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ESDRAS-NEHEMÍAS

¿
Dos libros? Originariamente se trata de un solo libro, incorporado a
la obra del Cronista. Más tarde sucede la separación, la colocación en
la Biblia hebrea de Esdras y Nehemías antes de Crónicas y la división
de Esdras en dos partes, llamadas primero y segundo libro de Esdras; pos-
teriormente el segundo recibe el nombre de Nehemías, dando así relie-
ve al personaje al asignarle un libro.

Orden de los libros y orden de los hechos. Los veintitrés capítulos


no están en orden cronológico ni en el orden literario original. Se refie-
ren a dos etapas distanciadas por un siglo: la primera repatriación, con la
actividad de Ageo y Zacarías; otra repatriación con la actividad de Esdras
y Nehemías. La primera es capital, porque afirma la continuidad del pue-
blo y de su historia. La segunda es importante para sus protagonistas y
fuente de información fidedigna para nosotros. Es probable que Nehe-
mías actuara antes que Esdras.
579 ESDRAS
Dada la dificultad de restablecer el orden primitivo, proponemos aquí
la reconstrucción que aceptamos como más probable –sin ir hasta los úl-
timos detalles–.
Esdras 1–6: Repatriación en el 538 a.C. 1: Decreto de tolerancia. 2:
Lista de repatriados. Llegada. 3: Construcción de un altar, se reanuda el
culto, fiesta de las Chozas. Preparativos para el templo, se echan los ci-
mientos. 4,1-5.24: Estorbos contra las obras. 5: Se reanudan los trabajos.
6: Dedicación del Templo. 4,6-23: Intrigas contra los judíos.
Nehemías 1–7: Construcción de la muralla. 1: En la corte: malas noti-
cias, oración. 2: Permiso, viaje, inspección nocturna, dificultades. 3: Re-
parto del trabajo de construcción, burlas. 4: Amenazas; los constructores
se arman. 5: Problemas sociales y desinterés de Nehemías. 6: Intrigas de
los enemigos, intimidación y falsa profecía. 7,1-3: Las puertas de la ciu-
dad.
Nehemías 7,4-72; 11–12: Repoblación de Jerusalén. 7: Repoblación
de la capital, lista de repatriados. 11: Continuación de las listas. 12: Lis-
tas de sacerdotes y levitas. Inauguración de la muralla. Resumen.
Nehemías 8–10; 13: Alianza y reformas. 8: Lectura de la Ley. Fiesta de
las Chozas. 9: Liturgia penitencial, oración de Esdras. 10: Renovación de
la Alianza. 13: Reformas de Nehemías.
Esdras 7–10. 7: Esdras recibe poderes del rey persa. 8: Lista de repa-
triados. Viaje a Jerusalén. 9: Matrimonios mixtos: penitencia. 10: Asam-
blea, compromiso y ejecución. Lista.

Fuentes, autor y época. El autor ha utilizado las siguientes fuentes:


Listas de personas y lugares conservadas quizás en el archivo del Templo
o en algún archivo civil; algunas estaban ya incorporadas a las memorias.
Un relato en arameo sobre la reconstrucción del Templo, que el autor re-
coge sin traducir: Esd 5s y 4,6-23. Las memorias de Esdras que abarcan:
Esd 7,12–8,36; Neh 8; Esd 9s; Neh 9s. Las memorias de Nehemías que
abarcan: Neh 1–7; 11–13.
El autor retoca y añade en diversas ocasiones; en general, respeta el
texto original. Y hemos de agradecerle que haya dejado hablar a los pro-
tagonistas.
Para algunos, el autor del conjunto es el mismo de las Crónicas. Por
eso se suele llamar esta obra histórica la Historia del Cronista. Su fecha
de composición más probable es hacia el año 400 a.C. Al interrumpir la
narración con la primera actividad de Esdras, parece considerar que los
años siguientes no habían traído acontecimientos decisivos. Así comien-
za el gran silencio histórico, que se extiende hasta el tiempo de los se-
léucidas.

Mensaje religioso. ¿Qué añade estos libros al mensaje de Crónicas?


Los que separaron este libro de los capítulos precedentes que conocemos
por el nombre de Crónicas, sintieron que con esta nueva página comen-
zaba una nueva era. A nueva era, nuevo libro. Precisamente el interés de
Dios en la historia humana hace posible y real la nueva era. El Señor que
«incitó» a Nabucodonosor al castigo, «suscita» ahora a Ciro para la re-
construcción.
Así se afirma el protagonismo de Dios: podrá la historia medirse por
reinos humanos, pero su verdadero motor es Dios. Y su instrumento es el
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corazón del hombre: «El corazón del rey es una acequia a disposición de
Dios, la dirige a donde quiere» (Prov 21,1).
Promulgando «el año primero de su reinado» un edicto de tolerancia
religiosa, el emperador Ciro define su política y pregona el advenimiento
de una nueva era. En la historia de Israel comienza también una nueva
era. En adelante los israelitas serán los judíos, al rey sucederá el sacerdo-
te; a los profetas, la escatología. En esta etapa se moldeará la comunidad
del futuro.
ESDRAS
La vuelta del destierro templo de Jerusalén. 6 Sus vecinos les pro-
porcionaron de todo: plata, oro, hacienda,
1 sia, elañoSeñor,
1 El primero de Ciro, rey de Per-
para cumplir lo que ha- ganado y otros muchos regalos, además de
bía anunciado por boca de Jeremías, movió las ofrendas voluntarias.
7 El rey Ciro hizo entrega de los uten-
a Ciro de Persia a promulgar de palabra y
por escrito en todo su reino: 2 Ciro, rey de silios del templo que Nabucodonosor se
Persia, decreta: El Señor, Dios del cielo, me había llevado de Jerusalén para colocarlo
ha entregado todos los reinos de la tierra y en el templo de su dios. 8 Ciro de Persia los
me ha encargado construirle un templo en puso en manos del tesorero Mitrídates, que
Jerusalén de Judá. 3 Los que pertenezcan a los contó delante de Sesbasar, príncipe de
ese pueblo, que su Dios los acompañe y Judá. 9 Era la siguiente cantidad: treinta
suban a Jerusalén de Judá para reconstruir copas de oro, mil copas de plata, veinti-
el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios nueve cuchillos, 10 treinta vasos de oro,
que habita en Jerusalén. 4 Y a todos los su- cuatrocientos diez vasos de plata y mil ob-
pervivientes, dondequiera que residan, la jetos de otras clases. 11 Total de objetos de
gente del lugar les proporcionará plata, oro, oro y plata: cinco mil cuatrocientos. Ses-
hacienda y ganado, además de las ofrendas basar los llevó todos consigo cuando los
voluntarias para el templo del Dios de Je- desterrados subieron de Babilonia a Jeru-
rusalén. salén.
5 Entonces, todos los que se sintieron Lista de los deportados
movidos por Dios –jefes de familia de Judá que volvieron a su tierra
y Benjamín, sacerdotes y levitas– se pusie- 1 Listade los pertenecientes a la pro-
ron en marcha y subieron a reedificar el 2 vincia de Judá, deportados a Babilo-

1,1-11 La vuelta del destierro. Comienza una nue- serán los judíos; al rey sucederá el sacerdote; a los
va era. Los que separaron este libro de los capítulos profetas la escatología. En esta etapa se modelará la
precedentes, que conocemos con el nombre de Cró- nueva comunidad del futuro. En el edicto de toleran-
nicas, sintieron que con esta página comenzaba una cia religiosa (2), el nuevo emperador define su políti-
nueva era, y entonces, a nueva era, nuevo libro. El ca. La reconstrucción de los templos es una manera de
Cronista quiso describir un final y lo concentró en Je- congraciarse con las poblaciones locales y especial-
rusalén, Templo y muralla. De los habitantes, unos mente ganarse el apoyo de la clase sacerdotal, muy in-
murieron y otros fueron deportados como esclavos. Es fluyente de ordinario. La repatriación (3) será un
decir, en la tierra prometida no quedaba nada, ni modo de deshacer la política de los monarcas babilo-
Templo, ni ciudad, ni habitantes. Quedaba un resto nios. Éstos habían quebrantado el nacionalismo judío.
en Babilonia, y quedaba la fidelidad del Señor, sobe- Ciro, permitiendo el regreso de los exilados marcaba
rano de la historia. la distancia que lo separaba de aquella política.
Precisamente ese interés de Dios en la historia de Este segundo éxodo es de principio a fin obra de
los hombres hace posible la nueva era. El Señor que Dios. No vuelven todos sino aquellos a quienes Dios
incitó a Nabucodonosor para el castigo, suscita a Ciro «mueve» (5). Históricamente fue así: en la primera ex-
para la restauración. Y, ¿cuál es la novedad? En la his- pedición solo regresaron unos escogidos, los entusias-
toria universal, el advenimiento de un nuevo imperio, tas, los contagiados con la esperanza que predicó Isa-
que reemplaza a Asiria y Babilonia, aportando formas ías II, otros muchos se quedaron, los que habían
nuevas de vida internacional. Hay una novedad en la perdido definitivamente la esperanza, los que se ha-
relación de Ciro con los judíos. El Señor no suscita bían mezclado con la población, los que habían he-
jueces ni un rey para realizar su independencia, susci- cho fortuna en el destierro y no querían sacrificarla.
ta un monarca extranjero. Sometida a él como pro- No todos se sintieron movidos por Dios. Hacía falta en
vincia de un gran imperio, la comunidad judía se sal- aquel momento sentir la pobreza o tener el despren-
vará de los enemigos vecinos y de las tentaciones dimiento para ponerse en marcha.
políticas internas. 2,1-70 Lista de los deportados que volvieron a su
En la historia de Israel también comienza una nue- tierra. El gusto del Cronista por listas y genealogías re-
va era. Ya el nombre lo dice: en adelante los israelitas aparece aquí con redoblada razón. Se trata de recoger
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nia por Nabucodonosor, que volvieron a doqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún y
Jerusalén y Judá –cada uno a su pueblo– Baná.
desde el destierro. 2 Fueron con Zorobabel, El número de la gente del pueblo fue el
Josué, Nehemías, Serayas, Reelayas, Mar- siguiente:

3 Descendientes de Farós, dos mil ciento setenta y dos.


4 Descendientes de Sefatías, trescientos setenta y dos.
5 Descendientes de Araj, setecientos setenta y cinco.
6 Descendientes de Pajat Moab, descendientes de Josué y de Joab,
dos mil ochocientos doce.
7 Descendientes de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro.
8 Descendientes de Zatú, novecientos cuarenta y cinco.
9 Descendientes de Zacay, setecientos sesenta.
10 Descendientes de Baní, seiscientos cuarenta y dos.
11 Descendientes de Bebay, seiscientos veintitrés.
12 Descendientes de Azgad, mil doscientos veintidós.
13 Descendientes de Adonicán, seiscientos sesenta y seis.
14 Descendientes de Bigvay, dos mil cincuenta y seis.
15 Descendientes de Adín, cuatrocientos cincuenta y cuatro.
16 Descendientes de Ater, de Ezequías, noventa y ocho.
17 Descendientes de Besay, trescientos veintitrés.
18 Descendientes de Yorá, ciento doce.
19 Descendientes de Jasún, doscientos veintitrés.
20 Descendientes de Guibar, noventa y cinco.
21 Ciento veintitrés hombres de Belén.
22 Cincuenta y seis de Netofá.
23 Ciento veintiocho de Anatot.
24 Cuarenta y dos de Azmaut.
25 Setecientos cuarenta y tres de Quiriat Yearim, Quepira y Beerot.
26 Seiscientos veintiuno de Ramá y Guibeá.
27 Ciento veintidós de Micmás.
28 Doscientos veintitrés de Betel y Ay.
29 Descendientes de Nebo, cincuenta y dos.
30 Descendientes de Magbís, ciento cincuenta y seis.
31 Descendientes del otro Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro.
32 Descendientes de Jarín, trescientos veinte.
33 Descendientes de Lod, Jadid y Onó, setecientos veinticinco.
34 Descendientes de Jericó, trescientos cuarenta y cinco.
35 Descendientes de Senaá, tres mil seiscientos treinta.

36 Sacerdotes:
Descendientes de Yedayas, de la familia de Josué, novecientos setenta y tres.
37 Descendientes de Imer, mil cincuenta y dos.
38 Descendientes de Pasjur, mil doscientos cuarenta y siete.
39 Descendientes de Jarín, mil diecisiete.

