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Doilo't- ey) E. E. Evans - Pritchard ; Los nuer ‘Traduccién de Carlos Manzano A EDITORIAL ANAGRAMA BARCELONA 1) Titula de te ediién original ne ‘The Nuee Clarendon Press Oxo, 1940 Maguita de ta colece ‘Aageete y Mumba Porta Jolla Vives al personal de la misién norteamericana en Nasser Primera ediciin: 197 ‘Segunda edicuin: 1992 I (© BDITORIAL ANAGRAMA, 1977 Padé de Ta Crea, 58 18034 Bareelona SEN: 84-339-0609-7, Depésito Legal: B. 32.817-1992 ented in Spain | Likergeafs S.A. Consicid, 19, 08014 Barcelona N Ay del pais de Ios insectos zumbadores, {que se encuentra al otro Jado de los rios de Cus, el cual envia embajadores por mar en canoas de papiro sobre las aguas!: «id, mensajeros veloces, adonde mora un pueblo alto y bronceado, hhacia un pueblo temido ahora y para siempre, tun pueblo poderoso y victorioso, cuyo pais esta surcado por rfos.» Usaias 12, 1-2) PREFACIO Emprendi mi estudio de Jos nuer a peticién del gobierno del Sudan Angloegipcio, que lo financié en gran parte y colabord también generosamente en la publicacién de sus resultados. Rea- licé parte de la investigacién como Leverhulme Research Fellow. Deseo expresar mi agradecimiento al gobierno de Sudén y al Leverhulme Research Fellowship Committee, Tengo contraida una gran deuda con el profesor C. G. Selig- ‘man y su esposa por su amistad durante los quince iltimos aiios. su respaldo y estimulo puede que no hubiera escrito este bro. Ademds, aunque no han hecho investigaciones entre los nuer, sus brillantes investigaciones entre otros pueblos niléticos, ‘especialmente los shilluk y los dinka, pusieron los cimientos de todos los estudios futuros en esas regiones! Doy gracias a todas aquellas personas que me han ofrecido hospitalidad y ayuda en Sudén, en Jartum y en Nuerlandia; a Sir John Mafiey, entonces gobernador general; a Sir Harold Mac- Michael, entonces secretario civil; Sr. S. Hillelson y a su espo- sa; a los Sres. C. A. Willis, A. G. Pawson, M. W. Parr y E. G. Co- ruton, que fueron por turno gobernadores de la provincia del Alto Nilo; al Sr. P. Coriat, al Cap. A. H. A. Alban, al Cap. H. A. Romilly, al Sr. J. KTierney, al difunto Sr. F. D, Corfield, todos los cuales fueron en su momento comisarios de los distritos nuer. Estoy especialmente agradecido al Sr. F. D. Corfiel, amico et condis- cipulo meo, por el interés que ha mostrado por mi obra y por sti generosidad al permitirme usar muchas de sus espléndidas fotografias. Doy gracias también al personal de la Misién Americana en Nasser, al de la Congregacién de Verona en Yoabnyang y al de Ja Sociedad Misionera de la Iglesia en Ler. Deseo expresar mi agradecimiento especial a los miembros de la Misién Americana, 1. Pagan Tribes of the Nilotie Sudav, de C. G, y B. Z. Seligman, 1932 ki en perticular a la sefiorita B. Soule, quienes pusieron sin reservas sus hogares, su tiempo y sus conocimientos a mi disposicién, A.cllos dedico este libro no solo como expresién de gratitud per- sonal, sino también como homenaje a su ferviente servicio para con los nuer. ‘Alemds, debo el agradecimiento mas efusivo a los muchos nuer que me alojaron y me ofrecicron su amistad. En lugar de citar a individuos en particular, expreso mi respeto general hacia ese xaliente y noble pueblo. Los siguientes amigos y colegas han leido este libro y me han expresado criticas y consejos valiosos: el profesor C. G. Sclig- man; el profesor A. R. Radcliffe-Brown, cuya influencia en el as- recto tedrico de mi obra resultard evidente para cualquier estu- dioso de la antropologia; el Dr. M. Fortes, y el Dr. H. M. Gluck- man. Tengo contraida una deuda especial con el Dr, Fortes. Mis ideas sobre los fines y métodos de la antropologia social se han visto influidas por las muchas conversaciones que hemos tenido sobre el tema durante varios aiios de camaraderia y, puesto que resuta dificil decir lo que ha dado y recibido uno en una rela- cidn de ese tipo, reconozco sin rescrvas que nuestras discusio- nes me han estimulado enormemente. Gran parte de los hechos relatados en este libro fueron reco- gidos anteriormente, en Sudan Notes and Records y en Africa principalmente, y agradezco a los directores de esas revistas y al de Custom is King el permiso para volver a publicarlos. Tam- bign estoy en deuda con Jos editores e impresores de dichas re- vistes, con George Routledge & Sons, Ltd. y con Hutchinson & Co. por la utilizacién de los clichés fotograficos. Varios amigos me han prestado fotografias, croquis de mapas y diagramas, En las listas de ilustraciones y de figuras va expre- sade e} agradecimiento, pero deseo hacer constar expresamente mi gratitud a F. D. Corfield; a H. E. Hurst; director del Depar- tamento Fisico del gobiemo egipcio; a B. A. Lewis, a C. L. Arms. trong, al personal de la Mision Americana de Nasser, al difunto L. F, Hamer, al Dr. E. 8. Crispin y a Yuzbashi Talib Tsmail Doy las gracias a W. R. Key por los muchos servicios secreta- riales que ha prestado en la preparacién de este volumen, ELE. EP, Enero de 1940 INDICE Prefacio Introduccion - cea I. El interés por el ganado IL, La ecologia . MI. El tiempo y el espacio IV. El sistema’ politico V. El sistema de linajes - VI. EI sistema de grupos de edad Maras Mapa de Africa mostrando la ubicacion aproximada de los nuer Mapa de los nuer y de los pueblos vecinos . : Mapa esquemtico de las tribus nuer mas importantes. Mapa esquematico de la distribucién de les secciones tribales low Mapa esquematico de la distribu bales jikany orientales Mapa esquemético que muestra la diteccién de los tras- lados de las tribus zeraf eh. la estacién seca Distribucién tribal alrede:tor del afio 1860 . Mapa esquemstico de las tribus jikany orientales de tas secciones ti. Figvras 1, Calabaza para hacer mantequilla . 2. Calabaza para conservar queso 3, Bolsas hechas con escrotos de un toro y de una ji- rafa Esquila de buey y collera Cabeza de ternera disecada Anillo para destetar a las crfas 29 Mt 157 2 267 12 17 74 16 7 143, 250 37 43 44 49 9 7. Figurillas de barro representando butyes decorados con borlas. . eee : 33 8, Representacién grifica de la distribucién de colores ¢ 56 9. én grifica de la distribucién de colores en el ganado : SHH ST, CAlculos de la temperatura y de las precipitaciones, en Nuerlandia - oes 68 Crecida y deseenso del rio Sobat. 5. 5 70 10, Tnstrumentos para atraer a los peces. . 5 +87 11. Lanzas de cuerno y de ébano Hs 132 12, Mollején de barro cocido con mucla de madera .. 186 13. Collar de ternera compuesto por esquilas hechas con cocos. ; ee HE 0m: 14, Cucharas hechas con cuernos de bifalo. . 5. 256 15. Mayal de cuero : Doll 264 Las figuras 1, 5, 6, 7, 10 y 15 son dibujos de muestras que forman parte de la coleccién del autor en el Museo Pitt-Rivers de Oxford. Las figuras 2, 3, 4, 11, 12, 13 y 14 son dibujos que forman parte de Ja coleccién del autor en el Museo de Arqueolo- gia y Etnologia de la Universidad de Cambridge. LISTA DE ILUSTRACIONES I. Joven (gaajok orientales) abrochando un collar de piel de jirafa a un amigo. IL. Muchacha en un corral (gaajok orfentales) Cornfield. IIT. Ordefio de una vaca inguieta (lou). IV, Buey con borlas colgando de sus cuernos (lou). V. Muchacha ordefiando (lou). VI. Sabana tipica en octubre (Nuerlandia occidental). VI. a. Casas en un monticulo (lou) &. Casas en un mon ticulo (lou). VIII. Colina arenosa con campamentos de ganado en el ho- rizonte (dok). IX. Pesca con arpén desde una canoa (rio Sobat) Cornfield. X! Pesca con arpn en los bajios (rio Sobat) Cornfield. XI. a. Sabana abierta en la temporada seca (lou). b. Des- bbroce de una plantacién de mijo para la ultima siem- bra (lou) 10 XIE. Plantacién de mijo en octubre (rengyan), XII. Muchacha en una plantacién de mijo (dok). XIV. Chaparrén de agosto (lou). XV. a, Paraviento (lou), XV. b. Un pozo en el Jecho del Nyanding (low). XVI. Vista aérea de aldeas (nuong) Royal Air Force Official- Crown Copyright reserved. XVII. Muchacho recogiendo excrementos para hacer combus- tible (lou). XVIII. Construceién de un ecteblo para el ganado orientales) Cornfield. XIX. a. Campamento de ganado (leek). XIX. &. Tipica depresién pantanosa en noviembre (jikany orientales). XX. Ganado de viaje (low). XXI. a. Ganado pastando en una colina {leck). XXI._b. Campamento de ganado de comienzos de la estacién seca junto a un estangue del bostue (lou). XXII. a. Pesca con lanzas desde un dique (gaajok orientales). XXII. b. Pesca con arpén en el Jago Fadio (low). XXII. a. Seccién del corral de un campamento (lou). XXIIL 6. El rio Sobat en la estacién seca (lou). XXIV. Un jefe piel de leopardo XXV. ay b. Pirdmide de Ngundeng (Jou). XXVIL_ a. Joven (gaajok orientales) con peinado hecho con ccenizas, XXVI._b, Joven (gaajok orientales) después de quitarse el pei- nado hecho con cenizas. XXVII. Iniciacién de los muchachos (cerca de Nasser, gaajok orientales). XXVIII a. Joven (rio Zeral), XXVILL &. Joven (lou). XXVIIL ¢. Hombre (rfo Zeraf). XXIX, Hombre (puesto de Nasser). XXX. Seccién de una casa y un corral. Las ilustraciones VII, VILL, XV, XXI_y XXVI_proceden de clichés de Sudan Notes ‘and Records; las ilustraciones XV y XXVIIL, de clichés de C. G. y C. B. Z. Seligman, Pagan Tribes of the Nilotic Sudan (George Routledge & Sons, Ltd.); y la ilustra- cién XXIII procede de Custom is King (Messrs, Hutchinson & €o,). La ilustracién XVI procede de una publicacién proporcio- nada por e} Departamento de Geogtafia Fisica del gobierno ceipcio. TF anes Surst 2 Mapa de Africa mostrando Ia wbicacién aproximada (rea sombresda) de los mer INTRODUCCION Desde 1840, cuando Were, Arnaud y Thibaut hicieron su accidentado viaje, hasta 1881, cuando el triunfo de la rebelién del Mahdi Muhammad Ahmed cerré Sudan a futuras exploracio- nes, varios viajeros penetraron en Nuerlandia por uno u otro de Jos tres grandes rios que la atraviesan: el Bahr el Jebel (con el Bahr el Zeraf), e] Bahr el Ghazal y el Sobat. No obstante, no he podido hacer demasiado uso de sus escrites, pues sus contactos con los nuer fueron escasos y las impresiones que recogieron su- perficiales y a veces errdneas. La descripcién més fiel y menos pretenciosa es la que debemos al cazador de elefantes saboyano Jules Poncet, que pasé varios afios en la zona limitrofe de Nuer- Tandia? Fuente posterior de informacién sobre los nuer constituyen los Sudan Inteligence Reports, que abarcan desde la reconquista de Sudan en 1899 hasta la actualidad, a pesar de que su valor etnolégico ha disminuido en afios recientes. Existen unos pocos informes de oficiales militares, correspondientes a las dos prime- ras décadas posteriores a la reconquista, que contienen observa- ciones interesantes y muchas veces penetrantes.? La publicacién de Sudan Notes and Records, iniciada en 1918, proporcioné un nuevo medio para recoger observaciones sobre las costumbres de 1, Algunos de los escritos de Jos que he ob‘enido jnformaciones ton: Ferdinand Were, Expedition mur Entaeckung der Quellen des Wetssen Nil (180. O}), 8, Hadibabdel Hamid Bey (C. L. du Couret), Voyage au Pays des Nia Niame ow Hommes & Queue, 1651; Bran-Rollet, Le NI Blane at fo Souda Gi Lojean, Le’ Fiewve Blane (Extrait des Nowselles dnnales: de Voyages, 18634) Mr. y Mrs. J, Petherick, Travels im Central Africa, 186% Ernst Marno, Reisen fin Gebiere des blauen tind wweissen Nil, im egyptischen Sudan und. den’ angrer= enden Negerlindern in dew Jahren 1869 bis 189, 174. Otros aparecen citados nds adelante, especialmente en as pp. 144 y SL 2. ‘El teniente coronel conde Gleichen USO esos iformes en su recopiacién: ‘The anglo-Egypiion Sudan, 2 vols. 105, B os pueblos del Sudan Angloegipcio, y varios funcionarios pti- blicos publicaron articulos sobre los nuer. Dos de dichos fun- ciorarios fueron asesinados mientras cumplian con su deber: el comandante C, H. Stigand por los aliab dinka en 1919 y el capi- tn V. H. Fergusson por los nuong nuer en 1927. En la misma revista aparecié el primer intento de escribir una descripcién com pleta de los nuer, obra de H. C. Jackson, quien se hizo acreedor a nuestro elogio por Ia forma como Ia ilevs a cabo, a pesar de que encontré obsticulos considerables: Después de que hube comenzado mis investigaciones, se pu- blicaron un libro de la sefiorita Ray Huttman, dela Misién Ame- ricana, y varios artfculos del padre J. P. Crazzolara, de la Con- gregacién de Verona! Aunque mis diferentes contribuciones a varias revistas aparecen reeditadas, en forma resumida, en este libro, o se reeditardn en un volumen posterior, las cito aquf para que el lector pueda disponer de una bibliografia completa. He ‘omitido muchos detalles que aparecieron en dichos articulos! Brun-Rollet y Marno compilaron listas de algunas palabras nuer. El comandante Stigand y la sefiorita Huffman han compues- to vocabularios mas compleios, y el profesor Westermann y el padre Crazzolara han elaborado gramaticas. El articulo del pro- fesor Westermann contiene también material etnolégico* 3. Mayor €. H. Stigend, "Warrior Classas of the Nuers', 8. N. & R, pp. 11G18, ¥ "The Story of Kie and the WhiteSpear" bid. 119, pp. 266 < VoE. Fergusson, “The Nuong Nuer*, ibid, 1919, pp. 14655, ¥ "Nuet Beast Tales" id, 1824, pp. 1052; H.C. Jakson, “The Nuer of the Upper Nile Province”, ‘bid, 1903, pp, SBIOT y 12589 (esteencayo se publicé en Terma de libro com al nismo ‘titulo en. RU Hadara Priating Press, Jartum, sin fecha, e inclula un ensayo final de 23 payinas de P. Coriat sobre “The Gaweir Nuets “Ray Huffman, Nuer Customs and Folifore, 199). 