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Por Bernardita Bielsa *

Informe realizado el año 2000 que describe clara y detalladamente cómo se


fueron sucediendo los hechos y las actuaciones de cada uno de los
personajes (funcionarios y privados), incluido el Dr. Korn. En el medio de la
disputa, la masa boscosa más importante del noroeste del Chubut, y la
Comunidad Mapuche Leopoldo Quilodrán que sigue reclamando sus
derechos.

DECRETO 1600 / 95

Una extraña organización es sorprendida por Fiscalía de Estado del Chubut


substrayendo maderas de bosques provinciales y apropiándose
indebidamente de tierras fiscales. La irregularidad se venía practicando
desde hace varios años en el Noroeste de la Provincia, por omisión o
comisión de los organismos estatales responsables.

El día 13 de agosto de 2000, se constituyen en Lago Puelo y El Hoyo, la


Fiscal de Estado, Dra. Sonia Donatti; el Dr. Marcos Fink, jefe de
asesoramiento legal de la Fiscalía; el Escribano Sup. de Gobierno Dr.
Marcelo Lizurume (hijo del por entonces gobernador) y la Fiscal Subrogante
de Cámara, Tribunales de Esquel, Dra. Alicia Fernanda Révori. El motivo fue
constatar explotaciones forestales ilegales en predios estatales.

Una vez en los lugares de los hechos, acompañados por el Jefe Subrogante
de la Delegación Forestal local, Ing. José Benedeti, con gente de la Cámara
Forestal del Noroeste como testigo y custodia policial, confirmaron que
efectivamente se estaban llevando a cabo explotaciones madereras
comerciales e irregulares en plantaciones de la Provincia, autorizadas por el
Director de Bosques Ing. Omar Aníbal Picco a favor del Dr. Enrique
Alejandro Korn, invocando una orden del Superior Tribunal de Justicia.

Analizado el legajo por el cual se canalizó la gestión en la Dirección de


Bosques, los funcionarios de Gobierno y la comisión referida en pleno
comprobaron que las explotaciones madereras bajo sospecha no
correspondían a ningún origen fundado, y una de ellas totalmente ajena a
cualquier mandamiento del STJ, genérica y concretamente ilegítimas y que
se venían llevando a cabo desde hace tres años en Lago Puelo y El Hoyo.

Según la documentación existente en las dependencias forestales de esas


localidades, el Dr. Korn, representado por el ex diputado Tomás Cané,
vende en pie el aprovechamiento de las plantaciones fiscales a distintas
personas que procedían a talar y disponer de la madera, con contratos de
compra-venta depositados en las Delegaciones de la Dirección de Bosques.
El dirigente técnico de las explotaciones es el Ing. Raúl Oscar Pérez,
profesional particular contratado por los vendedores.

En ésta eventualidad, no se paga aforos por la madera extraída de la


propiedad fiscal debido a que la Dirección de Bosques determinó
inexplicablemente que procedía de propiedad privada. Entre los que se
benefician con la presunta explotación clandestina se encuentran los
hermanos Eduardo y Marcelino González, por esos años Pte. del HCD y
Secretario de Gobierno, respectivamente, de la Municipalidad de El Hoyo,
dueños de un aserradero en la localidad.

También se constató que ésta Comuna, mediante Ordenanza N° 44/95,


había concedido al Dr. Korn la propiedad de la tierra que se encuentran las
plantaciones, bajo supuestos conceptos, como por ejemplo, de que “es
antiguo poblador del lugar y ejerce su ocupación ininterrumpidamente
desde hace más de 20 años”. Es archisabido de que éste profesional
siempre vivió en Trelew y además, debe su fama a la especialidad por
juicios infalibles contra la Provincia. El precio pagado por la tierra fiscal
habría sido algo irrisorio; una compensación de deudas por honorarios en
una gestión anterior, también ante el STJ. Dentro de la superficie vendida,
inclusive, se encuentran 700 has. de bosques nativos, por lo que el hecho
fue encontrado como violatorio de la Constitución, tratándose de tierras
forestales afectadas a uso específico de la Provincia y que para su
privatización corresponde intervención de la Legislatura.

