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HENTRO AGRONOMICO TROPICAL NE INVESTIGACION Y ENSERANZA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA PROYECTO MANEJO DE PLAGAS AGENCIA INTERNACIONAL DE DESARROLLO CONTROL INTEGRADO DE PLAGAS EN SISTEMAS DE PRODUCCION DE CULTIVOS PARA PEQUENOS AGRICULTORES ORGANISMO INTERNACIONAL, REGIONAL DE SANIDAD. AGROPECUARIA Volumen It CATIE — UC/USAID — OIRSA TURRIALBA, COSTA RICA 27 AGOSTO — 21SETIEMBRE 1079 cuRSsO CONTROL INTEGRADO DE PLAGAS EN SISTEMAS DE PRODUCCION DE CULTIVOS PARA PEQUENOS AGRICULTORES COORDINACION Carlos U. Leén Velarde, M.S. Coordinador de Capacitacién CATIE, Turrialba Costa Rica Donald Calvert, Ph.D. Especialista en Proteccién de Cultivos Coordinador Técnico Universidad de California Berkeley, California U.S.A. Joseph Saunders, Ph.D. Entomélogo; Coordinador Técnico CATIE, Turrialba Costa Rica Fausto Cisneros, Ph.D. Entonélogo; Coordinador Técnico Universidad Nacional Agraria La Molina Lima, Pera © Centro Agronémico Tropical de Investigacién y Ensefiafiea -CATIE- 1979, Turrialba, Costa Rica. Se autoriza la reproduccién total o parcial, siempre y cuan- do se haga referencia a la fuente original. NOTA DE LA COORDINACION El Curso Control Integrado de Plagas en Sistemas de Produccién Para Pequefios Agricultores, fue realizado en el Centro Agronémico Tro- pical de Investigacién y Ensefianza, CATIE, en Turrialba, Costa Rica; con la participacién y financiamiento de la Universidad de California, a través de su proyecto Manejo de Plagas con la Agencia Internacional de Desarrollo US/AID. Durante el desarrollo del curso, los conferencistas escribieron su presentacién respectiva, considerando su enfoque sobre el aporte que realiza, el componente del cual es especialista, en el control in- tegrado de plagas. En este volfimen se reporta la presentacién realizada y se espera que sea de utilidad a toda persona relacionada al control integrado de plagas y sistemas de cultivos. Para la impresién, 1a Coordinacién tuvo que realizar algunos can- bios de forma pero no de fordo; manteniendo —las opiniones y en= foques vertidos en cada trabajo, los que son de responsabilidad de los autores. Joseph Saunders, Ph.D. Carlos U. Leén Velarde, M.S. Entomélogo, Coordinador Técnico Coordinador de Capacitacién CATIE CATIE CONTENIDO Volumen IT Pagina LISTA DE CONFERENCISTAS i PRINCIPIOS DE CONTROL INTEGRADO DE PLAGAS Louis A. Falcén 6 FORMULACION Y APLICACION DE PLAGUI- CIDAS Virgil H. Freed 32 DINAMICA QUIMICA: TRANSPORTE Y'COM- PORTAMIENTO DE SUSTANCIAS QUINICAS EN EL AMBIENTE; UN PROBLEMA EN SA- LUD AMBIENTAL Virgil H. Freed 48 MANIPULACION, TRANSPORTE, ALMACENA- MIENTO Y-DESECHO DE PLAGUICIDAS Virgil H. Freed 65 TOXICOLOGIA DE PLAGUICIDAS Y SU EN- PLEO POR PERSONAS NO EDUCADAS Virgil H. Freed 85 PRACTICAS PARA EVITAR Lis CONTAMINA- CION A NIVEL DE PEQUENO AGRICUL- TOR Virgil H. Freed 96 PROCEDIMIENTO PARA LA ARLICACION DE PLAGUICIDAS EN SISTEMAS DE CULTI- VO PARA PEQUETIOS AGRICULTORES Myron Shenk 102 RELACION ENTRE EL TIPO DE LABRANZA Y LA INCIDENCIA DE PLAGAS EN LOS SISTEMAS DE PRODUCCION DE CULTI- VOS DE PEQUEMOS AGRICULTORES Joseph L. Saunders y Myron Shenk us EL MANEJO Y SUPRESION DE LA RESIS- TENCIA A LOS PLAGUICIDAS Goorge P. Georghiu 120 ALGUNOS ESTUDIOS EPIDEMIOLOGICCS DE ENFERMEDADES EN SISTEMAS MIXTOS DE PRODUCCION DE CULTIVOS RaGl Moren: MANEJO DE PLAGAS 5N ALGODON Andrew Gutiérrez ESTIMACION DEL UMBRAL ECONOMICO DE DANOS CAUSADOS AL ALGODON (GOSSYPIUM HIRSUTUM L.) POR EL BELLOTERO (HELZOTHIS ZEA BODDIE) Y POR EL PICUDO (ANTHONOMOUS GRAN- DIS BOH) Andrew Gutiérrez G. Leon Quant FITOMEJORAMIENTO PARA RESISTENCIA EN PAPA H, David Thurstcn MANEJO DE PLAGAS EN CULTIVOS HORTI- COLAS, CON CONSIDERACION ESFECIAL DE LA PRODUCCION DE TOMATE EN ZO- NAS NO TOMATERAS Andrew King EL AGROECOSISTEMA DE LA YUCA RaGll a. Mereno MANEJO DE PLAGAS EN CULTIVOS PERENNES José Rutilic Quezada ENFERMEDADES DEL CACAO Gustavo A. Enriquez PLAGAS DEL CACAO Joseph L, Szuncers Gustave A. Enriquez ALGUNOS ASPECTOS ACRONOMICOS DEL CUL- TIVO DEL BANANO Y DEL PLATANO Ramiro Jaramillo ANEXO Lista de. direcciones de participantes al curso Contenido Volumen I Contenido Volumen III Pagina 133 15h 173 189 206 an. 296 299 302 CONFERENCISTAS Donald Calvert, Ph.D. 2288 Fulton St. Suite 310 Berkeley, CA 94704 U.S.A. Ted Granovsky, Ph.D. Bevartament of Entomology Texas A 6 M University College Station, TX 77843 U.S.A. Louis Falc6n, Ph.D. Departament of Entomology Hilgard Hall University of California Berkeley, CA 94720 U.S.A. Michael Irwin, Ph.D. INTSOY Agricultural Entomology 163 Natural Resources Building University of Illinois Urbana, IL 61801 U.S.A. Fausto Cisneros, Ph.D. Departamento de Sanidad Vegetal Universidad Nacional Agraria Apartado 456 La Molina, Lima - Per Vingil H. Freed, Ph.D. Department of Agricultural Chenistry Oregon State University Corvallis, OR 97331 U.S.A, H, David Thurston, Ph.D. Departament of Plant Pathology Cornell University Plant Science Building Ithaca, NY 14850 U.S.A. Andrew Gutiérrez, Ph.D. Division of Biological Control University of California 1050 San Pablo Avenue Albany, CA 94706 U.S.A, G. Clay Mitchell, Ph.D. U.S. Departamente of The Interior Fish and Wildlife Service Denver Wildlife Research Center Building 16, Denver Federal Center Denver, CO 80225 U.S.A. eith Andrew, Ph.D. Universidad de Florida/AID Contract American Enbassy San Salvador, El Salvador Frank Peairs, Ph.D. Secretaria de Estado en el Despacho de Recursos Naturales Hondras José R. Quesada, Ing. Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria OIRSA, Depto. Central (01) 16 Calle a Santa Tecla Edificio Carbonel N°2 piso 1 San Salvador, El Salvador Harold T. Reynolds, Ph.D. Department of Entomology University of California Riverside, CA 92502 U.S.A. Ray F. Smith, Ph.D. 2288 Fulton St. Suite 310 Berkeley, CA 94704 U.S.A. desis A. Reyes, Ph.D. CIAT, Apartado 6713 Cali, Colombia Roger Lépez, M.S. Universidad de Costa Rica San Pedro, Costa Rica Evaristo Morales, Ing. Ministerio de Agricultura y Ganaderfa Direccién de Investigacién San José, Costa Rica José E. Macta, Ph.D. Jefe de Defensa Agropecuaria Oficina de Cuarentena Vegetal Edificio OXGSA, 25 Av. Norte Frente Colegio Guadalupano San Salvador, El Salvador Ramiro Jaramillo, M.S. ASBANA Apartado 6504 San José, Costa Rica Luis Carlos Gonzlez, Ph.D. Facultad de Agronomia Universidad de Costa Rica San Pedro, Costa Rica Oscar Arias, Ph.D. Universidad de Costa Rica San Pedro, Costa Rica TECNICOS DEL CATIE Turrialba, Eduardo Locatelli, Ph.D. Myron Shenk, M.S. Joseph Saunders, Ph.D. Humberto Jiménez, M.S. RaGl Moreno, Ph.D. Luis Navarro, Ph.D. ‘Andrew King, Ph.D: Costa Rica Robert Hart, Ph.D. carlos Burgos, Ph.D: José Fargas, Ph.D. Miguel Holle, Ph. D. Pedro Oftoro, Ph.D. Heleodoro Miranda, Ph.D. Gustavo Enriquez, Ph.D. PRINCIPIOS DE CONTROL INTEGRADO DE PLAGAS Louis A. Falcén* A. OBJETIVOS El desarrollc de 1a agricultura fue uno de los maycres logros en 1a evolucién del hombre, En cl mundo actual, 1a agricultura produce la mayor parte de nuestros alimentos y gran parte de nuestras vesti- mentas. Asimismo, muchos productores agricolas son importantes ‘en cl procesc y manufactura de gran cantidad de productos industriales que usamos dias a dia. La agricultura es la mayor fuente de ompleos en el mundo, ya que mis del 70% de la pente vive en zonas rurales y, en su mayorfa, trabajan en actividades relacionadas con 1a agricultura. En los paises en vias de desarrollo, ontre el 70 y el 90% de 1a mano de obra depende de la agricultura. ‘Sin embargo, la poblacién mundial seria probablemente menos del 1% de lo que cs hoy dia. Sin embargo, Se espera que en los préximos 25 afios 1a poblacién mundial aumente de 4 a 6 mil millones, y la mayor parte de cste incremnto tendr& luger en los paiscs cn vias de desarrolle, Para cl afio 2.000 cl 87% de la poblacién mundial vivird en los paises en vias de desarrollo y existi- r& un déficit de alimentos de 100 millones de toneladas en «1 Tercer Mundo. La Gnica forma de compensar este déficit es haciendo que les propics paises aumenten su produccién agricola de 3 a 5 veces sobre su producci¢n actual; y esto deteré ser hecho por les millones de pe- quefios agricultores que viven en estos paises. En el Tercer mundo hay 100 millones de fincas de menos de 5 hectreas, y de cllas mis de la mitad tienen menos de una heetarea de extensicn. En el mundo siempre han cxistido problemas de alimentacién, pero Ja causa principal scn la pobreza y la igncrancia mis que la escasez do aliment., Las mayor parte de 1a gente simplemente vs demasiado po- bre para comprar los alimentcs que necesitan para obtener siquicra sus neccsidades minimas nutricicnales. Com resultado de 1a cxplo- sién demogréfica en las dos Gltimas décadas, ¢l desenples en muchos de los paises en vias de desarrollo aumenté de 25 9 45%, Se cstims que en el afio 2000 por lo menos 800 millones més ¢e personas carccerén de modes de vide. Un elements clave cn la s-lucién de los problemas que confronta ¢l Tercer Mundo ¢s la planificacién familiar. Los ccnoci- mientos y 1a experiencia que se ha venido acumulandc, han mostraco a los expertos en poblacién que los indices cu fertilidad empiezan a - # Universidad de California, Berkeley, California 94720, Estados Unidos declinar conforme 1a mujer est& en condiciones de alimentar a sus hijos correctamente y mantenerlos saludables. Se espera que los agricultores produzcan el alimento para todo el mundo, pero, en muchas regiones, ellos ni siquiera pueden alimentarse adecuadamente asi mismos, mucho menos a otras personas. En muchos casos no sélo carecen del capital para finan- eiar sus actividades agricolas sino que no poseen el adiestramiento, la educacién y la pericia necesurias para lograr una produccitn éptima en sus tierras. Si tomamos en cuenta que mis del 60% de los pequefios agri- cultores en los paises en viac de derarrolio son mujeres, una mejorfa en sus condiciones tendria un efecto iimediato doble: descenso en los indi- ces, de fertilidad y aumento en 1a produccién de alimentos. En los paises desarrollados del munco, a menudo 108 agriculto- res alimentan a muchas personas, pero los insumos energéticos son my elevados y costosos. Generalmente son demasiado costosos para ser adop- ‘tados en los paises en vias de desarrollo. En aquellos paises en vias de desarrollo en donde se ha introducido 1a agricultura con insumos de alta energia, como en el caso de la llamada "revolucién verde" ha ocurri- do un efecto importante como lo es ‘el desplazamiento de los pequefios agricultores, cre&ndose, por lo tunto, desempleo que genera mayores pro- blemas de hambre. Aunque 1a "revolucién verde" puede condicir a un au- mento en la produccién de 2! imeto=, los agricultores desplazados no se beneficiarfan porque ahora no tiene: forma de comprar ¢l alimento que necesitan, no importa cun abundante sea. Le agricultura que hace uso de insumos de alta energia exige gastos elevados en maquinaria, fertili- zantes, plaguicidas y combustible. Muchos paises en vias de desarrollo deben importar todos estos elonentos, por lo que deben hacer desembolsos fuertes y pueden ocurrir déficits en su comercio. Por otra parte, mien- tras la maquinaria puede ser una “aversién a largo plazo con deprecia- cién gradual, los fertilizantes, plaguicidas y combustibles son articu- os de consumo inmediato y requieren un flujo constante. Son muy pocos lcs casos en que 1a produccién agricola en un pais en vias de desarro- Mo rinda las ganancias suficientes cc:, para compensar de manera sig- nificativa los déficit creados con 1a compra de estos suministros. Es- te es un factor muy inportente que contzibuye a la creciente disparidad econémica entre los paises del Tercer Mund» y los paises desarrollados. An en los paises desarrollecos, 1a agricultura que emplea in- sumos de energia es my cara y su uso-continuado peligra, a menos que se encuentren sustitutos adecuados para el petréleo. Un elevado por- centaje de los plaguicidas y fertilizantes sc derivan del petr6leo, asi como el combustible que hace funcionar 1a maquinaria agricola. Segtin indican algunos informes basados en extimacicnes recientes de las re- servas y el consumo, pare el afio 2000, o se menos de 30 afios, el pe- tréleo se habré agotado en el mindo. Por lo tanto, vemos que incluso Ja agricultura moderna es solamente una situacifn temporal y que deben buscarse alternativas si es que va c haber suficiente alimento para los habitantes de los paises desarrollados, sin contar a las cantidades crecientes de personas en los paiecs del Tercer Mundo. La agricultura moderna también conlleva serios problemas anbien- tales. Es obvio el envenenamientc de seres humanos y la destruccién de 1a fauna acuStica y de la vida silvestre causada por el uso de plaguici- das téxicos. Se nota bastante la eutroficacién de las aguas debido a la Lixiviacién de los fertilizantes quimicos. Son menos evidentes 1a en- fermedad y miseria humana causadas por la exposicitn a dosis sub-letales de plaguicidas quimicos téxicos o el sutil descensc y desaparicitn de una especie animal conforme los plaguicidas téxicos se desplazan por la cadena alimenticia o se acumulan de otras formas cn el aubiente. Los residuos de plaguicidas quimicos scbre y en los alimentos © invisibles, y Nosotros los consumimos sin darnos cuenta cn diversas cantidades y combinaciones. Generalnente, de acuerdo astatus econémico de una perso- na su dieta, y mayor es la posibilidad de consumir re- siduos quimicos. Esto se aplica especialmente en aquellas regiones del mundo en donde se ejerce poco o ningfin control sobre el uso de plaguici- das en 1a agricultura. Aunque en muchos de los paises desarrollados se exigen ensayos de cualquier plaguicida quimicc nuevo, y aquellos Productos que se sospechan que sean carcindgenos sc eliminan del mercado, no hay manera de evaluar lcs efectr.s de las diversas ccmbinaciones y cantidades crecientes de productos quimicos artificiales a los que es- ‘tamos expuestos. Caca persona es diferente y consume diversas cantida- des de residuos quimicus segfin sea su dieta. Cada uno responder& de ma- nera diferente debido a su propia forma dv vida, Por otra parte, aun- que en paises desarrollados se pueden eliminar del mercado productos quimicos peligrosos, debidc a los rigidcs sistemas gubernamentales de control, esto no se aplica a aquellos paises que carccen de estas res- triccicnes. Un febricante que trabaja en un pais desarrollado puede enviar un producto peligrcso a un pais en vias de desarrollo sin nin- gGin problema (p.e. Phosvel). Luego el pais en vias de desarrollo puede “exportar productos agricolas tratados con cl producto peligroso al pais desarrollado en donde est prehibide. Nu. hay solucioncs simples para el problema del suministro de alimentos, nutricién, déficits comeréicates y ccntaminacifn ambiental en el mundo; sin embargo, hay formas de reducir bastante y pesiblemen- te climinar algunos de estos problemas cn varios paises. Una posibili- dad es la aplicacién del control integrado de plagas. (CIP) on 1a pro- duceién y almacenamiento ¢c cultivos alimenticics. £1 principal cb- jetivo del control integrade de plagas y establecimien- te. La capocitacién y 1a educaci¢n sen las primeras actividades, su importancia aumenta y son actividades que permanecen durante toda 12 vida del programa CIP. Al principic se emplee para estimular el inte- rés en CIP, mediante la concicntizacifn sobre su cxistencia y la demos- tracitn de sus beneficics. Luege se las cmplea pari crientar a lus in- vestigadores y usuari.s de CIP en el desarr-lle adccuads del métodv. La capacitacitn y 1a educacién dan las bases de 12 ccntinuidad y la c- velueién on las actividades de investigaeién y desarrollo. Sclamente mediante 1a capscitacitn y la educacién es posible alcanzar cl usc y el establecimientc del CIP. La capacitacitn y 1a educacién incluyen tvdas 12s formas de trens- ferencia € intercambic de informacin a todos 1s niveles. Los niveles invelucrades sen usuarics (agricultores), personas encargndas de su de- sarrcllo (investigadores); aquelles personas que hacen pcsible el cc- senvolvimient. del CIP (cdministrad res, financieres, legislad-res) y el ccnsumid:r (todus nosotros). Mediante 12 capzeitacitn y la educa~ cién puede demostrarse que el CIP es una forme sensata y pr&ctica para manejar lcs problemas causades per las plagas. Nes my complicade desarrollar ni demasiado car> para aplicar. A este respect’, trata de suministrar evidencia de que la scciedad n. puede darse el lujo Je ne desarrellar y aplicar el enfique de c.ntrol integrad- de plagas. Ta capacitaci*n y 1a educaci#n sirven asimiemc para cricntar y guiar a la comunidad eh el desarrollo y el us: del control integrads de ple- gas. El fluje c intercambi: ce infurmaci‘n facilita el establecimicn- to del CIP. Los programas elucacionales y 1s cursos de capacitacién aumentan Ja exp.gicién de personas al CIP y brindin un suministro continuo de trabajadores adiestrados para facilitar el establecimiente del enfoque del CIP. La educzcién y 1a capacitaci?n nunc: pierden su importancia. Investigacién y desarrulle El enfcque bisicc en la investigacién y cesarrullo cel CIP necesi- ta de la determin:cidn de los niveles de cafe econémic> para los culti- vos que se van a proteger, de la identificacién cc 1s plagas con las que se va a trabajar, y el desarrcll. de niveles eccnémic.s de trata miento pera las plagas que sv ven 2 combatir., Esta informicifn se - -13- necesita para evaluar las tacticas de control de plagas y para desarro- liar estrategias disefiadas para mantener las poblaciones de plagas a ni- veles infericres a aquéllos que causan dafics econémicos. Aquellas t&c- ticas y estrategias que se sepa que son practicas desde el punto de vis- ta econémico y sensatas ecolégicamente son promulgadas y se estimila su uso por parte del agricultor, continuamente se supervisa, se revalora, se refina y se ponen al dia las tacticas y estrategias operacionales del ‘CIP. cuindo se est& desarrollando el enfoque CIP 1a primera considera- cién e§ una evaluacitn realde los problemas y de las necesidades de in- vestigacién en la produccitn y almacenamiento de cultivos. Para faci- Litar 1a investigacitn y el desarrollc se establece una organizacién pars definir prioridades, determinar objectives y desarrollar un plan de accién. La contabilidad, 1a evaluacién de progrescs y 1a actuali~ zecién son funcicnes discfiadas para mantener el programa de investiga- eign y desarrollc en curso. Una vez que se ha desarrollado 1a tecnolo- gla de CIP deben realizarse esfuerzcs crganizados para llevar 1a tecno- Jogia al agricultcr y estimular su usc. El valur y la importancia de jas tacticas y estrategias de CIP se comunican al gran pGblico, a los - administradores y a lcs legisladores. Debe tomarse la accién necesaria para buscar cambios en 1a legislacitn existente, o para desarrollar nuevas reglas para apcyar 1a implementacién del CIP. El estableci- miento permanonte del CIP se logra mediante 1a educacién y la capacita~ cifn del agricultcr, de otros miembros de la comunidad agrfccla, de los investigadcres, ‘administradores y del pGblico en general. La actividad mis lenta en su cvclucién es cl establecimiento y la adopeién del CIP. Su impetu depende de cufn efectives hayan sido las actividades de capacitacién y de educacién, as{ como 1a productividad de los programas de investigacitn y desarrollo. El uso del CIP puede iniciarse a principios del pericdc de desarrollo mediante la aplicacién de infcrmaciin tomada de ctros programas. Raramente alcanza mucha a- ceptacién hasta que hayan pasad: los afics iniciales de ensayo y error. Su expansién es tent: horizontal come vertical. Por horizcntal se re- fiere al aumento en el nfimers de agricultores que lo aplican. La ex- pansitn vertical es 1a confianza y utilizaci‘n creciente del enfoque por cada usuario. El cbjetivo debe ser lcgrar un indice elevado de a- ceptabilidad y de usc (digamos 80%) dentro de un lapsc de 10 a 12 affos) Use y establecimiento Evidentemente, los perfcdcs de tiempc y los grades relativos de esfuerzc necesarics para desarrollar lcs diversos componentes, varian. dentro de cada situacién y cultive, asi com: con la energia utilizada y los enfoques empleadcs. . -u- C, ESTRATEGIA BASICA El control integradc de plagas funciona mejor come parte de un sistema total de produccién y manejo de cultives. Ninguna parte de este sistema puede funcionar my efectivamente sin que las ctras se fusionen arménicsamente. Para lograr esto se necesita aplicar un en- foque sistem&ticc y cientificc. Durante tod: el proceso de preduccién del cultivo es esencial que se satisfagan las necesidades de crecimien- to y desarrollc de la planta. Esto significa un suelc que presente las propiedades fisicas y quimicas necesarias para estimular y prom-ver el crecimiento, el desarrcllo y el rendimientc adecuado. Necesita que el medio en que est el cultivo tenga el Ambitc indicadc de temperaturas, para producir las unidades de calor necesarias para que el cultivo se desarrolle y madure en un lapso razcnable. Debe haber agua disponible en cantidades suficientes, y con una distribucitn adecuada para satis- facer las necesidades de la planta durante las diversas fases criticas de crecimients y desarrollc. Deben tomarse en cuenta ctros factores come longitud del dia, cantided y calidad de la rediacifn solar, hume- dad relativa y vient, ya que cumplen funci:nes muy importantes en cl desarrcllc del cultivo y 1a fcrmaci*n de la cosecha, Es de vital im- portancia ubicar el cultivo en el medio ambiente adecuado, con condi- ciones de suelo satisfactcrias para que el control integrado de plagas sea un éxito, Tratar de forzar a un cultivc a crecer en un medio poco apropiado y bajc ccndicicnes desfavcrables de suelo conduce a proble- mas de produccién de origen tantc fisicc como biclégico. En osta si- ‘tuacién las plagas pueden ser particularmente importantes y alcanzar propercicnes catastréficas (ejemplo: el trigo en el Sur del Brasil). Una vez que se encuentran las condiciones apropiadas para el cul- tivo, la situacién debe ser relativamonte est&tica y permanente. Por el contraric, 1a aplicacitn de técnicas de cultivo eficientes son de- terminadas per ¢l agricultur y, en ccnsecuencia, &ste puede ser un fac~ ‘tor muy variable en el panorama total de 1a producein de cultivos. fn efectc, el agricultor puede ser el factcr mis dafiino para su culti- vo debidc a ignurancia, errores de juicic y decisicnes incorrectas. Pa- va aplicar el ecntrol integradc de plagas es ..csencial estar en capaci- dad de identificar las causas del dafi: eccn*mico. La experiencia ha demostrado que el dafic econémice puede ser causado por muchos factores. E1 agricultor puede dafiar su cultive al efectuar limpias dafiando las raices; moviende equipo por cl campc y decapitand: las plantas; aplican- do un plaguicida que quema las hojas. Las pr&cticas incorrectas de ma- nejo pueden resulter en tensicnes papa la planta debidas a falta de a- gua o a dafios al f-llaje causadcs por una scbre desis ce fertilizante. El tiempo puede cafiar las plantas mediante quemaduras causadas por el scl, heladas y vientos fuertes. Lcs organisms vivientes pueden causar dafics de todo tip.. Dentro de esta categoréa se incluyen las malezas, lcs patégenos, los animales vertebrados ¢ invertcbradcs. Este Gltimc grupc es el que interesa principalemte al contrcl integradc de plagas. -15 - En afios recientes se he desarrellade y aplicado diversas estrate- gias en el control integrado de plagas. De estas experiencias se ha a- prendide mucho y ha habide y continfian habiendc refinamiento y mejora- miento progresive de los métodes empleados. Las estrategias se ajustan para enmarcarse en las diferentes situa- ciones con diversos niveles de complicacin en sus operaciones, ccnfcr- me sca necesaric. La f:rmulacitn se una estrategia basica de control integrado de plagas necesita de la mezcla, entrelazaniento y armoniza- cién de components de diversas experiencias. Puede que nc sea indi- cada en su totalidad pare ningfn cultive, © puede no contener suficien- tes elementos pare el desarrllo de una estrategia en ctro cultivo. Aunque se le presenta como una estrategia basica, es, com todas las estrategias en control integrado de plagas, un modelc dinfmicc, de fi- nal abierto, que evolucicna y cambia ccn 1a nucva informacién que gene- ran las expericncias que se realicen. El modelo b&sicc de control integradc de plagas que se presenta, contiene lcs elements de las metas ideales que deben buscarse. Los componentes cc una estrategia total de control intesrado ¢e plages dan al agricultor un enfoque cientificc sélido y confiable para selec- cionar los problemas causados per las plagas. Estos ccmponentes son firmes y razcnables desde los puntos de vista ecolégico, sociolégico y econémico. En su forma ideal una cstrategia de CIF dice al agricul- tor qué esperar y cuSndo esperarlo. Da al agricultor la manera de e- vitar que ocurran problemas causados por plagas. Cuando se presenta un problema permite al apricultcr ver por qué sucedié de modo que pue- da evitar que ccurra en el futuro. Permite al agricultor cultivar y almacenar una cosecha con un minim: de ccntaminacién ambiental y de perturbaciones indeseables, permitiéndole, a la vez, cbtener buenas ga- nancias por el dinero y el esfuerz« invertidos. (Cuadro IIIB; pag.20) Al aplicar une estratcgia do CIP es conveniente diidir 1a esta- eign en perfcdcs distantes relacionados con las actividades agricolas. Las divisicncs basicas usadas aqui son: 1) el perfodo de precosecha; 2) el perfodo de crecimiento del cultivo y 3) el perfodo poscosecha. 