105 pps paire 3. P. Crax- zolara, "Die Gar Zaremonie bal. den Nucr", Afriea, 193, pp. 282, v "Die Bedew. Tung des Rindes bei den Nuer”, tid, 193%, pp. M020 $B E, EvansPritchard,, “the Nuer, ‘Tribe and Clan", $. N, & Ry 1933, po. 18%, 1931, po. 157, 1935, np. S787, The Nucr, ApeSetst, ibid, 1986, Bp. 28349; "Bronaimic Life of the Nuec', ibid, 199%, pp. 2004 9 1598, pp. 3177; "Customs Relating to Twins among the Nilotic Nuer*, Uganda Journal, 198, pp. 2808 “Dally Life of the Nuer In Diy! Season Camps", custome King, Collection of Essays in Honour of R. R. Merete, 1986, pp. 2919: "Some Aspects of Marriage andthe Family among the Nuer*, Zeitschrift fir vergleichende Recatswissensehaft, 193, pp. 80892) "Nucr Time Reckoning”, Aftica, 189, pp. 15% 216. FL capitulo sobre los nuer (cap. VI en Pazon Tribes of the Wilotie Sudan el'profesor C. G. y Mrs. B. Z. Seligman, 1922, est compilado a partir de mis ‘cunlernos de notas “6 Brun Roller, “Vokabulatien der Dinks—, Nusho— und Schillsk Sprachen", Petermass Mittieiungen, Exe. TL. 18823, pp. 2530; Marae, “Kleine, Vecabuls Hen der Fungi~, Table, Bertet— und Nuci-Sprache", Reiser ime Gebiote, des Dlanen wid weissen Nit’ 187, pp. 48155, Profesor Dicdsich Westermann, “The Nuce Language", Mittetiungen dee Seminars” {ar Orientelische. Sprachen, 112, pp. Heidi; mayor C. Hi. Stigand, A NuerExgiish Dictionary Vocabulary. 1923, BP pps Ray Huttman, NuerEnglish Dictionnary, 1229, 63 pp y EnglisheNuer Dictionary, 1931, 80 pps padre J.P. Craszolara, Outlixes of a Nuer Grammar, 1958 218 pp. 4 1 En este volumen describo las instituciones politicas de un pueblo nilético y sus procedimientos para conseguir sus medios | de subsistencia. La informacién que he recogido sobre su vida doméstica se publicaré en un segundo volumen. Los nuer? que se Ilaman a sf mismos nath (sing. ran) son aproximadamente 200.000 almas y viven en los pantanos y sabanas abiertas que se extienden a ambos lados del Nilo, al sur de su confluencia con el Sobat y el Bhar el Ghazal, y a ambas orillas de estos dos tributarios. Son altos, de extremidades largas y cabeza estrecha, como puede verse en las ilustraciones. Cultu- ralmenite, son semejantes a los dinka, y ambos pueblos: juntos forman una subdivision del grupo nilético, que ocupa parte de una zona cultural del Africa oriental, cuyas caracteristicas y ex: tensién no estan bien definidas en [a actualidad. Otra subdivi- sién nilética abarca a los shilluk y a varios pacblos que hablan Tenguas semejantes al shilluk (luo, anuak, lango, etc.). Proba- blemente, todos esos pueblos de habla shilluk se parezcan més mutuamente de lo que se parecen cada uno de ellos a los shilluk, aunque poco se sabe de la mayorfa de ellos. Una clasificacién pro- visional podria ser la siguiente: ‘TIPO CULTURAL DEL AFRICA ORIENTAL otras culturas nilochamitas —_nilotes grupo shilluk-low nuer inka shilluk pueblos de habla shilluk Los nuer y los dinka son demasiado parecidos fisicariente y sus lenguas y costumbres son demasiado semejantes como para ‘que pueda caber alguna duda sobre su origen comtin, a pesar de que no se conoce Ia historia de su separaciéa. EI problema es 7, La palabra “nuer" esti establecida por el uso deste hace wn siglo. Pro, Dabiemsente sea’ de origen inka. La uso en singular y plural: °um aver", "os aver". 15 | complicado: por ejemplo, los atwot, al oeste del Nilo, resultan ser una tribu nuer que ha adoptado’ muchas costumbres dinka? mientras que a las tribus jikany de Nuerlandia se las considera de origen dinka. Por otro lado, ha habido contactos continuos entre ambos pueblos, a consecuencia de los cuales se han produ- cido muchos mestizajes y préstamos culturales. Ambos pueblos Feconocen su origen comtin, Cuando poseamos mayor informacién sobre algunos de los pueblos de habla shillu, podremos establecer las caracteristicas definidas de Ja culura’y’ de la estructura social niloticas. En el momento actual, uta clasificacién de ese tipo resulta extraor- dinariamente dificil y prefiero dejar para otro momento el in- terto; quiero dedicar este libro exchisivamente a una descrip- cién de los nuer y dejar de lado las comparaciones evidentes que se podrian hacer con otros pueblos niléticos. El tema principal ¢s las instituciones politicas, pero éstas no se pueden entender sin tener en cuenta el medio ambiente y los modos de subsistencia, Por esa razén, dedico la primera parte del libro a una descripcién de la regién en que viven los nner y de sus formas de obtener los articulos de primera necesidad para la subsistencia, Como se vera, el sistema politico de los nuer concuerda con su ecologia. Los principales grupos’ estudiados en la segunda parte del litro son el pueblo, la tribu y sus divisiones, el clan y sus lina- ies, y los grupos de edad. Cada umo de dichos grupos es —o forma parte de— un sistema segmentario, en funcién del cual se define y, en consecuencia, la posicién de sus miembros, cuando actitan como tales en relacién unos con otros © con extranjeros, no esta direrenciada. A lo largo de nuestra investigacién iremos aclarando estas afirmaciones. En primer lugar describimos la relacién mu: tua-entre sectores territoriales dentro de un sistema territorial © politico y después la relacién de otros sistemas sociales con dicho sistema. A medida que avancemos, resultard evidente lo que eniendemos por estiuctura politici;, pero como definicién inicial podemos decir que-nos réferimos a las relaciones que, se producen dentro de un sistema territorial entre grupos de perso- igs que viven en zonas espaciales bien definidas y son conscientes dg su identidad y de su cardcter exclusivo. Solo en las mas pe- quefias de dichas comunidades estén sus miembros en constante Contacto mutuo. Distinguimos esos grupos politicos de los gru- pos locales de tipo diferente, a saber: los grupos domésticos, la familia, la casa familiar, y la familia extensa compacta, que no son S. Poncet, op, eit, p58, En el mapa de lap, 125 figuras come stot 16 —ni forman parte de— sistemas segmentarios y en los cuales la posicidn de los miembros en relacién tunos con otros y con los ex- trafios esta diferenciada. Los vinculos sociales en los grupos do- mésticos son primordialmente de parentesco, y es normal la vida corporativa. ii! Ee Z& NUER —-SHILLUK ANUAK DINKA Los nuer y los pueblos vecinos El sistema politico de Jos nuer-incluye a todos los. pueblos con quienes entran en contacto. Po# «epueblé» entendemos a todas las personas que hablan Ia misma lengua y, ti ura, y se consideran a si mismas distintas imilares. Tanto los nuer como los shilluk 9 los anuak ocupan un territorio continuo, pero un pueblo puede estar distribuido en zonas exiensas y separadas, como, por ejemplo, los dinka Cuando un pueblo esté, como los shilluk, centralizado politica. trog_agregados 17 Mapa esquemético que muestra «las tribus nuer més importantes mente, podemos hablar de una enacién». Por otro lado, los nuer y Jos dinka estan divididos en una serie de tribus, que carecen de organizacién o de administracién central comunes; ast, que podemos decir que, politicamente, esos pueblos son una agrupa- cién de tribus, que a veces forman federaciones poco sigidas. Los nuer distinguen a las tribus que viven en su tierra natal, al oeste del Nilo, de las que han emigrado al este de dicho rfo, Nos parece adecuado hacer la misma distincién y hablar de los nuer occiden- tales y de los nuer orientales. A los nuer orientales podemos divi- dirlos, para facilitar la descripcién, en las tribus que viven cerca del rfo Zeraf y las que viven al norte y al sur del rfo Sobat, ~~ Entre los nuer, el segmento politico més amplio es la’ tribu: No existe grupo mayor cuyos micmbros, ademas de recor sf mismos como una comunidad local distinta, afirmen st ob gacién de unirse para combatir a extranjeros y reconozcan los derechos de sus miembros a recibir una compensacién en caso de resultar heridos. Una tribu se divide en una serie de-sejtmentos territoriales y éstos son algo mas que meras divisiones geogré- ficas, pues los miembros de cada uno de ellos se consideran co- munidades independientes y a veces actiian como tales. Llama- ‘mos «secciones primarias» a los segmentos tribales més amplios; esecciones secundariase, a aquellas en que se divide una seccién primaria; y «secciones terciarias», a aquellas en que se divide tuna seccién secundaria. Una seccién tribal terciaria consta de una serie de aldeas que son las unidades politicas mas pequefias de Nuerlandia. Una aldea se compone de grupos doméstices, que ‘ecupan caserios, casas y cabatias, Analizamos la institucién de la vendetta (feud) y el papel que en ella desempeiia el jefe piel de leopardo en rélacién con al sistema politico. La palabra «jefe» puede ser una denomina- cin engatiosa, pero es lo suficientemente imprecisa como para que la conservemos, a falta de una palabra més adecuiada; el jefe es una persona sagrada pero carece de autoridad politica. En realidad, los nucr carecen de gobierno, y podemos calificar su estado de anarquia ordenada. Asimismo, carecen de derecho, si por este término entendemos juicios celebrados por una autori- dad independiente e imparcial que tenga también poder para im- poner sus decisiones. Existen indicios de que estaban produ- cigndose algunos cambios en ese sentido, y al final del capitulo dedicado al sistema politico describimos la aparicién de profetas, personas habitadas por los espiritus de los dioses del Cielo, y mos que pueden advertirse en ellas los inicios de una evo- in politica. Los jefes picles de leopardo y los profetas son los tinicos especialistas en el ritual que, en nuestra opinién, ten- gan alguna importancia politica. 19 Después de un examen de la estructura politica, describimos él sistema de linajes y analizamos la relacion existente entre am- bos. Los linajes nuer son agnaticios, es decir, que constan de per- sonas que trazan su ascendencia a un antepasado comin a través de los varones exclusivamente. El clan es el grupo de linajes ands amplio que se puede definir en funcién de las reglas de la exogamia, a pesar de que se reconoce la relacién agnaticia entre varios clanes, Un clan esta dividido en linajes, que son ramas divergentes de descendencia a partir de un antepasado comin Llamamos «linajes maximos» a los segmentos mayores en que se divide un clan; «linajes mayores», a los segmentos en que se divide un linaje maximo; «linajes menores», a los segmentos en que se divide un linaje mayor; y «uenos pastos, el ganado tarda més tiempo en alimentarse que en Ia de las Iluvias. En la época de las Muvias seria cosa facil evar a pastar a la manada al amanecer y devolverla a los corra- es a mediodia, como hacen muchos pueblos del Africa oriental, para que las vacas amamanten a sus crias y rumien. Pero los nuer dicen que, cuando el ganado sale de su establo, caliente y humeante, le gusta descansar por un rato en el corral antes de ira pastar, y sti apatia, que contrasta con su avidez a la hora de pastar después de una noche al aire libre en los campamentos de la estacién seca, parece justificar esa afirmacién. Los nuer comprenden que el calor y el humo de los establos son perjudi- ciales para el ganado, pero consideran peores a los mosquitos, ‘Tarabién creen que, esperando hasta que el rocfo se haya eva. porado, disminuye el riesgo de trastornos digestivos, pues en la €poca de las lluvias el suelo esta frfo y htimedo hasta tarde. Otra razén para mantener hasta tarde el ganado en los corrales es la de que, si se Jo suelta temprano, tardan poco en pastar hasta hartarse y empiczan a errar en todas las direcciones, pues en la época de las Iuvias no suelen pastorearlo. 