empcese pionera an el apoyo al deporte Ramos, op.it, pp.271-273. Véase también de Dariel Pecaut, Pala y sindicalsmo en Colombia, La Corceta, Bogors, 1973, E conta! dela vloncio wos def deport: el caso deal cl Cave represién directa’, En segundo lugar, mediante estrategias indirec- tas como la educacién de sus cuadros directivos en el area de la administracién de recursos humanos para lo cual no sdlo se trajeron profesores extranjeros a la Universidad del Valle, como el famoso Peter Drucker, sino que crearon la Facultad de Administracién de Empresas"', Otra estrategia indirecta fue la inversion social de los dividendos de las empresas, en lo cual la empresa Carvajal fue pio- nera con la creacién de la “Fundacién Carvajal” para el desarrollo social y econémico de los barrios populares y de invasién. Esta estrategia, en la cual participaron también los in- genios, es posible examinarla un poco mas de cerca merced a infor- macién primaria suministrada por una de las personas que intervi- no en dicho proceso, el técnico textil de Coltejer, sefior Hugo Restrepo, quien de paso muestra los contrastes entre la manera de “manejar” al obrero antioqueio y al valluno en la década de 1950: “Ami me toco intervenir en un programa muy grande en el Valle, El Valle fue uno de los problemas sociales mas grandes que tuvo el pais hasta 1960...En el Valle Hegé hasta tal punto que nadie querfa montar una in- dustria mas en Cali, y en ninguna de las ciudades flore- cientes del Valle como Palmira. Los trabajadores practi- camente odiaban la compatifa, querfan su destruccién. Nosotros hicimos un estudio bastante profundo en el Valle, y vimos que los sistemas de administracion de los trabajadores en el Valle obedecian tinica y exclusi- vamente a pagar altos salarios, Entonces la pablacion los emprescrios, espaciclmente los azucoreros, tenian una 0+ gonizacién llamada “La Mano Negro” que perseguia o los Tideres sindicales. Al outor de esta propuesta le consla, como mmiembro que fue de la Joventud Obrera Cotdlica, que fos evras espafiles que vinieron a Coli @ comienzos de ta década de 1960, especialmente los “curas obreros”, fueron sometidos petsecucidn e incloso © expulsion del pais por infujo de aque lla oxganizocién. Ineluso Gorcia Herreros, que inicié sv “Minv to de Dios" como programa radial en Cali, fue expultado de la ciudad. io 186 iba Es un cigoconenporingo — Tera y mbodo valluna era una poblacién migratoria en funcién de las cosechas y de los salarios. Emigraban de norte a sur y de sur a norte, cuando venia la cosecha del café por los lados de Sevilla y Caicedonia se pagaban salarios altisi- mos y entonces el tipo dejaba Providencia, y se iba para alld. A él lo que le interesaba era ganar plata. La educacién de su familia era pésima porque era prac- ticamente un némada o un emigrante. Llegaba y se aca- baba la cosecha del café y empezaba la cosecha del arroz en Palmira y la cosecha del algodén en Buga; entonces se venian y se mantenian en ese vaivén”™. El grupo de administradores y téenicos antioquetios, entre los cuales se encontraba Hugo Restrepo, fe contratado enton- ces por los empresarios del Valle para estudiar este problema: "En una reunién que tuvimos nosotros con los indus- triales del Valle, les dijimos que aquf [ en Antioquia ] nosotros teniamos otras cosas més afectivas que el sala- rio. Que nosotros inclusive pagdbamos menos salario que ellos. Eso fue en 1960, Nosotros hicimos un estudio muy profundo sobre eso. Y entonces la primera que nos marché fue Providencia, que empez6 a hacer una serie de programas para los trabajadores como crear colegios, crear escuelas, hacerles casas a los trabajadores. Enton- ces ellos fueron cogiendo otra serie de raices. Llamemese esto como se quiera. Pero el hecho concluyente es que muchas veces uno no esté en Coltejer por lo que se gane, porque a mi me han hecho ofrecimientos muy grandes para que me vaya de aqui. Hay otras cosas mas que el salario que me ligaban a Coltejer. Y eso era lo que no existia