3.1 El perfcdo precosecha En cultivos anuales esta es 1a 6poca de preparscién del sue~ lo y de siembra. El perfode precosecha se reficre a todas las activi- dades asociatas con la preparacién para el préximo afic apriccla. © En e1 caso de plantas perennes las actividades principales sor poda y Lim- pieza. Las principales actividades CIP sen: 1) muestreo, 2) prenésti- co de eventos para el afic siguiente, 3) aplicacién de tActiczs apropia- das de combate de plagas y de manejo, cuando 2va neccsaric, y 4) desa- rrollc de programas de diseminacién de informacién y dc educaciGn. El muestreo es la recopilacién de ‘nformcifn para determinar la -16- presencia, abundancia y condicién de los organis- observacién se comparan con los prontsticcs ajustades. Se determinan las causas de las desvia- ciones en lcs patrones observades y se toma accitin en donde sea necesa~ rio. En el cuaér se anotan posibles factores responsables dd desviacio- nes. Cuadre IIT A. le ~ 18 - Los requisit s para una produccitn agricola éptima Ccndicicnes metecrolégicas apropiadas La 1.2 1.3 Ambitc y distribucién apropiada de temperatura y produc- cin de 1a unidad de calor requerido. Cantidad de intensidad de luz sclar correctas. Suministro adecuade de agua distribufda apropiadamente Condiciones agronémicas apropiadas 2.2 Utilizar un suelo ccn las caracteristicas fisicas y quimicas correctas. Manejo cficiente al. 3.2 3.3 3.4 3.6 3.7 3.8 3.9 Emplear manejo de suelo apropiado incluyendo preparacién de las eras de germinacién, técnicas de plantacién, cul- tivo, cobertura de la cosecha, rotaciones. Utilizar sélo semilla sana y de las mejores variedades. Plantar cn la fecha adecuada, utilizando 1a cantidad i- deal de semilla. Proveer medics para 1a nutricién de 1a planta cuando y donde se necesite. Mantener 1a densidad de plantas éptimas Eliminar 1a competencia entre plantas del mismo cultive Gntra) y la competencia cn otras plantas (malezas) Ginter). Utilizar aprcpiadamente el sistema de riego -cuando esté dispcnible-. Cosechar en el moments preciso utilizando los métodos nas eficientes. Evitar que las c-sechas sufran dafics de importancia eco- némica (CIP). a. Prevenir 1a intr ducci*n de plagas(cuarentena/eontre= les legislatav.s). -19- b. Evitar que las poblacicnes de plagas alcancen nive- Jes que provequen dafizs de importancia econtmica. ¢. Utilizar stlo métedes do ccntrol que sean cecl4gica- mente adecuades y c:mpatidles evn e] ambiente. @. Les métodes de control que pueden utilizars. incluyun: 1. Fisicos: extraer cl agente con la manc, matarlo in situ, peda, defcliacifn, trempas, rastra, arada, calor, fric, desecaci¢n, almacenamient- hermético, raspadure, cnergia cloctrcmagnttica, rx¢izci‘n infra- roja, esquemas de calor, radiaci:nes icnizantes. 2, “Culturales: &pcca te sicmbra, veda, época @e co- secha, métides especiales de cultive, variedades re- sistentes, cultivos intercalaivs, r-taci“n, aspects sanitarics, rom ci‘n de los huspedercs altern:s ¢c las plagas. 3. Bicltgicos: ‘(predatures,parésites y pat‘gencs), conservacitn, estimular la ccurrencia natural, au- mento pr medi: de intreduceitnes, criar y liberar, esterilizacién, manipulacin genética, fer-mnas. 3. Plaguicidas quimicss: repelentes, fumigantes, venencs estomacales, venen:s de contact efimer., venencs residuales, venen's sistematicos. Todas las actividades roalizadas para aleanzar 1a preduecitn agriccla éptina del encajar en los patrones cc7légiccs de la sociedad. 4.1 4 Les programas deben cor bien estructurades ecol’gicamen- te y deben ser crmprtibles con la sociedad en la que se presentan. El enfcque debe abarcar lus necesidcdes fundementales del hembre, La aplicacién de métodes pars evitar que las cesechas su- fren dafcs de importancia eccn’mica, Aeben basarse en cl us. de los recurs: naturales sencvables Iccales y en las aspiraciones de las perscnas as ciadas ccn el programa. Tedas las actividades relacicnsdas ccn pr duceifn y pro- teccifn vegetal, tenderfn a permitir I> participacin y el control maxims de las deciciones sceiales dv las per- sonas afectadas. Cuadre III B, Los ingred - 20 - lentes esenciales para hacer operativa una es- trategia Je proteceién vegetal para el contre! integrads de plagas. Identificacién exacts de los pr dlemas reales y de 10s prece- cimientos ce toma de é:cisiones. TActicas de ccutrol que prevengan efectivemente el dafio ecc- némic: causado por las plagas, siempre que sean ccnpatibles ecol6gicanente. Un sistema de alerta razonablomente exactc, que se ponga al dia ccntinuamente, para prevenir a los campesinos de lcs da- fios d: las plagas. Un programa de cuarentena efectivo, pare evitar 11 introduc~ cifa de crganismos que pucdan ccnvertirse -n plogas. El establemimicnto de redes de distribuci’n de informacién que alerten, informen y eduqucn 2 tudes los niveles sobr: el valer, ks progrescs y les logros del enfoque CIP. -21- 3.3 Perfodo poscosecha Estimular la ejecucién de todas las actividades que ayuden a reducir las poblaciones de plagas principales durante el perfodc pos- cosecha. General (G) PROGRAMA G.1 Identificar é 4rea que se va a inclufr dentro del programa CIP y dividirla en subregicnes que tengan condiciones agro- némicas, ed&ficas y metecrolfgicas similares. 1.1 Requisitos de infcrmacién 2) 2) 3) 4) Datcs del tiempo; se sugiere un minimo de diez afios. Informacién disponible sobre las caracteristicas c- d&ficas de 1a regién. Infcrmacién disponibles sobre lcs medelos de culti- vo de la regién. Informacién dispcbible sobre las prfcticas de los campesinos y los habitos de la gente de la regién. 1.2 Metodologia 1) Resumir y analizar lcs datos de tiempo. Concentrar- se cn (a) patrones de temperatura, especialmente la minima y méxima, y determinar 1a produccién de uni- dades de calor disponibles para el cultivo; (b) can- tidad y distribucién de 1a precipitacién; (c) humedad relativa promedio; (d) 1a direccitn prevaleciente del viento .y velocidad promedic (esto va a indicar la direccifn en que se mueven los insectos y el patrén de mvimiento para continuar con las aplicacicnes); y (3) perfdos con nubosidad permanente (esto influye sobre los insectcs nccturnos y sobre la eficiencia de las trampas de luz) ~22- 2) Se harén esfuerzcs para identificar subregiones con un patrén metecrolégico homogéneo. Se utilizan dates cuantitativos y observacicnes locales en reas donde ne haya datos. 3) Evaluar las propiedades fisicas del suelo y 10s da~ tos de perfiles e incluirlos dentro de las subregié- nes. 4) Incorpcrar la informacién de patrones de produccitn dentro de las subregiones. 5) Incluir informacitn basica respecto a las pr&cticas agricolas. Indicar especialmente las diferencias en- tre regiones. 6) Actualizar y revisar lcs arreglos por subregiones, conforme se disponga de datos mis recientes y mejores. G.2 Colectar y analizar informacién climftica dentro de cada sub- regitn para determinar las condiciones actuales. Almacenar en banco de datos. 2.2 Informacién necesaria 1) Temperatura m&xima y minima diarias, tanto en el ai- re como en el suelo. 2) Humedad relativa diaria 3) Direceifn y velocidad diaria del viento Metodologia 1) Instalar estacién climatclégica (o emplear instala- cicnes ya establecidas) dentro de cada subregifn cn sitios que brinden datos representatives de la sub- regién en general. 2) Instalar aparatos que registren 1a temperatura en ca- da parcela que esté bajo el programa CIP (unc por hect&rea, coms minimo). Siempre que sea posible em- plear. instrumentos de contre] permanente. Donde haya personal dispsnible para lecrlos a la misma ho- va todes los dias, pueden usarse termémetros de mi- xima-minima. Instflese refugios tipc NOAA en una ubicacién perma- nente, fuera de la zona de actividad, bajo la luz del sol, con la puerta hacia el ncrte. La altura del refugic debe ser equivalente a la altu- va promedio del cultivo en plena madurez. 3) 4) 5) = 23 - Les datos generales de tiempo se colectan diaris- mente, se tabulan, y 1a inf-rmacién se hace llegar semanalment. -el mismo dia a tod.s los supervisores CIP. Les datos sc archivan y, siempre que sea p7si- bles, se computan. Una vez al af:, generalmcnte untre épocas de siembra, lcs datos climatclégiccs se examinan y se comparan a les datos ccn les de efics antericres. Los limites entre subregiones se ajusterén nde y cuando sea ne- cesaric. Diariamente deben tomarse y tabularse los datos de temperatura de parcel=s individuales. Por lo menos semanalmente debe calcularse 1a produccién de unid2- des de calor para el cultivo y para las plagas prin- cipales. Los datos son utilizados per los supervi- sores CIP para evaluar el crecimiento del cultive y la situacién de las plagas. 6.3 Mantener a los agricultores y a 1a comunidad asuciada c infor- mada de los hallazgos y ofrecer los datos necesarivs para una constante actualizacién de prenésticos y recomendaciones. Mantener informada 2 la comunidad de lcs progresos y resul- tados en general. Permitase una mixima participacitn y control de decisiones so- ciales de las personas afectadas. 3.1 Informacién necesaria 1) 2) 3) 4) 5) Patrones observadcs y prenésticos de crecimiento del cultive, desarrcllc y formacién del 1a ccsecha, Datos observades y prenfsticc que mucstron 1a apari- citn, actividad, abundancia y desaparecitn de plagas. Status de fact wes naturales dc mortalidad. Justificacitnes de todas las accicnes rec:mendadas/ tomadas, Toda le informacitn asociada con 1a causa y efectc de técnicas dv c.ntrol recomendadas/empleadas. 3.2. Metcdologia a) Informar a ios agricultores con regularida¢ de nutves datcs, decisicnes, justificaci(n, recomendacicnes y/o acciones efcctuadas. Ayudar 2 los agricultcres 2 tc~ mar decisicnes finales, cunnde y éonde sea necesaric. = 4 - 2) Por lo menos una vez al dia, todos los trabajado- res del program CIP deben reunirse ¢ intercambiar observaciones, datcs, puntos de vista y recomenda- ciones. Los grupor pequefics de 5-10 personas scn ideales. Unc 0 ms supervisores de area deben reu- nirse siempre con cada grupe para facilitar diglogos inter -e intra-grupos, asi como el intercambio de informacién. 3) Por lo mencs una vez, al mes, deben efectuarse reu- niones para que toda la ccmunidad conozea y discuta scbre pronésticos, cbservacicnes, progress, posibi- lidad sobre 1 programa CIP. G.4 Establecer cursos educativos (a nivel de secundaria y univer- sidad) para enseflar y adiestrar gente en la nplicacién y uso del CIP. Perfodo precosecha(PP) PP,1 Prencsticar patrones de crecimientu, cesarrolle y formacién de 1a ccsecha para el cultivo. La 1.2 Informacién necesaria 1) Conocer 1a fenologia del cultive 2) Conocer los requerimientrs de temperatura para el cre- cimiento y desarrollo del cultivo. Para cada &poca principalmente (semilla, raices, partes vegetativas y partes reproductivas) conocer los umbrales y el nivel letal de temperatura y unidad de calor. 3) Un baner de dats ecn temperatures ambientales dia- rias e informacién general sobre los patrones clima- tologicos por los Giltims diez afios. Metodologia 1) Seleccionar los patrones de temperatura esperados pa- ra el préximo perfcdo de crecimiento del cultiv. Re~ ferirse 7 pronédstico del tiempo de largo aleance. 2) & cultivos anuales seleccionar las fechas de siembra m&s convenientes para los cultivos que se van a som- brar. ~ 25 - 3) Sigase el mismo enfoque para cultivos perennes, pe- ro hagase pronésticos para la finalizacién de la 1a- tencia, perfodo de hinchazén de las yemas, aparicién de 1a primera hoja y de la pgimera flor. 4) Para pronostiear los patrones de crecimiento, desa~ rrollo y formaci6én de la cosecha para el cultivo de- termine la acumulaci6n de unidades de calor por dia (desde e1 umbral hasta el punto letal) para cada 6- poca erftica en secuericia empezando con la siembra Graficar. PP2. Estimar 1a aparicién, abundancia, distribucién (tiempo + es- pacio) y desaparicién de los organismos considerados como plagas importantes. 21 Informacién necesaria 1) Identificacién de las plagas m&s importantes. Cate- gorizar segin el tipo de dafio e indice de importancia. 2) Conocer 1a biologia bfsica, 1a fenologia y el compor- tamiento de las plagas m&s importantes. 3) Conocer los factores meteorolégicos criticos que in- fluyen sobre el desarrollo, abundancia, y actividad de las plagas mayores. 4) Conocer los efectos de los factores de mortalidad mas importantes sobre el desarrollo y abundancia de las plagas principales. 5) Un banco de datos con inforviacién sobre la tempera- tura ambiental diaria ¢ informacién general sobre pa- trones de tiempo en los Gltimos diez afios. 6) Pronéstico del tiempo confiables de large alcance pa- ra el &rea, 7) Conocer e1 ciclo lunar para 1a 6poca de cosecha. Metodologia 1) Para determinar 1a aparicién de cada plaga importan- te, determine el status potencial de los principales factores meteorolégicos que estimulan la actividad durante e1 perfodo de produccién del cultivo. p.e. a) Picudo Centro América _precipitacién Texas, U. S. temperatura b) Gusano del manzano Temperatura + Precipitacién - 26 - 2) Para proncsticar la abundancia y distribucién de cada plaga importante empléense técnicas de medi- cién de poblaciones que puedan ofrecer la informa- cién mis cxacta sobre supervivencia y abundancia de su supervivencia. Pe. muestras de suelo para gusanos de alanbre selecciones de tronco para gusanos del manzano muestras de bellotas para bellotero on Centro América 3) Determinar 1a acumulacitn de unidades de calor dia~ ria para caéa plaga (desde el umbral hasta el nivel) Para cada estadio dentro de una generacién, y para cada generacitn, futura empezando con la fecha de aparicién. Graficar. PP. Identificar los peri os de peligro potencial cuando puede o- currir dafio econémico al cultive. Estudiar de nuevo las fechas de siembra del cultivo en un es- fuerzo para minimizar los dafios causados por la plaga al cul- tivo. 3.1 Informacién necesaria Gr&ficas de desarrollo del cultivo (PPI) y pronéstico de plagas (PP2). 3.2, Metodologia 1) Superpenge figuras de ajarici¢n, abundancia ‘y desa- poricitn ce las plagas principcles en dingramas | re- vinmente clalc rades Cel crecimiento y ‘csarm.llc del cultivo. 2) Cambie los diagramas y busque pericd.s criticos cuand» crea que pueden ocurrir dafios de importancia econémica. PP4, Inférmese a los agricultores sobre 1a situacién anticipada. AyGdelos en cuanto a planificacién y preparacién. 4,1 Informacién necesaria Poonéstico del plagas tprincipales Pronéstico de ecsechas -27- 4.2. Metodclogia Efectuar seminarics y conferencias, emplear la radio, la televisitn y rtros medics de comunicacitn. Informar especialmente a los agricultcres, grupcs de ser- vicic a los agricultores, entidades financieras y compra- cores. PP.5° Estima la ejecuci*n de todas las actividades que ayucen a reducir las pcblaciones ecn respecte al desarrcllc esperadc. Muestréese ¢) cultivo ¢ intervalos predeterninados y midase <1 crecimicnt- y el desarrrllo. Compare el crecimients y el desarrelic de 1a planta con les esperad’s. Bisquense desviacicnes y tratese de determinar las causus. Algunas causas para desviacicnes de los ncrmal pueden criginarse en dafios de origen diversc. climatic’ :: (temperatura, precipitaci‘n, granize, heledas) sucks: : (ccmpactacifn, nutricién, propic¢ades) irvigaci‘n: (intorvalcs, cantidades ( distribuci‘n ina- cccuad:s; temperatura del 1gux demasiad baja) mecinicos ; (prfcticas agricclas: prdz de las rafeus ,rup- turas causadas per mquinarias ¢ por vtrss ti- 1s do tr&fic:) quimiecs : (desis excesivas de fertilizantes, fit.t-xi- cidad causada por plaguicieas) competencia: (intraesjecifica, madczas). Plagas —: insectes, pat*gon.s, vertebradcs -29- PC.2 Estudie las actividades de lcs organismes considerados plagas importantes. Determine 1a aparicién, abundancia, distribucitn y desapari- cién. Anticipe lcs cambios y de 1a woz de alerta cuande se presentan situaciones peligrosas. 2,1 Requisitos de informacin » 2) 3) 4) 5) Pronéstic. de plagas preccsecha Temperaturas m&xima y minima ambiental diaria. Mé- todos para calcular unidades de calor. MEtodos eficientes y confiables para muestrear po- Dlacicnes ce plagas que puedan estar sobre y den- tro del cultivo. Métodes eficientes y confiables para mestrear po- biaciones dc plagas cerea del cultivs y en la regifn en general. Registros de todas las actividades agren‘micas efec- tuadas durante 1a vida del cultive. 2.2 Metodologia 1) 2) Determinar si una plaga es responsable de las desvia- ciones que presentan los patrones de crecimiento, de- sarrollo y formacién del rendimeinto de la planta en GP. 1, Establecer si la desviacitn significa dafics eccn6micos, 0 si la poblaci¢n ha alcanzado el umbral econtimico. Recomendar y tomar las accicnes indicadas. Existen va- rics camincs: a) cuando las poblaciones de plagas y los dafios ccasic- nadcs a las planta estén en ¢ exceden el umbral de dafio econtmico, deben temarse acciones de combatu. b) si una poblacién es ligeramente infericr al umbral de daffo econémico debe aumentarse la frecuencia de los mues- trecs, tanto de 1a plaga como de parte dafiadas. Asimis- mos es posible que se necesite combatir la plaga. Compare 1s patrones « bservados y los wsperadcs y deter- mine las causas de las desviaciones en 1:s ratrenes de aparici“n, abundancia, Cistribucitn y desaparicién. Causas posibles: = 30 - a) La acumulacién de unidades de calor para una es: pecie en particular est4 adelantada, o atrasada, o la informacién empleaca es incerrecta. b) Los efectos de mortalidad pueden tener una influen- cia mayor o mencr de 1a esperada. ¢) Las prfcticas de manejo del Cultivo pueden haber influido sobre 1a densidad de 1a poblacién y su acti- vidad PC.3 Controle los factcres naturales de mortalidad y determine sus efectos ecbre las peblaciones de plagas. 3.1 Requisitcs de informacién 3.2 1) Informes ciarins del tiempo para 1s regién. 2) Registros diarics de temperatura ambiental, m&xima y minima, en la zona. 3) Métodcs para evaluar 1a abundacia, actividad e impacto de los predatores, parasites y patégencs en la parcela y en su proximidad. 4) Efecto de los predatorcs, parfsitns y patégenos sobre sus hnspederos e influencia sobre los densidades de la publacita. 5) Conveimient., de los efcetcs de temperatura y de otres componentes del clima scbre la actividad y éxitc de plagas, parfsit~s, predatores y pattgencs. Metodclogia 1) Determinar 1a influencia 2. los factores naturales de mortalidad scbre las prblaciones de plagas que estén et. c cerca de sus umbrales ¢c dafio econémico. Deter~ minar si los factores naturales de mrtalidaé pueden inpedir que ocurran myores cumentes en la poblacién. Usese esta informaci“n cuanto sc tomen decisiones so- bre las t&et:cas de contrel que se van a omplear. PC.4 Dende y cuando sca necesaric recomien*e y utilice las t&cticas de contrel que sean ecci¢gicaminete adecuadas y crmpatibles con el ambiente. 4,1 Requisitos de inforsacin » Patrones ciservaéns y previstus de crecimient:., de- sarrello y icrmaci*n del 1a c.secha. 