2. Soxprende inmediatamente a un curopeo el hecho de que el estado del agua potable en los periodos de la estacién seca deje mucho que desear, especialmente si él mismo tiene que beberla, A veces los estanques han quedado casi completamente secos y contienen agua sucia, legamosa incluso, que hombres y ganado beben, Me he preguntado por qué no s¢ trasladan antes, desde dichos estanques pequefios, del tipo del que figura en la Hustracién XXI (6), en torno a los cuales acampan al comienzo de'la estaci6n seca, hasta los rios y lagos donde se concentran al final, pero no pretendo discutir su criterio, pues saben perfco- tamente que el agua sucia no gusta al ganado, ni es buena para i, y, cuando las circunstancias lo permiten, procuran asegurarse el suministro de agua limpia con Ja frecuencia con que la nece- siten, Al trasladar el campamento, tienen que tener en cuenta tuna serie de requisitos: pastos, pesca, la cosecha de Balanites caegyptiaca, 1a segunda cosecha de mijo, etc., ademas del estado de! agua, 46s 23 3. A diferencia de algunos pueblos del Africa oriental, los nucr no conservan muchos animales sin castrar. Si en algo se equivocan es en conservar demasiado pocos. Por las limitadas observaciones que hice, caleulé que hay un toro adulto por cada treinta 0 cuarenta vacas adultas aproximadamente. Los nuet intentan seleccionar para toros sementales los novillos de sus mejores vacas lecheras, de modo que puedan engendrar buenas vacas lecheras con ellas. Dicen que, si no castraran a la mayorfa de los novillos, las vacas no podrian estar tranquilas y habria constantes lnichas en los corrales y agitacién en los establos. No castran_a Jos terneros hasta que no tienen de dieciocho meses a dos afios de edad: «Cuando su madre ha tenido otra cria y Heva tuna tercera en su senos. Lo derriban, cortan el escroto con una anza, extraen los testiculos y los cortan, El animal pierde poca sangre y se recupera pronto. Los nuer pueden castrar a un ter nero con vistas a un sacrificio, pero, en los deris casos, prefie- ren realizar la operacién en la estacién seca, pues existe menos peligro de inflamacién que en la de las Muvias. No impiden a Tos toros que luchen, salvo en el caso de que pertenezcan a la misma manada, y la tradicién cita con frecuencia ese tipo de luchas como causa de escisién y migracion de linajes. En los saerificios matan gran cantidad de novillos y de bueyes. 4, Hasta el tercer aiio no permiten que el macho cubra a Jas vaquillas. Los nuer saben cuando esté en cclo una vaca por su comportamiento en el corral: esta Inquieta, mage, mueve cons- tantemente la cola, olfatea las vulvas de las demas vacas ¢ in- tenta montalas, SI ura vaca se fw apareado en el eampo donde fastan —pues los toros acompafian a la manada—, los nuer vulvarios. Si preguntamos a Jos nuer cuando parira una vaca a la que haya cubierto el toro en determinado momento, pueden decirlo al instante y con exactitud. Dicen que, si una vaca no ha tenido una enfermedad grave, dard a Juz unas ocho erfas apro- ximadamente. 41 Fig. 5 Ccabera de tornera disceada litero, los nucr intentan sacarla, y, cuando es necesario darle a vuelta dentro del titero, lo hacen. Sila placenta no cae o si Ja vaca no lame a su cria, le administran medicinas, Cuando muere una cria, recurren a diferentes procedimientos para con- Vencer a su madre para que dé leche. Disecan la cabeza lendn- ola de paja (véase la Fig. 5) y la untan con orina de la madre; © bien, especialmente cuando una vaca aborta, disecan toda la crfa, introducen estacas de madera para que hagan de piernas, y Ja colocan frente a su madre y empujan Ja cabeza contra las lubres de ésta, mientras las aprietan suavemente y tiran de ellas, y un muchacho infla la vagina, Los nuer dicen que si una cria tiene s6lo uno 0 dos dias de vida y su madre muere, morira también, pero cuanda conoce 24 Fin 6 Avilla para destetor a les exias cl cak tin bor, ala leche blanca» que sigue al calostro, puede salvarse, Se la alimenta a mano por medio de una calabaza pequefia con boca en forma de embudo, y hacen todo To posi ‘ble para que otra vaca con leche la amamante. Como Ios nuer creen —erréneamente, al parecer— que es peligroso para una ceria beber la leche incolora situada sobre ol calostro, la ordefian antes de dejar mamar a la crfa y, si por descuido ésta mama antes, le administran un purgante, Consideran gravisimo que haya algo de sangre en Ia leche, ‘Durante los primeros tres o cuatro dias, una cria mama toda la leche de su made excepto la parte climinada, Entonces, invi tan a-los parientes que vivan cerca a comer gachas sobre las. que vierten la primera leche cogida para el consumo humano. En esa ceremonia, cortan a la cria las puntas de los pelos de Ia cola y su propietario escupe sobre ellas y frota con ellas el Tomo de la madre, ya que, de Io contrario, la cria enfermerd,. pues se resiente de que los hombres estin robando su leche. No obstante, después pueden seguir diciendo: «Todavia no com- partimos la leche con su cria», pues durante Jas dos primeras se- manas cogen muy poca leche para permitirla fortalecerse y para que sus dientes se endurezcan, Cuando Ja cria esta més fuerte, cogen mas leche y entonces dicen que la erfa comparte (buth) Ia leche con los hombres. Sigue mamando hasta que su madre vuelve a estar prefiada y se miega. Por Jo general, no- emplean procedimientos para destetarla, pero si la vaca da de 49 mamar estando prefada y resulta imposible separarla de st triaen fos pastlzales, colocen tin anillo de pias en torno al hoctco de la eria (Fig 6), que le permite pastar, pero no niamar, pues las piss pinchan lo ubre de la madre y ésta Te da coces Fara que se aprte, Como hab ws el Isr en esta dese Gién, asf es como solucionan los nuer el problema de los gane: deros de hacer que las vacas abastezcan sus amos sin privar ats rie de fa atimentcion exec las erlas pequéfas, después de que Ja manada de las reses adultas haya ido a los pastizaes, las guardan hasta finales. de Ia tarde en establos en Tas aldens de la estackin rle las Tnving Jen Tos campamentos de la estacion seca, las atan a la sombra de un rbot. Las abrevan durante la tarde y los muchachos tes Hevan hierbas, especialmente poon (Oryza Rarthi), que las engorda mucho. Empiezan a ir a pastar con les erlas ms me Yyores, vigiladas por muchachos pastores, hacia su tercer-mes y las mantienen apartadas de las madres gulindolas en direceia puesta ala egutda antes por la mariada de reses adullas, Aco afin a Ia manada, cuando tienen apreximadamente un aio de fad, época para la cual sus madres vuelven a estar prefadas. Volveremos a tener mas oportunidad de observar Ia atencion quc'los nuer prestan a su ganado y la sabiduria de sus métodos. En esta seccién me he limitado a presentar algunos ejemplos para ilustrar una conclusién general a la que Megué mientras realizaba mi estudio: que la ganaderia nuer no podria mejo- rarse en detalle importante alguno en sus relaciones ecoldgicas actuales; que, en consecuencia, tm conocimiento mayor del que poseen no representarfa ayuda alguna para ellos, y que, como verzmos, si no fuera por su vigilancia y cuidado incesantes, el ganado no sobrevivirfa a las duras condiciones de su ambiente. vu Se lia observado que a los nuer podria Ilamarsclos parésitos de'la vaca, pero con igual razén podria decirse que Ja vaca es un pardsito de los nuer, quienes pasan la vida asegurando el bienestar de aquélla. Construyen establos, encienden fuegos, y limpian los corrales para que las vacas estén eémodas; se tras ladan de las aldeas a los campamentos, de un campamento 2 otra campamento y regresan de los campamentos a las aldeas para conservar su salud; desafian a las ficras para protegerlas, y labran ornamentos para adornarlas. Las vacas pueden llevar su apacible, indolente y perezosa vida gracias a la devocién de los nuer. En realidad, la relacién es simbidtica: el ganado y los 50 hombres se mantienen mediante los servicios reciprocos que se prestan. En esa relacién simbistica fotima, los hombres y Jos animales forman una comunidad particular de lo més estre- cha. Voy a enfocar dicha intimidad en unos cuantes pérrafos. Los hombres se despiertan hacia el amanecer en medio de su ganado y se sientan a mirarlo satisfechos hasta el final del ordefio. Enionces, o bien Jo llevan a pastar y pasan el dfa obser~ vandolo comer, llevandolo a abrevar, componieado canciones sobre él, y levandolo de regreso al campamento, o bien se quedan en el corral bebiendo stt leche, haciendo cuerdas para atarlo y fornamentos para él, abrevan a sus crias y se preocupan de él de otras formas, limpian su corral y secan sus exctementos para hacer combustible. Los muer se limpian las manos y la cara con la orina del ganado, especialmente cuando las vacas orinan mientras las estan ordefiando, beben stt leche y su sangre y duer~ men sobre sus pieles junto a su estiércol bumeante. Se cubren el cuerpo, se peinan el pelo y se lavan los dientes con las cenizas del estiércol animal, y comen ta comida con cucharas hechas con sus cuernos. Cuando el ganado regresa al anochecer, atan a cada res a su estaca con cuerdas hechas con las pieles de sus compafie~ ras muertas y se sientan en los paravientos a contemplarlas y 9 observar cémo las ordefian. Un hombre conoce cada animal de su manada y de las manadas de sus vecinos y parientes: su color, Ia forma de sus cuernos, sus peculiaridades, el mimero de sus tetas, la cantidad de leche que da, st historia, su ascendencia y su progenie, La sefiorita Soule me ha dicho que la mayorla de os nuer conocen fos detalles de fa madre y abuela de una res y que algunos conocen los detalles de sus antepasados hasta tinco generaciones. Un nuer conoce las costumbres de todos sus bueyes: uno brama por las noches, a otro le gusta guiar a Ia manada a su regreso al campamento, y otro sacude la cabeza mas que los demas, Sabe cudles son las vacas que estan inquietas mientras las ordefian, cuales son fastidiosas con sus erfas, a cuales les gusta beber camino del pastizal, etcétera. es joven, busca a un muchacho para que gufe a su buey favorito, que le da nombre, en torno al campamento por la ma- fiana y va saltando y cantando detrés de él; y muchas veces, por Ja noche se pasea por entre el ganado haciendo sonar una esquila de las que llevan fos bueyes y cantando alabanzas de sus parien- tes, sus amores y sus bueyes. Cuando su buey regresa por le tarde, lo acaricia, le frota el Jomo con cenizas, Te quita las garra- patas del vientre y del escroto, y le limpia los exerementos que se le hayan quedado adheridos al ano. Lo ata frente a su cabafia para poder verlo, si se despierta, pues no hay visién que Ilene mas de satisfaccién y orgullo a un nuer que la de sus bueyes. sh Cuanto mds puede exhibirlos, mds feliz se siente, y para volverlos més atractivos decora sus cuernos con largas borlas, cuyos mo vimientos —cuando sacuden las cabezas al regreso al campamen- to— lo Henan de admiracién, y sus cuellos con esquilas, que tintinean en los pastizales. Inciuso los novillos son adornados por los muchachos a quienes pertenecen con bolitas de madera y esquilas (Fig. 13). Suelen cortar los cuernos de los toros jé- Yenes, destinados a ser castrados més adelante, de modo que al crecer adopten la forma que gusta a sus amos. La operacién, Hamada ngat, sucle realizatse hacia el final de su primer afo y por lo general en la estacién seca, pues se dice que un novillo puede morir, si se cortan sus cuernos en la época de las Iuvias. Derriban y sujetan al animal, mientras cortan sus cuernos en sentido oblicuo con una lanza. Los cuernos crecen en direccién ‘opuesta al corte. Parece ser que los animales sufren mucho du- rante dicha operacién; a veces he ofdo a los nuer comparar esa experiencia penosa con Ja iniciacién de los jévenes a la vida adulta. Cuando un nuer cita un buey, abandona su parsimonia habi- tual y habla con entusiasmo, al tiempo que alza los brazos para mostrar Ja forma que han adquirido sus cuernos. «Tengo un Duey magnifico», dice, «un buey leonado con una gran mancha blanea en el lomo y con un cuerno dirigido por encima de su hocico», y alza los brazos: uno por encima de su cabeza y el otro doblado por el codo y colocado delante de la cara. Al