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Integrantes de la Comisión Investigadora:

CLAUDIO ALBERTO RICCIUTI, DNI N° 13.431.868, domiciliado realmente en la calle G


obernador Campos 1586 y LUIS ALBERTO CABALLERO, DNI 11.192.286, domiciliado real
mente en la calle Lapataia N° 321 ambos de Ushuaia, con el patrocinio letrado de
l Dr. EDELSO LUIS AUGSBURGER (MAT. PROV. N° 1 S.T.J.T.F.), constituyendo domicil
io en la calle Polidoro Seguers N° 86 de esta ciudad, en los autos caratulados “
JUICIO POLÍTICO CONTRA LOS MIEMBROS DEL TRIBUNAL DE CUENTAS DE LA PROVINCIA, LOS
SEÑORES CPN CLAUDIO RICCIUTI; CPN LUIS ALBERTO CABALLERO Y DR. MIGUEL LONGHITAN
O”, ante ustedes nos presentamos y decimos:
I.
OBJETO.-
Que venimos en este acto en debido tiempo, legal forma y acorde a las prescripci
ones contenidas en el artículo 5° y concordantes de la Ley provincial N° 21, a r
ealizar las siguientes diligencias: Plantear la inconstitucionalidad del artícul
o 17 de la Ley provincial N° 21; Formular recusación con causa; Denunciar existe
ncia de cuestión prejudicial; Solicitar la suspensión del procedimiento; Formula
r el pertinente descargo; Ofrecer pruebas y efectuar introducción y reserva de C
aso Federal, todo ello, con relación a la denuncia presentada por el señor Senad
or de la Nación, José Carlos MARTÍNEZ, en su calidad de vecino, tendiente a prom
over el Juicio Político en contra de los tres Miembros del Tribunal de Cuentas P
rovincial, en los términos de los artículos 114 inciso 3° y 115 de la Constituci
ón Provincial de Tierra del Fuego, por la causal de supuesto “mal desempeño del
cargo”, en tanto nos imputa falsamente venir “percibiendo remuneraciones por sob
re el tope constitucional” con lo que –dice- habríamos incurrido supuestamente e
n una “flagrante violación de lo establecido en el artículo 73 inciso 4° de la C
onst. Pcial., y art. 7 de la ley Provincial N° 50” (SIC).-
II.
INTRODUCCIÓN.-
Es del caso poner de manifiesto que los presentantes tenemos para sí, el convenc
imiento de la existencia de mala fe, como móvil del denunciante para promover la
presentación en traslado, que surge con total evidencia de su primario impulso
de responder, con la más baja animadversión, a que el Tribunal de Cuentas del qu
e somos Vocales, en ejercicio y cumplimiento de sus funciones, iniciara acciones
judiciales de responsabilidad contra su persona.
La acción referida, dicho sea de paso, tiene su causa en el perjuicio fiscal gen
erado por el denunciante, por aproximadamente cuatrocientos cincuenta mil pesos
($ 450.000), como consecuencia de su fallido intento de hacer valer judicialment
e el mismo tope remunerativo sobre el que sustenta esta denuncia -ahora- contra
nosotros, sobre los haberes de los pasivos, cuando era Director del Instituto Pr
ovincial de Previsión Social (I.P.P.S.).
Son totalmente carentes del más elemental sustento jurídico y probatorio, todas
y cada una de las agraviantes imputaciones que esgrime, basadas lisa y llanament
e en una supuesta violación al tope constitucionalmente impuesto a las remunerac
iones de los funcionarios. Hecho de por si absolutamente falso, en virtud a que
los haberes de los Miembros del Tribunal de Cuentas se ajustan al marco normativ
o vigente en la provincia, y en un todo de acuerdo con la Constitución, las leye
s N° 2, N° 9, N° 50, N° 732 y N° 805, cuyos contenidos el denunciante parece ign
orar.
Todo ello, como si no existieran suficientes dudas en torno a cuál es verdaderam
ente el umbral que marca la norma y como si los únicos que podríamos –en el peor
de los casos- haberlo malinterpretado somos nosotros.
Los precarios y falsos pretextos aludidos en la denuncia colisionan frontalmente
contra la conducta desplegada por el propio denunciante, también como Director
del I.P.P.S. y Legislador provincial y, asimismo, la de múltiples empleados, fun
cionarios y magistrados, entre quienes también se encontrarían –de proceder esta
ridícula acusación- sendos Legisladores provinciales y la misma Gobernadora de
la provincia, tal como se hará notar seguidamente.
Entiéndase bien, los Miembros del Tribunal de Cuentas no percibimos un solo cent
avo de nuestro salario que no tenga amparo legal y no pretendemos consolarnos co
mo tontos en un mal de muchos, ni tratamos de escudarnos alegando que si todos v
iolan el tope, nosotros también estaríamos habilitados a hacer lo mismo.
Por el contrario, realmente se ha hecho tan poco en materia reglamentaria sobre
este aspecto y son tantas las expresiones -formales y de hecho- de la falta de c
laridad de la norma, que hasta el propio denunciante cae en la trampa de imputar
nos como ilegítima, una conducta en la que él mismo incurrió y avaló a través de
l ejercicio de sus diferentes cargos como funcionario provincial.-
III.-
RECUSAN CON EXPRESION DE CAUSA. – PLANTEAN INCONSTITUCIONALIDAD. – INTRODUCEN Y
EFECTUAN RESERVA DE CASO FEDERAL.-
III.1.-) Efectúan en este acto la formal recusación del señor Legislador Dn. MAN
UEL RAIMBAULT, en mérito a que se ha expresado, en forma precisa, concreta y con
tundente, en concordancia con la postura del denunciante y dicha coincidencia, q
ue no es nueva no obstante haber actuado en contrario durante mucho tiempo, ha q
uedado plasmada por ejemplo, en la RESOLUCION DE PRESIDENCIA N 006/09 (del 22/0
1/09) y en otra más reciente de fecha 22 de marzo del corriente año, individuali
zada como RESOLUCION DE PRESIDENCIA N 070/10. Sin lugar a dudas que la continui
dad del señor legislador formando parte del proceso, violenta grave e insanablem
ente principios constitucionales (tanto nacionales como provinciales) que hacen
a la posibilidad del libre e irrestricto ejercicio el derecho de defensa; la igu
aldad de los ciudadanos ante la ley y, en definitiva, a la existencia misma del
debido proceso objetivo. No es sensato pensar que el legislador recusado habrá d
e variar su posicionamiento ante la situación fáctica y jurídica planteada.-
Que, expuesto lo anterior y como consecuencia inevitable de ello, es menester po
ner de relieve la fragrante inconstitucionalidad que dimana del contenido y alca
nce del texto del artículo 7 de la ley provincial nro. 21, el que expresa: “los
miembros de cada Sala sólo podrán excusarse o ser recusados cuando sean parient
es hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, En la primera
oportunidad que cada Sala tome conocimiento del asunto, deberán hacer presente d
icha circunstancia, cuando se encontraren en tal situación. En la misma oportuni
dad deberán plantear la recusación el acusado, no pudiéndolo hacer en el futuro”
. Va de suyo que la imperatividad de la norma respecto de la conducta a seguir p
or el legislador y por el acusado, violenta, irrita y conlleva el menoscabo y la
indiscutible eficacia de derechos y garantías de raigambre y cuño constituciona
l, tales, como ha sido dicho, el debido proceso y libre ejercicio del derecho de
defensa. Al respecto se ha sostenido que se denomina recusación “al remedio leg
al que los litigantes pueden valerse para excluir al juez del conocimiento de la
causa, en el supuesto de que las actitudes o relaciones de aquel con alguna de
las partes o con la materia del proceso sean susceptibles de poner en duda la im
parcialidad de sus decisiones” (cfr. “Diccionario Jurídico”; José Alberto GARRON
E; Lexis Nexis; T. IV; diciembre de 2005; pág. 102, 103 y sggtes.).-
Que, como también ha sido dicho, las severas limitaciones que el artículo de ref
erencia imponen a derechos y garantías de los presentantes que reconocen su géne
sis en el plexo constitucional (y en la totalidad de los Tratados Internacionale
s, incorporados a nuestra C. Nac., por imperio de la reforma introducida en el a
ño 1994; art. 75, inc. 22), hacen que nos encontremos en presencia de supuestos
previstos en el artículo 14 de la ley 48, por lo que, en tiempo apto, efectuamos
la expresa introducción y reserva del caso federal.-
IV.-
DENUNCIAN CUESTIONES PREJUDICIALES. – SOLICITAN SUSPENSION DEL PROCESO.-
Los presentantes denuncian en este acto, cuestiones que consideran prejudiciales
y que, por tanto, impiden la prosecución del proceso que nos ocupa. En efecto y
como consecuencia de diversas medidas adoptadas en directa referencia e inciden
cia al tema convocante, se han esgrimido e iniciado acciones judiciales que se e
ncuentran en trámite por ante el Superior Tribunal de Justicia de nuestra provin
cia. Sin pretender ser taxativo en la enunciación, manifiestan la existencia de
las siguientes causas, todas ellas en contra del Poder Ejecutivo de la Provincia
, planteando acción de inconstitucionalidad (la casi totalidad con medidas caute
lares otorgadas), a saber:
*) “VILLARREAL, Pedro y otros” (Expte. N° 2316/10);
*) “ALAMO, Sergio Rubén y otros” (Expte. N° 2.315/10);
*) “ESCOBAR, Pedro Edgaro” (Expte. N° 2302/10);
*) “ASOCIACION DE MAGISTRADOS Y FUNCIONARIOS DE LA PROVINCIA DE T.D.F.” (Expte.
N° 2.297/10);
*) “BALIHAUT, Daniel Raul” (Expte. N° 2.296/10);
*) “GOMEZ, Pablo Javier” (Expte. N° 2.294);
*) “BECHIS, Luis Simón” (Expte. N° 2.293/10);
*) “SUAREZ, Oscar Juan” (Expte. N° 2.291/10);
*) “FISCAL DE ESTADO DE TDF c/ Provincia de T.D.F. s/ acción declaratoria de cer
teza – medida de no innovar” (Expte. N° 2.289/10).
Todo lo indicado y con el objeto de evitar dispendio jurisdiccional gratuito, es
cándalo jurídico e invasión de atribuciones del Poder Judicial Provincial que no
le son propias, es que se peticiona la suspensión del presente proceso hasta ta
nto los que se encuentran en trámite por ante el S.T.J. de nuestra provincia hay
an tenido pronunciamiento firme pasado en autoridad de cosa juzgada.
V.-
DE LA IMPUTACION.-
A efectos de pasar en limpio la acusación del Senador MARTÍNEZ, es menester prec
isar que, concretamente, se basa para ello en los siguientes hechos:
1) Que los miembros que conformamos el Tribunal de Cuentas vendríamos percibiend
o remuneraciones por sobre el tope constitucional (art. 73 inc. 4°) y por sobre
el tope legal previsto en el artículo 7 de la Ley provincial 50.
2) Que desde hace aproximadamente más de un (1) año, los miembros del Tribunal d
e Cuentas vendríamos percibiendo como REMUNERACIÓN, una suma dineraria que exced
ería el tope constitucional previsto en el artículo 73 de la Carta Magna provinc
ial, así como el tope previsto en el artículo 7 de la Ley 50, equivalente al 85
% de la dieta de un Legislador provincial.
