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LOS ACONTECIMIENTOS DE TRELEW


Los archivos de inteligencia

La prohibición a las Fuerzas Armadas de efectuar espionaje interno está expresada en la


Ley de Seguridad Interior o Ley 24.059 (1992). Los acontecimientos de inteligencia interna con
mecanismos propios del Proceso (1976-1983) sucedidos en la base de la Armada Almirante Irizar
en Trelew (provincia de Chubut) en marzo de 2006, reavivaron la tan sensible cuestión cívico-
militar, inconclusa desde los indultos presidenciales pronunciados durante el menemismo de la
década de los '90 y dejados sin efecto por la actual Corte Suprema de Justicia, junto con la
formulación de inconstitucionalidad de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, dictadas
durante la presidencia del Dr. Alfonsín y en la reapertura de los juicios a militares que participaron
en crímenes de lesa humanidad, durante la última dictadura militar (1976-1983). Estos hechos
expusieron las repercusiones políticas y sociales que todavía arrastra la institución militar después
de 23 años de subordinación al poder civil.
"Estos acontecimientos fueron como un viaje relámpago al pasado militante de Garré" 1
observa el periodista de Clarín, Walter Curia. Las fichas de los observados conservan la impecable
metodología de un organismo típico de inteligencia y se transformaron para el entorno político, en
un indicador de memoria de la tragedia argentina. La matanza sistemática de individuos que
introdujo la última dictadura militar y su eje fuertemente centralizado en la Doctrina de la
Seguridad Nacional, insertada en los parámetros operativos de la Guerra Fría, fueron parte de un
proyecto de limpieza social, de purificación ideológica y de fuerte disciplinamiento económico y
social, que se estructuró sobre la dinámica de la represión al enemigo interno, ese amplio espectro
de estados psicológicos, socio-culturales y económicos en los cuales se moldeaba la categoría del
subversivo, totalmente subjetiva y funcional a la desarticulación en la posibilidad de los sectores
populares y su capacidad de hacer valer sus demandas: el Estado.
La rememoración no es entonces la remembranza sino la memoria del genocidio, inserta en
lo más profundo del hombre porque en ella está instalado el terror como mecanismo de poder y de
control político e ideológico. Entonces, el recordar significa que las resistencias subjetivas puedan
vencer las improntas que dejó el terror como plasma social en la figura del desaparecido como
expresión máxima de la impunidad del Estado, impidiendo que se produzca de nuevo. Esta figura
del desaparecido ha dividido a la sociedad en fragmentos, en el duelo de los particulares,
principales afectados por las desapariciones de sus familiares directos y en un duelo colectivo,
frente a la imposibilidad de hacer justicia desde el Estado puesto que la justicia hecha desde esta
matriz, ha sido no sólo parcial sino incompleta.

1 Curia, Walter: Garré y Godoy, en un inesperado viaje a la tragedia argentina que siempre vuelve. A 30 años del Golpe. Diario
Clarín. Sección El País. Buenos Aires, domingo 19 de marzo de 2006. Pág.6
2

Ante los acontecimientos de Trelew y su comunicación por parte de la Ministra de Defensa


al Presidente, éste -según la fuente citada- ordena la directiva: "Hay que aclararlo absolutamente.
Tienen que entender que la política de derechos humanos es inamovible" 2
La Ley de Defensa Nacional (Ley 24.554) aprobada durante el gobierno del Dr. Alfonsín
(1988), y su reglamentación actual en el Decreto 727/06, han abierto nuevamente el debate
imposible de ser desprendido del velo de la ideología que deja las verdades de la historia a medio
descubrir. El siempre presente e inconcluso debate sobre el pasado de la Argentina, los procesos de
violencia política que la caracterizaron en la década de los '60 y los '70, nos lleva a reflexionar
sobre las formas de expresión y control acerca de la misma: la intolerancia ideológica que ha
signado el autoritarismo político como respuesta, y que atraviesa las formas de construcción de la
memoria social de la Argentina.
Reflexionar sobre esos años de violencia política y social en los cuales el terrorismo, fue
promovido por grupos armados dentro de la sociedad civil y el contra-terrorismo, tuvo como
respuesta una metodología represiva concebida para producir actos y situaciones, en donde las
desapariciones sistemáticas de personas, efectuadas por el Estado en su institucionalización de la
violencia, con tortura y muerte de la mayoría de los desaparecidos, instalaron no sólo sus efectos
traumáticos sobre el presente sino que eliminaron cierta posibilidad de contar una historia inscripta
en una memoria colectiva, despedazada por el duelo social desde el mismo presente democrático
que la Argentina ha sabido silenciar y postergar, desplazando las reflexiones y las palabras acerca
de esa época histórica 3 .
El Decreto 727/06 firmado por el actual Presidente, el Dr. Néstor Kirchner, impone un
marco a la acción de las Fuerzas Armadas: sólo intervendrán en agresiones de origen externo,
devolviéndolas a su misión y objetivo inicial por la cual fueron creadas. El presente informe
pondrá énfasis principalmente en dos referentes de la política de Defensa Nacional: la Dra. Nilda
Garré, actual Ministra de Defensa de la Nación, nombrada por el Presidente y el Dr. Horacio
Jaunarena, ex Ministro de Defensa de la Nación durante las presidencias del Dr. Alfonsín (1983-
1989), del Dr. De La Rúa (1999-2001) y del Dr. Duhalde (2002-2003), contrastándolo con los
temas analizados durante la cursada de la materia Defensa Nacional.

