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Fe Abstractoy representacional Sr eee ete acm Spent peste orp BAe cataract ee Sidera et arte sbstracio. como un sintoma de decadencia cul fon en en ues eae et ce bate ch Tact ac i i ig ee na ee Se boven aj dng es catictamente una cuestiin de experience, waco ninarn get ce gai Bigeye male ose Se ee te Ec ln te en era ih ta i eters 126 de Ia miisica, Tomado en sf mismo, ni uno solo de sus aspectos © partes decide la calidad de una obra de arte como conjunto, En pintara y escultura esto es tan clerlo en lo relative @ la representaciin como a la escala, el color, la talidad del mate. tial, el disefio, ete. Esta claro que una imagen identificable afadiré signi ficado conceptual a'un cuadro, pero la fusion del significado conceptual con el estético no inéluye en la calidad. Que un cua. ‘dro nos ofrezea cosas que identificar, ast como un complejo de formas y colores @ contemplar, no significa necesariameste {que nos ofrezea mas arfe, El mayor © menor caréeter artistic nno depende del nimero de variedades de sigificacion presen. tes, sino de In intensidad y profundidad de tales significaciones, sean éstas poces 6 muchss, Y no pademos decir, antes del acon: tecimiento —antes de su experiencia si la adicion 0 sustrac: sion de significado conceptual, o de cuslauier otro factor, in crementard o disminuiré el significado estético de una obra de arte, El hecho de que La Divina Comedia tenga un significado alegérico y anagogico, ademds de literal, no Ie convierte nece. sariamente en una obra literaria més efectiva que la Ilfada, en Ia que realmente sélo discernimos un significado literal. BI cov rmentario explicito de un hecho histérleo que Picasso oftece fen ef Guernica no hace de este cuadro una obra mejor © més ice que tna pintura extremadamente «no objetivay de Mom rian, Sostener que una clase de arte tiene que ser invaria- blemente superior o inferior a otra signifies juzgar antes de cexperimentar;y toda la historia del arte esta aht para demostrar Ja futilidad de replas de preferencia establecidas de antemano! es deci, la imposibilidad de anticipar el resultado de la expe- riencia estética. La critica que duda de que el arte abstracto pueda transcender alguna vez la decoracién se sitda en un terre: fo tan resbaladizo como Sir Toshua Reynolds cuendo.rechs. abs la posibilidad de que el palsaje puro pudlera dar lugar alguna vez a obras tan nobles coma las de Rafael La pintura y escultura ambiciosas e importantes de ‘nuestro tiempo, como ocurrié siempre en el pasado, siguen xdo con las ideas fijas sobre fo que es posible e impos bie en el arte. Si ciertas obras de Picasso © de Mondrian me- Fecen ser consideradas cuadros, y otras de Gonzslez 0 Pevsner ‘merecen ser consideradas eseulturas es porque la experiencia real nos lo dice asi. Y-no tenemos més razones para Gudar de 1a valides de nuestras experiencias que los contemporineos de Tiziano lag tenfan para dudar de las suyas, wr mr, dr) ee ‘in embargo, en este punto me siento en libertad para dar wn viraje y afirmar cosas peligrosamente similares @ aque- figs a los que acabo de negar la razén. Pero diré To que tengo {que decir sobre el arte abstracto que ya conozco, no sobre el frte abstracto en general El arte pictico y escultérico propiamente dichos, como algo distinto de ia decoracién, hasta hace poco fueron identifica: los totalmente con lo representacional, lo figurativo, lo descrip tivo. Hoy pademos preguntarnes legitimamente si, en vista de lo aque lograron en el pasado Ia pintura y Ia escultura, no se artis: fan a cierto empobrecimiento al eliminar lo representacional, {o figurative, lo descriptivo, Como ya he dicho, Io no repre: sentacional no es necesariamente inferior a lo representacional, pero, con todo, 2no estar pobremente equipado para las expec: Ttivas heredadas, babituales y sutométicas con que nos proxi Imamos a un objeto que muestra sociedad acuerda denominar uadro o estatua? Y por esta raz6n, 2n0 nos dejaré un poco insatisfechos incluso la mejor pintura abstracta? ‘La experiencia, y sélo In experiencia, me dice que la pintura y Ia eseultura representacionales rara vez han supers: Bo un nivel medioere en los ttimos afios, y que Ia mayor call: dad geavita mis y mds hacia lo no representacional. Y no es gue In mayor parte del reciente arte abstracto sea bueno; por Gr conteario, la mayor parte es malo; pero esto no impide que fo mejor del arte abstracto sea también To mejor del arte de huestro. tiempo. Y si lo abstracto es realmente empobreci mniento, tal einpobrecimiento se ha convertido en necesario para elarte que importa, UY no serd, en cambio, que muestra insatistaccién con cl arte abstracto —si es que se trata de una insatisfaccién— tiene sa origen no tanto en nuestra nostalgia de lo represen- tacional, como en el hecho relativamente simple de que somos ineapaces de igualar al pasado, con independencia de cémo pin temos 0 esculpamos? No serd que el arte, en general, est@ en Aocadencia? Pero si esto es ast, los enemigos dogmaticos del fante abstracto lendrian razéa por mero accidente, y por razo- hes empiticas, no teéricas 0 de principio; tendrian razén no porque el arte abstracto sea lnvariablemente un sintoma de Rtcadencia, sino sencllamente porque da Ia casualidad de que facompaia ‘a una decadencia en este momento de Ia historia fel arte, y s6lo tendrian razén, por tanto, en lo que se reflere ‘este momento, No obstante, Ja yespuesta puede ser aiin mis senci Ma, y més compleja al mismo tiempo, Tal vez todavia no pode- fos contemplar