La Fiscal de Estado ordenó a los funcionarios forestales la inmediata


paralización de cualquier actividad, secuestrando la documentación y
resguardando evidencias. El Escribano de Gobierno labró las actuaciones
correspondientes en protocolo oficial y certificó la fidelidad de las pruebas
relevadas. Trascendió del descargo que hicieron los funcionarios forestales,
que el Diputado Mario Pérez Michelena, Presidente de la Comisión de
Recursos Naturales, era el Subsecretario de Desarrollo (superior inmediato
del Director de Bosques), al momento que se autorizó a Korn la explotación
forestal cuestionada y se presume que oportunamente prestó su
conformidad.

Al parecer por los hechos sucesivos, luego de terminar las constataciones in


situ, la Fiscal de Estado Sonia Donati, y/o la Fiscal de Cámara de los Trib.
de Esquel Dra. Alicia Fernanda Révori, habrían efectuado inmediatamente la
denuncia penal atento que el martes siguiente, a primera hora de la
mañana, el Crio. Rossi allanó las dependencias de la Delegación de Bosques
de Lago Puelo para secuestrar documentación. Incautó el plano falso,
documento eternamente objetado y denunciado por la misma Dirección de
Bosques ante el PEP, que sin embargo permanecía en uso oficial hasta la
fecha. Ese plano es el mismo que oportunamente denunciara el Director
anterior, Arnoldo Díaz, como falso contra perjuicio de la Provincia, por Nota
513-93-DGByP, ingresada a la Secretaría Privada del Gobernador bajo
entrada N° 1689/93, del 02/08/93, informe por el cual el Gdor. Maestro
convocó a la prensa y le suministró personalmente la información.

El primer caso puntual denunciado penalmente por Fiscalía de Estado sería


que Korn/Cané estaban explotando una parcela no comprendida en la
autorización dada por el STJ.

Korn recibió autorización del STJ para tareas silviculturales de conservación,


mejoras y raleo para su propio beneficio de las parcelas N° 2, 3, 33, 34, 10,
35 y 36 (ese es el orden citado), pero en ésta oportunidad fue sorprendido
por la comisión representativa del Gobierno explotando comercialmente la
parcela N° 1, arbitrariamente autorizado por el Director General de Bosques
Ing. Omar Aníbal Picco, desde hacía ya tres años.

Como motivos de escándalo, hay muchos en ésta cuestión, pero


puntualmente aquí tenemos que el STJ concedió a Korn el derecho de la
explotación comercial de determinadas parcelas forestales mientras se
sustancia el conflicto en esa sede judicial, cuya titularidad no está definida
porque no hay sentencia y contradiciendo la voluntad del PEP qué, por
Decreto 1600/95 derogaba todo derecho sobre esas plantaciones al Dr.
Korn. De todos modos, esta medida no es válida para la parcela N° 1 y Korn
la estaba usufructuando por disposición personal del Director Picco, libre de
costas fiscales.

En toda medida cautelar de la Justicia se preserva la integridad del bien en


litigio hasta que se expida con la sentencia definitiva. Pero aquí, al autorizar
anticipadamente el STJ la explotación del objeto interdictado,
implícitamente a motivado el menoscabo del valor del mismo, ya que Korn
habría extraído 1.000 m3 de maderas, según testimonio de un
guardabosques, a un precio de venta fijado en $42 por m3, deduciéndose
un beneficio de $ 420.000, sin que exista causión en garantía. Vale decir
que la Provincia no tiene forma de resarcimiento cuando, eventualmente, la
Justicia establezca definitivamente la verdad y le restituya el dominio del
bien.

Estos son valores dados sobre la parcela N° 1, la más pequeña, no habiendo


trascendido cifras de los réditos obtenidos sobre las demás parcelas
afectadas, pero seguramente mayores porque son áreas más grandes y
datan de más tiempo. Valga la redundancia: Korn, a través de su
representante, el ex Diputado Tomás Cané, arrienda a terceros la
explotación maderera en pie, con contratos depositados en la DGByP (aval
oficial implícito), a razón de $42 por metro cúbico a extraer. La explotación
la llevan a cabo los arrendatarios.