2 Curia, Walter: Garré y Godoy, en un inesperado viaje a la tragedia argentina que siempre vuelve. A 30 años del Golpe. Diario
Clarín. Sección El País. Buenos Aires, domingo 19 de marzo de 2006. Pág.6
3 Nos referimos a las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final sancionadas en el '85, en donde están contemplados tanto sectores
militares como civiles armados. "Una de las razones por las cuales no se ha pacificado la república es que no se haya terminado
con esos juicios", en Debates, Las Leyes del Perdón. Justicia y Política: El difícil camino de juzgar el pasado. Suplemento Zona.
Clarín, domingo 17 de agosto de 2003: 4.
3

ANTOLOGIA DE UN DECRETO

La Argentina ha sido un país que históricamente y desde principios del siglo XIX, ha
concebido estrategias de combate orientadas a potenciales agresores. Frente a estas situaciones, las
formas de la política de hacer frente a las amenazas fueron esencialmente por la vía militar, en
donde el rol de las Fuerzas Armadas fue definido por los militares encargados de pensar la política
de Seguridad y de Defensa Nacional, a nivel interno y externo a la Nación. En esta doble función
de las Fuerzas Armadas, el Estado a través de las mismas, ha respondido defensivamente a los
movimientos motivados y percibidos como potencialmente amenazadores de otro Estado u actores,
traducible en el derecho del Estado de poseer un adecuado instrumento militar con fines
defensivos. Esta es la lógica realista que ha dominado la política de la guerra desde siempre e
interioriza percepciones de amenaza en los actores (sujetos y/o Estados).
Desde esta visión que impone el realismo político, para quien la guerra es siempre probable
y por ende inevitable -ya que sus causas descansan en lo profundo de la naturaleza humana donde
radica la fuente de todos los conflictos, el egoísmo particular de los hombres y la irracionalidad -,
la paz existe sólo temporalmente y un Estado no podría mantener una postura absoluta de
seguridad si no maximiza su garantía de soberanía y seguridad territorial, por lo que no puede
confiar en otros Estados. El dilema de la seguridad, principalmente militar, aparece como
problema central en esta disciplina y el poder, como la motivación dentro de la vida política de las
acciones de los Estados. La ausencia de una autoridad soberana que pueda crear un marco de
cooperación, da lugar a que los Estados busquen sus intereses de manera unilateral, dificultando la
cooperación.
La carrera armamentista surge como la contradicción inherente al dilema de la Seguridad
y es enfocada por los actores racionales Estados y sus esfuerzos por incrementar su propia
seguridad externa pero al hacerlo, reducen los niveles de seguridad y potencian la percepción de
amenaza de los demás actores Estados. Como cada actor Estado está interesado en máximizar sus
beneficios en seguridad, aumentan los niveles de armas defensivas, produciéndose un ciclo de
percepciones mutuas o efecto dominó generado por la incertidumbre. Cada Estado encarnado en
sus FFAA, se armará para contrarrestar un posible ataque de uno u otros Estados y su potencial en
armamento (calidad, cantidad y ubicación territorial), el cual debe ser operativo en términos de
eficiencia y efectividad (su Póliza de Seguro) al enfrentar los potenciales ataques de un supuesto
otro Estado amenazante. Para juzgar la posibilidad de una guerra hay que imaginar el peor
escenario posible y este es el móvil de la carrera armamentista, orientada a asegurar la
supervivencia del Estado.
Los conflictos territoriales e históricos con Brasil y Chile, la visión del peligro comunista
en un mundo dominado por el contexto de las amenazas bajo el Dilema de la Seguridad,
produjeron deformaciones dentro de las Fuerzas Armadas argentinas de tipo institucional, social y
espiritual con consecuencias como la violencia de Estado de 1976-1983, el conflicto con Chile en
1978 y la Guerra de Malvinas en 1982.
4

