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AFRICA EN AMERICA LATINA relator MANUEL MORENO FRAGINALS VII. Presencia africana en la literatura del Caribe EDWARD KAMAU BRATHWAITE Yo no puedo sostener que la continuidad africana sea tan f&cil de detectar en nuestra literatura como lo es en el mundo social-ideolégico. Esto no quie. re decir que no hay presencia africana en las letras del Caribe-Nuevo Mundo. Sencillamente significa que, debido a su inevitable imbricacién con las fuerzas sociales establecidas a través de la educacién, la comunicacién y el sistema de ventas (comercializacién), gran parte de lo que hemos Tlegado a aceptar como “literatura” la forman obras que desconocen o ignoren su conexién y estética africanas. Por lo tanto, mientras no vuelva a examinarse nuestra definicién de “cultura” en términos de su totalidad, no sélo de su “europeidad”, no lograremos descubrir una literatura de negritud,* y con ella una litera- tura de autenticidad local. Del mismo modo, Ja presencia africana en la literatura antillana no podrd percibirse plena ni facilmente mientras no se vuelve a definir “literatura” para incluir materiales no escritos de la tra- dicién folklérica-oral, los cuales, al examinarse, resultarén tener una his- loria mucho més larga que nuestra tradicién escrita, de haber sido mas televantes a la mayoria de nuestro pueblo, y haber tenido origenes indis- cutiblemente mas amplios. En otras palabras, mientras que un corpus sig: nificativo de “prosa” y “poesia” ha sido creado —y lefdo— por unas cuantas personas en las Antillas Mayores, en todas partes, sin distincién, se encuentran canciones populares, cuentos populares, proverbios y cantos, y son disfrutados por todos. Fue “desde las guitarras del pueblo”, como tecientemente lo expres Nicol&s Guillén, que el “son Megé a los salones de la aristocracia”. Con esta re-visién en mente, vemos empezar a revelarse una literatura africana en el Caribe. __* “Negritud” en el sentido original de Céssire y Fanon, y no en el del actuel movimiento poll tieo. IT] 182) ESCLAVITUD 153 ESCLAVITUD En visperas de Ia emancipacién, en una crise de conscience, cuando los plantadores europeos en las Antillas empezaban a darse cuenta de una so- ciedad pluralista que se desarrollaba a su alrededor, y se hacian conscien- tes de la necesidad, si fueran a poder retener su hegemonfa, de destruir, subvertir y controlar psicolégicamente a la mayorfa negra, comenzaron a aparecer unos pocos libros que describian a los esclavos en términos de su propia cultura, E! ejemplo més destacado en inglés es una novela anénima, titulada Hamel the obeah* man (1827), que describia por primera vez a un escla- vo, Hamel, como un ser humano complejo. Para hacer esto, el autor tuvo que darle un contexto cultural y, significativamente, escogid un contexto cultural basado en su obeah —el obeah visto no como una degradacién, sino como una forma de religién africana de Ja cual era sacerdote. Hamel fue puesto en oposicién ideolégica a un misionero blanco. El argumento del libro es, de hecho, la lucha entre el misionero blanco y el sacerdote africano, Por un sentido personal de lealtad, Hamel usa su obeah para respaldar a un colono justo contra el misionero subversivo. Sin embargo, * Obeah: EI complejo religioto africano, « pesar de su homogencidad, ti nes o especialiaaciones interrelacionadas: 1) “culto” —une palabra eurocristiana que no describe rerdaderamente Ja situacién africana, en Ia cual la congregacién no es un todo pasivo que mantiene una religidn monolitica con un Dios superior, sino una comunidad activa que celebra con bailes y canciones 1a encarnacién de poderes-eapiritus (orisha loa) en uno o varios de ellos. Esto es, por To tanto, una experiencia social (interpersonal y comunal), artistica (coreogratie formal-improvisada de movimientoseonido) y escatoldgica (de posesién), que degrada la de- finicién-deseripcién del “culto” convencional; 2) rites de passage; 3) adivinacién; 4) cura; y 5) proteccién. Obeah (esta palabra es usada en Africa y en el Caribe) es un aspecto de Im jones, aunque ha venido a ser considerado en el Nuewo Mundo y en Africa colonial como brujeria o “magia negra”. Una probable contribuciém a esta nocién es el com cepto de que une gran parte de la medicina africana “precientifica” era (y es) en sus mejores formas psicolégica, y normalmente de naturales migica-mumbo jumbo (“abracadabra” afri- ano). No estaba ‘resonocido, en otras palabras, que esta magia estaba (esti) besada en ef empleo y conocimiento cientifico de hierbas, drogus, alimentos y procedimientos simbélicos- jonales (peyorativamente lamados fetichistas, al igual que sobre un conocimiento homeo- Pltico de Ia naturaleza material y divina del Hombre (nam) y de las formas en que éte Puede ser afectado, El principio del obeah es, por lo tanto, como los principios médicos en todas artes: el proceso de curaclin-proteccién a través de a bisqueda del origen o explicacién de In causa (obimal) de la enfermedad o miedo. Esto fue felsificado por los amosmisioneros- oportunistas en una creencla, heredada por casi todos nosotros, de que el obeah trataba silo Yo maligno. De esta manera, no aélo Ta ciencia africana ba sido desacreditada, sino que Ia Teligién afroantillana ha sido negativamente fragmentada y casi (con excepciones en Brasil y Haiti) piblicamente destruida. Para entender correctamente el obeoh, por eo, tendremos que Teponer en sa correcto lenguaje al complejo de comunién afroamericano: kumina-hdbitos-myal. beak fetichismo, a PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE Ja intransigente oposicién de Hamel a la institucién de la esclavitud se establece claramente. Se sugiere que si él, en vez del misionero, hubie. ra fomentado la revuelta esclava que forma el climax de la novela hubiera sido prdcticamente incontrolable. El libro, en otras palabras, es un trata- do antimisionero. Pero también es una obra de ficcién notable (para su género) en el sentido de que Hamel se ve “integro”, con dudas y pasiones reales, y, por tanto, arroja luz sobre la experiencia esclava antillana, Después de la emancipacién, debido a la separacién sociocultural entre negros y blancos, no hubo més obras de escritores blancos-criollos que si- quiera se acercaran al nivel de Hamel. Desde 1900 ha habido cierta re- aparicién del escritor blanco: H. G. De Lisser (Jamaica), Alfredo Mendes e Ian McDonald (Trinidad), J. B. Emtage y Geoffrey Drayton (Barbados), Phyllis Shand Allfrey y Jean Rhys (Dominica), y Christopher Nicole (Gu- yana), para nombrar quizé los més