en el Valle. Ninguna empresa tenia nada de eso, pero en absoluto. Yo me acuerdo primero que arranca- Entrevista el sefior Hugo Restrepo, Centro de Copacitacién de Colejr, aqui, Noviemére de 1978. Habsia que examinar en dale a dst compan dl obetsmo on Anions, pi cipalmeate femenine, y e! del Valle, marcadamente mascsino, El conta dela vilancia evs del dopo: oxo del Wl del Conca 187 ron con un cura espafol que es un técnico que tiene Providencia con programas en grande. Han hecho una univesidad industrial la cosa mas hermosa allf en Guachené; tienen kinders para nifios, les hicieron ba- rrios a los trabajadores. Han creado una serie de cosas. Y si Ud. coge a Cartén de Colombia en Cali, tiene lo mismo, y otras empresas. Se vio que la cosa no era pa- gar altos salarios, Y la situacién social a partir de 1965 a esta época en el Valle cambid fundamentalmente. Y yo creo que el Valle es modelo de agitacién social, pues, en el mejoramiento social de los trabajadores. En el Valle eran 20 huelgas mensuales que se declaraban, y yo me acuerdo, por ejemplo, que alld fuimos a Ultratex y re- sulta una pelotera en la puerta y a qué se debia? A que los trabajadores de Ultratex no quisieron respaldar a Jos de la fabrica de Carton, a 20 que entraron en huelga. Fsa era la descamposicidn mas grande que Ud. se ima- gina” Lo finico que quiza no advirtié este asesor antioquerio fue que tanto en los ingenios azucareros como en empresas como Carvajal y Cartén de Colombia hubo, paralelamente, una pol de estimulo al deporte cuyos nexos con la disminucién de la agita- cién social y de la violencia no eran tan evidentes, ica Esta fue, en efecto, la tiltima estrategia de los em- presarios del Valle del Cauca: crear unos juegos interempresas, de- nominados Juegos Deportivos Industriales, inaugurados en 1966". En Cali existieron antecedentes de juegos deportivos entre los cole- gios de las clases altas, en la década de 1940, y entre los barrios dela ciudad, a comienzos de 1960, que terminaban usualmente en verda- Ibidem. Incidantaimente, ol sefor Restrepo cnota que empresas como et ingenio Riopaila y ottas de propiedad de la familia Caicedo eran verdadecos fortines polticos antes que baluartes industiales, y que lo direcciéa adminisrativo de Holes empresas 210 grondemente ofectada por el elemento pattiist. Adivalle, Asociacién Deporiva Indusial det Valle del Cauca, 30 afios, 1966-1996. XXX Juegos Industricles, 1966, Cali, 188 Nowber Bes: n oclogaconteporeneo ~ tele y método deras “batallas campales”". Los Juegos Industriales parecen haber- se ideado como estrategia para “popularizar”, es decir, en estricto sentido, llevar al pueblo deportes que antes era privilegio de las clases altas de la regién y que se practicaban en sus clubes exclusi- vos: fitbol, natacién, atletismo, esgrima, entre otros, Seria empirica- mente demostrable que algunos de los campeones en los Juegos Atléticos Nacionales de 1954, en el Campeonato Suramericano de Atletismo de 1962 0 en los de Natacidn, que participaron por el Va- le det Cauca provenian de las clases altas de Cali, como el atleta Jaime Aparicio, arquitecto de profesién®, o el lanzador de martillo Jorge Herrera Barona o la nadadora Olga Lucia de Angulo. A partir de entonces deportes como el fitbol tendieron a popularizarse. En segundo lugar, se estimuls el mito inofensivo de la rivalidad deportiva con Antioquia, enemigo imaginario que facili- taba que la tensidn interna dentro de las empresas se disipara en otra direccién, ya que entre otras cosas la mayor aspiracidn de los mejores deportistas (en una época en que wu existia la profesiona- lizacién de los deportes) era ser seleccionados por el Valle para com- petir con Antioquia en los Juegos Nacionales®, De otra parte, la clara orientacién moderna de crear unos juegos para que los trabajadores tuviesen posibilidad de un empleo més sano del “tiempo libre”, aparte del manejo de las tensiones, fue "to primare fo registan publicacionas como ef Anvario 1948. 