El Estado Argentino a través de su política de Defensa Nacional promueve y protege los


intereses vitales, aquellos que al ser vulnerados ponen en riesgo la seguridad y continuidad de la
Nación y de su Estado, y los intereses estratégicos que mediante su consecución, viabilizan los
intereses vitales. 4
El Decreto 727/06 o Nueva Reglamentación de la Ley de Defensa Nacional apunta a una
reestructuración de las Fuerzas Armadas, sobre todo si se trata de una reorientación de lo que
debiera ser su esencia. En una nota publicada en el Diario La Nación 5 , la Dra. Nilda Garré, actual
Ministra de Defensa de la Nación, anuncia a los altos mandos de las Fuerzas Armadas, que las
mismas serían reducidas. La reestructuración del sistema castrense conlleva en sí misma, una
redefinición de la política de Defensa. El eje de la cuestión es la defensa frente a un enemigo
estatal exterior y quedarían fuera de la órbita operativa de las Fuerzas Armadas las llamadas
nuevas amenazas, como el narcotráfico, el terrorismo y la inmigración ilegal.
El Ministerio de Defensa propone un esquema de reforma hacia el interior de las fuerzas,
basado en el concepto de la defensa-defensiva que conlleva una la pérdida en las capacidades
ofensivas de las Fuerzas Armadas pero que al mismo tiempo, garantice la construcción del
instrumento militar con fundamento en la cooperación e integración política y militar de la región,
rediseñando las fuerzas, las misiones, sus funciones, el despliegue de sus armas y su organización
sistémica y conjunta.
La reformulación que se plantea apunta a eliminar en el campo terrestre, las grandes
unidades de batalla como los cuerpos del Ejército con despliegue territorial a favor de fuerzas más
compactas y móviles capaces de operar eficazmente en guerras asimétricas. Pero básicamente, el
concepto apunta a que las Fuerzas Armadas argentinas no estén capacitadas en tomar territorios
vecinos, por lo cual se desactivarían sus sistemas de armas ofensivos y se reacondicionaría el
despliegue para afrontar la defensa de la Nación frente a una invasión. Este modelo comenzó a ser
bosquejado en los '90.
En relación a las Fuerzas Armadas como instrumento militar de la Nación y brazo armado
del Ejecutivo, estarán sometidas a un régimen de disciplina interna ajustando su proceder al
derecho internacional y nacional aplicable a los conflictos armados. El decreto 727/06 que
reglamenta la Ley de Defensa o Ley 23.554, pone en vigencia las facultades orgánicas, jurídicas y
funcionales fundamentales para la defensa nacional, su finalidad, sus órganos componentes, su
sistema así como su estructura, que hasta el 2006 no entró en vigencia. Es a partir de ella que
puede ponerse en marcha el proceso de reconversión de las Fuerzas Armadas al sistema
democrático, asegurando un verdadero control civil sobre las mismas y que se rechazan todas
aquellas concepciones caracterizables bajo el rótulo de nuevas amenazas dentro de la órbita del

4 Los intereses vitales son aquellos que Estado Nacional identifica como de carácter permanente sin que ello signifique la
inmutabilidad de los mismos y que encuentran su marco explícito de definición en la Constitución Nacional y en el Preámbulo. Los
intereses estratégicos deben ser redefinidos periódicamente en concordancia con los cambios que se operen en el desarrollo
nacional, de la inserción externa del país y conforme al contexto histórico y externo que los enmarca. Política Exterior y Defensa
Nacional. Dictamen. Mesa 1. La Defensa Nacional en la Agenda Democrática. Informe de la primera ronda de discusiones.
República Argentina. Ministerio de Defensa. 2003:37
5 Gallo, Daniel: Cuestión de Fuerza. Hacia un nuevo concepto de defensa. Diario "La Nación." Suplemento Enfoques del país y del
mundo. Sección 7. Buenos Aires, Domingo 4 de junio de 2006. Pág 1 y 4
5