importantes. Pero con la excepcién de De Lisser en Jane’s career, ninguno de estos escritores se ha interesado (adn) centralmente en los africanos del Caribe (o en los indios); casi todos (de nuevo con la excepcién de Jane’s career) parecen roménticos, mientras que unos pocos son lo contrario —insensibles (Mendes en Pitch lake) o simplemente groseros (Emtage)— y revelan lo que Kenneth Ram- chand, usando una frase de Fanon, ha Hamado “conciencia aterrada”. INDIGENISMO-NEGRISMO Lo anterior, no obstante, no pretende excluir de ninguna manera a los escritores blancos antillanos de nuestro canon literario. De hecho, en otro estudio, he tratado de demostrar cémo el trabajo de Roger Mais, un jamai- quino “blanco”, podria servir de muchos modos como modelo para nuestra estética critica en desarrollo. Pero 1a mayorfa de los escritores antillanos blancos, me parece, no est atin dispuesta a permitir que su arte vaya bo- rrando los limites impuestos en sus mentes por la plantacién fisico-metafi- aica y, por tanto, todavia no reconocen que su mundo se ha hecho marginal en el sentido mayoritario de la realidad local; 0 més bien, que Ja planta- cin se ha trasformado en otras nuevas formas mercantilistas, en las cuales ellos estén tan firmemente esclavizados como los descendientes de sus anti- Buos esclavos, Me parece que solamente cuando esto se les torne critico, los escritores antillanos blancos encontraran su voz. e EI perfodo posemancipacién, por esta raz6n, ha sido de vacfo literario. ‘CRISIS-REACCION 155, La literatura (escrita) del Caribe, como expresién y empresa verdadera- mente nativas, no comienza, en realidad, hasta que, en respuesta a la ocu. pacién norteamericana de las Antillas Mayores, ciertos artistas de Cuba y Puierto Rico empezaron a desarrollar distintivas formas literarias y crea. tivas que han venido a llamarse indigenismo o negrismo. Esto es interesante porque las poblaciones de estos dos territorios son predominantemente es- pafiolas, m&s bien que ex africanas, A diferencia del resto del Caribe, la mayoria en Cuba y Puerto Rico es mas “blanca” que “negra”. A pesar de eso, la expresién literaria producida por estos criollos blancos (y mulatos) fue de base negra; ellos reconocian que la unica forma de expresién que podian usar como protesta o como auténtico alter-nativo al imperialismo cultural norteamericano, era la ex africana. Esto es al menos parte de lo que tenfa en mente el pensador cubano Juan Marinello cuando en los afios 30 dijo que debido a la extincién de los amerindios y al hecho de que éstos no hubieran dejado “arquitectura ni literatura”, el negro habia asumido un “significado espectfico”. “Aqui el negro es tuétano y rafz, el aliento del pueblo, una misica ofda, (un) impulso irrepresible. £1 puede ser, en estos momentos de cambio, la piedra de toque de nuestra poesia.” CRISIS-REACCION La mejor manera de entender. esto en su més plano sentido literario —o ea, uno que incluya la tradicién oral— es ver ésta, y las otras expresio- nes de la presencia africana que le siguieron, como reaccién al imperia- lismo cultural blanco. Durante la esclavitud, la imposicién cultural blanca era respondida con canciones de trabajo, himnos religiosos, blues, los spirituals, mento (una secular cancién popular jamaiquina), shanto (equi- valente guyanés del mento), himnos shango y cuentos populares. La crisis de Ia posemancipacién vio cierta erosién de los cuentos populares, espe- cialmente en las areas més urbanizadas, pero vio el afianzamiento de la literatura del hounfort.* La inmigracién urbana, desde fines del siglo xx, Provocé la formacién de los guetos negros y la emergencia del nuevo arte popular urbano —los dozens, los blues urbanos, las nuevas iglesias * Hounfort: nombre dado en Haiti al complejo (patio y edificaciones) donde se celebran Tos cultos del vodun. 156 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE shouter, el renacimiento de Harlem, la obra creativa de los seguidores de Garvey,* Rastafari,** la Nacién del Islam, y el Carnaval. La crisis del imperialismo norteamericano nos trajo a Price-Mars ¢ Hyppolite y Jacques Roumain en Haiti, a José Marti y el negrismo en las ‘Antillas espafiolas y, de cierta manera, el surgimiento internacional del calipso de Trinidad, La crisis del imperialismo europeo, reflejada en la segunda guerra mundial, produjo la negritud de los colonos expatriados de habla francesa, al igual que una literatura de la tigritude, més local. mente basada, en las colonias negras de Africa y del Caribe. La crisis reciente del neocolonialismo y la desilusién indigena ha visto el movimien- to del Black Power y sus varias ramificaciones, la explosién de la pobla- cién urbana en Jamaica y Estados Unidos, el resurgimiento de las Iglesias “nativas”, cierta revitalizacién del calipso y una creciente conciencia de la autenticidad de las formas populares. Y como demostré claramente la revolucion carifesta de Guyana (1972), estas formas populares del Caribe siguen siendo tnicas, vital y creativamente africanas en forma, ritmo y alma. Hay cuatro clases de literaturas escritas africanas en el Caribe. La prime- ra es retérica, El escritor usa a Africa como méscara, signo o nomen. No sabe necesariamente mucho de Africa, aunque refleja un profundo deseo de hacer contacto. Pero esta solamente diciendo la palabra “Africa” o invocando un suefio del Congo, Senegal, Niger, los Zulies, el Nilo o el Zambesi. No esté necesariamente celebrando o activando la presencia afri- cana. Hay también elementos de esta retérica roméntica dentro de las otras tres categorfas. La segunda es la que llamo Ja literatura de supervivencia ofricana, una literatura que trata conscientemente de las supervivencias africanas en la sociedad del Caribe, pero sin hacer necesariamente ningun intento de interpretarlas o reconectarlas a la gran tradicién de Africa. Tercero, existe lo que amo la literatura de expresién africana, con sus rafces en el pueblo, y que trata de adaptar o trasformar el material po- * Marcus Garvey fue uno de los primeros Tideres negros que empezé la resucitaciéa del featejo popular de ayuda mutua, especialmente en los guetos urbanos. °° Los Rastafari son un grupo dinimico y diferenciado (“dread-locked”) de Jamaica, ‘Tienes se consideran africanos, reconocen al emperador Haile Sclassie como Dios Viviente y ‘firman que eu destino es regresar al Africa (T'opia). Como tal —une especie de grupo cimarrén modemo—, te niegan a aceptar los gobiernos matertlists do Bebiloni. El arte Restaferi (incluyendo canciones, denzas, muisice, poeta, pintura, talla, artesania