3) Que el Tribunal de Cuentas Provincial, mediante la introducción de un cambio
de interpretación respecto de la operatividad y aplicabilidad del artículo 73 in
ciso 4° de la Constitución Provincial, habría alegado la existencia de un vacío
legal, sobre cuáles serían las asignaciones complementarias personales y circuns
tanciales que debían excluirse del cómputo, para poder establecer el tope previs
to por el artículo 73 inc. 4° de la Constitución Provincial.
4) Que mediante dicha interpretación, argumenta el denunciante que se destruyó l
a operatividad como norma prohibitiva o restrictiva, impidiendo su aplicación di
recta.
5) Que so pretexto de interpretar un precepto constitucional, el Tribunal de Cue
ntas Provincial habría convertido una pauta imperativa y operativa, en una regla
programática (sujeta en su aplicación a una norma que la reglamente) y, con ell
o, habría posibilitado que sus propios haberes no se sujetaran a la limitación c
onstitucional.
6) Que dicha postura se habría producido a partir del Acuerdo Plenario N° 495/20
04 y posteriormente fuera ratificada por el Acuerdo Plenario N° 1626/2008, forja
ndo de esta manera una interpretación de la norma constitucional que supuestamen
te destruyó su operatividad como norma prohibitiva o restrictiva, impidiendo su
aplicación directa.
7) Que dicho cambio de interpretación, se habría producido a partir del Acuerdo
Plenario N° 495/2004, dictado con motivo del tratamiento de la Resolución del ST
J N° 157/2004.
8) Que considera que antes del citado Acuerdo Plenario, el Superior Tribunal de
Justicia, la Fiscalía de Estado y el propio Tribunal de Cuentas de la Provincia,
consideraban que la manda Constitucional del artículo 73 inciso 4°, era plename
nte operativa.
9) Que con el dictado del Acuerdo Plenario N° 495/2004 el Tribunal de Cuentas, r
epentinamente habría virado el eje de la interpretación unánime y sostenida hast
a ese entonces, tanto por el Superior Tribunal, como el propio Tribunal de Cuent
as y la Fiscalía de Estado, cerrando –según dice- el debate en torno a la aplica
ción, extensión y alcances del art. 73 inc. 4 CP, con la novedosa introducción d
el argumento de la necesaria reglamentación del mentado artículo, para su puesta
en funcionamiento y aplicación al caso concreto.
El apresuramiento por constituir causales inexistentes, lleva al denunciante a n
o cotejar el contenido y alcance de los Actos Administrativos y sus respectivos
números, en tanto la desordenada mención de Acuerdos y Resoluciones Plenarias co
n los más diversos números, nos obliga a aclarar, coherentemente con la invariab
le buena fe que guía nuestros actos, que en realidad, quiso decir: Acuerdos Plen
arios N° 595 y 1626.
A poco de analizar las acusaciones enumeradas, se advierte con toda claridad, la
profunda ignorancia del denunciante (o dolosa falsedad), en torno a la esfera d
e facultades de cada uno de los Órganos del Estado a que se refiere, que pretend
e atribuir al Plenario del Tribunal de Cuentas, dictado en ejercicio de funcione
s administrativas internas y no las que como Ente de Control le asigna la Consti
tución Provincial, facultades de interpretación de la Carta Magna local, de mayo
r prelación y autoridad que las conferidas al Superior Tribunal de Justicia de l
a Provincia.
Semejante elucubración, es ridícula, penosa y carente de toda seriedad, toda vez
que proviene de un funcionario que ostenta un cargo de la envergadura de Senado
r Nacional, quien al menos debiera conocer que la última ratio legis en materia
de interpretación de las normas provinciales, es el Superior Tribunal de Justici
a y no -como pretende- el Tribunal de Cuentas cuando actúa en la toma de decisio
nes administrativas internas del Organismo (¿!).
Lo expresado precedentemente, hace caer por su propio peso, cualquier posibilida
d de que exista mal desempeño del cargo, pues las conductas que pretende imputar
nos el denunciante, no se relacionan siquiera con el ejercicio del mismo, que or
bita en la Función del Control que nos acuerda la Constitución de la Provincia.
VI.-
LA REALIDAD DE LA SITUACIÓN.-
En primer término, cabe ordenar los conceptos que componen la situación, en aten
ción a la conveniente caterva de omisiones y menciones parciales con las que el
denunciante intenta inducir a error a la población, mediante sus maliciosas decl
araciones públicas utilizando los canales del estado, y a los señores Legislador
es, en un caótico deambular por arbitrariedades que sólo encuentran asidero en s
u peculiar imaginario, en las que insiste obstinadamente, a pesar de que ya ha c
ausado -con este mismo tema- cuantiosas pérdidas al Estado provincial. Con el ag
ravante de que, en su cabalgata a ciegas, no repara en el daño que provoca a las
instituciones de la democracia como lo son el Poder Legislativo, el Judicial y
los organismos de control.
Más allá de que el procedimiento de liquidación de los haberes de los Tribunos n
o ha variado desde el momento fundacional del Órgano, ésto es en 1994, habiendo
transcurrido un tiempo más que suficiente para que, de haber advertido el mínimo
apartamiento a la ley, el mismo se subsanara, es notorio que nos encontramos an
te una situación que nunca ha sido adecuadamente zanjada, a tal punto que el pro
pio denunciante ha incurrido en la conducta que pretende reprocharnos, no sólo c
omo Director del entonces Instituto Provincial de Previsión Social, sino también
como Legislador provincial, cargo en cuyo ejercicio participó de la aprobación
de la Cuenta General del Ejercicio del Tribunal de Cuentas provincial y las pert
inentes Leyes de Presupuesto que expresaban, con total transparencia, las remune
raciones que siempre hemos percibido los Miembros del Organismo.
Es preciso recordar inicialmente, que nuestro Máximo Tribunal Federal, ha señala
do que la inconsistencia o falta de previsión del legislador no se suponen, por
lo que la interpretación debe evitar asignar a la ley un sentido que ponga en pu
gna sus disposiciones, destruyendo las unas por las otras, correspondiendo adopt
ar como verdadero, el criterio que las concilie y obtenga la integral armonizaci
ón de sus preceptos. (Conf. Del Dictamen del Procurador General, al que remitió
la Corte en Fallos 327:769).
En idéntico sentido, no puede perderse de vista que la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, ha indicado que la primera fuente de interpretación de la ley es
su letra y cuando esa ley emplea varios términos sucesivos, la regla más segura
de interpretación es que ellos no son superfluos, sino que han sido empleados co
n algún propósito, sea de ampliar, de limitar o de corregir los conceptos. (Conf
. Del Dictamen del Procurador General, al que remitió la Corte en autos Gomer S.
A. c/ AFIP-DGI – Resol. 15 y 29/98 s/ Dirección General Impositiva, del 04/09/07
).
En ese contexto, cabe poner de resalto que las normas involucradas en el caso qu
e aquí se ventila (artículo 73 inciso 4 de la Constitución Provincial, Leyes N°
2, N° 50, N° 277 y N° 732), contienen términos como los de remuneración, sueldo
y adicionales, entre otros y que, en sentido contrario a la postura adoptada por
el denunciante y a partir de la aplicación de las pautas interpretativas que br
inda nuestro Cimero Tribunal Federal, dichos conceptos no deben ser empleados ni
entendidos como sinónimos, sino que corresponde asignarles, en cada caso, el al
cance pertinente.
VI.1.-
ACERCA DEL ARTÍCULO 73 DE LA CONSTITUCION PROVINCIAL.-
Para comenzar con el análisis de los preceptos legales, es necesario tomar como
punto de partida que, sin lugar a dudas, la Constitución ha sido concebida como
un conjunto de preceptos claros y precisos que “se complementan y explican unos
a otros” (CSJN Fallos 1:291).
En la interpretación sistemática que corresponde emplear, a fin de evitar que lo
s principios se destruyan recíprocamente o que se invierta la jerarquía entre pr
incipios y reglas, la labor del operador del derecho, debe encaminarse a que el
principio de intangibilidad de remuneraciones subsista en los casos en que así h
a sido acordado legalmente y no resulte anulado o mediatizado.
Al respecto, es menester precisar de manera inicial, que el artículo 73 de la Co
nstitución Provincial, se encuentra inserto dentro de su Capítulo 4, relativo al
Régimen Económico, del cual no deben, bajo ningún pretexto, elaborarse interpre
taciones aisladas del contexto en que fue concebida la norma en cuestión.
En efecto, el artículo 63 establece que “La organización de la economía y el apr
ovechamiento integral de las riquezas provinciales tienen por finalidad el biene
star general, respetando y fomentando la libre iniciativa privada, con las limit
aciones que establece la presente Constitución, proponiendo un sistema económico
subordinado a los derechos del Hombre, al desarrollo provincial y al progreso s
ocial”.
En relación a esos derechos, en torno a cuyo estricto respeto debe construirse a
rmónicamente el esquema económico provincial, el artículo 16 de la Carta Magna t
ambién dice: “El trabajo es un derecho y un deber social; es el medio legítimo e
indispensable para satisfacer las necesidades espirituales y materiales de la p
ersona y de la comunidad.
Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur es una Provincia fundada e
n el trabajo y como tal reconoce a todos sus habitantes los siguientes derechos…
4 - A una retribución justa y a un salario mínimo, vital y móvil.
5 - A igual remuneración por igual tarea en igualdad de condiciones y a retribuc
iones complementarias por razones objetivas, motivadas en las características de
l trabajo y del medio en que se presten…
8 - A la defensa de los intereses profesionales”.
Por su parte el artículo 67, dentro de ese mismo Capítulo, establece expresament
e que: “El Presupuesto General de la Provincia que se establecerá por ley antes
del inicio del año durante el cual se aplicará, será la base a que deberá ajusta
rse toda la Administración Provincial. Contendrá los ingresos y egresos, aún aqu
éllos que hayan sido autorizados por leyes especiales…”.
Es cada una de las Leyes de Presupuesto que han sido sancionadas por esa misma L
egislatura, en cuyas respectivas sanciones oportunamente también participó el pr
opio denunciante, las que sistemáticamente han aprobado los montos por los que s
e liquidarían nuestros sueldos a lo largo de todo el año en el que se ejecutaría
cada presupuesto.
Es que la norma específica en materia de reglamentación del modo en que se ejecu
tará el gasto público cada año, es justamente la Ley de Presupuesto.
No puede perderse de vista en ese marco, que puntualmente en el corriente año, l
a Ley provincial N° 805, se ha encargado especialmente de intentar reglamentar l
a cuestión relativa al tope de las remuneraciones, contra el que –se insiste- na
da tenemos que esgrimir, dado que los Miembros del Tribunal de Cuentas iure cond
ito, lo hemos respetado a pié juntillas mediante el dictado de la Resolución Ple
naria N° 11/2010.
Por el contrario, son los difusos contornos del tope en cuestión, los que durant
e los 19 años y aún después de la sanción de la Ley 805, no han encontrado adecu
ada reglamentación, obligando a elaborar disquisiciones para precisarlos y, tamb
ién ahora, dan lugar a ridículos planteos como el que nos vemos obligados a cont
estar en este acto, provenientes de una persona que, para colmo, carece de la má
s absoluta autoridad moral para hacerlo.