4.2 2) 3) 4) 5) 6) -al- Datcs observadcs y previstos que muestren 1a aparicitn, actividad, abundancia y desaparicién de las plagas. Niveles de dafios econémicos para el cultive, y el po: tencial de dafics de la plage El papel de lcs factores naturales de mortalidad en la regulacién de: la abundancia ce 1a plaga. causa y efectc de-las tfcticas de control que se emplearsn. Informacién econémica incluyendo: a) costo de las medidas de control, b) valor de la cosecha y ¢) poreién de la cosecha amenazada y su valor. Metedslogia 1) 2) 3) Utilizando los patrcnes de crecimiento del cultivo y las medidas de poblaciin de la plaga, determine cuando y donde se necesita tomar medidas de control. Determine 1a reduccién necesaria ée 1a plage, la forma de aplicar las medidas de control y el programa. Preparese para ccmpensar © ajustar las alteracicnes e- colégicas ocasi~nadas por le medida de control empleada. = 32+ FORMULACION Y APLICACION DE PLAGUICIDAS Virgil H. Freed* Introduceién En el curso del Gltimo medio siglo los plaguicidas se han convertido ‘en instrumentos sumamente importantes para la agricultura y 1a salud pi- blica, El uso de estos productos quimicos para el control de insectos, malezas, hongos y otras plagas ha contribufdo considerablemente a aumentar Ja calidad de los alimentos. De igual importancia ha sido el uso de pla- guicidas, especialmente insecticidas, para el control de insectos vectores como la mosca tze-tze y el mosquito de 1a malaria para la proteccién de la salud humana. A pesar de los esfuerzos sustanciales que han sido encauza- dos en los Gltimos afios al hallazgo de medios no quimicos para el control de plagas, los plaguicidas siguen siendo uno de los principales métodos para combatir estas plagas. Existen varios métodos prometedores de con- trol’ biolégico, el uso de feromonas y captantes y, por supuesto, 1a apli- cacién de un sistema de control integrado de plagas. Sin embargo, existe un’consenso de opinién basado en estudios profundos realizados por varios grupos en el sentido de que los plaguicidas seguirén siendo el arma prin- cipal para el control de plagas en un futuro predecible. Por consiguiente, si los plaguicidas son tan importantes para la pro- teceién del suministro de alimentos y 1a salud, deben ser usados de la ma- nera mfs efectiva y segura. Estos productos quimicos son instrumentos sumamente sofisticados con efectos biolégicos que no sc limitan a una pla- ga especffica, sino que igualmente afectan una amplia variedad de otros organisms. Por lo tanto, vale la pena realizar esfuerzos para obtener una aplicacién y utilizacién m&s segura y efectiva de estos productos quimicos. Ademfis, hay que tener presente la posibilidad de una escasez de plaguicidas debido a 1a crisis energética, lo que hace 4s importante optimizar 1a eficiencia de su uso. La premisa de este trabajo es que la mejora de las formulaciones y las aplicaciones pueden ayudar a obtener Jas metas de seguridad y eficiencia. Antecedentes Si bien los plaguicidas son esenciales para el bienestar del hombre, si se usan indebidamente son potencialmente perjudiciales. El uso de pla- guicidas plantea tres tipos de problemas, a saber: intoxicaciones humanas, residuos en alimentos y en el ambiente, y el desarrollo de especies resis- tentes de plagas. Estos problemas no se derivan de una propiedad intrfn- seca de los plaguicidas, ya que pueden ocurrir con casi cualquier producto = 33 - quimico -natural o sintético- si se usa de la misma manera. MAs bien, el problema surge debido al mal uso, a la sobreconfiaaza e, igualmente importante, a las técnicas de formulacién y aplicacién inadecuadas. Se tiene como axioma entre los especialistas en control de plagas que se requiere menos del 10% del producto quimico aplicado para el control de Ja plaga y el resto de la sustancia se desperdicia. Debido a los problemas que se derivan del mal uso de los plaguicidas, algunos han intentado adoptar el sencillo enfoque de abogar por 1a prohi- bicién de muchos de estos productos. En efecto, atin entre los expertos en el manejo de plagas, existe tendencia a prescindir del producto qui- mico cuando se plantea algtin problema. Tengo la certeza de que muchos de os problemas que han surgido se deben a que los especialistas en manejo de plagas no han reconocido 1a fuente del problema, a saber: el modo de uso ineluyendo 1a formulacién y la aplicacién. Pocas sustancias quimicas pueden usarse directamente como el producto técnico para el control de plagas. £1 producto quimico puede ser tan insoluble que no haya forma de aplicarlo. Acends, hay otros productos quimicos que son tan téxicos que si no se diluyen en 1a formulacién apro- piada no pueden aplicarse en pequefias cantidades para el control de plagas sin causar perjuicios indebidos. AGn con una formilacién y aplicacién adecuadas 1 uso de plaguicidas conlleva un considerable desperdicio. Se ha estimado que, en algunos casos, apenas el 10% del producto quimico apli- cado al rea de cultivo es todo 10 que se requiere para el control de pla- gas si todo el plaguicida se aplicara directamente sobre la plaga. Esto se debe a la imposibilidad de hacer la aplicacién directamente sobre la plaga. Otro factor que implica el uso de mayor cantidad de producto quf- mico que 1a cantidad especffica que se requiere para el control de las plagas, es 1a degradacién del producto quimico en el ambiente. Por con- siguiente, se tiene que emplear una cantidad extra del producto quimico para alcanzar y mantener la concentracién necesaria para controlar las plagas durante un perfodo de tiempo. Las formulaciones de productos quimicos pueden ser de varios tipos; ademfs, algunos productos quimicos se ofrecen en mis de un tipo de formu- lacién. La formulacién consiste corrientemente en un diluente como un Polvo b&sico o un disolvente combinado con otros ingredientes para pro- curar las propiedades correctas de aplicacién, Las diferentes formla~ ciones que se requieren dependen del tipo y condiciones de aplicacién, del organismo al cual se destinan, y de la naturaleza del propio plagui- cida. Entre los factores que deben considerarse en las formulaciones, figuran los siguientes: el método de aplicacién, 1a necesidad de dilucién del ingrediente activo, 1a seguridad en el manejo, 1a reduccién de pérdi- das por dispersién, 1a vaporizacién y degradacién, y 1a adherencia al cul- tivo o al suelo que se est&n tratando. A continuacién se describen algunos de los tipos comunes de formula~ ciones que se usan actualmente. = 34 - Polvos Los polvos se formulan para uso directo y no requieren mayor dilu- ef6n. El contenido de ingrediente activo en el polvo varfa usualmente entre el 1 y el 10%, aunque algunas veces se emplean mayores porcentajes de ingrediente activo. Debido a su naturaleza masiva, los polvos se pre- paran localnente a partir de concentrados de polvo mediante dilucién con un material inerte apropiado tal como arcilla, harina de cfscara de nueces u otros materiales. El ingrediente inerte debe ser escogido no sélo por su facilidad de aplicacién, sino también por su compatibilidad con-el plaguicida. Por razones obvias los polvos se pulverizan muy finamente. Son m4s fSciles de aplicar que los polvos humectantes o emulsiones, y requieren normalmente equipo mis sencillo. En comparacién con algunos otros tipos de formulacién, son menos aptos a ser fitot6xicos en el caso de los in- secticidas, pero son sumamente susceptibles a la dispersién durante 1a aplicacién.. En general, existe menos peligro por exposici6n’ dérmica a os polvos, pero por inhalacién son probablemente tan t6xicos como otras formulaciones. Los polvos se desalojan f&cilmente de la superficie de Jas planas por-el viento y 1a lluvia, de manera que su vida residual es mfs corta que la de algunos otros tipos de formulaciones. Granulares La formulacién de plaguicidas en particulas mis grandes es especial- mente adecuada para su aplicacién en el suelo. Se preparan usualmente en concentraciones similares a las que se usan en los polvos, es decir, entre 1% y 25% 0 m&s. — Debido a su tamafio, las formilaciones granulares de pla- guicidas no se adhieren al follaje. Al igual que los polvos, las granula- res se formulan usando portadores inertes tales como arcillas, algiin agente aglomerante apropiado, y se comprimen en el tamafio de particula deseado. Las formulaciones granulares no son, naturalmente, adecuadas para el tra- ‘tamiento de follaje, y algunas veces pueden tener la desventaja adicional de poseer una actividad biolégica menor debido a 1a absorcién en 1a arcilla. Se supone que es posible alcanzar mejores sustanciales en las formilacio- nes granulares, sobre todo para insecticidas sistémicos, utilizando formu- laciones de liberacién sostenida (tales como las que se logran mediante revestimiento con un piastico). Polvos mojable: Los polvos mojables son esencialmente el mismo tipo de formulactén que los polvos, salvo que contienen un agente humectante. E1 agente hu- mectante sirve para dispersar el polvo en el agua; 1a concentracién de ingrediente activo en los polvos mjables varia entre el 10 y el 75%. Les polvos mojables suspendidos en agua empiezan a asentarse pronto si no se revuelven o agitan. 35 - Algunas de las propiedades ffsicas de los polvos mejables que, son importantes para su aplicacién son las siguientes: unifcrmidad de distri+ bueién, tamafio de las particulas, mojabilidad, suspendabilidad. Estas caracteristicas tienen que cumplir con normas racionales para su facili- dad de aplicacién y resultados efectivos. Formulaciones 1fquidas Las formulaciones 1fquidas, ya sean derivados solubles en agua o concentrados emulsificables, estén destinadas para aplicacién por rociado con un portador liquid apropiade, En algunos casos la formulacién es preparada para aplicacién 2 muy bajo volumen (volunen ultrabaj>) sin ma- yor dilucién. Hay una gran voricdad de f-rmulaciones 1fquidas que varfan entre materiales solubles en agua (sales aminas de 2,4-D) y formulaciones fluidas que son s6lidos finamente pulverizades y dispersos en un 1iquido apropiado para aplicacién por rocizdo y concentrados emulsificables (Pa- ratién etflico Ec.). Recientemente se han desarroiladc algunas nuevas variaciones de formilaciones lfquidas. Entre las mis interesantes se cuenta la del paratién metflico microencapsulads, en que el producto quimico se encuentra encapsulado cn cuentas pldsticas. Esta formulacién est prevista para aplicacién por rociado. Tiene un2 menor toxicidad en os mamfferos por absoreién de la piel, asf como por ingesti6n oral, y una vida residual m4s larga en la planta que el concentrado emulsificable comparable. Factores que deben tenerse en cuenta en las formulaciones En el pasado, 1a principal prescupacién en el desarrcllo de una formulacién era 17 de poner al ingrediente active en tal forma que fuera posible su aplicacién. Una vez obtenido esto, el préxim: objetivo era asegurar la estabilidad quimica y 1a vida de almacenaje de la formula y solamente entonces se prestaba atencién a molificar 1a formulacién para optimizar la efectividad biolégice. Sflc recientementc se ha dado més atencién al desarrollo de formulaciones para mayor facilidad de aplica- eién y efectividad mejorada. Esto ha courrié: cuand> so han empezado a apreciar plenamente los factores tanto de la formulacién ccmo del ambiente que Iimitan la eficiencia de los plaguicidas. Ya que se necesitan antecedentes para preparar una formulecién ade- cuada, es conveniente pasar revista a algunos de.los factores ambientales en el comportamiento de plaguicidas. Segtr se xsever6 antericrmente, a fin de alcanzar el objetivo que se desea, el pliguicida debe'ser aplicaco en la cantidad adecuada, er: el lugar anrepiad. y on el momento preciso. Desearfa agregar a esto una advertencia adicion:l; ésta es: el plaguicida debe persistir en 1a concentracién bivolégica efectiva durante un perfodo dé tiempo suficiente para conseguir el control de las plegas. Auncue hey en dia la persistencia es término despective cuando se aplica a los pla- guicidas, uno de los problemas estriba en asegurar e] grado apropiado de persistencia. Las formulaciones ?c 1iberecién controlada son represen- tativas de lcs esfuerzos que se realizan para alcanzar la Icngevidad = 36 - requerida de los depésitos de plaguicidas. Varios factores ambientales influyen en la eficacia de la aplicacién de los plaguicidas. El Cuadro 1 presenta cuatro de los factores mis im- Portantes. Cuadro 1. Factores ambientales que influyen en 1a eficacia de los plaguicidas. 1, Temperatura (altura y variacién) 2. Liluvia (suministro de humedad) 3. Luz (intensidad y calidad) 4. Suelo Ocurren pérdidas en el usc de plaguicidas debidas en parte a los factores anteriores y en parte a las formulaciones y métodos de aplica- cién. El Cuadro 2 presenta algunas de las fuentes de pérdidas en la aplicacién y el uso de plaguicidas. Cuadro 2. Factores que limitan 1a efectividad de 1a aplicacién de plaguicidas. 1. Pérdidas durante 1a aplicacién 2. Degradacién: Quimica Biol6gica Fotoquimica 3. Vaporizacién 4, Deslave con agua 5. Lixiviacién (en el svelo) 6. Adsoreién Considérese el problema del arrastre de plaguicidas durante su apli- caci6n. Cualquier material que no llegue al frea-cbjetive es ineficaz y, por lo tanto, constituye una pérdida. El arrastre es debido en parte, naturalmente, a factores ambientales, p. ej.: el viento, el método de aplicacién, etc. Pero probablemente en un grado inadvertido sea debido ala propia formulacién. Es muy posible que las particulas, especialmente Jas particulas de aspersién menores de 100 micrones de didmetro, sean dis- persadas del Srea-objetivo afin en condiciones de vientos suaves. Hasta cierto grado, las modificaciones del volumen de aplicaci6n, el portador, Ja presién y 1a boquilla pueden controlar el tamafio de las gots. Sin embargo, un factor que tiene alguna importancia es 1a vaporizacién del portador de la gota, lo cual da por resultzdo una gota de mayor difmetro Y, por consiguiente, con mayor tendencia a la dispersién. El problema no radia, por lo tanto, en el producto quimics en sf, sino en el portador y -37- la aplicacién. Por consiguiente, si se efectda una aspersién en condi- ciones de baja humedad relativa y alta temperatura lo que se necesita es un agente en la formulacién que reduzea 1a velocidad de evaporacién del agua a fin de asegurar el nantenimiento de gotas de tamafio grande. Al- gunos trabajos recientes kan demostrado que varios agentes, especialmente los poligiicoles, pueden ser sumamente eficaces a concentraciones relati- vamente bajas para tal propésito. En el Cuadro 3 y las gréficas 1 y 2 se presenta informacién que ilustra mejor el problema de la evaporacién del portador. Cuadro 3. Velocidad de evaporacién (H 0, 86°F, 50% de humedad relativa) Difmetro de 1a gota ‘ 7 Distancia en micrones Tiempo de vida (seg) de la caida 200 56 69 pies 100 14 6 pies 50 3.5 1.25 pulg. 100 80 Diémetro dela 60 gotita Tiempo (segundos) reque- en mi- "46 pido para que una gota crones de agua pierda el 90% de 20 su volumen a 25.6°C y 708 de humedad relativa 0 2.0 4.0 6.0 8.0 10.0 Tiempo en segundos Gr&fica 1. Evaporacién en funcién del tamafic de la gota ~ 38 = Movimiento lateral en viento de 1 milla/hora, pies 0 5 10 15 20 25, 30 0 5 Distancia de la cafda, 10 en pies as BURT Tsaparece 200 25°C de temperatura 50% de humedad rela- tiva 20 Gr&fica 2. Relacién entre 1a distancia de cafda en el aire y el movi- miento lateral de gotitas de agua que caen a una velocidad terminal de un viento de una milla por hora. Una vez que el plaguicida llega al objetivo, que en este caso puede ser 1a hoja de una planta, el depésito es sometido a descomposicién fo- ‘toquimica, vaporizacién y en muchas Areas deslave por las lluvias inten- sas. Muchos de los productos quimicos que se usan son especialmente susceptibles a la luz ultravioleta. Cabe esperar, por lo tanto, que al. pasar de latitudes nérdicas al trépico, se acentde m&s el problema de la descomposicién fotoquimica. La razén de ellos estriba en la mayor pro- poreién de luz ultravioleta que llega a la superficie de la tierra debido a la capa mis delgada de ozono. Esto se muestra en las Figs. 3 y 4. No se dispone de mediciones de campo que indiquen con precisi6n la magnitud del problema de descomposicién fotoquimica en cuanto a su per- sistencia, pero no se requiere mucha imaginacién para suponer que en el caso de algunos compuestos es sumamente importante. Las Figuras 3 y 4 presentan una mayor ilustraci6én de la variaci6n entre la cantidad de luzy la intensidad en diferentes latitudes. Por consiguiente, si la des- composicién fotoquimica es especialmente importante para un producto quf- mico especffico, cabe deducir que debe formularse en forma diferente para ajustarse a las diversas condiciones luminosas. Si contamos con agentes para proteger la piel humana contra demasiada radiacién ultravioleta, éno serfa entonces posible preparar una formulaci6n que contenga un agente que proteja al plaguicida de 1a radiacién solar? Las pérdidas de un depésito quimico por volatilizacién, especialmente durante las primeras horas de asentamiento pueden ser considerables. El Cuadro 4 muestra las velocidades relativas de pérdidas de vapor de dife- rentes compuestos. De estos datos se desprende que las pérdidas pueden ser sumamente sustanciales. Estas ocurren durante las primeras horas - 39 - después de 1a aplicacién y antes de que la sustancia quimica haya sido absorbida por la superficie. Cuadro 4, Velocidades de evaporacién de productos quimicos Pérdida evaporac. Compuesto P (am ig) (g/em? /hora) Experimental Caloulada’ Dielofention (20°C) 56x10 7.8% 1077 2.3 x 10° Fenitrotion (20°C) 2.2104 2.7% 10°7 8.7 x 1077 Malation (20°C) 344x104 5.8x40°7 1.5 x 107° Paration (20°C) 3.8x10°° 1.7 x 40°? 1.5 x 1077 Ronnel (20°C) 55x10 9.210% 2.3 x 1077 Metyl dursban (20°C) 34x10 3.ex 207 4.8 x 1077 Dicapthon (20°C) 3.6 x10° was x10 4.5 x 10° 1,2-Diclorobenzeno (23.2°C) 1.30 4.25 x 10°? 3.71 «107° m-Xyleno (23.5°C) 8.00 1.80 x 10°? 1,96 x 10°? 1,2-Dibromoetano (24°05 13.5 4.46 x 10"? 4.37 x 10? Agua (23.7°C; 308 R.H.) 22.0 1.81 x 10°? 86 x 107? * geal = B P(M/2RT)1/2, donde B es la constante de evaporacién pro- medio y tiene um valor de 6 = 1.94 x 10-5 (+ 11% S.D.); P es la pre- sign de vapor, a una temperatura T (R). > En presencia de 308 R.H. en el aire, se calculé que 1a presién de vapor efectiva del agua en estado fquido era igual a 70% del valor de satu- racién. Ustedes bien saben que estas pérdidas pueden reducirse mediante en- capsulacién, pero yo lo desaffo a que use su ingenio para desarrollar otros métodos que pudieran ser necesarios para situaciones especiales o ciertos productos quimicos. La gr&fica § ofrece una mayor ilustracién de cémo puede reducirse Ja volatilizacién, ya que la sencilla adicién de otro componente merma Ja velocidad de 1a pérdida de vapores. = 40 - Oats from Temple SUV counts and con- ‘Wersion factor of 2.8 counts/J m=? from fegression with AAL data at Bismarck, Oct. 1973—Feb. 1974. (Average daily tenths of cloudiness plotted.) TOTAL ANUAL §Oct. 1973-Sept. 1974) 2 8 < s = a a variacién de radiacién UV-B con latitud para nueve cindades en E.U. - aL o «0 i 7 ° 20 — “o 2 ir ° 0 ° os ° Os 7 ues Fa. Fo CElculo de la variacién latitudinal del flujo directo (Sg) y difuso (Fp) de 1a radiacién ultravioleta alcanzado en la tierra a lo largo de meridiano 0° durante el mes de junio. Fg Y Fp son unidades de Jfcos Mo. £1 valor de (6,, mediodia) es el fngu- lo de zenith local de el sol al mediodfa. = 42 - 100 Pentaclorofenol + Nufil - 17 y = -(.050) x + 96.67 90 80 70 wg de 60 producto 7 ryan Pentaclorofenol queda 80 yt (1.76) % 96.42 30 20 | 10 ‘Tiempo transcurrido en horas o 2 4 6 8 10 120« 46 1820 22 Grffica 5. Efecto del Nufil-17 en la volatilidad del pentaclorofenol (microgramos restantes en funcién del tiempo en horas) En algunas regiones, especialmente en las regiones tropicales hiimedas, el deslave de un depésito es un medio sumamente importante de pérdida. Las. 20 a 25 aplicaciones de rociado que frecuentemente se usan en el algodén + en las regiones tropicales son necesarias para mantener un depésito de plaguicida que sea biclégicamente eficaz. Abrigo la sospecha de que ade- m&s de la degradacién fotoquimica y la volatilizacién, las pérdidas que ocurren se deben a las intensas luvias. En el Cuadro 5 se {lustra la intensidad de estas lluvias en las regiones tropicales. Con una preci- pitacién pluvial de aproximadamente 12 pulgadas en 24 horas, no es diffcil Prever un deslave completo del plaguicida en 1a superficie de las hojas. Cuadro 6. Precipitacién pluvial Anualmente (mm) 24 horas (mm) San Salvador 1778 921 (normal en junio) Concordia, Kansas eu 164 (mayo) (Revista Mundial de Climatologfa, Almanaque del Tiempo) = 43 - Si fuera posible idear una formulaci6n que tuviera una considerable resistencia al deslave, a la vez que retuviera su eficacia biol6gica, se conseguirfa una reduccién sustancial en el nfimero de aplicaciones y, por ende, en 1a cantidad de producto quimico que se necesitarfa para el con- trol de la plaga. Esto no solamente reducirfa las pérdidas, lo que re- sultarfa en una mayor eficacia, sino que también disminuirfan 1a inci- dencia de toxicidad humana y el problema de 1a ccntaminacién ambiental. Recientes desarrollos en las formulacicnes de plaguicides Uno de los primeros problemas que se abordaron mediante las formu- laciones fue el del arrastre. Con ciertos productos quimicos el arrastre desde el &rga-objetivo planteaba un verdadero problema. Los ingenieros no escatimaron esfuerzo alguno para disefiar equipo de aplicacién que re- dujera el arrastre, pero hasta que no se lograron ciertas modificaciones de formulacién, el disefio de equipo no era suficiente por sf solo para aliviar el problema. Uno de los primeros intentos de formilaci6n para reducir el arrastre fue el uso de una emulsién invertida. La emulsién normal que todos conocemos es aceite en agua, es decir, gotitas de aceite dispersas en una fase acuosa continua. Sin embargo, mediante la manipula~ cién de 1a cantidad, 1a clase de emulsificador y el método de mezcla, se puede obtener 1a llamada emulsién invertida, o sea, agua en aceite. Se trata entonces de una emulsién ms espesa y mis viscosa que produce gotas de mayor tamafic. A mayor tamafio de gota, menor es, naturalmente, el arrastre. El siguiente paso en el intento para reducir el arrastre fue, sin embargo, 1a introduccién de agentes que impartan espesor a los rocia- dores normales. Se ha introducido una gran variedad de estos agentes tales como celulosa metflica, alginatos, gomas vegetales y plfsticos dis- persables en agua, M&s recientemeate se ha desarroliado un método de aplicacién que emplea una espuma que contiene el producto quimico, en vez de usar partfculas discretas de rocfo. Los glicoles complejos y os agentes estabilizantes se utilizan para producir esos materiales en Jos rociadores mecénicos. La microencapsulacién constituye un notable desarrollo en 1a formi- jacién de plaguicidas. La idea eman6 de la industria farmacéutica, donde buscaban una alta concentracién sostenida de una droga sin tener que ad- ministrar dosis frecucntes. Al principio la droga se preparé en forma ‘de una pildora revestida. El revestimient> se deshacfa luego bajo con- diciones Acidas o alcalinas dependiend: del lugar donde el m&dico deseaba que se liberara la droga. Sin embargo, con 1a disponibilidad de algunos pl&sticns modernos fue posible encapsular 1a droga en minfsculas cuentas, y 1a difusién de 1a droga a través de 1s membrana de 1a c4psula regulaba Ja velocidad de liberacién. En esta forma ha sido posible con algunas @rogas lograr los mismos resultados con 1/10 del nivel de la dosis. La adopeién de este método en la formulacién de productos quimicos agrfcolas ha hecho ‘posible 1a reduccién de pérdidas por 1a fotodegradacién, 1a vapo- rizacién y, al mismc tiempo, el aumento de la seguridad de las personas que manipulan el material. Otre ejemplo de plaguicidas incorporados en = uu - plfsticos son las cintas plasticas en que se colocan los plaguicidas para Liberacién sostenida. Actualmente se est& prestandc atencién a los aditivos y a los ingre- @ientes de formilacién para regular la velocidad de liberacién y prolon- gar el perfodo de control. Se estdn' investigando otros agentes que re~ duzcan las pérdidas pcr vaporizaci6n, prevengan el deslave y retarden a degradaci6n biolégica. Muy pronto serf2 posible, por ejemplo, obtener formulaciones granulares de prcductos quimicos sistémicos que proporcionen una liberacién sostenida que prolongarfa dos o tres veces el perfodo de control efectivo. Mucho queda por hacer con respecte a formulaciones de productos quf- micos para usos y condiciones especfficas. Sin embargo, ahore se tienen suficientes conccimientos de este problema para emprender mejoras. Es sumamente importante aprovechar plenamente cualquier modificacién de las formulaciones que redunde en beneficio de 1o seguridad humana; y en la protecci6én del ambiente. Ser& necesario reconocer, sin embargo, que los plaguicidas previstos para regiones templadas no son necesariamente los mejores para los trépicos. Las formulaciones deben ser preparadas para condiciones ambientales especfficas. Con lo que se sabe actualmente no es una empresa formidzble y sf una que dard excelentes dividendos. Aplicactén El énfasis que se dé a la aplicacién correcta de plaguicidas nunca se- r& demasiado. Aunque se haya seleccionado el plaguicida correcto para una situacién dada, una aplicacién inccrrecta del mismo puede resultar en la redueci6n de 1a efectividad del tratamicnto, pérdide de sustancias quimicas con la secuela de contaminacién ambiental y riesgo para los seres humanos. Por otra parte, la aplicacién correcta asegura que el tratamiento sea efec- tivo al miximo, reduce 12 contaminacién ambiental y 1a posibilidad de que haya peligro para los seres humanos. As{ cono hay diversas formulaciones hay diversas técnicas de aplicacién, las que