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1 LA GRATUIDAD DE DIOS
El concepto de gracia es amplio y complicado, pues bajo esta palabra subyace la riqueza
de la experiencia religiosa y de la fe cristiana como encuentro y relacin entre el hombre y
Dios. Ya en griego y latn gracia rene en s varias realidades, a veces dispares. Puede
ser sinnimo de benevolencia, amor, placer, belleza... El mismo problema aparece en las
lenguas modernas. Cuando gracia se aplica a la relacin entre Dios y el hombre, la
comprensin de la misma depender de la comprensin de Dios y del mismo hombre. De
aqu que la riqueza de matices sea innumerable y en el estudio de la tradicin cristiana los
acentos pueden ser dispares an diciendo materialmente las mismas palabras.
Ya con la escuela de Tubinga y la escuela romana (s. XIX) realizan una recuperacin de la
primitiva unidad de la comprensin de la fe: Dios y el hombre no son competidores sino
personas llamadas al encuentro y a la comunin. Esto se ve en el renovado inters por
temas eclesiolgicos, as como de temas del Tratado de Gracia como el de gracia
increada, inhabitacin trinitaria, el deseo del sobrenatural. Desde esta perspectiva, no
trataremos el tema de la Reconciliacin como fruto de un plan divino "frustrado" por la
accin libre del hombre, con el peligro de caer el vicio teolgico de oponer gracia divina y
libertad humana, sino que se descubre como una eleccin divina a la plenitud y a la
realizacin en libertad. Dios no es misericordioso por accidente: desde toda la eternidad, y
a pesar de la posibilidad factible del pecado, ha querido ofrecer plenitud y redencin al
hombre.
Pero se encuentran tambin motivaciones que van ms all. No pocos niegan la utilidad y
el sentido del sacramento. Algunos rechazan la confesin individual que exige la
acusacin detallada de los pecados mortales y, recurriendo a la praxis antigua, justifican
su postura y abogan por la celebracin comunitaria de la penitencia. No slo los sondeos
ponen de relieve la gravedad y algunas causas de esta situacin, sino que los mismos
ministros, por diversidad de motivos, consideran tiempo y fuerzas perdidas el dedicar
horas a confesar: en la prctica, parece habrseles diluido el sentido del Sacramento de
la Reconciliacin.