El incidente es tan solo un eslabón de una compleja cadena de hechos en el


mismo caso y por citar un ejemplo, tenemos que categóricamente las
parcelas N° 2 y 34 no pertenecían a la concesión de MANOSA, son desde su
origen de la Provincia. Al momento que Secundino Alvarez se las cede a
Korn por escritura pública, está disponiendo de la propiedad pública para
cancelar deudas con ellas o practican entre ambos una maniobra para
quedarse con esos bienes. Korn no puede alegar desconocimiento de la
realidad habida cuenta de que fue Vicepresidente de la concesionaria y
participó permanentemente en toda discusión con la Provincia por la
titularidad de las parcelas.

El incidente referido en el párrafo precedente no es motivo de discusión en


el análisis del Decreto 1600/95 por el STJ. Como tampoco se discute si fue
lícito que Alvarez enajene la concesión que le adjudicó la Provincia, ni se
tiene cuenta que legalmente no representaba a nadie y que solo tenía a su
nombre el 1,5 % del capital accionario. Y que aunque hubiese sido el
Presidente de la concesionaria, como tal no puede enajenar su patrimonio
porque en esa Sociedad Anónima ello es exclusiva facultad de la Asamblea
de accionistas, tanto por sus estatutos como por Ley de Sociedades.
No se objeta que el plano denunciado como falso por un Director de
Bosques sea el documento por el cual otro Director dispone la propiedad de
Korn sobre las parcelas con derecho al título de la tierra, y que en ese
momento entra a circular oficialmente el presunto documento apócrifo.

SE ENGAÑA A LA GENTE CUANDO SE LE DICE QUE TODO ESTÁ EN MANOS


DE LA JUSTICIA.

Korn, primero apeló contra el Decreto 1600/95. El STJ le hizo lugar


inmediatamente y desde entonces, las parcelas antes enumeradas están
afectadas con la medida de no innovar del STJ pero, la orden es efectiva
solamente contra la Provincia, legítima dueña, porque incoherentemente a
Korn le autorizó la explotación mientras tanto se procesa la validez o nó del
Decreto en cuestión que le caduca todo aquel derecho infundado que hubo
obtenido por una norma viciada.

LA HISTORIA

Todo esto que se cuenta obraba en conocimiento de los por entonces


Presidentes de los distintos bloques de la HL.

CONFLICTO DE PODERES POR EL CASO MANOSA

En 1995, mediante Decreto 1600, el PEP deroga a la firma MANOSA todo


derecho de concesión sobre los bosques del Noroeste otorgados por los
Decretos 32/72 y 1697/91. Las partes afectadas apelaron ante el Superior
Tribunal de Justicia que hizo lugar dictando una medida de no innovar y así
se le impidió a la Administración Provincial poner en práctica su norma.

La situación entraña un claro conflicto de poderes que, por raras razones, se


mantuvo en absoluto silencio aún cuando éste tipo de enfrentamientos,
donde el Poder Judicial desautoriza las decisiones del Poder Político,
normalmente suelen producir estridentes repercusiones en la opinión
pública, cosa que no sucedió en éste caso porque hubo especial cuidado
para que no trascendiera.

El bajo perfil en la difusión a la opinión pública de esta confrontación entre


poderes del Estado se debería a que el PEP no manifiesta el énfasis
necesario para que se cumpla su voluntad y quizá ni siquiera una mediana
resistencia, aún teniendo cierta seguridad de que el Poder Judicial
dictaminará contradictoriamente en función de cómo le llega planteado el
caso, cuestión que Fiscalía de Estado tiene muy clara pero
incomprensiblemente no se destaca por su acción. Esta situación hace
notoria la pereza de hacer cumplir lo dispuesto por Decreto con la sensación
de que se intenta salvar las apariencias dejando avanzar un desenlace
negativo por culpa de la Justicia, justificación contemporánea en boga que
resulta una de las salidas más económica en costos políticos. Y otra vez
surge la sombra de la duda porque detrás de los resultados hay poderosos
intereses económicos particulares y de gran peso político.
QUÉ ES MANOSA

Hace unos 30 años, la Provincia quiso adoptar una política forestal en el


noroeste y agrupó a todas las industrias madereras en una sola empresa
adjudicándole en concesión la casi totalidad de los bosques nativos de la
región, unas 35.000 ha, bajo un contrato que obligaba a la concesionaria al
manejo silvicultural de producción sustentable. La empresa así fundada se
llamó Maderera del Noroeste del Chubut SA, vulgarmente conocida como
MANOSA. Semejante manejo económico concedido, sin aplicar desde el
Estado las medidas de control establecidas por la Ley para las empresas
particulares que explotan recursos naturales, desencadenó vicios comunes
de todos los casos monopólicos sobrecayendo las consecuencias contra la
estabilidad y la existencia misma de los bosques fiscales concesionados.