y sobre todo, pslabras: simbolos) esti revitalizando la cultnra jamsiquine, y m filosofia y eetilo de vidi comenzando a llegar a las comunidades negras en otras partes, AFRICA RETORICA 187 pular en experimento literario. Finalmente, esta la literatura de reconexién, producida por escritores del Caribe (y del Nuevo Mundo), quienes han vivido en Africa y estén tratando de relacionar esa experiencia con el Nuevo Mundo, o quienes conscientemente estfn tratando de extender un puente para cubrir la brecha con la tierra-madre espiritual. AFRICA RETORICA Tambour quand tu résonne, mon ame hurle vers Afrique. Tantot, je réve Pune brousse immense baignée de lune, oi: s’echevellent de suantes nudités, Tantét 4 une case immonde oit je savoure du sang dans des cranes humains. CARL BROUARD Hay muchos poemas como éste en esta categoria, entre ellos obras de Daniel Thaly, de Dominica-Haiti, Pales Matos, de Puerto Rico, McKay y George Campbell, de Jamaica, y E. M. Roach, de Tobago. Quiza el mas famoso, un poema roméntico-retérico distinto, pero atin relacionado con la tradicién primitiva-retérica de Brouard y Pales Matos, es “Heritage”, del negro norteamericano Countee Cullen: What is Africa to me: Copper sun or scarlet sea, Jungle star or jungle track, Strong bronzed men, or regal black Women from whose loins I sprang When the birds of Eden sang. .. En el Caribe de habla inglesa, esto se hace eco en poemas como “El pescador jamaicano”, de Philip Sherlock: 158 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE Across the sand I saw a black man stride To fetch his fishing gear and broken things, ‘And silently that splendid body cried lis proud descent from ancient chiefs and kings... Es este tipo de preocupacién, persistente desde los més lejanos dias de la expresién negra en el Nuevo Mundo, el que finalmente alimente e influya Ja literatura de rehabilitacién y reconexin: Crest le lent chemin de Guinge La mort t’y conduire, . En general, sin embargo, la literatura retérica es estatica, afiorante y voluntarioss por naturaleza, Aunque revela un importante instinto por Africa, el instinto esté basado en Ja ignorancia y, a menudo, en el caso de Brouard y su generacién y clase, en las nociones europeas aceptadas sobre “Darkest Africa”, Tenfa razén Louise Bennett al rechazar humoris- ticamente ese tipo de reconexién: Back to Africa Miss Matty? Yuh noh know wha yuh dal-say? Yuh haffe come from some weh fus, Before yuh go back deh? De esta atraccién-ignorancia también surge el sentido, como en Leén Laleau y Derek Walcott, de que las dos culturas presentan una dicotomia Y que uno debe escoger entre ellas. Dantes Bellegarde, un lider de los afios 40 de uno de los grupos antiefricanistas de Haiti, sostenia que “Pertene- cemos a Africa por nuestra sangre y a Francia por nuestro espiritu, y por una significativa proporcién de nuestra sangre”. En la novela de Andrew Salkey titulada A quality of violence, el debate se expresa de 1a siguiente manera: We not frighten by white fowl talk or Africa or slave power! We don't belong to them Sune. We is people who live on the land in St, Thomas, not Africa... We is no bee and there is no Africa in we blood the way you would-a like we to eo. But you wrong, Mise Mellie. Me and you and the rest.a-people in St. Thomas all belong to the days that pass by when slavery was with the land. Everybody is part of LA LITERATURA DE LA SUPERVIVENCIA AFRICANA 159 slavery days, is a part of the climate-a-Africa and the feelings in the heart is Africa feelings that beating there, far down... En contraste, tenemos la aceptacién de esta doble herencia cultural por un poeta como el mulato cubano Nicolas Guillén: Estamos juntos desde muy lejos, jévenes, viejos, negros ¥ blancos, todo mezclado; uno mandando y otro mandado, todo mezclado; San Berenito y otro mandado, todo mezclado Santa Maria y uno no mandado todo mezclado todo mezclado Pero siempre hay el estribillo con su positive reconocimiento de Africa: Yoruba soy, soy lucumt mandinga, congo, carabali, LA LITERATURA DE LA SUPERVIVENCIA AFRICANA La literatura de la supervivencia africana esta inherente, con ms certe- za y més seguridad, en la tradicién popular —el cuento popular, can- ciones populares, proverbios y mucho de las letanias del hounfort. Aqui, por ejemplo, hay un lamento marassa (espiritus gemelos) de una cere- monia Vodun*: Marassa élo, I have no mother here who can speak for me Marassa élo * El Vodun (Dahomey: Vodu) es la forma religiosa de origen africano més extendida y conocida del Caribe, centrada en Haiti. Véanse también el Shango en Trinidad, el Poco Jamaica, In santeria en Cubs, y el Candorablé o Macumba en Brasil. Con frecuencia en este tex- to, el término vodun se aplica a los religiones africanas en general. En Ia cultura de Dahomey, 2 Ta que se deriva el Vodun haitiano, los gemelos son especialmente venerados. Fn Vodun, ius gemelos son deificados como marassa, 160 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE I have left my mother in Africa Marassa élo Thave left my family in Africa TL have no family to speak for me T have no relations to speck for me Marassa élo. La relacién entre esto y las elegias africanas es obvia; comu lo es también la conexién con los lamentos africanos en “New Ships”, “Tano” y “Wake” de mis propios Masks e Islands. Hay también, en el hounfort, el uso del lenguaje basado en lo que a menudo solamente son fragmentos fo- néticos de una lengua ancestral africana, como en el ritmo changé de Ajaja: Ay ree ah jaja Ay ree leh Ah jaja who goon Ajaja wey geh que se ha interpretado asi: Estamos buscdndote Dondequiera que estés Muéstrate Queremos verte Estamos buscéndote Ven, queremos hablarte Te Uamamos, te hablamos Dondequiera que estés. | Similarmente, viene este poema, del Kumina jamaiquino, en el que so-so significa agua y kuwidi significa “Namar(ku) los muertos (widi)”: Tange lange Jeni di gal eva ‘ang lang mama o Di le kuwidi pange le So-so lange widi gal So-so lange mama o LA LITERATURA DE LA SUPERVIVENCIA AFRICANA 161 (Baila erguida, nia Jeni Camina erguida, mama o Los muertos vienen a saludarlas Agua larga como los muertos, nifia Agua larga, mama o) En “William Saves His Sweetheart” la imaginacién popular es atraida de nuevo por el agua, pero esta vez se expresa totalmente en un intran- sigente no-inglés 0, como yo prefiero Ilamarlo, en una lengua nacién, ya que los africanos en el Nuevo Mundo siempre se refieren a si mismos como pertenecientes a ciertas naciones (Congo, Kromanti, etc.). Aqui no hay frag. mentos de palabras o frases africanas como