1945, Colegio de Son luis Gonzage, Cal Quizé ests rvalicad tengo su erigen en las batollas - ésas si recles - enve antioquefios y cauconos durante fas guerras civ les dal siglo XIX que condyjoron a invasiones mutvas y a que caucanos como los generales Rengifo y Trijllo 0 el posto Jorge Isaacs Hlegasen a ser gobernadores “de facto” de Antioquia, Incidentalmente, hoy e! Valle del Cavea puede darse el hija de tener por medios “pectices” gobernartes antiaquetios, como el octval gobernador Villegas. EI Valle logré tener en la décado de 1950 una seleccién “omateut” de fitbol tan sobresalienle que no sélo gané todos los campeonaios nacionales, empaté con equipos argentinas como el River Plate y constiuyé la base de la Seleccién Colom bio, sino que incluso fe el soporte para que al club profesional Millonarios lograse establecer una hegemonia cbrumadora E IE | , E leona daa vilancio cave dl dapat: een dal del Cou 189 desde el comienzo una de las metas de la organizacién de los Juegos Industriales. Al comienzo hubo algtin tipo de deformacién ya que enel afén competitivo las empresas “contraron” deportistas de alto rendimiento, pero después se reglamentaron para garantizar la par- ticipacin masiva de los trabajadores y relegar a segundo plano “alta competencia”®! Por tiltimo, la competicién regional entre las empresas bajé considerablemente, sin duda, los niveles de tensién interna ya que el rival a enfrentar no eran ya los supervisores 0 administrado- res de fabrica, sino los trabajadores de otras empresas a quienes ha- bia que “vencer” en el campo deportivo. Los Juegos Industriales del Valle del Cauca, entre otras, los primeros en Colombia con una orien- tacién hacia el control planificado del “tiempo libre”®, moviliza- ban, asi, a los trabajadores de todas las empre us energias y emociones, tanto de las de los deportistas como las de los espectadores, y desvidndolas del terreno sindical. Los empresarios, por su parte, estimulaban estas rivalidades ficticias y premiaban a los mejores “representantes” deportivos de sus empresas. Parece cla- ro, entonces, que en la ideosincracia regional laboral “los héroes del deporte” empezaron a tener una imagen tan positiva come la de los ““héroes del trabajo”, por ejemplo, la de los corteros de caita as concentrando En el interior mismo de las empresas se dieron fenome- nos colaterales de “educacién” de los ejecutivos de clase media 1 Eneevista a Alberto Serno Villada, Ditector Ejecutivo de Adivale, Cali, Julio 22 de 1997. 1 En Bogota exislieron o fines de lo década de 1940 y comien: zosde la de 1950 unos juegos industrioles dcigidos por FEINCO © Federacién Industrial y Comercial que bused, enive otra, | popularizer el tenis, esimular a ciclismo femenino, incentvar el departe infant! e incorporer a “rodilones” a lo practice depor fiva, Véase, al respect, la revista Deportes, Nos.1 0 7, 1949. 1950, Bogots, El nexo con el “contol del tiempo libre” y con fo no es tan claro, asi como tampoco con kx moulizacién masiva de lo poblacién, eventos deportes internacionales y fenéme- nos de moviidad social que acontecieron en el Voll. Oe todas ‘maneros, aveda abierta una indaaacién sobre el deporte masi- 190 1 Blas un ocdlgo contemporinen ~ Tesi y odo mediante el deporte: en el tenis, por ejemplo, estos ejecutivos tenfan (y tienen) como “modelo” a sus jefes, es decir, a los propietarios de las empresas, a quienes imitaban en el uso de prendas deportivas “de marca”, raquetas, bolas, etc, y quienes incluso querian “supe- ar” no propiamente en “marcas” deportivas sino en marcas de ropa deportiva®. Cuanto contribuyeron los juegos industriales a bajar el umbral de violencia en las relaciones industriales de la regién y en qué medida esto fue interiorizado a nivel individual, es algo que deberd ser investigado mas detalladamente. Ahora bien, la informacién disponible parece sugerir que habria que ir un poco més alld de la propuesta teérica y metodolégica elisiana, pues el deporte regional en el Valle no sdlo parece haber sido manejado