Por desinteligencia entre los socios, la empresa concesionaria fue


intervenida por la Justicia en 1980/81 y en 1992/96. En el transcurso de la
primera intervención resultó vendida durante el proceso judicial a un
conocido personaje de los negociados estatales, el Ing. Secundino Alvarez,
quién adquirió las acciones a nombre de su hermana Helena; puso a su
abogado, el Dr. Enrique Alejandro Korn como Vicepresidente y armó un
directorio administrativo simbólico con empleados de otra firma de su
propiedad, manteniéndose a sí mismo en el anonimato. Avanzado el tiempo,
Korn renunció con un pequeño crédito a su favor. Secundino Alvarez se auto
nombró Presidente del Directorio, título que jamás le reconoció Inspección
de Personas Jurídicas, razón por la que nunca representó legalmente a la
Concesionaria, y conformó a Korn cediéndole en propiedad más de la mitad
de la concesión. Naturalmente tal transferencia era impracticable por su
ilegalidad, hasta que el 1991 obtienen por Decreto 1697 de Fernando
Cosentino una velada aprobación del PEP.

Previamente, los vicios con la concesión fueron aumentando resultando


motivo de quejas crecientes de la comunidad por lo que en 1991 la
Provincia decide redimensionarla reduciéndola a 1.900 has. de las 35.000
que disponía originariamente. Pero todo resultó una parodia donde si bien
se redujo la concesión, ésta se le concede en propiedad privada mediante
ciertos artilugios de redacción contractual.

El acto se desarrolló en un ámbito de corrupción generalizada, donde en


aquel momento los máximos responsables del PEP reconocen al falso
directorio de MANOSA como interlocutor válido y le otorgan, con títulos
embozados y/o susceptibles de interpretaciones ambiguas, la privatización
de los bosques fiscales afectados. Momentos antes de ser Gobernador el Dr.
Carlos Maestro era patrocinante legal de MANOSA en las negociaciones que
esta sostenía con la provincia, negociados que culminaron exitosamente,
avaladas por un Decreto favorable del Gobernador saliente, Fernando
Cosentino, indultando irregularidades contra el interés público, condonando
deudas fiscales y enajenando indebidamente la propiedad del Estado.

LOS PEDIDOS DE JUICIO POLÍTICO CONTRA EL Gdor. MAESTRO


Cuando asume el Dr. Carlos Maestro como Gobernador, desde el Noroeste
se le exige que derogue el vicioso Decreto 1967/91, y otros repudiables
actos de disposición sobre bien público en relación con MANOSA y otras
concesiones, dentro del plazo de los primeros 6 meses, para que esa norma
no quede en firme y conceda derechos a terceros por prescripciones
indirectas, con mayores perjuicios al Estado. En sus reacciones preliminares
a éstos requerimientos cordilleranos, simulando ser ajeno a la cosa, el Gdor.
Maestro replicó públicamente de que “es un disparate la ocurrencia de que
deba derogar normas dictadas por el gobierno anterior”.

Esa descalificación fue la principal razón de uno de los tres pedidos de juicio
político que sufrió en febrero de 1993. Una vez que Legislatura hizo lugar a
la denuncia y se encaminó la investigación, encontró que había razones
suficientes para enjuiciarlo, y allí Maestro entendió que la cosa era en serio.
De todos modos, los diputados adoptaron un tibio criterio tendiente a lograr
que el Gobernador se comprometa enmendar sus yerros en un plazo
prudencial, a cambio de no continuar con el proceso de enjuiciamiento
porque “podría resultar en la desestabilización política de la Provincia”.