estén'definidas en parte por el tipo de formulacién, por ejemplo polvos o 1fquidos, y en parte por el equipo con que se cuente y el tamafio de la parcela que se va a tratar. £1 equipo puede variar entre ap2ratos manuales como bombas de mochila y utensilios para espolvorear, equipo me- cAnico autorotor, y diversns tipos de aplicacién aérea. Para efectuar aplicaciones correctas, en primer luger debe seleccionarse el agroquimico y la formutacién apropia's para controlar un problema especi- fico. Pera seleccionar el agroquimico debe tomarse en cuenta no s6lo si la sustaneia que se escoja controlaré la plags en cuestién, sino también el m6todo de aplicaci$n. 1a toxicidad y la persistenciz. De este modo, si el material se va a aplicar con una bomba ¢: mochila, uno debe tratar de encon- trar el compuesto menos téxico posible pues es semure que el operador se va A ver expuesto. De igual manera, cuendo se trata de cultivos en rotacién, = 45 - uno desea evitar un agroquimico persistente que pueda crear problemas de residuos en la cosecha siguiente. También es importante seleccionar el agroquimico que sea mis compatible con las pr&cticas agricolas y con el manejo integrado de plagas. Finalmente, debe tomarse en cuenta todos los factores, desde seleccionar el tipo y cantidad del agroquimico hasta elimi- nar el exceso del mismo y los recipientes vacios, ya se trate de bolsas o de barriles. También debe pensarse en el sitio en donde se va a almacenar el agroquimico antes de ser usado, de modo que no se deteriore y tampoco cause envenenamiento a alguna persona que inadvertidamente entre en contacto con esta sustancia. En relaci6n con la aplicaci6n de plaguicidas, también debe tomarse precauciones para evitar intoxicacién a la persona que los aplique. Para esto es necesario contar con equipo apropiado para mezclarlos e indumenta-- ria protectora para la persona que manipule y aplique 1a sustancia quimica. Esta indumentaria puede consistir de guantes, camisa de manga larga y pan- talones largos pare evitar que el rocfo caiga sobre la piel. Cuando se tra- te de sustancias quimicas my t6xicas, se necesitan misceras y atuendos pro- tectores mis efectivos. Después de’ tomar las precauciones preliminares, debe prestarse atencién al equipo de aplicaci6n. Si el plaguicida va a ser aplicado en forma de rocfo, el operador debe conocer las caracterfisticas del equipo. Entre éstas se incluyen el volumen de salida, la presién que debe ser empleada y el tipo de boquilla que debe usarse. Es evidente que la boquilla es muy importante porque: a) distribuye el material sobre un rea especifica; b) controla la cantidad de 1fquido que sale y, por lo tanto, el Sndice de aplicaci6n; y c) atomizs el 1fquido para brindar una distribucién amplia. Debe seleccionarse boquillas de tamafio adecaado para asegurarse de que se aplica la cantidad adecuada de rocfo y para mininizar el problema causado por el arrastre y por lo tanto pérdida del agroquimico. Cuando se trata de equipo mecfnico grande, especialmente de aeroplenos, el tipo'y el tamafio de las boquilla y su arreglo en la avioneta dependerén del tipo de avioneta y _: aplicaci6n que se va a efectuar. Finalmente, debe tomarse en cuenta las condiciones atmosféricas cuando se va a efectuar una aplicacién de plaguicidas. Generalmente, se prefiere hacer la aplicact6n cuando el viento est relativamente calmado y durante la parte mis frosca del dia. Evidentemente esto no es siempre posible, y en algunas ocasicnes no es aplicable. Sin embargo, debe recordarse que el arrastre est& en proporeién directa a la fuerza del viento y también 1o est el indice de evaporacién del solvente; esto Gltimo hace mis serio el problema causago por el arrastre. En resumen, la aplicacién correcta involucra la seleceién de la sustan- cia quimica y de la formulacién indicadas, el uso de equipo apropiado y la aplicaci6n durante condiciones clim&ticas deseables. Todo esto puede ayudar a disminuir los riespos que acompafian al uso de pldguicidas y asegurar 1a efectividad del producto empleado sin estorbar el resto de las pr&cticas agricolas. tte 12. 13. Aue 15. - 46 - REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS “AKESSON, N. B. Pp. 9 W. E. YATES y R. E, COWDEN. 1974, Agrichemical Age, 5 y S. E, WILCE. 1972. Agrichemical Age, p. 9 American Scientist. 1977. Jan.-Feb. AN ENVIRONMENTAL economic study of the consequences of pesticide use in Central Anerican cotton production. 1977. ICAI I Final Report, UNEP. Project Nos. 0205-73-002 y 0108-75-007. B. M. J.-Article. 1976. New look at malaria. Br. Med. J. 1:1029. BYASS, JOHN B. y J. R. LAKE. 1977, Spray drift from a tractor-powered field sprayed. Pesticide Science 8:117. COLLINS, R. 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Las mayores concentraciones se han encontrado siempre en los lugares mis cerca del 4rea de uso, pero los residuos de plaguicidas se han encontrado a distancias considerables del lugar donde se aplicé el plaguicida. En este trabajo se consideran las causas y las formas del movimiento y 1a persistencia de estos productos quimicos. Antecedentes Los productos quimicos que se usan como plaguicidas comprenden una amplia variedad de compuestos. Se clasifican segtn el fin a que se des- tinan, por ejemplo: insecticidas, herbicidas, fungicidas, rodenticidas. Por otra parte, el qufmico los clasifica segfin 1a clase de compuestos a que pertenece, a saber: hidrocarburos, halogenados, heterocfclicos, ali- f&ticos, triacinas, ureas sustitufdas, tionofosfatos, etc., las caracte- risticas principales de los productos quimicos que se usan como plagui- cidas es que generalmente son compuestos orgénicos de poco peso molecular y usualmente de baja solubilidad en agua. Adem{s, algunos compuestos inorginicos y organometélicos también se emplean como plaguicidas. Es importante tener presente que lo que corricntemente se denomina un pla- guicida pertenece a una conocid clase de compuestos quimicos. $i bien los plaguicidas se seleccionan debido a que tienen una gran actividad biolégica, esto no significa que sus otras propiedades sean singularmente diferentes de otros miembros de la msm: clase de compuestos quimicos. Por lo tanto, el comportamiento y 1a suerte del pl2guicida en el ambiente, y la toxicidad en varios organismos no sun cualidades misteriosas peculiares de los compuestos quimicos que se usan como plaguicidas. Son realmente el resultado de las propiedades del compuesto y de los procesos que influyen en el producto quinicc *Oregon State University, Corvallis, Oregon. 74g Cada sustancia quimica, en virtud de los 4tomos que la componen y en la forma en que estén dispuestos, posee un conjunto especffico de propiedades fisico,quimicas y biolégicas. Esto se muestra en el Cuadro 1. Estas propiedades al interaccionar con diferentes procesos tales como vaporizaci6n, agua, transporte, o la captacién biolégica dan por resul- tado una diferente forma de comportamiento para diferentes tipos de pro- ductos quimicos. Si se considera el curso que sigue un producto quimico desde su 1i- - beracién o escape al sitio de accién en un organismo o poblacién de or- ganismos, se encontraré que se dan por lo menos cuatro pasos, a saber: (1) interaceién del producto quimico son el medio ambiente durante su transporte al limite del organismo; (2) interaccién con el limite del organism; (3) paso a través del 1fmite; y, (4) 1a accd6n intercelular del producto quimico. Estas cuatro etapas proporcionan un medio de re- lacionar las propiedades del producto quimico a 1a accién definitiva sobre Ja biota. La primera etapa es la que concierne principalmente a la din&- mica quimica y es 1a etapa en la cual se puede tomar una acci6n apropiada para asegurar un uso mis seguro y eficaz. En cada una de las cuatro eta- pas puede ocurrir una serie de diferentes procesos o reacciones. Algunos de estos procesos 0 reacciones son comines a varias de las etapas. Estos procesos 0 reacciones dependen de las propiedades de 1a sustancia quimica y de las propiedades del elemento espec{fico del sistema con el cual es- +4 interrelacionado. Con base en esto es posible, por lo tento, hacer algunas predicciones sobre el comportamiento ambiental y una estimacién de la posible exposicién de los organismos nocivos. El siguiente cuadro presenta los diferentes procesos que pueden estar relacionados con las cuatro diferentes etapas descritas anteriormente. Procesos involucrados en la accién quimica Etapas Procesos Interacci6n con el medio ambiente Adsorei6n en las superficies Vaporizacién Degradacién fotoquimica Degradaci6n autoquimica Disolucién Varias reacciones de particién Interaccién con barrera de Adsoreién organismos Reacciones destructoras Rechazo ‘Transferencia intracelular Adsoreién Enlace metab6lico Metabolismo Particién Reaccién con el lugar critico Adsoreién Reaccién Ge} fret a8 (S@) ,-08* SCS) z9z Sut- nt 6st uganuod (oz) ,0r x ove (Sz) wre + ee SLI- €LT este eupomaay . (nz) 2-05 % 16°F ~ (82) 2208 * 29°F (2) ,_0f * $o°T (sz) see sez eet (weada) OLda (st) €°20t tne wth rete (2479) weydoudz0t2 (02) gorx € (oz) ooo s"t6 60z © (ug8Aeq) anxodozd (92) soo'o> (m2) att ent Toz = (uraas) TAsequed (oz) ste ot ¥ 0% or an ase suoTesoud got 62E (EZ) COT H LOTT (ez) s'er Zh svose sos Fadsoty (sz) €0° O°%L-$"TL got 0% (0z) Ln00" 9°0L-2"0L ath s0jo3dey (oz) x 4's (oz) x oe" ' (oz) x 96°F (On) a 8 gor nrg (02) xeere = (0%) TT 19 162 woryserea (oe) oe . tee (02) x sso (0z) Shr sere oee UoTUReTeH go X m9 (09T) nro (sz) zes s*ont wee (Pye) a-n*z orse (Tz0z) tezg. (oz) osne canes n'Se- 096°86 OURZBOI0TOTP-2*T (sz) ee"or (a3) ower eres (02) 694 (02) ozse sorter 16°6 218" L8T ~owosqep-2*T (02) 9-0 ¥ 0°% (02) 9-0 ¥ 9°% (02) g-OFX GE (SZ) S2°0 9et- set Tee, upapTera got X SST (OZ) por x GT (SZ) nEOO"O s*80r s7nse aq o2H/ToueI;0 “ 2, 7 ugyoTqaed 9 aodes a (Je 7493) 0fH : 4 aeTRoeTom = eee oe, 2A ep UgTSetd ue PepETTantos (Qo)ad (Qo) ‘oseg oasendacg *squeuequeyasco sopesn sepfoynBetd sounSye ep sepeperdorg “1 ompeng -S1- De to anterior se desprende que hay algunos procesos o reacciones generales que son comunes a dos o mis de las etapas. Movimiento de las sustancias quimicas Cabe plantear las siguientes interrogantes: ¢Por qué se volatilizan Jas sustancias quimicas? Por qué se adhieren a las part{culas del suelo? Qué caracterfsticas indican si un organismo las adsorbe? Para responder a estas preguntas es preciso reconocer que todos los 4tomos y las molécu- Jas de cualquier compuesto quimico tienen cierta cantidad de energfa a temperaturas mayores del cero absoluto. Esta energfa da cierta cantidad de movimiento a los 4tomos y moléculas y una vez que la energfa de este movimiento supera 1a atraccién entre las moléculas, la sustancia pasa su- cesivamente del estado s6lido al 1fquido y luego al gaseoso. Partiendo de este hecho y prestando atencién a las otras propiedades del compuesto, se hace evidente que estas propiedades son importantes en ciertos procesos, tales como 1a vaporizacién, 1a disolucién, 1a adsorcién, Ja captaci6n biolégica, etc. Ya que las propiedades interaccionan en una forma predecible, es posible entonces anticipar o predecir el posible com- portamiento bajo cualquier conjunto de condiciones ambientales. El estu- dio de estas propiedades es el objeto de la disciplina que se denomina "Dindmica Quimica”, Las interrogantes basicas de 1a dinfmica quimica son las siguientes: 1) ecules son las naturalezas y las propiedades de los compuestos bajo consideracién? 2) UB qué forma interaccionan las propiedades del compuesto y las del medio ambiente para influir en el destino y el comportamiento del producto quimico? 3) éHasta qué grado determina esto 1a cantidad de sustancia quimica a Ja cual est4 expuesto el hombre y los organismos del 4rea objetivo? Para responder a estas preguntas y a otras relacionadas con el destino y el comportamiento del producto quimico al ser introducido en el ambiente, es necesario conocer 1a naturaleza del propio medio ambiente. Las fases fundamentales del medio ambiente son: la tierra (1itésfera), el agua (hidrésfera), el aire (atmésfera) y la biota (biésfera). Una es- timaci6n aproximada de las varias fases da los resultados siguientes: 1) Atm6sfera 5.3 x 1018 xg. 2) Suelo hasta una profundidad de 6 pulgadas 1.1 x 1017 Kg. 3) Agua 1.3 x 102) kg, 4) Animales 2.0 x 1013 Kg. 5) Plantas 1.1 x 1015 kg. - 52 - Cuando se suelta un producto quimico en el ambiente éste se distri- buird (repartiré) entre las diferentes fases. La concentracién en cada fase es una funcién de las propiedades del producto quimico y de la fase. Si se aplica 1a distribucién de Boltzmann a este sistema complejo se tie- ne la siguiente ecuacién: Nig = Noe Se supone que N= Mj, = Ocundoi=j y Ny = Mp +N, + N, +N, + Ng donde No es el nGinero de moléculas de 1a sustancia quinica qe se’intrSduce iniclalmente y N, -.. N, son el nfmero de moléculas en Jas respectivas fases del ambient?, En Ya ecuaci6n anterior E representa la barrera de energia entre dos fases, K es 1a constante de Botzmann y T la temperatura absoluta. Para comprender el comportamiento de una sus- taneia quimica en los cinco componentes anteriores hay que tener un cono- cimiénto detallado de las propiedades fisicas y quinicas del producto qui- mico. En este trabajo trataremos de considerar los principios que rigen el comportamiento de una sustancia quimica en la atmésfera, el agua, el suelo y la biota, Se considerar4, asimismo, la descomposicién de las sustancias quimicas mediante varios mecanisnos. Mediante la aplicacién de los principios desarrollados en la dinfmica quimica, se puede hacer uun uso ns racional del plaguicida, ahorrar dinero, y evitar algunos de los problemas de residuos mis graves. La informaci6n b&sica que se requiere para alcanzar estos objetivos son los datos de las propiedades del producto quimico, tales como la solu- bilidad en varios disolventes, la facilidad de vaporizaci6n, y la forma e6mo reacciona con el suelo, las plantas y los insectos. La composicién y la estructura de la sustancia indica qué tipo de reacciones pueden ocurrir, y por lo tanto, cufn persistente puede ser el compuesto. La misma informacién es fundamental para preparar formulaciones ade- cuadas para alcanzar los resultados m4s baratos y mis eficaces con un producto quimico especffico. Mucha de esta informacién puede adquirirse mediante 1a experiencia con una sustancia quimica en el campo, pero esto ‘toma mucho tiempo y es costoso. Afortunadamente, algunos estudios de la- boratorio sencillos permiten obtener mucha de 1a informacién que se nece- sita sobre las propiedades fisicas y quimicas para usarla como guia para su empleo mis seguro y mis eficaz. Fundamentos de la dinfmica_qu.t La investigacién que se necesita para obtener esta informacién bfsica requiere de conocimientos quimicos, pero no es necesario ser un quimico para comprender los principios basicos y aplicarlos. Los fundamentos son rela- tivamente sencillos y 16gicos. Estos principios pueden compendiarse en los siguientes conceptos: - 53 - 1. El comportamiento, los efectos biolégicos y 1a persistencia de un compuesto quimico son el resultado de 1a interaccién de esta sus- tancia quimica con diversds elementos del ambiente o la biota. 2. El tipo y grado de 1a interaccién dependen en parte de las propieda- des mensurables del producto quimico. 3. La mayor parte de las reacciones no metabélicas de la sustancia qui- mica son reversibles en grados variables. 4, Conociendo algo de 1a naturaleza de las interacciones y las propie- dades de la sustancia quimica, se puede predecir, al menos en forma aproximada, el comportamiento y los efectos biol6gicos del producto quimico, ejemplo: adsorcién, lixiviacién, acumulacién, etc. Ya que las propiedades de un plaguicida que se est& usando son impor- tantes para determinar su destino y comportamiento, cabe preguntar qué propiedades hay que medir para tal propésito. Las propiedades especSficas que se requieren para predecir tal com- portamiento son: la solubilidad en agua, el calor de 1a solucién, las cons- tantes de ionizacién, las tensiones de vapor, las velocidades de hidréli- sis y los coeficientes de particién. Las primeras tres propiedades deter minan el grado y 1a intensidad de adsorcién de una sustancia quimica en superficies tales como el suelo o los sedimentos de un rfo. La presién de vapor y el calor de vaporizacién sirven como una me- dida de la velocidad de vaporizacién y la tendencia de volatilizaci6n a través de las interfases aire/agua y aire/suelo. Finalmente, el coefi- ciente de particién determinard 1a persistencia y la acumulacién de sus- tancias quimicas en los sistemas biol6gicos. El siguiente cuadro intenta compendiar lo que se ha demostrado en mu- chas publicaciones sobre la relacién entre las propiedades fisico-quimicas y el comportamiento ambiental. Datos “fisico-quimicos Relacionados con: 1. Solubilidad en agua Percolacién, grado de adsorcién, movilidad en el ambiente. 2. Calor, latente’ de solueién Adsorcién, lixiviacién, vapori- tacién de las superficies. 3. Coeficiente de particién Capacidad de bioacumulacién, adsoreién por materia orggnica. 4, Hidrélisis Persistencia en el ambiente o biota. = SH. 8. Tonizacién Via y mecanismo de adsorcién y cap- tacién, persistencia, interaccién con otras especies moleculares. 6. Presién de vapor Movilidad atmosférica, velocidad de vaporizacién. Por consiguiente, esos datos proporcionan no solamente una base de prediccién del transporte y la posible divisién de acumulacién, sino que también dan una indicacién de 1a persistencia y destino del producto qui- mico. Enfoquemos ahora nuestra atencién en los procesos especfficos y las propiedades de los compuestos que interaccionan en fenémenos tales como la adsorcién, 1a vaporizacién, 1a lixiviacién y otros. Adsorci6n Cuando se rocfa un plaguicida sobre un campo, la mayor parte de éste se asienta en las hojas de las plantas y en el suelo. Los experimentos han demostrado que 1a mayorfa del plaguicida llega finalmente al suelo. Tanto las hojas de las plantas como el suelo presentan una superficie en 1a cual puede ser absorbido el producto quimico. Dichas superficies se caracterizan por poser fuerzas, corrientemente de indole electrostética, que intéraccionan con la sustancia quimica o 1a ligan. La resistencia de esa interaccién (adsorcién) depende en gran parte de las propiedades de Ja sustancia quimica y de la superficie que ésta encuentre. Por ejemplo, 1 suelo est compuesto tanto de materia orgfnica como de arcilla, arena y limo. Todas estas son superficies s6lidas, pero 1c materia orginica del suelo adsorbe mucho mis sustancias quimicas por unidad de peso que os dems constituyentes del suelo. La cantidad de sustancia quimica adsorbida o ligada con cualquiera de las superficies mencionadas varfa de acuerdo con el producto quimico usado. A guisa de una primera aproximaci6n, puede decirse que mientras mis baja sea la solubilidad en agua del producto quimico, mayor serf la cantidad adsorbida. Sin embargo, un examen mis cuidadoso del fenémeno de adsorci6n indica que se trata de algo mucho mis complejo. . Una mejor relacién de la cantidad de sustancia quimica ligada y 1a intensidad con que es adsorbida es dada por la cantidad llamada "calor de solucién" Esta es una funcién que se puede medir f4cilmonte en el laboratorio y una vez determindda, permite calcular la intensidad de la adherencia y, por ende, la susceptibilidad de 1a sustancia quimica a la lixiviacién y su persistencia. La refraccién solar es otro indice de 1a capacidad de adsoreién. = 55 - Cuadro 2. Adsorcién en funcién del calor latente en la solucién (AH) Compuesto oH Adsoreién en el suelo Diclorbenit 2.8 48 cIPc 4.9 50 Monurén 6.0 64 DCPA 12.4 88 Hay ocasfones en que se puede sacar partido de 1a atsoreién para prolongar 1a vida efectiva de un plaguicida o, contrariamente, para re- ducir la toxicidad residual. Un ejemplo de este Gltimo caso es cuando sé usa carbén vegetal como un ant{doto contra residuos o intoxicaci6n. En una forma simplificada se puede considerar que 1a reaccién de adsorcién ocurre de 1a manera siguiente: Sustancia quimica + suelo ————+ complejo + suelo Ya que en 1a mayorfa de los casos este es un equilibrio reversible, Ja energfa involucrada se determina mediante la siguiente relacién: AG = RT in K eq Se puede demostrar que el calor latente de sclucién (H,o) AH se aproxima al valor de -A¢ y es, ror lo tanto, un indice de adsorcién. En general, se ha demostrado que 1a adsorcién de plaguicidas sigue un comportaminto del tipo Fuendlich. Por consiguiente, los datos encajan en-la siguiente ecuacién: 1 Xe xe a La adsoreién es ur fenémeno sumamente importante en el uso de plagui- cidas. Como ya se indicade, una gran parte del plaguicida es adsorbido por Ja superficie de las plantas y el suelo lo cual muede modificar su actividad. Ademis, la adsoreién regula la percolacién o el acarreo del compuesto por el agua y su pérdida del sucle por vaporizacién. Hay indicaciones,: asimismo de que 1a adsoreién desempefia un papel en 1a velocidad de degradacién del producto quimicc. 'n efecto, 2 mayor a‘sorcién del material, menor es la velocidad inicial de degradacién. Es importante tener presente que 1a adsorcién o adherencia de un producto quimico por una superficie s6lida es un proceso que se efectéa en ambas direcciones, es decir, que es un proceso reversible. Es debido a esta reversibilidad que la mayorfa de las sustancias quimicas percola- r&n, por lo menos en cierta medida, cuando el agua se desplaza a través del perfil del suelo. Si, por ejemplo, se trata de un producto quimico que est adherido débilmente al suelo, el agua de lluvia lo puede aca- rrear a mucha profundidad en el suelo, Por el contrario, si se trata de una sustancia quimica firmemente adherida en todos los constitiyentes del suelo, como el DDT, el producto quimico ser introducido en el suelo a poca distancia aGn por grandes cantidades de agua. Percolacién La percolacién plantea, naturalmente, un problema mayor con un pla- guicida que se aplica al suelc que con uno que se aplica a un cultivo. No obstante, debido a que una buena parte del producto quimico llega al suelo, independientemente del fin de la aplicacién, hay que considerar el movimiento a través del suelo. Si la sustancia quimica es llevada den- tro del suelo, puede permanecer allf como un residuo que contaminaria el siguiente cultivo, o si es un producto quimico de mucha movilidad, puede percolarse hasta el agua subterr4nea y finalmente llegar a los arroyos. El tipo de suele que influye en la adsorcién y la velocidad de pe- netracién del agua, el porcentaje de materia orgénica, y las propiedades del producto quimico son factores importantes en la percolacién. El si- guiente cuadro muestra la relaci6n entre el tipo de suelo y 1a sustancia quimica y la percolacién: Cuadro 2. Datos de percolacién para algunos herbicidas Agua a- Profundidad —Profundidad Herbicida Tipo de suelo gregada ée penetra- de concen- (pulgadas) —cién m&xima —tracién méx. Monurén Marga (15810) a 1.75 0.25 Marga (154H,0) 3 5.75 2.00 Arcilla (15%H,0) 1 1,65 1.75 1,3,6-TBA Marga 3 12.0 8.00 Turba 3 12.00 2.00 Simacino Marga 12 7.00 1.00 Atracino Marga 12 12.00 7,00 -57- En un determinado tipo de suelo, las propiedades del producto quimico son sumamente importantes en relacién a la percolacién, ya que éstas deter- minan la firmeza de adsorcién del producto quimico. Por ejemplo, los pla- guicidas de hidrocarburos clorados tales como el DDT, .el: Aldrin, el Dielérin y el Heptacloro, en virtud de su baja solubilidad en el agua, y su fuerte adsoreién, sufren muy poca percolacién. Algunos de los fosfatos, orgénicos como el. paratién, percolan mejor que los hidrocarburos: ciorados,..pero atin &stos no son muy m6viles. Por otra parte, hay ciertos tipos de. plaguicidas flue son adsorbidos muy poco por el suelo y que son bastante solubles en el agua que se mueve libremente en el suelo. Esto sucede especialmente con ciertos herbicidas (TCA, Dalap6n, Banvel). En la percolaci6n, 1a sustan- cia quimica se mueve con la corriente de agua; por lo tanto, si el agua percola hacia abajo. el producto quimico hace lo mismo. Sin embargo, si el movimiento del agua es hacia la parte superior como en la evaporacién desde la superficie, alguna cantidad del producto qufmico se desplazaré hacia arriba, lo cual causa el esparcimiento de la sustancia quimica a través del perfil del suelo. Vaporizacién La vaporizacién es el proceso mediante el cual una sustancia quimica pasa del estado s6lido o 1fquido al estado gaseoso. La presién del vapor del compuesto es un {ndice de la propensién a vaporizarse. El compuesto tiende a vaporizarse como resultado de 1a energfa que posee cada molécula, pero ésta es afectada por la atraccién intermolecular y el tamafio. de las molécutas. La vaporizacién puede ser ventajosa en ciertos casos como, por ejem- plo, cuando se desea una acccién fumigante como el uso de propoxur para el controle mosquitos en las casas. Por otra parte, puede’ constituir una desventaja cuando, por ejemplo, un plaguicida se vaporiza de las hojas de un cultivo donde se le necesita para combatir los insectos. En este caso, se reduce répidamente el depSsito residual y, por ende, el Iapso de control efectivo. 