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DIOS ESCUCHA

Evidencias

¿A qué venimos a este mundo? ¿A sufrir? Tal vez no, pues esa es una decisión que tomamos
mientras intentamos madurar. No creo que estemos destinados a sufrir, hay tantas cosas por
conocer para que nuestra vida sólo se reduzca a vivir para morir después de sufrir tanto. Tengo
24 años, soy diseñador gráfico, no tengo trabajo y no sé que tendré que hacer de ahora en
adelante, al parecer todas las historias empiezan con un suceso extraordinario y terminan
después de uno mayor que el primero pero no es mi caso. Soy limeño mis padres se separaron
cuando era muy pequeño y mi mamá murió cuando aún no podía tener conciencia de qué
significaba vivir o sufrir. Mis abuelos no podían cuidarme porque ya estaban muy ancianos y no
se llevaron muy bien con mi padre así que él tampoco estuvo en el funeral de mi madre. Nunca
lo vi, nunca lo conocí. Una prima de mi madre supo que mis abuelos no podían mantenerme y
decidió criarme y crecí creyendo que ella era mi mamá. Cuando estaba en secundaria me
enteré de la verdad por una discusión que tuvo con mi papá, o sea su esposo. No me afectó
tanto como dicen. Yo sé que ellos me quieren mucho y si algo ha cambiado es que ahora sé la
verdad Y los quiero más. Tengo o mejor dicho tenía un trabajo hasta hace poco pero me dijeron
que estaba mal, que estaba loco, pues a veces me encontraban pensativo en la oficina y no
entregaba los diseños a tiempo. Me dijeron que era bueno pero no podían tenerme porque los
demás no se sentían cómodos, yo sé que fue mi jefe el que pidió mi cambio. Pero también creo
que esto puede ayudarme y sé que me puedes ayudar.

Bueno ese es el objetivo ¿verdad? Cuéntame ¿cómo empezó todo?

¿Cómo empezó lo que te comenté que me quedaba pensando?

Okey, cuéntame cómo empezaste a quedarte pensativo.

Bueno, todo empezó desde hace un año atrás. Cuando me encontré con una amiga del
instituto. Estaba en la combi yendo al trabajo y de repente me toca el hombro y me asustó.
Luego conversamos sobre qué había sido de nuestra vidas desde que ella salió del instituto y
yo continué y conseguí el trabajo que tenía hasta hace poco. Fue divertido encontrarla me
gustó verla después de tanto tiempo, había cambiado mucho y mientras conversábamos me di
cuenta que podríamos ser muy buenos amigos. Su trabajo quedaba a unas cuadras del mío y
lo extraño fue que nunca nos habíamos cruzado, bueno, tal vez por nuestros horarios… lo
importante fue que nos encontramos ese día ¿no? Me contó que había salido del instituto para
estudiar periodismo en una universidad cerca de su casa y ya estaba por terminar y se iba a
quedar a trabajar en el lugar donde hacía prácticas porque se desenvolvía muy bien, lo noté
cuando me hablaba, su voz estaba bien educada y utilizaba las palabras adecuadas, exactas a
la situación. Y creo que ahí empezó todo.
__

¿Aló?

¿Sofía?

¿Sí?

Hola, ¿cómo estás?

¿Bien?

Que bueno, oye sabes estoy un poco atareado con el trabajo ¿quieres salir a dar una vuelta?

Mmmm ¿Quién eres?

Ja, ja, ja, ja… No pues… Soy Adrián, del instituto de diseño, nos encontramos en la combi hoy.
¡Ah! Adrián… ja, ja, ja, ja… Oye perdón, es que no te reconocí la voz, te escuchas diferente
cuando hablas por teléfono. ¿Salir? Uy, no puedo, me siento mal y no creo que pueda
acompañarte, pero en otra oportunidad, no hay problema Adrian.

Oh, bueno, okey, no hay problema Sofía. Entonces para otra oportunidad será.
__

Su voz sonaba muy limpia en el auricular, además escucharla pronunciar mi nombre me gustó.
Sabía que no iba a ser la última vez que nos comunicáramos. Y así fue.

Al día siguiente…
__

Aló, Sofía.

Hola Adrián, sabes hoy va a haber una presentación de arte en el Museo de Lima ¿Quieres ir?

¿Museo? Mmm… Esta bien, por qué no. Ya chévere, donde nos encontramos.

¿Está bien en la puerta del mismo museo?

Ya, entonces estaré ahí ¿Cómo a qué hora?

Bueno, empieza todo a las 5 de la tarde pero podemos estar un poco antes para ganar sitio.

Okey, estaré a las cuatro y cuarenta y cinco por ahí cerca.

Ya, excelente.
__

¿Un museo? Un museo, ¿qué raro? Hasta ese momento no había ido a un museo en mi vida, a
no ser por los paseos del colegio que me llevaban de vez en cuando a ver huacos y algo más,
pero lo más esperado era el Parque de las Leyendas. Asu, hace tiempo que no iba a un museo
y me parecía extraño que me dijera para ir.
__

Hola

Hola ¿Cómo estás?

¿Entramos?

¿Bien? ¿Estás bien?

¿Ah? Si, si creo…

Ya, entramos

Y… ¿Sabes de qué se va a tratar la exposición?

De pintura contemporánea, transmite mucho, llegas a sentir lo que el pintor quiere mostrar,
según dicen este artista es muy intenso al momento de plasmar su arte.

Ah…

¿Qué época artística prefieres?

Mmm… El cubismo.

¡Oh! Si, es muy interesante.


¿Y qué artista te gusta?

Este… ese pues, el peladito…

Había muchos, je, je, je… De seguro Braque o ¿Picasso?

¡Él! Picasso

¿Y qué te parece el Impresionismo? Ese es mi favorito, aunque te muestre la realidad como es,
te da diferentes perspectivas. Hay unas piezas hermosas en el Museo de Arte Italiano.

Ah…. ¿Así?...

Bueno ya está por empezar.


__

Felizmente que ese día me salvé de sus preguntas diciendo que el cubismo era mi favorito, sin
saber de qué se trataba y había escuchado sobre Picasso, un tiempo antes. Mientras me
hablaba, me concentraba en la pintura y no veía nada, aunque ella me explicaba con mucho
interés y gusto, muy poco me interesaban las pinturas, me sentía incómodo con las miradas de
los demás como acusándome de no saber mucho del tema y de osarme a acercarme a su
territorio, en cambio a Sofía la recibían como una amiga, ella sólo sonreía y luego se daba la
vuelta para explicarme de qué se trataba algún lienzo. Sólo me quedé mirando, no dije muchas
palabras ese día pero me di cuenta que tendría mucho que aprender para seguir
encontrándome con ella. Un día salimos a comer con algunos amigos de su trabajo.
__

Hey Adrián, que gusto conocerte

Hola.