La aludida necesidad de reglamentación, no es un simple pretexto de los suscript
os para justificar la interpretación que intenta dar marco a la imprecisión de l
a norma constitucional.
Es que la afirmación mediante la cual el denunciante pretende hacer ver como una
verdad de Perogrullo, que la norma constitucional alguna vez habría tenido cará
cter operativo, no encuentra siquiera sustento en el propio texto del Artículo 7
3.
En ese orden de ideas, el artículo 73 textualmente dice: “Es deber de la Adminis
tración Pública Provincial la ejecución de sus actos administrativos fundados en
principios de eficiencia, celeridad, economía, descentralización e imparcialida
d y al mismo tiempo racionalización del gasto público, para lo cual deberán desa
rrollarse bajo normas que, como mínimo, contemplen los siguientes preceptos… 4 -
La remuneración por todo concepto que perciban los empleados y funcionarios púb
licos, tanto electos como designados, de cualquiera de los tres poderes provinci
ales, organismos y entes descentralizados, en ningún caso podrá superar a la del
Gobernador de la Provincia”.
En primer término, no puede perderse de vista que la propia norma señala que la
ejecución de los actos administrativos por la Administración deberá desarrollars
e bajo normas que, como mínimo contemplen una serie de preceptos que se enumeran
en los distintos puntos que la componen, lo que habilita a entender que resulta
necesaria su reglamentación y, por ende, no nos encontramos frente a un precept
o operativo.
Por otra parte, debe entenderse de la lectura del citado artículo, que al referi
rse a “La remuneración por todo concepto que perciban los empleados y funcionari
os públicos, tanto electos como designados, de cualquiera de los tres poderes pr
ovinciales, organismos y entes descentralizados”, conlleva ineludiblemente que,
en ningún caso, supere la remuneración que también por todo concepto perciba el
Gobernador.
Cabe hacer aquí la pregunta cuya respuesta siempre se ha evadido: ¿Cuál es la re
muneración del Gobernador?
En efecto, tal como referíamos anteriormente, cada término utilizado por las nor
mas posee un significado específico y es la letra de la Ley su principal fuente
de interpretación.
Ahora bien, la remuneración se define como “la contraprestación que percibe el t
rabajador por haber puesto su capacidad (la ley habla de ‘fuerza´) de trabajo a
disposición del empleador, de acuerdo con lo convenido en el contrato de trabajo
, aunque no se hubiere realizado la prestación de servicios” (VAZQUEZ VIALARD, A
ntonio, Derecho del trabajo y de la seguridad social, Tomo I, 7° edición actuali
zada y ampliada, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1996, p. 437).
Una de las modalidades previstas por el ordenamiento jurídico para integrar la r
emuneración, es lo que se percibe “en especie”, es decir aquello que “consiste e
n prestaciones en bienes (alimentos, ropas), servicios (habitación, transporte)
o en la ‘oportunidad de obtener beneficios o ganancias´(… propina). (VAZQUEZ VIA
LAR, Antonio, op. Cit., p. 445).
Por otra parte, en relación a los denominados viáticos, se ha dicho que: “El ing
reso del trabajador que se compromete a poner su capacidad de trabajo a disposic
ión del empleador, no puede verse disminuido por gastos originados en el cumplim
iento específico de la prestación laboral. Aquél tiene a su cargo el deber de co
nstituirse en el lugar y hora indicados para realizar su débito, por lo cual el
transporte, así como el deterioro normal de su ropa o en su caso herramientas de
su propiedad, están a su cargo; en cambio, los gastos que fueren necesarios par
a realizar la prestación (entre otros, movilidad, alimentación y habitación –cua
ndo por ese motivo debe hacerlo fuera de su casa-, pago de peaje, así como el de
sgaste extraordinario de su ropa), son a cargo del empleador…
Si el pago del viático se hace mediante rendición de cuentas ‘acreditada por med
io de comprobantes´ (o, en casos extraordinarios, de manifestación del trabajado
r que no puede acreditar el desembolso por medio de recibos), constituye un rein
tegro de gastos; de lo contrario, integra el salario” (VAZQUEZ VIALARD, Antonio,
op. cit., p. 451/452. El destacado no es original).
Como fácilmente puede deducirse de lo puesto de manifiesto hasta aquí, la remune
ración que percibe el Gobernador, no se limita a lo que exclusivamente figura en
su recibo de sueldos, sino que también se integra con todos aquéllos gastos que
le son solventados para el ejercicio de sus funciones y respecto de los cuales
no se encuentre obligado a rendición puntual.
Para ser claros: Aún bajo la falsa hipótesis de que los Miembros del Tribunal de
Cuentas incumpliéramos la Ley provincial N 805, el órgano que ostenta la facul
tad de hacerlo aún no ha resuelto en concreto, si el Tribunal de Cuentas, el Fis
cal de Estado, los Miembros del Ministerio Público Fiscal, los Ministros del Sup
erior Tribunal de Justicia, los Legisladores, los diferentes funcionarios de los
organismos descentralizados y la primera mandataria, han cometido un error o ha
n malinterpretado la norma constitucional.
Muy por el contrario, la actuación del Tribunal de Cuentas de la Provincia, ha r
ecibido más adhesiones que cuestionamientos, al punto que la propia Gobernadora,
en el año 2008, ha expresado la necesidad de una ley que reglamente la Manda Co
nstitucional (Decreto N° 2756/08) y, asimismo, la inclusión, en la última Ley de
presupuesto, de un intento de reglamentación del tope en cuestión, que finalmen
te, tras ser compartida dicha postura por los Sres. Legisladores, culminó con la
sanción por la Legislatura Provincial, a través del artículo 20 de la Ley 805.
En este mismo entendimiento, el propio Fiscal de Estado, doctor Virgilio MARTINE
Z DE SUCRE, al promover acción declarativa de certeza respecto del estado de inc
ertidumbre que genera el artículo 20 de la Ley Provincial N° 805, destacó la “…p
acífica interpretación que hasta ese momento se tenía respecto a la exclusión de
los adicionales particulares (título y antigüedad) de los alcances del tope est
ablecido en el art. 73, inciso 4 de la C.P…”.
Piénsese en esto, ¿Qué sentido tendría la presentación por el Poder Ejecutivo; e
l tratamiento y la sanción por el Poder Legislativo y la posterior promulgación
por el Poder Ejecutivo de la Ley N 805, si, como pretende el denunciante, la ma
nda constitucional resultaba ya operativa?
Entonces, ¿Están incursos la Sra. Gobernadora y los Sres. Legisladores en la mis
ma ridícula imputación que hace el denunciante? ¿Han ellos impulsado la tan espe
rada reglamentación para hacer que “recién ahora” la manda constitucional sea op
ertiva? ¿Estamos ante una organización delictiva descomunal, una asociación ilíc
ita integrada por los tres poderes del Estado y sus organismos de control, que v
iene a descubrir el Senador Martinez luego de 19 años de participar en la funció
n pública?
Pero aún en el extremo de que, en algún momento –que quizás sea éste el oportuno
- alguien eche un halo de certeza sobre las múltiples dudas acerca de cuál es el
verdadero Tope de las remuneraciones, nunca podría ser objeto de reproche el ha
ber errado humanamente en la aplicación de la norma en el intento de llenar sus
vacíos.
El razonamiento contrario, implicaría que un Juez de Primera Instancia o de Cáma
ra, debería ser sometido a Jury de Enjuiciamiento cada vez que un Tribunal Super
ior revoca sus respectivas Sentencias.
O incluso, debería promoverse la remoción de aquellos los legisladores que hayan
votado a favor de leyes que luego se declararon inconstitucionales. Véase que e
llo constituye un razonamiento sencillamente absurdo.
Pero a más de lo dicho, a fin de sustentar en mayor medida el entendimiento en q
ue hemos coincidido para proceder a la fijación de nuestra remuneración, cabe re
mitirse a lo dicho por la Corte Suprema de Justicia, respecto de los topes salar
iales prescriptos por las constituciones provinciales, en el sentido de que: “La
mera existencia en sí de este tope, por el cual se vincula la evolución de las
retribuciones de los jueces al sueldo del titular del Poder Ejecutivo lesiona, p
or su sola atadura, la independencia del Poder Judicial que es el valor esencial
que subyace, como quedó dicho, en la ratio del principio de intangibilidad… Ell
o así desde que se impide, o condiciona, la actualización… de los sueldos con ar
reglo al índice del costo de vida… anulando la independencia del Poder Judicial
al dejarlo sujeto a la mecánica retributiva del Poder Ejecutivo con lo cual se f
rustra la ratio de aquel principio, y por lo tanto no queda suficientemente cump
lida la exigencia del art. 5° de la Constitución Nacional”. (C.S.J.N. “Cook”, Fa
llos 313:410).
Con idéntico criterio al vertido a lo largo de toda esta presentación, en su Dic
tamen de fecha 11 de febrero de 2005, en el marco del Expediente N 1592/03-SDO,
caratulado “GUERRA, Graciela Mabel c/ IPAUSS S/ Contencioso Administrativo”), e
l Fiscal Mayor, Dr. Oscar L. FAPPIANO, expresó que:
“...El Instituto demandado dispone no tomar como base del cálculo del haber de p
asividad la parte de la remuneración que excede el sueldo del gobernador provinc
ial, lo que en buen romance significa que declara –al menos a los fines previsio
nales, pero lo proclama con su consecuente impacto financiero en el jubilado- po
r sí y ante sí, la inconstitucionalidad de la normativa que fija las remuneracio
nes de los agentes públicos con infracción de los arts. 141, 2do. Párrafo; 154,
incs. 1 y 2, CTDF, corolarios del régimen republicano de gobierno adoptado por s
u art. 1 . Estas disposiciones están señalando que, si consideraba que la normat
iva salarial (las remuneraciones de los agentes públicos están establecidas por
ley ya que la de presupuesto asigna el crédito respectivo para atender el gasto
que demanda su pago) era inconstitucional, debió acudir al Poder Judicial a fin
de obtener esa declaración y no hacerlo unilateralmente, porque se sabido que el
proceso judicial está erigido por la Constitución y los Tratados internacionale
s (art. 8 y 25 Convención Americana, entre otros) en la garantía de aseguramient
o del derecho fundamental a la intangibilidad de la remuneración de los empleado
s públicos, como de todo derecho fundamental. Dígase, de paso, que el legislador
vernáculo no parece acompañar el pensamiento del instituto pues, al acordar los
créditos presupuestarios correspondientes, ha entendido que llevar el contenido
dogmático del art. 73, inc. 4 CTDF a su total desarrollo dialécitco puede condu
cir a soluciones disvaliosas, como lo es sujetar el destino de la retribución de
quien hace del empleo público su profesión – esto es, su medio habitual de vida
- y de la remuneración consiguiente, el pan del trabajador y su familia ( V.E. h
a reconocido el carácter alimentario del salario in re “Bruglieri”, antes citado
), a un parámetro – el sueldo del gobernador- que no responde a esa característi
ca de habitualidad ni de profesionalidad, sino todo lo contrario (no se es de “p
rofesión” gobernador, ministro, diputado, intendente, concejal, etc., ni se “gan
a la vida” usualmente como gobernador, ministro, diputado, intendente, concejal,
etc.). La excesiva individuación de la norma en comentario merece, entonces, un
justo acatamiento marcado por estas disparidades esenciales, porque no es posib
le que la remuneración de tales servicios públicos estables quede sujeta a una v
ariable ajena a la relación de empleo, a las condiciones en que esa relación se
desenvuelve, creando un estado de incertidumbre que desnaturaliza esa relación e
n su sustancia misma y afecta la consecuente seguridad jurídica. Aparece claro q
ue el estipendio del gobernador, ministros y demás cargos “políticos” o que no i
ntegran la planta estable o permanente de la función pública, no se rige por est
os parámetros, estando sometido en buena medida a volátiles acuerdos políticos,
conveniencias circunstanciales siempre cambiantes, etc. Los hechos –que son conc
luyentes- acaecidos en los últimos tiempos así lo autorizan a inferir. Su “oport
unidad” y “conveniencia”, entonces, son de naturaleza “política”, no administrat
iva...”.