1 La vaporizactén se puede controlar hasta cierto grado mediante 1a mo- dificacién de 1a formulacién y el uso de aditivos. La tensi6n de vapor de un compuesto es una de sus propiedades carac- teristicas a una temperatura determinada. Cuando aunenta la temperatura, la tensi6n de vapor también aumenta a una velocidad que depende ‘de lo que se llama el calor latente de vaporizaci6n. La tensién de vapor se puede medir coh*téenicas apropiadas en el laboratorio, pero esto no indica la velocidad de vaporizacién del compuesto. Es posible, sin embargo, estimar aproximadamente la velocidad de vaporizacién mediante 1a siguiente ecuaci6n: Qs of 2aRT ~ 58 - Donde Q es igual a los gramos que se vaporizan por cent{metro cua- drado por segundo; 8 es aproximadamente igual a 2 x 105; M es el peso molecular; R es 1a constante de gas, y Tes la temperatura en grados absolutos. Si bien esta ecuaci6n fue ideada para velocidades de evapora- cién desde la superficie de 1a sustancia quimica, en condiciones de aire calmado proporciona los medios para estimar las velocidades de evaporacién desde otras superficies. Sin embargo, si el compuesto ha sido adsorbido o se ha mezclado con el suelo, 1a velocidad de evaporacién ser4 reducida en un 10% de 1a velocidad calculada. Esto es debido en parte a que el com- puesto est4 retenido por las fuerzas de adsorcién y en parte a que el suelo impide el escape del vapor. En ¢l Cuadro 4 se muestra esta relacién. Cuadro 4. Velocidades de evaporacién de sustancias quimicas. Pérdida por evaporacién (g/cm*-hr) Compuesto P(nm Hg) ‘Experimental Calculado@ Diclorofentién (20°C) 56x10" 78x10 2.9% 10 Fenitrotién (20°C) 22x10 2.71077 0.7 x 1077 Malatién (20°C) a4xto s.8xt07 1,5 x 10% Paratién (20°C) g.axi0 1.7107 4.5 x 4077 Ronnel (20°C) 5.5x10°° 9.210% 2.3 x 1077 Metil dursban (20°C) aux 10S 38x20 1.5 x 1077 Dicaptén (20°C) a.6x 10% aa.sx 10% v1.5 x 10° 1,2-diclorobenceno (23.2°C) 1'90 4,25 x 107? 3.71 x 107° M-Xileno (23.5°C) 8.00 = 1.80 x 107? 1,96 x 10° 1,2-Dibromoetano (24°C) 13.5 4.46 x 10°? 4.37 x 10% ‘Agua (23.7°C; 30% HR) 22.0 1.81 x 102 1.54 x 1072? = BP (M/2 mRT) 1/2, donde B es la constante de evaporacién media . eal y tiene un valor B = 1.94 x 107° (#118 D.E.)3 P es 1a presién de vapor 1a temperatura T (°K). b fm presencia del 30% de H.R. en el aire, se calcul6 que tensién de va~ por efectiva del agua lfquida era igual al 70% del valor saturado. - 59 Entre los factores anbientales que influyen en 1a velocidad de evapo- raci6n figuran 1a velocidad del viento, 1a temperatura y el tipo de super - ficie adsorbente. En general, cuando aumenta la velocidad del viento y/o Ja temperatura, 1a velocidad de vaporizacién también aunentard. Particién (captacién biolégica) Frecuentemente se observa la acumulacién de plaguicidas en los orga- nismos, Esta acumulaci6n redunda en residuos que pueden plantear proble- mas. El mecanismo mediante el cual se acumulan los materiales es compli- cado y variado. Muchos compuestos se acumulan debido a la actividad metabdlica del organismo, 1a ingestién directa o por un mecanismo Fisico oo por medio de todos estos procesos. En muchos compuestos que se usan como plaguici- das, 1a captacién puede relacionarse con una propiedad fisico-quimico que se denomina Coeficiente de Particién. Este coeficiente es una medida de. la distribucién de 1a sustancia quimica entre un estado lipofflico 0 es- tado acuoso. La siguiente ecuacién es la forma mis sencilla que indica esta relacién. C grasa Tagua El coeficiente de particién es una caracterfstica del compuesto y depende de una variedad de rasgos moleculares de 1a sustancia quimica. Sin embargo, muchos han demostrado el valor del coeficiente de particién para estimar la facilidad con que una sustancia quimica, especialmente un compuesto nc polar o no ionizado, se acumular4 en un orginismo viviente que esté expuesto al producto quimico, En el siguiente diagrama se muestra la intima relacién entre el coeficiente de particién y 1a acumulacién. El coeficiente de particién es también un buen {ndice de 1a posible adsorbilidad de los compuestos. Degradacién Una de las importantes consideraciones sxbre la suerte y el compor- tamiento de una sustancia quimica n <1 ambiente y su eficacia como pla- guicida es 1a forma y la rapidez Jc degradaci6u. Tedvs los plaguicidas orgénicos se degradan ante el influjo de las diferentes fuerzas fisicas y biolégicas en el ambiente. Esto cxplica por qué la madera se pudre, los mevales se corroen y se oxidan, y los pldsticus se descomponen. Para cier- tos compuestos 1a descomposicién o degradaci6n es primordialmente biolégi- ca, es decir, que el compuccto es destrufdc por el metabolismo de plantas y organismos. La degradacién del compuesto se leva a cabo por 1a accién de diferentes enzims secretadas por los crganismos. Otros compuestos se descomponen por la accién de reacciones quimicas normales, como por ejemplo, = 60 - la hidrélisis, o pueden degradarse por la accién fotoquimica. Casi todas las sustancias quimicas absorben luz de una u otra longi- tud de onda, segiin sea la naturaleza del compuesto quimico. Cuando la longitud de onda es apropiada, 1a energia es suficiente para modificar o degradar el compuesto, Este tipo de reaccifn se ilustra de 1a manera si- guiente: Sustancia quimice + luz —————+ Productos Aunque las longitudes de onda corta de las radiaciones ultravioletas son absorbidas por la capa de Zoho, las longitudes de onda de la luz so- Jar que llegan a la superficie de la tierra, especialmente en mayores al- titudes y en los trépicos, son suficientes para causar una reaccién foto- quimica en 1a mayorfa de los compuestos. Si, adems hay presentes dona- dores de hidrégeno como ciertos aceites o agua, aumentaré la velocidad de 1a descomposicitn fotoquimica. Ms aGn, si el compuesto es particular- mente inestable, las longitudes de onda pueden ser suficientes para produ- cir radicales libres que causan la descomposicién. La adsoreién en las superficies puede aumentar o disminuir 1a velo- cidad de la descomposicién fotoquimica. La descomposicién puede ocurriP en solucién y es mis probable que ocurra en el estado gaseoso. La descom- posicién fotoquimica 2s probablemente una de las razones de la relativa corta vida residual de muchos compuestos quimicos. Las reacciones quimicas corrientes, tales como la oxidacién, la re- duceién y 1a hidrélisis también pueden ccurrir cn el ambiente. En muchas sustancias quimicas no es necesaria 1a intervenci6n biolégica para que ceurran estas reacciones. Muchos fosfatos orginicos ,por ejemplo, se hi- Grolizan fécilmente en el pH que corrientemente prevalece en el suelo. Esto se indica en la siguiente reaccién: Paratién + Agua —m Paranitrofenol + Fosfato La adsoreién en arcilla o materiz orgénica aumenta 1a degradacién de algunos compuestos quimicos debido a la promocién de la hidrélisis o alguna otra reaccién quimica. Cuadro 5. Hidréldsis ce fosfatos orginicos a pH 7 & Compuesto Vida media Paratién 130 dfas Phosmet 7.4 horas Dialafor 14 horas Clon opyrifos 53 dias, Malation 10.5 dfas Dicuptén 29 dfas = 6 Las reacciones biolégicas que producen 1a degradaci6n de los com- puestos quimicos abarcan la gama de oxidacién, reduccién, hidrélisis, desalquilaci6n y otras; Estas reacciones son catalizadas por diferentes enzimas que secretan los organismos o por las enzimas libres en el medio. Es importante para nosotros 1a velocidad de degradaéién de un com- puesto quimico. Esto afecta el perfodo de tiempo de persistencia del producto quimico para controlar las plagas o produce res{iuos indeseables. Las velocidades de descomposicién de varios plaguicidas han sido estudia- das amplianente en los suelos. En muchos casos, 1a descomposicién del suelo parece seguir una reaccitn cinética de pseudo primer orden, como te Indios on Ie siguiente ecuscién: |. eK sin enbargo, oe ha propuesto una ecuacién mis general que se denomina "modelo de velocidad exponencial", segin se ilustra en la siguiente ecuacién. |. 3000 dias. Estudio de campo. DDT-anaerSbico 93 dias. Estudio de laboratorio 2,4-D 9.5 dfas Laboratorio Atracina 130 dias. Laboratorio Diurén 212 dias. Laboratorio. aplicaciones sucesivas. A guisa de ilustracién, considerends tin producto quimico que tenga tina vida media de 12 meses y que se aplica anualmente a razén de 2 libras/acre. La siguiente gréfica indica lo qué se puede calcular fécilmente, a saber: que 1a mAxima concentraci6n que &@ obtendré en dos veces 1a aplicacién anual de 2 libras/acre o sea aproximadamente 2 Kg/hectérea. Tendencias del nivel residual en el suelo con una aplicacién anual de 2 libras-de un producto quimico que tiene 12 meses de vida media. Libras de quimico/acre Replicacién anual (afos) = 63 - Conclusions Hemos tratado de presentar un panorama dela manera como se re- lacionan las propiedades fisicas y quimicas de un plaguicida en los di- ferentes procesos que o¢urren en la naturaleza, desu influencia en el transporte y de la persistencia, actividad y suerte final de la sustan- cia quimica. Comprendiendo esto, podemos: apreciar c6mo 1a presién de vapor se relaciona con los imovimientos causados por el viento, 1a solubi- lidad y adsorci6n con los movimientos del agua, y la solubilidad del aceite con la captacién por organismos vivientes; de igual manera, podre- mos percibir 1a probable persistencia del compuesto conociendo algunas de las reacciones que éste sufre. Cuando nos encontramos en capacidad de predecir el comportamiento probable de los plaguicidas a partir de sus propiedades, estamos en la posicién de poder emplear esa informaci6n para aplicar el plaguicida de manera ms segura y efectiva. Por ejemplo, si la presién de vapor nos dice que el material posiblemente se evapora muy répidamente, pode- mos modificar-1a formlacién y el métcdo de aplicacién para reducir pér-'" didas del producto quimico. De esta manera, la.sustancia quimica ser& ms efectiva y gastaremos menos de ella, que si no conociéramos esta par- ticularidad. Es evidente que si podemos usar menor cantidad de agroqui- mico y aGn asi obtener ¢1 mismo control, los costos van a disminuir. Igualmente, el conocer el comportamiento de 1a sustancia quimica permitiré emplearla de manera mucho mis segura tanto para el hombre como para el medio ambiente. También muy importante es el hecho que esta in- formacién nos permitir4 usar los agroquimicos de una forma mis racional en sistemas de manejo integrado de plagas. As{, la informaci6n b&sica nos llegarf a 1a formulacf6n y aplicacién de 1a sustancia quimica de tal manera que ésta proteja 2 los organismes benéficos y permita el uso apre- piado de otras précticas agricolas. A primera vista pareciere que 1as relaciones entre las propiedades quimicas y el comportamiento de un plaguicida en el ambiente, son my complejas. Sin embargo, se conoce ahora que hay tres hechos’ importantes que uno debe conocer sobre una sustancia quimica para usarla de manera segura y eficiente. Estos son: 1. Solubilidad en agua; 2. Presién de vapor; y 3. Susceptibilidad a diversas reacciones. Tal como se ha mostrado en este trabaj>, la solubilidad en agua est& relacionada con el coeficiente de particisn, el que a su vez es un indica- tivo de las capacidades de adsorcién de la sustancia quimica, asf como de acumulacién biol6gica. La presién de vapcr es un excelente indicador de Ja cantidad de material que se volatilizar& durante y después de la apli- cacién. La susceptibilidad a las reaccivnes, yz sea fotoquimicas o bio- 1égicas, indica la persistencia probable del agroquimico y por lo tanto el lapso durante el cual controlard 1a plaga. -64- Estas tres propiedades del agroquimico pueden ser determinadas,’ por lo menos de manera cualitativa, mediante el usc de equipo bastante simple; adem4s, la determinacién puede efectuarse en cl laboratoric, evit&ndose asf estudios de campo prolongados y caros. Por ejemplo, 1a presién de vapor puede obtenerse hasta una aproximacién razonable pesando la canti- dad de sustancia quimica perdida en un 4rea dada y luego calculando la presign de vapor. Es un poco ms dificil determinar la solubilidad en agua, pero puede hacerse de manera aproximada afiadiendo pequefias canti. dades del producto quimico a un volumen dado de agua y observando 1a ve- locidad’a la que se disuelve. Por supuesto que es mejor efectuar una de- terminacién directa de 1a sustancia quimica en una solucién saturada por medio de una técnica anal{tica apropiada. La técnica analftica, sin embargo, puede ser tan simple como un ensayo biolégico. En algunos trabajos sobre formilaci6n y aplicacién, as{ como manejo y desecho de plaguicidas, se ofrecen aplicaciones mAs directas de la utilidad que reviste 1a informacién que hemos brindado en este trabajo. Es en estos Gltims aspectos que se puede apreciar mis claramente 1a apli- caci6n ‘préctica de esta informacién. BIBLIOGRAFIA CITADA 1, GUENZI, W. D., ed. Pesticides in soil and water, 1974. Soil Sei. Soc. Am. Inc., Madison, Wis. 2. GORING, C. A. I. y HAMAKER, J. W. Ed. Organic chemicals in the soil environment. 1972. (vol. 1 y 2). Marcel Dekker, Inc. New York. 3. HAQUE, R., y FREED, V. H. ed. Environmental dynamics of pesticides. 1975. Plenum Press, New York. . 4. ROSEN, A. A. y KRAYBILL, H. F. ed, Organic pesticides in the environment. 1966. (ACS # 60), Am. Chem. Soc., Washington, D. C. 5. KHAN, M. A. Q., ed. Pesticides in aquatic environments. 1976, Plenum Press, New York. - 65 - MANIPULACION, TRANSPORTE, ALMACENAMIENTO Y DESECHO DE PLAGUICIDAS Virgil H. Freed* Peligros que presenta el manejo y almacenamiento de plaguicidas La mayorfa de los plaguicidas presentan peligros durante su manipu- lacién, transporte y almacenamiento, debido a su toxicidad para los humanos, los animales y el medio ambiente. Algunos plaguicidas son altamente infla- mables y/o pueden convertirse en gases téxicos al arder. Por estas razones, el transporte y almacenamiento de plaguicidas estén sujetos a leyes y reglamentos en muchos pafses, estados o en otras unidades de gobierno, En la adquisicién y movimiento de plaguicidas, es importante que las personas o agencias responsables estén completamente conscientes de todas las leyes y reglamentos aplicables, y que se aseguren de obedecerlas en su totalidad. En las seccionés siguientes se deseriben los principales peligros aso- ciados con el manejo, el transporte y el almacenamiento de plaguicidas, y Jas precauciones necesarias para minimizar estos peligros. Fugas y derrames de plaguicidas téxicos en tr&nsito El manejo y almacenamiento de plaguicidas t6xicos est asociado con el riesgo de fugas en los recipientes, uniones o tapas defectuosos, o de perforacién, rotura, o desgarro de envases. Los plaguicidas t6xicos no deben ser transportados en los mismos recipientes o compartimentos en que se transporta carga,que podria convertirse en un peligro si fuera contami- nada, tal como alimentos, medicinas, juguetes, ropa, cosméticos o articu- los para el hogar. Los derrames de plaguicidas pueden ser muy peligrosos para el per- sonal de transportes o de almacenes, personas involucradas en operaciones de limpieza, as{ como para personas o animales que habiten cerca del si- tio del derrame. Si otra carga se contamina pueden presentarse graves pe- Ligros secundarios. Hay que tomar en cuenta, también, que el agua y otros elementos del medio ambiente pueden ser contaminados por el material t6xico derramado directamente, y/o por las operaciones de limpieza. * Departamento de Agroquimica, Oregon State University, Corvallis, Oregon, U.S.A. = 66 - Nunca serf demasiado el énfasis que se dé a la importancia de evitar los derrames y de tomar todas las medidas necesarias para el manejo co- rrecto y 1a proteccién de los embarques de plaguicidas t6xicos. Entre estas precauciones se deben incluir las siguientes: 1, Antes o durante el embarque debe inspeccionarse cada recipiente de plaguicida para asegurarse de que no existen fugas alrededor de 1a cubierta, en las partes superior e inferior, a lo largo de y bajo el re~ cipiente. Si un elevado porcentaje de recipientes evidencian fugas, el embarque total debe ser cancelado. 2, Los envases que contienen plaguicidas deben ser cargados en el vehfcu- lo transportador y. asegurados de tal manera dentro del compartimento de carga que se mantengan Fijos en su sitio, sin posibilidad de dafiarse unos a otros, o dafiar o ser dafiados durante el viaje por otra carga. Los plaguicidas t6xicos no deben ser embarcados en el mismo compartimento con carga que puede ser un peligro si llegara a contaminarse con plaguicidas. En la carga y descarga de plaguicidas deben usarse (inicamente equipo y herraméntas que no dafien los recipientes.’ Especialmente debe prohi- birse el uso de ganchds‘que puedan perforar o rasgar los recipientes de plaguicida. Todo. el personal involucrado en 1a carga, transporte y descarga de plaguicidas deberfa estar bien informado sobre la toxicidad y el peligro potencial del 5 dé los plaguicidas que est4n manipulando. Debe suminis- trérseles informacifn sobre las medidas que deben tomar en caso de derra- mes de aquéllos agroquimicos que estén manipulando, y a qufén llamar en una emegencia para obtener informacién a) médica, y b) técnica. Debe adiestrarse al personal, especialmente a lcs supervisores, en procedimientos apropixdos de primeros auxilios y de rescate; con el fin de que haya mayor segurided, todos los implementos necesarios deben estar disponibles en lugares de facil acceso ahtes de que se inicie el manejo de un embarque de plaguicidas. De acuerdo con la toxicidad del material que se va a manipular, estos implemenitos necesarios podrfan incluir m4scaras anti-gas para todo propésito, respiradores, anteojos o caretas para pro- teger el rostro y los ojos; ropa impermeable para proteccién total que incluya guantes, botas, sombrero y abrigo o mono de manga larga que cubra totalmente al trabajador; agua en cantidades adecuadas para lavar materia- les corrosivos o téxicos que caigan sobre la piel as{ como implementos para lavar los ojos tales como fuentes fijas o port&tiles. » las instalaciones donde se manipulen plaguicidas deben contar con los ‘servicios de un médico que haya sido informado con anterioridad sobre la naturaleza y toxicidad de los plaguicidas en cuestién. Es particularmente importante tomar todas estas precauciones cuando se trate de trasladan grandes cantidades de plaguicidas desde los muelles hasta las embareaciones o viceversa. Los choferes de grdas, estibadores - 67 - y otros trabajadores deben ser advertidos sobre la necesidad de manipu- lar este material con gran cuidado. Debe prevenirse el derrame o conta- minaci6n de 1a carga en los muelles. Antes de que se inicie el movimiento del plaguicida debe contarse con equipo e implementos para realizar una Limpieza de emergencia en caso de necesidad. Cuando vayan a llegar cargamentos de plaguicidas debe advertirse a Jas autoridades del puerto y a los funcionarios de Salud Péblica. Ellos deben inspeccionar las condiciones de la carga en las bodegas del barco antes de que se inicie su descarga y supervisar las operaciones de des- carga, especialmente la limpieza adecuada y 1a descontaminacién de cual- quier derrame. Productos inflamables y peligro de fuego Algunos plaguicidas 1fquidos, especialmente aquéllos que contienen solventes orgfnicos con niveles de ignicién de baja temperatura, presen- tan peligros especiales debido a la facilidad con que se inflaman. Al- gunas fSrmulas en forma de polvos secos pueden también presentar peli- gros de fuego o explosiones. En los Estados Unidos, los plaguicidas con niveles de ignicién bajos deben presentar las siguientes advertencias: 1. Nivel de ignicién de o inferior a 20°F (-6.7°C): "Peligro; my in- flamable; manténgase lejos del fuego, de chispas, y de superficies calientes". Niveles de ignicién entre 20°F y 80°F (-6.7 a 20.7°C): "Cuidado - inflamable; manténgase lejos del calor y ce las llamas". 