en el hounfort, pero la forma tonal del lenguaje, sus cambios de ritmo, estructura, contornos del pensa- miento e im&genes, irrupcién de cancién-danza-movimiento lo hacen facil- mente reconocible como una forma hablada africana: an a s0 dem doo. dem kel de gal, an she kom, an im seh, yu nyaam mi pead tiday? him seb, nuo ma, me no hest non, Him seh aa’right, kom, we go doun-e golli-ya, w wi’ faen out. him tiek di gal an im go doun-a di golli, an when goin doun too di golli, im go op pen im laim tree, an im pick trii laim, Im guo in-a fow! ness, im tick tril eggs... an im staat, an haal im suod... an im go goun-a di golli, im pu-doun di gel in.a di lebble drai golli, an seb, see a! tan op deh, mai dego tell yu now, ef yo heat mi peas, yu de.go drounded, bot if yu nou heat ib, nottn wuon doo yu, 80 swie, yu bitch! swier! ech yu no heat ih, while yo nuo yu heat ih. an she lik doun wan-a di leim a-doti 20, wam! an di drai golli pomp op wata, kova di gal instep. de gal sch mai! puo mi wam! a-whe me deh go-do tiday? him seh swie! swie! yu bitch! an im lik doun wan nedda laim so, wam, an di wata mount di gal to im knee, di gel ech load ooi! mi wilyam oot! ih im sweethaat im de-kal mi wilyam ooi! uo mi wan oot! peas coi! 00, mi dearess wilyam 00 rin doun peas oi ai! @ rin doun! 00, rin doun También hay un contenido considerable de vida metafisica y asocia- 162 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE cién simbélica escondidas en algunos poemas y canciones populares que han sido preservados, @ menudo accidentalmente. Consideremos esta can- cién criolla francesa, por ejemplo, “Tres hojas, tres raices”, sobre el cam. bio y Ia eternidad: Trois fé trois ci-tron oh! Trois fé trois ra-cine oh! Moin dit, rwo, youn jour ou wa be-soin moin! Trois fé trois ra-cine oh! Moin dit oui, youn jour ou wa be-soin moin! Gain’-yain basesin moin trois ra-cine tom-bé la-dans Quand ou wa ‘bli-e fau’ra-mas-sé chon-gé De igual modo, hay un fragmento de un hechizo recogido por el his- toriador jamaiquino H. P. Jacobs, que dice: Bear up, mi good tree, bear up! Mi father always cut a tree, The green tree falls and the dry tree stands! Shemo-limmo! mi toto! beng! beng! La paradoja se para el drbol seco y cae el drbol verde es otra ilustra- cién mas de los posibles niveles de expresién dentro de la tradicién po- pular. Este fragmento es especialmente interesante por la corriente po- pular-metafisica que se puede ver trabajando al unisono con el simbolismo africano, Porque Shemo-limmo, que es el nombre secreto de un toro en ciertos cuentos folkléricos afrojamaiquinos, esté también relacionado con lemolemo, “locomotor” en yoruba; y la locomotora ha venido a ser una de las encamaciones de Changé, dios del trueno y de la creatividad en el Nuevo Mundo, Hay muy poco en la tradicién escrita “culta” que ofrezca nada que S€ acerque a este profundo conocimiento del psique colectivo. Raramente Nuestros escritores van mas alld de la retdrica descriptiva cuando escriben sobre “‘sucesos del hounfort”. pol of the people on the veranda and some of those who squatted on the stones in the t yard formed a group round the three women and waited for Mother Jobnson to LA LITERATURA DE LA SUPERVIVENCIA AFRICANA 163 make a statement, She asked for bandana which she wrapped round her right forearm, She knotted it, Everybody watched her as she tucked in the loose ends and patted the bulky parts of the folds into shape. She said: “I hope everybody see how I just tie up the bandana?” There was a chorus of muttered affirmatives, “Well”, she continued, “I telling you, now, that that is the same way that somebody tie up poor, innocent Doris brain. That somebody is well beknown to all of us in St. Thomas. That somebody is a selfish, class-warring, sort of house-enemy, Is a person who looking to destroy Mis T happines and peace-a-mind”, She paused for breath, She again patted the bandana, and pointing to it, she conti. nued: “As the dead body of my husband, Dada Johnson, who everybody here did well know and like as a great prophet/‘mongst us... I telling you, once and for all, that Mis T gal pickney, Doris, is under a spell that she can’t budge from, without plenty working of the good Lawd work on her, to bring her round again.” The gathering muttered: “Oh! Jehovah! Yes, Lawd.” Mother Johnson cleared a space on the veranda steps, and sat down. El poder dramitico-descriptivo de este pasaje es tipico de la excelen- cia de A quality of violence, pero segin Salkey se acerca a las experiencias més sagradas y centrales del tonelle,* su compenetracién y sus conocimien- tos flaquean, siendo remplazados por pasajes que suenan més a bronce melodramatico que a buena plata: Dada Johnson held a cutlass high above his head, sliced the air in wide circular mo- vements and threw it in front of the deputy. It landed blade first, The deputy dropped the white rooster, grabbed the cutlass, and also made slicing movements in the air. The chanting sisters started to gyrate once more, pummelling their stomach with clenched fists, .. No importa cudn aparentemente violento (y no todas las posesiones son violentas), no hay nada en la coreografia de la religion popular afro- caribefia que esté incontrolado: las hounsis** que se lanzan son suavemen- te agarradas; nadie, excepto en ese momento, se toca uno a otro, a pesar de los complejos movimientos y el espacio limitado; y nunca hay un es- uince ni una torticolis, Los verbos de Salkey —“grabbed”, “gyrate”, “pummel”— de repente son todos mal seleccionados. 0, expresindolo de otra forma, la descripcién de la posesién requiere del escritor una seleccién de palabras, de tradi- * Tonelle: es el érea interior del hounfort. Sobre el piso o suelo se encuentran Ios vevé (uimbolos) de los dioses que se van a recibir, y en el centro del tonelle esté el poteaumiten: palo, Uitigo o excalera de Dios. ‘* Hounsis: som sirvientes, generalmente femeninas, del complejo del vodun. El lider religioso {imsiabenee hombre) del hounfort ex el Houngan, mu principal asistente femenino es a mambo, 164 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE ciones. Salkey, en el corazén del tonelle, opta por la racional-descriptiva europea y, por Io tanto, no logra celebrar con sus adoradores, lo que a la vez conduce a la alienacién de “In one action, they gathered up their calico gowns, stooped lower to the body of the deputy and urinated on him”. (“En una accién se recogieron sus trajes de percal, se agacharon sobre el cuerpo y lo orinaron.”) Pero es tal la sed del ofdo literario de Salkey, que pronto aparecen