Respondiendo a aquel compromiso con el poder Legislativo, el Gdor. Carlos


Maestro derogó las absurdas concesiones otorgadas a Compañía Forestal
del Chubut S.A., otra a Walter Aníbal Rafael y mantuvo bajo observación al
Director de Bosques Arnoldo Díaz. Por ultimo y tras vencer las obvias
resistencias, también revocó la concesión de MANOSA fundándose en la
desnaturalización de su objeto y en los delitos cometidos por la firma
concesionaria, conceptos que trasladó a la letra del Decreto 1600/95.
Finalmente terminó por hacer renunciar al Director de Bosques, pero sin
cortarle el cordón umbilical estatal por lo que siguió lucrando a costa de la
Provincia con un desempeño de bajo perfil en estrecha relación a su cargo
anterior, en el CIEFAP, lugar de ostracismo de varios funcionarios separados
de su cargo por distintas cuestiones.

EL DECRETO 1600/95

La concesión y demás derechos extraordinarios dados a MANOSA por el


Gobierno de Cosentino son anulados por el Gdor. Carlos Maestro mediante
Decreto 1600/95, cuya fundamentación y redacción fué llevado a cabo por
Fiscalía de Estado, tras larga y costosa investigación.

Vale aclarar que la aplicación práctica de las medidas dispuestas por el


Decreto no resultarían fácil de aplicar ya que Maestro debió desautorizar
algo que en gran parte él mismo habría construido como patrocinante legal
de la concesionaria. También y para tener en cuenta, es probable que no
sean tan casuales o tan ingenuas las imperfecciones técnicas en la
promulgación de éste Decreto por los cuales la Justicia ahora podría fallar
en contra del método.

De todos modos, la fundamentación del Decreto 1600 revela


detalladamente los vicios que incurrió la Concesionaria, exponiendo
claramente situaciones delictivas de acción pública y con sus conclusiones
releva a MANOSA y a su entorno, Korn entre ellos, de la amnistía y
prebendas concedidas por el gobierno anterior en perjuicio del Estado.
Inmediatamente el Decreto 1600 fue apelado por el Dr. Enrique Alejandro
Korn presentándose como parte afectada independiente en función de la
cesión en propiedad que le hubo efectuado Secundino Alvarez sobre unas
1.125 Has. de la concesión. Plantea la acción ante el Superior Tribunal de
Justicia, que muy prestamente hizo lugar al requerimiento dictando una
medida de no innovar, desautorizando a la Provincia a tomar posesión de
las partes de la concesión cedidas en propiedad a Korn y a disponer de ese
territorio con el patrimonio forestal a cuestas. El Dr. Korn apeló la nulidad
del Decreto 1600/95 ante el Superior Tribunal de Justicia, en autos
caratulados: “Korn, Enrique Alejandro C/Provincia del Chubut s/ demanda
Nulidad Decreto 1600/95 (Expte. N° 15411-K-95)”, Secretaría de la Dra.
Zanco.

Por su parte, MANOSA hizo lo propio, presentándose con otro recurso


similar para amparar las 700 Has. que le quedan, aunque sobre éstas, el
STJ no dictó ninguna medida cautelar de no innovar.

Sometido el caso al Procurador General Dr. Raúl Bisio, éste se expidió con
un dictamen favorable a los intereses particulares, diagnosticando que,
técnicamente, el Decreto 1600 es improcedente.

Para el 2000 se estaría por dirimir la situación tras cuatro años en que el
Poder Judicial acota la voluntad del Poder Ejecutivo. Pero, curiosamente la
sentencia no favorecería a la Provincia. Debido al modo que se encaró el
proceso, donde el STJ no analiza los vicios por los que el Decreto deroga
actos improcedentes y ni por las acciones delictivas consumadas contra el
interés público, sino la legitimidad o no de su pronunciamiento.
El STJ no juzga los delitos cometidos contra la Provincia, manifestados en el
texto del Decreto, porque eso no es lo denunciado en esa causa, sino la
facultad del Poder Ejecutivo para dictarlo en el tiempo y forma que lo hizo,
acción que sí adolecería de fallas técnicas y es consecuencia de un
pronóstico desfavorable al genuino interés de la Provincia, cuyo resultado
retrotraería la situación al statu quo previo restituyendo los derechos
viciosos a MANOSA y al resto de intereses perversos, permaneciendo la
impunidad sobre los que burlaron la Ley y se quedarían con una propiedad
pública de alto valor estratégico y multimillonario en lo económico, porque
la defensa del interés común no habría resultado ejercida debidamente por
Fiscalía de Estado.

