Professional Documents
Culture Documents
Tras el asesinato de Julio César, estalló una lucha por el control de su legado. Octavio,
sobrino-nieto del gran César, manipuló su posición como heredero para arrebatar el poder
a sus rivales. César hizo un dios y elevó un templo, utilizando los restos de César para
poner de relieve su conexión. El simbolismo era crucial, y para disipar cualquier duda
sobre su legitimidad, Octavio añadió "Julio César" a su nombre.
El esqueleto fue colocado aparte. Las piezas fueron removidas, tales como dientes y
fragmentos de hueso, para realizarles "las pruebas". El resto fue puesto en un nuevo
ataúd con el sello del gobierno de Chávez. Chávez, quien también “tuiteó” (mensaje
enviado por Twitter) el procedimiento, pronunció un discurso incoherente en el que pedía
a Cristo que repitiera el milagro de Lázaro y resucitara a los muertos una vez más.
También al parecer, conversó con los huesos de Bolívar.
"Tenía algunas dudas", dijo Chávez a su país, parafraseando al poeta Pablo Neruda,
"pero después de ver sus restos, mi corazón dijo:" Sí, soy yo. " Padre, es que es usted, o
quién es usted? La respuesta: "Soy yo, pero me despierto cada cien años cuando
despierta el pueblo". "
Por decreto presidencial, todas las estaciones de televisión en Venezuela mostraron las
imágenes de Bolívar en la histórica escena, y a continuación, las imágenes del esqueleto,
y luego, las imágenes de Chávez, con el himno nacional a todo volumen. El mensaje de
esta parodia macabra era inconfundible: Chávez no es un seguidor de Bolívar - Chávez es
Bolívar, reencarnado-. Y cualquiera que se oponga o le critique es un traidor, no sólo a
Chávez sino a la historia.
Legalmente, el cuerpo de Bolívar está al cuidado del Estado venezolano, sus parientes
conocidos más inmediatos eran Pedro y Eduardo Mendoza Goiticoa - descendientes
directos de la hermana menor de Bolívar, Juana Bolívar y Palacios-. Eduardo, su abuelo,
murió hace menos de un año en Caracas. Su tío abuelo Pedro murió el mes pasado a la
edad de 96. Nunca se trató de notificarle el plan de abrir la tumba de Bolívar.
Bolívar podría estar indignado por las ideas de Chávez, un socialista, que actúa como su
heredero intelectual y político. En correspondencia, Bolívar se reveló como alguien en
compañía de Thomas Jefferson mucho más que en la de Karl Marx (quien documentó su
odio a Bolívar en gran detalle). Él describió la forma de gobierno estadounidense - así
menospreciada por Chávez - como "el mejor en la Tierra." La pequeña biblioteca que lo
acompañó en sus campañas militares fueron de Adam Smith “La Riqueza de las Naciones
Unidas," varias biografías de George Washington y decenas de trabajos sobre los
derechos del hombre y la tiranía de los gobiernos ilegítimos.
Para Chávez, esto no es justamente una obsesión existencial, pero si posiblemente una
electoral. Su principal oponente político a la presidencia es Leopoldo López Mendoza,
líder municipal de Caracas, cuya aprobación en las urnas superó el 70 por ciento antes de
que el gobierno arbitrariamente lo descalificara para su candidatura a cargos de elección
popular. La maquinaria estatal de los medios de comunicación con frecuencia lo
caricaturiza como un probable pariente del Libertador, aunque López no ha hecho una
emisión pública de su linaje.
Espero que algún día los médicos puedan convocar a una conferencia diferente, para
resolver el enigma de la psicología retorcida de Chávez. Qué triste es que, al mismo
tiempo que Chávez muestra a Venezuela los restos de Bolívar, Bolívar debe soportar lo
que queda de su amada Venezuela.
Thor Halvorssen
Productor de cine y presidente de la Fundación de Derechos
Humanos…..thor@humanrightsfoundation.org