Mucho gusto Adrián, Sofía nos habló mucho sobre ti. Sobre todo de cuando fueron al museo de
arte contemporáneo, también nos contó que te gusta el cubismo, de seguro debes saber
bastante de aquello.

Je, je… si algo, mas o menos ¿no? Tampoco para decir que soy un aficionado.

Adrián ya vamos a comer.

Excelente.

¿Qué vas a pedir?

Podría ser un combo y de ahí comemos todos pues. Nos sale mas barato je, je, je…

Ya chévere. Yo voy a hacer el pedido. Luego arreglamos.

Ya nosotros vamos buscando el lugar.


__

Estuvimos conversando sobre el periodismo y sobre cuán bien les iba en el trabajo, fue
divertido escucharles contar sus anécdotas. Y me apreció interesante que a la mayoría de ellos
les guste el arte. Era como si fueran personas con el ánimo de conocer mucho y aprender
siempre, me sentía bien junto a ellos.
__

Oye Adríán y cuando nos acompañas a una de nuestras “reus” en la playa. Generalmente nos
vamos el fin de semana para conversar y pasear un toque no más. Todo “tranqui” no más pues,
si me entiendes.
Ya, normal, creo que si podré acompañarles el próximo fin de semana pues, este fin tengo que
ir a visitar a mis abuelos.

¿Así? Oye no me contaste que tus abuelos vivían por acá cerca.

Bueno, es que yo los visito en el cementerio, ellos ya se fueron hace mucho.

¡Oh! Que pena.

Sabes yo creo que debemos agradecer porque estuvieron acá y compartieron con nosotros su
tiempo, luego cuando se van lo mejor es recordarlos. Bien por ti Adrián.

Gracias. Bueno entonces nos encontramos pronto ¿no?

Si, claro.

Okay, nos vemos.


__

Ese día me quedé pensando en cómo reaccionaron. Sentí como si quisieran entender cómo me
sentía. Sentí como si me escucharan.

El sábado de fui al cementerio, creo que los cementerios son como libros que contienen
muchas historias perdidas. Una de ellas las de mis padres y su relación. Mi tía me contó que
ellos eran como todos los humanos, no eran los mejores, no eran superbuenos, tampoco eran
malos, siempre intentaron sobresalir pero sus decisiones y su relación apresurada los llevó a
que mi madre quedara embarazada. Mis abuelos cuando se enteraron, se enojaron tanto que
mi mamá casi se desmaya, se sintió mal. Felizmente mi papá llegó a tiempo como para decirles
que iba a firmarme, pero ellos no soportaron la idea de que su hija quedara embarazada y lo
botaron de mi casa y le dijeron que no vuelva a aparecer. “Eran muy chapados a la antigua”
repetía Lourdes, mi mamá, la señora que me regaló la oportunidad de salir adelante sobre todo
lo que pasó. Mi mamá estuvo aislada de la familia y la sociedad mientras yo crecía en su
vientre. Mi padre de cuando en cuando se las ingeniaba para verla en las noches y
acompañarla en lo poco que podía. Hasta que un día dejó de venir. “Dicen que se fue de viaje”
terminó de contarme mi mamá aquella historia cuando me encontraba triste en la sala,
regresando del colegio. Mi papá llegaba también y me saludaba con un beso en la frente y me
decía que muy pronto, muy pronto llegaría el día en todo sería mejor.
__

Hola

¿Ah? ¡Hola Sofía!

No me esperabas ¿verdad?

Bueno, al escucharte comentar sobre tus abuelos el otro día, quise saber cómo estabas y si
ibas a venir entonces supe que podría encontrarte para conversar. Claro si quieres conversar,
si no, no hay problema también puedo quedarme a tu lado y pensar contigo no más.

No, no hay problema.


__

Nos quedamos viendo los nichos durante mucho tiempo. Sus ojos se detenían en el tiempo
mientras intentaba escudriñar sobre sus recuerdos algo que desconocía hasta entonces. Luego
declaró una pregunta, en voz baja.
__

¿Crees en Dios?
Si, cómo no creer en Dios. El es Dios.

¿Así? Y cómo sabes que él es quien dices que es.

Mmm, no sé ¿tu no crees?

Se me hace difícil. Pues la vida no es tan divertida como todos la pintan. Estamos diseñados
para sufrir, sabes.

¿Así? Por qué dices eso.

Llevo leyendo muchos libros y me he enterado que hay mucho de imaginación en la historia
que nos cuentan cuando somos pequeños sobre Dios y los santos. Se me hace difícil creer en
aquello.

Me parece que tiene mucho sentido y no es imaginación.

Prefiero creer en lo que ocurre a mi alrededor, hubieron muchas culturas con historias
fantásticas también, pero ninguna tuvo la oportunidad de demostrarlo, o tal vez no podían y
sólo lo creyeron porque sí. Así como los niños creen a sus padres, sólo porque sí.

Mmm… tiene sentido.

En la universidad me enseñaron a pensar así. En la clase de filosofía, el profesor no animaba a


pensar que teníamos que preguntarnos siempre por el trasfondo de todo lo que nos dicen.. Y
fue cuando decidí que el periodismo era lo mío porque podíamos investigar sobre muchas
historias antiguas y también sobre lo que se produce actualmente en nuestro medio. Eso me
relaja y me evita pensar en tantas cosas que me dan miedo. Sabes, tengo miedo, mucho miedo
cuando me quedo pensando en esas cosas, pero sé que algún día la respuesta me encontrará
antes de que yo le encuentre.

Asu, no me imaginaba eso de ti, pero creo que eres muy valiente.

Es por eso que mi mundo de escape es el arte, me gusta cómo el ser humano se expresa
mediante diferentes métodos y formas, señala sus más intensas necesidades, deseos, anhelos,
inquietudes y uno puede entenderlos al nivel de las experiencias vividas, eso me hace sentir
acompañada en este universo inmenso sin explicación aparente.

Hablas como si estuvieras mucho tiempo en ese universo.