accionar de las Fuerzas Armadas, ya que su intervención supone interferir en un ámbito operativo
de jurisdicción exclusiva de los cuerpos que integran la Seguridad Interior (Policía Federal, la
Policía de Seguridad Aeroportuaria, las policías provinciales, Gendarmería Nacional y Prefectura
Naval Argentina).
La Ley 23.554 (1988) definía a la Defensa Nacional como "la integración y acción
coordinada de todas las Fuerzas Armadas de la Nación para la solución de aquellos conflictos
que requieran el empleo de las Fuerzas Armadas, en forma disuasiva o efectiva, para enfrentar
agresiones de origen externo (Art. 2) 6 ; la garantía de soberanía e independencia de la Nación
argentina establecida en la Constitución Nacional así como los derechos y garantía de sus
habitantes; la separación de la Defensa Nacional en una Ley de Seguridad Interior (Ley 24.059)
definida como el empleo de los elementos materiales y humanos de todas las fuerzas policiales y
de seguridad de la Nación a fin de resguardar la vida, la libertad y el patrimonio de los habitantes,
sus derechos y garantías y la plena vigencia del sistema representativo, republicano y federal que
establece la Constitución, en el ámbito espacial del territorio de la República Argentina, sus aguas
jurisdiccionales y su espacio aéreo. (art.4); que la misma constituye un derecho y un deber para
todo ciudadano de acuerdo a las normas y términos que dictaminen las leyes, de modo que ya no es
un ámbito exclusivo de la esfera militar sino que involucra la esfera de lo civil (Art. 6); la
separación de la hipótesis de conflicto de la hipótesis de guerra y sus medios a emplear para
contrarrestarla (movilización de recursos materiales y humanos) y la conducción estratégica militar
y operativa de sus Fuerzas Armadas y las operaciones conjuntas con la población civil que
pudieran efectuarse.
Así mismo, enuncia que los integrantes del sistema de la Defensa Nacional serán: el
Presidente de la Nación; un Consejo de Defensa Nacional del cual formará parte el Presidente; el
Congreso de la Nación con el ejercicio de las facultades otorgadas por la Constitución Nacional; el
Ministerio de Defensa; el Estado mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, cuyo jefe será
designado por el Ejecutivo y este organismo dependerá del Ministerio de Defensa y subordinará a
las distintas Fuerzas Armadas (aviación, marina y ejército); el pueblo de la Nación según las
normas que rijan el sistema de movilización.
Es importante resaltar que la conducción de la guerra será labor del Presidente y que en su
carácter de Jefe Supremo de la República y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, tendrá no
sólo la conducción de la defensa sino la conducción de las Fuerzas con el asesoramiento del
Consejo de Defensa Nacional, el Ministerio de Defensa, el Jefe del Estado Mayor Conjunto y los
Jefes Generales de las distintas Fuerzas. Las cuestiones referentes a la Defensa Nacional serán de
resolución exclusiva del Presidente de la República.
La Argentina debe buscar las formas de inserción no confrontativas a pesar de áreas en las
cuales los intereses de distintos Estados regionales puedan verse superpuestos. El establecimiento
de una agenda de cooperación regional y global y de complementariedad en referencia a los
aspectos políticos, económicos y socio-culturales en concordancia con una Seguridad Cooperativa

6 Ley de Defensa Nacional Nº 23.554 (1988)


6

o Hemisférica 7 . Dentro de este marco, el rol de las Fuerzas Armadas Argentinas es el de