VI.2.-
ACERCA DEL ARTÍCULO 7 DE LA LEY PROVINCIAL N° 50.-
Volviendo al análisis armónico de la totalidad de las normas que entran en juego
, recordemos que por su parte, la Ley Provincial N° 2, en su artículo 1°, resolv
ió fijar la remuneración mensual, habitual y permanente del Gobernador de la Pro
vincia de Tierra del Fuego, en la suma total de Pesos nueve mil ($9.000), indica
ndo expresamente que dicha suma tendría carácter de sueldo.
Asimismo, el artículo 6° preveía la prohibición de que los funcionarios alcanzad
os por dicha norma (Gobernador, Vicegobernador, Legisladores Provinciales y Secr
etarios Administrativo y Legislativo), perciban los adicionales por antigüedad y
título. Nótese también que entre los funcionarios a quienes resultaba aplicable
la norma, no se encontraban ni siquiera tangencialmente enunciados los Vocales
del Tribunal de Cuentas provincial.
Posteriormente, con la sanción de la Ley provincial N° 277, se mantuvo la refere
ncia al carácter de sueldo que tendría la suma fijada en el artículo 1°.
Sin embargo, a posteriori, dicha norma fue sustituida por la Ley provincial N° 7
32, que si bien mantuvo, al igual que la Leyes Provinciales N° 2 y N° 277, el ca
rácter de sueldo que tendría la suma fijada en su artículo 1°, eliminó por compl
eto la prohibición que alcanzaba a los funcionarios comprendidos por esa ley, de
percibir los adicionales por antigüedad y título.
Es importante destacar que dicha norma ha sido sancionada en el período en que e
l denunciante era Legislador Provincial (razón de más para tenerla presente).
En consecuencia, teniendo presente que la inconsistencia o falta de previsión de
l legislador no se suponen, es que cabe asignar, a diferencia de lo que ha hecho
el denunciante, a cada uno de los términos empleados por el representante del p
ueblo en las leyes detallas anteriormente, el alcance que les corresponde.
Así, de la lectura de las Leyes Provinciales N° 2, N° 277 y N° 732, surge que és
tas hacen referencia a un monto máximo que percibirá el Gobernador de la Provinc
ia en carácter de sueldo y a la prohibición (luego eliminada) de percibir cierto
s adicionales.
Repetimos, es la misma norma (en su origen y en sus sucesivas modificaciones) la
que hace la diferencia entre la existencia de un concepto básico y ciertos adic
ionales.
De ello se desprende que el legislador ha empleado las acepciones remuneración y
sueldo, no como si fueran sinónimos, sino como conceptos que gozan de alcance d
iverso, permitiendo al sujeto normativo (es decir a aquel a quien alcanza la nor
ma), entender razonablemente que el monto máximo fijado en carácter de sueldo, e
n los términos del artículo primero de dichos preceptos legales, es sólo una par
te de otro emolumento más amplio, que se denomina remuneración.
La tesitura plasmada por nuestra Legislatura Provincial en las leyes referenciad
as, no hace otra cosa que seguir la postura de calificada doctrina, que indica q
ue el salario básico es sólo una parte del total de la remuneración. (Conf. Cáma
ra Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala III, Lev Isaac c/ Telefónica de Arg
entina SA s/ despido, 22/10/1997) y que el salario básico debe concebirse como e
l núcleo pecuniario principal de la retribución, sin los aditamentos que pudiera
n incrementarlo teniendo en cuenta otros conceptos que no sean el trabajo en sí
que presta el subordinado (S.C.B.A., ac. 21056, 3/5/77 “J.A.”, 05/04/78).
A mayor abundamiento, el criterio acerca de que la remuneración, en su significa
do amplio, se integra no sólo por el salario o sueldo básico, sino por otros con
ceptos, como pueden ser los adicionales por antigüedad y título a que se refiere
n las Leyes N° 2, N° 277 y N° 732, ha sido sostenido por la Procuración del Teso
ro de la Nación, con la claridad que caracteriza la doctrina vertida en sus dict
ámenes, indicando que los adicionales que se perciben junto al haber principal,
son retribuciones agregadas a otras, que no podrían existir sin éstas últimas, p
ues son siempre complementarios de la remuneración principal. (Conf. Dictámenes
237:462).
Se reitera, que al haberse previsto un monto máximo en carácter de sueldo y la p
rohibición de percibir ciertos adicionales, pudo entenderse razonablemente que e
l legislador, en el artículo 1° de las Leyes N° 2, N° 277 y N° 732, ha empleado
el vocablo remuneración mensual, habitual y permanente, no en su significado amp
lio y general, sino en el sentido restringido de sueldo básico, ya que de lo con
trario, la posterior mención de la prohibición (eliminada por Ley N° 732) de per
cibir adicionales carecería de sentido, salvo que se aceptara, al contrario de l
as pautas brindadas por el Máximo Tribunal Federal, la inadmisible postura adopt
ada por el denunciante, que pretende suponer la incongruencia y falta de previsi
ón del legislador, dando a todos los conceptos el carácter de sinónimos.
Volvemos a repetir, la primera fuente de interpretación de la ley es su letra y
cuando la ley ha empleado varios términos sucesivos, la regla más segura de inte
rpretación es que esos términos no son superfluos, sino que han sido empleados c
on algún propósito, por cuanto, en definitiva, el fin primordial del intérprete
es dar pleno efecto a la voluntad del legislador. (Conf. Dictámenes 203:30).
Con lo dicho, advertimos con toda claridad, que la interpretación que intenta el
denunciante, tratando los diferentes términos como sinónimos, resulta a todas l
uces errada y se aparta de las pautas hermenéuticas brindadas por la Corte Supre
ma de Justicia de la Nación.
A idéntica conclusión se arriba al indagar en los argumentos que brinda el denun
ciante a los fines de explicar cómo los miembros de este Tribunal, supuestamente
, se han apartado del tope legal previsto en el artículo 7 de la Ley Provincial
N° 50, dado que éste efectúa un análisis aislado de una norma –la Ley Provincial
N° 50- cuya aplicación exige tener presente lo establecido en otros preceptos n
ormativos –las Leyes N° 2, N° 9, N° 277 y N° 732-.
Nuevamente, siendo reiterativos, se recuerda que la jurisprudencia ha indicado q
ue la primera fuente de interpretación de la ley es su letra y cuando esa ley em
plea varios términos sucesivos, es la regla más segura de interpretación, la de
que ellos no son superfluos, sino que han sido empleados con algún propósito. (C
onf. Del Dictamen del Procurador General, al que remitió la Corte en autos Gomer
S.A. c/ AFIP-DGI – Resol. 15 y 29/98 s/ Dirección General Impositiva, del 04/09
/07).
En ese palio, cabe poner de resalto que en la Ley Provincial N° 2, al reglar la
dieta de los Legisladores Provinciales (artículo 3°), se había estipulado que pe
rcibirían el ochenta y cinco por ciento (85%) de la remuneración total dispuesta
para el Gobernador por todo concepto.
Asimismo, como pusiéramos de resalto más arriba, fue la propia norma (Ley Provin
cial N° 2) la que prohibió, para el Gobernador, Vicegobernador, Legisladores, Se
cretario Administrativo y Secretario Legislativo (no se encontraban ni siquiera
tangencialmente enunciados los Vocales del Tribunal de Cuentas provincial), la a
lternativa de percibir los adicionales por antigüedad y título, dando cuenta así
de la existencia de un monto máximo que percibirá el Gobernador de la Provincia
en carácter de sueldo que, aunque prohibido para los funcionarios enumerados en
la norma, podría integrarse con ciertos adicionales.
Seguidamente, se sancionó la Ley Provincial N° 50, fijándose en su artículo 7°,
que la remuneración a percibir por los miembros del Tribunal de Cuentas será equ
ivalente al ochenta y cinco por ciento (85%) de la dieta que percibe un Legislad
or Provincial.
Nótese que la Ley Provincial N° 50 emplea el término remuneración, sin indicar l
a limitación “por todo concepto”, ni tampoco prohibir la percepción de adicional
es, como sí se había previsto en la Ley Provincial N° 2 y como luego se mantuvo
en la Ley N° 277.
Ahora bien, al dictarse la Ley N° 277, norma posterior a la Ley Provincial N° 50
y que derogó la Ley Provincial N° 2, el Legislador modificó el criterio plasmad
o en dicha norma, eliminando la limitación del artículo 3° y fijando la dieta de
l Legislador en la suma de Pesos siete mil ($ 7.000), sin indicar que dicha suma
lo sería por todo concepto.
Sin embargo, nuevamente, al sancionar la Ley N° 732, el legislador decidió retom
ar el criterio originalmente plasmado en la Ley Provincial N° 2, fijando su diet
a en un porcentaje de la remuneración total dispuesta para el Gobernador de la P
rovincia por todo concepto, pero eliminando la prohibición de percibir adicional
es por antigüedad y título.
Entonces, repetimos, al analizarse como el Legislador ha resuelto en distintas o
portunidades permitir o prohibir para ciertos funcionarios, entre los que nunca
se incorporó a los Miembros del Tribunal de Cuentas, la percepción de adicionale
s por antigüedad y título, y utilizar los términos sueldo, remuneración y dieta
con distinto alcance, debe rechazarse el argumento intentado por el denunciante
y la “simple cuenta aritmética” que propone a los fines de calcular el haber de
los Miembros del Tribunal de Cuentas.
Ello, atento a que su postura, tan arbitraria como incomprensible, omite por com
pleto considerar armónicamente las normas en juego en su totalidad (Constitución
Provincial y Leyes Provinciales N° 2, N° 50, N° 277 y N° 732).
Es decir, el denunciante no distingue que el legislador, al tiempo de fijar su p
ropia dieta (Leyes N° 2, N° 277 y N° 732), la determinó en un porcentaje de la r
emuneración total por todo concepto dispuesta para el Gobernador, es decir, inco
rporó la limitación “por todo concepto” y, asimismo, prohibió primero y luego pe
rmitió la posibilidad de percibir los adicionales por antigüedad y título y, por
el contrario, al establecer la remuneración a percibir por los miembros del Tri
bunal de Cuentas en la Ley Provincial N° 50, resolvió no limitarla de modo algun
o, empleando el término remuneración en su acepción restringida, como remuneraci
ón básica, sin prohibir la alternativa de percibir adicionales en ningún momento
, lo que se confirma tras observar que aun habiendo transcurrido casi dieciocho
(18) años desde la sanción de la Ley Provincial N° 50, dicho precepto se mantien
e incólume.