En síntesis, lo que depende de la Justicia es por acción de la contraparte, no


existiendo acción por cuenta de la Provincia, más que contestar pálidamente
las demandas descaradas. Los delitos contra el interés público con que se
fundamenta el Decreto 1600/95 no fueron denunciados, sino que
genéricamente, el Decreto fue puesto en conocimiento de la Justicia, qué,
como no se lo explicaron, no sabe para qué y por lo tanto no hizo nada.

No obstante y por aquel traslado de conocimiento, Fiscalía de Estado podría


ensayar alguna tenue justificación, argumentando que efectuó la
presentación al Juez de Instrucción Dr. José Oscar Colabelli (Esquel),
elevándole el Expte. del Dto. 1600 con una cédula de notificación, trámite
que llevó a cabo el ex Director de Bosques Arnoldo Díaz el 20/10/95. Pero,
resulta que este mismo Juez tenía contenidas una cantidad de causas contra
los mismos actores, por lo que no es de esperar que actúe contra ellos sin
denuncias expresas y seguimiento permanente.

Realmente el Juez debió proceder de oficio porque en la letra de dicho


expediente se señalan claros delitos de acción pública. De éste modo se
podría hacer recaer la responsabilidad de la inacción sobre la Justicia,
aunque obviamente la desidia es general. Si se hubiesen canalizado
debidamente cualquiera de estas causas, factibles de serias sanciones
penales, la situación para ese entonces ante el STJ hubiera sido muy
distinta.

LA SITUACIÓNAL AÑO 2000

En el absurdo marco de todo esto, tenemos que MANOSA es una


concesionaria de bosques y su tenedor transfiere en propiedad, para
cancelar deudas particulares ciertas o fingidas, los bienes concesionados por
la Provincia. Y para colmos, tal negociado, e incluso su transacción con el
Estado, es llevada a cabo cuando al momento de hacerlo no tenía títulos
válidos para representar a la empresa, aún cuando esa situación se la hubo
advertido en tiempo y forma Inspección de Personas Jurídicas al PEP,
detalle que obra expresamente agregado al Expte. 02376-EC-91, fs. 30/31
y 65, donde IPJ informa al PEP que MANOSA no tiene Asambleas válidas
desde 1986, precisamente actos en los que se pretendía nombrar a
Secundino Alvarez como Presidente. Estos informes llegan al PEP en etapas
previas al negociado que consumó con Alvarez el 18/10/91 para
redimensionar la concesión y concederle privilegios ilegales. Además, la
invalidez de Alvarez como representante de MANOSA es una situación
ratificada por sentencia de la Justicia en la última Intervención Judicial a la
Concesionaria, declarando ficticio al mismo Directorio que negoció con la
Provincia.

Mientras la voluntad de la Provincia era paralizada por la Justicia con la


medida de no innovar a raíz de la apelación contra el Decreto 1600, ocurría
una situación paradójica. Una de las partes promotora de la apelación, el
Dr. Enrique Alejandro Korn, con sus jugosos intereses privados en juego y
su manifiesta ascendencia sobre el STJ, plantea jurídicamente la necesidad
de proteger y cuidar los bosques en conflicto hasta que se aclare la validez
o no de dicho Decreto en cuestión, proponiendo ejercer tal función ecológica
mediante costas propias. Con un informe favorable y excesiva ingenuidad,
suponiendo con eufemismo, el supremo órgano de justicia de la Provincia
concede al Dr. Korn la custodia de dichos bosques cuya superficie ronda las
1.200 hectáreas, con derecho a la explotación y usufructo de su producción.

Tal autorización, fue presentada ante la Dirección de Bosques. Con peculiar


interpretación de la orden judicial, el órgano forestal provincial le concede la
explotación maderable lucrativa de la superficie interdictada, bajo dirección
técnica particular y considerando a la producción como propiedad privada,
por lo tanto exenta de aforos y demás controles fiscales pertinentes.

Excediéndose en sus facultades, por razones que sería interesante


determinar, la Dirección de Bosques permite la explotación maderera en
parcelas fuera del área interdictada por el STJ, sin motivos fundados y en
otras donde el Dr. Korn no tiene otros títulos de dominio de ninguna
naturaleza más que ese reconocimiento simple del Director de Bosques.
Korn detenta una orden judicial objetable para explotar determinadas
parcelas, pero inicia su actividad en otra que no tiene nada que ver.

