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DE
INGENIERA CIVIL
EDITORIAL
Ao tras ao, la realidad hdrica en el Per nos muestra cifras ms alarmantes en su disposicin y
ms an, en su administracin.
Antes del impacto del Fenmeno del Nio en el Per, segn datos de la Superintendencia Nacional
de Servicios de Saneamiento (Sunass), ocho millones de personas carecan de servicios de agua
potable y alcantarillado. Esta cifra nos muestra el grado de desatencin de parte de nuestras
autoridades por tener o desarrollar una poltica de distribucin de este recurso elemental para todos
los seres vivos, a pesar del crecimiento econmico que se dio durante este tiempo.
Una persona necesita mnimo 50 litros de agua al da para beber y asearse, segn la Organizacin
Mundial de la Salud (OMS). Pero mientras a algunos les sobra, a la mayora le falta. Por ejemplo en
el 2011, en el distrito de Lurigancho-Chosica el consumo promedio de agua era de 15,2 litros,
mientras que en San Isidro se gastaba 447,5
litros.
Un estudio, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dice que
el Per es el pas latinoamericano con mayores niveles de desigualdad en cuanto al acceso al agua
potable en el hogar. Otra consecuencia que nos trae la mala distribucin de este recurso, es que
este dficit hdrico obliga a las personas a recurrir a fuentes de agua no aptas para el consumo
humano.
IRRIGACIONES
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PER FACULTAD
DE
INGENIERA CIVIL
Ante estos problemas, se debe desarrollar un ptimo plan de distribucin de este, por lo cual es
imperativo la coordinacin entre todas las autoridades correspondientes, y se atiendan las
necesidades de todos los sectores del pas.
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