con un claro sentido (europeo) pacificatorio sino también con un evidente sentido (americanista) de los negocios. En efecto, el arraigo masivo del deporte en el Valle de Cauca parece también estar asociado, sobre todo después de los Juegos Panamericanos de 1971, con la entrada de las marcas mult nacionales, pues individuos como Jorge Herrera Barona (que usufructué la franquicia de “Arena”) 0 Harold Zangen (que usufructud la de “Canada Dry”) fueron organizadores con un claro sentido de los negocios deportivos. El dltimo de los empresarios mencionados cred y estimuld clubes de tenis de grandes dimensio- nes para clases medias que después vendié al Estado 0 a entidades semiestatales (Cajas de Compensacién) que lo popularizaron consi- derablemente. De pasada, hay que advertir que Cali tiene mas can- Enievista ol economista Jesis Contreras, Asesor del Sena, Cali Julio 9 de 1997. Incdentolmente, estos fonémenos estarian vin. | elodos a criss familar fcomo la ofa tata de dvorcios ene | ejecutivos de clase media) yo que esios querfan aparentar un rivel de vido que econbmicamente estaban leis de poder sos toner. De otra parte, entra ajecutivos do clase media ue logra zon crear empresas por su cuanto es notorio constatar la len- doncia a “imi” los habites deportvos de la élite regional: por tiemplo, construccién de vivienda an fa que fo cancha de lenis, Elcomol dela wlencia Pads dl dapat: leo chas de tenis de campo que todas las de Colombia y que el propio Zanhen es el vicepresidente mundial (y presidente nacional) de la “Corporacién para la Recreacién Popular’ La burguesia industrial y comercial de la regién mane- jo, pues, el deporte como manejé sus negocios, es decir, con un claro sentido empresarial incluso para otros eventos mayores como el Mundial de Basquetbol de Cali en 1985. No obstante, después de 1971 a la par que delegé sus negocios principales en jovenes ejecuti- vos de clase media también delegé la organizacién del deporte en individuos de clase media, en lo cual parece haberse equivocado porque entraron en escena ambiciones de gente impreparada o al menos permeable a toda suerie de influencias, por ejemplo, por parte de los sectores de la droga”. El deporte en el Valle del Cauca fue, ciertamente, un vehiculo de movilidad social para sectores marginales, tanto urba- nos como rurales pues, entre otras cosas, tambien han existido y existen los Juegos Azucareros, cada dos afios, en los ingenios, de donde han salido figuras como Zape o Faustino Asprilla. Pero el deporte parece haber servido también para la busqueda de presti- gio y aceptacién sociales por parte de sectores que ascendieron eco- némicamente por otros medios, como la mafia. Con ello, el deporte puede haber perclido no sélo su sentido “ pacificatorio” original sino incluso haber conducido exactamente a lo contrario: al chantaje, ala presi6n sobre los arbitros, a las apuestas clandestinas, etc. En una palabra, a mayor violencia, 24 Entrevista 0 Alberto Sarna, loc. Entrevista 0 Jess Contreras, loc.cit. El “oscenso” social de la mafia del Valle esta asociado ol deporte claramente por su macenazgo, no exento de desinteres pues el deporte les perm Fi al mismo tiempo no sdlo “lavar dolares’ sina también crear um sistema clandestine de apuestas. As, los mafiosos iclearon 508 propios campeonatos subreplcios @ ilegales de fitbol, con exjugadores protesionoles, con el fin de hacer apuestas millo- norigs. os adelasiaban, por lo demas, en las canchas de sus heciendos constuidas con espacios depovtivas al modo de las viviendos de la élite. De lo hipica puede decirse lo mismo en 192 Nosbert Bos v1 seiiogecomtemperénea — Teorey mitado Aspectos metodoldégicos y empiricos Las siguientes son simplemente preguntas, hipétesis y observaciones empiricas que deberdn ser constatadas més amplia- mente. Ha logrado controlar efectivamente esta region, median- te el deporte, sectores real o potencialmente “anémicos” como los migrantes, los sectores rurales, la poblacién negra 0 la poblacion