3, Nivel de ignicién entre 80°F y 150°F (26.7 a.65.5°C): No se use © almacene cerca del calor o de las llamas" Las personas que manipulen cargamentos de plaguicidas deben buscar estas advertencias en los empaques y asegurarse de que los productos sean tratados y almacenados de acuerdo con estas indicaciones que estén desti- nadas a evitar incendios y explosiones. Los plaguicidas son especialmente peligrosos cuando se encuentran dentro de alptin incendio. Aquellos productos muy inflamables facilmente alzarfn llama o explotarfn cuando se recalienten. Algunos polvos finos tales como el azufre se incendiarfn tan f&cilmente como los gases 0 va- pores, por lo que constituyen un explosivo potencial. Los recipientes a presién o aerosoles explotan cuando se recalientan. Las emanaciones y el humo que despiden algunos plaguicidas al quemarse pueden ser muy tOxicos para los bomberos y otras personas que se encuentren cerca del incendio. También pueden ser muy venenosos jara plantas y ani- males. Es posible que el agua que se escurre cuando se trata de apagar - 68 - incendios de plaguicidas sea bastante téxica, ya que puede tener altas concentraciones de sustancias quimicas y representar un peligro para los seres humanos, los animales y el medio ambiente en general. La contami- nacién de arroyos, rfos, lagunas, lagos u otras acumulaciones Je agua puede causar graves peligros secundarios y ampliar los pelisros de toxi- cidad. Es obvio que deben tomarse todas las precauciones posibles para pre- venir los incendios de plaguicidas. Esta debe ser una consideracién im- portante en la construccién, seleccién y uso de dreas de almacenamiento para plaguicidas. En el caso de incendios en 4reas donde se haya almacenado plaguici- das, debe informarse 2 los bomberos y a la policfa sobre 1a cantidad, tipo y ubicacién de los plaguicidas almacenacos en > cerca del incendio. Los bomberos deben usar atavics protectores sobre todo el cuerpo incluyendo botas, guantes, sombrero y capa dc hule, y equipo de respiracién para protegerse de pusibles emanaciones t6xicas y del humo. Debe combatirse el fuego en la misma direccién que sopla el viento o en Angulo recto. Con el fin de evitar la escorrentfa de agua con productos t6xicos, debe mantenerse el uso del agua al minimo posible. De ser posible, deben construirse diques alrededor del frea afectada para evitar este problema. Puede ser necesario evacuar a los residentes de la zona, especial- mente aquéllcs que habiten en la direccién en que sopla el viento. Debe evitarse 1a entrada de curiosos a la zona del incendio y sus inmediacio- nes. Debe notificarse inmediatamente a un mético que esté familiarizado con problemas causados por plaguicidas, quien debe estar de guardia para atender a las personas que puedan resultar intoxicadas. Todas las perso- nas que hayan estado expuestas al contacto con plaguicidas t6xicos o con emanaciones o humc proveniente de los mismos deben tratar de librarse de las sustancias téxicas lavandose cuidadosamente con grandes cantidades de agua y jabén, y deben someterse a control para detectar cualquier sin- toma de envenenamiento. Bl area afectada debe cerrarse con cuerdas para prevenir 1a entrada de personas no autcrizadas. Esta proteceién debe mantenerse hasta que se haya dado fin a las operaciones de limpieza. Las operaciones dc Limpicza que se efectden Aespués del incendio de- ben estar dirigidas por personal adiestrado, que esté bien informado eobre la toxicidad, las propiedates quimicas y fisicas, y cualquier otra infor- maci6n pertinente sobre el o Irs plaguicidas involucrndos en el incendio. Si esta informaci6n no se encuentra disponible, debe obtenerse de los fa- bricantes, de sus representantes, c de las arencias subernamentales indi- cadas. Las operaciones a. limpieza deben estar coordinadas con la policfa Ical, con funcionarios de Salud PCblica, de proteccién ambiental y con otras entidades apropiada - 69 - Algunos aspéctos que pueden pasarse por alto-durante o después de un incendio o cualquier cat&strofe relacionada com plaguicidas son: 1, El calzado puede contaminarse y absorber plaguicidas. Los zapatos de cuero y otros tipos de calzado liviano deben-ser desechados ‘si se fan contaminado porque no pueden descontaminarse efectivamente. Las botas de hule del tipo de las que usan los bomberos deben ser lavadas cuidadosamente por fuera y por dentro antés de volverse a usar. 2. Toda 1a ropa persorial, atavfos protectores, respiradores, etc. deben ser lavados o limpiados cuidadosamente antes de volverse a usar. Si estos artfculos han sido fuertemente contaminados, deben desecharse de una manera correcta porque de otro modo con su limpieza pueden crearse nuevos peligros de toxicidad o contaminacién. 3. Debe prestarse especial cuidado a no llevar plaguicidas o residuos téxicos adheridos a los zapatos al salir del 4rea de peligro. 4, Debe usarse equipo mecAnico en las operaciones de limpieza tanto como sea posible para minimizar el contacto humano con material con- taminado. 5. los desechos téxicos deben tratarse y desecharse de la misma forma como se hace con plaguieidas t6xicos y con los recipientes que los contienen (ver la seccién correspondiente enestw volumen para més deta- lies). 6, Todas las operaciones, incluyendo 1a descontaminacién de herramientas, vehfculos, equipo, ete., deben efectuarse de tal-manera que se evite 1a contaminacién ambiental. Inundaciones Los problemas causados por una inundacién son mucho m&s graves si sta sucede en una zona donde se encuentre ubicado un almacén de plagui- cidas. Aquellos productos empacados en recipientes impermeables pueden ser arrastrados 0 flotar y luego romperse y derramar su contenido al chocar contra algtin obstéculo, o m4s adelante por deterioro del reci- piente. Aquéllos productos empacados en papel, cart6n o algin material parecido pueden liberar su contenido muy rSpidamente al mojarse. . De cual- quier manera, y dependiendo de 1a toxicidad del o de los plaguicidas en euestién, puede resultar un grave peligro de contaminacién acuatica. Los plaguicidas almacenados que se han empapado pueden volverse in- servibles y presentar problemas espinosos en cuanto a su masjo y desecho, afin después de que se han secado de nuevo. Deben tomarse todas las precauciones posibles para proteger de inun- daciones a los plaguicidas almacenados. No deben almacenarse jams en Areas, edificios o partes de edificios (s8tanos) que puedan sufrir inun- daciones. = 70 - En caso de suceder inundaciones en sitios donde hay plaguicidas al- macenados, se va a presentar un problema que hard necesaria una cuidado- sa evaluaci6n y manejo por parte de los funcionarios de Salud Pablica, proteccién ambiental y por la policfa. Si una cantidad cualquiera de plaguicida se ha dispereado desde las bodegas, debe hacerse todo esfuer- 20 posible para localizarlo y recogerlo para evitar mis derrames, Si el agua se ha contaminado debe avisarse a las personas y comunidades que se encuentren corriente abajo, especialmente los caserfos, fincas, ganade- pias, distritos de irrigacién o cualesquiera organizaciones que obtengan elagua para sus necesidades del rfo o lago contaminado. Es necesario ponerse en contacto con el o los fabricantes de. los plaguicidas en cuestién para obtener informacién sobre los métodos mis efectivos de descontaminacién y para cualquier otra ayuda que éstos pue- dan dar para solucionar 1a emergencia. Derrames en sitios de almacenamiento En cada instalacién de almacenamiento deben tomarse precauciones con- tra derrames de sustancias quimicas. Esto es particularmente cierto en el caso de los organofosfatados. Sin embargo, el derrame de cualquier producto qufmico, no importa cuan inocuo parezea, debe ser tratado como un peligro. Es recomendable que en los almacenes o en cualquier sitio en donde se manipulen agroquimicos en grandes cantidades, se mantenga un depésito de carbén vegetal y arcilla para adsorber en caso de necesi- dad. Ademfs, debe haber cal o carbonato de calcio disponibles para neu- tralizar aquellos materiales como fosfatos y carbamatos. Si se trata de grandes cantidades de 1iquidos, es conveniente contar con un material absorbente como vermiculita o alguna arcilla que ayuten al carbén a ad- sorber el derrame. Debe de haber una cierta cantidad de ropa de protec- cién (m&scaras, guantes, botas de caucho, capas) para los trabajadores que deben limpiar esos derrames. £1 material que se emplee para adsorber cl. material derramado debe ser desechdo al igual que se hace con el plaguicida. En aquellos casos en que debe lavarse el 4rea para terminar la limpieza, el agua empleada debe ser vertida en un tanque de decontaminaci6n y no directamente en cloacas 0 arroyos. El agroquimico puede ser afin mis degradado en el pozo colector mediante 1a adicién de otros productos quimicos, p. ej. cal y adsorbentes. Si la planta ha sido construfda apropiadamente, los derramamientos y filtraciones pueden denositarse en el piso de concreto, donde pueden depositarse en el piso de concreto, donde es posible que sean adsorbidos con carbén o arcilla, neutralizados con cal y, a continuacién, debe de~ secharse este residuo por degradaci6n del suelo en un sitio de relleno de tierra apropiado, Si tales derramamientos se van a vaciar en un dre- naje, 6ste debe estar provisto con un filtro de carbén y el agua que co- va luego hacia un estanque c una instalacién para tratamiento adicional antes de ser descargada en el sistema de alcantarillado o en un arroyo. -n- Estos elementos (filtro y tratamiento) no son caros y generalmente pueden ser fabricados en la misma planta. Debe haceree una advertencia importante en relacién al pisc de las instalaciones de almacenamiento y formulacién. fn este trabajo hemos men- cionado varias veces que deben construirse pisos de concreto; esto es con el fin de evitar que el agroquimico se infiltre dentro del piso y luego sea liberado en forma de vapor o recogidc por el agua en caso de una inun- dacién. Los pisos de madera o tierra absorben y mantienen el agroquimico y, debido a las concentraciones extremadamente altas, ocurre poco o ningtn desdoblamiento. En consecuencia, el riesgo de exposicién humana ea esta situacién es alto. Contaminacién cruzada Algunos plaguicidas son vol&tiles y pueden contaminar otros plagui- cidas, por lo tanto no debe transportarse este tipo de agroquimico junto con otros. Las emanaciones de plaguicidas voltiles no sélo pueden ser dafiinas como contaminantes de otros productos sino que también pueden causar dafios directos a personas o animales, y afectar plantas, semillas, etc. Debe tenerse especial cuidado siempre que se manipule © almacene herbicidas volftiles cerca ce invernaderos y otros sitios en donde se encuentren plantas susceptibles. lor Algunos plaguicidas despiden olores. Cuando se sienten estos olores cerca de cantidades de agroquimicos almacenados, esto puede indicar que existe una filtracién y que hay un derrame, o que algunos cierres han sido mal ajustados o que estén dafiados. También puede indicar descompo- sicién o algin deterioro del producto. Algunos agroquimicos adquieren un olor cada vez m4s desagradable conforme se descomponen. Cuando se tenga una cantidad de plaguicida que presenta problemas de olor, debe examinarse primero para verificar la presencia de algin posible derrame, filtraci6én o deterioro. Si este examen muestra que no se requiere otra accién, el problema ce olor puede disminuirse bajando Ja temperatura del almactn y/o instalando. ventiladcres de escape. La ubi- eacién de. estos abanicos debe ser estudiada cuidadosamente y para evitar Ja contaminacién ambiental su selida debe estar canalizada a través de purificadores o filtros de carbén para los que se ha llenado una secci6n del conducto del aire con carb4n granulado. -12- Almacenamiento de plaguicidas No importa cual sea su cantidad, todos los plaguicidas deben ser almacenados en su envase original debidamente rotulado, con la etiqueta visible. Nunca se deben guardar en otros recipientes; sobre todo debe evitarse usar botellas, o recipientes de alimentos o de otras cosas con 1 fin de que no se les confunda con alimentos, bebidas, medicinas, etc. para seres humanos o para animales. Los plaguicidas no deben guardarse cerca de alimentos u otros articulos que pueden ser contaminados por ma- terial derramado, emanaciones de plaguicidas volftiles, olores, etc. Los plaguicidas en grandes cantidades deben almacenarse en una bo- dega o en Area de una bodega dedicadas especialmente a este propésito. Las 4reas de almacenamiento de plaguicidas deben tener piso de concreto con desagtles a un sumidero o a otro dep6sito en donde el agua contamina- da puede ser purificada antes de ser descargada. No se recomiendan pisos de madera o de tierra porque no pueden ser descontaminados apropiadamente. El 4rea de almacenamiento debe ser seca y bien ventilada. El edificio debe estar ubicadc en un sitio lo suficientemente alto como para no co- rrer el riesgo de que se inunde. Algunos plaguicidas no pueden ser al- macenadcs a temperaturas bajo 0°C, mientras que otros no pueden ser al- macenados a temperaturas mfs clevadas. Deben leerse cuidadosamente las instrucciones que aparecen en la ctiqueta y seguirlas fielmente. Los almacenes donde se guarden plaguicidas dcben estar cerrados con Liave, o tomarse otras precauciones indicadas para evitar el robo y para prevenir que personas no autorizadas, especialmente nifics, entren al almacén. Tambitn debe indicarse con sefialcs llamativas, hcchas con ma- teriales a prueba de agua, el tipo ic material que se tiene almacenado. Es importante llevar un inventario de todos los plaguicidas que se tienen en el almacén. Debe controlarse la edad ¢e los plaguicidas alma- cenados para evitar que se deterioren y se vuelvan inservibles. En caso de emergencias, debe facilitarse una lista de los productos almacenados y su localizacién exacta a las autoridades (bomberos y seguridad). Los plaguiciias almacenadcs deben examinarse periédicamente para verificar la existencia de fugas, derrames o cualquier signo de deterioro. Debe retirarse aquel material derramado, recipicntes rotos, etc. y el 4rea debe ser descontaminada y limpiada r4pida y completamente. Debe asegurarse que el agua que uscurre de las actividades de lim- pieza no contamine reas residenciales, 4reas donde se alimenten animales, © extensiones de agua. Las reas de ulmacenamicnto de plaguicidas debe- rian estar redeadas de diques o arregiaas de otra manera en tal forma que el agua ¢e desecho pueda ser guardada en un depésito o sumidero para ser descontaminada y desechada luego. Debido a que los incen*‘os en Areas te almacenamiento de plaguici- das presentan graves peligros, tal como se discutié al principio de este trabajo, toda medida que se tome para prevenir incendios y proteger las - 73 - instalaciones, es apenas suficiente. Entre éstas deben incluirse sis- temas eficientes de combate de incendios, instalaciones eléctricas a prueba de chispas, y equipo tal como linternas, motores, interruptores tomacorrientes, de seguridad, Los plaguicidas deben mantenerse lejos de conductos de vapor, calentadores, ventanas y otras fuentes de calor. En toda el 4rea de almacenamiento de plaguicidas debe haber equipo extintor de incendios y de seguridad, con capacidad y en cantidad adecua- das; todo el personal debe estar completamente familiarizado con su uso, no s6lo en teorfa sino por medio de ensayos frecuentes de prictica. De~ be haber equipos de proteccién y de seguridad tal como sdbanas contra in- cendio, equipos protectores completos que incluyan sombreros, botas, capas 0 monos; miscaras anti-gas, respiradores, escudos para 1a cara, etc.; este equipo debe estar en buenas condiciones, guardado en sitios de f4cil acceso y ser revisado con frecuencia. Las autoridades de la zona tales como la policfa local, el departa- mento de bomberos, Salud Pdblica, proteccién ambiental y otros deben estar familiarizadas con la zona de almacenamiento de plaguicidas, con los procedimientos operativos de las instalaciones, y con el programa y equipo de seguridad. El programa de seguridad debe anticiparse y planear para hacerle frente a cualquier emergencia que pueda presentarse, incluyendo (pero sin linitarse a) incendios, inundaciones, ciclones, huracanes, tifones, robo, tiempo anormalmente frfo o caliente, y otras calamidades. Deben anticiparse tan completamente como sea posible los probables efectos di- rectos o indirectos de cada posible calamidad. Deben tomarse las medi- das necesarias para evitar hasta el miximo los resultados desastrosos, y deben hacerse planes de emergencia para enfrentarse a las cat&strofes que tengan.que ver con plaguicidas, en el momento que ocurran. Todos los trabajadores y personal supervisor relacionado con el ma- nejo, transporte y almacenamiento de plaguicidas deberfa tener acceso a asistencia médica, as{ como a la informacién sobre las propiedades quimi- cas, fisicas y toxicol6gicas de los productos con que trabaje, incluyendo informacién detallada sobre cémo actuar en caso de derrames. Estabilidad de los plaguicidas Muchos plaguicidas, sin importar la excelencia de su manufactura, formulaci6n y empaque, se deterioran durante su almacenamiento, especial- mente bajo condiciones de clevada temperatura y humedad. Este detericro puede incluir pérdida del ingrediente activo debido a descomposicién qui- mica; pérdida de sus propiedades emulsificantes en el caso de concentra- dos emilsificables; compactacién en el caso de férmulas secas, y corro- sién u otras pérdidas de integridad en el caso de recipientes y etiquetas. Algunos plaguicidas se convierten en sustancias ms t6xicas con el tiempo. -m%- En general, las f6rmulas que contienen bajas concentraciones de, in- gredientes activos tienden a perderlos mis rapidamente que aguellos pla guicidas m&s concentrados. Algunos plaguicidas 1fquidos tienden a formar gas al deteriorarse, lo que hace que sea peligroso abrir los envases, y que pueda ocurrir una explosién de los mismos. Las cargas de plaguicida que se han deteriorado de una u otra mane- ra pueden convertirse en un problema muy serio. Cada vez es ms dificil nanipularlos y transportarlos sin que ocurran roturas y derrames serios que, @ su vez, presentan graves peligros para el ser humano y el meddo ambiente. Cuando los agroqufmicos se deterioran hasta el punto que no son apropiados para su uso original, el desecharlos de una manera que no presente peligro puede ser un problema atin mis grande. Es muy importante que las personas involucradas en la compra de pla- guicidas que vayan a ser usados en otros paises, y que estén arreglando su-transporte y su entrega, estén muy conscientes de estos problemas. La compra de plagutcidas para ser usados en pafses tropicales debe estar pro- gramada de tal manera que minimice el tiempo que vayan a estar almacenados, yes importante que los plaguicidas lleguen desde 1a fAbrica hasta el usua— rio tan répidamente com sea posible. Algunas veces, es necesario guardar los plaguicidas desde una estacién hasta la préxima. Este almacenamiento debe mantenerse a un m{inimo y bajo ninguna circunstancia debe permitirse que el lapso entre la fabricacién y el uso sea mayor de 24 meses. Desecho de _agroquimicos y envases usados- Frecuentemente en la formulacién y uso de plaguicidas hay productos secundarios o ingrediente activo puro que deben ser desechados. Puede tra~ tarse de un exceso de mezcla de aspersién que no se va a necesitar, pro- ductos que no se pueden ya usar, 7 agroquimicos que se han deteriorado. De igual manera, cuando se usani agroquimicos habr& envases que se van a vaciar y también hay que desechar y, tanto los envases como los agroqui- micos son diffciles de eliminar. El método que se emplee debe estar adap- tadoalos recursos de que se disponga y a las condiciones ambientales de modo que no se creen situaciones de peligro para seres humanos o polucién ambiental. En el desecho de agroquimicos o de envases hay que tomar precauciones debido a que generalmente estos agroquimicos estén en forma concentrada. M&s afin, a veces hay que desechar cantidades variables de productos qui- micos, desde unos cuantos gramos hasta algunos cientos de kilogramos en el cago de plantas de formulaci6n o de industrias agricolas grandes. Cuando sé trata de tales cantidades existe el problema no s6lo del peligro para los seres humanos sino de la contaminacién ambiental que hay que, evitar. Hay una serie de factores que deben ser considerados cuando se trata de encontrar 1a forma y el sitio para desechar estos productos. En primer -75- lugar, hay. que reconccer que cualguier producto quimicu en suficiente concentracion puede ser texice- Este oo un beche BEFIGS y wAlitec, ya Sea que ce trate d-organtsnce in*ividucloc como en cl easy do un’ ser humano, de una poblacién dz organismos, tales como peces en un rfo, o que se trate 721 medio cmbiente. Cuando tenemos entre: muaos un azroquimico t6xico este punto es obvi, puro lo es menos cuando se trata ¢e algtin pro- ducto que ha sido categorizado com: Ze bajz toxi¢ida’. Asf, cuando se trate de eliminar productos du este Gltimo tipo es esenciil evitar causar concentraciones lo suficientemnte +itas cono para que causen efectos in- deseables. Con base en la experiencia se reconoce que hay grandes diferencias en 1a susceptibilidad de diferentes orpanisrss = un product> quimico. Asimismo, debido a tiferencias en 11s propiedztes te agroquimicos, la forma y el nivel de expesicin varfa. Esto, pues, conduc: 2 una distin- cién entre toxicidac y peligro. Toxicidad es cl cardcter intrfnseco del compuesto que produce un efecto téxico en una dosis dada, mientras que pe- ligro representa 1a probabilidad de que un producto qufmico pueda producir algin efecto téxico bajc lis condiciones o la form de uso. Asf, el peligro depende de: a, Toxicida’ intrinseca. b. Susceptibilidad de la especie en cuestién. c. Persistencia del producto quimico. @. Manejo y forma de desecharlo. Estos factores de peligro sugieren las diversas consideraciones que deben hacerse al seleccionar 1a form i desecho. La primera pregunta que debe formularse cs" "ZCuAles son las propicdiales fisicas 4el compuesto? 2Es muy voldtil? 2Es soluble en agua? éSe des.\ubla f4cilmente con el ca- lor o es atacado por microorganismos?" Luerc tenemos el asunto de la toxicidad: "éIntoxica rfpidamente o se acumla on lcs orsanisnos y causa efectos crénicos?” A continuaci6n eben hacerse diversas consideraciones sohre el sitio donde se va a desechar el agroquimico en relacién con los scres humincs y con el ecosistera. cEl lugar proruesto est4 cerca .le una zona habitada por seres humanos? Se encuentra cerca du depdsitcs de agua, yi sea lagos ¢ arroyos, o cerca de fuentes subterréneas? iCufl es 14 direccién principal del viento? También deben tomarse en cuenta algunos factores climfticos como temperatura y precipitacién. Finalmente debe tomarse en cuenta 1a cantida’ Je agroquimico que se va a desechar, Almunas cantidales may pequefias del producto pueden cese- charse de cierta manera, con seguridad, per. cantidades mucho mayores del mismo producto podrian causar serios problemas si se las lesechara #e la misma forma. En este trabajo se ofrecenalzunas sugerencias para desechar cantida- des relativamente pequeflas de agroquinicos. Est: informacién podria apli- carse a nivel de operaciones apricolas o de pequeflas plantas de formulacién. Los problemas, de desecho de grandes cantidades ¢2 productos quimicos que se presentarfan en: plantas manufactureras son diferentes, tanto en magnitud como en carcter, y deben ser resueltos por grupos de expertos. M&todos de _desecho de productos cos. Existendiversos mét:dos para desechar cantidades relativamente pe- quefias de productos quimicos. Sepfin la naturaleza del producto, sus pro- piedades biolégicas y de otros factores, ¢x’2 metodo presenta ventajas y desventajas. A continuacién se presenta una descripeiin breve Quiz el modo ms efective y econémico de dispersar un agroquimic® sea usarlo tal como se habfa planeado. La baja concentracién por unidad de Area que se usa normalmente para controlar plazas permite que el am- biente, a través de degravacién fotoquimic: y microbiolgica, destruya el material. Esto significa que los aprcquimicos deben ser usados de la ma- nera mis prudente para evitar problemas, Si éste es el m&todo que se va a usar para dispersar el agroquimico, no debe comprarse mis del que se necesite. Si se evita comprar cn exceso no hala cantidades para puardar de afio a afio, no hay que preocuparse ‘el deterior del projucto, de los pe- Ligros del almacenaje, y ce la necesidad de lesechar el agroquimico. Reciclaje Este métodc empleado para eliminar productos que no se usan, y tam- bién cuando hay demasiada existencia de sustancias quimicas, puede ser usado finicamente por grandes plantas manufactureres. Sin embargo, hay algunos casos en que ueden recuperarse algunas sustancias qufmic2s para ser usadas de nuevo, empleandc los procedimientos quimicos apropiados. Este no es un método aconsejable para instalaciones que no cuenten con equipo de alta calidad, debido a que hay que usar sclventes apropiados, adsorbentes, y realizar algunas manipuliciones quimicas complejzs. El reciclaje probablemente no sea indicado 2 no ser que haya una cantidad su- ficientemente grande del materizl. Posiblemente no sea econémico para el formuladcr o el manufacturero tratar de recobrar pequefias cantidades de sustancias quimicas je fuentes bastante tispursas. 