40 Levitas:
Descendientes de Josué y de Cadmiel, de la familia de Hodavías,
setenta y cuatro.

para el recuerdo los nombres de aquellos primeros hoy judíos que hacen remontar su apellido a alguno
ciudadanos que volvieron a la patria. La lista es como de estos repatriados. La lista se encuentra con ligeras
una lápida escrita para la posteridad; de hecho, viven variantes en Neh 7.
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41 Cantores:
Descendientes de Asaf, ciento veintiocho.
42 Porteros:
Descendientes de Salún, Ater, Talmón, Acub, Jatitá y Sobay,
ciento treinta y nueve en total.
43 Empleados del templo: mulos, 67 cuatrocientos treinta y cinco ca-
Descendientes de Sijá, Jasufá, Tabaot, mellos y seis mil setecientos veinte asnos.
44 Querós, Siahá, Fadón, 45 Lebaná, Jaga- 68 Cuando llegaron al templo de Je-
bá, Acub, 46 Jagab, Samlay, Janán, 47 Gui- rusalén, algunos jefes de familia hicieron
del, Gájar, Reayas, 48 Resín, Necodá, Ga- donativos para que el templo se reconstru-
zán, 49 Uzá, Pasej, Besay, 50 Asná, yese en su mismo sitio. 69 De acuerdo con
meunitas, nefusitas, 51 Bacbuc, Jacufá, Jar- sus posibilidades, entregaron al fondo del
jur, 52 Baslut, Mejidá, Jarsá, 53 Barcós, Sísa- culto sesenta y un mil dracmas de oro, cin-
ra, Támaj, 54 Nesij y Jatifá. co mil minas de plata y cien túnicas sacer-
55 Hijos de los servidores de Salomón:
dotales.
Descendientes de Sotay, Soféret, Pe- 70 Los sacerdotes, los levitas y parte del
rudá, 56 Yalá, Darcón, Guidel, 57 Sefatías, pueblo se establecieron en Jerusalén; los
Jatil, Poquéret, el sebaíta, y Amí. cantores, los porteros y los empleados del
58 Total de empleados del templo y de
templo, en sus pueblos, y el resto de Israel,
los hijos de los servidores de Salomón, en los suyos.
trescientos noventa y dos.
59 Lista de los que subieron de Tel Mélaj, Restauración del altar y del culto
Tel Jarsá, Querub, Adán e Imer, pero no (Ageo, Zac 3; 6)
1 Losisraelitas se encontraban ya en
pudieron probar su ascendencia o su origen
israelita: 60 Descendientes de Pelayas, To- 3 sus poblaciones cuando al llegar el
bías y Necodá, seiscientos cincuenta y dos. mes séptimo se reunieron todos en Jerusa-
61 Y entre los sacerdotes, los descen- lén como un solo hombre. 2 Entonces Jo-
dientes de Jobayas, Hacós y Barzilay, que sué, hijo de Yosadac, con sus parientes los
se casó con una hija del galaadita Barzilay sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel,
y tomó su nombre. 62 Buscaron su registro con sus parientes, se pusieron a construir el
genealógico, pero no lo encontraron, y se altar del Dios de Israel para ofrecer en él
les excluyó del sacerdocio. 63 El goberna- holocaustos, como manda la ley de Moisés,
dor les ordenó que no comiesen de los ali- hombre de Dios. 3 Levantaron el altar en su
mentos sagrados hasta que apareciese un antiguo sitio, a pesar del temor que les ins-
sacerdote experto en consultar las suertes. piraban los colonos extranjeros, y ofrecie-
64 La comunidad constaba en total de ron en él al Señor los holocaustos matuti-
cuarenta y dos mil trescientas sesenta per- nos y vespertinos.
sonas, 65 sin contar los esclavos y esclavas, 4 Celebraron la fiesta de las Chozas,
que eran siete mil trescientos treinta y sie- como está mandado, ofreciendo holocaus-
te. Había también doscientos cantores y tos según el número y el ritual de cada día
cantoras; 66 y tenían setecientos treinta y 5 y siguieron ofreciendo el holocausto dia-
seis caballos, doscientos cuarenta y cinco rio, el de principios de mes, el de las so-
3,1-13 Restauración del altar y del culto. Por ana- la nueva era está en continuidad con el pasado. La
logía al capítulo 8, podemos calcular que el viaje se fiesta de las Chozas (4) correspondía al final de la ven-
iniciaría en primavera y concluiría en pleno verano. dimia y de todas las tareas del campo. Ordinariamen-
Hay que imaginarse lo que significaba desplazar una te una fiesta agrícola, se aplicó a conmemorar el ca-
caravana de cincuenta mil personas con los medios de mino por el desierto al salir de Egipto. Resultaba
entonces. El capítulo está centrado en el tema del oportuno celebrar como primera fiesta en la patria esa
Templo. festividad alegre y popular: también los repatriados
La restauración del culto restablece la legislación de habían vivido en tiendas, repitiendo en cierto modo la
Moisés y las instituciones de David. Esto significa que experiencia de los salidos de Egipto.
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lemnidades dedicadas al Señor y los ofreci- mor de la gente era tan grande que se oía
dos voluntariamente al Señor. desde lejos.
6 El día primero de octubre comenzaron
Interrupción de las obras
a ofrecer holocaustos al Señor. Pero aún no 1 Cuando los rivales de Judá y Benja-
se habían puesto los cimientos del templo.
7 Entonces, de acuerdo con lo autorizado
4 mín se enteraron de que los desterra-
por Ciro de Persia, contrataron talladores dos estaban construyendo el templo del Se-
de piedra y carpinteros, y dieron a los sido- ñor, Dios de Israel, 2 se presentaron a
nios y tirios alimentos, bebidas y aceite Zorobabel, a Josué y a los jefes de familia,
para que enviasen a Jafa, por vía marítima, y les dijeron:
madera de cedro del Líbano. –Vamos a ayudarlos, porque también
8 A los dos años de haber llegado al tem- nosotros servimos a su Dios, igual que us-
plo de Jerusalén, en el mes segundo, Zoro- tedes, y le ofrecemos sacrificios desde que
babel, hijo de Sealtiel, Josué, hijo de Yosa- Asaradón de Asiria nos instaló aquí.
3 Zorobabel, Josué y los demás jefes de
dac, sus demás parientes sacerdotes y
levitas, y todos los que habían vuelto a Je- familia les respondieron:
rusalén del cautiverio comenzaron la obra –No edificaremos juntos el templo de
del templo, poniendo al frente de ella a los nuestro Dios. Lo haremos nosotros solos,
levitas mayores de veinte años. 9 Josué, sus como ha mandado Ciro de Persia.
4 Entonces los colonos extranjeros se
hijos y hermanos, Cadmiel y sus hijos, Ho-
davías, los hijos de Henadad, sus hijos y dedicaron a desmoralizar a los judíos y a
sus hermanos, los levitas, se pusieron to- atemorizarlos para que dejasen de cons-
dos al frente de los obreros que trabajaban truir. 5 Desde tiempos de Ciro hasta el rei-
en el templo. nado de Darío de Persia estuvieron sobor-
10 Cuando los albañiles terminaron de nando consejeros que hiciesen fracasar sus
echar los cimientos, se presentaron los sa- planes.
cerdotes, revestidos, con trompetas, y los 6 Cuando Jerjes subió al trono, al co-