el arte de nuestro tiempo con la suficiente 128 distancia; y In fuente real y bisica de ta insatisfaccién que, tal vez, podamos sentir ante la pintura abstracta tiene su ratz fn los problemas, nada insélites, que plantea siempre un ne ‘0 slenguaje>, como sucede en este caso. Desde Giotto a Courbet, Ie primera tarea del pintor habia sido excavar una ilusién ‘de espacio tridimensional en luna superficie plan. El observador miraba a través de esa st- perficle como a través del proscenio de un escenario. El mo- Alernismo ha disminuido la profundidad de ese escenario més yimis hasta que hoy el telgn de fondo he llegado a coincidir fon el de delante, y éste es el tinico sobre et que hoy puede trabajar el plntor, No importa cum rica y variadamente Ins- iba y pliegue este tel6n, Pues, aunque todavia esboce sobre 41 imagenes. identificables, tengremos. siempre una sensacion dde pérdida. Y no es tanto la distorsién o la ausencia de imé- genes Jo que nos importa en esta pinturatelOn, sino la deroga- ign de aquellos derechos espaciales que las imégenes solian Gistrutar cuando el pintor estaba obligado a crear una Hlusién fe la misma clase de espacio que aquel por el que se mueven nuestros cuerpos, Esta ilusién espacial, 0 mejor, Ia percepcién de esa ilusién es lo que podemos echar de menos, més alin que las imégenes que solian lenatla, El ciadro se ha convertido hoy en una entidad que pertenece al mismo orden de espaclo que nuestros cuerpos; ya no es el vehlculo de un equivalente imaginado de ese orden. El espacio pietdrico ha perdido su sinterior» y se ha hecho todo ‘exteriors, El espectador ya no puede escapar de su espacio real para penetrar en ese otto espacio, Si ahora su visia es fengafiada en alguna medida, los medios son mis épticos que pletéricos: relaciones de color y forma muy divorciadas de las Connotaciones descriptivas y, a'menudo, manipulaciones en las {gue arriba y abajo, primer plano y fondo, son intereambiables, Y'no es solo que el evadro abstracto parezca ofrecer un tipo de experiencia més estrecha, més fisica y menos imaginativa ‘gue el cuadro flusionista, sino que parece hacerlo sin los not bres y los verbos transitivas, por decirlo ast, del lenguaje de J pintura, El ojo tiene problemas para localizar los. acentos centrales y se ve empujado més dircctamente g tratar toda I Superficie como un solo e indiferenciado campo de interés que, fasu ver, nor leva a sentir y juzgar ef cuadro de un modo més {nmediato, en términos de su unidad general, El euadro repre- sentacional aparentemente (aunque s6lo aparentemente) no nos ne Le ll tly cexige exprimir nuestras reacclones dentro de un sbanico tan estrecho, 'Y si, como crea yo, In escultura abstracta tropicza con menos resistencias que la pintura abstracts, ello se debe que no ba tenido que cambia? su lenguaje tan radicalmente. Sea abstracto 0 representaclonal, su lenguaje sigue siendo tri- mensional, 0 sea, literal. La escultura constructivista 0 cuasi Constructivista, con sus formas abiertas y lineales y su negar el Volumen y la masa, quizd confunda miradas hechas al monoli- to, pera no requlere cambiar de foco. ¢Seguiremos lamentando 1s iiusién tridimensional en pintura? Tal vez no. Los aficionados del futuro quizd prefieran fin espacio. pietérico més literal, Ineluso pueden encontrar a los Viejos macstros faltos de presencia fisia, de corporeidad, Ya se han producido otras veces este tipo de inversiones del gusto, Los aficionados del futuro pueden ser més sensibles que fovtros a las dimensiones imaginativas de lo literal, y encon- far en la concrecién de las relaciones de color y forma mis “interés humano» que cn las referencias extraplet6ricas del viejo arte ilusionista, También es posible que Interpreten este filtimo de una manera muy diferente a nosotros. Que consi: deren la ilusion de profundidad y volumen estéticamente ve liosa porque em principio capacitaba y estimulaba al artista para Organizar sutilezas tan infinitas ‘de luz y sombras, de Transparencia y translucides, para crear entidades efectivamen- te plctéricas, Quizd digan que la naturaleza era merecedora de la imitacién porgue, por encima de todo, ofrecia una riqueza fe colores y formas, de complicaciones de color y forma, como hhingtin pintor podria inventar nunca, a solas con su arte. ¥ al mismo tiempo, es posible también que estos connaisseurs del futuro sepan distingwir y nombrar, en su discurso, més as pectos que nosotros de Ia calidad de Tos viejos maestros y del frte abstracto, Y al hacer tales cosas probablemente encuen- fren un terreno mucho més comin entre esos viejos maestros ¥ el arte abstracto de lo que nosotros somos capaces de detec: far todavia, No quisiera que se pensara que yo estoy afirmando que una erudielén artistica mis Mustrada diré un dia que re Suita indiferente lo que pintaba Rembrandt, como algo dis. into de cdmo lo pintaba. El becho de que en su tia etapa oneentrara Ta pintura més jugosa en las narices y las frentes fe sus personajes, y no en sis o¥ejas, tiene mucho que ver fon los resultados estéticos que obtents, Pero todavia no sabe- fos por qué ni eémo, Bn realidad, espero que una aceptacién ‘menos cualffeads de is importancia de los factores meramen- 130 te abstractos o formales en el arte pietérico abriré el camino & luna interpretacin més clara del valor de la ilustracién en cust to tal, valor que es indiscutible, y soy el primero en estar con vvencido de ello. Lo que ocurre es que no se trata de un valor a realizar por acrecimiento, 1954 131

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