Concretamente y en términos generales, mientras existe una medida de no


innovar que impide a la Provincia disponer de sus bosques, los mismos son
explotados comercialmente por particulares amparados por la Justicia,
arbitrándolos como propios, con una rentabilidad extra que rondaría los
cinco millones de pesos, vendiendo a la distancia los árboles en pie para
que los use el mejor postor.

Se supone, con criterio sano, de que cualquier objeto caucionado por


disputas y sometido al fallo de la Justicia, debe ser preservado de la
disminución de su valor, cosa que sugestivamente aquí no ocurrió, y por lo
tanto tales plantaciones, después de tres años de intensa explotación,
obviamente, valen varios millones menos.

MANOSA permanece con el dominio de la otra parte de la concesión que no


detenta Korn, y una planta industrial en ruinas, abrumada por tantos pleitos
acumulados. Secundino Alvarez y el Directorio resultan procesados por
administración fraudulenta en casi una veintena de causas penales, las que
suspicazmente van prescribiendo por plazos legales vencidos, sin que los
delincuentes vayan a la cárcel. Durante la última intervención judicial arman
un nuevo Directorio conducido por Carlos Pontiliano, fiel amigo de Alvarez, y
también poseedor de títulos de cesión en propiedad, de partes de la
concesión otorgados, por Alvarez en compensación por el depósito de una
fianza de excarcelación. Entre todos apoyan la gestión de Korn en el STJ,
trámite cuidadosamente preparado para obtener una resolución genérica
que devolvería a MANOSA su dominio anterior, entrando en vigencia el
formal reparto del botín.

Paralelamente a éstos sucesos, el Dr. Korn, acometió tras la apropiación de


la tierra fiscal de esos bosques oportunamente concesionados, consiguiendo
su cesión en venta, sin dar lugar a la intervención legislativa prevista en la
Constitución para tales eventos. Por Ordenanza Municipal 44/95 de El Hoyo
se le autoriza la venta de las tierras a un valor de compra irrisorio. El
beneficiado, muy conocido además como industrioso de los juicios a la
Provincia, recibe las tierras bajo la parodia de que “hubo habitado, ocupado
y mejorado desde siempre esas tierras”. Así es como en el estado de
indefensión de la Provincia, Korn resulta dueño del suelo y el vuelo, sobre
un bien de extraordinario valor, que legítimamente es patrimonio
indiscutible del Chubut.

Valga la redundancia para que se comprenda mejor, Korn lucra con el


alquiler de la explotación forestal a terceros mientras la Justicia se toma su
tiempo en decidir si el Decreto 1600 es procedente o no, y entre sus
locadores tiene a funcionarios de la Municipalidad de El Hoyo, Eduardo y
Marcelino González, el municipio es sede principal de los hechos, presunta
razón por la cual no se discute más la privatización inconstitucional de las
tierras.
Recientemente y como recurso para dar un vuelco definitivo a su favor,
Secundino Alvarez ofrece transferir por dos millones de dólares lo que
queda en su dominio de MANOSA a un poderoso e influyente personaje de
la provincia, quien a su vez contraoferta un millón y medio. Esto es
anhelado en algunos círculos de éste asunto porque permitiría ingresos de
dinero fresco al ruedo con el que Alvarez podría afrontar deudas legales y
de favores, lo que fundamentaría parte del porqué de lo que se encuentra
inexplicable desde afuera.

LO INAUDITO

El encargado visible de la comercialización en pie de los bosques afectados


al interés del abogado Korn, es el ex diputado Tomás Cané, quién al mismo
tiempo representaba a la Municipalidad de Lago Puelo ante la CONADEPA
(tiene cobertura previsional y social del Estado, y luego siguió su carrera
política en el PACH en Lago Puelo), el mismo que como legislador se
caracterizó por “luchar contra la corrupción forestal”, pero también, un poco
después, como protagonista del affaire por la venta de petróleo crudo a la
compañía estadounidense J.J. Aarón, durante su desempeño como
Interventor de Petrominera.