promover las Medidas de Confianza Mutuas a nivel regional, afianzar los derechos argentinos
sobre el Sector Antártico y los territorios del Atlántico Sur, la asistencia secundaria siempre en el
marco de la Ley 24.059 de apoyo a la Seguridad Interior y la protección de la población. Así
mismo, debe considerarse la actuación de las Fuerzas Armadas en operaciones de paz, desminado,
situaciones de desastre o emergencias que requieran el apoyo humanitario dispuesto en el ámbito
de las Naciones Unidas y de los Estados Americanos u otros organismos a los cuales adhiriesen.
El concepto de defensa de las democracias es un elemento esencial para la mutua seguridad
y previsibilidad en las relaciones entre los Estados y en el nuevo escenario de las Relaciones
Internacionales, en donde los Estados reconocen que su seguridad es indivisible y que la seguridad
de un Estado está íntimamente relacionada a la seguridad de los otros Estados, dentro del contexto
de un determinado grupo o región. Es el concepto de la Seguridad Colectiva o Cooperativa en
donde se acuerdan Medidas de Confianza Mutua (MCM) entre los Estados y la certeza de que se
enfrentarán los riesgos en forma colectiva frente a un Estado agresor que transgrediera los términos
legales. Las Medidas de Confianza Mutua se encuentran en la génesis misma del concepto de
Seguridad Cooperativa según las ONU, que dictamina que las mismas son " medidas cuyo objetivo
es contribuir a reducir, o en algunos casos, incluso eliminar las causas de la desconfianza, temor,
tensiones y hostilidades entre Estados " 8
En la política internacional, los llamados intereses nacionales enunciados como
irreductibles contienen en su definición, la supervivencia física de los ciudadanos de un país, el
territorio, la capacidad de los habitantes de un país para elegir su propia forma de gobierno y
ejercer un conjunto de derechos individuales definidos por Ley y protegidos por el Estado y la
subsistencia económica de la Nación así como los recursos considerados como necesarios para su
supervivencia. 9 En una era globalizada, estos recursos están extendidos por todo el mundo así que
la esfera de consideración de los intereses vitales se ha ampliado enormemente para los Estados,
cuyas economías se han trans-nacionalizado: cuencas de agua potable, reservas ecológicas,
explotaciones de yacimientos petrolíferos entre otros recursos vitales.
Para la doctrina realista, afirma Silva 10 priman sólo los Estados y sus intereses y un Estado
no puede mantener su posición absoluta de seguridad mientras no maximice su potencia como
garantía última de su soberanía y de la integridad territorial, por lo que no puede confiar en otros
Estados debido al contexto de anarquía internacional.

7 En el marco de la OEA, el concepto de Seguridad Hemisférica involucra la Seguridad de cada Estado que debe ser garantizada por
todos los demás Estados miembros que adhieren a la consigna, cualquiera sea el origen de la agresión y para que esto resulte, tienen
que existir valores e intereses compartidos que serán protegidos colectivamente y que incluyen el mantenimiento de la paz, la
promoción de los Derechos Humanos, el fortalecimiento y consolidación de regímenes democráticos, el desarrollo económico-social
y la integración hemisférica en todos los órdenes. Bartolomé, C: Bartolomé, M. C: "La Seguridad Internacional en el año 10 D. G.
(Después de la Guerra Fría). Instituto de Publicaciones Navales del Centro Naval. Nª 139. Buenos Aires, 1999:297
8 Viola, G. C: Los conceptos de Seguridad y Defensa Nacional. Boletín ISIAE. Nª31, Septiembre 2004.
9 Kehoane, R. O y George, A: "El concepto de intereses nacionales . Usos y limitaciones" en Presidential Decision-Making in
Foreign Policy: The effective use of information an advice. George, A (Ed). Boulder. CO. 1980. Traducción hecha por el Cuerpo de
traductores del Congreso de la Nación: Testa e Izetta.
10 Silva R, Juan D: "Objeto de Reflexiones: La Seguridad, del conflicto a la cooperación" en Estudios Políticos Militares. Santiago
de Chile. Noviembre de 2001; pág. 37
7

Siguiendo a Silva, la otra escuela de pensamiento en la cual pondrá foco el trabajo es en el