fragmentos de letanfas, de poderosas meta. foras enigméticas que dan a su obra una nueva dimensién en pasajes como el que sigue (que gana en fuerza cuando sabemos que en el vodun, y usualmente en las religiones afrocriollas, el dios tullido (cojo) de los ca- minos, Legba, es el primero en ser alabado en el hounfort): The chanting sisters had stopped chanting but were still standing in front of Dada Johnson who was saying « silent prayer. The deputy had crawled under the meeting. table, Suddenly, the chanting sisters sprang back and cried out: “And Jonathan, Saul’s son, had son that was lame of his feet!” There was about five seconds’ silence and the deputy crawled from under the meeting table. He stood erect and raised his right and towards the chanting sisters who screamed: “Him have the sacrifice in him hand! See God dey!” The deputy sprang around and faced Dada Johnson who bowed and snatched the white rooster out of his right hand, Dada Johnson said: “Cock blood Leela like rain water! Cooking fowl is cloud! Cloud burst open and blood bring rain!” Las imdgenes surrealistas aqui (subrayadas) apenas podian haber sido concebidas fuera del hounfort. Y a pesar de eso, Salkey, al igual que mu- chos otros atrapados en la tradicién del Amo-Patrén, permanece ambiva- lente en su actitud frente a la presencia africana en el Caribe. Vera Bell, en “Ancestor on the auction block”, revela una incertidumbre de responso atin més directa: Ancestor on the auction block Across the years your eyes seek mine Compelling me to look. I see your shackled feet Your primitive black face T see your humiliation And tur away Ashamed, Across the years your eyes seek mine ‘LA LITERATURA DE LA SUPERVIVENCIA AFRICANA 165 Compelling me to look Is this mean creature that I see Myself? Philip Sherlock, en “Pocomania”, revela esta dicotomia psiquica en la seleccién crucial de palabras —esto es, el uso de grunt (grufido), en vez de trump (trompeta), para describir el ritmico y profundo aspirar- exhalar del aliento que precede al caer en el trance de la posesién: Black of night and white of gown, White of altar, black of trees, Swing the circle wide again Fall an’ cry, me sister, now Let the spirit come again, Fling away de flesh an’ bone Let the spirit have a home. Grunting low and in the dark, White of gown and circling dance. Gone today and all control, Here the dead are in control, Power of the past returns, Africa among the trees, Asia with her mysteries. .. En una parte anterior del poema, la pérdida del “control” bajo estos cantos misteriosos afroasidticos (por qué “Asia” no est claro) esté ain mas peyorativamente expresado, Black Long Mountain looking down Sees the shepherd and his flock Dance and sing and falls eway All the civilized today. .. No es de extraiiar que Fola, la joven hermana negra educada, en “Season of adventure”, de George Lamming, tenfa miedo de entrar en el hounfort. Pero lo que es verdaderamente sorprendente, dada la herencia Psicocultural caribefia, no es realmente la respuesta miedo-huida frente a la presencia africana en el Nuevo Mundo, sino los persistentes esfuer- 166 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE zos, en todos los niveles, de afrontar esta presencia. Ningin escritor de] Nuevo Mundo de la plantacién puede, en realidad, ignorar a “Africa” por mucho tiempo, aunque es interesante notar que fuera de los circulos del negrismo literario, ha habido un interés piblico y mas activo en esta rea de nuestra cultura por parte de los historiadores, socidlogos y socio. antropélogos que por los escritores y artistas en general. CIMARRONES Un area de supervivencia africana es la del “cimarronaje” fisico y psico- logico. Desde el momento de su Iegada al Nuevo Mundo, las respuestas constantes de los pueblos de Africa eran suicidio, adaptacién, huida, re- belién. Huida-rebelién con frecuencia conducfa al establecimiento de co- munidades africanas fuera de, y a menudo contrapuestas a las grandes plantaciones eurocriollas. En Surinam, por ejemplo, los njukka, saramac- cer y otros grupos, usualmente englobados por el término “bush negroes”, establecieron asentamientos independientes a lo largo de los rfos y vias acudticas en el interior selvatico de Guyana, desde mediados del siglo xvi. Los cimarrones se establecieron répidamente en Jamaica en cinco aldeas independientes, en las inaccesibles Blue Mountains y el pais Cockpit, com- batiendo a los ingleses hasta el cansancio, en dos bien organizadas luchas guerrilleras, durante el siglo xvut. Hubo guerreros caribes-negros (afro- amerindians) en las islas de Barlovento, especialmente en San Vicente, ¢ importantes grupos de cimarrones africanos en la mayoria de las otras islas esclavas, especialmente en Santo Domingo (Haiti). La comunidad cima- rrona més espectacular, sin embargo, fue la establecida en Palmares, Brasil, en 1631, que pudo mantener su independencia (con embajadores, merca- deres, etc.) por més de setenta afios. Y a pesar de esto, sélo conozco de dos novelas en inglés que intentan explicar siquiera uno de los aspectos de esta experiencia; y sospecho que esto sea casi igual en los demés lugares. Esto es, de nuevo, un tributo al lavado de cerebro europeo. Muchos escri- tores del Caribe ni siquiera saben que estas comunidades existieron y que algunas existen todavia; y los pocos que sf lo saben estén demasiado aleja- dos para conjurar lineas y metéforas de esta matriz. De los dos de habla inglesa que han intentado escribir ficcién en este terreno, uno, Namba Roy, fue él mismo un cimarrén (jamaiquino). Desafortunadamente, no trat6, en la dinica novela que escribid, mas que de hacer un cuento romantico de CIMARRONES 167 “Bravos guerreros” y conflictos sanguinarios, Por otra parte, Wilson Harris, en The secret ladder, usa la presencia de un viejo jefe negro de los pantanos para iniciar toda una serie de percepciones de la cuestién del cimarronaje, antepasado y filiacién: I feel I have stumbled here in the Canje (escribe Fenwick, el personaje a través de quien percibimos los intereses del “‘progreso” en esta novela) on an abortive movement, the emotional and political germ of which have been used in two cen- turies of history... What will you say when I tell you I have come across the Grand Old Man of our history... Pero Ja vision de Harris es demasiada ecuménica para que le permita aceptar muy f&cilmente este halagador regalo de un antepasado. To misconceive the African (continusba Fenwick en su carta) ... is to mison. derstand and exploit him mercilessly and oneself as well. For there, in this creature