A veces me ocurre que me quedo pensando, pero decido relajarme y distraerme en otras
cosas, aunque es adictivo eso de pensar, sé que tengo que dejarlo algún día. Y podré creer en
algo real.

Espero que sí.


__

Sus palabras de ese día aún me dan vueltas en la cabeza, a veces creo que nuestro punto de
encuentro es justo aquel lugar, donde conversamos y conversamos tan largo, y luego nos
quedamos callados como ese día, ese día, el primer día en que su cabeza reposo en mi
hombro, y yo extendí mi brazo sobre el suyo. Fue agradable. Sentí que se quitaba una carga y
yo podía ayudarle a cargarla. A la semana siguiente, estábamos yendo a la playa “a conversar”
según dijeron.
__

Adrián, eres bienvenido al grupo.

Gracias, Mauricio.
Estamos en este lugar para conversar, es una cura de todo lo que nos pasó y de lo que
aprendimos desde la última reunión que tuvimos hace un mes. Saben que todos somos
humanos, que pensamos y que debemos expresar lo que sentimos. Ha llegado el tiempo.
¿Alguien empieza?
Yo, yo quiero empezar.

¿Sofía? Qué bueno, hace mucho que no empezabas con la ronda. Bueno entonces, tu
empiezas y luego seguirán Sergio, Liliana, Esteban, yo y Adrián que es nuestro nuevo
integrante. Ya saben las reglas y me imagino que Sofía te habrá explicado de qué se trata.

Si

Muy bien Sofía, tienes el tiempo para expresarte.


__

Sofía ya me había prevenido sobre aquella reunión, me había explicado con detalles de qué se
trataba el proceso de conversar y contarle a alguien sobre todo lo que te había pasado y cómo
te sentiste cuando ocurrió, me dijo “Es secreto, nadie puede saber lo que se menciona ahí pues
es la vida de otra persona que está dispuesta a confiarte sus problemas, nadie merece ser
descubierto”. Así, empezó a contar sobre lo que pasó con ella y sobre lo que aprendió durante
el último mes, estando casi para terminar dijo…
__

Y… bueno hace unas tres semanas me encontré con Adrián, y me dio gusto encontrarlo en lo
que el Destino permitió. Hemos pasado tres semanas recordando todo lo que nos pasó y hace
una semana cuando nos encontramos en el cementerio visitando a sus abuelos, pude
conocerlo más y le conté algo que pocas veces cuento a alguien, yo confío mucho en él y sé
que es un buen amigo, y estoy feliz de que ahora esté a mi lado.
__

Todos aplaudieron como agradeciéndole por ser sincera y me sentí cómodo. Luego
continuaron los demás, cada uno expresaba lo que sentía, Esteban, el más activo del grupo se
paró para explicarnos cómo había jugado fútbol y nos hizo reír con lo que tuvo que hacer para
que no le descubran que había cambiado el reloj en el trabajo para salir más temprano y todo lo
que pasó después de que se enteraron, otros contaban historias cortas y otros inclusive
cantaban, sentía que era el momento que esperaban con muchas ganas en el mes, y eran muy
respetuosos todos, después de cada intervención sonreían, o le abrazaban como
reconfortándole, luego llegó mi turno…Todos se quedaron con los ojos puestos en mí, sentía
que tenían un interés genuino por escucharme.
__

Bueno, este último mes ha sido una de los más sorprendentes para mí, pues el hecho de
encontrarme con Sofía me ha permitido aprender cosas que simplemente no me ponía a
pensar bien de qué se trataba. Luego, la amistad de ustedes me sirvió mucho y creo que cada
día los voy conociendo mejor. Gracias por invitarme a pasar el día en la playa.
__

Me aplaudieron como a todos, era como si recibieran mi mensaje a su forma y lo traducían en


aplausos, para permitirme liberarme de él. Extraño, muy extraño.
__

Gracias, Adrian. Creo que es hora de retirarnos ya se está haciendo tarde.

Si, mira que chévere ese atardecer. Es único y brillante sobre el mar.

Okey, vamos preparando todo para irnos.

Ya, vamos.
__
Ese día me sentí más cerca de Sofía. Habíamos dejado nuestras cargas del mes en cortas
frases de verdad sobre el mar y ahí se iban a quedar hasta el siguiente mes. Al regreso, Sofía
recostó su cabeza sobre mi hombro y durmió. Intenté no incomodarla, ni moverme mucho. Ya
acababa el día.
***

Beep Beep…

¿Ah? ¿Qué hora es? ¡Oh no! Se me hizo tarde.

Ring Ring…

¿Aló? ¡Hola! Si, si ya estoy yendo. Si no que me quedé dormido. No te preocupes, ya estoy
saliendo. Ya… Yo también. Chau.
__

Ya han pasado cuatro meses, el grupo creció con dos amigos más que al igual que yo tienen
mucho que aprender, ellos son Julia y Martín, amigos de Sergio, hoy ellos vendrán con
nosotros a la playa. En efectos ellos ya están en camino pero yo aún no, pues me quedé
dormido. Bueno, la buena noticia es que ya estamos saliendo Sofía y yo, claro está hemos
salido más a museos que a pasear, pero también estoy aprendiendo mucho. Recuerdo hace
poco que fuimos a pasear a Miraflores y pudimos pasar toda la tarde juntos, fue divertido.
Entenderás que por su trabajo a veces hay que cancelar algunas citas pero por lo demás todo
lo llevamos bien. Todavía no estamos, pero es como si estuviéramos, me entiendes ¿no?...
Bueno es algo complicado. Así empiezan algunas parejas.

Hey ¿va a la playa? ¡Sube Sube!

Qué incómodo es viajar aquí, qué se va hacer. El tráfico me va a tomar más tiempo, bueno, eso
me pasa por no despertarme temprano. Llegué y los encontré cuando ya habían hablado
Sergio y Sofía, me senté a su lado y me dijeron que me tocaba hablar, les comenté sobre mi
mamá y mi papá, los biológicos. Luego les empecé a hablar sobre el trabajo para dispersar el
tema, me sentía en confianza con ellos.
__

…y tuvimos que presentar los últimos diseños para la marca de galletas que les comente,
quieren entrar con todo en el mercado. Bueno con Sofía salimos a la última exposición en el
Museo de Arte, estuvo buenazo. Quiero agradecerle pues, he aprendido mucho, sobre todo a
conversar mejor y a quererla mas.