cantar y al bailar, nombran a sus bueyes ¢ imitan con sus brazos la forma de sus cuernos. La actitud hacia el ganado varia segiin las situaciones de ta vida social y los cambios en el desarrollo social. Tan pronto como los nifios son capaces de andar a gatas, entran en contacto es- trecho con los rebafios y las manadas. El corral es su terre- no de juegos, y generalmente se embadurnan con los excremen- tos sobre los cuales se revuelcan. Novillos, ovejas y cabras son sus compafieros de juegos, a los que arrastran por todas partes y en medio de los cuales se tumban. Probablemente entre sus sentimientos hacia los animales predomine el desco de comi- da, pues las vacas, las ovejas y las cabras les sirven para saciar su hambre, muchas veces mamando de ellas. Tan pronto como tun nifio es capaz de beber la leche animal, su madre lo Hleva hasta las ovejas y cabras y le da a beber leche Caliente directamente de sus ubres. Los juegos de los nifios mas mayores de ambos sexos giran en torno al ganado. Construyen establos de arena en los campa- mentos y de cenizas mojadas o de barro en las aldeas, y Henan los corrales de juguete con elegentes vacas y bueyes de barro 82 26 Fig.7 Figuritias de barro que representan bueyes ‘ecorados ‘con borlas (Fig. 7), con los que juegan a hacer de pastores y de padres. Las primeras tareas de la infancia se refieren al ganado. Nifios muy pequefios retienen a las ovejas y a las cabras, mientras sus madres las ordefian, y, cuando sus madres ordefian las vacas, evan las calabazas y apartan a las crias de las ubres y las acarician frente a sus madres. Recogen orina en calabazas y se lavan con ella. Cuando son algo mayores y mas fuertes, tienen que limpiar los establos y corrales, ayudar a ordefar, y conducir las vaquillas, las ovejas y las cabras a los pastizales. Los contactos con el ga- nado para alimentarse y jugar se han convertido en contactos de trabajo. A esa edad el interés de los dos sexos hacia el ganado ‘empieza a divergir y la diferencia se vuelve cada vez més mani- 53 ss ‘en ‘so9Pms prong Jo yoouss ox Jo sareymg ‘ysomexe-omien exuIa 368 us Keser], UD Suen ofqeré om v2 etsat sive sages upiseuttojey 9p ode OpIsocas sie no wos couylg ap worseusgutoD vn ays;N9 “OUDUITELLION “erer Suu So ‘Cubs epeurey, ‘Sop ap s¥or op worDeUIgIOD =e fred ‘sorojoo spur 0 sop 4eitiquio> aparid youu Up “soup soso ap oun Wo9 2q419899 Bf 38 ‘970109 SOP. 9p ofos oun ap $9 eben eum opuens “(13m8) ayefoo04 & (34) e894} & Thee OTOL “(nt, osouae sti3 “@uoiy) ofe9 “(ro)) oatord se “(un6) opesor ‘(qop) ouersea ‘(m) wonteut “(4n2) oxox (10g) ooueIg :saqedio -tpid sou0[09 zorp uoisec “eAquIOM ef 28 anb vy od wANEaUaIS eonshig}oeiva vf 89 s940[09 S0{ 9p UOLIngINsIp vf "10}0> ojos un Sp s2 OW opteng “odiana ns Jod Sopinquistp UYISD OUD eUIIO} 21 £ sauoyoa sns auysaape ap Souloy “Yan e>eA wun exqsHON TY ejso0d Yap. afendua] 9 auoweunioUs uasonbuius & sezenitx seyroBate> sepeu Cnuijap teuo;sodord ‘some sns < opeues [9 anttia ‘ono 40d “S ‘ope; 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Sin embargo, existen muchas otras combinacines por io tenon wentnete, dels uals las variedades mas comunes son las del pelo 'a fayas o leonado (nyang). Fee ‘Al describir un animal, muchas veces indieamos Ja forma de la distribucidn y ef color que se combina con el blanco. Ast, un buey puede ser gris plomizo enteramente (los); puede tener color gris plomizo principalmente con cara blanca (kive 100Ka), Tomo negro (kar fooka), una mancha blanca en el tronco (bil took), el brazuelo blance (rol looks) o el vientre blanco (renz fooka); puede set gris plomizo leonado (nyang Tooka); puede ser blanco con grandes manchas de color gris plomizo (rial Tooka), con manchas de color gris plomizo de tamato medio (Fevac'fooka) 0 con el anca gris plomizo (jok look), etc. Exis ten por lo menos doce términos que se refieren a. diferentes combinaclones de blanco y gris plomizo y una cantided seme. Jante de tino relatos 4 inn combinacion ve nrc con cada uno de los demas colores. Dams otro ejemplo para ilus- trar Ia amplia gama de variaciones: podemos encontrar bra- zuclos y brazos blancos (ro!) en una vaca de cualquier color, por ejemplo: un buey negro puede recibir ef nombre de ruai haber tambien una combinacion de una forma de distribucion con otra y, en ese caso, las dos combinaciones constituyen Tos términos de referencia y no hay necetidad de indiear Ia colo: racién que se da en ellas: por ejemplo, brazuelos y brazos ban ‘cos (ro!) pueden combinarse con cara blanca (kwe roa), luna Tes negros (rol kivde), motitas megras (rol ctor), manchas ma- yrones (ral para), lomo blanco (kar roa!), cara blanca y orejas negras (kur roa), ete. Existen por lo menes veinticinco tr ines que incluyen la distibucién rol y las otras distribucio- hes tienen igualmente amplias gamas de combinacianes con los colores y entre si. Como en otro lugar voy a analizar por extenso los principios de la terminologia de los colores y a abstraer las reglas de no- menclatura, aqui sélo necesito observar que a partir de los pocos ejemplos citados resulta evidente que existen varios centenares de permutaciones de colores. Algunos colores y combinaciones de colores van asociados con animales, aves, reptiles y peces, y en muchos casos dicha asociacién va indicada por términos de referencia secundarios ¥ por usos rituales, por ejemplo: fow (gris rata o plomizo) es in avutarda, nyang (a rayas) es el cocodrilo, fith (gris arenoso) vva asociado con mantieth, el cernicalo gris, tliiang (bayo) es et ang, dwai (marrén con rayas blancas) es la sitatunga hembra, 2. *Nuer Cattle Terms", que ia de publicarce en Sudew Notes and Records. 58 we (cara blanca) es el Aguila osifraga, kwac (moteado) es el Teopardo, ewor (manchado) es el buitre, gwong (moteado) es Ja pintada, nya! (con motas marrones) es la serpiente pit6n, etc. Esas identificaciones lingiiisticas y otras asociaciones de colores conducen a muchas claboraciones fantdsticas de nomenclatura, por ejemplo: un buey negro puede recibir ef nombre de rual mim, carbon ardiendo, 0 won car, nubes oscuras; un buey ma- rrén, el de rier dol, sangre roja, o rir dol, cobra roja; un buey roano azul, el de baxy jie! como la garza azul; un buey gtis plomizo, el de duk fou, la umbrosa penumbra de los bosques, et- eétera. Esos nombres caprichosos aumentan la lista de los tér- minos nuer referentes al ganado. Ademés del vasto vocabulario relativo a los colores, a Ia dis- tribucién de los colores y a las asociaciones de co‘ores, también puede describirse al ganado por la forma de sus cuernos y, como os cuernos de los bueyes adquieren la forma descada por sus amos, existen por lo menos seis designaciones comunes en uso, ademis de varios nombres fantasticos. Las palabras que indi- can Ja forma de los cuernos aumentan considerablemente el nti mero de las permutaciones, pues pueden combinarse con muchos de los términos referentes a los colores y a las distribuciones: por ejemplo, una vaca de color gris arenoso con cuernos que casi se encuentran en una curva sobre la cabeza es un duot lieth, un cuerno corto-con marcas rial es un cot rial, un buey leonado con un cuerno dirigido por delante de su cara es un gut nyang, ete. Muchas veces las orejas de las vacas, de las ovejas y de las cabras estan cortadas de acuerdo con formas diferentes y se las puede describir haciendo referencia a esas incisiones, procedimiento que es el més usual en el caso de Jas ovejas y de las cabras. Las ovejas y las cabras presentan mezclas de colores muy diferentes de las, ‘que encontramos en el ganado vacuno, pero los mismos términos pueden usarse para abarcar todas las combinaciones, porque nun- a son descripciones exactas de disposiciones de colores, sino ‘que representan distribuciones ideales, a una u otra de las cuales se aproxima cada tna de las disposiciones efectivas reales. (tra gama de permutaciones se forma mediante prefijos que denotan el sexo o la edad de un animal, por ejemplo; tut, «toro», yang, «vaca, thak, ebuey», mac, «vaquilla», rHath, «novillo», dow ‘terneran, kol, acria que todavia no ha empezado a pastars. Asi se puede hablar de tut ma kar looka, dow ma rial, thak ma cua- ny, ete. De hecho, si tuviéramos que contar todas las formas po- sibles de referirse a los animales de los rebafios y de las manadas resultarian elevarse a varios miles de expresiones: sistema impo- nente y complicado de ramificaciones que testimonia de forma clocuente el valor social del ganado. 59 Ademds, como ya hemos dicho, cada hombre recibe uno de sus nombres del término con que Se nombra a uno de sus bue- yes, y esas denominaciones de bueyes son los saludos preferi- dos entre los miembros de un mismo grupo de edad. General- mente, un joven recibe su primer nombre de buey del animal que su padre le da en su iniciacién, pero posteriormente puede adoptar otros nombres de cualquiera de los bueyes de su manada que le guste. Los hombres se saludan mutuamente con dichos nombres y los aplican profusamente, con muchas elaboraciones caprichosas, a sus companteros de danzas. También los recitan cuando se exhiben con sus bueyes en los campamentos, los can- tan en sus poemas y los eritan cuando ensartan con sus Tanzas a hombres, animales 0 peces. Un hombre puede recibir el nombre idéntico de un buey, por ejemplo: Bi(l)rial, Kwac(c)uor, Werkwac, etcétera, pero ge" neralmente se suprime una parte de él y a la otra se Ie afade un término nuevo en forma de prefijo, referente generalmente a algiin ornamento que leve el buey 0 a alguna caracterfstica de éste, no empleada para nombrarlo, por ejemplo: luth, una esquila grande (Fig. 4); gier, una esquila pequefia; fue, una borla grande; dior, wna borla pequefia (Ilustracién IV); wak, el tine tineo de una esquila de buey; fang, un anillo de metal sujeto a la collera de un buey o a la cuerda de atarlo (uno de ellos puede verse en el animal situado en primer plano en Ja Ilustra cidn TI); rot, bramido de bueyes, cwai, gordura; boi, blancura brillante, etc. Asf, un hombre cuya animal favorito tenga una Gistribucién de colores rial puede recibir los nombres de La. thrial, Gierrial, Luerial, Dhuorrial, Boirial, etc. Cuando los com- pafieros de un mismo grupo de edad usan nombres de bueyes fen las danzas los hacen preceder de nombres propios de las danzas seleccionados para que armonicen con los nombres de bueyes, pues en todas esas formaciones de palabras Ja eufonia se considera may importante. Los nombres de bueyes son pro: Hijos y obstrusos, y, al describirlos, igual que al deseribir los colores del ganado, no sélo he presentado una pobre scleccién a partir de la riqueza de que disponia, sino que, ademas, he escogldo los ejemplos mis simples y he pasado por alto Jos Los nombres del ganado, especialmente los de los bueyes, y los nombres de bueyes aplicados a los hombres se usan profusa- mente en las canciones. Los nuer, como la mayoria de los pueblos pastoriles, son posticos y la mayoria de los hombres y de las mujeres componen canciones que se cantan en las danzas y en los conciertos o el creador las compone para su propio placer y las canta en los pastizales solitarios y en medio del ganado en los 60 kraals del campamento. Los jévenes rompen a cantar para elogiar a sus parientes, a sus amores, y al ganado, cuando se sienten feli- ces, estén donde estén, Ofrezco una traduccién de dos cancio- nes, la primera cantada por muchachas, cuando se sientan juntas por la noche después de haber acabado el trabajo del dfa, y Ia se- gunda cantada por su creador, cuando se siente contento. El viento sopla wirawira; ¢ cHacia dénde sopla? Sopla hacia el rio. El genado marcha con sus ubres lenas hacia tos pastizales;? Nyagaak lo ordefiara; Voy a saciarme de leche. Oh, £6, oxgullo de Nyawal, Pendenciero Roluyang! Este pais se ve asolado por extranjeros; Arrojan nuestros adornos en el rio Sacan agua desde la orilla? eMelena negra», hermana mia, Me siento perpleja. Estamos confusos; Miramos las estrellas de Dios* Buena es mi madre como el buey blanco Y¥ también nosotros, Ia familia de mi hermana, La familia de Nyariau Bul. Igual que mi buey blanco de cadera negra, Cuando voy a cortejar a la muchacha atractiva, No soy hombre a quien las muchachas rechacen. Cortejamos a las muchachas a hurtadillas por Ia noche, Kwejol Nyadeang, y yo? Kirjoak y yo y mi primo Buth Gutjaak Llevamos el buey a través del rio. 4. Literalmente, “mi viento". El cantante corre contra el viento y parece sumenlat asl la foerse de este. Es cl viento del norte’ que sopia en ta epoca Samus Nay rites postos lav vaeas dam mschs leche: ef0 expita Ta conexia Stee Tos ines primeros.versoa 7 los siguientes Sd vaca be ha negado & amamaror a st eria ¢ a delerse ordehar antes ae fr a pastar, : a Refopnat es ta hermana del poota, *Orgullo® (wath) es el nombrede-danza de una matchacha, Nyawal. Rolnysog es el nombredebuey de, un Joven, Eon sxtranjeros son las fueraas gubermamentales, La referencia ai hecho ye sacar ef agua de Ta orilla es obscura. Ge SUG helleta negra” co el nombre ds na muchacha. Los nuer estén som. bets af liven fnsanien yeh ultimo vrs es na acon 2 Dios pate ioe Top ayude em a aaversia 445 Thy Duey a que we relieren Tos, versos primero y cuarto ex el buey det pocta, Rwvejok es un aig, euya madre es Nyadeang. 