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Cuenta la leyenda que haba un hombre llamado Miseria que era herrero. Era muy pobre, lo que consegua diariamente
no le alcanzaba para dar de comer a sus hijos. Cansado de esta situacin, decidi entregarle su alma al diablo por tres
bolsas llenas de monedas de plata.
Un da apareci en la herrera de Miseria un anciano andrajoso, en un burro muy delgado y sin herraduras. El herrero se
compadeci de l y lo hosped en su casa, su mujer le remend y le lav la ropa, y Miseria le coloc la herradura al
burro.
Cuando se cumpla el plazo, lleg un hombre a caballo. El herrero mir el aspecto del
recin llegado: no se pareca al anciano que le haba anunciado los dones, pero se
sabe que el diablo tiene mil caras y Miseria era desconfiado. Entonces volvindose
hacia el recin llegado le dijo:
Mientras le arreglo las herraduras, sintese en esa silla, pngase cmodo.
Se subieron los diablos al nogal, y como no podan bajar, desesperados, otorgaron al herrero otro ao de vida.
El herrero les orden a los diablos que bajaran, y estos se fueron refunfuando.
Al ao siguiente llegaron cincuenta diablos, todos en mula, y el herrero les dijo, anticipndose:
Voy a ir, pero antes entrarn todos en esta bolsa.
Los diablos se metieron, y el herrero cogi un palo y comenz a golpear la bolsa con todas sus fuerzas. Los prisioneros
pidieron a los gritos que Miseria los dejara salir, que le perdonaran otro ao de vida.
El herrero les orden que salieran y se fueron. Cuando Miseria muri, Dios no lo dej entrar al Cielo pues haba vendido
su alma al diablo.
Baj al Purgatorio y tampoco lo dejaron pasar y entonces baj al infierno.
Salieron los diablos a recibirlo y vieron a Don Miseria con un bastn, que necesitaba para caminar a causa de la artritis.
Se asustaron y salieron corriendo a cerrar las puertas del infierno.
Entonces Don Miseria volvi a presentarse ante Dios.
No han querido recibirme- dijo.
Entonces fue cuando Dios lo conden a que vague penando por este mundo, y es por ese motivo que la miseria no se
acaba.