de las barriadas mas pobres, y lograr una mayor sensibilidad respecto ala violencia? Y, lo que es ldgicamente previo, segtin Elias: lograron alcanzar las mismas clases altas de la regién mediante la practica del deporte una reduccién en el empleo de la violencia para resol- ver los conflic-tos? En especial, los empresarios azucareros tograron una mayor contencién y sublimacién de su desprecio a la “gleba” a través de la practica de deportes en los clubes? el dee Un hecho constatable es, inducablemente, qu porte alli ha logrado derribar algunas barreras entre sectores usual- mente distantes e incluso socialmente opuestos como a empresatios y trabajadores, directivos y subalternos, poblacién urbana y migrantes, poblacién blanca y poblacién negra. Si un individuo de cualquier condicién social o étnica domina bien un deporte es acep- tado de inmediato en un grupo laboral e incluso social. Durante la época de "EI Dorado” e inclusive un tiempo después, por ejemplo, algunos jugadores argentinos de ftbol se casaron con hijas de la clase alta de Cali, a pesar de su extraccién social baja. En la escala de valores dominante saber practicar bien tun deporte es muy estimado socialmente, Quien no puede hacerlo, es decir, quien muesira una total descoordinacién corporal (exclu- yéndose los defectos fisicos) y no puede “dominar” con cierta soltu- ra y elegancia su cuerpo, es considerado “ciudadano de segunda categoria” e incluso es sometido a estigmatizacién y burla en los grupos primarios, En el pasado era facil adivinar el origen rural de algtin muchacho con sélo verlo patear un bal6n, pues al hacerlo pro- cedia sin elegancia lanzando, literalmente hablando, sus extremida- des en direcciones opuestas. A un adolescente de origen rural le bastaba que supiera jugar bien al fiitbol para borrar el estigma de su contol dela vielencia robs dl depot: caso del ale de Cauca 193, Cortelativamente, otro aspecto que esa misma escala de valores del individuo medio de la region le atribuye mucha trascen- dencia, aparte de saber practicar bien un deporte, es saber “anali zarlo”. Los "vallunos” pueden pasar horas interminables hablando de deportes, creyéndose cada cual un “analista” en profundidad, lo cual ha contribuido no poco a popularizar la imagen de superficia- lidad en los oriundos de esa regi6n, Desde el punto de vista de Elias este defecto de la personalidad colectiva regional seria una virtud porque aquellos individuos son capaces de entablar batallas ficti- cias © combatir con “enemigos imaginarios” en vez de hacerlo de una manera real acudiendo a la violencia. No es casual, inciden- talmente, que una proporcién mayoritaria de los comentarisias de- portivos de las principales cadenas deportivas del pais proceda del Valle del Cauca, Asi como del trabajador antioquefio se dice que nunca lo conocer suficientemente quien desconozca sus anhelos de independencia personal, del mismo modo quien emplee como sub- alternos a vallunos nunca los conocerd del todo si desconace la im portancia que tiene para ellos el deporte Si para el valluno medio el deporte es cuestion de técni- ca y elegancia, no sélo de fuerza corporal, este aspecto ha sido tras- ladado a otros campos de la diversién y de la recreacién, como la miisica y el baile, No es casual que la capacidad “mimética”, en sentido elisiano, se manifieste en campos afines como el teatro con el grupo pionero del TEC y como el ballet, en los afios 60's, sino actualmente con grupos como Barrio Ballet, en lo que habria que apreciar una influencia de la actividad mimética del pueblo hacia la élite. % Quien no sepa bail, as decir, mover coordinadamente su cuer- po ccorde con la misico, despierta no sélo burla sino sobre todo lastimo, Bailar elegantemente los ritmos cubanos e incliso saber identificarlas cloramente es distinto de los “brincos” de la salsa que ha popularizedo la poblacién negra creando un es lereotipo muy ditundido. Quizé se pudieran sintetizar los anhe- los de un individuo de clase social baja