6 No es necesario afiadir mas ejemplos de términos relativos al ganado y de sus usos para demostrar que nos encontramos ante una infinitud de palabras con cuyos usos se podria compilar un diccionario de gran tamafio, Basta con recalcar que ese voca- ‘bulario complicado y voluminoso no es técnico ni especializado, sino que todo el mundo lo emplea y en situaciones muy variadas de Ta vida social ordinaria. He examinado solamente un frag- mento de un fragmento del dominio lingitistico relativo al ga- nado. Podria dar mas detalles, pero lo inico que he hecho, como maximo, ha sido examinar, camo un aficionado, dicho dominio, ‘que se presta a una investigacién mas extensa y més especializa. da. Mi propésito ha sido cl de enfocar la atencién en él y mos- trar como se podria enfocar desde este punto de vista un estudio de lo que interesa principalmente a los nuer. El tema tiene que ser vasto necesariamente, porque, como hemos visto, no es po- sible comentar con los nuer sus asuntos diarios, sus conexiones sociales, sus actos rituales ni tema alguno, de hecho, sin hacer referencia al ganado, que es el micleo en torno al cual esté orga: nizada la vida diaria y el medio a través del cual se expresan las, relaciones sociales y misticas. Tampoco se limita el interés de los nuier a los usos sociales y a las funciones pricticas, sino que se expresa en sus artes poéticas y plisticas, en las que constituye el tema principal. Asi, pues, el lenguaje muestra la enorme insis- tencia en el ganado, sea cual sea el tema de que se hable, enfoca continuamente la atencién en él y lo convierte en el valor superla- tivo de Ja vida nuer, Amigo, gran buey de los cuernos desplegados, ' Que siempre brama por entre Ia manada, Buey del hijo de Bul Matoa. ix tra forma como podemos ilustrar la absorbente atencién que Jos nuer prestan al ganado —nuestra ultima ejemplificacién de ello— es observar lo facil y frecuente que ¢s que se peleen por <1, pites los hombres arriesgan sus vidas por lo que valoran pro- fundamente y en funcién de esos valores. En Ia actualidad, el ganado es la causa principal de hostilidad y de desconfianza hacia'el gobierno, no tanto a causa de Ia tri dutacin actual cuanto de Jas antiguas patrullas de recaudacién 1D. Buth es el nombre de pila de un amigo cuyo nombredebuey es Gutjaak. BL poeta gue es un Ho de Bul Maa, se digest bey come a un algo 2 3) de impuestos, que no eran sino incursiones en busca de ganado, y de las expediciones de rapifia declaradas de Ja epoca de go- bierno egipcio que las precedid. La guerra de los nuer contra los dinka fue casi enteramente ofensiva y encaminada a la apropia. nde manadas y a la anexién de pastizales. Fl ganado ha sido también la causa principal de rencillas entre los propios nuer. De hecho, después de una rencilla victoriosa contra el ganado de los dinka, con frecuencia se’ producen nuevas luchas por el botin. Ademés, las (ribus nuer hacen incursiones unas cont por ganado. Asi, Jos leek hacen incursiones contra Jos rengyan y otras tribus occidentales, y semejantes incursiones por ganado son frecuentes en otros higares, pues «rabar« (kwal) ganado de otra tribu esta considerado laudable, También dentro de una tribu a menudo se producen peleas a partir de disputas por ganado entre sus secciones y entre individuos de la misma seceién, incluso de la misma aldea o familia. Los nuer se pelean por la més minima provocacién y con Ia mayor facilidad y fre- cuencia, cuando Jo que esté en juego es una vaca. Por esa cues- tidn parientes préximos se pelean y las familias se desmembran. Cuando se disputa la propiedad del ganado, los nuer abandonan la prudencia y se saltan Jas conveniencias, desprecian la desven- taja, desafian el peligro y emplean mil artimafias. Como me dijo una vez mi criado nuer: «Puedes confiar a un maer cualquier cantidad de dinero, miles y miles de libras, y marcharte por va- rios afios, y a tu regreso no te lo habra robado; pero una simple vaca... es otro cantar», Los nuer dicen que el ganado es el que destruye a los hombres, pues «mds hombres han muerto por wna vaca que por ninguna ‘otra causas. Segin una leyenda suya, cuando los animales des- hicieron sw comunidad y cada uno siguié su propio camino y vivid su vida aparte, el Hombre maté a la madre de la Vaca y del Bafalo. El Bufalo dijo que iba a vengar a su madre ata- cando a los hombres entre los arbustos, pero la Vaca dijo que iba a quedarse en las viviendas de los hombres y a vengar a su madre causando disputas inacabables a propésity de deudas, compensaciéa matrimonial y adulterio, lo que provocaria peleas y muertes entre ellos. De modo, que esa enemistad inveterada entre fa Vaca y el Hombre ha existido desde tiempo inmemorial y un dia tras otro la Vaca venga la muerte de si madre oca- Sionando Ja muerte de los hombres. Esa es la razon por la que Jos nuer dicen de su ganado: ePerecerén junto con la humani- dad», pues todos los hombres morirén a causa del ganado y al mismo tiempo éste dejara de existir. No obstante, no hay que suponer que los nuer viven en con- tinuos tumultes: el propio hecho de que estén preparados para 63 ‘poner resistencia a cualquier violacién de sus derechos con respecto al ganado, incita a mostrar prudencia en las relaciones entre personas que se consideran miembros del mismo grupo. ‘Ademds, podemos decir que el cardcter enormemente wulnera- ble del ganado unido al extenso espacio vital que necesita sélo son compatibles con una aceptacin profunda de las convencio- hnes en la conciliacién de las disputas 0, en otras palabras, con la existencia de una organizacién tribal que abarque un territorio amplio y con cierto senitimiento de comunidad a Jo largo de zonas todavia mas amplias. El hecho de pelear por la propiedad de} ganado y de apode- rarse de él por supuestas deudas y compensaciones por pérdi- das es de un orden algo diferente del de hacer incursiones por ganado con respecto al cual no se pueden hacer valer otros de- Techos que el del poder del més fuerte. La guerra contra pueblos extranjeros, a diferencia de las peleas dentro de una tribu, se hhace casi exclusivamente con vistas al saqueo. Por esa razdn, la guerra de Jos nuer contra los dinka difiere de la mayoria de las contiendas mds primitivas en que su objetivo primordial es la ‘adquisicién de riqueza, pues el ganado es una forma de riqueza ‘que no sélo dura mucho tiempo y se reproduce, sino que, ade~ mas, es facil de capturar y de transportar. Ademas, permite a Jos invasores vivir en el pais sin intendencia, Las cosechas y las viviendas se pueden destruir, pero el ganado se puede confiscar y Hevar a otro pais. Esa caracteristica, que ha conferido a los pue~ bles pastores una predisposicion hacia las artes de la guerra y no hacia las de la paz, ha permitido que los nuer no dependan enteramente de su. propio ganado, sino que puedan aumentar sus manadas y compensar los estragos producidos por Ja icteri- cia hemattrica y, de hecho, durante mucho tiempo Jes ha permi- tido aumentar su ganado y compensar su suministro de viveres mediante los ataques por sorpresa; esa condicién ha forjedo su caracter, economia y estructura politica. Consideran la destreza ¥ el valor en la Tucha como las virtudes mas excelsas; las incur- Siones por sorpresa, como la ocupacién mas noble, ademas de la mas provechosa; y cierto grado de entendimiento y unidad pol ticos, como wna necesidad. Conviene afiadir sin falta que la explicacion de Ia guerra entre los nuer y los dinka haciendo referencia exclusivamente al ganado y alos pastizales es una reduccién demasiado simplista. La hos- lilidad se expresa en funcién del ganado y el deseo de ganado ex- plica algunas peculiaridades de la lucha y algunas caracteristicas Ge las organizaciones politicas que intervienen en ella, pero la lucha en sf misma sélo puede entenderse totalmente como un pro- ceso estructural y como tal la presentamos més adelante, 64 Ahora vamos a pi \6gico de que forman parte r brir las condiciones en que se practica Ta 0} ‘punto influye en la estructura pol ‘ambiente determinado. y hasta qué ‘en un medio asar a examinar brevemente el sistema eco" los nuer y su ganado para descu- ia de los animales litica su practica 6 33 CAPITULO IT LA ECOLOGTA Desde un punto de vista europeo, Nuerlandia carece de ca- racteristicas favorables, a no ser que contemos como tal su seve- ridad, pues sus pantanos inacabables y as amplias Hanuras de sa- bana tienen un encanto austero y monétono. Es, en su totalidad, una regién dura para los hombres y los animales, pues durante Ja mayor parte del aito esta o bien reseca o bien anegada como una cignaga. Pero los nuer estén convencidos de que viven en la regin mas excelente de la tierra y hay que admitir que para los astores su pals presenta muchas particularidades admirables. Pronto abandoné los intentos de convencer a los nuer de que exista pais alguno més adecuado para Ia cria del ganado que el suyo, intentos doblemente indtiles, dado que a ropio pozo, que est rodeado de abrevaderos de barro poco profundos, donde dan de beber al ganado tres veces al dia. A veces se producen peleas por dichos abrevaderos. El problema de! agua esté intimamente relacionado con el de la vegetacién. En sus traslados estacionales, los nuer buscan pastos asi como agua potable para beber y llevan al ganado a fas zonas donde saben que pueden conseguirse ambas cosas. Cuan- do los pastores conducen el ganado desde 21 campamento hasta los pastizales no lo guian por cualquier ruta a través de la Tant- ra, sino que Io hacen pasar a propésito por zonas de hierbas suculentas, También es probable que no stlo se produzcan tras- lados diarios y estacionales influidos por Ja distribucién de las hierbas, sino también que la direccién de la expansién nuet se haya visto condicionada por su habitat. Los nuer afirman, que no han invadido la regién de los ngok dink porque es una ticrra pobre en pastos y que sienten poco interés por el reino shilluk por la misma razén, ‘Con las primeras luvias Hega la estacion de la abundancia, pues entonces germinan las hierbas 0 reauevan su desarrollo después de la larga sequia, y el ganado puede pastar con los jo- venes brotes a sus anchs. A medida que avanzan las Iluvias, resulta mas dificil pastar, pues el terreno esté inundado y la vegetacién es espesa, lo que en afios de alto caudal de agua puede ser un problema grave. El ganado tiene que depender de las hierbas cortas que predominan en las colinas de las aldeas: otra B “Mapa esauemético que muestra Ia distribucida de Iss seceiones tsibales low las fchas se ditigen de las 2omas de aldeas a los campamentes estivales raz6n que obliga a los nuer a ocupar esos emplazamientos en la época de Jas lluvias. Cuando cesa Ia Huvia, las hierbas agotadas de dickas colinas se agostan pronto, al tiempo que las hierbas es- pesas de las Ilanuras impiden los movimientos de las manadas y dejan de suministrar pasto adecuado, Razén por Ja cual los nuer se apresuran a quemarlas, tan pronto como estén secas, ya que algunas especies echan nuevos retofios unos dias después de que ss¢ las haya quemado, probablemente las que tienen raices sufi- Gienteraente largas como para aprovechar el agua retenida en los catices de arcilla y constituyen un arbusto que protege el micleo de las plantas de las llamas. Si no fuera por esa costumbre, el ganado no podria sobrevivir, por lo menos tierra adentro, du- Tante un afio de sequia. Cuando se han quemado las hicrbas, el ganado puede errar por donde quiera, al no impedirselo ni el agua de Ia superficie ni la vegetaciGn espesa, y satisfacer su apetito ‘con los nuevos brotes. A medida que el agua va volviéndose més ‘escasa y los pastos