levitas, descendientes de Asaf, con plati- mienzo de su reinado, redactaron una de-
llos, para entonar himnos al Señor, según nuncia contra los habitantes de Judá y Je-
ordenó David, rey de Israel. 11 Alabaron y rusalén. 7 Y en tiempos de Artajerjes,
dieron gracias al Señor porque es bueno, Bislán, Mitrídates, Tabeel y demás colegas
porque es eterna su misericordia con Is- enviaron un informe a Artajerjes de Persia.
rael. El documento estaba redactado en arameo,
Todo el pueblo alabó con grandes acla- con aclaraciones también en arameo.
maciones al Señor por haberse puesto los 8 El gobernador Rejún y el secretario
cimientos del templo. 12 Muchos sacerdo- Simsay escribieron al rey Artajerjes una
tes, levitas y jefes de familia –los ancianos carta contra Jerusalén. 9 Exactamente, la
que habían visto con sus propios ojos el pri- firmaron el gobernador Rejún, el secretario
mer templo– se lamentaban a voces, mien- Simsay, sus demás colegas, los jueces y los
tras otros muchos lanzaban gritos de ale- legados, funcionarios persas, ciudadanos
gría. 13 Y era imposible distinguir entre de Uruc, Babilonia, Susa –es decir, elami-
gritos de alegría y sollozos, porque el cla- tas–, 10 los restantes pueblos que el ilustre
4,1-24 Interrupción de las obras. Este capítulo tie- munidad naciente, por eso las autoridades judías lo
ne una coherencia temática: la oposición a las obras; rechazan.
pero no sigue el orden cronológico que es: Ciro, Da- A partir de esta negativa los colonos comienzan a
río, Jerjes, Artajerjes. Además, desde el versículo 8 el poner trabas (4); indudablemente por detrás estaba
relato discurre en arameo. Con respecto a los rivales un claro interés económico que nada tenía que ver
(1) se identifican a sí mismos como descendientes de con lo estrictamente religioso: la llegada de los anti-
los colonos trasladados por los asirios. Los colonos ex- guos dueños ponía en peligro sus propiedades. De
tranjeros eran representantes de un sincretismo reli- arriba viene la orden de suspender las obras; los judí-
gioso inconciliable con la fe israelita. Habían aprendi- os tuvieron que aceptar de momento la intimación,
do a venerar al Dios de Israel junto con sus dioses. hasta que se presentase otra ocasión favorable. Será la
Aceptar su ofrecimiento era poner en peligro a la co- contribución de Nehemías.
585 ESDRAS 5
emperador Asurbanipal deportó e instaló la ciudad hasta nueva orden. 22 Actúen dili-
en las ciudades de Samaría y en el resto de gentemente en este asunto, para que no
Transeufratina, etc. empeore la situación en perjuicio de los re-
11 Copia de la carta que enviaron: yes.
Al rey Artajerjes, tus súbditos, habitan- 23 Cuando leyeron al gobernador Rejún,
tes de Transeufratina, etc. al secretario Simsay y a sus demás colegas
12 Comunicamos al rey que los judíos la copia del documento del rey Artajerjes,
que han venido de tu región piensan re- se dirigieron en seguida a Jerusalén, a los
construir Jerusalén, ciudad rebelde y per- judíos, y les obligaron con las armas a de-
versa; están dispuestos a levantar la mura- tener las obras. 24 Se suspendieron, por lo
lla y ya han echado los cimientos. 13 Sepa tanto, las obras del templo de Jerusalén y
el rey que si reconstruyen esta ciudad y le- estuvieron paradas hasta el año segundo
vantan sus murallas no seguirán pagando del reinado de Darío de Persia.
tributo, contribución ni peaje, lo que en de-
Se reanuda la construcción
finitiva perjudicaría a su majestad. 1 Entonces, el profeta Ageo y el profe-
14 Como nosotros vivimos a sueldo de la
corona, no podemos tolerar esta ofensa a
5 ta Zacarías, hijo de Idó, comenzaron a
su majestad y le comunicamos lo que ocu- profetizar a los judíos de Judá y Jerusalén
rre. 15 Que investiguen en los anales de tus en nombre del Dios de Israel que velaba so-
predecesores, en ellos comprobarás que se bre ellos. 2 Al oírlos, Zorobabel, hijo de Se-
trata de una ciudad rebelde, perjudicial altiel, y Josué, hijo de Yosadac, se pusieron
para los reyes y las provincias y que ha es- a reconstruir el templo de Jerusalén, acom-
tado siempre fomentando insurrecciones. pañados y alentados por los profetas de
Por eso la destruyeron. Dios. 3 Pero Tatenay, gobernador de Tran-
16 Nosotros hacemos saber al rey que, si seufratina, Setar Boznay y sus colegas se
se reconstruye esta ciudad y se terminan acercaron, y les dijeron:
4 –¿Quién les ha ordenado construir este
sus murallas, perderá pronto los territorios
de Transjordania. templo y restaurar este santuario? ¿Cómo
17 El rey respondió: se llaman los hombres que han mandado
Al gobernador Rejún, al secretario Sim- construir este edificio?
5 Pero Dios velaba por las autoridades de
say y a sus demás colegas que residen en
Samaría y en las restantes localidades de Judá y les permitieron seguir las obras
Transeufratina; paz, etc. mientras no llegase un decreto de Darío y
18 Me han leído una traducción del docu- les entregasen el escrito.
6 Copia de la carta que enviaron Tate-
mento que enviaron. 19 Mandé investigar el
caso y, efectivamente, esa ciudad se ha re- nay, gobernador de Transeufratina, Setar
belado desde antiguo contra los reyes y se Boznay, sus colegas y las autoridades de
han producido en ella sediciones y revuel- Transeufratina al rey Darío. 7 El escrito es-
tas. 20 En Jerusalén ha habido reyes pode- taba redactado en los siguientes términos:
rosos que dominaban toda Transeufratina, Al rey Darío, paz completa.
y a los que se pagaban impuestos, contri- 8 Sepa el rey que hemos ido a la pro-
buciones y peajes. 21 Manden, por lo tanto, vincia de Judá y resulta que los judíos con
que se impida a esos hombres reconstruir su senado están construyendo en Jerusalén
5,1–6,22 Se reanuda la construcción. En estos ca- te las explicaciones dadas por las autoridades judías;
pítulos pasamos a la segunda etapa del libro: la re- el segundo documento es una carta del emperador
construcción del Templo en tiempos de Darío I, en que recoge parte del decreto de Ciro. Finalizada la
los años 520-515 a.C., o sea, desde que comienza la construcción del Templo se celebra la Pascua y el
predicación de los profetas Ageo y Zacarías hasta que Templo reconstruido comienza a atraer y a reconstruir
se celebra la dedicación del Templo y la Pascua suce- la unidad nacional con su presencia. Con todo, la for-
siva. mulación es genérica, quizá intencionadamente,
Los capítulos tienen una breve parte narrativa al como dejando la puerta abierta a los prosélitos, res-
principio y al fin y una larga parte documental. El pri- pondiendo a la visión universalista de Zacarías (8,20-
mer documento es una carta informativa que transmi- 23).
ESDRAS 5 586
un gran templo con bloques de piedra, y re- na. 5 Además, los objetos de oro y plata de
cubren sus paredes de madera; trabajan a la casa de Dios, que Nabucodonosor trasla-
conciencia y el trabajo adelanta rápida- dó del templo de Jerusalén al de Babilonia,
mente. 9 Entonces preguntamos al senado: serán devueltos al templo de Jerusalén
¿Quién les ha ordenado reconstruir esta para que ocupen su puesto en la casa de
casa y restaurar este santuario? 10 Les pedi- Dios.
mos también sus nombres, y tomamos por 6 Por consiguiente, Tatenay, gobernador
escrito los de sus jefes para poder infor- de Transeufratina, Setar Boznay y sus cole-
marte. 11 Nos dieron la siguiente respuesta: gas, las autoridades de Transeufratina,
Nosotros somos servidores del Dios del cie- manténganse al margen 7 y permitan al co-
lo y tierra, y estamos reconstruyendo un misionado de Judea y al senado de Judá
templo edificado antaño, que construyó y que trabajen reconstruyendo el templo de
terminó un gran rey de Israel. 12 Pero nues- Dios en su antiguo sitio. 8 En cuanto al se-
tros padres irritaron al Dios del cielo, y éste nado de Judá y a la construcción del tem-
los entregó en manos del caldeo Na- plo, les ordeno que se paguen a esos hom-
bucodonosor, rey de Babilonia, que destru- bres todos los gastos puntualmente y sin
yó este templo y deportó el pueblo a Ba- interrupción, utilizando los fondos reales de
bilonia. 13 Sin embargo, el primer año de su los impuestos de Transeufratina. 9 Los novi-
reinado, Ciro de Babilonia ordenó recons- llos, carneros y corderos que necesiten
truirlo. 14 Además, los objetos de oro y pla- para los holocaustos del Dios del cielo,
ta que Nabucodonosor se llevó del templo igual que el trigo, la sal, el vino y el aceite
de Jerusalén al de Babilonia, el rey Ciro se les proporcionarán sin falta cada día, se-
mandó sacarlos de este último y los con- gún las indicaciones de los sacerdotes de
signó a un hombre llamado Sesbasar, al Jerusalén, 10 para que ofrezcan sacrificios
que nombró gobernador, 15 diciéndole: al Dios del cielo rogando por la salud del
Toma estos objetos, ve a llevarlos al templo rey y de sus hijos.
de Jerusalén y que reconstruyan la casa de 11 Asimismo, ordeno: al que no cumpla
Dios en su mismo sitio. 16 Sesbasar vino, este edicto, arrancarán una viga de su casa
echó los cimientos del templo de Jerusalén y se lo ajusticiará sobre ella, y convertirán
y desde entonces lo estamos construyendo; su casa en un montón de escombros. 12 Y a
pero todavía no hemos terminado. todo rey o pueblo que, transgrediendo esta
17 Por consiguiente, si al rey le parece,
orden, intente destruir el templo de Jerusa-
que investiguen en los archivos reales de lén, el Dios que le ha dado su nombre lo
Babilonia, a ver si es verdad que el rey Ciro aniquile.
ordenó reconstruir este templo de Jerusa- La orden es mía y quiero que se cumpla
lén. Y que nos comuniquen lo que el rey de- a la letra. Darío.
cida. 13 Tatenay, gobernador de Transeu-
1 El rey Darío ordenó investigar en la fratina, Setar Boznay y sus colegas hicieron
6 tesorería de Babilonia, que servía puntualmente lo que había mandado el rey
también de archivo, 2 y resultó que en Ec- Darío. 14 De este modo, el senado de Judá
batana, la fortaleza de la provincia de Me- adelantó mucho la construcción, cumplien-
dia, había un rollo redactado en los siguien- do las instrucciones de los profetas Ageo y
tes términos: Zacarías, hijo de Idó, hasta que por fin la
Memorándum. terminaron, conforme a lo mandado por el
3 El año primero de su reinado, el rey Dios de Israel y por Ciro, Darío y Artajerjes,
Ciro decretó a propósito del templo de Je- reyes de Persia.
rusalén: Constrúyase un templo donde 15 El templo se terminó el día tres del

ofrecer sacrificios y echen sus cimientos. mes de marzo, el año sexto del reinado de
Su altura será de treinta metros y su ancho Darío. 16 Los israelitas –sacerdotes, levitas
de otros treinta. 4 Tendrá tres hileras de blo- y resto de los deportados– celebraron con
ques de piedra y una hilera de madera nue- júbilo la dedicación del templo, 17 ofrecien-
va. Los gastos correrán a cargo de la coro- do con este motivo cien toros, doscientos
587 ESDRAS 7
carneros, cuatrocientos corderos y doce tudiar la ley del Señor para cumplirla y para
chivos –uno por tribu– como sacrificio ex- enseñar a Israel sus mandatos y preceptos.
piatorio por todo Israel. 18 El culto del tem- 11 Copia del documento que entregó el
plo de Jerusalén se lo encomendaron a los rey Artajerjes a Esdras, sacerdote letrado,
sacerdotes, por grupos, y a los levitas, por especialista en los preceptos del Señor y en
clases, como manda la ley de Moisés. sus mandatos a Israel:
19 Los deportados celebraron la Pascua
12 Artajerjes, rey de reyes, al sacerdote
el día catorce del primer mes; 20 como los Esdras, doctor en la ley del Dios del cielo.
levitas se habían purificado, junto con los Paz perfecta, etc.
sacerdotes, estaban puros e inmolaron la 13 Dispongo que mis súbditos israelitas,
víctima pascual para todos los deportados, incluidos sus sacerdotes y levitas, que de-
para los sacerdotes sus hermanos y para seen ir a Jerusalén puedan ir contigo. 14 El
ellos mismos. 21 La comieron los israelitas rey y sus siete consejeros te envían para
que habían vuelto del destierro y todos los ver cómo se cumple en Judá y Jerusalén la
que, renunciando a la impureza de los co- ley de tu Dios, que te han confiado, 15 y
lonos extranjeros, se unieron a ellos para para llevar la plata y el oro que el rey y sus
servir al Señor, Dios de Israel. 22 Celebraron consejeros han ofrecido voluntariamente al
con gozo la fiesta de los Ázimos durante Dios de Israel, que habita en Jerusalén,
siete días; porque el Señor los había llena- 16 además de la plata y el oro que recojas
do de alegría al hacer que el rey de Asiria, en la provincia de Babilonia y de los dones
los favoreciera y ayudara en la reconstruc- que ofrezcan el pueblo y los sacerdotes al
ción del templo del Dios de Israel. templo de su Dios en Jerusalén. 17 Emplea
Esdras llega a Jerusalén exactamente ese dinero en comprar novi-
1 Años más tarde, durante el reinado llos, carneros y corderos, con las obla-
7 de Artajerjes de Persia, Esdras, hijo ciones y libaciones correspondientes, y
de Serayas, de Azarías, de Jelcías, 2 de Sa- ofrécelos en el altar del templo dedicado a
lún, de Sadoc, de Ajitub, 3 de Amarías, de tu Dios en Jerusalén. 18 El oro y la plata que
Azarías, de Merayot, 4 de Zerajías, de Uzí, sobren lo emplearán como mejor les pa-
de Buquí, 5 de Abisúa, de Fineés, de Elea- rezca a ti y a tus hermanos, de acuerdo con
zar, hijo del sumo sacerdote Aarón, subió la voluntad de su Dios. 19 Los objetos que te
de Babilonia. 6 Era un letrado experto en la entreguen para el culto del templo de tu
ley que dio el Señor, Dios de Israel, por me- Dios los pondrás al servicio de Dios en Je-
dio de Moisés. El rey le concedió todo lo rusalén. 20 Cualquier otra cosa que necesi-
que pedía porque el Señor, su Dios, estaba tes para el templo te la proporcionarán en
con él. la tesorería real.
7 El año séptimo del rey Artajerjes su- 21 Yo, el rey Artajerjes, ordeno a todos
bieron a Jerusalén algunos israelitas, sa- los tesoreros de Transeufratina que entre-
cerdotes, levitas, cantores, porteros y em- guen puntualmente a Esdras, sacerdote,
pleados del templo; 8 llegaron a Jerusalén doctor en la ley del Dios del cielo, todo lo
en julio del año séptimo del rey. 9 El uno de que les pida, 22 hasta un total de tres mil ki-
marzo Esdras decidió salir de Babilonia y el los de plata, cien cargas de trigo, cien me-
uno de julio llegó a Jerusalén, con la ayuda didas de vino y cien de aceite; la sal sin res-
de Dios, 10 porque se había dedicado a es- tricciones. 23 Hágase puntualmente todo lo

7,1–8,14 Esdras llega a Jerusalén. Con Esdras sur- los letrados ayudaron a seleccionar, fijar, conservar y
ge una nueva clase intelectual y religiosa en la historia transmitir. De aquí pudo surgir la leyenda que hizo a
de los judíos: el letrado o experto en la Ley. La función Esdras el creador del primer canon de las Escrituras
pudo muy bien nacer y desarrollarse en el destierro, hebreas. En 7,10 tenemos descrita la vocación del «le-
cuando faltaba el culto. Un siglo más tarde, al acabar- trado»; se dedica a estudiar para «practicar y ense-
se prácticamente la clase profética, el experto de la ñar». La observancia es parte de su profesión, es
Ley vería crecer su autoridad. maestro también con el ejemplo. En Eclo 39 se des-
La Ley era ante todo un cuerpo de prescripciones, cribe esta profesión como la más ilustre.
pero también por extensión, un cuerpo literario, que
ESDRAS 7 588
que ordene el Dios del cielo con respecto a 7 De los descendientes de Elam, Isaías,
su templo, para que no se irrite contra el hijo de Atalías, con setenta varones.
reino, el rey y sus hijos. 24 Y les hacemos 8 De los descendientes de Sefatías, Ze-
saber que todos los sacerdotes, levitas, badías, hijo de Miguel, con ochenta varo-
cantores, porteros, empleados y servidores nes.
de esa casa de Dios están exentos de im- 9 De los descendientes de Joab, Abdías,
puesto, contribución y peaje. hijo de Yejiel, con doscientos dieciocho va-
25 Tú, Esdras, con esa prudencia que rones.
Dios te ha dado, nombra magistrados y jue- 10 De los descendientes de Baní, Selo-

ces que administren justicia a todo tu pue- mit, hijo de Yosifías, con ciento sesenta va-
blo de Transeufratina, es decir, a todos los rones.
que conocen la ley de tu Dios, y a los que 11 De los descendientes de Bebay, Zaca-

no la conocen, enséñasela. rías, hijo de Bebay, con veintiocho varones.