liberalismo conocido también como pluralismo democrático, que pone el énfasis en la importancia
e influencia de los actores no estatales en las Relaciones Internacionales y que discute con el
realismo, ya que la seguridad se amplia a mecanismos institucionales, jurídicos, económicos y
democráticos más que en los términos militares que propone el realismo. La interdependencia
transforma las relaciones estratégicas entre los actores ya no basadas en las reglas de la guerra sino
en las formas de la cooperación regional sudamericana ante cualquier tipo de pretensión extra
regional. Desde la perspectiva de esta escuela de pensamiento, es posible minimizar el riesgo de
escalada de futuros conflictos, apelando a valores, redes y mecanismos multilaterales en donde la
institucionalización de la seguridad aumenta para los Estados, las ventajas de la cooperación y
socializa a los actores estatales en posibilidades de acción en un marco de acción conjunta.
El caso del bloque regional de oposición a la política norteamericana que se promueve
desde el Mercosur, va desde posturas moderadas como la del Presidente de Brasil, Ignacio Lula Da
Silva hasta las más radicalizadas como la expresión netamente anti-norteamericana expresada en
los discursos políticos del Presidente Chávez, de Venezuela y que visualizan un mismo foco y la
mirada en un mismo objetivo: el rol de las FF. AA de los países integrantes del Mercosur en la
conformación y el sostenimiento de este frente regional de oposición junto al planeamiento político
estratégico.
La solución que se propone es una entidad supranacional (por encima de un Estado o
Estados) decida por los países el nivel de gasto en defensa de los países miembros de la Alianza,
maximizando el beneficio para toda la alianza y la capacidad de defensa colectiva frente al ataque
de los intereses considerados estratégicos y vitales. En este contexto surge la Teoría de las
Alianzas y bajo la misma, el proyecto de unas Fuerzas Armadas Conjuntas Regionales (o Cruz del
Sur) Las alianzas han sido una constante en todas las guerras históricas ya que la utilidad
estratégica de una alianza es conjugar fuerzas de similar potencial de fuego y de una misma
orientación frente a un otro amenazante (el enemigo de mi enemigo es mi amigo).
La racionalidad consiste en maximizar las ventajas y beneficios de la estructura de la
organización y para ello, los individuos utilizan de la mejor manera posible las estructuras
organizativa para que sirvan a sus intereses, maximizando beneficios y minimizando costos.

EL DEBATE JAUNARENA-GARRE
encuentros y desencuentros

Los acontecimientos ocurridos en la base naval Almirante Irizar, en la localidad de Trelew


(provincia de Chubut) junto con los maltratos físicos a oficiales y suboficiales ingresantes a la
Escuela de Marina, Puerto Belgrano, la más importante de la Armada en el Sur de Bahía Blanca
8

(Provincia de Buenos Aires), expusieron en la opinión pública las intenciones del gobierno: la
política de derechos humanos como política de Estado.
En La importancia de abrir el debate 11 , Dr. Jaunarena (ex Ministro de Defensa) es
conciente del malestar existente dentro de las filas del Ejército y en todas las demás fuerzas, pero
expresa lo relevante de la necesidad en la modernización del Instrumento Militar a través de la
reglamentación de la Ley de Defensa Nacional. Las Fuerzas Armadas solas no pueden llevar a cabo
los objetivos que la modernización implica. La fuerte estructura interna se resiste al cambio, ya que
los mismos traen aparejados intereses corporativos resistentes. La modernización de las Fuerzas
Armadas es un fenómeno a nivel global.
La crítica del Dr. Janunarena en relación a la temática instalada por parte del gobierno de la
impostergable cuestión castrense y los efectos mediáticos surgidos a partir de la promulgación del
Decreto 727/06, firmado el 12 de junio de este año y que reglamenta la Ley de Defensa (1988),
instala la misma en un marco distinto a la ley que le dio letra. Las reformas en su estructura de
texto apelan más a una política de reivindicación derechos humanos que esconde el verdadero
sentido de las reformas hacia el interior de las Fuerzas ideologizando y parcializando la verdad que
la originó: la modernización estructural y cuántica de las Fuerzas Armadas es más una política
presupuestaria de adecuadación sincrónica de la concepción de la política de Defensa concebida
como política de Estado, en donde la política militar es complemento e instrumento del poder
político.
La crítica específica que hace el Dr. Jaunarena es al sistema de propaganda mediática
oficial del cual hace uso el gobierno que determina la reglamentación de la Ley. La misma consiste
en una interpretación parcial de la historia en donde correspondería al poder político,
especialmente al Presidente abrir el debate dando una explicación más abarcativa de la historia
argentina reciente, en donde la reflexión y el debate podrían dar lugar al verdadero proceso no sólo
de reconstrucción social sino de reconstitución democrática, aún endeble.
Otro punto que enuncia el autor, es que la integración regional a nivel de Fuerzas Armadas
con las fuerzas respectivas de países como Chile y Brasil, es que los mismos sostienen criterios de
rendimientos crecientes en relación a las Fuerzas Armadas argentinas, que carecen de eficiencia
operativa dada por la inadecuación histórica y técnica del Instrumento Militar. 12 Pero el criterio
más importante es que todas las leyes formuladas en el área de defensa, fueron consultadas y
diseñadas por expertos en el área ya fueran militares o civiles, y en esto se basa no sólo la
pluralidad de la Ley de Defensa sino su contenido democrático.
En Las nuevas amenazas y la defensa nacional 13 , la Ministra de Defensa de la Nación
expone que el escenario mundial ha cambiado en los últimos años y que es perceptible el cambio

