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El ejército y la política en la Argentina 1928-1945. De Yrigoyen a Perón.
HITOS
Uriburu era el mas prestigoso de los oficiales entrenados en Alemania. La fuerza del ejército
aumento un 26% durante la década del veinte. Profesionalismo en aumento.
La serenidad con que los militares aceptaron la revolución pacífica del ascenso al poder del
radicalismo, se vio perturbada por las medidas del nuevo gobierno. El elevado número de
intervenciones a las provincias tuvo su repercución, ya que utilizaban al ejército para mantener
el orden. Yrigoyen también suscito el resentimiento de los oficiales de orientación profesional al
recompensar a los militares que habían participado en la ‘causa’ ignorando los reglamentos
relativos a los ascensos. El disgusto se acentuó a causa de un proyecto de 1921 que declaraba
que la participación en los movimientos radicales de 1890, 1893, 1905, constituían un servicio a
la Nación. Las palabras del proyecto ponían las obligaciones cívicas por encima del deber militar
y representaba un ataque a los que habían permanecido fieles a dicho deber. Yrigoyen estaba
contribuyendo a socabar la tradición militar de prescindencia en la actividad política. Ello atentó
contra la Unidad del cuerpo de oficiales.
Oficiales descontentos crearon una sociedad secreta: la logia General San Martín, que agrupó
300 aficiales, un quinto del total. Les inquietaba la necesidad de armas, el deterioro de la
disciplina,el peligro de un giro a ‘la izquierda’. Su objetivo era eliminar la actividad partidista del
ejército. La logia influyó para que en 1922 Agustín P. Justo fuera nombrado ministro de Guerra en
el gobiero de Alvear. Los miembros de la logia obtuvieron cargos en el gobierno y lograron un
decreto que prohibia la actividad partidaria. En 1926 la logia se disuelve como tal, al considerar
cumplidos sus fines.
Hacia fines de 1929 aparecen la Liga Republicana, el Klan Radical, y reaparece la Liga Patriótica
Argentina. Debido a la crisis del 30 se derrumban los ingresos provenientes de los aranceles
aduaneros,acentuando la desocupación. Yrigoyen a fin de conseguir mayoría en el senado envió
la intervención en Mendoza, San Juan, Santa Fe y Corrientes. En las dos primeras los
interventores recurrieron al fraude. El gobierno pierde en Capital Federal y sus mayorías pasaron
a ser minorías o disminuyeron mucho.
A fines de agosto de 1930 se supo que Yrigoyen proyectaba intervenir Entre Rios. Mitines de
masas se realizaron, y se empezó a conspirar contra el gobierno.
La revolución del 6 de septiembre fue un esfuerzo de tres meses. 600 cadetes y 900 soldados
marcharon contra el gobierno.
En el movimiento conspirativo había diferencias; el objetivo del general Uriburu después del
golpe era realizar fundamentales reformas institucionales. El objetivo de Justo en cambio era
‘tomar por las armas el camino de la Constitución y desde esta base volver cuanto antes a la
normalidad’. Al aceptar a Uriburu como presidente provisional, Justo renunció a la idea de que un
civil fuera presidente. El 2 de septiembre Dellepiane presentó su renuncia a Yrigoyen, cuando
este rechazó su plan de arrestar a los oficiales conspiradores y reorganizar el gabinete.
La reacción de la mayoría de los oficiales el 6 de septiembre fue de indiferencia ante la suerte
del gobierno. En campo de Mayo y Liniers algunos oficiales impidieron que se unieran a la
columna de Uriburu. La indecisión de las autoridades civiles hicieron que una tras otras las
unidades del ejército se fueran plegando a los revolucionarios. Ocho horas después el
vicepresidente Martínez presenta su renuncia. Yrigoyen que había huido a La Plata también
renunció.
La asunción de Uriburu en septiembre del 1930 dio inicio a un periodo de diecisiete meses de
gobierno de facto. El gobierno a ecepción de Guerra y Marina, y del Interior a cargo de Matías
Sanchez Sorondo, fue de civiles conservadores. Para derrocar el dominio Yrigoyenista solo Entre
Rios y San Luis quedaron en manos de sus autoridades electas. Las demás 12 provincias fueron
intervenidas.
De acuerdo con sus palabras del 6 de septiembre, el gobierno provisional había proclamado su
respeto por la Constitución y las leyes. El gobierno actuó bajo estado de sitio y ley marcial. Se
deportó a sindicalistas y se empleó la tortura física. El gobierno de Uriburu dependía de las
fuerzas armadas, de grupos nacionalistas, y de la Legión Cívica Argentina, del partido
conservador de Buenos Aires. Un movimiento revolucionario en Corrientes fue reprimido
fácilmente. La táctica de Justo consistió en evitar algún cargo importante. Uriburu redujo los
gastos procurando no alterar los de las fuerzas armadas.