Pierde de vista también el Senador MARTÍNEZ, que la manera en que se ha aplicado
el artículo 7°, no ha recibido cuestionamiento alguno de la Legislatura Provinc
ial, sino que se ha confirmado y por ello merecido las sucesivas aprobaciones, i
ncluso en cuerpos legislativos integrados por ÉL MISMO, de los Presupuestos de R
ecursos y Gastos, como también las cuentas de inversión anual presentados por es
te Organismo de Control año tras año.
Insistimos, desde el año 1994 a la fecha los Miembros del Tribunal de Cuentas, p
erciben como remuneración básica el ochenta y cinco por ciento (85%) de la dieta
del Legislador, tal como lo prescribe la norma, al que se le agregan los adicio
nales por antigüedad y título, por no encontrarse esta alternativa sujeta a proh
ibición alguna, como en cambio si lo estuvo, hasta la sanción de la Ley Provinci
al N° 732, para otros funcionarios (Gobernador, Vicegobernador, Legisladores Pro
vinciales, Secretarios Administrativo y Legislativo de la Legislatura Provincial
).
Entenderlo de un modo distinto, implicaría que los Legisladores que por tener do
micilio en la ciudad de Río Grande o en la comuna de Tolhuin perciben, además de
la dieta –a la que consideran como básico-, el adicional correspondiente por “D
esarraigo”, se encontrarían incursos en la misma causal de juicio político que p
retende endilgársenos.
Sobre la cuestión vinculada con el desarraigo, vale recordar que en el mes de ma
rzo del año 2009, es decir hace ya más de un año, uno de los miembros del Cuerpo
Legislativo Provincial, el Legislador Fabio Marinello, en ese entonces Presiden
te del bloque del ARI, justificó públicamente el incremento de los montos abonad
os en concepto de viáticos y desarraigo a los parlamentarios que tienen domicili
o fuera de la Capital Provincial (Conf. Nota del 29/03/09, publicada en el Diari
o del Fin del Mundo).
Véase que ya, según los dichos del propio Legislador Marinello, en marzo del año
2009, el monto que percibían los legisladores con domicilio fuera de la Capital
, rondaba, aproximadamente, la suma mensual de Pesos seis mil ciento noventa y c
inco ($ 6.195), con lo que dichos parlamentarios, en la interpretación del denun
ciante, habrían superado ampliamente el tope constitucional y legal.
A mayor abundamiento, cabe destacar que mediante la Resolución de Presidencia N°
006/09, suscripta por el entonces Vicepresidente 1° a cargo de la Presidencia d
el Poder Legislativo, Legislador Manuel Raimbault, se estableció que las liquida
ciones en dicho ámbito se realizarían dando estricto cumplimiento a la manda del
artículo 73 inciso 4 de la Constitución de la Provincia y, por ende, aquellas q
ue excedieran el sueldo del Gobernador fijado en el artículo 1° de la Ley N° 732
, se liquidarían hasta el límite de Pesos quince mil ($ 15.000).
Asimismo, por la mentada resolución el entonces Vicepresidente 1° a cargo de la
Presidencia del Poder Legislativo, Legislador Manuel Raimbault, estableció que a
los efectos del cómputo para la aplicación del tope constitucional, se consider
arían como conceptos remunerativos aquellos que son así definidos por el artícul
o 9° de la Ley Provincial N° 561.
Sin embargo, obsérvese que lo que aparenta ser una norma clara en cuanto a la ap
licación del tope constitucional en el ámbito de la Legislatura de la Provincia,
contiene un precepto que termina por oscurecerla por completo, dado que el prop
io Vicepresidente 1° a cargo de la Presidencia del Poder Legislativo, Legislador
Manuel Raimbault, se consideró con suficientes facultades como para exceptuar d
el cómputo para la aplicación del tope constitucional en el ámbito de la Legisla
tura, a las sumas percibidas en concepto de desarraigo y viáticos, sin dar funda
mentación alguna respecto del porque de dicha excepción.
De hecho, lo expresado en la Resolución de Presidencia N° 006/09, se da de bruce
s con lo manifestado por el Legislador Raimbault en la Resolución de Presidencia
N° 70/10, en la que señaló, si bien respecto de los adicionales título y antigü
edad, que en definitiva entendía que los adicionales que se perciben deben conce
ptualizarse como remunerativos cuando presentan caracteres que así claramente lo
s definen, como tener carácter habitual y regular, importar una ganancia de libr
e disponibilidad y percibirse en retribución y con motivo de una actividad perso
nal.
Sin embargo, sin brindar mayores argumentos acerca de su carácter remunerativo o
no remunerativo, el Doctor Raimbault, entendió que los viáticos y el desarraigo
no se computan a los fines del cálculo del tope en el ámbito del Poder Legislat
ivo Provincial, aún cuando el desarraigo por ejemplo, posee dichos caracteres, e
s decir, es de carácter habitual y regular, importa una ganancia de libre dispon
ibilidad y se percibe con motivo de la actividad personal, no debiendo rendir cu
enta de su utilización.
Es decir que, siguiendo el razonamiento propuesto por el denunciante, la causal
que se nos endilga procedería contra el propio Legislador Manuel Raimbault, ya q
ue con su interpretación, plasmada en la Resolución de Presidencia N° 06/09, hab
ría posibilitado que se vulnere el tope constitucional en el ámbito de la propia
Legislatura y, asimismo, al no considerar los rubros como remunerativos, que no
se generen aportes y contribuciones, por lo que no son computables en materia p
revisional.
En esta instancia, no puede dejar de tenerse presente que el nomen juris dado, n
o cambia la característica de remunerativo o no de los conceptos de viáticos y d
esarraigo.
En este sentido se ha expresado la Corte Suprema de Justicia de la Nación al ind
icar que: “La naturaleza jurídica de una institución debe ser definida, fundamen
talmente, por los elementos que la constituyen, con independencia del nombre que
el legislador, o los particulares, le atribuyen (doctrina de “Inta Industria Te
xtil Argentina S.A. s/ apelación”, Fallos: 303:1812 y su cita), sobre todo cuand
o cualquier limitación constitucional que se pretendiese ignorar bajo el ropaje
del nomen juris sería inconstitucional (fallos: 329:3680). (Conf. CSJN Perez Ani
bal Raúl c/ Disco S.A.).
Es más, en este alocado razonamiento que propone, incluso el propio denunciante
habría incumplido con lo que hoy atribuye a estos Miembros cuando cobraba el adi
cional por “Desarraigo” al tiempo de ser Director del entonces Instituto Provinc
ial de Previsión Social, superando –en sus términos- el salario del Gobernador,
tal como surge de las constancias adjuntas y a recabarse.
Pero no solamente los citados funcionarios se encontrarían en esas condiciones,
tan ridículo razonamiento, también abarcaría a un sin número de funcionarios, ta
l como surgirá de las probanzas a producirse en el presente.
Entiéndase bien, el porcentaje establecido por la Ley provincial N° 50, nunca fu
e transgredido por los Miembros del Tribunal de Cuentas provincial, siempre se e
ncontró en el marco del 85 % de la Dieta de los Legisladores, al margen de haber
se adicionado las sumas respectivas por antigüedad y título que, insistimos hast
a el hartazgo, nunca se encontraron vedadas a los Vocales del Tribunal.
Es que, al no surgir una prohibición de esas características de norma alguna, ba
jo ningún punto de vista puede exigírsenos renunciar a un derecho profesional, q
ue dimana del artículo 16 inciso 8), citado inicialmente.
En consecuencia, como corolario de lo expresado, debe rechazarse de plano la acu
sación vinculada con el pretendido incumplimiento por estos Miembros de la Ley P
rovincial N° 50, atento a que la misma resulta carente de todo sustento jurídico
.
VI.3.-
ACERCA DE LA LEY N° 805.-
El 9 de diciembre de 2009, mediante Resolución Plenaria N° 254/09, los Miembros
del Tribunal de Cuentas resolvieron reconocer una recomposición salarial a parti
r del 1° de diciembre de dicho año, en atención al deterioro que había sufrido e
l nivel de ingresos del personal que presta servicios en el ámbito de la Institu
ción y teniendo en consideración el aumento de las escalas salariales otorgadas
al escalafón profesional en el Poder Ejecutivo Provincial.
Todo ello, teniendo particularmente presente que desde el mes de Junio del año 2
008, los salarios del personal del Tribunal de Cuentas no habían sido ajustados.
La citada recomposición salarial tomó forma de adicional remunerativo y bonifica
ble a cuenta de futuros aumentos y fue el último ajuste aplicado en los haberes
del personal del Tribunal de Cuentas Provincial, en razón de que poco tiempo des
pués de otorgarlo, la Legislatura Provincial sancionó la Ley N° 805 de “Presupue
sto General de Erogaciones y Cálculo de Recursos de la Administración Pública –
Ejercicio 2010”.
La mentada ley, que fuera promulgada el 28 de diciembre del año 2009, mediante e
l Decreto Provincial N° 3025/09 y entrara en vigencia el mes de Enero de 2010, v
ino a procurar cubrir un vacío legal, NO SOLO ANUNCIADO DESDE ESTE TRIBUNAL DE C
UENTAS Y LA JUSTICIA, SINO TAMBIEN POR LA SRA. GOBERNADORA (Decreto N° 2756/08 y
N° 1394/10, entre otros) soportado por largo tiempo, reglamentando el límite im
puesto por el inciso 4) del artículo 73 de la Constitución Provincial, estableci
endo que la remuneración que a la fecha de sanción de la presente perciben los f
uncionarios y magistrados comprendidos en el artículo 144 de la Constitución Pro
vincial y que supere el límite constitucional establecido para el Gobernador, no
será afectada, pero no podrá resultar incrementada por causa o motivo alguno ha
sta tanto encuadre en la disposición prevista en el párrafo anterior.
En consecuencia, con fecha 27 de enero de 2010, los Miembros del Tribunal de Cue
ntas dictaron la Resolución Plenaria N° 11/2010, mediante la cual, en torno a la
s nuevas prescripciones normativas, se instruye a la Dirección de Administración
a realizar la liquidación de haberes de Enero de 2010 contemplando en un cincue
nta por ciento (50%) la adecuación salarial dispuesta por Acuerdo Plenario N° 25
4/09 y congelando los niveles salariales vigentes de acuerdo a la aplicación del
tope constitucional, hasta tanto se encuadre en las prescripciones del primer p
árrafo del artículo 20 de la Ley Provincial N° 805.
Tal y como rezan los considerandos de dicha resolución, ha quedado expuesto con
claridad que el Legislador, conociendo el principio elemental de la irretroactiv
idad de la ley que consagra el artículo 3° del Código Civil, lo tuvo presente y
por ello otorgó límites presupuestarios adecuados para que las distintas jurisdi
cciones y órganos congelen los ingresos del personal y de los funcionarios y pro
cedan a readecuar las nóminas salariales a los objetivos que la nueva norma ha d
ecidido definir.
Cabe consignar que ante la Ley N° 805, el Tribunal de Cuentas Provincial no ha d
ispuesto incremento alguno en los haberes de los Miembros ni del personal, sino
que simplemente, teniendo presente los créditos presupuestarios aprobados por la
Legislatura, se limitó a aplicar la normativa dictada con anterioridad a su san
ción.