11 Jaunarena, Horacio: La importancia de abrir el debate. La Nación. Opinión. Buenos Aires. Domingo 4 de junio de 2006.
http://www.lanacion.com.ar/811499
12 Jaunarena, Horacio: El ruido y las nueces. La Nación. Opinión. Buenos Aires. Domingo 4 de junio de 2006.
http://www.lanacion.com.ar/815747
13 Garré, Nilda: Las nuevas amenazas y la defensa nacional. La Nación. Opinión. Buenos Aires. Lunes 18 de septiembre de 2006.
http://www.lanacion.com.ar/opinion/841364
9

en la naturaleza de los fenómenos políticos a nivel regional y global. En el pasado, los parámetros
ideológicos de la Guerra Fría resignificaron la visión del mundo en bi-polar: la díada
comunista/capitalista y sus respectivos pactos: el Pacto de Varsovia (países pro comunistas) y los
países miembros de la OTAN (pro liberales) radicalizaron el sistema de alianzas dada por ésta
visión dualista de la política dentro de las Relaciones Internacionales.
Las llamadas nuevas amenazas dentro de la política internacional como el terrorismo y el
narcotráfico, el crimen internacional organizado, los inmigrantes ilegales, constituyen gran parte de
la agenda nacional e internacional. Estos fenómenos globales tienen que ser enfocables desde la
órbita de las agencias policiales, de seguridad y de inteligencia y no desde una perspectiva militar.
Lo que no se ha de prescindir- enuncia la Ministra- es del apoyo logístico que las mismas pudieren
brindar a los organismos destinados a la Seguridad Interior, profesionalmente capacitadas para
prevención, persecución y sanción de los ilícitos inscriptos en el Código Penal y a preservar las
garantías constitucionales.
Las Fuerzas Armadas tienen competencias específicas que están encauzadas en la Ley
24.554 (1988) y su Decreto Reglamentario 727/06, la Ley de Seguridad Interior o Ley 24.059
(1992) y la Ley 24.948 (1998) o Ley de Reestructuración de las Fuerzas Armadas. La misma, en su
Art. 2 enuncia: " La política de defensa implica la protección de los intereses vitales de la Nación
Argentina, de acuerdo a lo determinado en el Art. 2 de la Ley 23.554. Se sustenta en lograr
consolidar e incrementar las capacidades espirituales y materiales que tornen eficaz una estrategia
disuasiva, coadyuvando, además al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, en
particular, las de nuestro continente" (principio de Seguridad Cooperativa) pero que siempre se
deberá tener presente la diferencia entre defensa nacional y seguridad interior.
Los nuevos fenómenos parecieran no estar signados por los viejos modelos militares que
contornearon la Guerra Fría y la pos Guerra Fría sino en los parámetros de la Seguridad Regional y
las Medidas de Confianza Mutuas.: "Que dicho proceso de reconversión y modernización
institucional se asienta en la necesidad de proyectar, junto a los países vecinos, un Sistema de
Defensa Sub-regional que fomente y consolide la interdependencia, la inter-operatibilidad entre sus
integrantes, la confianza mutua y por ende, las condiciones políticas que aseguren el
mantenimiento futuro de la paz." 14
Pero pese a la restricción de las Fuerzas Armadas de intervenir en conflictos internos, ya
que su intervención en el pasado "las llevaron a protagonizar la etapa más negra de nuestra
historia reciente" 15 , el Estado Nacional a través del Ejecutivo no se restringirá en el empleo de la
totalidad del empleo de los instrumentos que están a su disposición.

14 Decreto 727/06 (12 de junio de 2006)


15 Garré, Nilda: Las nuevas amenazas y la defensa nacional. La Nación. Opinión. Buenos Aires. Lunes 18 de septiembre de 2006.
http://www.lanacion.com.ar/opinion/841364
10