Wuuuuuu... Parece que ahí pasa algo

Ja, ja, ja… Muy bien chicos, vamos a aplaudir a Adrián por su historia, sabemos que es un
privilegio que nos cuente y un privilegio también el que le escuchemos. Muy bien ahora le toca
el turno a Martín, nuestro nuevo amigo. Martín que nos tienes por decir.

Hola a todos, bueno, ya es el segundo mes que compartimos y me siento cada vez mejor
porque podemos conversar y escucharnos. Este mes estuvo bien…
___

Por momentos podía observar su nerviosismo, como si no estuviera seguro de lo que estaba
haciendo, me pareció que se sentía un poco incómodo, miraba a Julia como si estuviera
pidiéndole permiso para hablar, yo no sabía mucho de ellos pero parecía que tenían una
relación un poco rara, nos comentó poco de cómo le fue, sólo cosas generales y luego agachó
la cabeza. Luego le tocaba el turno a Liliana, luego a Esteban, como siempre haciéndonos reír.
Y luego a Julia que miraba fijamente a Martín. Y empezó a contarnos.
__

Bueno, gracias chicos. Durante este mes he tenido algunos problemas, ustedes saben que vivo
sola pues mis padres están en provincia, recuerdo cuando salimos a pasear y cuando salimos
con los amigos de Sergio y Martín a ver un partido de basket en el Dibós, estuvo chévere.
Bueno, eso fue lo bueno de esa semana, fue esa misma semana en la que me enteré algo que
no me esperaba. Algo que creo que Martín olvidó contarles. Bueno Martín y yo estuvimos como
dos años de enamorados, aunque no queríamos dar muchas luces de nuestra relación porque
su familia tiene muchas expectativas en su carrera y desde un principio no me aceptaron como
su pareja. Así que lo llevábamos a escondidas. Un día Martín y yo nos quedamos en mi casa
porque mi amiga de cuarto se había ido a visitar a su familia por el día del padre. Yo sólo pude
llamar a mi papá. Bueno, la situación se dio y tomamos vodka, y otra sonseras más en una
discoteca cerca a mi casa y terminamos en mi cuarto acostándonos, y al día siguiente me sentí
muy mal, malísima, pues porque no había planeado nada, me imagino que Martín también.
Sentía como si mi cuerpo ya no era más el mío. Inclusive por momentos llegué a odiarme.
Rogaba durante ese tiempo en que ningún vecino nos haya visto entrar así de borrachos y peor
aún salir por la mañana. Odiaba que alguien tocara el tema. Martín y yo seguimos como si
nada hubiera pasado pero muy en el fondo sabíamos que había peligro. Lo peor fue que mi
amiga vino y me hizo muchas preguntas sobre cómo la había pasado y yo no sabía qué decirle.
Mi familia es muy conservadora, así que se pueden imaginar el cargo de conciencia que me
produjo eso. SI algo salía mal ¡qué iba a hacer!... Bueno lo peor sucedió hace tres semanas.
Sentí mareos al oler una comida con condimento y no le hice caso. Luego cuando subíamos las
escaleras para ir a clase. Casi me caigo. Me sentía mal. Me llevaron a le Enfermería y me
sacaron sangre, supuestamente para ver si estaba desnutrida. Ahí fue cuando me dieron la
noticia. Estaba embaraza, mejor dicho estoy embarazada y aún no me hago a la idea. Y fui a
decirle a Martín, pero la situación es muy difícil con su familia. Martín me pidió tiempo para
pensarlo. Pero pensar qué. Nos peleamos y terminamos. No podía controlarme.

Julia, sólo te pedí tiempo para pensarlo. No te dije que lo abortes.

Si pero eso pensaste o ¿no?

Chicos, por favor cálmense. Sabemos que es muy difícil la situación pero no es necesario que
se peleen, no podrán solucionar nada con gritos.

Tienes razón Mauricio. Pero lo mínimo que le pido a Martín es que tome su responsabilidad.

Martín ¿tu que opinas?

Bueno, es muy difícil, estoy por acabar la universidad y no puedo hacerme a la idea de que voy
a ser padre pronto. Me parece una idea muy buena pero, no ahora. Eso lo conversamos
bastante con Julia pero todo se salió de control ese día. No puedo creer que nos hayamos
dejado llevar por nuestro estado. Yo admito que soy responsable pero mi familia va a tener que
enterarse tarde o temprano. No puedo imaginarme cómo podrán reaccionar.

¿Admites tu responsabilidad?

Si, pero…
__

Me parecía como si hubieran estado callando esas frases por mucho tiempo, tal vez por el
miedo a saber qué iba a pasar si no sería bien recibido el mensaje y Julia había decidido que
fuera hoy el momento de sacar todo el enojo que tenía guardado. Luego lloró mucho y abrazó a
Martín, él aún con el rostro de inquietud. Pero sabíamos que todo lo que se decía en esa
reunión era un secreto que nadie debía saber. Las decisiones no debía verse influidas por
aquella reunión. Todo podría seguir como había estado, pero ya sabíamos algo y habíamos
aprendido, habíamos decidido no decirlo, habíamos decidido tener algo que le correspondía a
otro, habíamos decido darlo algo nuestro a alguien más. Era recíproco y podría quebrarse.
Comprendí que esas sesiones nos ayudaban mucho. Agradecí al Universo por haberme
encontrado don Sofía ese día. Pero… el Universo lo había propiciado. ¿Por qué sucedió aquel
encuentro con Sofía? ¿Por qué Julia y Martín tuvieron que conocerse?

***
El domingo fuimos a jugar. La pasamos genial. Han pasado 4 meses más, ya vamos 2 meses
de enamorados. No me lo creo aún pues ha pasado un montón de cosas. Martín tuvo que
asumir su rol de padre y mientras está libre de la universidad va a acompañar a Julia en su
gestación, ya tiene 5 meses, ya se nota su panza je, je, je… Felizmente su familia no lo tomó
tan mal como se esperaba, pero tuvo que pasar un mes para que Julia pueda visitarles. Nos
enteramos que los padres de Martín habían pasado por algo parecido pero que por problemas
con su familia la mamá de Martín se puso mal y perdió a su bebé y luego dijeron que fue un
milagro que naciera Martín, aunque Sofía no cree mucho en milagros me dijo “deben muy
católicos ¿no?”. Bueno, la señora no quiso que sucediera lo mismo con el futuro bebé de
Martín, y dijo “parece una buena chica, aunque no muy buena para mi gusto, pero bueno es
tiempo de pensar en soluciones, no en lo que pudo haber sido”… Por nuestra parte todo ha ido
mejor. Sofía ha tenido un aumento y por lo mismo va a tener que viajar para cubrir algunos
reportajes. Yo aún no, pero se están presentando nuevas empresas pidiendo más diseños y el
trabajo se está posicionando como una de los mejores del mercado. Como les decía, el
domingo fuimos a jugar. Había mucha gente. Pero igual nos divertimos. Me acuerdo que
subimos a algunos juegos y nos divertimos bastante. Nuestro afecto y amor está creciendo.
Hoy iremos a visitar a Julia y a Martín, se han hechos nuestros grandes amigos.
__

Sofi, qué bueno que viniste temprano, justo estaba escribiendo algo, pero ya termino.