Poseidon, the black man with the European name, drawn out the depths of time, is the emotional dynamic of liberation that happened a century and a quarter ago... Something went tragically wrong then. Something was misunderstood and frustrated, God alone knows why and how... Maybe it was all too emotional, too blinding, this freedom tbat bus tumed er, abortive, easiv, wooly and wid everwhere ost... Esta es una advertencia salutaria, aunque el mismo Harris es culpa- ble de malconcebir al africano —ciertamente al cimarrén. El cruel aborto de la libertad de que él habla, la “sobreemotiva” negritud, fue y es no s6lo una funcién del cimarronaje, sino que fue y es atin més ciertamente una consecuencia de la oposicién a la plantacién. gDe qué otra manera podemos interpretar el destino y la historia de Haiti, la mayor y més exitosa de todas las organizaciones politicas cimarronas? Pero Harris, am- bivalente como casi todos nosotros, encuentra estériles “el intelectualismo y la politica (de protesta) de las Antillas”, de manera que, igual que los pesimistas culturales a que nos referimos anteriormente, concluye que el esclavo africano, originador y cuerpo condicional de Ja militancia del Ca- ribe, debe-puede haber venido aqui con muy poco —muy poco— que ofrecer: One must remember that breath is all the black man may have possessed at a certain stage in the Americas, He had lost his tribal tongue, he had lost everything except an abrupt area of space and lung: he possessed nothing but the calamitous air of broken ties in the New World. 168 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE Y, sin embargo, aunque en Naipaul, Patterson, y hasta Derek Walcott, esta nada nada rinde, con Harris esta ruina-vestigio, pizea de aliento, pose- sién vital del desposefdo, se convierte en ritmo de supervivencia de la que la trasformacion puede proceder, LA LITERATURA DE EXPRESION AFRICANA Limbo (is) a dance in which the participants have to move, with their bodies thrown backwards and without any aid whatsoever, under the stick which is lo- wered at every euccesafully completed passage under it, until the stick is practically touching the ground. It is said to have originated @ necessary therapy after the experience of the cramped conditions between the slave decks of the Middle Passage. Now very popular as a performing act in Caribbean night clubs. And limbo stick is the silence in front of me limbo limbo limbo like me... long dark night is the silence in front of me 10. stick hit sound and the ship like it ready stick hit sound and the ship like it ready limbo limbo like me... Limbo then reflects a certain kind of gateway or threshold to a new world and the dislocation of a chain of miles, It is —in some ways— the archetypal sea-change stemming from Old Worlds and it is legitimate, I feel, to pun on limbo as a kind of shared phantom limb which has become 2 subconscious variable in West Indian theatre, The emergence of formal West Indian theatre was preceded, I suggest, by that phantom limb which manifested itself on Boxing Day, when the ban on the “rowdy” bands... was lifted for the festive season... I recall performances I witnes- ved as a boy in Georgetown. «+ in the early 1930s. Some of the performers danced LA LITERATURA DE EXPRESION AFRICANA 169 ‘on high stilts like elongated limbs while others performed spreadeagled on the ground. In this way limbo spider pole of the gods were related to the drums like grassroots and branches of lightning to the sound of thunder. La fuerza y el progreso de las imagenes citadas ilustran lo que quiero decir por trasformacién. En términos de la habilidad literaria, ellas re. presentan un cambio de Ja ret6rica a la participacién. El principio de esto es evidente, por ejemplo, en el poema “Pocomania”, de Philip Sherlock, que ya hemos visto. Nétese su nuevo énfasis ritmico: Black the stars, hide the sky, Lift you’ shoulder, blot the moon Y la aparicién del dialecto: Swing the circle wide again, Fall an’ cry, me sister, now El factor més significativo de este proceso, sin embargo, es su relacién con el hounfort: el corazén y sefial de la presencia africana en el Caribe- Nuevo Mundo. Ya hemos presenciado cémo opera esto en A quality of vio- lence, de Salkey, y en las anteriores citas del limbo. Pero el escritor del Caribe que ha podido entrar sin miedo inocentemente dentro de este enig- matico mundo alterno, y quien ha podido por tanto contribuir més a la lite- ratura de expresién africana, es George Lamming. En Season of adventure vemos a una jovencita bailando hacia los dioses en una ceremonia vodun. A medida que va bailando nos vamos compenetrando, hasta que el lenguaje de Lamming se ha convertido en una imagen de la posesién de la nifia: The child was wide awake... The dance was an instinct which her feet had learnt... The women’s chant was broken by applause. The child heard the voices competing in her praise, She became hysterical; wild, light as air and other than human, like the night clouding her eyes. Her voice had cried out: “Hair, hair! Give all, all, all, hair.” And she clapped until there was no feeling in her hands. And the voices came nearer than her skin: “Dance, Liza, dance! Dance! Dance! Liza, Liza, Liza, dance! Dance, Liza, dance!” La tinica vez que Lamming flaquea en esta asombrosa participacién en un rito religioso afrocaribefio es con la palabra-percepcién hysterical (his- térica). Es similar (y esté presente por razones similares) a las notas 170 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE falsas vistas en Salkey, Bell, Brouard y Sherlock. Pero la vacilacién es sélo momentanea. Mientras Liza-Lamming baila hacia la encarnacién, la litera. tura del Caribe, a través de este encuentro con la Joa, comienza su trasfor- macién en una nueva especie de arte original: Fire of the spirits in her eyes, and no longer a child as she watched the shadows strangled by her wish for hair blazing from the summit of the bamboo pole! She trampled upon the circle of maize, exploiden shapes like toys under her feet, dancing the dust eway. For gods were descending to the call of voices: “Come! Come! in O! In O spirit of water come! Come!” Now: gently, stage after gentle stage and featherwise as if now orphaned of all sound, the voices were dying, second by full measure of second: then died on the gentlest of all sounds, “come, come, in O spirit of water come, come, come...” NOMMO El proceso de trasformacién que Lamming tan notablemente emprende aqui —el arte de] hounfort en el arte de la novela— tiene su rafz en cierto tipo de