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En su acepción más común ciudadanía significa poseer la condición de ciudadano/a,


entendiéndose por tal la persona que es sujeto de derechos políticos de un estado y
normalmente habitante de él. Sin embargo, este concepto de ciudadanía limita su idea
a poseer un determinado estatus (en este caso, ser titular de unos derechos políticos y
haber nacido o haber residido en un Estado) sin referirse a la práctica de la ciudadanía.
Como recoge Lister ³Ser un ciudadano en el sentido legal y sociológico implica
poder disfrutar de los derechos de ciudadanía necesarios para la agencia y la
participación social y política. Actuar como ciudadano significa satisfacer el potencial
de ese estatus´. Por ello, en nuestra definición atenderemos tanto a la idea de
ciudadanía como   como a la de ciudadanía como   

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Describiremos ambos sentidos de la ciudadanía mediante la siguiente estructura:


comenzaremos por las diferentes  
  que han dado origen a la concepción
actual de ciudadanía en el pensamiento occidental:     
   
 
 Posteriormente, analizaremos algunas 
   
   de la
ciudadaníapara concluir con los      de la ciudadanía, ámbito
que está más relacionado con la educación para el desarrollo.

 
 
 

 


    entienden que la ciudadanía es un estatus, que otorga el derecho
a los ciudadanos a disfrutar de un conjunto de derechos garantizados por el estado.
Los primeros derechos eran los de carácter civil y político (derecho a votar, a la
propiedad privada, a la libertad de expresión, etc.), en los que se enfatizaba la no
intervención del estado. Posteriormente, con la contribución de Marshall (1950),
considerado uno de los padres del pensamiento contemporáneo en este tema, la
ciudadanía pasó a incluir los derechos de carácter social (derecho a la educación, a la
sanidad, etc.) en los cuales se presupone un mayor intervencionismo estatal.
La segunda tradición es la 
  en la cual, en contraposición con la visión
liberal que enfatiza al individuo, se hace hincapié en que la ciudadanía se define por el
hecho de sentirse miembro de una comunidad, de un grupo, y compartir una serie de
u  u 
 como el respeto por los otros y el reconocimiento de la importancia
del servicio público. Desde la perspectiva comunitaria, los derechos de los grupos
pueden tener significados legales y políticos.

Y, por último, para la 


 
, el ciudadano puede ser entendido como
el que comparte una identidad cívica común, modelada mediante una cultura pública
común que se alcanza, para muchos autores, a través de la participación en la vida
pública. En este supuesto, la ciudadanía, como identidad cívica, serviría para aglutinar
a los ciudadanos, por encima de identidades particulares (étnicas, religiosas, etc.).


  
   



Sin embargo, la idea de ciudadanía no se limita únicamente al status legal del
ciudadano/a, sino que, desde otras perspectivas, se identifica con el  
   !   
 En todas sus respuestas se aprecian unos elementos
comunes:

1) Una idea de    entendida como recibir un trato imparcial y, asimismo, cuando


sea preciso, diferenciado para corregir su falta de empoderamiento.
2) La idea de  
  
tanto por su condición de ser humanos como también
por el respeto a sus diferencias.
3) La 

es decir, la habilidad de las personas para poder ejercer un
cierto grado de control sobre sus propias vidas.
4) Por último, el cuarto grupo de significados de este tipo de ciudadanía derivan de la
   entendida como la capacidad de identificarse con otras personas y de
actuar de manera colectiva en la búsqueda de la justicia y el reconocimiento.

Siguiendo con la discusión sobre el disfrute real de los derechos de ciudadanía, es


también importante estudiar le derecho de acceso a la 
 
 

en los Estados europeos. Es necesario superar un modelo de ciudadanía ligada a la
nacionalidad por otra concepción de la 
"
 a la  
donde
la vecindad local cobra especial relevancia ya que es el espacio que nos permite
entender más fácilmente cómo los inmigrantes comparten con los vecinos las tareas,
las necesidades, los deberes y, por tanto, los derechos propios de la ciudadanía.

Una aproximación distinta a la idea de ciudadanía nos la presenta Adela Cortina


(1997) cuando habla de una 
  "que tenga derechos pero que también
sea capaz de asumir sus  
   Desde esta perspectiva, la autora plantea
distintas aproximaciones al concepto de ciudadanía: la ciudadanía económica, la
mediática y la intercultural.

La 
  
  (Cortina, 1997) tiene como objetivo la denuncia y
transformación del sistema económico causante de formas de sometimiento y
precariedad. De acuerdo con las nuevas teorías de la ciudadanía económica los
ciudadanos, en tanto que afectados por los acuerdos que se toman en la esfera de la
economía y de la empresa, han de participar e intervenir de algún modo en tales
decisiones. Así, los cursos de acción económica han de contar, para su legitimidad
social, con el acuerdo de todos los ciudadanos que se ven concernidos por ellos,
siendo los ciudadanos actores e interlocutores válidos y no meros súbditos laboral o
económicamente.

Posteriormente, la misma autora (Cortina, 2004) desarrolla el concepto de



      "  Se trata de un nuevo estilo de ciudadanía
aplicada a los medios, dueña de su destino en el ámbito audiovisual, formada e
informada convenientemente y capaz de diferenciar el entretenimiento que estupidiza
y vulnera derechos, y el entretenimiento respetuoso, de calidad, creativo, no medido
con parámetros estrictamente cuantitativos (basados en el audímetro) y que
promociona en vez de oscurecer la libertad de los receptores.

Otro significado de la ciudadanía entendida como práctica activa y responsable es la




  (Cortina, 2002), donde lo relevante es el respeto a las
culturas que conduzca a un  desde el que los ciudadanos puedan discernir qué
valores y costumbres merece la pena reforzar y cuáles obviar. Esta concepción de la
ciudadanía es distinta a la 
   que plantea Kymlicka (1996),
que propone el reconocimiento de derechos para grupos culturalmente diferentes que
precisen de una especial protección.

"      





La 
      reivindica un espacio de participación en el
ámbito trasnacional. Bajo esta perspectiva se encuadran las propuestas políticas de
modelos de democracia global y también la acción de los movimientos trasnacionales
de la sociedad civil. La idea de ciudadanía global está en la base de muchas
propuestas educativas que se formulan en los años 90. Como afirma Angela Grunsell,
sólo ³en la arena internacional pueden abordarse las injusticias internacionales y las
desigualdades [«.] hay que movilizar a los ciudadanos del Norte y del Sur para
desafiar a la gobernabilidad tanto en el nivel nacional como en el internacional´

A la vez que se dibujan propuestas de participación ciudadana a escala global,


también se reivindican espacios de  
 
 
"  , aquí
ponen el acento en el paso de una democracia meramente representativa a una
participativa donde lo sustantivo es la participación de la ciudadanía en la toma de
decisiones públicas.

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