Las elecciones del 5 de abril de 1931 dio el triunfo a los radicales. Uriburu tuvo que hacer
consesiones al grupo de Justo. Tuvo que renunciar Sanchez Sorondo del Interior. El 15 de abril
renunció todo el gabinete. Uriburu propuso al congreso la reforma a la vez que organizaba la
Legión Cívica Argentina que tenía unos 10.000 miembros.
Uriburu por decreto creó la Escuela Superior Técnica bajo la dirección del coronel Manuel Savio.
Esta escuela sería la promotora de la industria pesada y de las doctrinas nacionalistas en el seno
del ejército.
Los legalistas o imparciales habían empezado a conspirar contra Uriburu y simpatizaban con los
radicales. Pero el grupo de Justo se introdujo en el grupo y Justo asumió la dirección. Justo habría
utilizado al grupo para obligar a Uriburu a aceptar su candidatura a la presidencia. La revelión de
Pomar en Corrientes el 20 de julio dio al gobierno la excusa que necesitaba para perseguir al
Partido Radical y habrió el el camino a la candidatura de Justo. Por decreto del 24 de julio se
excluía de ser candidato en las elecciones del 8 de noviembre a quien hubiere ocupado cargos
Justo designó a Manuel Rodriquez como Ministro de Guerra a fin de mantener a los oficiales
apartados de la política. Con los opositores implementó un sistema de vigilancia. Se reinició el
proceso de modernización de las fuerzas armadas y los gastos militares alcanzaron niveles sin
precedentes. La Armada fue la principal veneficiaria de estos gastos.
En 1935 la UCR decide retornar al campo electoral. Justo permitió que los conservadores
bonaerenses manipulasen la elección de gobernador en noviembre del 35. El fraude se repitió en
las parlamentarias de 1936 y en las presidenciales de 1937 con el triunfo de los candidatos de la
concordancia Ortiz-Ramón Castillo sobre los radicales Alvear-Enrique Mosca.
El 20 de febrero de 1938 asume Roberto Ortiz como presidente. Había sido en 1935 ministro de
finanzas de Justo. Tenía 51 años. Ortiz se propuso desmantelar el aparato del fraude. Su principal
colaborador fue el ministro de Guerra Gral Carlos Márquez. Se asignó 10,5 millones de pesos
supletorios para los gastos del ejército. En julio de 1938 se relevó al general nacionalista Juan
Bautista Molina de su cargo de director general de Ingenieros. Ortiz designó a oficiales que
habían ofrecido prueba inequívoca de su lealtad a los principios constitucionales. En febrero de
1940 Ortiz decidión intervenir Catamarca debido a elecciones fraudulentas. Se designó
interventor federal al general retirado Rodolfo Martínez Pita. El 25 de febrero debían celebrarse
elecciones para gobernador en Buenos Aires. Se planificó la intervención como una operación
militar.
Ante el triunfo de la ofensiva alemana sobre Francia, Ortiz mantuvo la neutralidad. Se envió un
proyecto al congreso para autorizar mil millones de pesos en gastos militares. Se organizó una
Dirección General de Fabricaciones Militares.
El 3 de julio de 1940 el deterioro de la salud del presidente Ortiz lo obligó a delegar sus
atribuciones en el vicepresidente Castillo.
Castillo designó su propio gabinete el 2 de septiembre de 1940. Era de Catamarca y dirigió los
destinos del país de 1940 a 1943. En Hacienda se designó a Federico Pinedo; y en Relaciones
Exteriores a Julio A. Roca. Interior y Guerra fue ocupado por hombres del general Justo.
El plan de castillo era acrecentar su poder hasta que pudiese desfiar eficazmente al general Justo
y a los radicales, con el fin de imponer la sucesión política.
Castillo daba los primeros pasos para romper con la política de elecciones honestas de Ortiz. El
18 de diciembre en la provincia de Santa Fe, y nuevamente en Mendoza el 5 de enero el
presidente toleró el fraude. El resultado fue la derrota radical.
El partido radical en un esfuerzo por utilizar su mayria en la Cámara de Diputados como medio
de obligar al gobierno a anular las elecciones rehusó sancionar el presupuesto y aprobar
medidar pedidas por el ministro de finanzas. Pinedo y Roca renunciaron.
El 12 de febrero el odctor Ortiz publicó un manifiesto al Pueblo fustigando la actitud ante el
fraude electoral afrmando que constituía el regreso a un pasado muerto. El senado en manos
conservadoras respondió designando una comisión encargada de investigar la salud del doctor
Ortiz.