3. Incineracién La incineraci6n es, por supuesto, una sclucién extrema para descchar un agroquimico. Cuando se efectGa una incinerscicn cfectiva las sustan- cias orgénicas se convierten en diéxic: le carbone, agua, éxidos de azufre, Acido hidroclérico, y otros compuestos inovgfnicos simples. Sin embargo, la incineracién no es un métode simple ni barzto para descchar los agro- quimicos. Para haccrlo apropiadament: se necesita contar eon equipo -7- complejo y my caro. Por ejemplo, un horno que ofrezca combustién apro- piada de plaguicidas debe tener una temperatura de la llama de’ 900°~ 1200°C y un tiempo.de: permanencia en la cémara de combustién de, por lo menos,. dos a diez segundos dependiendo de la-naturaleza del producto qui- mico.: Ademis, es necesario: contar con.los elementos de control de polu- cin apropiados en estos hornos para atrapar los 4cidos y otros materia- les formados durante la combustién y as{ evitar dafios al incinerador y al medio ambiente, El costo de este tipo de instalacién para incinerar pro- ductos quimicos orgénicos puede oscilar entre uno y tres millones de d6- lares. TEMPERATURAS NECESARTAS PARA, DESCOMPONER 98% 0 MAS DE UN PLAGUICIDA* Compuesto Temperatura °C DoT 600 Picloram 900 Malathion >1 000 Diuron >1 000 Paraquat 700 2,u-D 600 * Tomado de Residue Reviews, 29 89, 1969 No se recomienda usar un fuego abierto para destruir productos qui- micos. La temperatura que’ se alcanza en esos fuegos es demasiado baja para destruir completamente el producto, pudiendo incluso resultar en la formacién de productos afin mis téxicos. M4s afin, si se emplean fuegos abiertos se obtendr& como resultado 1a vaporizacién de algunos de los pro- ductos. quimicos.con el resultado de que se va a contaminar el aire. En experimentos realizados con fuegos abiertos se encontré que 1a concentra- cién de Parathion en el aire era varias veces mis alta que los niveles per- mitidos, y en efecto, las concentraciones cerca del fuego alcanzaron ni- veles peligrosamente téxicos. Por esta razén, no se recomienda el fuego abierto para destruir productos quimicos o bolsas de papel o plfsticas que los hayan contenido. 4, Pozos profundos Hace algunds ‘afios se consideraba que 1a inyeccién en pozos profundos podfa ser una manera para desechar algunos agroquimicos. La pr&ctica no. tuvo aceptacién pcrque hay muy pocas formaciones geol6gicas apropiacas para este: tipo de actividad. Ademfs, el costo de perforar y operar estos ~ 78 - pozos es bastante elevado. Esto fue una circunstancia afortunada ya que se ha visto que este método causa problemas de contaminacién de las aguas; esto se descubrié en alrunos casos en que se usi este método para disponer de 2,4-D, Debido al costo y a los peligros posibles para las aguas, la inyecci6n en pozos profundos ya no recibe ninguna consideracién como mé- todo de desecho. 5.” Desecho en agua 4... Durante muchs afios se decfa que "la solucién para la polucién era la ‘diluci6n" y, como consecuencia, se usaron ampliamente las alcantarillas, arroyos, lagos o afin el océano para desechar productos. Aunque este mé- todo es barato, lo Gnico que hace es trasladar el problema de un sitio a otro. Si se est cesechando el producto a través de un sistema urbano de alcantarillas que utiliza tratamientos primario y secundario, el agroqui- mico puede causar problemas en la planta de tratamiento de aguas negras. Si éstas reciben poco o ningGn tratamiento, es probable que el agroquimico vaya junto con las aguas negres a los rfos u otras extensiones de agua. Si, por ota parte, se le desecha en el suelo, puede conducir a la conta- minacién del suelo y, si es voldtil, a la contaminacién del aire. El arrojar agroquimiccs directamente al aqua simplemente traslada el problema de la policién rfo abajo. Esto puede producir 1a contaminacién del agua eestinada a consumo humano, residuos en la biota acutica y, ain, destrucciones de los organismos. Hoy dia existen casos en donde grandes lagos y rfos se han visto seriamente contaminados por productos quimicos en algunas reas. Hace algunos afios se crefa que los ocanos podfan ser usados como receptores de desechos de todo tipo. Estudios posteriores mstraron que este era un pésimo sistema. : En general, puede decirse que no debe desecharse sustancias qufmicas en alcantarillas o directamente alagua sin haber recibido un tratamiento anterior debido a los problemas de contaminacién que van a causar. 6. Tratamiento quimico i Muchos de los plaguicidas que se emplean actualmente pueden ser de- gradados f4cilmente con los tratamientos qufmicos apropiados. En algunos casos esta es una reaccién bastante simple, en otros casos, se necesitan procesos bastante elaborados. Es importante recordar que deben guarderse las debidas precauciones al tratar de degradar plaguicidas quimicamente. En primer lugar, hay que manipular duidadosanente el material y suminis- trar ropa y artfculos de proteccién para prevenir problemas causados por la exposicién, En segundo lugar, muchas de las reacciones son espont4neas y pueden. generar considerable calor o afin causar explosiones a menos que se las controle aprepiadamente. -79- Uno de los tratamientos que se han propuesto para el desecho quimico es el tratamiento con cloro. Como se muestra en la siguiente reaccién, un compuesto como DDT se degradar& a cloroformo y tetracloruro de carbono, Clorinélisis Cytg’ls + 18CL, —+ Sccl, + 9HCL Aunque esta reacci6n destruye el compuesto original, genera un nuevo producto altamente clorinado que debe ser desechado (tetracloruro de car- bono), Por esta raz6n, la clorinélisis no es muy usada excepto traténdose de un producto altamente téxico en una planta quimica donde el tetraclo- ruro de carbono puede ser usado o desechado mediante otros medios seguros. La hidrSlisis o reaceién con agua es la caracteristica de insectici- das y de una cantidad de herbicidas 2 base de organofosfatos y carbamatos. En hidrélisis el compuesto original generalmente es convertido en un pro- ducto con mucha menor actividad biolégica. Los productos de 1a reaccién pueden ser desechados luego en el suelo o por otros medios. Cuando hablamos de hidrélisis de compuestos como organofosfatos, car- bamatos, ésteres y amidas, los materiales generalmente reaccionan lenta- mente con el agua, mientras que la reacci6n hidrolftica se verd bastante acelerada cuando se usa material dcido o alealino. Asf en el caso de Parathion, 1a hidrélisis se vera aumentada muchas veces con el uso de un material alcalino como hidréxido de sodio, carbonato de sodio o atin cal o carbonato de calcio, A continuacién se muestra esta reaccién: Hidrélisis s 0 Sopp \lv ALCALT ¢S +(ET0)2P.oHt +HOH (NaoH ,NayC0: ca catia) Otros tipos de reatcicnes quimicas que pueden ser usadas para desha- cerse de plaguicidas incluyen oxidacién por aire htimedo, oxidaci6n con permanganato y, en el caso de hidrocarbonatos clorinados, reduccién 4cida leve con zine o.con una aleacién de zinc y cobre. Es diffcil deshacerse de plaguicidas que contengan elementos metdlicos tales como arsénico, mercuric, plomo, o cadmio debido a la persistencia - del elemento. Puede usarse un tratamiento para formar sulfuro insoluble que luego pueda ser desechado. Formacién de sulfuro (As*®, cut’, ca*?, pp*?, rig*?) 2as + $5 —+ As,S, (insoluble) ~ 80 - 7, M&todos de desecho en 1a tierra Hay una cantidad de métodos que pueden ser usados para desechar pla- guicidas en la tierra. Cuando se trata de cantidades relativamente pe- quefias de agroquimicos a veces este es el sistema m4s conveniente y pr&c- tico, Desecho en pozos abiertos. El desecho en pozos abiertos no pue- de recomendarse en el caso de plagui- cidas, ya’ que el riesgo de contaminacién para el aire y el agua es dema~ siado elevado. b. Sitios de relleno, Un sitio de relleno, o sea, un sitio para de- secho ee basuras que luego se cubre, puede recibir una cantidad muy limitada de plaguicida. La limitacién est& en- la cantidad de agroquimico que puede ser adsorbido, evitando que se filtre hasta 1a napa freatica o que se descomponga con la basura. Debe tenerse cuidado en 1a ubicacién del pozo de modo que no haya peligro de contamina- ci6n tanto para aguas en la superficie como para aguas subterréneas. c. Relleno sanitario. £1 relleno sanitario es un sitio de desecho en donde, al final de cada dfa el material que ha sido arrojado al pozo se cubre con una capa de suelo, la que se aprieta bien mediante el uso de aplanadoras de modo que quede bien sellada. El relleno sanitario es m&s apropiado como sitio de desecho de cantidades limitadas de agroquimico que los dos sistemas mencionados anteriormente. Las capas de suelo aseguran la adsorcién Jel agroquimico y restringen la escorrent{a, y a la vez hay suficiente actividad microbiol6gica como para incrementar la degradacién de los plaguicidas. Sin embargo, si el relleno sanitario va a ser usado para desechar pequefias cantidades de’ agroqufmicos, el relleno sanitario debe ser manejado cuidadosamente. Se supone que di- cho relleno debe estar ubicado lejos de sitios de habitacién de seres hu- manos y en un sitio con una formacién geolégica donde no haya peligro de contaminacién de las aguas. a. Sitios especiales de desecho. Otro medic para deshacersé de ciertos tipos de agroquimicos en cantida- des limitadas puede ser el desecho en el suelo, siempre y cuando sea correc- tamente manejado. Este sistema es mis eficiente para deshacerse de productos quimicos inorg&nicos que de productos quimicos inorgfnicos o metales pesados. Para el manejo de dichos sitios se utiliza una combina- cién de medios quimicos y microbiolégicos para lograr 1a descomposicién del producto quimico. Se hacen pequefios pozos de, aproximadamente, un metro de profundidad. El fondo del pozo se cubre de cal y, en el caso de un agroquimico soluble en.agua, de carbén. Si se dispone de materia orgdnica como hojas o césped, o mejor atin, de heces animales, se 1a puede afladir al pozo para acelerar el -81- desdoblamiato. Se coloca una pequefia cantidad del producto quimico en el fondo del pozo y se cubre con una capa de suelo seguida de una de cal, mis agroquimico y materia orgfnica. El pozo no debe llenarse con pro- ducto quimico mfs all4 de quince a veinte cent{metros de 1a superficie. El pozo se termina de Llenar con suelo y se aprieta firmemente. Las di- mensiones de un sitio de desecho de este tipo debe ser de alrededor de 1.5 m de profundidad por 1.5 m de diametro, y no se debe sobrecargar de sustancias qufmicas. La combinacién de cal y materia orgSnica, donde se pueda consegui, facilita el desdoblamiento de agroquimicos tales como organofosfatados, carbamatos, amidas y triazinas. En aquellas 4reas en que se dispone de grandes cantidades de desechos animales, estos pozos pueden emplearse para deshacerse de pequefias cantidades de plaguicidas organoclorinados. Estos':pozos que hemos descrito no deben estar ubicados a menos de 6 a 8 metros unos de otros. Hay que insistir de nuevo en que deben localizarse en sitios seleccionados cuidadosamente para evitar la contaminaci6n de las aguas y en donde se pueda evitar la entrada de per- sonas no autorizadas. e. Biodegradacién en el suelo - La biodegradacién en el suelo es una variacién del método des- erito en el acdpite d. En este caso, an vez de enterrar el agroquimico en pozos, se le distribuye sobre una extenéién amplia dentro de y sobre 1 suelo. Esto puede hacerse inyectando el material directamente en el suelo 0 roci&ndolo por eficima y luego. arando el terreno. El sitio selec- cionado para la biodegradacién debe estar seleccionado con el fin de evitar la contaminacién de las aguas y 1a entrada de personas no autorizadas. DEGRADACION DE PLAGUICIDAS EN EL SUELO Tiempo necesario para que la mitad se desdoble en el suelo (dfas)* Tipo de plaguicida Promedio M&ximo Organofosfatados 47 290 ‘Triazinas 82 212 Carbamatos 172 817 Ureas sustituidas 355 3103 Hidrocarbonos clorinados 2256 7987 * Adaptado de A. Mercado y Ykahnovitch en "Behaviour of Pesticides in Soil", Publicacién especial No. 82, Division Sci. Pub., 1977. = 82 - El 4rea destinada a 1a biodegradacién de los plaguicidas debe ser m- nejada en forma bastante similar a como uno manejarfa una buena tierra de uso agricola; 0 sea, debe tener suficientes cantidades de materia orgfnica, recibir cierta fertilizaci6n y, si es necesario, irrigacién. £1 fin de la biodegradacién es estimular'a los microorganisms del suelo y a las plantas a descomponer el agroquimico del que nos queremos deshacer. Debe mante- nerse hasta donde sea posible con cubierta vegetal para evitar la erosién causada por el viento. Igualmente, debe de haber diques para atrapar el agua de escorrent{a y llevarla a un sumidero o depresién para permiti que el suelo contaminado se asiente antes de que el agua se escurra. El &rea cereana al sumidero debe tener cubierta vegetal; quizA algtin tipo de pasto de bajo crecimiento. plantas de hoja ancha. Estas sirven de filtro vivien- te y también ayudan a destruir el agroquimico. Toda el frea de desecho debe contar con un limite de por lo menos 1.5 m cubjerto de vegetacién. Un sitio muy grande podria estar rodeado por un seto apropiado de plantas Jefiosas con el borde interior cubierto de hierba. £. Sitios seguros para desecho de sustancias quimicas Se estén construyendo sitios seguros para almacenar y desechar sustancias quimicas muy t6xicas. Durante largos perfodos de tiempo en es- tos sitios se almacenan agroquimicos en recipientes apropiados, o en pozos, © reciben otros tratamientos para elevar el nivel de seguridad del almace- naje. Varios paises industrializados estén empleando estas instalaciones para deshacerse de desechos téxicos. En estos lugares pueden darse trata- mientos limitados a los agroquimicos, tales com adsorcién empleando car- b6n 0 resinas para reducir 1a movilidad del producto; puede usarse gela- eién o concrecién. Uno de los fines que persigue este sistema es. recupe- rar, en un futuro, por lo menos cierta cantidad del agroquimico. Aunque estas instalaciones aseguran una colocacién segura del pro- ducto, quizds sean mis Gtiles para la industria y en aquellos sitios donde Ja recoleccién y el transporte del agroquimico no plantee un grave problema. Desecho de recipientes Bl desecho de recipientes que contuvieron plaguicidas es un problema serio. Si se arrojan bolsas de papel o plastico en zanjas, arroyos o, don- dequiera que el agroquimico pueda filtrarse al agua, puede causarse un pro- blema de contaminacién, No es indicado quemarlas, debido a que el residuo de plaguicida que queda en la bolsa no se quemarfa completamente y por lo tanto causarfa contaminaci#n del aire, excepto en el caso en que se con- tara con hornos indicados, Se podrfan enterrar en rellenos sanitarics o en el tipo de pozcs mencionado en la secci6n "Desecho de agroquimicos". Estimular el desdoblamiento a través de la adicién de fertilizante y/o de cal conforne sea necesario acelerarfa tanto 1a degredacién del plaguicida comé la descomposicién del envase. El desecho de frascos de vidrio o de plstico, 0 de envases de metal plantea un problema ligeramente diferente. Es frecuente que las botellas = 83 - © frascos parezcan atractivos para otros usos. Ha habido casos de enve~ nenamiento de seres humanos cuando se han usado recipientes de plaguici- das para otros fines después de que se gast6 el plaguicida. Asimismo,-si no se desechan apropiadamente estos recipientes puede causarse contagina- cién ambiental. Aunque estos recipientes sean cuidadosamente lavados, nunca deben usarse para guardar agua para consumo humano o cualquier otro tipo de alimento. Probablemente es mejor reciclar los recipientes de vidrio y metal para ser usados con el mismo plaguicida o con un producto similar. Es importante hacer notar que, aunque los recipientes que contuvieron plaguicidas se laven muy cuidadosamente, es imposible dejarlos completa- mente libres de productos quimicos. Cuando el recipiente est vacfo aGn quedan de dos a diez grams de elementos residuales; en estafiones de mayor tamafio el residuo que quedc ser proporeionalmente mayor. Si se permite que queden dentro del recipiente, luego’ser4 mfs diffcil eliminar estos residuos;. por lo tanto, se recomienda que cualquier envase de plaguicida Lfquido se enjuague por lo menos tres veces con agua o con un“solvente apropiado y que estos lfquidos sean afiadidos a la mezcla de aspersién. Los enjuagues deben cfectuarse inmediatamente después de vaciar el reci- piente. De osta form: se elimina entre 95% - 99% de los residuos que hu- bieran quedado si no se hubiera efectuado estos énjuagues. Es posible efectuar algunos tratamientos mis claborados para eliminar el resto del plaguicida. En el caso de insecticidas organofosfatados o de ‘carbamatos, el empleo de una solucién alcalina como hidréxido de sodio o carbonato de sodio seguido por un enjuague con detergente y un perfodo de remojo con una suspensién de carb6n en agua reduce el residuo a niveles muy bajos o casi inexistentes. El medio de deshacerse de recipientes nfs grandes tales como estafio- nes, barriles y tanques es quiz4 emplearlos para los mismos productos. Cada vez resulta mis econémico devolver estos recipientes a un centro de reacondicionamiento para volverlos a poner en condiciones de trabajo. Este reacondicionamiento puede consistir en un enjuayue con el solvente orgénico apropiado seguido de una limpieza a vapor y, ocasionalmente, el raspado con una cadena para quitar el forro pldstico, seguido de un re- vestimiento interior del estafén. Y ya estn listos para ser usados de nuevo. Sin embargo, estas actividades doben efectuarse en instalaciones bien equipadas. Resumen El desecho correcto de plaguicidas sobrantes o dafiados, y de los en- vases que contuvieron plaguicidas es muy importante. Si esto no se efec- t@a correctamente pueden presentarse riesros para los seres humanos y con- taminaci6n del medio ambiente. Existc una seric de précticas que pueden seguirse para asegurer que estos desechos sv hagan con seguridad. En el caso de catidades menores, existe 1a posibilidad de usar filtres adsor- bentes, tratamiento quimico, estanques de oxidacién y otros tratamicntos. En otros casos (que no son los casos de las grandes industrias), algunas = 84 - précticas como adsoreién con carbén y resina, y desecho cuidadoso en la tierra ofrecen medios précticos de desecho si se realizan cuidadosamente. REFERENCIAS KENREDY, M. V. e¢ @2. Chemical and thermal methods for disposal of pesticides. Residue Reviews, Vol. 29, Pape 89, 1969. LAMBERTON, J. G. e¢ af. Pesticide container decontamination by aqueous wash procedures. Bulletin of Environmental Contamination of Toxicology. Vol. 16, Page 528. 1976. ; LAWLESS, E. D. et af, Guidelines for the disposal of small quantities of unused pesticides. Report TB 244557. Springfield, Va. Na- tional Technical Information Service. 1975. LAWLESS, E. W. e¢ a, The pollution potential in pesticide manufacturing. EPA, TS-00-72-04, 1972. POWERS, P. W. How to dispose of toxic substances and industrial waste. Noyes, Data Corporation, Parkride, N. J. 1976. = 85 - TOXICOLOGIA DE PLAGUICIDAS Y SU EMPLEO POR PERSONAS NO EDUCADAS Virgil H. Freed# Esencialmente, el mundo en que habita el ser humano es un mundo do- minado por la quimica, E1 alimento que consume, la ropa que usa, el aire que respira, todo est& formado por sustancias quimicas. Por medio de di- versas reacciones dentro del organismo viviente el alimento es transfor- mado de modo que las células lo puedan utilizar. £1 oxfgeno tomado duran te la respiracién es utilizado para "quenar" el alimento y suministrar e- nergia o modificarlo para otros propésitos. Estas reacciones se efectfian por medio de proteinas que tienen funciones bastante especificas y son lla~ madas enzimas. Las enzimas estimulan o cambian el curso de una reaccién sin participar de 1a misma, mediante un proceso llamado catAlisis. Las reacciones catalizadas por enzimas estén controladas por diversos factores;entre ellos: temperatura, concentracién de sales, cantidad de sustancias quimicas sobre las que se debe actuar y, concentracién de los Productos de 1a reaccién. Estos factores pueden acelerar o demorar la re- accién dependiendo de su sensibilidad. Otras sustancias quimicas también pueden regular estas reacciones; entre ellas son muy importantes las hor- monas que existen dentro del sistema viviente. Por supuesto, &stas son muy importantes para regular 1a compleja maquinaria bioquimita de las cé- lulas; sin embargo, otras sustancias quimicas también estén en capacidad de regular estas reacciones. Estas sustancias pueden provenir de alimentos consumidos por el organisno, o sea, pueden ser productos naturales; también pueden ser productos sintéticos como una droga o un plaguicida. Desde hace bastante tiempo el ser humano ha tratado de regular los Procesos vitales por medios quimicos. Ha buscado sustancias que le ayuden a soportar el dolor, que curen sus enfermedades, o que de una u otra manera le faciliten 1a vida. Conforme se amplié el campo de accién de la quimica fue muy natural que el ser humano iniciara ensayos con sustancias quimicas como drogas, plaguicidas y para muchos otros propésitos. Asi fue como se desarrollaron los productos quimicos para controlar insectos, malezas, hon- gos,bacterias y otros organismos que presentan riesgos para la salud y el bienestar del hombre. Gracias a que los productos empleados podfen regular Jos procesos vitales fue que denostraron su efectivided para estos props sitos. Para muchas personas, 1a accién de un producto quimfco en un organis- mo viviente parece ser un proceso misterioso. Aunque muchas de estas per- sonas pueden usar diversos productos quimicos diariamente, algunos de los cuales pueden ser bastante t6xicos, existe una tendencia a pensar que al- gunos de estos productos son esencialmente “venenos". Lo cierto es que * Oregon State University, Corvallis, Oregon. ~ 86 - cualquier sustancia quimica puede ser venenosa si se la suministra en can- tidades suficientemente clevadas y de 1a mancra apropiada. Este hecho era conocido por los médicos y los quimicos del siglo XVI pero aparentemente no forma parte del conocimiento general. Asi, aGn las sustancias que com- ponen nuestros alimentos, si se consumen en dosis suficientemente elevadas, pueden ser tan perjudiciales como cualquiera de los productos quimicos em- pleados como plaguicidas. Es importante mantener este concepto en mente en relacién con 1a toxicologia, pero existen algunos otros principios de natu- raleza similar que pueden ayudar a entender la accién de una sustancia qui- mica cn un organismo viviente. : : Hemos enunciado el primer principio de la toxicologia, 0 sea, que cual- quier sustancia quimica en suficiente cantidad es dafiina para el onganisno. aiblonente no-cea demasiado exagerado decir Gue cualquier sustancla qui= mica sera téxica para cualquier organisms si 1a dosis es suficientemente amplia y si se la administra de la manera correcta. Las llamadas sustan- cias quimicas naturales que componen nuestros alimentos pueden, en cantida- des excesivas, ser tan perjudiciales como algunas sustancias quimicas sin- téticas. De esta manera, materiales como las vitaminas A y D, el hierro, muchos aminoficidos y otras sutancias, son peligrosas cuando se las consume en dosis demasiado elevadas. Otro principio importante que debe tenerse en cuenta es que un efecto yperceptible causado por una dosis de cualquier sustancia quimica es una advertencia de peligro potencial. Una sola exposicién que produzca un efec- to puede o no’ puede causar dafios permanentes, dependiendo de si los efectos son reversibles o no. Un principio importante -qiie debe ser considerado es 1a distincién o diferencia entre la toxicidad inmanente de una sustancia y, el riesgo que puede causar. Una sustancia quimica especifica puede ser muy téxica en ciertas formas o si, se 1a emplea de cierta manera, pevo si rara vez se la encuentra de esa forma o se la emplea de esa manera, el riesgo puede ser bajo. Como ejemplo veamos el’ caso de arsénico. £1 arsénico es nativo de nuestro medio anbicnte, en algunos suélos se le encuentra en concentracio- nes de hasta 10-20 ppm y en algunos mariscos su concentracién llega a 30 y 50 ppm. Sin embargo, el arsénico en la naturaleza es, en 1a mayoria de las veces, relativanente poco disponible. Solamente en algunas formaciones geolégicas especiales pucde estar suficientemente disponible como para con- taminar las fuentes de agua. En consecueficia, aunque el arsénico es muy t6xjco en ciertas formas, bajo las condiciones m4s naturales presenta po- cos piesgos para el hombre. De manera similar, hay algunos conpuestos sin- téticos, plaguicidas que poseen elevados Indices de toxicidad inmanente, que si se manipulan con las precauciones debidas presentan pocos riesgos de envenamiento. De esta manera, se pueden identificar cuatro factores que. especifican el riesgo presentado por una sustancia quimica especifica. Estos son: 4.