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Silvia Ratto (1994)

INDIOS AMIGOS E INDIOS ALIADOS. ORÍGENES DEL “NEGOCIO PACÍFICO” EN


LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES (1829-1832).

Introducción

La importancia del período rosista en lo que hace a la política indígena del gobierno radica en la instauración
de un sistema regular de relaciones pacíficas que se llamó “negocio pacífico de los indios”. La expresión
“negocio pacífico” era utilizada por Rosas para designar su política de paz con los indios mediante la entrega
de alimentos y regalos. A partir de 1833, dicho concepto designó la partida presupuestaria del Departamento
de Hacienda que consignaba todos aquellos gastos realizados para el mantenimiento de la paz con los “indios
amigos”.
La descripción que realiza la historiografía de la política indígena de Rosas presenta errores:
• Se considera que la expedición de 1833 tuvo por objetivo terminar con las hostilidades de las tribus
pampas, e incorporar nuevas tierras, cuando en realidad, la campaña consolidó una línea fronteriza
ya existente.
• Otro error es estimar que la demostración de fuerza que significó la expedición militar habría llevado
a que algunas tribus buscaran la concertación de paces con el gobierno situando en este momento el
inicio del negocio pacífico.

Periodización:
1) Primera etapa que abarcaría el primer gobierno de Rosas (1829-1832), constituye un período de
prueba y experimentación.
2) Entre 1832 y fines de 1839, fase consistente en la instalación de tribus amigas sobre la zona
fronteriza con el propósito de que actúen como barrera de contención ante posibles ataques.
3) Entre 1840 y 1852, período de extrema “militarización” de la sociedad a la que no escapan las tribus
amigas.

Las fuentes

Fuentes de dos tipos: fuentes contables y los documentos de la Secretaría de Rosas. Las fuentes contables
incluyen los Libros Mayores de Contaduría de Buenos Aires y los recibos de Tesorería. La documentación
incluida en la Secretaría de Rosas incluye correspondencia de éste con jueces de paz, comandantes de
campaña y caciques, y presenta una visión más dinámica de este sistema de relaciones.

I. Avance de la frontera. Enfrentamientos y tratados de paz con los indígenas

La expansión ganadera de la provincia de Buenos Aires derivó obviamente en la adquisición de tierras


ocupadas por las tribus pampeanas. Una constante del gobierno bonaerense ante este problema fue la
alternancia de políticas agresivas y de pacificación. Paralelamente a una política de tratados con miras a la
expansión de la línea fronteriza, se produjeron las campañas del Coronel Federico Rauch como consecuencia
de varios avisos de alerta sobre posibles ataques a la frontera por parte de indios araucanos.

II. Origen del negocio pacífico (1829-1932)

En esta etapa el gobierno mantiene relaciones con dos categorías de tribus, tribus amigas y tribus aliadas. Las
tribus aliadas mantenían su hábitat en las pampas, desplazándose frecuentemente, pero siempre en los
alrededores de un fuerte y recibiendo del gobierno artículos de consumo. Las tribus amigas tenían un
asentamiento estable, determinado por el gobierno y eran racionadas fundamentalmente con ganado..

Tribus aliadas

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Las tribus aliadas se concentraban fundamentalmente alrededor de la Fortaleza Argentina y del Fuerte
Independencia. Partidas pertenecientes a estos caciques aliados, arribaban permanentemente a los fuertes para
comerciar y notificar cualquier novedad sobre movimientos de tribus hostiles. El principal artículo ofrecido
por los indios era el ganado vacuno. La obtención de bienes de la economía blanca se producía durante la
permanencia de dichas partidas en las guardias, los bienes obtenidos se concentraban en su mayoría en
artículos de consumo y dentro de ellos el aguardiente ocupaba el lugar más importante.

Tribus amigas
La ubicación de las tribus amigas que se encontraban dentro de la frontera plantea un interrogante, ¿tendrían
sus tolderías en terrenos desocupados o, por el contrario, se habrían instalado dentro de alguna estancia?
Dentro del grupo de las tribus amigas existía una jerarquización, siendo las más importantes las de Catriel,
Cachul, Venancio y, en segundo lugar, Llanquelen.
La ayuda del gobierno estaba centrada en la entrega de ganado; con respecto a otro tipo de artículos las
remesas eran muy esporádicas, por lo que los indios debían procurárselas a través del comercio con
poblaciones fronterizas. Otra forma de ayuda del gobierno fue el incentivo para que los indios aprendieran el
cultivo de la tierra.
La situación existente con los indios amigos no parecía convencer a los estancieros; la ecuación ayuda
económica- inexistencia de obligaciones puntuales no convencía al poblador de la campaña. Esta ausencia de
obligaciones jugará un papel importante en los cambios registrados a partir de 1831 dentro de la estructura del
negocio pacífico.

III. Quiebre de la primera etapa del negocio pacífico: el asedio de los Pincheira y
boroganos a Bahía Blanca (1830) y el arribo de indios chilenos (1831)

Ambos hechos pusieron en evidencia las fallas estructurales de esta etapa del negocio pacífico.

Asedio de la alianza pincheira-borogana al fuerte de Bahía Blanca.

