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Facultad de Teologa
Cbba Bolivia
Gestin: II - 2014
INTRODUCCION
La hiptesis del presente ensayo es, al igual que todo con Borges, una y
muchas cosas a la vez. En primer lugar, se piensa que el aleph es una
esfera que contiene el universo no de forma distinta al modo en que
cualquier otra esfera, hecho o circunstancia del mundo lo hace. Por otra
parte, tal conviccin descansa en la consideracin de todo objeto como
mgico, de todo ejercicio humano como cultual y de toda vida como
esencialmente ritual. La frase que quisiera sentenciar esto est referida
al habitar potico del hombre en este mundo que Holderlin afirma y que
Heidegger recupera en su legtima acepcin.
y dormida en la hiedra,
Sin embargo, ms all de que todas las previsiones que han pretendido
referir la muerte a travs del pensamiento o el lenguaje hayan
enajenado su otredad subsumindola en el carcter potico con el que
se definen y presentan los objetos del mundo de los vivos, existe una
intuicin subyacente que, justamente a nivel inmediato e indiferenciado,
presiente, en la actualidad de lo otro, la premonicin de lo pstumo.
Esta forma de intuir lo otro como plenamente otro a partir de la auto
comprensin del mi mismo como no perteneciente a su orden,
sostiene un espasmo intuitivo que da cuenta de la continuidad de tal
otredad allende mi percepcin. Tal movimiento es llamado, por el filsofo
polaco Lescek Kolakowski,difraccin de la conciencia y se explica en los
siguientes trminos:
De tal forma, la vida del hombre es, siempre y en todo caso, cultual, y su
ejercicio supone condiciones rituales que explicitan en menor o mayor
medida la relacin entre lo sensible (factico) y lo trascendente (mtico).
Tal es, al menos, la leccin que nos ha dejado el escenario poltico de
Atenas en cuanto cifra intensificada de la relacin hombre mundo.
BIBLIOGRAFIA