Oficiales nacionalistas le entregaron un ultimátun a Castillo de ocho puntos pidiendo entre otras
cosas la disolución del Consejo Deliberante de Bs. As. y del Congreso. Castillo acepta el acuerdo
a ecepción de disolver el Congreso. Pero solo disuelve el Consejo Deliberante. Tiempo después
cumple declarando el estado de sitio y manteniendo la neutralidad argentina. En la Conferencia
de Rio del 15 al 18 de enero, Castillo aguantó la presión a romper con las naciones del Eje; lo
que le permitió presentarse como campeón de la soberanía argentina y defensor de la paz.
En Marzo de 1942 en elecciones fraudulentas los radicales pierden. Tiempo después muere
Marcelo T. de Alvear. Amadeo Sabatini aspiraba a integrar la fórmula presidencial.
El Departamento de Estado confiaba en utilizar la ayuda militar como un factor de presión que
promoviese un cambio en la política exterior de Castillo. Pero ante la negativa de EEUU de
vender armas a la Argentina, el gobierno de Castillo hizo un pedido oficial a la embajada
alemana.
La designación de Patrón Costas sumado a un pedido del jefe del Estado Mayor general
Pierrestegui de concertar con los Aliados persuadió al GOU a actuar a futuro. En el mes de mayo
se perfiló como un objetivo fundamental del GOU frustrar la elección de Patrón Costas. La figura
principal en ese sentido fue el teniente coronel Gonzales desde su puesto en el Ministerio de
Guerra.
Un grupo de oficiales se reunió con siete radicales y el ministro de Guerra general Ramírez.
Castillo se enteró y esperaba la renuncia del ministro. El 3 de junio el almirante Fincati salía del
Ministerio de Marina con el decreto para separar al general Ramírez. González informó a Ramiréz
y buscó al general de brigada Arturo Rawson para que liderara el movimiento, quien en la noche
se reunió con el regimiento de Campo de Mayo. En el movimiento había tanto pro aliados como
neutralistas. Se acordó derrocar a Castillo e instalar un régimen militar. Fue notoria la ausencia
de Perón. En la madrugada del 4 de junio Castillo se aparece en Campo de Mayo enviado por
Castillo para disuadir la sublevación. Cuando las tropas ya estaban saliendo de Campo de Mayo y
Liniers, Castillo había ordenado el arresto de Ramírez. Un ejército de 10.000 hombres en tres
columnas se desplazaban hacia la capital. Castillo huyó y al día siguiente presentó su renuncia.
Rawson asumió como presidente, pero en su gabinete había civiles que representaban el
conservadurismo de Castillo. Ante un planteamiento militar acerca de la conformación de su
gabinete Rawsón renunció y asumió la presidencia el general Ramírez. El GOU ocupó puestos
claves. Como ministro de Guerra estaba Farrel, y en la secretaría el coronel Perón quién a través
del semanario Ahora y de los boletines del GOU dio su propia versión de la revolución cuando en
realidad no había participado en los hechos. Esto molestó a los aficiales de Campo de Mayo y al
coronel Avalos. Perón usó su cargo en el Ministerio de Guerra para promover el GOU. Farrel
informado por Perón relevó a tres oficiales de Campo de Mayo. Perón logró que tres militares de
la casa rosada aceptarán el cargo de agregados militares en el extranjero y de este modo poner
allí a personas de su confianza. Perón también se ganó la lealtad del coronel Avalos de Campo de
Mayo.
Ramírez había declarado que los militares habían asumido el poder no para hacer una revolución
sino para remediar la situación institucional de fraude y corrupción. Sin embargo la influencia
nacionalista era evidente en el mantenimiento del estado de sitio, la suspensión de las
elecciones de septiembre y la eliminación de la designación de ‘provisional’ del gobierno. La
propaganda e influencia del GOU se oriento hacia el mantenimiento de la neutralidad como “un
símbolo de la soberanía nacional ante las presiones foráneas”. La publicación de la
correspondencia entre el ministro de relaciones exteriores (pro aliado) Storni y el secretario de
Estado Cordell Hull mostró la imposiblidad de conseguir armas de EEUU a la vez que provocó la
renuncia del ministro. En la pugna entre liberales y nacionalistas, ante la vacilación de Ramírez,
el GOU logró que se nombrase a Farrel vicepresidente con retención del Cargo de M. de Guerra,
y que se separase a los elementos moderados del gabinete. La reorganización del 11 de octubre
sñaló una nueva fase donde Perón tendría más poder.