Sin perjuicio de lo enunciado, cabe dar cuenta de que aún tras el dictado de la
Ley N° 805, persisten algunas dudas acerca de la aplicación del tope constitucio
nal.
En este contexto, cabe mencionar a modo de ejemplo la interposición, por parte d
el Prosecretario a cargo de la Secretaría Legal del Tribunal de Cuentas, de una
acción de inconstitucionalidad tendiente a que se declare la invalidez del artíc
ulo 20 de la ley 805, por entender que resulta violatorio de lo dispuesto en los
artículos 14 bis, 17 y 28 de la Constitución Nacional, 13, 14, 16, 73 inc. 4 ,
163 sgtes. y cctes. de la Constitución Provincial.
El accionante, en autos caratulados “SUAREZ, Oscar Juan c/Provincia de T:D:F: s/
Acción de Inconstitucionalidad –Medida Cautelar de no innovar.” (Expediente N
2291/10) que aún tramita por ante el Superior Tribunal de Justicia de la Provinc
ia, Secretaría de Demandas Originarias, adujo la existencia de “un verdadero est
ado de incertidumbre en torno al monto real al que asciende el sueldo de la Sra.
Gobernadora, por cuanto, amén del sueldo nominal de $15.000, debe tomarse en cu
enta diversos rubros (vivienda, alojamiento, movilidad, etc.), que también integ
ran el mismo y no han sido considerados por el legislador”.
En consecuencia, el doctor Suarez, solicitó que se declare la inconstitucionalid
ad del artículo 20 de la Ley Provincial N° 805 y, asimismo, que se ordene la no
aplicación de dicho precepto respecto de su remuneración.
El Superior Tribunal de Justicia hizo lugar a la medida cautelar peticionada con
juntamente con la demanda instaurada, indicando que: “…es importante traer a col
ación que la incertidumbre existente en la actualidad en torno a la determinació
n del sueldo de la Sra. Gobernadora, fue advertida y destacada por el Tribunal d
e Cuentas de la Provincia en la Resolución Plenaria N° 11/10, lo cual constituye
un elemento relevante a tener en cuenta; máxime cuando el pronunciamiento emana
de un ente que tiene a su cargo la misión de ejercer el contralor económico-fin
anciero de los tres poderes del Estado, y cuyas raíces encuentran anclaje en nue
stra Carta Magna Provincial (art. 163 y sgtes.)...” y, por ello, resolvió comuni
car al Tribunal de Cuentas que se abstenga de aplicar en las remuneraciones del
actor, lo dispuesto en el artículo 20 de la Ley 805, hasta tanto se fije definit
ivamente su sentido, alcance y aplicación.
Otro precedente muy reciente a la citada causa, lo ofrece lo resuelto por el Alt
o Tribunal Provincial en autos “Fiscal de Estado de la Provincia de T. de F. c/P
rovincia de Tierra del Fuego s/ Acción Declarativa de Certeza –medida de no inno
var”, Expediente N 2289/2010 SDO, sentencia del 27 de enero de 2010, en la cual
se dijo: “Es en ese marco que se aprecia que el dictado de la ley 805, con refe
rencia a su art. 20, deja margen de incertidumbre acerca de su verdadero signifi
cado y su aplicación concreta respecto de las remuneraciones del Sr. Fiscal de E
stado y del Fiscal Adjunto. No puede dudarse, que si la sanción de esa ley modif
ica el modo en que se establecen los salarios de los funcionarios mencionados al
punto que podría conllevar a una importante reducción, con independencia del ve
rdadero sentido y aplicación de esa disposición, parece aconsejable que se suspe
nda su aplicación en el caso hasta tanto pueda determinarse con certeza su aplic
abilidad…”.
Sin perjuicio de que aún a la fecha y tras el dictado de la Ley Provincial N° 80
5, aún persistan dudas acerca de su “sentido, alcance y aplicación” (Conf. STJ e
n autos “SUAREZ, Oscar Juan c/Provincia de T:D:F: s/ Acción de Inconstitucionali
dad –Medida Cautelar de no innovar”. Expediente N 2291/10), se considera import
ante señalar la sabiduría implícita en la letra de los artículos de la Ley N° 80
5 referidos al límite impuesto por el inciso 4) del artículo 73 de la Constituci
ón Provincial, por cuanto ha intentado contemplar la enorme disparidad de criter
ios que, a lo largo de 19 años, ha originado la falta de reglamentación de la Ma
nda Constitucional, más allá de la situación fáctica de determinar cuál es el ve
rdadero monto que percibe como remuneración la Primera Magistratura, que si bien
no es un tema menor, no constituye un problema de difícil solución.
Nótese que la falta de reglamentación, que estuvo presente en el espíritu de los
propios legisladores que convinieron en aprobar la Ley N° 805 procurando hacer
operativa la susodicha cláusula constitucional, fue anunciada no solo por quiene
s suscriben la presente, sino por la propia Gobernadora de la Provincia en los D
ecretos Provinciales N° 2756/08, N° 1394/10 y N° 1364/10 y en el seno de la prop
ia Legislatura Provincial, por ejemplo, al momento de debatir la sanción de la L
ey Provincial N° 732.
Así en el Decreto N° 2756/08, se dijo:
“VISTO el Art 73. Inc. 4 de la Constitución Provincial y las exigencias de inter
és público en cuanto a las tareas de agentes vinculados al área de salud:
CONSIDERANDO:
Que mediante dicho artículo se establece el tope salarial en cuanto prescribe: “
La remuneración por todo concepto que perciban los empleados y funcionarios públ
icos, tanto electos como designados, de cualquiera de los tres poderes provincia
les organismos y entes descentralizados, en ningún caso podrá superar a la del G
obernador la Provincia”.
(…) Que alguna de las especialidades médicas, por su complejidad, no pueden ser
suplidas por otros agentes ni en modalidades diferentes, lo que motiva que el pe
rsonal perteneciente al ámbito de Salud deba realizar guardias activas y pasivas
en sus distintas modalidades, para dar adecuada cobertura al Servicio de Salud
Pública.
Que atento ello, algunos profesionales, en el cumplimiento de los deberes a su c
argo, deben realizar guardias excediendo al momento de la liquidación de haberes
el tope constitucional mencionado, habiéndose efectuado los descuentos correspo
ndientes para el cumplimiento de la manda constitucional, en tanto el Art. 73 ci
tado establece el tope en calidad de un deber inexcusable a cargo de la Administ
ración Pública.
Que dicha situación, dentro del principio del enriquecimiento sin causa, puede l
legar a importar la privación al trabajador de percibir lo que le corresponde po
r el real servicio prestado, por el cual se enriquezca el Estado.(El destacado n
os pertenece).
Que si bien podría afirmarse que la materia regulada por el Art. 73 de la Consti
tución Provincial de Tierra del Fuego consiste en temáticas del empleado público
provincial, área no delegada por las Provincias a la Nación, donde el Constituy
ente ha resuelto fijar un tope máximo a la retribución del empleado público (por
un lado), también resulta claro que está en juego un derecho fundamental(…) , t
al el caso de la “retribución justa” (por otro lado), aspectos que ante ciertos
contextos y circunstancias puede no encontrar la debida armonización, máxime ant
e la omisión de la legislatura local en reglamentar de modo razonable el artícul
o referido. (el destacado nos pertenece).
(…) Que atendiendo a todo lo expuesto y hasta tanto se reglamente el tope por la
legislatura provincial o se prevea un mecanismo distinto, se estima prudente y
justo ratificar el mecanismo de diferimiento de pago (…)”. (el resaltado no es d
el original).
Como consecuencia de los fundamentos brindados, la Gobernadora dispuso, mediante
el Decreto N° 2756/08 (Publicado en BO 2520), ORDENAR el área de haberes, se di
fiera y efectúe la liquidación del pago de toda diferencia salarial descontada c
on motivo de superación de tope constitucional del artículo 73 inc. 4°, en los m
eses en los cuales el salario no sea ajustado por dicho tope, de conformidad con
los acuerdos individuales suscriptos por las partes.
Es decir que la propia Gobernadora de la Provincia realizó una excepción a la ma
nda Constitucional, en el entendimiento que el artículo 73 inc. 4 no era operati
vo, ello “ante la omisión de la legislatura local en reglamentar de modo razonab
le el artículo referido”.
En consecuencia, con el mismo criterio que se nos acusa, la Sra. Gobernadora ser
ía pasible de enjuiciamiento por los mismos argumentos utilizados en la denuncia
.
A mayor abundamiento, la duda acerca de la operatividad del precepto constitucio
nal mereció un arduo debate en el seno del Poder Legislativo, entre el entonces
Legislador Bericua y el Legislador Raimbault, durante el tratamiento de la ley N
° 732, en el cual y ante el planteo del Legislador Bericua del desuetudo del top
e constitucional, el Legislador Raimbault sostuvo:
“Lo entiendo perfectamente y lo digo con profunda sinceridad, hay un conflicto q
ue tenemos que resolver, pero que debemos resolverlo bien, porque esta cuestión
de legalidad, sacando la cuestión de legitimidad, va a generar un conflicto.// P
rimero, porque no vamos a resolver, a pesar de la discusión que todos sabemos, l
a cuestión del tope.//En cuanto al Consejo del Salario que nosotros proponemos,
hay que definir la cuestión del tope salarial. ¿Y cómo podemos definir el tope s
alarial? Y…, entre otras cosas, por efectos de la inflación. // Si los jueces si
guen poniéndose los salarios por encima del tope que nosotros impongamos, bastar
á que la Legislatura no le actualice las partidas salariales o las partidas pres
upuestarias para que nada más que por efecto del tiempo, en algún momento, se eq
uilibre…”.
Entonces, es notable que ya en el debate parlamentario de la Ley N° 732, el Dr.
Raimbault, claramente expuso que el tope salarial establecido en la Manda Consti
tucional no se encontraba definido, lo que luego fuera corroborado mediante la s
anción de la Ley de Presupuesto N° 805.
Es esta situación la que llevó a que la misma causal por la que hoy se nos acusa
a los Miembros del Tribunal de Cuentas, sea replicada en una gran proporción de
los salarios de muchos agentes de los diferentes poderes del Estado Provincial,
incluidos funcionarios, Ministros del Ministerio Público Fiscal, Magistrados y
Legisladores.
Véase como el vacío legal existente produjo una situación muy difícil de resolve
r, que se intenta solucionar con el dictado de la Ley N° 805, puesto que la inex
istencia de tal reglamentación llevó a situaciones por las cuales el monto perci
bido por agentes del Poder Ejecutivo superaba los de aquellos que ejercían funci
ones de mayor responsabilidad. Esa existencia de emolumentos de similar cuantía
para funciones con distinta jerarquía y responsabilidad, contraría palmariamente
las garantías contenidas tanto en la Constitución Nacional como en la Provincia
l.
Sin ir más lejos, en la interpretación de quien interpuso la denuncia que llevó
a los suscriptos a ésta instancia de juzgamiento, no se tuvo en cuenta que por D
ecreto N 2254/09 se puso en vigencia, a partir del 01 de enero de 2010, el Esca
lafón Profesional Universitario, por lo que un profesional con menor carga horar
ia, tareas de menor responsabilidad y sin estar sujeto a inhibiciones en el ejer
cicio profesional o comercial, podría percibir sumas superiores a la remuneració
n que percibe un Miembro del Tribunal de Cuentas.