preocupacién por, y actitud hacia la palabra, niicleo atémico del len- guaje. Esto es algo que esté muy presente en todas las culturas populares, todas las sociedades preliterarias, preindustrializadas. Dentro de tales cul- turas, el lenguaje era y es un acto creativo en sf. Piensen en nuestro amor por un politico o por las palabras de un predicador. Verdaderamente, uno de los problemas de nuestra vida politica es cémo separar la palabra del significado de la palabra, La palabra (nommo o nombre) se supone que contenga poderes secre- tos. Monk Lewis, que también era novelista, visits Jamaica (donde tenia Propiedades) en 1815-1816 y describié esta actitud entre sus esclavos: The other day... a woman who has a child sick in the hospital, begged me to its name for any other which might please me best: she cared not whats but she was sure that it would never do well so long as it should be called Lucia, La gente cree que un nombre es tan importante que un cambio de nom- bre puede trasformar Ja vida de una persona. En la sociedad tradicional, de hecho, la gente trata a menudo de esconder sus nombres, Es por eso que un nigeriano, por ejemplo, tiene tantos nombres. No sdlo es dificil recordar- los, sino que es diffcil saber cuél de ellos el hombre considera o identifica NOMMO 7 como el suyo. Si usted lo Hama por un nombre equivocado, no le puede hacer dafio. Rumpelstilzchen en el cuento alemén y Shemo-limo en el cuento jamaiquino ya citado, son otros ejemplos de esto. En Jane’s career, de Hi. G. DeLisser, hay una interesante variacién en la que un temblor de tierra, un fenémeno divino natural, se convierte en un aspecto del nommo: sscmany persons talked of the recent (1907) earthquake as of something that could hear what was said about it, and take action accordingly. To Sampson and many others like him, the earthquake was a living, terrible force... Aimé Césaire leva esto un poco mas alla con: Yo recobraria el secreto del épico lenguaje y de Ins elevadas conflagraciones, Yo diria tormenta, Yo dirfa rio. Yo diria tornado. Yo dirfa hoja. Quiero pronunciar Arbol. Quiero empaparme con todas las luvias, humedecerme con todos los rocios, Rodarfa como enloquecida sangre en la lenta corriente del ojo de los locos caballos de la palabra, formas recién nacides del fuego... Este es un tipo de conjura-adivinacién, o mas bien, viene de la misma tradicién mégico-milagrosa que el brujo. Vibraciones se despiertan en el centro de las palabras. De los estanques de su nommo, nacen sonidos-sim- bolos onomatopéyicos: banggarang, boolooloops y boonoonoonops (Jamai- ca); barrabbattabbattabba y bruggalungdung (Barbados); umklaklabulu (“trueno” en zulé); dabodabo (pato), munumm (oscuridad en twi) ; pam- pan, primprim, prampalam (sonidos Barbados-twi para contacto-movimien- to); patoo (Iechuza en asante/jamaiquino) ; felele (ondear al viento, aletear, en yoruba). En la Norteamérica negra vive en Ja tradicién del predicador y en los dozens, y emerge en la escritura en partes del Invisible man, de Ralph Ellison, y en Go tell it on the mountain, de James Baldwin. Es evidente en Yellow back radio broke-down, de Ishmael Reed: A terrible cuss of a thousand shivs he was who wasted whole herds, made the fruit black and wormy, dried up the water holes and caused people's eyes to grow from tiny black dots into slap-jacks wherever his feet fell... y en “Black Art”, de Imamu Baraka (Le Roi Jones): Poems are bullshit unless they are teeth or trees or lemons piled on a step. Or black ladies dying 12 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE men leaving nickel hearts eee them down. Fuck poems and they are useful, and they shoot come at you, love what you are, breathe like wrestlers, or shudder strangely after pissing. We want live words of the hip world live flesh & coursing blood. Hearts Brains Souls splintering fire. We want poems like fists beating niggers out of Jocks or dagger poems in the slimy bellies of the owner-jews....++.+ ++. we want “poems that kill”. Assassin poems, Poems that shoot Del mismo modo, Robin Ravales (Dobru), el vee-dor de palabras o vidente, de Surinam, nos dice: Write no words write grenades to eradicate poverty write no sentences write guns to stop injustice Este uso y concepto de la palabra se encuentra a través de todo el mun- do negroafricano. Esté presente en la literatura africana tradicional al igual que en la moderna. En las Américas, se muestra por nuestra aficién por las escenas de juicios (tanto reales como de ficcién): en la retérica de las rifias de solares; en las “broncas de palabras”; los tea-meetings y discursos de predicadores-politicos. Toda la tradicién viva del calipso esté basada en esto. Pero va més hondo que esto, como indican las cualidades simbélicas y metafisicas de los fragmentos afrocaribefios que hemos estu- diado, E] lenguaje, segin vimos en la discusién de los nombres, puede con- cebirse como capaz de afectar la vida. Y de nuevo es Lamming quien nos €xpone a una vista interior de este proceso: The words seemed to come like the echo of other voices from outside. “is so, same TRcNICAS 13 so...” Syllables changed their phrasing; words showed a length that hed suffered by the roughness of an accent uttered in haste, Surfacing slowly... (they) they seemed uncertain of their alliance. At every stage of awareness she could feel the change, until the rules of college speech gave way completely to the private dialect of her own tongue at home: “is same ever since, and it been the same, same so ever since...” Esta manera de usar la palabra depende mucho de la comprensién de a tradicién popular de 1a que viene. Esta tradicién popular ha recibido (y no es de asombrarse) muy poca atencién de los académicos. Ha habido tra- bajos de Nina Rodrigues, Renato Mendoza, Arthur Ramos y Donald Pier. son en Brasil; Fernando Ortiz en Cuba; en Jamaica ha habido Martha Beckwith y m&s recientemente Ivy Baxter; y en Trinidad, Errol Hill y J. D, Elder. Para el Caribe en general esté la obra de Herskovits y Roger Bastide. Pero aun hasta donde estos estudios son comprensivos, rara vez tratan de describir la sociologia del lenguaje-nacién. Pocos de ellos, real- mente, tratan de hacer una valorizacién critico-estética de la palabra como se encuentra en su contexto criollo, o como es iluminada en la palabra- pensamiento de, digamos, KaKgami, Ogotemmli, San Juan Evangelista, el padre Placied Tempels o Janheinz Jahn, dentro de la “gran tradicién” africana, TECNICAS Ademés de los simbolos-sonidos, el lenguaje-nacién establece ciertas tona- das, tonos y ritmos