Cuando la última intervención judicial a la firma MANOSA suspendió la


explotación forestal de la concesión en 1992, la Provincia le concedió al
supuesto Presidente del Directorio, Secundino Alvarez, otro
aprovechamiento forestal de bosques nativos en tierras fiscales fuera de la
concesión (nueva concesión), en el campo Las Mercedes, Epuyén. No solo
eso, luego se le permitiría privatizar las tierras y venderlas con la maniobra
de sucesivas transferencia como para que el último dueño resulte ¨
adquirente de buena fé¨ ante cualquier cuestionamiento judicial, incluyendo
la transferencia de hecho al derecho de explotación del recurso, a Carlos
Spadone y Héctor Fernández.

Para poder privatizar esas tierras forestales sin intervención de la


Legislatura como manda la Constitución, obtuvieron de la Dirección de
bosques un informe equívoco de que las mismas no tenían el 40 % de
bosques como para considerarse bajo el amparo constitucional, cuando
ciertamente son tierras de un 100% boscoso. Como tampoco se tuvo en
cuenta la Ley Provincial 3748, vigente, que prohíbe las nuevas concesiones
sin fundamentos y acuerdo legislativo.

Realmente hay toda una catarata de vicios en ésta privatización indebida


como lo es anexar (también veladamente) el Lago Las Mercedes o Chulta a
la propiedad como si éste se tratara de una laguna, o se pasó por alto de
que MANOSA hizo forestaciones en esas tierras en cumplimiento del
contrato, argumentando que no había superficie dentro de la concesión
como para reforestar; forestaciones de la Provincia que pasaron a ser
propiedad de Spadone y Fernández “sin que nadie lo advirtiera”. Estos
enriquecimientos indebidos obedecen a una larga y minuciosa planificación.

Aparte de las maniobras para privatizar clandestinamente la propiedad


provincial, considérese el otro aspecto vinculado de qué, éstas concesiones
se otorgaron para que el beneficiado venda los árboles del patrimonio fiscal
en pie y no para algún aprovechamiento por responsabilidad directa, como
argumento de fuentes de trabajo u otro beneficio regional, ni para asegurar
la continuidad laboral de alguna industria instalada, como prescribe la Ley
Forestal. El recurso es sacrificado simplemente para que lucren amigos del
poder, cuya producción en bruto va a parar generalmente fuera del Chubut,
vulnerando otra Ley Provincial, la 3460.

Para concluir, tenemos que el seudo Directorio de la Concesionaria, al


momento de los hechos, con sus personajes responsables de los delitos que
acusa el Decreto 1600, es decir los acusados por el Gobierno, en tanto se
dirime su validez o no en sede judicial (el Decreto), mientras están
procesados por administración fraudulenta por denuncias particulares en los
Tribunales de Esquel, fueron ubicados y se desempeñaron en distintos
cargos estratégicos de la Administración Publica Provincial, a saber: Nestor
Daniel Alvarez, Adm. de Puertos; René Arturo Sonmariva, M.B.S.; y Juan
Carlos Granada, Minist. de la Producción (área puertos).

EPÍLOGO

Lo que sucede con el caso MANOSA no es de ninguna manera lo único ni lo


máximo en la endemia de apropiaciones indebidas o privatizaciones
irregulares de tierras forestales, sino tan solo un incidente más en la suma
de hechos que despojaron – y despojan, ilegalmente a la Provincia de su
patrimonio en el Noroeste, esquilman su riqueza y postran su economía,
como resultan los otros casos de Vicente Robles S.A.; Líken S.R.L; S.A.F.E;
Roberto Tornero; Sívori, Marconi y Domínguez ; y una larga nómina de
particulares y funcionarios que desde el misterio surgen dueños o dadores
de lo que por naturaleza es propiedad provincial, revelando una seria
falencia, inoperancia y/o connivencia de los organismos responsables de su
custodia, situación que por la gravedad de sus consecuencias merece
urgente tratamiento por parte de la Honorable Legislatura del Chubut.

UNA LUJURIOSA Y PERVERSA CORRUPCION DESDE EL ESTADO


PROVINCIAL EN EL CHUBUT QUE OTORGA IMPUNIDAD E INMUNIDAD
A TODOS LOS ACTORES INVOLUCRADOS

UNA PROVINCIA VERDADERAMENTE GENEROSA

* DNI 13.057.402

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