26 Al que no cumpla exactamente la ley 12 De los descendientes de Azgad, Juan,

de Dios y la orden del rey, que se le conde- hijo de Hacatán, con ciento diez varones.
13 De los descendientes de Adonicán, los
ne a muerte, o al destierro, o a pagar una
multa, o a la cárcel. últimos, llamados Elifélet, Yeguiel y Sema-
27 Bendito sea el Señor, Dios de nuestros yas, con sesenta varones.
14 De los descendientes de Bigvay, Utay
padres, que movió al rey a honrar el templo
de Jerusalén 28 y me hizo ganar el favor del y Zabud, con setenta varones.
rey, el de sus consejeros y el de las autori- El viaje a Jerusalén
dades militares. Animado al ver que el Se- 15 Los reuní junto al río que corre hacia
ñor, mi Dios, me ayudaba, reuní a algunos Ahavá; acampamos allí tres días, y observé
israelitas importantes para que subiesen que había gente del pueblo y sacerdotes,
conmigo. pero no encontré levitas. 16 Entonces envié
a los jefes Eliezer, Ariel, Semayas, Elnatán,
1 Listade los jefes de familia, indican-
8 Yarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulán,
do su genealogía, que subieron con- y a Yoyarib y Elnatán, hombres prudentes,
migo desde Babilonia durante el reinado de 17 con la orden de presentarse a Idó, jefe de
Artajerjes: la localidad de Casifía, a fin de que nos pro-
2 De los descendientes de Fineés, Guer-
porcionaran empleados para el templo de
són. nuestro Dios. 18 Gracias a Dios, nos envia-
De los descendientes de Itamar, Daniel. ron un hombre prudente, descendiente de
3 De los descendientes de David, Jatús,
Majlí, de Leví, de Israel: Serebías, que vino
hijo de Secanías. con dieciocho personas entre hijos y her-
De los descendientes de Farós, Zacarías manos. 19 También nos enviaron a Jasabías
y ciento cincuenta registrados con él. e Isaías, descendientes de Merarí, con vein-
4 De los descendientes de Pajat Moab, te entre hijos y hermanos. 20 Y doscientos
Elioenay, hijo de Zerajías, con doscientos veinte empleados del templo, de los que
varones. David y las autoridades destinaron al servi-
5 De los descendientes de Zatú, Seca- cio de los levitas. Todos fueron designados
nías, hijo de Yajziel, con trescientos varo- por su nombre.
nes. 21 Allí, junto al río Ahavá, proclamé un
6 De los descendientes de Adín, Ebed, ayuno para hacer penitencia ante nuestro
hijo de Jonatán, con cincuenta varones. Dios y pedirle un feliz viaje para nosotros,
8,15-36 El viaje a Jerusalén. En total resultan casi caravaneras; el riesgo se multiplicaba cuando los pe-
mil quinientos varones. Parece como si la comunidad regrinos transportaban cargas valiosas. Pero Esdras no
de Judá necesitase periódicamente estos refuerzos de acepta escolta militar, así demostraba ante el empera-
población procedente de la diáspora. dor la grandeza de su Dios que cuida de sus fieles; y
En los versículos 21-23 vemos al guía espiritual de a los peregrinos les enseñaba a confiar en Dios, más
la caravana. Un viaje tan largo era un riesgo repetido que en los hombres. Nuevamente el desierto desem-
por las bandas de salteadores que acechan las rutas peña una función de prueba.
589 ESDRAS 9
nuestros niños y nuestros bienes. 22 Porque 35 Los deportados que volvían del cauti-
nos daba vergüenza pedirle al rey infantes y verio ofrecieron holocaustos al Dios de Israel:
soldados de caballería que nos protegiesen doce novillos por todo Israel, noventa y seis
de los enemigos durante el viaje, después carneros, setenta y siete corderos y doce chi-
de haberle dicho: Nuestro Dios protege a vos como sacrificio expiatorio; todos en ho-
los que le sirven, mientras su poder y su locausto al Señor. 36 Luego entregaron los
cólera se vuelven contra los que lo abando- decretos del rey a los gobernadores imperia-
nan. 23 Por esta intención ayunamos y su- les y a los funcionarios de Transeufratina,
plicamos al Señor, que nos atendió benig- que ayudaron al pueblo y al templo de Dios.
namente. El problema de los matrimonios
24 Escogí a doce príncipes de los sacer-
con extranjeras
dotes y también a Serebías y Yasabías con (Neh 13)
diez de sus hermanos. 25 Pesé ante ellos la 1 Más adelante se me acercaron las
plata, el oro y los objetos que el rey, sus 9 autoridades para decirme:
consejeros y los israelitas residentes allí ha- –El pueblo de Israel, los sacerdotes y los
bían entregado como ofrenda al templo de levitas han cometido las mismas abomina-
nuestro Dios. 26 Lo pesé, y les entregué die- ciones que los pueblos paganos, cananeos,
cinueve mil quinientos kilos de plata, cien hititas, fereceos, jebuseos, amonitas, moa-
objetos de plata que pesaban sesenta kilos bitas, egipcios y amorreos; 2 ellos y sus hi-
y tres mil kilos de oro, 27 veinte copas de jos se han casado con extranjeras, y la raza
oro de mil dáricos y dos objetos de bronce santa se ha mezclado con pueblos paga-
fino dorado, valiosos como el oro. 28 Y les nos. Los jefes y los magistrados han sido
dije: los primeros en cometer esta traición.
–Ustedes están consagrados al Señor. 3 Cuando me enteré de esto, me rasgué
Estos objetos son sagrados y la plata y el los vestidos y el manto, me afeité la cabeza
oro son ofrendas voluntarias al Señor, Dios y la barba y me senté desolado. 4 Todos los
de nuestros padres. 29 Vigílenlos y guárden- que respetaban la ley del Dios de Israel se
los hasta que los pesen en Jerusalén, en las reunieron junto a mí al enterarse de esta
salas del templo, delante de los príncipes traición de los deportados. Permanecí aba-
de los sacerdotes, los levitas y los jefes de tido hasta la hora de la oblación de la tarde.
familia de Israel. 5 Pero al llegar ese instante acabé mi peni-
30 Los sacerdotes y levitas tomaron la tencia, y con el vestido y el manto rasga-
plata, el oro y los objetos que habían con- dos, me arrodillé y alcé las manos al Señor,
tado para llevarlos a Jerusalén, al templo mi Dios, 6 diciendo:
de nuestro Dios. –Dios mío, de pura vergüenza no me
31 El doce de marzo partimos del río atrevo a levantar el rostro hacia ti, porque
Ahavá y nos encaminamos hacia Jeru- nuestros delitos sobrepasan nuestra cabeza
salén. Nuestro Dios nos protegió y nos libró y nuestra culpa llega al cielo. 7 Desde los
de enemigos y salteadores durante el viaje. tiempos de nuestros padres hasta hoy nos
32 Llegamos a Jerusalén y descansamos allí hemos hecho muy culpables, y por nues-
tres días. 33 El cuarto contamos la plata, el tros delitos, nosotros con nuestros reyes y
oro y los objetos en el templo de nuestro sacerdotes hemos sido entregados a reyes
Dios y se los entregamos al sumo sacerdo- extranjeros, a la espada, al destierro, al sa-
te, Meremot, hijo de Urías, en presencia de queo y a la ignominia, como nos sucede en
Eleazar, hijo de Fineés, y de los levitas Yo- el día de hoy. 8 Pero ahora el Señor, nuestro
zabad, hijo de Josué, y Noadías, hijo de Bi- Dios, nos ha concedido un momento de
nuy. 34 Tras contar y pesar todo, se puso el gracia, dejándonos un resto y de darnos un
inventario por escrito. refugio en su lugar santo, dando luz a nues-
9,1–10,44 El problema de los matrimonios con gro de idolatría o sincretismo era lo que motivaba la
extranjeras. En este capítulo y en el siguiente Esdras prohibición en el Éxodo y el Deuteronomio, un peli-
narra su acción en un asunto que considera trascen- gro que se volvía a presentar. En la convivencia de
dental: la cuestión de los matrimonios mixtos. El peli- muchos pueblos dentro de un gran imperio unificado,
ESDRAS 9 590
tros ojos y concediéndonos respiro en cendiente de Elam, tomó la palabra y dijo a
nuestra esclavitud. 9 Porque éramos escla- Esdras:
vos, pero nuestro Dios no nos abandonó en –Hemos sido infieles a nuestro Dios al
nuestra esclavitud; él nos obtuvo el favor de casarnos con mujeres extranjeras de los
los reyes de Persia, nos dio respiro para le- pueblos paganos. Pero todavía hay espe-
vantar el templo de nuestro Dios y restau- ranza para Israel. 3 Nos comprometeremos
rar sus ruinas y nos dio una muralla en con nuestro Dios a despedir a todas las mu-
Judá y Jerusalén. jeres extranjeras y a los niños que hemos
10 Y ahora, Dios nuestro, ¿qué podemos tenido de ellas, según decidas tú y los que
decir después de todo esto? Hemos aban- respetan los preceptos de nuestro Dios.
donado los preceptos 11 que nos diste, por Cúmplase la ley. 4 Levántate, que este
medio de tus siervos los profetas, diciendo: asunto es competencia tuya y nosotros te
La tierra que vas a poseer es una tierra apoyaremos. Actúa con energía.
manchada por la inmundicia de los pueblos 5 Esdras se puso en pie e hizo jurar a los
paganos, por las abominaciones con que la príncipes de los sacerdotes, a los levitas y a
han llenado de un extremo a otro, por sus todo Israel que actuarían de esa forma.
impurezas. 12 Por consiguiente, no entre- 6 Ellos lo juraron. Entonces Esdras salió del
guen sus hijas a sus hijos ni casen a sus hi- templo y fue al aposento de Yehojanán, hijo
jos con sus hijas; nunca pretendan su alian- de Elyasib, donde pasó la noche. Pero en
za ni su favor; así se harán fuertes, comerán señal de duelo no comió ni bebió, entriste-
los frutos de la tierra y se la dejarán a sus cido como estaba por la infidelidad de los
hijos como herencia para siempre. desterrados.
13 Después de todo lo que nos ha ocurri- 7 Pregonaron por Judá y Jerusalén que
do por nuestras malas acciones y nuestra todos los deportados se reunieran en Jeru-
grave culpa –aunque tú, Dios nuestro, has salén. 8 Al que no acudiese en el plazo de
estimado por lo bajo nuestros delitos y nos tres días establecido por las autoridades y
has dejado salir con vida–, 14 ¿volveremos a los ancianos se le incautarían los bienes
violar tus preceptos, emparentándonos con para el Señor y lo expulsarían de la comu-
estos pueblos abominables? ¿No te irrita- nidad de los desterrados. 9 Al tercer día es-
rías hasta acabar con nosotros sin dejar un taban en Jerusalén todos los judíos y ben-
resto con vida? jaminitas. Era el veinte del mes noveno.
15 Señor, Dios de Israel, este resto que Todo el pueblo se encontraba en la expla-
hoy sigue con vida demuestra que eres jus- nada del templo, temblando a causa del
to. Nos presentamos ante ti con nuestras problema y de la lluvia intensa. 10 El sacer-
culpas, a pesar de que en estas condiciones dote Esdras se puso en pie y les dijo:
nadie puede comparecer delante de ti. –Han pecado al casarse con mujeres ex-
tranjeras, agravando la culpa de Israel.
1 MientrasEsdras, llorando y postra- 11 Ahora, den gracias al Señor, Dios de
10 do ante el templo de Dios, oraba y nuestros padres y cumplan su voluntad se-
hacía esta confesión, una gran multitud de parándose de los pueblos paganos y de las
israelitas –hombres, mujeres y niños– se mujeres extranjeras.
reunió junto a él llorando sin parar. 12 Toda la comunidad respondió en alta
2 Entonces Secanías, hijo de Yejiel, des- voz:
el peligro máximo era perder la identidad nacional. que casi todos los casos responden a descendientes
De poco valía un Templo único si las familias lo acom- de familias de la primera caravana.
pañaban con cultos y ritos extraños. La acción enérgi- Con el último verso del capítulo 10 Esdras desapa-
ca de Esdras pretende cortar y prevenir estas posibili- rece de la escena dejando a los suyos un ideal de se-
dades. gregación para mantener la identidad nacional y la
La comunidad del pueblo escogido se sigue lla- pureza religiosa. Su legado es la interpretación rigoris-
mando «los desterrados», aunque la mayoría son na- ta de la Ley. Ahora vienen más de doscientos cin-
cidos en Judá; como si el destierro fuera la clave de la cuenta años de silencio. Será a mediados del s. II a.C.
continuidad. Si comparamos la lista que nos da 10,18- cuando un historiador retome la pluma para contar-
43 con la de los repatriados (2,1-70), observaremos nos lo que está sucediendo.
591 ESDRAS 10
13 –Haremos lo que nos dices. Pero so- 23 Levitas: Yozabad, Semeí, Quelayas,
mos muchos, y en época de lluvias no hay que era quelita, Petajías, Judá y Eliezer.
quien resista a la intemperie. El problema 24 Cantores: Eliasib.
no se resuelve en un día ni en dos, porque Porteros: Salún, Telen y Urí.
somos muchos los que hemos cometido 25 Los demás israelitas que estaban en
este pecado. 14 Sería mejor que nuestros je- el mismo caso fueron: Ramías, Yizías, Mal-
fes representasen a toda la comunidad. Los quías, Miyamín, Eleazar, Malquías y Bena-
ciudadanos que se hayan casado con una yas, descendientes de Farós. 26 Matanías,
extranjera se presentarán cuando los lla- Zacarías, Yejiel, Abdí, Yeremot y Elías, des-
men, junto con los concejales y jueces de cendientes de Elam. 27 Elioenay, Eliasib,
cada pueblo, hasta que apartemos la cóle- Matanías, Yeremot, Zabat y Azizá, descen-
ra de Dios que hemos provocado con tal dientes de Zatú. 28 Juan, Ananías, Zabay y
conducta. Atlay, descendientes de Bebay. 29 Mesulán,
15 Sólo se opusieron Jonatán, hijo de Maluc, Adaya, Yasub, Seal y Yeramot, des-
Asael, y Yajzías, hijo de Tiqvá, apoyados cendientes de Baní. 30 Adná, Quelal, Bena-
por Mesulán y por el levita Sabtay. yas, Maseyas, Matanías, Besalel, Binuy y
16 Los desterrados lo hicieron así. El sa- Manasés, descendientes de Pajat Moab.
cerdote Esdras escogió algunos jefes de fa- 31 Eliezer, Yesiyas, Malquías, Semayas, Si-
milia, según sus linajes, designándolos por meón, 32 Benjamín, Maluc y Semarías, des-
su nombre. El día uno del décimo mes se cendientes de Jarín. 33 Matnay, Matatá, Za-
sentaron a examinar el asunto 17 y el día bad, Elifélet, Yeremay, Manasés y Semeí,
uno del primer mes terminaron con todos descendientes de Jasún. 34 Descendientes
los hombres que se habían casado con ex- de Baní: Maday, Amrán, Uel, 35 Benayas,
tranjeras. Bedías, Queluhí, 36 Vanías, Meremot, Elia-
18 Sacerdotes casados con extranjeras: sib, 37 Matanías, Matenay, Yasay, 38 Baní,
Maseyas, Eliezer, Yarib y Guedalías, des- Binuy, Semeí, 39 Selemías, Natán, Adaya,
cendientes de Josué, hijo de Yosadac, y de 40 Macnadbay, Sasay, Saray, 41 Azarel, Se-
sus hermanos; 19 se comprometieron a de- lemías, Semarías, 42 Salún, Amarías y
jar sus mujeres y a ofrecer un carnero por José, 43 Yeguiel, Matitías, Zabad, Zebiná,
su pecado. 20 Jananí y Zebadías, descen- Yaday, Joel y Benayas, descendientes de
dientes de Imer. 21 Maseyas, Elías, Sema- Nebó.
yas, Yejiel y Uzías, descendientes de Jarín. 44 Todos éstos se habían casado con ex-
22 Elioenay, Maseyas, Ismael, Netanel, Yo- tranjeras y despidieron a sus mujeres y a
zabad y Elasa, descendientes de Pasjur. sus hijos.
NEHEMÍAS
Introducción servidores que están deseosos de respetar-
1 Autobiografía de Nehemías, hijo de te. Permíteme lograr mi cometido y que sea
1 Jacalías: bien recibido por el rey.
El mes de diciembre del año veinte me Yo era entonces copero del rey.
encontraba yo en la fortaleza de Susa El viaje
2 cuando llegó mi hermano Jananí con
1 Erael mes de marzo del año veinte
unos hombres de Judá. Les pregunté por
los judíos que se habían librado del destie-
2 del reinado de Artajerjes. Tenía el vino
rro y por Jerusalén. 3 Me respondieron: delante y yo tomé la copa y se la serví. En
–Los que se libraron del destierro están su presencia no debía tener cara triste. 2 El
en la provincia pasando grandes privacio- rey me preguntó:
nes y humillaciones. La muralla de Jerusa- –¿Qué te pasa que tienes mala cara? Tú
lén está en ruinas y sus puertas consumi- no estás enfermo, sino triste.
das por el fuego. Me llevé un susto, 3 pero contesté al rey:
4 Al oír estas noticias lloré e hice duelo –Viva su majestad eternamente. ¿Cómo
durante unos días, ayunando y orando al no voy a estar triste cuando la ciudad don-
Dios del cielo 5 con estas palabras: de se hallan enterrados mis padres está en
–Señor, Dios del cielo, Dios grande y te- ruinas y sus puertas consumidas por el
rrible, fiel a la alianza y misericordioso con fuego?
4 El rey me dijo:
los que te aman y guardan tus preceptos:
6 ten los ojos abiertos y los oídos atentos a –¿Qué es lo que pretendes?
la oración de tu servidor, la oración que día Me encomendé al Dios del cielo, 5 y res-
y noche te dirijo por tus servidores, los is- pondí:
raelitas, confesando los pecados que los is- –Si a su majestad le parece bien, y si
raelitas hemos cometido contra ti, tanto yo está satisfecho de su servidor, déjeme ir a
como la casa de mi padre. 7 Nos hemos Judá a reconstruir la ciudad donde están
portado muy mal contigo, no hemos obser- enterrados mis padres.
vado los preceptos, mandatos y decretos 6 El rey y la reina, que estaba sentada a