mas pobres, Jos nuer recurren a Jas corrientes permanentes de agua donde instalan grandes campamentos y el ganado puede pastar con las plantas de los pantanos que abun- dan ea depresiones innumerables y producir leche buena. En 74 mayo, cuando Megan las nuevas Iuvias, pueden volver a sus al deas. La poca cantidad de ganado que los nuer poseen, los vastos ‘espacios que pueden explotar y su existencia némada impiden que se dé un apacentamiento exagerado en lugar alguno Asi, pues, la variacién de suministros de agua y de vegetacién obliga'a los nuer a cambiar de lugar y determina Ia diteccion de sus traslados, En una seccién posterior veremos que la pesca ¢s otra consideracién importante para dichos traslados. A finales de noviembre o a primeros de diciembre los muchachos y algu rnas de las muchachas trasladan el ganado desde las aldeas hasta los campamentos, generalmente a algunas millas de distancia, mientras los mayores se quedan recogiendo la segunda cosecha de mijo y reparando las cabafias y los establos. Normalmente, dejan en fas aldeas unas cuantas vacas con leche para que ésta no falte a los nifios pequeiios. Esos primeros campamentos (wee jiom) se instalan cerca de estangues, en un lugar donde previa mente se hayan quemado las hierbas. En la regidn Tot se instalan con frecuencia en un bosque de endtinos, donde abunda la Bela nites aegyptiace, pero en muchas partes de Nuerlandia, especial- mente hacia el oeste del Nilo, se instalan en las orillas de arroyos con vistas a Ia pesca. Cuando han recogido la segunda cosecha, devuelven el ganado a Jas aldeas para que coma los tallos dé mijo, si estén bastante cerca. A medida que van secéndose los, estanques, se van agotando Ios pastos o va disminuyendo la pes- ca, los jovenes instalan nuevos campamentos, donde se retinen con ellos los hombres casados, y puede ser que trasladen el cain pamento varias veces antes de instalarse en los campamentos finales (wee mai) junto a lagos_o rios en enero o febrero. Los primeros campamentos son pequefios, pues los ocupan unos pocos parientes, pero tienden a aumentar a medida que avanza Ja tstacién y el agua va haciéndose mas escasa, y los campamentos, finales pueden cdntener a varios centenares de personas. Los movimientos de la estacién seca de fas tribus Tou, jika- ny oriental y del sfo Zeraf aparecen representados en los mapas esqueméticos que acompaiian a esta seccidn. De las tribus del Sobat, los low permanecen en el interior el mayor tiempo posi Die y en wn aiio de sequia pueden quedarse en el interior durante toda la estacién seca, y recurrir a Ios estangues pro: fundes, algunos lo suficientemente grandes como para que se les pueda llamar lagos, como Muot tot, Muot dit, Fading, Fadoi, Gwongawong, Yollei, Tepjor y Nyerol. Si se ven forzados a abandonarlos, la seccién primeria gun se traslade al norte hacia fl Sobat y al suroeste hacia Jas lanuras inundacas del Bahr el Zeraf, en la regidn de los twie dinka, y la seccién primaria de Jos mor se trasiada al nordeste, hacia el rio Nyanding, y al 5 Thang (Loo Po ws Oks aoe % & eS Gen] Be, ‘Mapa esauemitico que muestra Ia distribucién de ts secciones tribaies jikany ‘flentales (las flachas te drigen de las zonas de aldeas 2 los campamentes de la festacion secs) (segun C. L. Amstrong] ‘este, hacia el Geni y el Pibor. Antiguamente, era frecuente que se produjeran luchas, si los lou se trasladaban a aquellos em plazamientos de campamentos, porgue las orillas del Sobat es- faban en manos de los blaak dinks, mientras que los anuake y Jos beir les disputaban su ocupacién del Geni y del Pibor, y su traslado al suroeste era un sllanamiento de los pastizales dinka Ni siquiera las partes rectas més bajas del Nyanding pertenecen a los lou, sino a los gaajok. Probablemente sea ésa la razén por la que solo se trastadaban a aquellos Tugares, cuando era absolutamente necesario. Los jikany orientales no tienen tanta necesidad de trasiadar: se como los lou, No obstante, todos ellos recurren a los rios 0 fa los pantanos, antes de que la sequia haya avanzado mucho. Las tres secciones primarias de los gaajok se trasladan de Ja siguiente forma: las secciones nortefias thiang (kang y lony) van al rio Daga, mientras que Ja secciOn surefia thiang (tar) y las secciones reng, nyayan, wan y cany acampan a orillas de los los Baro, Jokau, Adore y Makwal, en Etiopia principal mente. Las tres tribus del rfo Zeraf recurren al Bahr el Jebel y al Bahr el Zeraf y a los arroyos que desembocan en dichos rios, como lo muestra el croquis de Lewis. Los gaawar, que viven en 6 RUENG DINKA |3) SHILLUK enga ALARA Naslsam YIAN UYilyp. sS LZ 5 one a NYAREWENG & ¥ DINKA Miles, o 0 20 30 Mapa esquemético que muestra fe las tibus Zerat en) receién (indicada por flechas) de traslado fasion. seca (sim Bo A, Lewis) Ia orilla izquierda del Zeraf, pueden construir sus.aldeas en terreno elevado cerea de dicho rio y nc tienen que trasladarse lejos en la época de la sequia, ‘Los nuer occidentales acampan principalmente junto a aro: yos dl interior que no estin a gran distancia de sus aldeas. La 7 primera sect tall de Ia trib tok se concent sobre Iso unto rove Lap, depts, onto ei Cay anses fos los cuales enlazan con el Bahr el Ghazal, Los dok acam. pan eta deestanaues ls cavers de esos te mero ny cocina so tsladan a fos Paces teas suillas del Bahr el Ghazal. Sin dar otros detalles, gue weeds. deramente no podria dat, sobre Ia disposicién de Jos nuer occi- Uden oni Etc seca, potemos Sens one aceajeene menos que It mayoria de Tas tvibus orientales, especialmente sari iferentes aldeas y secciones tienden a trastadarse hacia la misma época y a visitar los mismos estanques cada ait, e el tiempo y el lugar y, hasta cierto punto. ol grado de’ concen, tracién varfan segiin las condiciones climaticas, Sin embargo, los campamentos principales de la estacién seca suelen instalarse aualrente en fos mismos lugares, Cuando empieran tas Having en mayo, los mayores regresan a las aldeas para preparar reno para ia siembra y en junio Seles uned all fos wiachachos y muckachas, que traen el ganado consigo, Cuando regresan los més jévenes, levantan todo el campamento el mismo dia y con. ducen el ganado hasta su aldea haciendo los menos altos post bles. En cambio, el traslado desde las aldeas hasta los campa: inentos, se realiza de forma menos concertada y repentina. Los miembros més jévenes de dos o tres familias forman un campa. mento pequiefio, después de haber quemado las hierbas en no- viembie, cuando y donde les partes. Varios dias después, pie. den unites a ellos otros miembros mayores de la misma aldea, 0 ede ser que éstos formen un campamento apacte. Todavia hat algo de agin y algunos pastos en los emplacamientos de las ak deas y‘sodavia hay trabajo por hacer en las huertas y en los hoga. res. De modo, que, mientras que los campamentos se convierten en aldeas de un dia para otro, as aldeas se convierten en cam. pamentos més despacio, Para la época de plena sequia todos estén en el cempamento y las aldeas estin silenciosas y desiertas. _fisir pues, el aflo se compone de una temporada en las aldeas _ ¥.de orra en los campamentos, y Ia temporada de campamento fe divide en Ia primera parte de I estacon seca, cuando los jo venes se trasladan de un campamento pequefio a otro, gunda parte de la estacién seca, cuando todos estén ome eeds en grandes campamentos jumto a corrientes de agua permanentes, _ que no abandonan hasta que regresan a sus aldeas, i: ‘78 3g mm Los nuer se ven obligados a vivir en aldeas para protegerse de tas inundaciones y de los mosquitos y para dedicarse a la agricul: tara y se ven forzados a abandonatlas por la sequia y la arided de la vogetacion y para dedicarse a la pesca. Voy a deseribir muy brevemente dichos campamentos y aldeas. | ‘Algunas tribus tienen emplazamientos més ricos que otras, Los lou y los jikany orientales son especialmente afortunados en coe centido, pero en Nuerlandia occidental, a pesar de que existen muchas colinas idéneas, la regiGn queda mas inundada y existen pocas zonas elevadas, de cualquier tamafio que sean, excepto, poF To que observé, entre secciones de las tribus leek y dok, que son mas présperas que las tribus situadas en Ia zona intermedia. 'El emplazamiento para una aldea requiere no silo espacio para construir, sino también para pastos y para cultivos. Muchas ideas estén encaramadas en montecillos (Ilustraciones ‘VII y XVI), cuyas superficies son acumulaciones de detritos, junto a Fos que tienen orillas en Ia erccida, y el ganado pasta en sus faldas o en un bosque de endrinos cercano, donde también se cul- tivan huertos. Lo mas habitual es que las viviendas se extiendan alo largo de las lomas arenosas (Ilustracién VI y VIII) en una extension de una milla de largo y de varios centenares de yardas de ancho, emplazamientos que permiten una mayor divisién espa- tial entre ellos, y los huertos se alinean a su espalda por detras J los pastizales por delante. En algunas partes de Nuerlandia, Especialmente en las iribus privilegiadas que he citado, extensio- hee de terreno mas elevado, en algunos casos de varias millas de superficie, permiten construir en cualquier sitio, excepto cerca de las estrechas depresiones que las atravicsan, y pequefios gru- pos de casas aparecen salpicadas aqui y allé, rodeadas y sepa Tadas por sus plantaciones y pastizales. Los nuer prefieren vivir én esa mayor intimidad y no muestran inclinacién por la autén- tica vida de aldea. "Al construir sus aldeas en terreno elevado, los nuer y sti gana. do se mantienen por encima de la inundacién que se extiende por todas partes debajo y consignen clerta proteccién con respect a los enjambres de mosquitos que se crian en el agua estancada, En Nuerlandia occidental vi diques de barro bajos al pie de las Tomas ocupadas para contener el agua en afios de inundaciones fuertes. Como construyen siempre en los puntos mas altos, Ins Tluvias torrenciales que caen diariamente desde junio corren por las faldas, de modo que los suclos duros de Jos corrales se secan pronto, Por la Ilustracién XTV, tomada desde debajo del toldo fe mi tienda durante un chaparrén moderado de agosto, puede 9 apreciarse lo terrorificas que son dichas lluvias, yen la Hustra- cién XII, que muestra una plantacién de mijo, en un nivel mas elevado que Ja llanura, en octubre, puede verse cémo inundan todo menos los emplazamientos de las aldeas. En una gira por Nuerlandia occidental en octubre de 1936, afio bastante seco, durante diecisiete dias caminamos casi continuamente por ua terreno que tenia varias pulgadas de agua, aparte de que tuvimos que eruzar muchas depresiones profundas. En algunas partes de las zonas lou y jikany oriental, especialmente en a gaajak, construyen en pleno bosque de endvinos, pero por lo general los nuer prefieren construir sus aldeas en terreno abjerto, aun en los casos en que haya un bosque cerca, porque su ganado esta mejor protegido de las fieras, de las plagas de insectos y de la humedad, y, parece ser, porque el mijo no erece tan bien en zona boscosa. También parece ser que la construccién en terreno abicr- to inmuniza contra las termitas. Una vivienda nuer consta de un establo para el ganado y de cabaiias. Sus establos son de tal tamafio y estan hechos con tal destreza, que han provocado Ia admiracién de todos los viaje- ros. Puede verse su forma, y el aspecto de las cabafias, en varias iustraciones, y su modo de construccién aparece perfectamente retratado en la fotografia de Corfield (Ilustracién XVIID). Sélo hay que explicar que los techos estan sostenidos por troncos de Arboles, colocados en posicién vertical dentro de los establos. Tanto éstos como las cabaitas estén hechos con juncos y argama- sa, si bien en Nuerlandia occidental, donde hay menos bosques, para los cabrios se utilizan haces de tallos de mijo. Las construc. iones y reparaciones suelen hacerse a principios de la estacién seca, cuando hay gran abundancia de paja para techar y sul mijo para que no falte cerveza a quienes ayuden en el trabajo. Durante la estacién de las Huvias, erigen vallas desde los establos a ambos lados del corral y alrededor de las cabanas para controlar los movimientos del ganado e impedir que ensucien las viviendas y dafien a las cosechas (Ilustracién XVII). Todos los miembros de una aldea tienen derecho a los pastos y al uso de la hierba, cte. Con frecuencia las familias trastadan su Ingar de residencia de una parte de Ia aldea a otra y de una aldea a otra y, en el caso de aldeas pequcfias, si se han producido muchas muertes, si el ganado no esta saiudable, si ha habido rifias dentro de Ia aldes, © bien los pastos y cultivos estan agotados, puede ser que toda la comunidad de Ia aldea se trasiade a otro emplazamiento. Al cabo de diez afios aproximadamente, tanto los pastos como los huertos dan sefiales de agotamiento en las colinas mas peque- fias, y al cabo de cinco afos hay que volver a construir nuevos ‘establos y cabafias. 