Hola mi amor. Señora, buenas tardes.

Hola hija, que tal, cómo estás. Pasa, pasa… toma asiento. Adrián no me había avisado que
venías. Pero ahorita les preparo algo ¿te parece bien unos pancitos con queso? O quieres algo
de tomar.

No, seño… no se preocupe, estoy bien.

Ay hija, ya, ya no te hagas a la detallosa, anda dime ¿que te gustaría comer?

Mmm… Bueno estaría bien unos panes con queso.

Que bueno, okay, en un momento lo hago y también un juguito, para que no te parezca todo
seco.

Je, je…

Después me ayudas a comer ¿eh?

Ya está bien. ¿Conversaste con Julia?

Si, le dije que llegábamos en una hora.

¡Ah! Todavía hay tiempo

Si, pero no mucho así que alístate rápido.

Ya.
__

Mi mamá a veces quiere mucho a las personas, y su forma de querer es dándole comida.
Conoció a Sofía hace tres meses y le cayó bien desde el primer momento. “Muy bonita tu
amiga” me dijo. Creo que mi mamá no se equivoco. “Aunque un poco flaquita, creo que le
ayudaré a engordar un poquito, tu sabes que no es bueno que esté así, sobretodo por su
trabajo.” Y así empezó a darle de comer casa vez que venía. Primero con los panes con queso,
mantequilla, mermelada. Y luego con los jugos de papaya, de naranja, de pera. Siempre uno
nuevo y diferente cada día.
__
Ya ¿ya te dio tu almuerzo?

Si, me ha dado bastante

Bueno, eso significa que te quiere mucho


Si, y eso me agrada mucho.

Ma, ya regreso

Hasta luego, señora

Chau hija, cuídate y come bien. Ay las niñas de ahora


__

La casa de Julia, quedaba a unos minutos en carro. Llegamos temprano.


__

Hola, Adrían. Hola Sofía. ¿Cómo están?

Bien, todo bien. ¿Y Martín?

Salió un rato acá a la vuelta, ya viene en un momento

Asú, tu panza se ve bien chévere.

Si, pero es un reto tenerla. Pasen chicos.

Y que tal. Cómo te fue en la ecografía.

Ay bonito, pero no se dejó ver el sexo. Es muy travieso… o traviesa.

Ja, ja, ja… Quieres que sea varón ¿no?

Je, je, je… Bueno si. Pero lo importante es que nazca sanito o sanita ¿no? Por que la vez
pasada me estuvieron comentando algunos señores que en casos riesgosos como el mío por
falta de una hormona o una sustancia, algunos niños nacen mal. Ojalá que no. Estoy rezando
por que no pase nada. Y mi familia también.

Mmm…

Mmm…

¿Hola? ¿Julia? ¿Amor?

¡Martín!

Hey Adrián, ¿cómo están? Sofía ¿qué tal?

Todo bien, estábamos conversando con Julia sobre el bebé… o la bebe.

¡Ah! Ya les contó que no se dejó ver. Bueno yo estoy seguro que va a ser una bebé muy linda,
como su madre. Lo presiento.

Si, hasta en eso me das la contra. Ja, ja, ja… yo se que va ser niño, ya le pedí al niño Jesús y a
la virgen María.

Uyuyuy, ahí si no se vale. Bueno entonces que sea lo que Dios y los santitos decidan. ¿Adrián
me ayudas con el almuerzo?

Si, claro.
Hoy nos toca a nosotros atender a las damas.

No hay problema, brother.


__

“Tengo que contarte algo” Me dijo mientras comíamos, pero luego hizo como si no me lo
hubiera dicho. Intenté descifrarlo, no pude. Al salir de la casa me dijo “Ahora si, te cuento
mientras caminamos”. Lo entendí. Me acuerdo todavía claramente, era sábado.
__

¿Tú crees, verdad? Tú si crees

Si, amor, si te creo. ¿Estás bien?

No, no, no me entiendes. Tú crees en que Dios es real, así como Julia y Martín. Ellos creen.
¿Por qué a mi se me hace tán difícil? Sabes, aquel día en el cementerio te dije que tenía
miedo, te dije que tenía mucho miedo, por que no sabía en qué creer. Siento como que si todo
fuera mentira, e intento encontrar algún punto de realidad, pero no puedo encontrarla. Me
siento atrapada en un vacío y tengo mucho miedo. Ayúdame, por favor. Ayúdame Adrián. Por
favor.

Sofía, querida…
__

No podía entender, no sabía que hacer, quería ayudarle pero no sabía que hacer. Ella estaba
confundida y triste muy triste y no sabía que hacer. Yo sólo la abrazaba, no sabía hacer nada
más. Y ella lloraba, triste. Quería también creer como Julia creía que su hijo o hija iba a nacer
sana. Quería creer como tantas personas que iban a las iglesias y confíaban en una verdad, en
un Dios. Pero no podía, no podía porque su mundo se desmoronaba de mucho pensar, de
encontrarle un sentido a una realidad con un Dios que no esté cerca de quienes lo adoran, de
un Dios que no ayuda a los niños que viven en la calle, de un Dios que no hace milagros por
que las decisiones de los líderes mundiales se orienten a desarrollar un bienestar ecológico y
psicosocial en el planeta, de un Dios que se haya olvidado del mundo después de haberlo
creado como había leido en varios libros. O peor aún, pensaba en que las religiones eran una
farsa, que eran instituciones que sólo querían lucran con los deseos de las personas. No
aceptaba a un Dios que permitiera todos esos atropellos, qué estaba esperando ese dios para
hacer algo por la humanidad que supuestamente tanto quiere. Eso le impedía creer en alguien
supremo, por eso se refugiaba en el arte, el escape abstracto en donde podemos expresarnos
sin temor a equivocarnos con una fluidez inexacta así como somos los seres humanos,
inexactos, erróneos, incongruentes en lo que decímos y hacemos. Eso era lo que le
atormentaba, era racional consigo misma, pero su razón no le permitía llegar a ese fin que
esperaba creer en algo REAL.

