11 al 17 de julio de 2010 ev: 15
“El amor debe estar presente y penetrar todas las der a todo el género humano. … No se pueden regular
relaciones sociales: especialmente aquellas que tienen el
deber de proveer al bien de los pueblos « se afanen por
conservar en sí mismos e inculcar en los demás, desde los
más altos hasta los más humildes, la caridad, señora y rei-
na de todas las virtudes. … Este amor puede ser llamado
« caridad social » o « caridad política » y se debe exten-
por las diócesis PONCE
HEIDY Marrero Pérez
h.marrero@elvisitante.net
El Seminarista Arturo Ramos, de la Diócesis de Pon-
ce, compartió en una carta con El Visitante su experien-
cia en Roma durante la clausura del año sacerdotal.
Siguen algunas de sus líneas:
Contentos y agradecidos por este Año Sacerdotal,
un grupo de feligreses de nuestra Diócesis de Ponce,
acompañados por el P. Dairo Arboleda, O.SS.T, fuimos
peregrinando hasta la Plaza de San Pedro, en Roma.
Las actividades conclusivas de este gran año nos
condujeron a la Basílica de San Juan de Letrán el 10 de
junio con la meditación del Card. Marc Ouellet y Mons.
Robert Sarah.
todos los ámbitos de la vida humana…” (Ibid 581, 582
las relaciones humanas únicamente con la medida de la
justicia: « El cristiano sabe que el amor es el motivo por
el cual Dios entra en relación con el hombre. Es también
el amor lo que Él espera como respuesta del hombre. Por
eso el amor es la forma más alta y más noble de relación
de los seres humanos entre sí. El amor debe animar, pues,
Al atardecer, nos dirigimos a la Plaza de San Pedro
para la Vigilia Sacerdotal. Hubo testimonios y cánticos
seguidos por un diálogo con el Santo Padre y sacer-
dotes de todo el mundo. También hubo adoración al
Santísimo concluyendo con la bendición Eucarística. Al
dar la bendición, toda la Plaza de San Pedro quedó en
silencio.
Al día siguiente, Solemnidad del Sagrado Corazón
de Jesús y bajo el lema “Con Pedro, en comunión ecle-
sial”, se celebró la clausura oficial del Año Sacerdotal
con una Misa presidida por Benedicto XVI y concelebra-
da por 15,000 sacerdotes de todo el mundo. Al inicio de
la celebración, renovamos –junto con los sacerdotes- el
deseo de conversión con la aspersión del agua. Después
de la homilía todos los sacerdotes renovaron las prome-
sas sacerdotales y al final se consagraron al Inmaculado
Por último, exhortamos a todas las personas de fe
en Puerto Rico a unirse en oración por el bienestar y la
unidad de esta Patria Bendita que Dios nos regaló para
forjar la civilización del amor.
Corazón de María. El Papa, que reflejaba una profunda
alegría y agradecimiento a Dios por este Año Sacerdotal
utilizó el cáliz que perteneció al Cura de Ars.
Está claro que dicha clausura no es el fin de tan-
tas oraciones y sacrificios por nuestros sacerdotes. Más
bien es el comienzo de una nueva etapa .Así que como
dijo el Cardenal Hummes al Papa, Prefecto de la Con-
gregación para el Clero: “Nos gustaría, Santo Padre, que
el Año Sacerdotal no terminara nunca; que nunca de-
jemos de tender a la santidad y que en este camino,
que debe comenzar desde los años de seminario y du-
rar toda la vida, siendo un proceso único de formación,
seamos siempre sostenidos y consolados, como en este
año, por la oración constante de la Iglesia, por el calor y
el apoyo espiritual de todos los fieles”.