- La toxicidad intrinseda. la selectividad, 0 el cspectro de especies afectadas. La estabilidad de 1a sustancia quimica. La mobilidad de la sustancia quimica en ¢) medio ambiente. - 87 - Finalmente, ¢ebe recordarse que los procesos en el ambiente —_y en los organisms vivientes son dingmicos. Como resultado, cuando se in- troduce una sustancia quimica en estos sistemas, inmediatanente ser& objeto de alteraciones ya sea por medio de procesos quimicos, bioquimicos o fisi- cos. Por ejempio, tan pronto como se libera un producto quimico:en el am- biente, va a ser sometido a alteraci6n fotoquimica, hidr6lisis, oxidacién, ataques biol6gicos, asi como a adsorcién y otras modificaciones fisicas. Todos estos procesos tienden a reducir 1a concentracién del compuesto ori- ginal, reduciendo, por lo tanto, 1a dosis efectiva. Un buen ejemplo de esta accién puede encontrarse en un insecticida organofosforado. El Malathion es un ejemplo de un compuesto altamente t6xico para mam{feros. Esto no se debe a que sea menos téxico para las c6lulas de los mam{feros que otros organofosforados, sino a que los mam{feros y, entre ellos el hombre, posee un sistema enzimStico eficiente para detoxificarse del Malathion. A pesar de qué la bioquimica y 1a fisiologia emplean caracterfsti generales para hacer clasificaciones amplias de los organismos, tanto las particularidades entre especies y, aGn entre miembros individuales de una poblacién, determinan 1a respuesta a una cantidad especffica-de sustancia quimica. ‘Si por ejemplo, cada mienbro de un grupo de animale’ recibe una dosis predeterminada de alguna sustancia quimica dada, mientras‘ que grupos similares reciben simulténeamente, dosis cada vez mayores de 1a migma sus- tancia, se encontrarén nfimeros cada vez mis elevados de organismos'afecta- dos. Asi, en el grupo que recibi6 1a dosis menor, uno 6 dos individuos mostrarfn una respuesta que puede ser medida, ya sea muerte o, alguna otra reaccién menos aréstica y, conforme 1a dosis, fue mayor, asi ser& el nfimero de individuos que muestre la respuesta. Si la respuesta se considera per- judicial para el organismo, 1a dosis que apenas 1a produce es: denominada el umbral téxico". Las dosis inferiores se denominan "sin efecto" o "niveles sin efecto observable". Conforme 1a dosis para cada grupo aumenta, el nfimero de individuos afectados también aumenta hasta que, Finalmente, todos los miembros del grupo responden. Esto da una curva de dosis/respuesta sesgada que puede ser transformada en una linea recta mediante la seleccién apropiada de re- presentaci6n grffica que/toma en cuenta 1a variabilidad estadistica de una poblacién grande. Las respuestas son bastante variables. La medida m&s confiable estadisticamente es 1a del nivel medio -1a dosis que causa una respiesta en un 50% de los individuos. Pueden denominarse EDsq, LD§p © LCs dependiendo de si se trata de una respuesta no-letal, muerte, o la concentracién que ocasiona una respuesta de 50%. Aunque estos valores son los datos de toxicidad que se tabulan con mis frecuencia, 1a muerte es un indicador burdo y poco informativo sobre los dafios orgfnicos. Por una parte, no todos los efectos daflinos son inmediata~ mente letales para los individuos que han estado expuestos a ellos. Por ejemplo, 1a exposicién continua a ciertas hidrocarbonos polinucleares, fi- nalmente, causa tumores en los animales; los tumores pueden ser daflinos, aun cuando los hidrocarbonos resulten relativamente bajos en toxicidad al evaluarlos en los términos usuales en que se evalGan los envenenamientos. La sustancia 2, 3, 7, 8-totraclorodibenzo-P-dioxina o TCDD, una impureza contenida en 2, 4, 5-T, puede ocasionar erupciones en la piel a dosis in- feriores a la dosis letal. A mayor escala, DDT y algunos otros compuesto = 88 - organoclorinados pueden causar fallas en la reproduccién de algunos p4- .:Jaros'y peces.a niveles que no. son téxicos en otros aspectos al animal expuesto.’ En cada caso, 1a relacién dosis/respuesta se mantiene valida, aunque la complejidad fisiolégica puede oscurecer los detalles. En forma muy amplia, 136 respuestas a la toxicidad de las sustancias -quimicas estén categorizadas como agudas, subagudas o crénicas. Los efec- tos agudos son aparicién rfpida de enfermedad y, posiblemente, muerte. Los efectos subagudos producen una enfermedad menos seria y, si se continGa la exposicién, pueden’ en definitiva resultar en muerte. Los efectos crénicos son aquellos que surgen ya sea de bajos niveles de exposicién durante lar- gos perfodos de tiempo, 0 exposicién a una sustancia quimica de toxicidad baja aguda. Los efectos crénicos incluyen aquellos efectos como carcino: genesis, p. e. la pfoduccién de tumores; mutagenesis (causan dafios genéti- cos irreversibles); y tetarogenesis, o produccién de deformaciones en el feto.’ Como ejemplo de este Giltimo efecto pueden citarse 1a droga Talido- mida y una captddad de alcaloides vegetales. Es importante recordar que no importa cun téxico sea el producto quimico, né habr& efecto sino hay exposicién. Asi, si el nivel de expo- sicién gs evitado 0 minimizado, el efecto también ser4 minimo o no obser- vable, Por lo tanto, es importante que las personas que deban trabajar con peaguicidas comprendan algo de los principios que hemos expuesto y los métodos para minimizar su exposicién al agroquimico. Hay diversas formas de como una persona puede verse expuesta a los efectos de una sustancia quimica. En primer lugar tenemos 1a exposicién a agroquimicos ambientales mediante 1a exposicién de 1a piel, el sistema respiratorio, o a través de ingestién oral. Cuando se trata de plaguici- das, 1a ruta de exposicién predominante variard segin se maneje el material y, las propiedades del mismo. Por ejemplo, cuando se trata de un compuesto con una baja presién de vapor, baja solubilidad en agua, y bajos niveles de absorcién por 1a piel, es posible que la exposicién sea primordialmente por medio de alimentos o de agua que han sido contaminados. La ruta de exposicién, ya sea por la piel, 1a respiracién o por in- gestién oral es importante tanto por la cantidad de agroquimico absorbido y por la rapidez como ocurre la respuesta. Esto es debido a la naturaleza de la barrera y la cantidad de sangre que llegue a esa barrera particular. También, sila piel, las células respiratorias, o 1a mucosa. intestinal ab- sorben compuestos solubles en grasa o compuestos solubles en agua mis ré- pidamente que otras, esto influir& la cantidad de material absorbido y la rapidez con que actuar. Como ilustracién, se ha encontrado que hay grandes diferencias en el nivel de absorcién de Paration por diferentes porciones de la piel. Puede oscilar desde 12% en las manos hasta 50% en las mejillas. Es casi inevitable evitar 1a exposicién a los plaguicidas que se a- plican. Esto es particularmente cierto en el caso de individuos que apli- can plaguicidas con bombas de mochila. En efecto, algunos estudios recien- tes han demostrado que 1a exposicién es mayor para aquellas personas que estén aplicando plaguicidas con bombas de espalda que en el caso de aplica- - 89 - ei6n con tractores o aplicacién aérea. Sin embargo, el nivel de exposi- cién puede ser minimizado mediante la seleccién de la formulacién adecua- da, el empleo correcto del equipo y, el uso de ropa protectora. Tal como se mencioné antes, los efectos negativos que resulten de la exposicién depender& de 1a dosis recibida. Asi, si se toman las precau- ciones indicadas en términos de los factores enumerados, 1a exposicién pue= de ser reducida. Por ejemplo, los polvos mojables generalmente cdusan me- nos exposicién dérmica que los concentrados emulsificables. Esto se ex- plica porque el ingrediente activo est4 combinado con una arcilla u otro ingrediente inerte para formar el polvo mojable. La arcilla o ingrediente inerte previene la entrada facil a través de 1a piel, como sucederfa si se tratara de un concentrado emulsificable. No importa la formulacién que se esté usando, la exposicién vendr& del manipuleo y de la mezcla del material, asi como de las aplicaciones. Supongamos que se toman las precauciones debidas para’evitar la exposicién durante el manipuleo y 1a mezcla; qué puede hacerse luego para reducir la exposicién durante la aplicacién? De nuevo, supongamos que se trata de un Pequefio agricultor que est4 utilizando una bomba de mochila. Gran parte de su exposicién ser causada por el rocfo finisimo, especialmente si est tratando de aplicar el material con bajo volumen a una presién relativa- mente alta. En contraste, 1a exposicién a estas gotitas puede minimizarse mediante el uso de boquillas ms grandes y mayores voldmenes de agua. Otra fuente de peligro, en mi opinién muy importante, se encuentra en las plan- tas que han recibido tratamiento. Las personas que trabajan con bombas de mochila tienden a sostener el aplicador de la bomba frente a ellos para ver mejor a la hora de hacer la aplicacién, Esto moja las plantas y cuando la persona camina por entre ellas se le mojan los pantalones o le caen las gotas directamente en la piel, resultando en exposicién dérmica directa. Si el trabajador, en vez de rociar las plantas que se encuentran di- rectamente frente a él, rociara hacia un lado y caminara por entre las plantas que aGn no han sido tratadas, esto reduciria bastante 1a exposi- eign. Finalmente, Llegamos a la funcién de 1a indumentaria apropiada para reducir 1a exposicién. Cuando se trata de materiales altamente téxicos a concentraciones elevadas, no hay sustituto para las ropas de caucho o de plastico. Sin embargo, a menudo las concentraciones estén bastante dilui- das o 1a toxicidad es suficientemente baja como para que no se necesite ropa de caucho o de pl&stico siempre y cuando se use otra ropa apropiada. Camisas de manga larga, pantalones largos, zapatos cerrados o botas, a menudo ofrecen bastante proteccién. Sin embargo, uno de los problemas es que a veces los obreros usarén 1a misma ropa durante varios dias cuando estfn fumigando, o incluso después de que han terminado, cuando ya estas ropas se han contaminado bastante con la sustancia quimica. Bajo tales circunstancias, se sugerirfa que la ropa que se us2 para fumigar sea lava~ da y secada directamente al sol. Debe recordarse que los rayos ultravio- eta del sol ayudan a desdoblar 1a sustancia quimica. = 90 - Debido a que es un problema el lograr proteccién contra la exposi. cién dérmica, se ha buscado 1a posibilidad de tratar la.indumentaria co- rriente con alguna sustancia quimica para elevar el rechazo al rocio. Se ha encontrado que el uso de resina fluorialip&tica (Scotchgard) puede elevar bastante el rechazo al rocfo, reduciendo asi 1a exposicién dérmica. Casi cualquier tipo de ropa puede tratarse con este material incluyendo zapatos de quero, para reducir este tipo de exposicién. La ropa tratada puede lavarse dos o tres veces antes de necesitar un nuevo tratamiento. Si uno lo desea puede hacerse una especie de poncho con un trozo grande de tela y usarlo cuand qiiera que vaya a fumigar. Esto protegerfa la parte superior del cuerpo hasta por lo menos las rodillas. Con seguri- dad protegerfa al operario de una bomba de espalda de parte del derrame que ocurre con frecuencia. Si ademis se usaran botas o los pantalones es- tuvieran tratados con un material similar (Scotchguard), se lograrfa una gran cantidad de proteccién. Tomando en cuenta las temperaturas que normalmente se encuentran en las regiones tropicales y subtropicales, la exposicién respiratoria puede ser un problema debido a la vaporizacién de las sustancias quimicas y, por su puesto, a las gotitas que se puedan formar. Si no se contara con nada mejor, un trozo de tela limpia atado sobre 1a nariz y la boca reduciria el nivel de exposicién respiratoria. En el caso de materiales m&s téxicos debe usarse siempre la miscara de caucho. Por supuesto que éstas son in- cfmodas y a menudo es dificil que los trabajadores las quieran usar. Ul- timamente se estan efectuando investigaciones para desarrollar una mascara liviana de tela o de papel que absorba los vapores y que proteja contra las gotitas. Estas miscaras serfan razonablemente frescas y cémodas, no como un pafiuelo atado alrededor de la cara. AGn cuando los resultados preliminares parecen promisorios, se necesita mis investigacién antes de poder recomendar estas m&scaras. Aunque todo 1o que se ha dicho en este trabajo nos indica como redi- cir las posibilidades de exposicién y por lo tanto los efectos téxicos de las sustancias quimicas a menos que estos conocimientos lleguen a las per- sonas que trabajan directamente con plaguicidas, es poco probable que estas personas hagan uso de las mismas. Por lo tanto es importante que, para proteger al pequefio operador, se hagan todos los esfuerzos para educarlos en las practicas apropiadas. Esta educacién puede venir de reuniones, con- versaciones individuales con los expertos agricolas apropiados, por medio de folletos especiales que contengan dibujos, o por medio de pelfculas baratas. En mi opinién este adiestramiento no cae Gnicamente bajo 1a responsa- bilidad del gobierno y de las universidades, sino también de la industria, no s6lo de agroquimicos sino de cualquier industria relacionada con agri- cultura. Seria muy deseable que el gobierno, las universidades y la in- dustria se unicran en un esfuerzo comin para ayudar al pequefio agricultor y especialmente a los menos educadas 2 comprender mejor los plaguicidas y la manera de evitar sus efectos adversos. - a cuadro 1.- Toxicidad aguda de Sustancias Quimicas y Drogas LDgyAguda POR VIA ORAL DOSIS PROBABLEMENTE LETAL PARA EL HOMBRE Toxicidad (mg/kg) Nivel de Toxicidad 5000 = 15.000 I Hasta 1 kilogramo o litro 500 5.000 Ir Hasta 1/2 kilogramo o litro 50 500 1Ir Hasta dos cucharadas 5 50 Iv Hasta una cucharada 5 v Fraceién de un mililitro = 92 - Cuadro 2.- Valores agudos LDs9 por via oral y dérmica de insecticidas organofosforados en ratones blancos, henbras y machos.# LDsq oral (mg/kg) LDsq dérmico (mg/kg) ama Machos Henbras, Yachos Henbras Carbofenot ion 30 10.0 su 27 Clortion 880 980 4500 4100 Co-Ral aL 15.5 860 - Dove 80 56 107 ® Deinav 43 23 238 63 Demeton 6.2 25 aw 8.2 Diaz.inon 108 6 900 455 Dicapthon 400 330 790 1280 Dimethoate 21s - 400 - Di~Syston 6.6 2.3 1s 6 EPN 36 17 230 25 Ethion 68 27 245 62 Fenthion zs 245 330 330 Guthion 13 a 220 220 Malation 1375 11000 sun us Methyl paration 4 4 67 67 Methyl Trition 98 0 aus 190 NPD = - 2100 1800 Parat ion 13 3.6 24 6.8 Phorate 2.3 Lt 6.2 2.5 Phosdrin 6.2 3.7 4.7 4.2 Phosphamidon 23.5 23.5 a3 107 Ronnel 1250 2630 - - Schradon 92 42 4s au TEPP 1.05 ~ 24 - Trichlorofon 630 560 2000 2000 * Con excepeién del valor LD50 por via dérmica para el dimcthoate, estos valores fueron determinados por 1a Seccién de Toxicolegia bajo condicio- nes estandar. Fuente: Hayes, W.J. 1963 = 93 - Cuadro 3.- Valores agudos LDg, por via oral y dérmica de insecticidas con hidrocarbures clorinados, en ratones blancos (machos y henbras. = — LDS9 oral (mg/kg) LDgq Dérmico (mg/kg) Machos Hembras Machos Hembras Aldrin 39% 608 set see Clordano 3358 430* auor 6908 Clorobenzilato 1oHoF 1220 - es DDAt THO 600 DDE+ 880% 1240* Dor 1st 1ae* Dieldrin * oe 46H 90% Dilan - - 69008 Endrin 17.88 > Heptacloro, 100 195 Isodrin, 15.5# ast Kelthane 10008 12308 Lindane 88 1000 Metoxycloro (6000.0)** === es Perthane 40008 4000% - - TDE (DDD) (3400) = es = Thiodan 43 18 130 4 Tomafeno 30% 808 1075 780 # Estos valores fueron determinados por 1a Scccién de Toxicologia bajo condiciones estandar. ## No se especificd el sexo. + Metabolito de DDT Fuente: Hayes Wed, 1963 = oh Cuadro 4.- Valores agudos LD,. de ditiocarbamatos en ratas Compuesto Valor LD, (mg/kg) Ferbam 17.000 2iram 1.400 Manes 7.500 Zines 5.200 Nasa 395 Fuente: Hayes, W. J. 1963 Cuadro 5.- Valores agudos LD,, por via oral de herbicidas clorofenoxi en ratones. Compuesto Valor LD., (mg/kg) 2,4-D - Scido 375 = salos de sodio 666 - 805 - butyl esteres mezclados 620 = esterisopropyl 700 2,4,5-T- &cido 500 - butyl esteres mezclados 4BL = esterisopropyl 495 MCPA - Acido 700 = sales aminas 1.200 Fuente: Hayes, W. J. 1963 = 95 - Cuadro 6.- Toxicidad oral en ratas de dinitrofenoles sustituidos seleccionados. ‘Compuesto Tolerancia LD, Agudo Concentracién To- (R = 4,6-dinitrofenel) ‘aguda lerada en la dieta Dosis (marks) (mg/kg) (ppm) 2 = Meti1-R (DNOC) 10 30 100° 2 - sec-butil-R 5 37 100 2 - ciclaexil-R 30 80 500 F Fuente: Hayes, W. J. 1963 = 96 - PRACTICAS PARA EVITAR LA CONTAMINACION A NIVEL DE PEQUENO AGRICULTOR Virgil H. Freea* Introduceién El problema de la contaminacién est4 siempre presente en la manufactura, Formilaci6n, empleo y desecho de plaguicidas. Es claro que estos productos son de vital importancia para la agricultura y para combatir muchas enferme- dades humanas pero, como causantes de contaminacién pueden ocasionar serios problemas. A pesar de los problemas que se nos presenten y que tenemos que solucionar en el uso de plaguicidas, no hay duda de que tendremos que conti- nuar emplegndolos para asegurar 1a produccién de alimentos y la proteccién de la salud. Muchos de los problemas que se originan en la contaminacién causada por los plaguicidas ocurren debido a sistemas deficientes de manipulacién, empleo y reglanentacién. Como resultado encontramos que los plaguicidas pueden cau- sar serios problemas de residuos demasiado altos en cultivos alimenticios, contaminacién del agua y del suelo, desarrollo de resistencia en organismos que se desea combatir, y envenenamiento de seres humanos. Si se aplicaran algunas précticas sencillas de sentido comin serfa po- sible evitar muchos de los problemas relacionados con plaguicidas. Las fir- mas manufactureras poderosas generalmente tienen, o deberfan tener, el cono- cimiento técnico, el equipo y el deseo de controlar sus problemas de contami- nacién; es con los formuladores, distribuidores o usuarios en pequefia esc ala que a menudo ocurren los problemas. La solucién a estos problemas empieza con educaci6n o capacitacién, seleccién apropiada de agroquimicos y de f6r- mulas, précticas de uso y de desecho inteligentes, y reglanentacién efectiva. Es conveniente hacer algunos conentarios sobre cada una de estas précticas: Reglamentacién ‘As{ como los gobiernos tienen leyes y reglamentos para otros asuntos, es necesario que existan leyes y reglamentos para la importacién, manufactura, formlacién, distribucién, empleo, y desecho de plaguicidas. Los reglamentos bien disefiados y puestos en préctica de manera eficaz pueden ayudar a reducir los problemas de contaminacién. No es necesario que los reglamentos sean am- plios y complejos, pero deben estar disefiados para alcanzar propésitos espe- efficos. Més aGn, deben ser Gtiles, tanto para el usuario como para la in- dustria agroquimica y adends estar implementados de tal manera que alcancen ese fin. * Oregon State University, Corvallis, Oregon. -97- Los reglamentos deben tener:el propésito de asegurar 1a importacién o 1a manufactura de los productos necesarios y que sean efectivos para el uso que se les piensa dar. También deben estar administrados de tal ma- nera que garanticen que el producto ofrecido en el mercado contenga la can- tidad de ingrediente activo de la calidad adecuada que est4 especificado. “También debe tomar en cuenta el modo como se empaca y se vende el producto, asf como la informacién que debe aparecer en la etiqueta. Es imprescindi- ble que 1os reglamentos den normas claras en cuanto al tamafio y tipo de empa- que ‘apropiados para el ingrediente, el clima y el mercado, y que desestimilen 1 uso de recipientes usados. Entre los requisitos que debeh satisfacer las etiquetas debe contarse el empleo de idioma y simbolos comprensibles para el usuario, asf como indicaciones claras sobre 1a preparacién y uso del pla- guicida en cuestién y también tratamiento médico de emergencia en caso de envenenamiento. A menudo los problemas: de contaminacién relacionados con plaguicidas empiezan a aparecer con la distribucién. Esto puede ocurrir. cuando un in- termediario reenvasa el agroquimico, o lo vende a una persona que carece de los conocimientos 0: el equipornecesarios para aplicarlo, o sigue otros pro- cedimientos inadecuades.de distribucién. Otro problema que se presenta a este nivel est relacionado con almacenamiento y envfos. Los plaguicidas no deben ser transportados en el mismo vehfculo en que se transportan artfculos como alimentos o ropas; esta préctica ha causado gran cantidad de envenenamien- tos. También es importante contar con 4reas apropiadas para almacenar pla- guicidas; es importante recordar que los plaguicidas son venenos y deben ser tratados como tales. Esto significa que el 4rea de almacenamiento debe es- tar ubicada lejos del resto de las operaciones en un sitio en donde, en caso de un accidente o un derrame, no vaya a ocasionarse contaminacién de arroyos © de aguas subterréneas, o de sitios frecuentados por seres humanos. Es ne- cesario que existan reglamentos apropiados que prevean estos problemas. Finalmente, debido a que siempre habr& envases sobrantes y plaguicidas dafiados, ‘debe haber un reglamento que contemple la manera de deshacerse de &stos, incluyendo tanto los métodos de desecho como los sitios indicados ‘pa- ra hacerlo, Muchos de estos envases y sobrantes deben desecharse en el Sue- Jo, en cuyo caso debe escogerse un sitio en donde no vaya a resultar conta- minacién de las aguas ni haya peligros de envenenamiento para seres humanos o'animales, y donde los productos quimicos se degraden hasta convertirse en Productos inocuos. Seleccién de agroquimicos y férmilas apropiados Frecuentemente 1a naturaleza de la plaga determina el tipo de plaguicida que debe emplearse. En otros casos, puede haber varios plaguicidas que pueden ser igualmente efectivos, pero en donde cada uno presenta una ventaja o carac~ teristica particular que debe ser tomada en consideracién. Al seleccionar plaguicidas debe tomarse en consideracién si el producto en cuesti6n calza dentro de una buena préctica de produccién agricola que sea compatible con un sistema integrado de manejo de plagas. Asf, si un

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