A modo de ejemplo, según la liquidación de haberes del mes de Enero del 2010, se
puede señalar que al menos sesenta y siete (67) agentes de la Administración Pú
blica Central alcanzados por este nuevo escalafón, perciben una suma superior a
los Pesos once mil cuatrocientos setenta y cinco ($11.475,00), monto que, de acu
erdo a la teoría del denunciante, correspondería como remuneración total de los
Vocales.-
Sin perjuicio de lo expuesto, no podemos dejar de mencionar que aún tras la sanc
ión de la Ley N° 805, el Poder Ejecutivo Provincial continúa utilizando la elusi
ón creada mediante el Decreto Provincial N° 2756/08, por la cual, a mayo de 2010
, hay 39 agentes en ese régimen, con lo que, nuevamente, siguiendo la teoría del
denunciante, es la propia Gobernadora de la Provincia quien estaría violando lo
dispuesto en la nueva norma. (vg. Decretos N° 1364 y N° 1394, del 27 y 31 de ma
yo del corriente año).
En definitiva, la cantidad de antecedentes citados y destacados en el presente d
escargo, permiten vislumbrar con claridad que la cuestión relativa a la operativ
idad del inciso 4 del artículo 73 de la Manda Provincial, sólo resulta clara par
a el denunciante, ya que en el ámbito de los distintos órganos y jurisdicciones
del Estado se suscitaron una serie de inconvenientes que motivaron el dictado de
sendas normas (decretos, resoluciones, acordadas, acuerdos plenarios, entre otr
os), que intentaron, de las formas más diversas, respetar el precepto constituci
onal.
Recordemos, sólo a modo enunciativo, los Decretos Provinciales N° 2756/08 y N° 1
364/10 y la Resolución de Presidencia de la Legislatura Provincial N° 06/09.
Aún haciendo un esfuerzo sobrehumano y evitando poner en duda las verdaderas int
enciones del denunciante, se observa a simple vista que está incurriendo en un e
rror similar al que lo llevó, como Director del Ex IPPS, al dictado de la Resolu
ción N 949/01, que mereció severas observaciones por parte de la justicia, tale
s como “…El principal motivo de queja de los accionantes apunta a señalar que el
Instituto demandado no tiene facultad para “interpretar la Constitución Naciona
l y la Provincial…” “…El ente demandado, efectivamente, so pretexto de interpret
ación, ha creado una situación jurídica respecto de los actores, que modifica su
estatus en orden a las normas que regulan sus derechos, conculcando de modo prí
stino el orden de prelación normativa establecida en el art. 31 de la CN y 153 C
PTDF…” “…Por ello entiendo que el Instituto demandado se ha excedido en el uso d
e las atribuciones … y ha asumido equivocadamente facultades reglamentarias al i
nterpretar y disponer –sin fundamento valedero alguno- bajo apariencia de una “r
eliquidación de los haberes provisionales” un tope ilegal e inconstitucional en
los beneficios jubilatorios de los actores…” “…Por todo lo expuesto, concluyo, e
l ente demandado se arrogó facultades que la Constitución Provincial confiere en
forma exclusiva y excluyente al Poder Judicial invadiendo, de ese modo, su comp
etencia…”, generando al fin de cuentas, un presunto perjuicio fiscal que obligó
al Tribunal de Cuentas a iniciar una demanda civil en procura de su resarcimient
o, resultando codemandado el propio denunciante.
En lo que respecta a la definición concreta del tope constitucional, tema por ci
erto muy debatido en la provincia durante algo más de 19 años y que, a la fecha
aún no ha sido resuelto por el único Poder que tiene facultad para interpretar l
a Manda Constitucional, cabe mencionar que es la propia Constitución de la Provi
ncia la que –en su artículo 165- dispone para los Miembros del Tribunal de Cuent
as las mismas prerrogativas que para los Magistrados del Poder Judicial, por lo
que, va de suyo, que hasta la sanción de la Ley N° 805 –norma que reglamenta y p
retende hacer operativo el artículo 73 punto 4 de la Constitución Provincial- no
se encontraban alcanzados por tal limitación.
A no dudarlo, es dable apuntar que los Vocales del Tribunal de Cuentas, no somos
funcionarios políticos, sino que, con anclaje constitucional (art. 165 CP), goz
amos de las mismas incompatibilidades, inhabilidades y prerrogativas que LOS MAG
ISTRADOS DEL PODER JUDICIAL.
En consecuencia, gozamos de inamovilidad en nuestro cargo e intangibilidad de re
muneraciones, al igual que los magistrados judiciales, a lo cual, además, debe n
ecesariamente sumarse que es requisito esencial para nuestra selección ser profe
sionales de sendas disciplinas, con varios años de antigüedad en el ejercicio de
esos títulos.
El señor Fiscal Mayor, Dr. Guillermo MASSIMI, también ha entendido en relación a
una denuncia ante la Oficina de Fiscales, tramitada bajo N° 1884 y caratulada “
NOIA, Víctor Hugo s/ denuncia” que:
“En mi opinión, no es justo que se impongan congelamientos o topes salariales en
períodos inflacionarios. Si bien es cierto que el art. 73 inc. 4 de la Constitu
ción local establece ese límite en el haber de los funcionarios y empleados de l
os tres poderes del Estado solamente constituye una pauta de racionalización del
Estado que, como expresamente lo dispone la misma Constitución, está subordinad
a a los Derechos del Hombre (art. 63 CTDF); entre ellos, su derecho a una retrib
ución justa, a una igual remuneración po igual tarea y a una interpretación siem
pre más favorable para el trabajador (art. 16 CTDF). Si bien vinculado con otro
tema, la Corte Suprema de Justicia, ha dicho respecto de los topes salariales pr
escriptos por las constituciones provinciales: ‘La mera existencia ensí de este
tope, por el cual se vincula la evolución de las retribuciones de los jueces al
sueldo del titular del Poder Ejecutivo lesiona, por su sola atadura, la independ
encia del Poder Judicial que es el valor esencial que subyace, como quedó dicho,
en la ratio del principio de intangibilidad… Ello así desde que se impide, o co
ndicional, la actualización… de los sueldos con arreglo al índice del costo de v
ida… anulando la independencia del Poder Judicial al dejarlo sujeto a la mecánic
a retributiva del Poder Ejecutivo con lo cual se frustra la ratio de aquel princ
ipio, y po lo tanto no queda suficientemente cumplida la exigencia del art. 5° d
e la Cosntitción nacional´ (C.S.J.N. ‘Cook´, Fallos 313:410)”.
Tales criterios, resultan invariablemente aplicables a los Miembros del Tribunal
de Cuentas Provincial, por lo que nadie en su sano juicio, puede negar que el C
onstituyente, mediante la intangibilidad de remuneraciones e inamovilidad del ca
rgo de los Vocales, sumado al modo en que lo ha estructurado el artículo 166 y c
oncordantes de la Constitución Provincial, ha pretendido garantizar su independe
ncia del poder político. Garantía contra la cual –ciertamente- atenta la denunci
a en traslado.
Es que, reiteramos, hasta el propio Gobernador, “dueño” del supuesto tope de la
provincia lo entiende de modo frontalmente opuesto al que pretende atribuirle el
denunciante.
Nótese incluso que, aún después de la sanción de la Ley provincial N° 805, ha em
itido los Decretos Provinciales N° 1364/2010 y N° 1394/2010, mediante los que ra
tifica y amplía los alcances de su anterior N° 2756/2008, por los cuales expresa
mente se merituó que el mentado tope no correspondía ser aplicado a profesionale
s de la Salud, ordenando al área de haberes, se difiera y efectúe la liquidación
del pago de toda diferencia salarial descontada con motivo de superación del to
pe constitucional art. 73 inc. 4°, en los meses en los que el salario no sea aju
stado por dicho Tope, de conformidad con los acuerdos individuales suscriptos po
r las partes.
Con todo lo dicho hasta aquí, como dijéramos inicialmente, puede verse que de re
sultar procedente la denuncia radicada por el señor MARTÍNEZ contra nosotros, és
ta debiera hacerse extensiva –incluso- a la señora Gobernadora por malinterpreta
r los alcances del Tope que marca su sueldo y por idénticos fundamentos, y a los
mismos legisladores que sancionaron la Ley Provincial N° 805 con la pretensión
de reglamentar los alcances del precepto constitucional. Absurdo ¿no?
Llegado a éste punto, corresponde rememorar que, si bien existen planteos de inc
onstitucionalidad que aún no han sido dirimidos por quien corresponde, como ha s
ido consignado ut supra, ante la nueva norma, el Tribunal de Cuentas de la Provi
ncia no ha dispuesto incremento alguno en los haberes de los Miembros ni del per
sonal.
Como conclusión final decimos: Los sueldos de los Miembros del Tribunal de Cuent
as son liquidados con apego a la normativa vigente en la Provincia. Utilizando e
l mismo procedimiento desde el año 1994, adecuándose a pié juntillas a lo establ
ecido por la ley que –tardía pero eficientemente- ha venido a reglamentar y hace
r operativa la cláusula establecida en el punto 4 del artículo 73 de nuestra Con
stitución Provincial.
V.II.-
ALGUNAS CUESTIONES QUE NO PUEDEN PERDERSE DE VISTA.-
Cabe poner de resalto que el Tribunal de Cuentas, en cumplimiento de la función
propia - tanto en sede administrativa como en sede judicial - lleva adelante inv
estigaciones y trámites de reparación del perjuicio fiscal causado por funcionar
ios que tienen a su cargo la administración de los fondos públicos.
En razón de las atribuciones y competencia del Tribunal de Cuentas, es que el Co
nvencional Constituyente entendió necesario otorgarle a los miembros la mismas p
rerrogativas que a los magistrados, garantizando con ello el ejercicio pleno e i
ndependiente para poder llevar adelante las acciones para el cumplimiento de sus
funciones especificas.
Es así que el Tribunal de Cuentas ha iniciado las siguientes acciones y ha aplic
ado diversas multas que a continuación se detallan.
1.- Trámites en sede administrativa del Tribunal de Cuentas de la Provincia:
J.A.R.: 94 caratulado “DIRECCION PROVINCIAL DE PUERTOS DE LA PROVINCIA S/ PAGO F
ONDO ESTIMULO”.
J.A.R. 95: caratulado “J.A.R. 95 S/ DIFERENCIA CANON LICITACION PUBLICA N° 2 S/
CONCESION DE CASINO ELECTRONICO”
J.A.R. 96: caratulado “S/PRESENTACION SR. RUBEN BAHNTJE REF. LICITACION PUBLICA
B.T.F. N° 001/2007 y 002/2007”
J.A.R. 97: caratulado “S/ ANTICIPO C/ CARGO A RENDIR PARA LA SUBSECRETARIA DE IN
FRAESTRUCTURA ZONA SUR”.
J.A.R. 98: caratulado “S/DENUNCIA A.T.E. S/ IRREGULARIDADES EN LA D.P.P.”
J.A.R. 99: caratulado “S/DENUNCIA COLEGIO PUB. DE ABOGADOS USH. REF. CONTRATACIO
N EN B.T.F.”