COMENTARIOS MUY PERSONALES

La no intervención de las Fuerzas Armadas en asuntos internos no es sólo una cuestión de


re-encausarlas en la Doctrina Militar 16 deformada por la Doctrina de la Seguridad Nacional sino
que tiene más que ver con la vuelta de las mismas a la profesionalización en su función originaria y
a una modernización del instrumento militar basado no sólo en cuestiones de presupuesto sino en
criterios de eficienticidad, en esto coinciden ambos autores. Las divergencias surgen en relación al
marco contextual en el cual se inserta la reglamentación.
La oficialidad expresada en las opiniones de la Ministra de Defensa, la Dra. Nilda Garré es
que la reglamentación de la Ley de Defensa impone un marco que prescribe límites y pautas de
conductas al accionar de las Fuerzas Armadas, prohibiéndoles no sólo la intervención en
conflictos internos (ya inscriptas en la Ley de Seguridad Interior) sino que le agrega la expresa
condición de que ellas ya no serán más los actores relevantes en la formulación de hipótesis de
conflictos, rasgos que durante muchos años determinaron el rol político de las mismas, cuando
esto era atribución de los sectores políticos, los cuales actuaron como cómplices de las trágicas
relaciones cívicas-militares argentinas que propiciaron los golpes de Estado.
Desde mi perspectiva, la visión crítica del Dr. Jaunarena a la cual adhiero, pone en el eje de
la tormenta la importancia de abrir el debate y de trazar puentes de reconstitución social del actor
político Fuerzas Armadas en lo político, lo social, lo institucional y en lo económico, no olvidando
que no fue el único responsable en la violencia política desatada durante los años '70. Los grupos
que se alzaron en armas surgieron de la sociedad civil contra un gobierno constitucionalmente
electo; la sociedad política involucrada no ofreció alternativas y apeló a los conocidos cuartelazos;
las cúpulas sindicales, las jerarquías eclesiásticas y empresariales involucradas fueron cómplices
en el magnicidio político junto a la sociedad civil que calló, tal vez no por ignorancia pero sí por
temor. Todas las partes involucradas deben asumir responsabilidades. Todos debemos empezar a
contar la historia completa, no en parcialidades ideológicas y en postergaciones clientelares.

Lic. Simons Rossi


Ciencia Política-UBA

16 La Ley Orgánica del Ejército o Ley 4707, sancionada en 1905 reafirmó las normas vigentes que prohibía a los oficiales que
tuvieren mando de tropa o misiones encomendadas por el Ministerio de Guerra, participasen directa o indirectamente en política,
aún en el ejercicio de sus derechos políticos. Aquellos que no cumpliran con la norma serían castigados por desobediencia. (art. 6 y
7) Potash, R.A: El Ejército y la política en la Argentina. 1928-1948. De Yrigoyen a Perón (Tomo I) Biblioteca argentina de historia
y política. HYSPAMERICA. Buenos Aires. 1986. Pág. 26
11

BIBLIOGRAFIA

• Bartolomé, M. C: "La Seguridad Internacional en el año 10 D. G. (Después de la


Guerra Fría). Instituto de Publicaciones Navales del Centro Naval. Nª 139. Buenos Aires,
1999:297
• Gutierrez, C: "Concepto de Seguridad: Más que fronteras, un tema de supervivencia
global" Estudios Políticos Militares. Instituto de Publicaciones Navales. Santiago de Chile,
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• Kehoane, R. O y George, A: "El concepto de intereses nacionales . Usos y
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• Olson, M: La lógica de la Acción Colectiva , en Diez Textos Básicos de Ciencia
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• Viola, G. C: Los conceptos de Seguridad y Defensa Nacional. Boletín ISIAE. Nª31,
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• Política Exterior y Defensa Nacional. Dictámen. Mesa 1. La Defensa Nacional en la
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DIARIOS

• Gallo, Daniel: Cuestión de Fuerza. Hacia un nuevo concepto de defensa. Diario "La
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junio de 2006.
• Garré, Nilda: Las nuevas amenazas y la defensa Diario La Nación. Sección
Opinión. Buenos Aires. Lunes 18 de septiembre de 2006
htpp://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=841364
• Jaunarena, H: La importancia de abrir el debate Diario La Nación. Enfoques.
Sección 7 Buenos Aires. Domingo 4 de junio de 2006.
• Jaunarena, H: El ruido y las nueces. Diario La Nación. Sección Opinión. Buenos
Aires. Domingo 18 de junio de 2006.
12

LEYES

• Ley de Defensa Nacional Nº 23.554 (1988)


• Ley de Seguridad Interior Nº 24.059 (1991)
• Ley de Reestructuración de las Fuerzas Armadas (1998)
• Decreto 727/06 o de Reglamentación de la Ley de Defensa Nacional (2006)

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