que ordenaste a tu siervo Moisés. 8 Pero su lado, me preguntaron:


acuérdate de lo que dijiste a tu siervo Moi- –¿Cuánto durará tu viaje y cuándo vol-
sés: Si son infieles los dispersaré entre los verás?
pueblos; 9 pero si vuelven a mí y ponen en Al rey le pareció bien la fecha que le in-
práctica mis preceptos, aunque los deste- diqué y me dejó ir.
rrados se encuentren en los confines del 7 Pero añadí:
mundo, allá iré a reunirlos y los llevaré al –Si a su majestad le parece bien, que me
lugar que elegí para morada de mi nombre. den cartas para los gobernadores de Trans-
10 Son tus servidores y tu pueblo, los que eufratina, a fin de que me faciliten el viaje
rescataste con tu gran poder y mano fuer- hasta Judá. 8 Y una carta dirigida a Asaf,
te. 11 Señor, mantén tus oídos atentos a la superintendente de los bosques reales, para
oración de tu servidor y a la oración de tus que me suministren tablones para las puer-

1,1-11 Introducción. El Eclesiástico (49,13) elogia a 2,1-20 El viaje. Nehemías recibe la autorización
Nehemías por su tarea de reconstruir la muralla. Los del rey para desplazarse a Jerusalén a reconstruir las
seis primeros capítulos de este libro, más 12,27-43, se murallas. Las autoridades del lugar –a toda esta región
dedican a ese tema que indudablemente en aquel se la denominaba «Transeufratina» o sea al otro lado
momento parecía de capital importancia, por eso la del río Éufrates– se sienten molestas, pero no pueden
posteridad juzgó dignas de eterna memoria esas pági- enfrentarse a la voluntad real.
nas. En el versículo 1 se nos indica la fecha, estamos
en el año 445 a.C.
593 NEHEMÍAS 3
tas de la fortaleza del templo, para el muro –¡Vamos, pongámonos a trabajar!
de la ciudad y para la casa donde me ins- Y pusieron manos a la obra con todo en-
talaré. tusiasmo.
9 Gracias a Dios, el rey me lo concedió 19 Cuando se enteraron el joronita San-
todo. Me proporcionó también una escolta balat, Tobías, el siervo amonita, y el árabe
de oficiales y jinetes, y cuando me presen- Guesen, empezaron a burlarse de nosotros
té a los gobernadores de Transeufratina, les y a despreciarnos, comentando:
entregué las cartas del rey. –¿Qué están haciendo? ¿Se van a rebe-
10 Cuando el joronita Sanbalat y Tobías,
lar contra el rey?
el funcionario amonita, se enteraron de la 20 Les repliqué:
noticia, les molestó mucho que alguien vi- –El Dios del cielo hará que tengamos
niera a preocuparse por el bienestar de los éxito. Nosotros, sus servidores, seguiremos
israelitas. construyendo. Ustedes, en cambio, no tie-
11 Llegué a Jerusalén y descansé allí tres
nen terrenos, ni derechos, ni un nombre en
días. 12 Luego me levanté de noche con Jerusalén.
unos pocos hombres, sin decir a nadie lo
que mi Dios me había inspirado hacer en Reconstrucción de la muralla
Jerusalén. Sólo llevaba la cabalgadura que 1 El
sumo sacerdote, Eliasib, y sus pa-
yo montaba. 13 Salí de noche por la Puerta 3 rientes, los sacerdotes, pusieron ma-
del Valle, dirigiéndome a la Fuente del Dra- nos a la obra y reconstruyeron la Puerta de
gón y a la Puerta de la Basura; comprobé las Ovejas; la consagraron y fijaron sus ho-
que las murallas de Jerusalén estaban en jas; continuaron hasta la Torre de Ciento y
ruinas y las puertas consumidas por el fue- hasta la Torre de Jananel. 2 Junto a ellos
go. 14 Continué por la Puerta de la Fuente y trabajaron los hombres de Jericó, y junto a
el estanque real. 15 Como allí no había sitio éstos, Zacur, hijo de Imrí. 3 La Puerta de los
para la cabalgadura, subí por el torrente, to- Peces la reconstruyeron los hijos de Has-
davía de noche, y seguí inspeccionando la naá; la armaron y fijaron sus hojas, barras
muralla. Volví a entrar por la Puerta del Valle y cerrojos. 4 A su lado trabajó Meremot, hijo
y regresé a casa. 16 Las autoridades no su- de Urías, hijo de Hacós; junto a éste, Mesu-
pieron adónde había ido ni lo que pensaba lán, hijo de Berequías, hijo de Mesezabel;
hacer. Hasta entonces no había dicho nada 5 junto a éste, Sadoc, hijo de Baná; junto a
a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los no- éste trabajaron los de Tecua, aunque sus
tables, ni a las autoridades, ni a los demás notables no quisieron colaborar con las au-
encargados de la obra. 17 Entonces les dije: toridades. 6 La Puerta del Barrio Nuevo la
–Ya ven la situación en que nos en- restauraron Yoyadá, hijo de Pasej, y Mesu-
contramos: Jerusalén está en ruinas y sus lán, hijo de Besodías; la armaron y fijaron
puertas incendiadas. Vamos a reconstruir la sus hojas, barras y cerrojos. 7 Junto a ellos
muralla de Jerusalén para que ya no sea- trabajaron Melatías de Gabaón y Yadón de
mos objeto de burla. Meronot, con los hombres de Gabaón y de
18 Les conté cómo el Señor me había fa- Atalaya, a expensas del gobernador de
vorecido y lo que me había dicho el rey. Transeufratina. 8 Junto a él trabajó Uziel,
Ellos dijeron: hijo de Jarjayas, orfebre, y junto a éste el