Ese día la abracé como protegiéndola de sus temores, quise defenderla de sus pensamientos,
pero ellos estuvieron antes que yo, no se podían ir así. Después de un largo momento, me
dijo…
__

Gracias por estar a mi lado siempre que me pongo así. Gracias por abrazarme, ya me va a
pasar. ¿Vamos?
__

Estar en esa posición me había adormecido la pierna y no podía caminar muy bien, ella me
ayudó. En el camino a casa mientras rengueaba cada vez menos, tocamos otros temas y ella
me dijo entre frases que no le gustaba ponerse así y que era mejor que cuando se ponga así
yo le empiece a hablar de otras cosas para que deje de pensar en aquello. Yo asentí ayudarle.
__
Sabes qué, cuando vi la ecografía, pensé en la vida. Es algo tan maravilloso, qué será ese
bebé ¿no?

Si va a ser una cosita bien bonita. Me agradó ver sus fotos. Cómo seré cuando me toque ser
madre, je, je, je… será extraño tener una vida creciendo en tu vientre ¿no?. Una vida dentro de
otra. Ja!

Bueno, amor, ya llegamos.

Si, nos vemos mañana. Chau.

Chau.

***
Señores pasajeros con destino a Iquitos, sírvanse pasar abordar la puerta de embarque
número dos.
__

Hoy viaja Sofía, se va a la selva a cubrir un reportaje con la su jefe reportera también. Van a
quedarse por unos días así que se van y vienen rápido. Ya es el tercer viaje que hace al interior
del país. El primero fue al Norte, luego se fue a la selva pero selva central y ahora se está
yendo de nuevo a la selva pero ya mas lejos. Está nerviosa, como en los otros viajes. Me
abraza cada cinco minutos. Lo bueno es que no llora.
__

Amor, ¿cómo será estar por allá? Ay va a ser asombroso, Liliana me ha dicho que le gustó por
que el clima, si bien es cierto es muy caliente, de vez en cuando se vuelve templado y da
ganas de descansar. Luego cuando hace mucho sol ya da ganas de venirse me dice. Ja, jja,
ja… no duró ni dos días. Por eso nos están mandando a nosotros por que supuestamente si
podemos soportar el calor y hacer los reportajes que necesitan. Ojalá todo salga bien. Te llamo
en cuanto llegue, ¿ya?

Ya, amor.

Ay pero abrázame.

Ya, amor.

Ay, bien seco eres ¿no? Bueno, le dices a tu mamá que le voy a traer artesanías y para ti te
voy a traer una caparazón de tortuga, ja, ja, ja… Bueno, en realidad no sé que habrá pero te
traigo algo conito ¡ya? ¿A qué hora sale el vuelo?..
__

Sus labios se movían rápidamente, pero me gustaba imaginarlos en cámara lenta, era
gracioso. Un chiste para mi no más. Me miraba y me decía.
__

Oye, qué miras. Asú, mira, qué chévere. Oye vamos a dar una vuelta.

No se alejen mucho, en cualquier momento nos llaman ¿eh?

Ya, regresamos rápido.


__

La despedida no duró mucho y me siguió abrazando hasta que tuvo que abordar el avión.

***
Hacía mucho tiempo que no me sentía sólo. Han pasado dos años desde que se fue… La
extraño mucho. Sofía. La mujer que debía proteger, ya no está, no regresó. Ese día una hora y
media más tarde la llamé. Su celular no contestaba. Luego vi en las noticias que un vuelo con
destino a Iquitos se había caído en Pucallpa, me dolió el estómago y se me encresparon los
cabellos. No sabía si moverme o quedarme inmóvil para detener el tiempo o retrocederlo.
Recordé cómo fue que la conocí, cómo fue que se despidió en un medio abrazo y un suspiro al
aire. Alguna vez pensé que la presentía que ese día se iba a ir pero no supe qué hacer. Me
dolió tanto separarme de ella. Sus padres me llamaron para contarme sobre la noticia yo sólo
aceptaba su tristeza e intentaba acompañarles. Fue muy triste afrontar esa situación. Esa
semana todo parecía gris. Por segunda vez estuve en el cementerio dejando un ser querido
bajo tierra. Recuerdo que me quedé esa tarde sentado en aquella silla donde me conversó por
primera vez sobre lo que sentía y creía. Quería darle un aliento de esperanza pero no sabía
qué decirle. Nunca supe qué decirle, tal vez podría haberle dado esa respuesta que ella
siempre esperaba, pero no lo hice, no sabía qué decirle… Ese mes no pude ir a la playa, no los
meses siguientes, los chicos quedaban en salir conmigo, pero fue cuando empezaba a
quedarme pensando en el trabajo, buscando una respuesta para lo que pasaba. Sus palabras
se mezclaban en mis pensamientos y me decían ¿A qué venimos a este mundo? ¿A sufrir?
Poco a poco empecé ha hacerme las misma preguntas que Sofía intentaba resolver, era como
si quisiera que su recuerdo se fuera al momento de contestar aquellas preguntas, pero no
podía, no quería que se fuera, quería siempre tener la duda y a la vez esa duda me carcomía
las entrañas y me daba miedo, aquel miedo que ella sentía en algún momento. En ese
momento después de visitar a Julia y a Martín, en ese momento cuando me abrazó fuerte,
cuando tenía miedo. Algunas veces caminaba, sólo caminaba, por calles, parques, y seguía
caminando, luego me daba cuenta que era tarde y regresaba a casa. Fue por eso que
pensaron que estaba loco. Dime ¿Estoy loco?