Los boroganos se habían instalado en las cercanías de Salinas Grandes constituyendo uno de los grupos más
poderosos de las pampas. Aliados de los hermanos Pincheira, realistas chilenos que cruzaron la cordillera en
la década de 1820 representaban un peligro latente para Buenos Aires. Pujas entre los Pincheira-boroganos y
las tribus de indios aliados en torno al fuerte de Bahía Blanca. Los contactos entre las autoridades del fuerte y
los boroganos llevaron a que las tribus aliadas se sintieran traicionadas, deteriorándose las relaciones.
Finalmente, el enfrentamiento entre los dos grupos se concretó el 25 de septiembre de 1830, siendo derrotados
los indios aliados. El resentimiento hacia los cristianos de Bahía Blanca se acentuó con este revés y el peligro
de un atque a la guarnición se mantuvo pero cambiando el enemigo; ya no eran los pincheiras los que
acosaban al fuerte sino los “ex-indios mansos”.

Toriano y los indios chilenos (1831)

A comienzos de 1831 un contingente de cerca de 2000 indios chilenos se aproximaba a la frontera


bonaerense; esta partida estaba compuesta por tres grupos que confluyeron a mediados de 1831 y se acercaron
a la fortaleza de Bahía Blanca. El objetivo declarado era el de concertar paces con el gobierno de Buenos
Aires y pelear contra los Pincheira con la idea de obtener en compensación algún tipo de ayuda en ganado y
vicios; sin embargo la conducta de los mismos creaba sospechas sobre sus verdaderas intenciones. ¿Ataque a
las estancias fronterizas o concertación de paces con el gobierno para obtener algún tipo de auxilio?
Cualquiera que haya sido el motivo verdadero del ingreso de estos grupos, el objetivo final era el mismo:
obtener ganado y distintos bienes. Lo cierto es que hacia agosto de 1831 los recursos recibidos por parte del
gobierno habían sido prácticamente inexistentes. La situación creó un gran descontento entre los araucanos y
la división de las tres partidas que componían la comitiva se hizo bien evidente. Ante el inicio de las
invasiones se plantea la necesidad de que los indios amigos como contrapartida de la ayuda económica
brindada por el gobierno en ganado y otros artículos prestasen servicios como milicia auxiliar para perseguir a
los ladrones.

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Fin de la primera etapa del negocio pacífico; estructuración de un nuevo sistema

Para Rosas, el balance había sido muy claro: la falta de recursos para obsequiar a los indios chilenos había
jugado un papel clave en el desenlace. La situación evidenció que el negocio pacífico, en los términos en que
había sido planteado hasta ese momento, no cumplía la función de asegurar la paz en la frontera. Rosas, en
distintas comunicaciones, va esbozando una serie de cambios: fortificación de la frontera; traslado de los
indios amigos a la misma y persecución de aquellas tribus que no habían mostrado fidelidad ante el pedido de
ayuda del gobierno.

Campañas contra las tribus rebeldes

Estas campañas, realizadas durante todo 1832 no se limitaron a atacar a los restos de los indios chilenos que el
año anterior habían puesto en jaque la estabilidad de la frontera, sino también a aquellas tribus amigas que
habían manifestado una actitud dudosa con respecto al gobierno y a las tribus “ex aliadas”.

Instalación de las tribus amigas en la línea de frontera

La instalación de las tribus amigas en la frontera tenía dos objetivos: servir como barrera de contención en
caso de peligro y reunirlos en solamente tres puntos (Tandil, Tapalqué y Azul) donde estarían bajo la mira de
caciques más fieles (Catriel, Cachul y Venancio). Las tribus que aceptaran estas condiciones recibirían
raciones mensuales. El interés principal de Rosas era que los indios situados en la frontera no estuvieran
“ociosos”; de ahí la exigencia de que “debían ayudar a defender la tierra y las haciendas de indios ladrones y
malos amigos.”

Regularización del sistema de raciones; creación de la Caja del Negocio Pacífico

En 1832, coincidiendo con la intención de reformular algunos aspectos del negocio pacífico, se creó la Caja
del Negocio Pacífico, partida perteneciente al Departamento de Guerra en la que se incluyeron gastos
relacionados con la política indígena del gobierno. Sin embargo, la Caja no concentró todas las erogaciones
del negocio pacífico ya que, paralelamente, comenzó la práctica de realizar compras de artículos a través del
Ministerio de Hacienda, los que eran depositados en los almacenes de la Comandancia del Parque y de allí
retirados posteriormente para racionar a las tribus amigas. La diferencia existente entre una y otra vía se
relaciona con el tipo de artículo entregado. Mientras la Caja del Negocio Pacífico consignaba entregas de
ganado y dinero, de los almacenes del Ministerio de Hacienda se retiraba fundamentalmente artículos de
consumo y vestimenta.
Al término del primer gobierno de Rosas, se establece también un sistema regular de raciones por el cual,
mensualmente, las tribus amigas recibirían ganado y artículos de consumo.

Conclusiones

En la bibliografía sobre la política indígena del gobierno la etapa trabajada por la autora había sido ignorada
habitualmente. Se producía un hiato entre 1829 y 1833 en el que la atención se centraba en la guerra civil
entre unitarios y federales. Durante ese período, sin embargo, las relaciones entre el gobierno y las tribus
indígenas reflejaban una gran complejidad. A partir de 1833 el negocio pacífico reflejaría una mayor
estabilidad.

[Silvia Ratto, Indios amigos e indios aliados. Origenes del “Negocio Pacífico” en la provincia de Buenos
Aires (1829-1832), Buenos Aires, Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”,
1994.]

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