3,1–4,17 Reconstrucción de la muralla. En 3,1- La mejor respuesta a las burlas será la actividad in-
32 el autor nos ofrece una lista de nombres y seccio- cesante y los resultados patentes.
nes de trabajo. Puede ser un documento de archivo o De las burlas se pasa a las amenazas, pero Nehe-
unas notas para la organización. La tarea se reparte en mías no se deja intimidar, prepara a su gente para re-
42 lotes. Nehemías era laico. Con su autoridad consi- peler el posible ataque. La frase del versículo 4,11 ha
gue que el sumo sacerdote trabaje también en la mu- hecho fortuna por su concisión expresiva más que por
ralla, y que consagrando una puerta, dé un carácter su realismo. El autor describe complacido la situación,
sacro a la empresa. Luego el autor va a narrar las difi- las amenazas lejos de amedrentarlo, lo engrandecen.
cultades que hicieron dramática la construcción. Las Y cuando ha puesto todos los medios posibles, pone
razones de Sanbalar y sus amigos parecen ser la envi- su entera confianza en Dios.
dia, quizá también el miedo.
NEHEMÍAS 3 594
perfumista Ananías; ambos dejaron termi- reparó el sector desde la casa de Azarías
nada la muralla de Jerusalén hasta el muro hasta el Ángulo y la Esquina. 25 Palal, hijo
ancho. 9 Junto a ellos trabajó Refayas, hijo de Uzay, lo hizo a partir del Ángulo y la to-
de Jur, jefe de medio distrito de Jerusalén. rre saliente del palacio real, la de arriba,
10 A su lado lo hizo Yedayas, hijo de Jaru- que da al patio de la cárcel. Luego, Feda-
maf, delante de su casa. Junto a éste tra- yas, hijo de Farós, reparó 26 hasta enfrente
bajó Jatús, hijo de Jasabnías. de la Puerta del Agua, al este de la torre sa-
11 La parte siguiente, hasta la Torre de liente. Los empleados del templo vivían en
los Hornos, la restauraron Malquías, hijo de el Ofel.
Jarín, y Jasub, hijo de Pajat Moab. 12 Junto 27 A continuación trabajaron los de Te-
a éstos trabajó Salún, hijo de Halojés, jefe cua, desde la torre grande saliente hasta la
de medio distrito de Jerusalén, con sus hi- muralla del Ofel. 28 A partir de la Puerta de
jas. los Caballos trabajaron los sacerdotes,
13 La Puerta del Valle la restauró Janún cada cual frente a su casa. 29 A continua-
con los habitantes de Zanoj; la reconstruye- ción, Sadoc, hijo de Imer, reparó la zona
ron, fijaron sus puertas, barras y cerrojos, e delante de su casa y detrás de él lo hizo Se-
hicieron quinientos metros de muralla, has- mayas, hijo de Secanías, encargado de la
ta la Puerta de la Basura. Puerta de Oriente. 30 Ananías, hijo de Sele-
14 La Puerta de la Basura la restauró mías, y Janún, sexto hijo de Salaf, repara-
Malquías, hijo de Recab, jefe del distrito de ron el sector siguiente. Mesulán, hijo de Be-
Bet-Kérem; la reconstruyó y fijó sus hojas, requías, restauró frente a su vivienda. 31 A
barras y cerrojos. continuación, el orfebre Malquías restauró
15 La Puerta de la Fuente la restauró Sa- hasta la casa de los empleados del Templo
lún, hijo de Col-Jozé, jefe del distrito de y de los comerciantes, frente a la Puerta de
Mispá; la reconstruyó, la cubrió y fijó sus la Inspección, y hasta la habitación superior
hojas, barras y cerrojos; también construyó de la esquina. 32 La zona entre la habitación
la muralla del estanque de Sélaj, junto al superior de la esquina y la Puerta de las
jardín real, hasta la escalera que baja de la Ovejas la restauraron los orfebres y comer-
Ciudad de David. ciantes.
16 A continuación, Nehemías, hijo de Az- 33 Cuando Sanbalat se enteró de que es-

buc, jefe de medio distrito de Bet-Sur, repa- tábamos reconstruyendo la muralla, se in-
ró hasta las tumbas de David, el estanque dignó, y enfurecido, empezó a burlarse de
artificial y la Casa de los Valientes. 17 A los judíos, 34 diciendo a su gente y a la
continuación lo hicieron los levitas: Rejún, guarnición samaritana:
hijo de Baní; junto a él, Jasabías, jefe de –¿Qué hacen esos desgraciados judíos?
medio distrito de Queilá, su distrito. 18 A ¿No hay nadie que se lo impida? ¿Van a
continuación repararon sus parientes: Ba- ofrecer sacrificios? ¿Se creen que van a ter-
vay, hijo de Jenadad, jefe de medio distrito minar el trabajo en un día? ¿O que de los
de Queilá. 19 Junto a él, Ezer, hijo de Josué, montones de escombros van a sacar nue-
jefe de Mispá, restauró el sector a partir de vas las piedras que se quemaron?
35 El amonita Tobías, que se encontraba
la subida del arsenal del Ángulo.
20 Baruc, hijo de Zabay, reparó el sector a su lado, dijo:
que va desde el Ángulo hasta la puerta de –Déjalos que construyan. En cuanto
la casa del sumo sacerdote, Eliasib. 21 Me- suba una zorra se desmoronará su muralla
remot, hijo de Urías, hijo de Hacós, restau- de piedra.
ró desde la puerta de la casa de Eliasib has- 36 Escucha, Dios nuestro, cómo se bur-
ta el final de la misma. 22 Luego lo hicieron lan de nosotros. Haz que sus insultos recai-
los sacerdotes que habitaban en la vega del gan sobre ellos y mándalos al destierro
Jordán. 23 Benjamín y Jasub repararon la para que se burlen de ellos. 37 No encubras
zona frente a su casa, luego lo hizo Azarías, sus delitos, no borres de tu vista sus peca-
hijo de Maseyas, hijo de Ananías, en la zona dos, porque han ofendido a los constructo-
junto a su casa. 24 Binuy, hijo de Jenadad, res.
595 NEHEMÍAS 5
38 Seguimos levantando la muralla, que pada al cinto mientras trabajaban. Y el cor-
quedó reparada hasta media altura. La gen- neta iba a mi lado, 13 porque había dicho a
te tenía ganas de trabajar. los notables, a las autoridades y al resto del
pueblo: El trabajo es tan grande y tan ex-
1 Cuando Sanbalat, Tobías, los árabes, tenso, que debemos esparcirnos a lo largo
4 los amonitas y los asdoditas se ente- de la muralla, lejos unos de otros. 14 En
raron de que la reparación de la muralla de cuanto oigan la corneta, dondequiera que
Jerusalén iba adelante –porque empezaban estén, vengan a reunirse con nosotros.
a cerrarse las brechas– se enfurecieron. 2 Y Nuestro Dios combatirá por nosotros. 15 Así
se confabularon para luchar contra Jerusa- seguimos, unos trabajando y otros empu-
lén y sembrar en ella la confusión. 3 Enco- ñando las lanzas, desde que despuntaba el
mendándonos a nuestro Dios, pusimos una alba hasta que salían las estrellas. 16 Por
guardia día y noche para vigilarlos. entonces también dije al pueblo:
4 Mientras los judíos decían: Los carga- –Todos pernoctarán en Jerusalén con
dores se agotan y los escombros son mu- sus criados. De noche haremos guardia y
chos; nosotros solos no podemos construir de día trabajaremos.
17 Yo, mis hermanos, mis criados y los
la muralla, 5 nuestros enemigos comenta-
ban: Que no sepan ni vean nada hasta que hombres de mi escolta dormíamos vestidos
hayamos penetrado en medio de ellos y los y con las armas al alcance de la mano.
matemos; así detendremos las obras. Problemas sociales
6 En esta situación, los judíos que vivían (Jr 34,8-22)
entre ellos, viniendo de diversos lugares, 1 La
gente sencilla, sobre todo las mu-
nos repetían una y otra vez que nos iban a 5 jeres, empezaron a protestar enér-
atacar. 7 Entonces aposté en trincheras de- gicamente contra sus hermanos judíos.
trás de la muralla y entre matorrales gente 2 Unos decían: Tenemos muchos hijos e hi-
dividida por familias y armados con sus es- jas; que nos den trigo para comer y seguir
padas, lanzas y arcos. 8 Después de una con vida. 3 Otros: Pasamos tanta hambre,
inspección, dije a los notables, a las auto- que tenemos que hipotecar nuestros cam-
ridades y al resto del pueblo: pos, viñedos y casas para conseguir trigo.
–No les tengan miedo. Acuérdense del 4 Y otros: Hemos tenido que pedir dinero
Señor, grande y terrible, y luchen por sus prestado para pagar el impuesto real. 5 So-
hermanos, hijos, hijas, mujeres y casas. mos iguales que nuestros hermanos, nues-
9 Al ver nuestros enemigos que es- tros hijos son como los suyos, y, sin em-
tábamos informados, Dios desbarató sus bargo, debemos entregar como esclavos a
planes y pudimos volver a la muralla, cada nuestros hijos e hijas; a algunas de ellas in-
cual a su tarea. 10 Con todo, desde aquel cluso las han deshonrado, sin que podamos
día la mitad de mis hombres trabajaba hacer nada, porque nuestros campos y vi-
mientras la otra mitad estaba armada de ñas están en manos ajenas.
lanzas, escudos, arcos y corazas. Las auto- 6 Cuando me enteré de sus protestas y
ridades se preocupaban de todos los judíos. de lo que sucedía me indigné y, sin poder
11 Los que construían la muralla y los car- contenerme, me encaré con los nobles y las
gadores estaban armados; con una mano autoridades. 7 Les dije:
trabajaban y con la otra empuñaban el –Ustedes se están portando con sus her-
arma. 12 Todos los albañiles llevaban la es- manos como usureros.

5,1-19 Problemas sociales. No parece que lo que dentro de ella dominaba la explotación y la injusticia
aquí se narra sucediese en los dos meses en que se re- social. Nehemías enfrenta el problema, cuenta con la
construía la muralla, pero es significativo que se cuen- legislación de Israel sobre la justicia social (Lv 24,39-
te en este lugar. Indicaría que algunos judíos más pu- 43 y Dt 15,1-11) y con el grito de algunos profetas (Is
dientes aprovecharon el momento para oprimir a sus 58,6.7.12). Ya Jeremías había proclamado la libera-
paisanos. Esta actitud ponía un duro interrogante a la ción de los esclavos como condición para obtener la
comunidad; de poco serviría levantar un muro en tor- protección divina (Jr 34,8-22).
no a Jerusalén, para protegerla de los enemigos, si
NEHEMÍAS 5 596
8 Convoqué contra ellos una asamblea ban el día en la obra. 17 A mi mesa se sen-
general, y les dije: taban ciento cincuenta nobles y consejeros,
–Nosotros, en la medida de nuestras po- sin contar los que venían de los países ve-
sibilidades, rescatamos a nuestros herma- cinos. 18 Cada día se aderezaba un toro,
nos judíos vendidos a los paganos. Y uste- seis ovejas escogidas y aves; cada diez días
des venden a sus hermanos para que luego encargaba vino de todas clases en abun-
nos los vendan a nosotros. dancia. Y a pesar de esto nunca reclamé la
Se quedaron cortados, sin respuesta, 9 y pensión que me correspondía como go-
yo seguí: bernador, porque bastante agobiado estaba
–No está bien lo que hacen. Sólo respe- ya el pueblo.
tando a nuestro Dios evitarán el desprecio 19 Dios mío, acuérdate para mi bien de
de nuestros enemigos, los paganos. 10 Tam- todo lo que hice por esta gente.
bién yo, mis hermanos y mis criados les he- Intrigas de los enemigos
mos prestado dinero y trigo. 11 Olvidemos 1 Cuando Sanbalat, Tobías, el árabe
esa deuda. Devuélvanles hoy mismo sus
campos, viñas, olivares y casas, y perdó-
6 Guesen y el resto de nuestros enemi-
nenles el dinero, el trigo, el vino y el aceite gos se enteraron de que había reconstruido
que les han prestado. la muralla sin dejar ni una brecha –aunque
12 Respondieron: todavía no había puesto las hojas de las
–Se lo devolveremos sin exigir nada. Ha- puertas–, 2 Sanbalat y Guesen mandaron a
remos lo que dices. decirme:
Entonces llamé a los sacerdotes para –Ven a entrevistarte con nosotros en uno
que les tomasen juramento de que cumpli- de los pueblos del valle de Onó.
3 Venían con malas intenciones, y les
rían su palabra. 13 Luego me despojé de mi
manto, diciendo: contesté con unos mensajeros:
–Así despoje Dios de su casa y de sus –Tengo muchísimo trabajo y no puedo
bienes al que no cumpla su palabra, y que bajar. No voy a dejar la obra parada para
se quede despojado y sin nada. bajar a verlos.
4 Cuatro veces me mandaron a decir lo
Toda la asamblea respondió:
–Amén. mismo y les contesté igual. 5 A la quinta,
Y alabó al Señor. El pueblo cumplió lo Sanbalat envió a su criado con una carta
prometido. abierta, 6 que decía: Se oye comentar entre
14 Dicho sea de paso, desde el día en la gente, y así lo afirma Guesen, que tú y
que me nombraron gobernador de Judá, los judíos piensan rebelarse, y que por eso
cargo que ocupé durante doce años, desde has construido la muralla. 7 Según esos ru-
el veinte hasta el treinta y dos del rey Arta- mores, tú serías el rey, y has nombrado
jerjes, ni yo ni mis hermanos comimos a profetas que te proclamen en Jerusalén rey
expensas del cargo. 15 En cambio los go- de Judá. Esos rumores van a llegar a oídos
bernadores anteriores fueron una carga del emperador. Ven, y decidiremos juntos lo
para el pueblo, exigiéndole cada día cua- que conviene hacer.
trocientos gramos de plata en concepto de 8 Le respondí:

pan y vino, y también sus servidores opri- –Esos rumores de que hablas carecen
mían a la gente. 16 Pero yo no obré así por de fundamento; son pura invención tuya.
respeto al Señor. Además, trabajé perso- 9 Querían intimidarnos, pensando que
nalmente en la muralla, aunque yo no era abandonaríamos la obra, dejándola a medio
terrateniente, y todos mis criados se pasa- acabar. Al contrario, cobré nuevos ánimos.

