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La verdad mediante el relato de un testigo presencial, nos hace repensar la importancia que tiene
fortalecer la idea del deber de memoria como elemento esencial de conformacin de una identidad que
nos permita construir un pas distinto, donde la educacin sobre derechos humanos es fundamental.
En los 80 Chile estaba atravesado por la violencia, sta se viva desde una doble realidad; por un lado, la
del poder del Estado al mando de militares que se hicieron del poder por la fuerza en septiembre del 73,
difundiendo desde entonces miedo y terror como dispositivos de gestin social. Por otro, una sociedad
dual organizada en una misma lnea diferenciada, una compuesta por movimientos sociales, estudiantes,
familiares de vctimas de las violaciones a los derechos humanos, organizando mltiples formas de lucha,
recibiendo como respuesta represin directa. La otra encerrada en una burbuja, ignorando lo que suceda,
tal vez usufructuando de la buena situacin econmica conseguida tras haber apoyado un sistema inmoral,
defendiendo toda la estructura dictatorial, inmoralidad que se tradujo por la constante, sistemtica y
masiva violacin de los derechos humanos.
Por qu escribir de Rodrigo y Carmen Gloria? Para no olvidar, para despertar, para entender, porque las
nuevas generaciones necesitan conocer el pasado, las diversas formas de resistencia que adopt un pueblo
que no ces en su afn por recuperar la democracia, porque debemos apropiarnos de un pasado que asusta
pero no deja indiferente, tambin porque vivimos en una sociedad apegada al olvido. Se nos intenta hacer
creer que el camino para una buena convivencia parte por enterrar el pasado reciente, como si fuera
posible olvidar el miedo y el dolor. La memoria individual es manipulada, inhibiendo as toda posibilidad
de rememorar encubriendo el silencio con intereses de afectividad, y la memoria colectiva es rehn de las
distintas fuerzas sociales que luchan por imponer sus propias miradas, impidiendo su vaciamiento.
Este regreso a la memoria rompe el tiempo, lo unifica en un mismo movimiento, un pasado que
aparece como espacio abierto a tantas interrogantes, y un presente que lo constituye
convirtindolo en contemporaneidad inmediata. Es un pasado que se mimetiza en el presente y
nos llama a la accin.