Profeta Jeremas El profetismo est unido ntimamente a la historia de Israel. Veamos lo con ms detalle:
El primer profetismo de Israel fue el nebsmo exttico del tiempo de
Samuel, que coincide con la crisis poltico-religiosa que provoc el nacimiento de la monarqua, tuvo por misin proclamar la presencia del ruaj de Dios en medio de su pueblo por medio de su testimonio. Adems, estos grupos profticos extticos hacan frente con energa a la fuerte corriente cananeizante que empieza a surgir, pues eran unos celosos yahvistas, al igual que los Nazareos (Am 2,11) y los recabitas (Jer 35). El profetismo oracular o clsico acude en respuesta a la tentacin de relajacin sincretista que Israel sufre al contacto con los santuarios paganos de Canan. Adems la figura del rey como mediador entre el pueblo y Dios peda un rol nuevo que pudiera pedir cuentas al rey y este era el profeta (cada rey tuvo sus profetas). A esto hay que aadir los desequilibrios sociales y econmicos que trajo consigo la sedentarizacin y el surgimiento de una nueva clase social (los funcionarios del rey) econmica y polticamente ms fuerte que hicieron necesaria la presencia de los profetas para mediar ante el rey de las injusticias que sufra el pueblo de Dios. Curiosamente los profetas a partir del siglo VIII adquieren tambin una misin de lo que podramos denominar poltica exterior, pues sus predicciones tambin afectan a las potencias extranjeras que van desfilando por la historia general del Medio Oriente Antiguo. Los profetas estaban dotados de una gran sensibilidad para percibir en los acontecimientos vulgares de la vida y de la historia la voz de Dios y escrutar as los signos de los tiempos. Si partimos del hecho de que la revelacin bblica es fundamentalmente histrica -es decir, Dios se revela a los hombres a travs de sucesivas intervenciones en la historia del pueblo elegido- se hace necesario que esas intervenciones no pasaran inadvertidas y para descubrir todo su alcance teolgico, Dios suscita a los profetas, hombres dotados de una clarividencia inspirada para descubrir la accin divina en la historia y poner voz al mensaje trascendental de los acontecimientos. Porque no hace nada el Seor sin revelar sus designios a sus siervos los profetas (Am 3,7)