80 4o En los campamentos de Ia estacién seca, los hombres duer- men en recintos rodeados por paravientos y las mujeres en ca- bafias en forma de colmenas, 0 ambos sexos en estas dltimas. Esos Fragiles refugios se levantan a varias yardas de distancia, del agua, generalmente en semicirculo o en lineas dando la espal- da al viento predominante, y su construccién es sencilla, pues consiste en formar una masa compacta con rafces de hierbas 0, fen ocasiones, con tallos de mijo e introducirlas en una fosa estre- cha para formar pantallas que protejan del viento, y en jun- tar y pogar con excrementos por fuera las bierbas ‘para hacer cabarias (Ilustraciones XV [a], XIX [a] y XXI [b}). Todo el es- pacio incluido dentro de Ja pantalla que protege del viento se cubre con un Iecho de cenizas sobre el que cuermen los hombres en torno a un fuego y las aberturas estén situadas frente al corral. En caso de que no iengan intencién de pasar mas de unos cuan- tos dias en un emplazamiento, suelen dormir al aire libre y no se molestan en levantar paravientos ni cabafias, Esas sencillas viviendas pueden levantarse en unas horas. Vv Otra circunstancia que determina los desplazamientos de los nuer es Ia abundancia de insectos, que es una amenaza siempre presente, pues las picaduras de-las moscas y de las garrapatas no dejan ni um momento de descanso desde =! amanecer hasta cl anochecer al ganado y éste acabaria muriendo de las molestias, si suis amos no le dieran alguna proteccién Los mosquitos pululan en la estacién de las Huvias, y hacen estragos terribles desde julio hasta septiembre, meses en que, tan pronto como se pone el sol, hombres y animales tienen que refugiarse en cabafias y establos. Cierran herméticamente las puer tas de Jas cabafias, obstruyen los respiradzros y enclenden fue- gos. En el centro de Ios establos, que albergan al ganado, arden grandes hogueras de excrementos que los Henan con un humo tan denso, gue ni siquiera puede verse el ganado, Los jévenes duer- men en plataformas situadas sobre las hogueras y, si disminuye él espesor del humo —las puertas estén cerradas, pero se escapa a través del techo de paja—, bajan a apiar més combustible. Con esos procedimientos consiguen proporcionar algdn:descan- so a Jos animales durante la noche. Al final de la estacién de Jas Huvias, cuando el ganado esta todavia en las aldeas, sus amos Jo dejan en Jos corrales hasta que van a acostarse, momento en que lo encierran en los establos para protegerlo de los leones. 81 En esa época no hacen hogueras tan altas, pues los mosquitos molestan menos, dado que no hay agua acumulada en la super: ficie, ya se ha cortado el mijo y se han segado las hierbas a ras de tierra. Posteriormente los hombres que permanecen en las ak deas, mientras los demas van a los campamentos, suelen cons truir paravientos en los corrales para protegerlos del viento y pasan la noche al aire libre con las vacas que hayan quedado en a aldea, En la estacién seca, no hay mosquitos salvo en las cer- canies de estangues y pantanos y, ni siquiera a proximidad del aga, molestan tanta. en lox meses de enero a mayo, de modo que les manadas pueden dormir al aire libre. No obstante, estan rodeadas por cabafias en Jas que duermen sus amos junto a hogueras de excrementos de las que se eleva humo a ambos Iados para envolver el campamento. tra plaga desagradable es el tébano. Resulta ser estaci nal, pues abunda en los dias nublados desde mayo hasta julio, aunque a veces aparece en otras épocas del afto. Los tébanos atacan al ganado por las mafianas y lo acompafan hasta los pasios, donde a veces Jo pican tan ferozmente, que a veces tienen gue devolverlo, cubierto de sangre, al campamento, donde eu. cienden hogueras de excrementos para protegerio. Esos dias et ganado no puede pastar, a intervalos, durante més de dos o tres horas. Otra mosca que pica, Ja stomoxis, abunda durante todo el afio, y se hace notar especialmente en la estacién seca y al principio de la de las Muvias. Probablemente sea esa mosca la responsable de Ia presencia de la tripanosiomasis en algunas partes de Nuerlandia, especialmente entre los jikany orientales, al transmitic los tripanosomas directamente en sit probéscide de animal en animal, pues la mosca tse-tsé no se da en Nuerlan- dia, excepto, quizas, en sus limites orientales, si bien los nuer conocen perfectamente su caricter Ietal. Existen otros insectos gue molestan al ganado, pero no se sabe si alguno de ellos transmit alguna enfermedad en esa latitud. De ellos podemos citar Ia garrapata de ocho patas, que los nuer quitan det cuerpo de sus reses, al regresar al campamento al atardecer, aunque no de forma suficientemente frecuente o sistematica; un insecto Hamado tharkwac, del que dicen que vive en los cuerpos de las reses, aunque sus picaduras no les hacen sangrar; una mosca Tamada miek; y la mosca negra comin, que tiene el aspecto de la mosca de nuestras casas, que molesta mucho a las mama- das cuando hace calor, pues parece ser que Ia humedad y el frio acaban con ella, A’ veces las hormigas obreras rojas infes: tan los establos, de modo que hay que trasladar al ganado, mientras se espolvores el suelo con cenizas, pero son raras en Nuerlandia, Los nuer se encuentran indefensos frente a la ma: yorla de Jos insectos, aunque indudablemente el humo los man- tiene alejados hasta cierto punto. Por mi propia experiencia, puedo decir que en Nuerlandia se ve uno atormentado constantemente por insectos, especialmente por la mosca negra comin y por el mosquito. Es’ evidente que el ganado sufre considerablemente de sus atenciones y es indu. dable que esa irritacién constante reduce su vitalidad y afecta a sui produccién de leche, pues raras veces pueden descansar verdaderamente. En esas citcunstancias dan muestra de una, resistencia y una paciencia extraordinarias. Como varias especies de mosca tse-tsé en el sur de Sudén transmiten tripanosomas patéigenos al ganado, es una suerte para los nuer que no se den en su regién. No hay duda de que esa inmunidad se debe a la ausencia de bosques urabrosos, que probablemente se deba, a su ver, a las inundaciones principal mente y, en parte, al hecho de que los nuer queman los campos. La abundancia dé mosca tse-tsé en el cinturdn de bosque que se extiende a lo largo de las estribaciones de Ia escarpa etiope ha impedido a los nuer extenderse mas lracia el este, pues esta claro que una de las-razones de su. evacuacién de Anuaklandia fue Ia pérdida de ganado. En relacién con Ja mosea tse-tsé los nuer ocupan, en stt territorio actual, una posicién mas favorable que Ia mayorfa de los pueblos del sur de Sudan, Otra consideracién de gran importancia es Ia presenci muchos organismos microsedpicos que causan enfermedades a os hombres y al ganado. Este no es un tema sobre el que po- damos decir mucho. No obstante, en relacién con dl ganado po- demos decir que sufre de muchas enfermedades diferentes y que Jos nuer suelen disponer de algiin tratamiento fara ellas, st bien podemos dudar de que tenga demasiado, o el mas minimo, valor terapéutico. Las dos enfermedades contagiosas mas graves son Ja pleuroneumonia bovina, que algunos afios causa gran mor- tandad en las manadas, y Ia ictericia hematirica. Esta altima entrd en Sudan no hace mas de cincuenta afios y los nuer cali fican el periodo anterior a auc aparccicra, junto con los inva- sores arabes, cuando se iniciaba el grupo de edad boiloc, de «la vida del ganado», Una vez que ese azote ha atacado al ganado, no disponen de medio para combatirlo, pero saben que 2 una manada contagiada hay que aislarla, Ahora estén tan acostum- brados a eso, que en Ia estacién seca, cuando més abunda, suelen tomar la precaucién de dividir su manada, y de colocar las reses en campamentos separados, de modo que, en caso de que brote en una parte de Ia regién, pueda librarse el ganado situado en otra parte, Saben que una res que se recobra de Ia enfermedad queda inmunizada contra otros posibles ataques, razén por la que su valor aumenta, pero también saben que sus crias no dis- frutardn de la misma inmunidad. La sefiorita Soule me ha dicho. 83. que los nuer aseguran ser capaces de decir si un animal ha pade- cido ictericia hematiirica mediante el procedimiento de raspar la punta de los cuernos y observar el color que presentan por deba-~ jo de la superficie, Sies blanco, el animal est4 inmunizado. A pe- ‘sar de verse amenazados por el hambre en los afios en que recae sobre ellos ese castigo, los nuer hacen frente a ese azote con resignacidn ¢ indiferencia La ictericia hemattirica ha causado y sigue causando estragos terribles en las manadas. No podemos calcular exactamente cué- lea han sido los cambios sociales resultantes de asa alteracién del equilibrio ecolégico ni su extensién. Como Ia compensacién matrimonial que se paga por las esposas consiste en ganado, debe de haber habido durante algiin tiempo una enorme distocacién en los planes matrimoniales, pero actualmente se ha conseguido Ia estabilidad mediante la disminucién de la éantidad de ganado que hay que pagar. No parece que se haya Hegado a una nueva evaluacién en las negociaciones sobre homicidios, en las que no existe Ia misma buena voluntad entre las partes que en el caso del matrimonio, y parece ser que hasta la actualidad se ha recla- mado el mismo precio por la muerte de un hombre, a pesar de que los nuer reconocen que las cantidades que se pagan por le esposa y por un homicidio deberian aumentar y disminuir simul- téneamente. No podemos hacer ninguna afirmacién precisa sobre esa cuestién, pero es probable que las vendettas (feuds) resulta. ran menos faciles de resolver que anteriormente y que, en con- secuencia, las relaciones tribales resultaran afectadas. También podemos suponer que la disminucién del ganado haya provo- cado un descenso general del nivel de vida, pues Jas condiciones climaticas no permiten una compensacién adecuada dedicando mas trabajo a la agricultura. Indudablemente, los nuer plantaron més mijo que antes, pero debieron de sufrir un descenso en su provision total de comida y, ante todo, en seguridad, En una seccidn posterior vamos a ver que los nuer no pueden vivir de luna economia puramente agricola, como tampoco de una econo- mia puramente pastoril, al menos desde la introduccién de la ictericia hematirica. Tienen que tener una economia mixta y sélo hasta cierto punto pueden compensar un aspecto con el otro, Los nuer intentaron reparar sus pérdidas mas que nada mediante amplias imcursiones contra sus vecinos dinka, con lo que les transmitieron sus propias pérdidas de ganado. Sabemos, que los nuer hacian incursiones contra los dinka ya antes le que la ictericia hemattirica apareciera en la regién, pero es probable que sus relaciones se hayan visto afectadas por el mayor estfmu- Jo para la agresin. Podriamos observar otros efectos probables, especialmente en las relaciones de parentesco, pero sélo pode- 4 mos conjeturar su importancia, por lo que limitamos nisestras especulaciones a unos pocos de los que podemos suponer que han cocurrido en la economia y en Ia vida politica nuer. v En el capitulo I hemos observado que para existir, Jos nuer tienen que utilizar una economia mixta, dado que sus manadas no es proporcionan una alimentacién suficienie. En una seccién posterior vamos a ver que muchas veces su cosecha de mijo es pobre e insegura. Por esa razén, el pescado es un articulo alimen- ticio indispensable, y la biisqueda de él influye en los desplaza- mientos estacionales. Los rios estén lenos de peces de muchas especies comes. tibles que completan en gran medida la dieta de los nuer en la estacion seca y les permite sobrevivir en afios en que fallan las coscchas 0 hay epidemias en las manadas. Al escoger los empla- zamientos de los campamentos, tienen tanto en cuenta las opor- tunidades para pescar como el agua y los pastos. A pesar de ello, los nuer no se consideran a s{ mismos pescadores, y desprecian pueblos como los shilluk que, segtin