caracteristicos de la tradicién popular, y son a menudo rasgos esenciales de su expresién. Los espacios-patrones generales de este lenguaje pudiéramos decir, son controlados por una tendencia al groun- dation,* en la que la imagen-espiritu es eléctricamente conducida a tierra como el rayo o la loa (los dioses, espiritus, poderes, los jinetes divinos del vodun): Mr. Frank my gentleman, de Lord know is you dat did show de way * Groundation o grounding (verbo: to ground): uno de Tos nombres de una “sesién conver- Jea (contribuida por los Rastafari) proviene de la yraciones de su significado alcanzan més alld de une experi simple, secular “grou 4 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE ‘ish we spirit wen we did nahin, nothin Like a fowleock — early pon a morning jookin in de straw scratchin de rockstone nastyin up ’e beak in de muddy gutter water... Nétese que lo que vemos en realidad es la voz que habla-suplica, por lo que pausa y cadencia cobran importancia: *e eye ball sharpen to catch de teeny weeny bit... before it loss away okra sauce slippin through de gullet hot, quick gone "long for ever// An’ is you dat did dey... La poesia de Bongo Jerry de sistemas sonoros es indistintamente més répida —del gueto urbano—, pero Jas pausas-cadencias estén ain ahf, como en “Learning rhymes”: 1 want to know the truth. But they tell me to wait. Wait till when? Till Pm seventy. Or eighty and eight. T can/not/wait, .. To them truth is when you don’t tell lie or when you face don’t show it idee they could hide the truth and I would never know it em cold, Su poema “Mabrak” es, en sf, un brillante ejemplo de “groundation”: Mabrak: i NEWSFLASH! “Babylon plans crash” TEoNIcAS 195 Thunder interrupt their programme to announce: BLACK ELECTRIC STORM IS HERE How long you feel “fair to fine (wmTE)” would last? How long calm in darkness when out of BLACK come forth LIGHT? (se mantiene el drbol seco y cae el érbol verde) Every knee must bow Every tongue confess Every language express ARWOVPOROR De nuevo, en Ia tradicién de baladas “Dan is the man in the van” y “Parables”, de Sparrow, o un ska jamaiquino como “Salaman a Grundy”, Jerry trasfusiona prondsticos de tiempo (“Fair to fine”), liturgia cris- tiana (“Every knee/must bow”) y rondas infantiles (“ringing rings of Toses”) y cualquiera otra expresién demética significativa del momento que puede encontrar (Babel-land/Babylon) en su visién africana: SILENCE BABEL TONGUES; recall and recollect BLACK SPEECH. Cramp all double meaning 116 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE an’ all that hiding language bar, for that crossword speaking when expressing feeling is just English language contribution to increase confusion in Babel—land tower— delusion, name changing, word rearranging ringing rings of roses, pocket full of poses: “san” instead of “RAS” IMPROVISACION Hace algin tiempo, escribi un trabajo explorativo de Ja literatura del Cari- be, en el que traté de usar al jazz como criterio estético para entender lo que algunos de nuestros escritores estaban tratando de hacer. Yo asumia que todos los artistas bajo la influencia africana, cualesquiera que fueran sus estilos individuales, participaban de ciertas formas de expresién y que entender los patrones de uno conduciria al entendimiento de cémo la obra de todos se relaciona en un mutuo continuum. También descubri en ese estudio que, del mismo modo que la improvisacién (ritmica y temética) era un elemento cardinal en el jazz, también se encontraban rasgos similares en la literatura negroafricana, “Mabrak”, de Bongo Jerry, es un ejemplo de esto, El bien conocido “Sensemayé”, de Nicolds Guillén, es otro: iMayombe-bombe-mayombé! IMayombe-bombe-mayombé! IMayombe-bombe-mayombé! Ta culebra tiene los ojos de vidrio; La culebra viene y se enreda en un palo; Con sus ojos de vidrio, en un palo, Con sus ojos de vidrio. .. El mismo fuerte pulso ritmico, con variaciones, est& presente en Césaire: Au bout du petit matin un grand galop de pollen un grand galop d'un petit train de petites filles IMPROVISACION Ww un grand galop de colibris un grand galop de dagues pour défoncer la poitrine de la terre y a través del juego de palabra de Leén Damas en “Pigments”: Sans nom Sans lune sans lune sans nom nuits sans lune sans nom sans nom ou le degout s’andre en moi... y en Jamal Ali: Rocket up to the moon Living up to the moon Cost of living up to the moon Death toll sky high, twisting, up to the moon y en mi propio “Negus”, que comienza como una gota de Iuvia o un golpe de tambor y se va desarrollando en ritmos cruzados: it is not it is not it is not it is not enough it is not enough to be free of the red white and blue of the drag, of the dragon 178 PRESENCIA AFRICANA EN LA LITERATURA DEL CARIBE it is not it is not it is not enough it is not enough to be free of the whips, principalities and powers where is your kingdom of the world? it is not enough to tinkle to work on a bycicle bell when hell crackles and burns in the fourteen-inch screen of the Jap of the Jap of the Japanese-constructed United-Fruit-Company-imported hard-sell, tell tale tele- vision set, rhinocerously knobbed, cancerously tubed... LLAMADA-RESPUESTA Pero el ritmo no es el tinico rasgo de improvisacién en la literatura de la presencia africana, También puede contener cdnticos y coros, como en los spirituals, las seculares letanfas soul, canciones y, sobre todo, las tonadas de trabajo: Cayman ah pull man, timbakay, Cayman ak pull man timbakoo, Cayman ak pull man, timbakay, Cayman ah pull man timbakoo. “Timber man” (tradicional de Guyana) y en el calipso calinda: Sparrow: Well they playin bad, They have me feelin sad; ‘LLAMADA-RESPUESTA 179 Chorus: Sparrow: Chorus: Sparrow: Chorus: Sparrow: Chorus: Sparrow: Chorus: Well they playin beast, Why they run for police? Ten criminals attack me outside of Miramar Ten to one is murder! Way down Henry Street by H. E, M. Walker Ten to one is murder! Well the leader of the gang was hot like a pepper Ten to one is murder! And every man in the gang had a white handled razor Ten to one is murder! They say I push de girl from Grenada Ten to one is murder! Se encontrard en sermones, como este spiritual bautista de Silver Sands, de Barbados: I can say what troubles... have we seen... ho yea an’ what conflicts... have we passed... ho yeas There were many walls without... and fears within... ho yeaa but God has preserved us by His power Divine oh yes the sun shone on our path sometimes oh oh! Sometimes it was very rainy oh yes

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