diciendo que su ideal de vido es "ser propietario de vn club de fatbo!, disponer de una orquesta y conquistar une reina de bellezo”. dea! creado ‘a imagen de las clases altas de la ragién y que han hecho suyo. los norcotaticontes, para quienes no sélo es valido aquello de 19 Seton linn un asilogeconemporéaea ~Taoisymatodo Que el deporte haya logrado ocupar una fraccién so- bremanera importante en la vida laboral y fuera del trabajo del valluno fue posible porque siempre ha encontrado un espacio privi- legiado en las instalaciones deportivas urbanas construidas por ini- ciativa de la empresa privada ligada a la de los gobiernos locales cuando se realizaron Juegos Nacionales o competiciones internacio- nales como los VI Juegos Panamericanos, No es casual que el Minis- tro de Gobierno de la administracion de Belisario Betancur, Rodrigo Escobar N., valluno de origen, propusiese un plan nacional de re- creacién teniendo en mente explicitamente el “modelo” de recrea- cién alcanzado en el Valle, donde to primordial era la restriccién de la agresividad y la autoestima del individuo En la“socializacién” de los nifos en ef deporte esta con- tribucidn de las empresas con campos deportivos, propios o comu- nitarios, se ha realizado a otro nivel: durante los afos de la segunda postguerra llegé a Cali y al Valle un cierto ntimero de empresas nuultinacionales cuya produccién estuvo orientada hacia productos del tiempo libre o, empleando los términos de Elias, productos que cultivan el propio yo: trajes de baio, articulos de perfumeria, calza- do deportivo, productos alimenticios que procuraban “energia” a los deportistas, gaseosas de marca internacional, elc. En este senti- do, el modelo organizativo de las multinacionales con base en un control estricto del tiempo libre de sus miembros mediante el ejerci- cio de un deporte quiza proporcions también un punto de referen- cia a los empresarios de la regién, que valdria la pena explorar’ Vease de Rodrigo Escebar Navio, "Colombia, huérlana de re exeacién’ y “Poxo a la recreacién’, £ Tiempo, Bogo'é, 26 y 27 de Septiembre de 1982, Ente fos medios que Escobar Novia propuso al efecto estaba el uso de terconos pices, “pare fo | eval podtia ser itl a experiencia de Cali con la Corporacién pata la Recreacién Popular cxeada por la pasadla administra cién Municipal y el sector privado de ‘a misma localidad” 3 En entrevsto en 1980 al gerente de la muliaacional Phillis, de Yum, este reconacia que el test "acido que fos gerent rrocionales hacian a los gerentes regionales de Suramérica eca la forma como éstesiltimos jugeban ol tenis 0 al gol, indicio indiracto seaura de cémo estaba funcionando la emoresa, inter contol do wolencio etree dal dapat: l cons dl Vl dl! Conca 195 La imagen de Cali como una ciudad hedonista, a lo cual ha contribuido sin duda la recreacién y diversién que proporciona el deporte, es decir, una ciudad donde el derecho a la felicidad aqui y ahora es una oportunidad para todo mundo y no sélo para las élites, ha sido sintetizada por los periodistas de varias maneras y por contraste: “A Cali se viene a divertirse, Bs la cludad supermujer, femenina e incitante... A Popayén, en cambio, se va a sufrir y recordar fechas patrias...Dentro de estos este- reotipos, a nadie se le ocurrirfa ir a Popayan a diverti se ni venir a Cali a suftir”® Todo lo cual seria un avance extraordinario, dentro del marco interpretativo de Elias, pues constituiria un triunfo del pro- ceso civilizador sobre la violencia, En efecto, mediante el deporte, las diversas formas de recreaci6n y de diversién, las clases altas pa~ recen no albergar grandes lemores'con las huelgas en tanlo que los. trabajadores y peones de las empresas y haciendas parecen haber encontrado su lugar. La aceptacién por ambos grupos sociales de una reglas deportivas comunes durante mas de cuarenta afios bien pudo haber contribuido a alcanzar niveles de convivencia pacifica en sus relaciones sociales. Incluso la busqueda de aceptacién social, via el