Cinco días después, Ramírez renunció al cargo de Presidente. (341) febrero de 1944.
Durante dos años el gobierno de Farell pudo sostenerse en el poder, y ello permitió que su
miembro más talentoso crease un clima de opinión y un aparato electoral que le garantizó su
propio predominio político.
Entre el 5 y el 12 de marzo Perón hizo firmar un documento de lealtad a todos los oficiales de las
guarniciones.
Perón presentó el primer tanque pesado producido totalmente en un arsenal argentino y mostró
un nuevo avión construido en la fábrica de aviones de Córdoba.
Peró propuso que se llenase la vacante de vicepresidente. La desición fue adoptado por una
asamblea de oficiales ganando Perón por un reducido números de votos sobre el general
Perlinger. Seguidamente Perón informó a Perlinger que el ejército y la armada deseaban su
renuncia, tral lo cual Perlinger seguido de sus hombres renunció. Perón promulgo en octubre de
1944 un Reglamento Orgánico para el ejército, el primero desde 1915, el cual reducía los
tiempos mínimos para los ascensos y ampliaba las posibilidades. También hizo que el servicio
militar lo cumpliera toda la clase, por lo que pasaron por revisación médica unos 80.000 jóvenes.
A fin de poder conseguir armas se inician tratativas con EEUU en febrero de 1945. EEUU
proveería material militar si Argentina cumplía con los compromisos hemisféricos refrendados en
la Conferencia de Río de 1942. Argentina debía suscribir el Acta de Chapultepec, declarar la
Guerra al Eje.
En la madrugada del 23 de abril Perón afirmó que desechaba ser candidato presidencial.
Una ola de arrestos complicó la situación del gobierno de Farrell que estaba siendo examinado
en San Francisco. El gobierno tuvo que aceptar al embajador norteamericano Spruille Braden,
quien el 29 de mayo impidió un embarque de armamentos para Argentina. El 29 de mayo
Washington anunció que no se enviarían armas hasta tanto la Argentina no cumpliese los
compromisos de la conferencia de México.
El 28 de juliio el jefe del Estado Mayor Nav al, almirante Héctor Vernengo Lima y otros nueves
almirantes solicitaron a Farrell celebración inmediata de elecciones, que nadie realice
propaganda en beneficio propio, y que no se apoye con recursos a ningún candidato. Una
asamblea de generales y almirantes solicitó un cambio de gabinete. Fueron apartados Tesaire
del Interior, lo que Perón aprovechó para poner al radical Hortencio Quijano, y el ministro de
Finanzas que fue reemplazado por Perón por el radical Armando Antille. A fines de agosto, otro
radical el ex diputado doctor Juan Cooke asumió el Ministerio de Relaciones Exteriores (pro
aliado). La UCR expulsó a estos hombres.
Los oficiales se sentían irritados ante la presencia de Eva en las habitaciones de Campo de Mayo
contrariando las tradiciones militares. Perón designa a un amigo de Eva; Oscar Lorenzo Nicolini
como director de Correos y telecomunicaciones el día 8 de octubre. El general Avalos en nombre
de los oficiales de Campo de Mayo llaman a Farrell a sus instalaciones y solicitan el retiro de
Perón. De Campo de Mayo sale una delegación y el general Pistarini logra la renuncia de Perón
el 9 de ocutbre. Ante la deposición de Perón comienzan a trabajar por su retorno el cnel
Domingo Mercante, Eva, y el cnel Filomeno Velazco. El 10 de octubre Avalos asume como
ministro de guerra. Farrell permite que Perón se despida por cadena nacional. El 13 Avalos
designa al general Vernengo Lima en la cartera de Marina. Presionado Avalos hace detener a
Perón en las primeras horas del 13 de octubre. La policía lo traslada a Martín García. Mercante
también fue arrestado. El 16 ya había manifestaciones obreras. El médico Mazza convenció a
Farrell de que Perón estaba enfermo y de que debía traérselo a Capital para proporcionarle
atención. Avalos no se opuso. A primera hora del 17 de octubre Perón fue llevado al Hospital
Militar Central en la ciudad de Buenos Aires. La policía provincial se abstuvo de intervenir cuando
la multitud fue ocupando las calles.
Las negociaciones con Perón comenzaron a las cuatro de la tarde. Avalos se negaba al
derramamiento de sangre. Los emisarios de Perón pedían la renuncia de Avalos y Lima y la
designación de un nuevo gabinete a lo que Farrel accedió. El 18 de octubre The Times titula
“Todo el poder a Perón”.
El nuevo ministro de Guerra general Humberto Sosa Molina relevó a Avalos y a todos jefes de los
regimientos de Campo de Mayo.