dicen, viven principal- mente de la pesca y de In caza de hipopétames. A pesar de esa in- sinuacién de superioridad, los nuer disfrutan pescando y la sen- sacién de bienestar que una dieta enteramente de pescado les proporciona. Podemos calcular la enorme cantidad de pescado que deben de capturar en plena estacién seca por el hecho de que a lo largo del Baro y del Sobat se pueden ver campamentos de pescadores sin ganado (kal), en los que, exceptuando una pe. quetia cantidad de grano, la leche de cabra y alguna fiera oca- sional, sus ocupantes viven exclusivamente de pescado durante varias semanas. Se trata de gente pobre que o bien no tienen ganado 0 bien sélo tienen una o dos vacas que han dejado a cargo de sus parientes mas ricos, pues ningtin nuer viviria separado de su ganado pndiendo evitarlo, y se ven despreciados por ser de origen anuak o balak dinka. Algunas tribus nuer pescan mas que otras, segin sus oportunidades. Asf, por ejemplo, la regién Jou tiene poca pesca en comparacién con la de los jikany orien- tales, que tiene una red de canales. Las tribus y las secciones iribales conservan celosamente sus derechos de pesca, y las per. sonas que desean pescar en grandes cantidades en un estanque tienen que obtener primero el permiso de sus propietarios, si no desean provocar peleas. Las inundaciones estacionales, debidas al aumento y descenso 85 42 del caadal de os rios y al cardcter ano de Ia regién, son Tas que permi:en a los nuer capturar pescado en tan gran cantidad, pues éste se ve arrastrado desde los rios, donde est poco accesible fa los sencillos métodos dé pescar de los nuer, a los arroyos y Tagunes, en los que es mds vulnerable. Los mejores meses son noviembre y diciembre, cuando el caudal de los rios empieza a bajar y a secar los arroyos y las lagunas, que se pueden obstruir en los puntos adecuados y los peces quedan apresados al inten- tar seguir corriente abajo. La pesca desde los diques suele ha- cerse generalmente de noche, encendiendo hogueres detrés de Jos pescadores, quienes fijan la atencién en una linea de mimbres colocada corriente arriba desde el dique y arrojan sus Janzas hacia cualquier punto de Ja linea en que los peces revelan su presercia al chocar con los mimbres. Mi amigo, el difunto L. F. Hame:, quien tomé la fotografia reproducida en Ia ustracién XXII (a), hacia Ia salida del sol, calculd que desde un dique se capturaban perfectamente cuatrocientos peces en una noche. A medida que descienden las aguas, bajan los diques. ‘Amedida que avanza la estacidn seca, gran cantidad de peces quedan aprisionados en 10s lagos y lagunas sin salida, y, a me- ‘dida que se van secando, se ven reducidos a una extensién de ‘agua cada vez menor y los pescadores los matan usando lanzas con pias y arpones largos (Ilustraciones X y XXII [6]), y, al final ce Ia estacién seca, mediante batidas en las que pueden usar también garfios y trampas en forma de bolsa. La pesca es pro- ductiva de forma bastante uniforme a Jo largo de Ia estacion seca, y su rendimiento aumenta un poco en el periodo de las batides y vuelve a alcanzar un punto maximo al comienzo de la estacion de las Iluvias, en abril y mayo, cuando el caudal de los rfos empieza a subir y a conducir a los peces a los bajfos, donde resulta fécil atraparios con lanzas por entre las cafias y las hhierbes. Los nuer pescan muy poco —con lanzas en lagunas oca- sionales— después de haber regresado a sus aldeas, pues éstas sueler, estar en el interior, lejos de los rios, y los arroyos son demasiado profundos y estin demasiado infestados de cocodrilos y no animan a pescar. También, el agua de las inundaciones dis- tribuye los peces por grandes extensiones y la yegetacién de los pantanos los protege. Los nuer cuyas aldeas estén en las orillas de ries anchos pescan a veces desde piraguas formadas por un tronco de arbol hueco (Itustracién IX) con arpones largos, pero los nuer disponen de poquisimas piraguas buenas —y éstas las than canjeado o robado a los anuak—, pues carecen de Ia made- ray ce Ja habilidad para fabricar otra cosa que sus embarcacio- nes hechas de troncos de palmera y sicomoro toscamente quema- dos por dentro, 86 Fig. 10 Instrumentos paca alrzet a Tos peces rer son buenos lanceros, pero, aparte de es0, no son ose or unlonon Excepto pecesocasionales Tos que pescadores muy ingeniosos. Es es a Tos ae atraviesan con asombrosa rapider desde las proas de las piragut ton arpones * lanzas, cuando saltan suben a la superticie, los nuer nufica ven su prese, sino que o bien arrojan sus lanzas al azar en lugares apropiados entre hierbas y cafias o bien eolo- Rin hierbas y mimbres para indicar la presencia de Jos peees Un mito cuenta que una ver, hubo un tiempo en que todos los peces eran visibles para el ojo bumano, pero que después Dios fos hizo invisibles en el agua. La principal arma muer es la lata con pias, si bien usam con mucha frecuencia el arpén, Cuando pescan eft los bajfos con Janzas, rermueven el agua con una bole te cordel o con la concha de un caracol gigante atada a xn palo (Fig. 10) para atraer 2 los peces. Comen el pescado asado 0 co- ido. 93 87 vi Nuerlandia es muy rica también en caza, aunque los nuer no explotan esa fuente de comida por extenso. Hay grandes manadas de jacas y de tiangs; también abundan otros antilopes, y bila- Jos, elefantes e hipopétames. Los muer comen toda clase de ani- males excepto los carnivoros, los monos y algunos de los roedo res mas pequenos y las cebras, a las que matan por su piel y su cola en el sur de Ja regién lon, por Ja que endan errantes en Ta estacién seca, Los leones abundan, especialmente al oeste del Nilo, y constituyen una seria amenaza para las manadas, pero los, nuer s6lo los matan, igual que a los leopardos, con cuyas.pieles se cuibren los jefes, en caso de que ataquen al ganado en los co- rrales 0 en los pastizales, cosa que ocurre con frecuencia, espe- cialmente al comienzo dé la estacién seca. Raras veces salen a carar, excepto gacelas y jirafas, y sélo persiguen a las que se dacercan a sus campamentos. En realidad, no se los puede con dlerar como eazadores sagaces ¢ incluso podemos decir que cor sideran ese deporte con cierta condescendencia, pues, en su op nién, s6lo Ia ausencia de ganado incita a un hombre a practi carlo de forma que no sea puramente casual. Sus rebaiios y manadas les proporcionan carne, y probablemente eso explique en parte su falta de interés por la caza, si bien hay que relacio- nar ésta con Ja naturaleza de su regidn, pues sus lanuras abier- tas ofrecen pocas oportunidades para sacar provecho de la ceaza con lanza Los nuer rechazan toda clase de reptiles excepto el cocod: y la tortuga, Las avestruces, las avutardas, los francolines, las pintadas, los gansos, los patos, los trullos y'otras aves acusticas abundan, pero los nuer consideran vergonzoso que los adultos Tos coman y, excepto en épocas de escasez grave, lo mis proba- ble es que sdlo los nifios, los pobres carentes de ganado y algiin anciano los coman y, atin asi, raras veces y en secreto entre la ialeza, No tienen aves de corral domesticadas y dan muestras de repugnancia especial ante la idea de comerlas. Tampoco co- ‘men huevos. No comen insecto alguno, pero recogen la miel de las, aba salvajesdesputs de quemar las Wievbas en diiembre y en enero y © bien Ta comen entre los arbustos o bie: er clandola con gachas. Hee Ta tinea tribu que posee mas de uno o dos rifles ocasiona, les es Ia de los gaajak orientales, que los consiguen en Etiopia Los nuer eazan con perro y con lanzas, y dependen de su agili- dad, resistencia y valor. Asi, pues, en la estacién de las lluvias es imposible cazar, pues no s6lo la exuberante vegetacién impide perseguir a los animales, sino que, ademés, éstos pueden escoger 88 44 su terreno, pues por todas partes existe suficiente agua y pastos. fn plena estacién seca, se ven obligados a beber en los mismos cestanques, lagunas y ensenadas de los rios que los hombres, y. fa region desnuda y seca permite cazar al descubierto, pues, excepto cuando rasixean a las jirafas, los nuer cazan.a Ja vista J no rastreando, Sélo las gacelas, a las que los perros acosan, } los bifalos, que prefieren atacar a huir, pueden ser apresados for uno o dos hombres, A otros animales, como los tiang, jacas } el gamo solo los matan cuando se acercan al_campamento } muchos jovenes pueden cortarles el paso, En el Sobat les vi tnatar a varios animales rodedndolos por el lado de tierra y con- Gucigndolos hacia las cafias, donde su tnica escapatoria era hadar por el rfo. En esa zona, y quizs en todas, los nuer, acu Giados por el hambre, abandonan el campamento después de Jas primeras Hluvias intensas para buscar las huellas de las jirafas y perseguirlas incansablemente hasta que las aleanzan. Eso sélo 2s posible en la época de las primeras Huvies, cuando Tos ani- tales todavia tienen que acercarse a los campamentos para beber, mientras sus anchas pezufias se clavan en la tierra blanda y disminuyen Ia velocidad de sus desplazamientos. Los nuer, %specialmente los del rfo Zeraf, tienen fama por su valor y des: treza para cazar elefantes, a los que rodean y alancean en grupos numerosos. De modo, que la forma de cazar de los nuer presenta las mismas caracteristicas de sencillez ‘que su método de pescar. Usan poces artificios y, excepto la trampa con una rueda cubier- ta de puias, ningin procedimiento mecénico. Usan dicha trampa Ios dinka famigrantes en la mayoria de Tas zonas de Nuerlandia y Jos nuer lou, quienes, a pesar de todo, la consideran como un artificio dinka y, por esa raz6n, tienden a despreciarla por consi derarla indigna de hombres poseedores de ganado, pero admi Sible en el caso de personas pobres que gracias a ella pueden Conseguir carne € incluso ganado, pues el pelo de jirafa es muy apreciado para los collares, como los que pueden verse.en. los huer que aparecen en muchas de las ilustraciones de este libro (especialmente en las Tlustraciones 1 y XXVIII [b)). Esa es Ja razén por Ia que encontramos a algunos miembros de wn cam- pamento colocando trampas, mientras que los demas se abstie- hen de hacerlo. Las colocan en torno a Jos estanques de beber al Final de la estacin seca 0 al comienzo de Ia de las Huvias, cuan- do el agua de Ia superficie es todavia limitada y el suelo no esta todavia suficientemente mojado para pudrir los lazos de. cuero. En 1930 capturaron en el Sobat gran cantidad de jirafas me- diantes trampas con ruedas cubiertas de pitas, pero parece ser que fue un afio excepcional. Raras veces cavan los nuer hoyos para 89 capterar animales de caza y slo se encuentran en los limites de les tribus dinka, y la practica de quemar los trechos de hierba que hayan sobrevivido a Ia quema anual para cazar Jos animales alanceéndolos 0 golpedndolos, cuando huyen de las lames, es muy fortuita, En la estacién seca, en Nuerlandia occi- dentzl, y probablemente en otras zonas, aunque no en el Sobat, Jos hombres cazan con arpones los hipopétamos a lo largo de Jos restros que conducen a sus pastizales nocturnos. No obstante, Ja cara del hipopdtamo no esta considerada como una practica nucr, sino como una costumbie shilluk y de algunas de las tribus “dinke; e incluso en las zonas en que los nuer los cazan se dice “que s2 trata exclusivamente de hombres que poscen poco ganado. Podemos concluir diciendo que la caza no proporciona demasia- da cerne a los nuer y que no la tienen en demasiada esti ‘como deporte. oe vi de mayoria de los alos, los frutos salvajes, las semillas y Ia raices no son un artfculo importante en la dieta nuer. Su regi6i sélo Jos adatiles salvajes» (Balanites aegyptiaca), que se encuen- tran én trechos ocasionales hacia el oeste del Nilo y en zonas més exterisas hacia el este, proporcionan mucha comida. Los frutos maduran de enero a mayo aproximadamente y los nuer comen tanto las pepitas como la dulce pulpa que las cubre. También co: men otros frutos, sobre todo los nifios. Los muchachos iniciados yechaan la mayoria de ellos, Las semillas y raices de los nentifares (Nymphaealotus), que se encuentran en los estanques y en las Jagunas a comienzos de Ja estacién seca, son muy apreciadas. Recogen las semillas del «arroz salvaje» (Oryza Barth) y usan tuna serie de plantas salvajes que crecen en los emplazamientos de las aldeas para condimentar las gachas. En afios de escasez prestan mucha mayor atencién a la cosecha salvaje. En esos casos los

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