No lo creo, yo te veo preocupado, tal vez triste. Y con la necesidad de quitarte un peso de
encima, ese peso de qué hubiera pasado si… Qué hubiera pasado si hubieran llegado tarde
para que aborde el avión, qué hubiera pasado si al conocerla hubieras tenido la respuesta que
ella esperaba, y te quedas pensando en esas suposiciones, es muy difícil vivir con eso. En
alguna oportunidad me pasó eso también, hijo. Mira. Hace poco me entregaron un libro muy
agradable. Trata sobre la vida de un joven que hizo mucho por la humanidad, hay alguien en
quien podemos confiar, hay alguien que nos protege. Yo creo en ese Alguien y espero que
algún día tú también creas en Él y tus dudas se disiparán y tendrás la certeza de lo que ocurre
contigo y cómo poder superarlo.

Gracias Señor Miguel, sabe, Sofía siempre me dijo que la muerte era parte de la vida pues es
la que da sentido a todo lo anterior, tal vez ella le dio sentido a su vida dejándome algunas de
sus dudas y creo que puedo solucionarlas y donde se encuentre tal vez algún día pueda
encontrar esa paz que ella siempre quiso. Voy a leer este libro y nos vemos la semana
siguiente.

◘◘◘

¿Aló? Mauricio

Hola Adrián, ¿Cómo estás brother? Oye te esperamos la semana pasada en la playa ¿Qué ha
sido de tu vida?

Aquí todavía buscando chamba… ¿Oye puedes venir un toque a mi casa?

Si claro brother. No hay problema, tú sabes que para los amigos siempre tengo tiempo.

Ok.

Ya voy para allá, brother.

◘◘◘

Adrián ¡Hola!

¡Mauricio!
¿De qué se trataba tu llamada?

Mira, me han regalado un libro y creo que tu me puedes ayudar a leerlo ¿Qué te parece?

Por supuesto, brother. Un libro nunca se desprecia y siempre se examina.

Vamos arriba entonces.

Vale.

◘◘◘

¿De qué se trata el libro? Mmm… Asu, que raro… El Deseado de Todas las Gentes? Parece
antiguo… Desde 1986 wow.

Ya mira yo leo un capítulo y tú el otro ¿vale?

Vale, brother.

Empiezo… ¿Uno al azar puede ser?

Parece un libro cristiano…

¡Ya! Calla, enmudece

No pues, me traes acá para que me digas eso

No, no… así se llama el título parece divertido…

Había sido un día lleno de acontecimientos en la vida de Jesús. Al lado del mar de Galilea…

…La región situada al oriente del lago de Genesaret no estaba deshabitada, pues había aquí y
allí aldeas y villas, pero era desolada en comparación con la ribera occidental. Su población era
más pagana que judía y tenía poca comunicación con Galilea. Así que ofrecía a Jesús el retiro
que buscaba, y él invitó a sus discípulos a que le acompañasen allí…

…Jesús estaba por fin aliviado de la presión de la multitud, y, vencido por el cansancio y el
hambre, se acostó en la popa del barco y no tardó en quedarse dormido. El anochecer había
sido sereno y plácido, y la calma reinaba sobre el lago. Pero de repente las tinieblas cubrieron
el cielo, bajó un viento furioso por los desfiladeros de las montañas, que se abrían a lo largo de
la orilla oriental, y una violenta tempestad estalló sobre el lago… Se hallaban impotentes en las
garras de la tempestad, y desesperaron al ver cómo su barco se anegaba. Absortos en sus
esfuerzos para salvarse, se habían olvidado de que Jesús estaba a bordo. Ahora,
reconociendo que eran vanas sus labores y viendo tan sólo la muerte delante de sí, se
acordaron de Aquel a cuya orden habían emprendido la travesía del mar. En Jesús se hallaba
su única esperanza… Sus voces eran ahogadas por el rugido de la tempestad y no recibían
respuesta. La duda y el temor los asaltaban…

… De repente, el fulgor de un rayo rasgó las tinieblas y vieron a Jesús acostado y dormido sin
que le perturbase el tumulto. Con asombro y desesperación, exclamaron: "¿Maestro, no tienes
cuidado que perecemos?" ¿Cómo podía él descansar tan apaciblemente mientras ellos
estaban en peligro, luchando con la muerte? Sus clamores despertaron a Jesús. Pero al
iluminarle el resplandor del rayo, vieron la paz del cielo reflejada en su rostro; leyeron en su
mirada un amor abnegado y tierno, y sus corazones se volvieron a él para exclamar: "Señor,
sálvanos, que perecemos." Nunca dio un alma expresión a este clamor sin que fuese oído.
Mientras los discípulos asían sus remos para hacer un postrer esfuerzo, Jesús se levantó. De
pie en medio de los discípulos, mientras la tempestad rugía, las olas se rompían sobre ellos y
el relámpago iluminaba su rostro, levantó la mano, tan a menudo empleada en hechos de
misericordia, y dijo al mar airado: "Calla, enmudece."
La tempestad cesó. Las olas reposaron. Disipáronse las nubes y las estrellas volvieron a
resplandecer…

Por la mañana temprano, Jesús y sus compañeros llegaron a la orilla…Desde algún


escondedero entre las tumbas, dos locos echaron a correr hacia ellos como si quisieran
despedazarlos. De sus cuerpos colgaban trozos de cadenas que habían roto al escapar de sus
prisiones. Sus carnes estaban desgarradas y sangrientas donde se habían cortado con piedras
agudas. A través de su largo y enmarañado cabello, fulguraban sus ojos; y la misma apariencia
de la humanidad parecía haber sido borrada por los demonios que los poseían, de modo que
se asemejaban más a fieras que a hombres.

Los discípulos y sus compañeros huyeron aterrorizados; pero al rato notaron que Jesús no
estaba con ellos y se volvieron para buscarle. Allí estaba donde le habían dejado. El que había
calmado la tempestad, que antes había arrostrado y vencido a Satanás, no huyó delante de
esos demonios. Cuando los hombres, crujiendo los dientes y echando espuma por la boca, se
acercaron a él, Jesús levantó aquella mano que había ordenado a las olas que se calmasen, y
los hombres no pudieron acercarse más. Estaban de pie, furiosos, pero impotentes delante de
él. Con autoridad ordenó a los espíritus inmundos que saliesen. Sus palabras penetraron las
obscurecidas mentes de los desafortunados. Vagamente, se dieron cuenta de que estaban
cerca de alguien que podía salvarlos de los atormentadores demonios. Cayeron a los pies del
Salvador para adorarle; pero cuando sus labios se abrieron para pedirle misericordia, los
demonios hablaron por su medio clamando vehementemente: "¿Qué tienes conmigo, Jesús,
Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes." Jesús preguntó: "¿Cómo te
llamas?" Y la respuesta fue: "Legión me llamo; porque somos muchos." Empleando a aquellos
hombres afligidos como medios de comunicación, rogaron a Jesús que no los mandase fuera
del país. En la ladera de una montaña no muy distante pacía una gran piara de cerdos. Los
demonios pidieron que se les permitiese entrar en ellos, y Jesús se lo concedió.
Inmediatamente el pánico se apoderó de la piara. Echó a correr desenfrenadamente por el
acantilado, y sin poder detenerse en la orilla, se arrojó al lago, donde pereció.