6,1–7,3 Intrigas de los enemigos. Habiendo fa- muralla es como teofanía que inspira admiración y so-
llado burlas e intimidaciones, los enemigos lanzan su brecoge a los paganos. Realmente no fue empresa sim-
ataque contra la cabeza. Este capítulo esquematiza los ple terminar las obras en menos de dos meses, en me-
hechos en varias intimaciones orales, una acusación dio de la oposición externa y con dificultades internas.
escrita y un intento de desacreditarlo; se añade una La obra es como un milagro de Dios, que había infun-
nota de conjunto sobre Tobías. Terminadas las obras, la dido una enorme confianza y tenacidad a los suyos.
597 NEHEMÍAS 7
10 Por entonces fui a casa de Semayas, –Que no abran las puertas de Jerusalén
hijo de Pelayas, hijo de Mehetabel, que se hasta que el sol caliente, y que las cierren y
hallaba impedido, y me dijo: atranquen antes de que se ponga. Y que
–Vamos a meternos en el templo, dentro formen cuerpos de guardia con los habitan-
de la nave, y cerramos la puerta. Porque tes de Jerusalén; unos vigilarán en los
van a venir a matarte; piensan matarte esta puestos y otros delante de su casa.
noche. La repoblación de Jerusalén I
11 Le contesté: (Esd 2)
–Un hombre como yo no huye ni se mete 4 La ciudad era espaciosa y grande, pero
en el templo para salvar la vida. No voy. los habitantes escasos y no se construían
12 Porque caí en la cuenta de que no era
casas. 5 Entonces mi Dios me inspiró reunir
Dios quien lo enviaba; me hizo esta profe- a los notables, a las autoridades y al pueblo
cía sobornado por Tobías y Sanbalat, para hacer el registro. Encontré el registro
13 para que me entrase miedo y actuase de
de los primeros que habían vuelto, donde
esa forma, cometiendo un pecado que pen- estaba escrito: 6 Habitantes de la provincia
saban aprovechar para denigrarme y difa- que regresaron del destierro, adonde los
marme. llevó cautivos Nabucodonosor, rey de Babi-
14 Dios mío, acuérdate de lo que han he-
lonia, y volvieron a Jerusalén y a Judá,
cho Tobías y Sanbalat; también de la profe- cada uno a su pueblo: 7 Vinieron con Zoro-
tisa Noadías y de los otros profetas que in- babel, Josué, Nehemías, Azarías, Raamías,
tentaron asustarme. Najmaní, Mardoqueo, Bilsán, Mispéret, Big-
15 El veinticinco de septiembre, a los vay, Nejún y Baná.
cincuenta y dos días de comenzada, se ter- Lista de los hombres del pueblo de Is-
minó la muralla. 16 Cuando se enteraron rael:
nuestros enemigos y lo vieron los pueblos 8 Dos mil ciento setenta y dos descen-
circundantes se llenaron de admiración y dientes de Farós.
reconocieron que era nuestro Dios el autor 9 Trescientos setenta y dos descendien-
de esta obra. tes de Sefatías.
17 Por aquellos días era intensa la co- 10 Seiscientos cincuenta y dos descen-
rrespondencia epistolar entre los notables dientes de Araj.
de Judá y Tobías, 18 ya que muchos judíos 11 Dos mil ochocientos dieciocho des-
se habían juramentado con él por ser yerno cendientes de Pajat Moab, descendientes
de Secanías, hijo de Araj, y porque su hijo de Josué y de Joab.
Juan estaba casado con la hija de Mesulán, 12 Mil doscientos cincuenta y cuatro des-
hijo de Berequías. 19 Me hablaban bien de él cendientes de Elam.
y a él le referían lo que yo hacía. Tobías si- 13 Ochocientos cuarenta y cinco descen-
guió enviando cartas para intimidarme. dientes de Zatú.
14 Setecientos sesenta descendientes de
1 Cuando estuvo reconstruida la mu- Zacay.
7 ralla y coloqué las puertas, se asigna- 15 Seiscientos cuarenta y ocho descen-
ron los cargos de porteros, cantores y le- dientes de Binuy.
vitas. 2 Puse al frente de Jerusalén a mi 16 Seiscientos veintiocho descendientes
hermano Jananí, y a Ananías, jefe de la for- de Bebay.
taleza, que era un hombre honrado y teme- 17 Dos mil trescientos veintidós descen-
roso de Dios como pocos. 3 Les dije: dientes de Azgad.

7,4-72 La repoblación de Jerusalén I. Al termi- queda a Nehemías una nueva tarea. Repoblar, pero
narse la construcción de la muralla lo lógico sería que parece que la capital no atraía: ¿solamente por la in-
continuase el relato de una fiesta de dedicación; pero seguridad? Quizá también porque no ofrecía buenas
tenemos que leer una serie de episodios antes de en- condiciones económicas, a no ser que uno fuera em-
contrar dicha fiesta en el capítulo 12. Rodeada la ciu- pleado del Templo, y aun éstos vivían en buena par-
dad con su muralla almenada, se aprecian los vacíos te en sus posesiones o en poblaciones vecinas.
internos por la falta de casas y vecinos. Así pues, le 8,1-18 Lectura de la Ley – La fiesta de las Chozas.
NEHEMÍAS 7 598
18 Seiscientos sesenta y siete descen- 46 Empleados del templo:
dientes de Adonicán. Descendientes de Sijá, Jasufá, Tabaot,
19 Dos mil sesenta y siete descendientes 47 Querós, Sia, Fadón, 48 Lebaná, Jagabá,

de Bigvay. Salmay, 49 Janán, Guidel, Gájar, 50 Reayas,


20 Seiscientos cincuenta y cinco descen- Resín, Necodá, 51 Gazán, Siahá Uzá, Pasej,
52 Besay, meunitas, nefusitas, 53 Bacbuc,
dientes de Adín.
21 Noventa y ocho descendientes de Jacufá, Jarjur, 54 Baslut, Mejidá, Jarsá,
55 Barcós, Sísara, Támaj, 56 Nesij y Jatifá.
Ater, de Ezequías.
22 Trescientos veintiocho descendientes 57 Hijos de los servidores de Salomón:
58 Descendientes de Sotay, Soféret, Pe-
de Jasún.
23 Trescientos veinticuatro descendien- rudá, Yalá, Darcón, Guidel, 59 Sefatías, Jatil,
tes de Besay. Poquéret, el sebaíta, y Amí.
24 Ciento doce descendientes de Jarif. 60 Total de empleados del templo y de
25 Noventa y cinco oriundos de Guibeón. los hijos de los servidores de Salomón:
26 Ciento ochenta y ocho oriundos de trescientos noventa y dos.
61 Lista de los que subieron de Tel Mélaj,
Belén y Netofá.
27 Ciento veintiocho de Anatot. Tel Jarsá, Querub, Adán e Imer, pero no
28 Cuarenta y dos de Bet-Azmaut. pudieron probar su ascendencia o su origen
29 Setecientos cuarenta y tres de Quiriat israelita: 62 seiscientos cuarenta y dos des-
Yearim, Quepira y Beerot. cendientes de Pelayas, Tobías y Necodá.
63 Y de los sacerdotes, los descendientes de
30 Seiscientos veintiuno de Ramá y Gui-
beá. Jobayas, Hacós y Barzilay, que se había
31 Ciento veintidós de Micmás. casado con una hija de Barzilay, el galaadi-
32 Ciento veintitrés de Betel y Ay. ta, y tomó su nombre. 64 Buscaron su regis-
33 Cincuenta y dos descendientes de tro genealógico, pero no lo encontraron y
Nebo. se les excluyó del sacerdocio; 65 el gober-
34 Mil doscientos cincuenta y cuatro des- nador les prohibió comer los alimentos sa-
grados hasta que apareciese un sacerdote
cendientes del otro Elam. experto en consultar las suertes.
35 Trescientos veinte de Jarín.
66 En total, la comunidad constaba de
36 Trescientos cuarenta y cinco de Je-
cuarenta y dos mil trescientas sesenta per-
ricó. sonas, 67 sin contar los esclavos y esclavas,
37 Setecientos veintiuno de Lod, Jadid y
que eran siete mil trescientos treinta y sie-
Onó. te. 68 Tenía doscientos cuarenta y cinco en-
38 Tres mil novecientos treinta de Senaá.
39 Sacerdotes:
tre cantores y cantoras, setecientos treinta
y seis caballos y doscientos cuarenta y cin-
Novecientos setenta y tres descendien- co mulas, cuatrocientos treinta y cinco ca-
tes de Yedayas, de la familia de Josué. mellos y seis mil setecientos veinte asnos.
40 Mil cincuenta y dos descendientes de 69 Algunos jefes de familia hicieron do-
Imer. nativos para la obra. El gobernador entregó
41 Mil doscientos cuarenta y siete des-
al tesoro mil dáricos de oro, cincuenta as-
cendientes de Pasjur. persorios y quinientas treinta túnicas sacer-
42 Mil diecisiete descendientes de Jarín.
dotales. 70 Los jefes de familia ofrecieron
43 Levitas:
para el culto veinte mil dáricos de oro y dos
Setenta y cuatro descendientes de Jo- mil doscientas minas de plata. 71 El resto
sué y de Cadmiel, de la familia de Hodaví- del pueblo, veinte mil dáricos de oro, dos
as. mil minas de plata y sesenta y siete túnicas
44 Cantores:
sacerdotales.
Ciento cuarenta y ocho descendientes 72 Los sacerdotes, los levitas, los porte-
de Asaf. ros, los cantores, parte del pueblo, los em-
45 Porteros: pleados del templo y todo Israel se estable-
Ciento treinta y ocho descendientes de cieron en sus pueblos. Al llegar el mes
Salún, Ater, Talmón, Acub, Jatitá y Sobay. séptimo se encontraban instalados en ellos.
599 NEHEMÍAS 9
Lectura de la Ley sagrado a nuestro Dios. No ayunen, que al
1 Entonces todo el pueblo se reunió Señor le gusta que estén fuertes.
8 como un solo hombre en la plaza que 11 Los levitas serenaban al pueblo, di-
se abre ante la Puerta del Agua, y pidió a ciendo:
Esdras, el letrado, que trajera el libro de la –¡Tranquilícense! Este día es santo; no
ley de Moisés, que Dios había dado a Is- estén tristes.
rael. 2 El sacerdote Esdras trajo el libro de 12 El pueblo se fue, comió, bebió, envió
la ley ante la asamblea, compuesta de porciones y organizó una gran fiesta, por-
hombres, mujeres y todos los que tenían que había comprendido lo que le habían
uso de razón. Era a mediados de septiem- explicado.
bre. 3 En la plaza de la Puerta del Agua,
La fiesta de las Chozas
desde el amanecer hasta el mediodía, estu- (Lv 23,33-43; Dt 16,13-15)
vo leyendo el libro a los hombres, a las mu- 13 Al día siguiente, los jefes de familia de
jeres y a los que tenían uso de razón. Toda todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas
la gente seguía con atención la lectura de se reunieron con el letrado Esdras para es-
la ley. tudiar el libro de la ley. 14 En la ley que ha-
4 Esdras, el letrado, estaba de pie en el
bía mandado el Señor por medio de Moisés
púlpito de madera que había hecho para encontraron escrito: Los israelitas habitarán
esta ocasión. A su derecha se encontraban en chozas durante la fiesta del mes sép-
Matitías, Sema, Anayas, Urías, Jelcías y timo.
Maseyas; a su izquierda, Fedayas, Misael, 15 Entonces anunciaron en todos sus
Malquías, Jasún, Jasbadana, Zacarías y
Mesulán. 5 Esdras abrió el libro a la vista de pueblos y en Jerusalén:
todo el pueblo –ya que se encontraba en un –Vayan al monte y traigan ramas de oli-
puesto elevado–, y cuando lo abrió, toda la vo, pino, mirto, palmera y de otros árboles
gente se puso en pie. 6 Esdras bendijo al frondosos para construir las chozas, como
Señor, Dios grande, y todo el pueblo, le- está mandado.
16 La gente fue, las trajo e hicieron las
vantando las manos, respondió: Amén,
amén. Después se inclinaron y adoraron al chozas; unos en la azotea, otros en sus pa-
Señor, rostro en tierra. tios, en los patios del templo, en la plaza de
7 Los levitas Josué, Baní, Serebías, Ya- la Puerta del Agua y en la plaza de la Puer-
mín, Acub, Sabtay, Hodiyías, Maseyas, ta de Efraín. 17 Toda la asamblea que había
Quelitá, Azarías, Yozabad, Janán y Felayas vuelto del destierro hizo chozas, habitaron
explicaron la ley al pueblo, que se mante- en ellas –cosa que no hacían los israelitas
nía en sus puestos. 8 Leían el libro de la ley desde tiempos de Josué, hijo de Nun– y
de Dios traduciéndolo y explicándolo para hubo una gran fiesta. 18 Todos los días, del
que se entendiese la lectura. 9 El goberna- primero al último, Esdras leyó el libro de la
dor Nehemías, el sacerdote y letrado Es- ley de Dios. La fiesta duró siete días, y el
dras y los levitas que instruían al pueblo, octavo tuvo lugar una asamblea solemne,
viendo que la gente lloraba al escuchar la como está mandado.
lectura de la ley, le dijeron: Ceremonia de expiación
–Hoy es un día consagrado al Señor, su (Lv 16)
Dios. No estén tristes ni lloren. 1 El
día veinticuatro de este mismo
10 Después añadió: 9 mes se reunieron los israelitas para
–Ya pueden retirarse, coman bien, beban ayunar, vestidos de sayales y cubiertos de
vinos generosos y envíen porciones a los polvo. 2 La estirpe de Israel se separó de to-
que no tienen nada, porque hoy es día con- dos los extranjeros, y puestos de pie confe-