depor- te, de grupos al margen de la ley como los narcotraficantes podria ser considerado como un triunfo de la “domesticacién” por parte de la élite de los grupos sociales en ascenso que han buscado “imi- tarla” en ese plano. Lo que habria que precisar empiricamente es en. qué medida en dicho proceso de domesticaci6n las “nuevas clases” han impuesto sus propias regias. Asi, el andlisis ”figuracional” del fatbol colombiano y, en particular, el de la regién del Valle, en las tiltimas dos décadas podria ser revelador de lo que estaba sucedien- do dentro de la propia sociedad local. Clara Zawadski, “Cali es fa ciuead supernujer?”, El Tiempo, Bogols, Abril 19 de 1988, Habvia que preguniarse, no obston to, 4 os bajos niveles de violencia en Popayén, comparado con Cali, lenen alguna relacién o coinciden con su propia ac 196 Nobo En saslagoconkemporanea— Teoroy modo La logica del andlisis elisiano exigiria, no obstante, el examen de un proceso de més larga duracién que debera compren- der aqui un perfodo de casi cien afos (finales del siglo XIX hasta el presente): la introduccién y aceptacién del deporte por la élite, la canalizacién hacia las clases media y popular y la irrupcién de los nuevos sectores sociales. También habria que tener en cuenta el tran- sito de los hechos no planeados a los planeados (por ejemplo, los Juegos Industriales). A nivel empirico, aparte de la informacién de archivo que suministren tanto las empresas industriales como las asociacio- nes y clubes deportivos, seria clave la localizacién de manuales de- portivos escritos en la regidn, por entrenadores nacionales 0 por entrenadores extranjeros”, en los cuales podria encontrarse una éti- ca deportiva implicita que no seria otra que la ética social, si hay que atenerse a lo establecido por Elias en el sentido de que un andlisis, del deporte que no lo sea de la sociedad en que estd inmerso estarfa fuera de contexto. Esto dltimo permitiria demostrar que la multiplicidad tematica es slo aparente: el examen del deporte seria el hilo con- ductor que mostraria la estrecha vinculacién entre los planos ético, politico, empresarial, de la personalidad, de movilidad social, de tiempo libre, emocional e incluso artistico. Se trataria, por tanto, de encontrar las conexiones entre las estructuras dinamicas de la per- sonalidad y las esteucturas de la sociedad, en un medio como el det Valle en el que empiricamente se puede constatar que entre los me- canismos de “socializacion” el papel de los grupos deportivos, des- de a infancia hasta la madurez, pudo llegar a ser tan importante como el jugado por las sectas religiosas, las asociaciones voluntarias € incluso los manuales de caceria en el mundo anglosején. Otras preguntas, como las que siguen, deberan ser di- lucidadas a lo largo del proceso mismo de investigacisn: si el” deio” del manejo del tiempo libre por parte de la élite de Cali fraca- |) Por ejemplo, en faibol el “milagra” del Yall fo reclizeron entre adores extranjeros como el sveco Jorge Orth o ol braslero Polesrini y Torres quien escibié un rranvol denominado Teoria Econral aa volo a wavs de depot: caso dol dl Cauca 97 860 cumplié su ciclo; si el deporte actualmente constituye una eva- si6n para no enfrentar el conflicto o si ha logrado interiorizarse como aspecto de una ética ciudadana; en fin, cudles son los limites de la violencia y sus formas de control, distintas a las de la actividad mimética deportiva. el presente proyecto de investigacién lograra confir- mar histéricamente y explicar sociolégicamente que el modelo de pacificacién y control de la violencia, a través del deporte, fue exitoso en el Valle del Cauca, los conocimientos sociolégicos por 6] aporta- dos podrian servir para pensar - dentro de la biisqueda de alternati- vas actuales para la paz - en la extrapolacién a nivel de todo el pais, de dicho modelo, como lo han intentado el exministro Escobar Navia en el pasado o ta Corporacién para la Recreacién Popular en el pre- sente,

You might also like