Mientras tanto, un cambio maravilloso se había verificado en los endemoniados. Había


amanecido en sus mentes. Sus ojos brillaban de inteligencia. Sus rostros, durante tanto tiempo
deformados a la imagen de Satanás, se volvieron repentinamente benignos. Se aquietaron las
manos manchadas de sangre, y con alegres voces los hombres alabaron a Dios por su
liberación. Desde el acantilado, los cuidadores de los cerdos habían visto todo lo que había
sucedido, y se apresuraron a ir a publicar las nuevas a sus amos y a toda la gente. Llena de
temor y asombro, la población acudió al encuentro de Jesús. Los dos endemoniados habían
sido el terror de toda la región. Para nadie era seguro pasar por donde ellos se hallaban,
porque se abalanzaban sobre cada viajero con furia demoníaca. Ahora estos hombres estaban
vestidos y en su sano juicio, sentados a los pies de Jesús, escuchando sus palabras y
glorificando el nombre de Aquel que los había sanado. Pero la gente que contemplaba esta
maravillosa escena no se regocijó. La pérdida de los cerdos le parecía de mayor importancia
que la liberación de estos cautivos de Satanás.

Con terror la gente se agolpó alrededor de Jesús rogándole que se apartase de ella, y él
accediendo se embarcó inmediatamente para la orilla opuesta.

Pero el sentimiento de los endemoniados curados era muy diferente. Ellos deseaban la
compañía de su libertador. Con él, se sentían seguros de los demonios que habían
atormentado su vida... Cuando Jesús estaba por subir al barco, se mantuvieron a su lado, y
arrodillándose le rogaron que los guardase cerca de él, donde pudiesen escuchar siempre sus
palabras. Pero Jesús les recomendó que se fuesen a sus casas y contaran cuán grandes
cosas el Señor había hecho por ellos. En esto tenían una obra que hacer: ir a un hogar
pagano, y hablar de la bendición que habían recibido de Jesús. Era duro para ellos separarse
del Salvador. Les iban a asediar seguramente grandes dificultades en su trato con sus
compatriotas paganos. Y su largo aislamiento de la sociedad parecía haberlos descalificado
para la obra que él había indicado. Pero tan pronto como Jesús les señaló su deber, estuvieron
listos para obedecer. No sólo hablaron de Jesús a sus familias y vecinos, sino que fueron por
toda Decápolis, declarando por doquiera su poder salvador, y describiendo cómo los había
librado de los demonios.
Durante tan sólo algunos momentos habían tenido esos hombres oportunidad de oír las
enseñanzas de Cristo. Sus oídos no habían percibido un solo sermón de sus labios. No podían
instruir a la gente como los discípulos que habían estado diariamente con Jesús. Pero llevaban
en su persona la evidencia de que Jesús era el Mesías. Podían contar lo que sabían; lo que
ellos mismos habían visto y oído y sentido del poder de Cristo. Esto es lo que puede hacer
cada uno cuyo corazón ha sido conmovido por la gracia de Dios.

Asú, que alucinante

Si te parece. Conversé con el señor que me regalo este libro. Me dijo que esta historia si
sucedió de verdad y todas las demás también, también me dijo que Jesús es el Hijo de Dios y
que todo lo que él hace es por nuestro bien. Tiene buenos fundamentos para explicarme en
qué consiste su amor, el Amor de Dios.

Adrián ¿tú sabes quién es ese Señor? ¿MIguel? Ese Señor, estuvo en la guerra, el fue militar,
el mató mucha gente. ¿Tú le puedes creer lo que te dice? Pucha, que de tener buenos libros,
parece que si. Pero son fantasía Adrián, Sofía supo de esto pero sabía que era fantasía, no
creo que tú quieras aceptar esto como una verdad. No es realidad. Mira a tu alrededor, hay
mucho dolor, el sufrimiento está por todos lados. Dios no puede permitir el dolor y esperar que
le alaben no más, eso es muy egoísta de su parte ¿no crees?

¿Egoísta? No Mauricio, Dios no es humano no puedes asignarle cualidades humanas. Tu estás


muy cerca al mar, tu sabes cuán agradable es estar en contacto con la naturaleza, ¿no crees
que Dios hizo esa obra de arte para ti? No podemos explicar a Dios, porque no está
subordinado a nosotros, Dios está por sobre todas las cosas. No hay nada mejor que Él, cómo
pretendes explicarlo. Mauricio, me gustaría mucho que puedas escuchar al señor Miguel. Y
aprender de lo que sabe, luego sacas tus conclusiones ¿Qué te parece? Además, si tienes
alguna duda, siempre intentamos solucionarla en grupo. Te acuerdas cómo nos reuníamos en
la playa para escuchar lo que tenía que decir el otro y guardarlo como si fuera un secreto único
y mutuo pues tu secreto también estaba guardado con tu amigo. Es algo así…

◘◘◘

La fe es la certeza de lo que se espera. Si tu no tienes evidencias, no puedes creer, la mayor


evidencia es que Dios te permite duda, te permite vivir, te permite observar la naturaleza y el
arte, Dios te da esos privilegios aún cuando tu dices que el no existe. Muchas veces queremos
asumir que Él no existe para justificar nuestras faltas y asumir que es un comportamiento
normal como todo ser humano instintivo… pero, muy en el fondo de nuestros pensamientos, de
nuestras creencias, si buscamos algunos más hondo que otros, encontramos una ley, una ley
moral que Dios puso en nuestros corazones, en nuestros pensamientos, esa ley que nos dice
que es bueno y que es malo. Y si erraste, y no te gusta saber que erraste, y quieres perdón,
Dios siempre estará a tu lado, inmanente, para escucharte. Esa es la mejor evidencia. Cuéntale
a Él todas tus dudas y sabrás que Él te presentará la solución. La decisión ahora, es tuya.
Recuerda. Dios te escucha. Si, te escucha.

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