2.- Expedientes en trámite en sede judicial:
En trámite ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Dist
rito Judicial Sur:
“TRIBUNAL DE CUENTAS C/ SINCHICAY, VICENTE DEL V., SANDEZ LUIS G., NACCARATO RAF
AEL R., MARTINEZ INES L., Y OTROS S/ ACCION RESARCITORIA” Expte. Nro. 11.358, en
los que resultan demandados Vicente del Valle Sinchicay, Luis Gerando Sandez, R
afael Ricardo Naccarato, Ines Liliana Martinez y Julio Cesar Peralta. Monto de l
a demanda pesos doscientos ochenta y tres mil quinientos cuarenta y tres con vei
nticuatro centavos ( $ 283.543,24.-).
“TRIBUNAL DE CUENTAS C/ SINCHICAY, VICENTE DEL VALLE, SANDEZ LUIS GERARDO Y NACC
ARATO RAFAEL RICARDO S/ DAÑOS Y PERJUICIOS” Expte. Nro. 11.420, demandados Vicen
te del Valle Sinchicay, Luis Gerando Sandez, Rafael Ricardo Naccarato. Monto de
la demanda pesos cincuenta mil cuatrocientos ( $ 50.400.-).
“TRIBUNAL DE CUENTAS C/ SINCHICAY, VICENTE DEL VALLE S/ EJECUTIVO” Expte. Nro. 1
2.009, demandado Vicente del Valle Sinchicay. Monto de la demanda pesos seiscien
tos ( $ 600.-).
En trámite por ante el Juzgado de Competencia Ampliada del Distrito Judicial Sur
:
“TRIBUNAL DE CUENTAS C/ SINCHICAY, VICENTE DEL VALLE S/ EJECUTIVO” Expte. Nro. 1
3.627, demandado Vicente del Valle Sinchicay. Monto de la demanda pesos seiscien
tos ( $ 600.-).
“TRIBUNAL DE CUENTAS C/ VAZQUEZ MARTINOVICH ABRAHAN O.Y OTROS S/ ACCION RESARCIT
ORIA” Expte. Nro. 14.137, demandados Jose Carlos MARTINEZ, Abrahan Orlando Vazqu
ez Martinovich y Daniel Masnú. Monto de la demanda pesos cuatrocientos diecinuev
e mil doce con noventa y cuatro centavos ( $ 419.012,94.-).
“TRIBUNAL DE CUENTAS C/ PRELI LILIANA S/ ACCION RESARCITORIA” Expte. Nro. 14.624
, demandado Liliana Preli. Monto de la demanda pesos ocho mil setecientos ochent
a y tres con ochenta y seis centavos ( $ 600.-).
3- Asimismo se aplicaron, en el período 2009/2010 – en algunos casos varias - Mu
ltas y otras Sanciones a los siguientes funcionarios:
a- Manuel RAIMBAULT (Presidente de la Legislatura)
b- Adrian Ruben ARIAS (Presidente del I.P.R.A.),
c- Jorge Alberto ARNST (Director de la Dirección Provincial de Energía),
d- José Manuel BARBOSA (Vicepresidente del I.P.V.),
e- Alicia BAUER (Auditora General Interna del I.P.R.A.),
f- Manuel Fernando BENEGAS (Ministro de Obras y Servicios Públicos),
g- Mónica C. BENITEZ (Directora Provincial de Liquidaciones del I.P.V.),
h- Guillermo BONAPARTE (Vicepresidente de la D.P.P.),
i- María Silvia BOUTEILLER (Presidente del IN.FUE.TUR),
j- Victor Alejandro CANALIS (Ingeniero Agrícola Desarrollo Sustentable y Ambient
e),
k- Carlos M. CANCINA (Secretario Administrativo – Poder Legislativo),
l- Valeria G. COLIVORO (Jefa División de Provisión de la Secret. Contrataciones
y Abastecimientos),
ll- Roberto Luis CROCIANELLI (Ministro de Economía de la Provincia),
m- Vicente FERNANDEZ (Presidente de la D.P.O.S.S.),
n- Silvia FOSSINI (Ministro de Desarrollo Social),
ñ- María Elena GIMENEZ (Contadora General),
o- Daniel LEPEZ MACIAS (Ministro de Obras y Servicios Públicos),
p- Nicolas J. LUCAS (Secretario de Desarrollo Sustentable y Ambiente),
q- Leonardo Luis LUPIANO (Presidente de la D.P.E.),
r- Victor G. MARTINEZ (Contador General del Poder Legislativo),
s- Ruben MORRESI (Director General del Hospital Regional Ushuaia),
t- Liliana Graciela PRELI (Secretaria Administrativa I.P.R.A.),
u- Vicente del Valles SINCHICAY (Presidente del I.P.A.U.S.S.),
v- Claudio QUENO (Secretario de Gobierno de la Comuna de Tolhuin),
w- Marcelo Néstor REINOSO (Secretario de Hacienda de la Comuna de Tolhuin),
x- Rita RIVERA (Secretaria de Contrataciones y Suministros),
y- Luis Gerardo SANDEZ (Director del I.P.A.U.S.S.),
z- Olga Catalina TERRUSI (Directora Administrativa I.P.R.A),
a´- Mario TRACHEL (Dirección Provincial de Energía),
b´- Pedro VILLARREAL (Jefe de Administración de D.P.E.),
c´- José Albino VILLEGAS (Director de Contaduría – Poder Legislativo),
d´- María ZARAGOZA (Coordinadora Ministerio de Desarrollo Social),
e´- José Luis CORSINI (Secretario de Contrataciones y Suministros),
f´- José Luis FELICIOTTI (Auditor Interno IN.FUE.TUR.),
g´- Enrique A. GALVAN (Secretario de Informática y Comunicaciones),
h´- Santiago LESTA (Director de Manejo Icticos y Continentales),
i´- Walter Rene LUCIANI (Subsecretario de Derechos Humanos),
j´- Roberto Andrés MELAZZINI (Sec. de Política Interna IN.FUE.TUR),
l´- Gabriel MUÑIZ SICARDI (Presidente del I.P.V.),
ll´- Adriana URCIOLO (Directora General a/c Recursos Hídricos),
Finalmente resulta oportuno traer a colación, que actualmente el Tribunal de Cue
ntas lleva adelante un sinnúmero de investigaciones en sede administrativa, cuyo
desarrollo se ve gravemente perturbado por procesos como el que aquí nos ocupa,
el cual parecería tener por objetivo de frustrar sus consecuencias naturales.-
(Ver Anexo I)
VII.-
PRUEBA.-
Se ofrece la siguiente:
A.-) Documental:
*) Resolución de Presidencia del Poder Legislativo Provincial Nro 006/09.-
*) Resolución de Presidencia del Poder Legislativo Provincial Nro 070/09.-
*) Decretos nros: 2756/08, 2084/09; 2661/09; 2660/2653; 2498/09; 2111/09; 2110/0
9; 1741/09; 1739/09; 1580/09; 1320/09; 952/09; 951/09; 950/09; 949/09; 1394/10;
1364/10; 817/10, Publicados en B.O. nros 2520; 2663, 2653; 2643; 2626; 2612; 260
3; 2592; 2580; 2727; 2703.-
Toda la documentación enunciada precedentemente se agrega en fotocopia.-
B.-) INFORMATIVA:
Para el caso de que esa Comisión Investigadora no considere auténticas las fotoc
opias acompañadas en el punto anterior, solicitan se libre oficio a:
*) Presidencia de la Legislatura Provincial, para que remita copia certificada d
e las resoluciones Nros. 006/09 y 070/10.-
*) Dirección de Administración del Tribunal de Cuentas, a fin de que informe cua
l es el salario básico de los Miembros.
*) Boletín Oficial de la provincia, a fin de que remita los boletines oficiales
en los que se publicaron los decretos que se le indicarán en oficio a librarse.-
*) Asimismo, se librará oficio al Superior Tribunal de Justicia de la provincia
a fin de que informe si en el mismo, se encuentran radicados algún expediente re
ferido a topes constitucionales, indicando fecha de radicación y estado de los m
ismos.-
*) Se librará oficio a la Secretaría Administrativa del Poder Legislativo provin
cial a los fines de que:
a.-) Remita los legajos personales de la totalidad de quienes ocuparon cargos el
ectivos (legisladores provinciales) y/o políticos (secretarios administrativos y
legislativos) durante los últimos doce (12) años;
b.-) Para el supuesto de que en los legajos solicitados no existieren las consta
ncias documentadas de pagos realizados a los legisladores por cualquier causa, m
otivo o concepto (dieta, gastos de representación, asignaciones generales y part
iculares, desarraigo, etc.), solicitan se remitan las mismas, sin perjuicio de l
o requerido en el punto anterior.-
c.-) Se librará oficio a la Oficina de Haberes – o las que en su defecto corresp
ondan - del Gobierno de la provincia, a los mismos fines y efectos que lo indica
do en los dos puntos anteriores (a.-) y b.-), pero respecto de quienes ocuparon
el cargo de Gobernador de la provincia (se entiende, durante los últimos doce añ
os).-
C.-) TESTIMONIAL:
Se ofrece el testimonio de las siguientes personas:
*) Estela Maris Vandoni – abogada – domiciliada en Manuel Fernandez 842 – Barrio
El Mirador – Ushuaia;
*) Monica Penedo – abogada – domiciliada en Paseo del Campo 2093 – Ushuaia;
*) Demetrio Martinelli – abogado – domiciliado en 25 de Mayo 260 – of 1.- Ushuai
a.
Quienes depondrán sobre la forma de fijación de antigüedad y título en la interp
retación de la ley 50 y tope Constitucional.-
D.-) Pericial Contable:
Se designará perito contable único de oficio a fin de que establezca la remunera
ción de quienes ocuparon el cargo de Gobernador de la provincia durante los últi
mos doce (12) años, teniendo en consideración los rubros: dinero efectivo, por c
ualquier causa, motivo o concepto, vivienda y gastos inherentes a la misma (gas,
luz, etc.) sufragados por el estado provincial, personal de servicio y mantenim
iento, automotores, chofer, alimentación, ello previa producción de la prueba in
formativa antes indicada (pto. B.-) – C.-);
La misma tarea llevará a cabo el señor perito designado, pero respecto de los se
ñores legisladores y secretarios, también previa producción de la prueba ofrecid
a en el punto B.-) – B.-)
VIII.-
PETITORIO.-
En consecuencia por todo ello, SOLICITAN:
VIII.1.-) Los tenga por presentados, por parte, con los domicilios reales denunc
iados, el legal constituído en calle Polidoro Seguers 86, todos de la ciudad de
Ushuaia y se les conceda, la participación por derecho les corresponda.-
VIII.2.-) Por efectuadas la totalidad de las diligencias que se especifican a lo
largo del presente y que se identifican en el capítulo I.-) OBJETO de este escr
ito.-
VIII.3.-) Por ofrecida la prueba que hace a sus derechos.-
VIII.4.-) Oportunamente, se resuelvan la totalidad de las cuestiones previas en
el sentido pretendido por los suscriptos o, en su defecto, se absuelva de culpa
y cargo a los mismos, en la inteligencia que sus conductas, en modo alguno puede
n ser consideradas como mal desempeño de las funciones que le son propias.-
VIII.5.-) Se tengan presentes la totalidad de las introducciones y reservas de C
ASO FEDERAL EFECTUADAS.-
Proveer de conformidad
SERA JUSTICIA.-

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