Sigue una serie de ceremonias y fiestas litúrgicas que pira en la historia de Israel y concretamente en pasa-
se celebran apenas terminado el verano y las faenas jes de diversas tradiciones, incluso con citas verbales.
del campo: lectura pública de la Ley, fiesta de las Cho- Es central el tema de la tierra. Después de la creación,
zas, liturgia penitencial, alianza con Dios. al principio de la historia, Dios promete la tierra a
9,1-37 Ceremonia de Expiación. La oración se ins- Abrahán: así resulta que la promesa es la fuerza inicial
NEHEMÍAS 9 600
saron sus pecados y las culpas de sus pa- que eran arrogantes con ellos–
dres. 3 Permanecieron en sus puestos una y te creaste una fama
cuarta parte del día, mientras se leía el libro que perdura hasta hoy.
de la ley del Señor, su Dios, y otra cuarta 11 Abriste ante ellos el mar,
parte la pasaron confesando y rindiendo y cruzaron el mar
homenaje al Señor, su Dios. sin mojarse los pies.
4 Josué, Baní, Cadmiel, Sebanías, Buní, Arrojaste al abismo
Serebías, Baní y Quenaní subieron a la tri- a sus perseguidores,
buna de los levitas e invocaron en alta voz como una piedra
al Señor, su Dios. 5 Y los levitas Josué, Cad- en aguas turbulentas.
miel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodiyas, 12 Con columna de nube
Sebanías y Petajías dijeron: los guiaste de día,
–Levántense, bendigan al Señor, su con columna de fuego, de noche,
Dios, desde siempre y por siempre; bendi- para iluminarles
gan su Nombre glorioso, que supera toda el camino que debían recorrer.
bendición y alabanza. 13 Bajaste al monte Sinaí,
6 Y Esdras rezó: hablaste con ellos desde el cielo.
Tú, Señor, eres el único Dios. Les diste normas justas, leyes válidas,
Tú hiciste los cielos, mandatos y preceptos excelentes.
lo más alto de los cielos 14 Les diste a conocer tu santo sábado,
y todos sus ejércitos; les diste preceptos,
la tierra y cuantos la habitan, mandatos y leyes
los mares y cuanto contienen. por medio de tu siervo Moisés.
A todos les das vida, 15 Les enviaste pan desde el cielo
y los ejércitos celestes cuando tenían hambre,
te rinden homenaje. hiciste brotar agua de la roca
7 Tú, Señor, eres el Dios cuando tenían sed.
que elegiste a Abrán, Y les ordenaste
lo sacaste de Ur de los caldeos tomar posesión de la tierra
y le pusiste por nombre Abrahán. que, con la mano en alto,
8 Viste que su corazón te era fiel habías jurado darles.
e hiciste con él un pacto 16 Pero ellos, nuestros padres,
para darle la tierra de los cananeos, se mostraron arrogantes;
hititas, amorreos, fereceos, poniéndose tercos
jebuseos y guirgaseos, desoyeron tus mandatos.
a él y a su descendencia. 17 No quisieron oír
Y cumpliste la palabra ni recordar los prodigios
porque eres leal. que hiciste en su favor.
9 Viste luego la aflicción Tercamente se empeñaron
de nuestros padres en Egipto, en volver a la esclavitud de Egipto.
escuchaste sus clamores Pero tú, Dios del perdón,
junto al Mar Rojo. clemente y compasivo,
10 Realizaste signos y prodigios paciente y misericordioso,
contra el Faraón, no los abandonaste,
contra sus ministros 18 ni siquiera cuando hicieron
y toda la gente del país un ternero de metal fundido
–porque sabías y proclamaron: Éste es tu dios,

que pone el resto en movimiento, es iniciativa y com- los judíos viven en la tierra prometida ya entregada,
promiso de Dios. En un segundo momento la tierra ha pero en calidad de vasallos; si falla la promesa, su va-
de ser entregada: hacia tal hecho gravitan la salida de lor queda comprometido.
Egipto y el camino por el desierto, en el hecho se 10,1-40 Renovación de la Alianza. Firma del pac-
cumple la promesa. El tercer momento es el presente:
601 NEHEMÍAS 9
que te sacó de Egipto, 27 Los entregaste
cometiendo una ofensa terrible. en manos de sus enemigos,
19 Pero tú, por tu gran compasión, que los oprimieron.
no los abandonaste en el desierto. Pero en su angustia clamaron a ti,
No se alejó de ellos y tú los escuchaste desde el cielo;
la columna de nube y por tu gran compasión
que los guiaba por el camino de día, les enviaste salvadores
ni la columna de fuego que los salvaron de sus enemigos.
que de noche les iluminaba 28 Pero al sentirse tranquilos
el camino que debían recorrer. hacían otra vez lo que repruebas;
20 Les diste tu buen espíritu los abandonabas
para instruirlos, en manos de sus enemigos
no les quitaste de la boca tu maná, que los oprimían;
les diste agua en los momentos de sed. clamaban de nuevo a ti,
21 Cuarenta años y tú los escuchabas desde el cielo,
los sustentaste en el desierto librándolos muchas veces
y nada les faltó; por tu gran compasión.
ni sus vestidos se gastaron 29 Los amonestaste
ni se hincharon sus pies. para reducirlos a tu Ley,
22 Les entregaste reinos y pueblos, pero ellos, altivos,
repartiste a cada uno su región. no obedecieron tus preceptos
Se apoderaron y pecaron contra tus normas,
del país de Sijón, rey de Jesbón, que dan la vida al hombre
de la tierra de Og, rey de Basán. si las cumple.
23 Multiplicaste sus hijos Volvieron la espalda con rebeldía;
como las estrellas del cielo, tercamente, no quisieron escuchar.
los introdujiste en la tierra 30 Fuiste paciente con ellos
que habías prometido a sus padres durante muchos años,
en posesión. tu Espíritu los amonestó
24 Entraron los hijos para ocuparla por tus profetas,
y derrotaste ante ellos pero no prestaron atención
a sus habitantes, los cananeos. y los entregaste
Los pusiste en sus manos, en manos de pueblos paganos.
igual que a los reyes 31 Sin embargo, por tu gran compasión
y a los pueblos del país, no los aniquilaste ni abandonaste,
para que dispusieran de ellos porque eres
a placer. un Dios clemente y compasivo.
25 Conquistaron fortalezas 32 Ahora, Dios nuestro,
y una tierra fértil; Dios grande, valiente y terrible,
poseyeron casas rebosantes fiel a la alianza y leal,
de riquezas, no menosprecies las aflicciones
pozos excavados, viñas y olivares, que les han sobrevenido
y abundantes árboles frutales; a nuestros reyes,
comieron hasta hartarse a nuestros príncipes, sacerdotes
y engordaron y profetas,
y disfrutaron de tus dones generosos. a nuestros padres y a todo tu pueblo
26 Pero después fueron indóciles, desde el tiempo de los reyes asirios
se rebelaron contra ti, hasta hoy.
se echaron tu ley a las espaldas 33 Eres inocente
y asesinaron a tus profetas, en todo lo que nos ha ocurrido,
que los amonestaban a volver a ti, porque tú obraste con lealtad,
cometiendo gravísimas ofensas. y nosotros somos culpables.
NEHEMÍAS 9 602
34 Ciertamente, nuestros reyes, 15 Autoridades: Farós, Pajat Moab, Elam,
príncipes, sacerdotes y padres Zatú, Baní, 16 Buní, Azgad, Bebay, 17 Ado-
no cumplieron tu ley nías, Bigvay, Adín, 18 Ater, Ezequías, Azur,
ni prestaron atención 19 Hodiyas, Jasún, Besay, 20 Jarif, Anatot,
a los preceptos y avisos Nebay, 21 Magpiás, Mesulán, Jezir, 22 Mese-
con que los amonestabas. zabel, Sadoc, Yadúa, 23 Felatías, Janán,
35 Durante su reinado, Anayas, 24 Oseas, Ananías, Jasub, 25 Halo-
a pesar de los grandes bienes jes, Filjá, Sobec, 26 Rejún, Jasabná, Mase-
que les concediste yas, 27 Ajías, Janán, Anán, 28 Maluc, Jarín y
y de la tierra espaciosa y fértil Baná.
29 El resto del pueblo, los sacerdotes, los
que les entregaste,
no te sirvieron ni se convirtieron levitas, los porteros, los cantores, los em-
de sus malas acciones. pleados del templo y todos los extranjeros
36 Por eso estamos ahora que se habían convertido a la ley de Dios,
esclavizados, sus mujeres, hijos, hijas y todos los que te-
esclavos en la tierra nían uso de razón 30 se unieron a sus herma-
que diste a nuestros padres nos, los notables, y juraron solemnemente:
para que comiesen »Proceder según la ley de Dios dada por
sus frutos excelentes. medio de Moisés, siervo de Dios, y poner
37 Y sus abundantes productos
en práctica todos los preceptos, decretos y
mandatos del Señor.
son para los reyes 31 »No dar nuestras hijas a extranjeros y
a los que nos sometiste no casar a nuestros hijos con extranjeras.
por nuestros pecados, 32 »No comprar en sábado o día de fiesta
y que ejercen su dominio las mercancías, especialmente el trigo, que
a su arbitrio los extranjeros traen y venden en sábado.
sobre nuestras personas y ganados. »Renunciar cada siete años a la cosecha
Somos unos desgraciados. y a cualquier clase de deudas.
33 Nos comprometimos además:
Renovación de la Alianza
1 Con
»A entregar cada año un tercio de siclo
todo, hacemos un pacto y lo
10 ponemos por escrito, sellándolo
para el culto del templo de nuestro Dios:
34 para los panes presentados y la ofrenda
nuestras autoridades, nuestros levitas y diaria; para el holocausto diario, el de los
nuestros sacerdotes. sábados, principios de mes, solemnidades,
2 Lo firmaron Nehemías, hijo de Ja-
consagraciones y sacrificios expiatorios por
calías, y Sedecías, 3 Serayas, Azarías, Jere- Israel, y para todo lo que haga falta en el
mías, 4 Pasjur, Amarías, Malquías, 5 Jatús, templo 35 –en cuanto a la ofrenda de leña
Sebanías, Maluc, 6 Jarín, Meremot, Abdías, que debe arder en el altar del Señor, nues-
7 Daniel, Guinetón, Baruc, 8 Mesulán, Abías,
tro Dios, como manda la ley, sacerdotes, le-
Miyamín, 9 Mazías, Bilgay, Semayas. Todos vitas y pueblo echaron suertes para traerla
ellos sacerdotes. al templo por familias y en determinadas
10 Levitas: Josué, hijo de Azanías; Binuy, épocas cada año–.
descendiente de Jenadad; Cadmiel 11 y sus 36 »A traer al templo cada año los prime-
hermanos; Secanías, Hodiyas, Quelitá, Fe- ros frutos de nuestros campos, las primi-
layas, Janán, 12 Micá, Rejob, Jasabías, cias de todos los árboles frutales 37 y los
13 Zacur, Serebías, Sebanías, 14 Hodiyas, primogénitos de nuestros hijos y ganados,
Baní y Beninú. como está escrito en la ley.

to y lista de los firmantes. La alianza contiene una pri- niales, la ley del sábado como signo de alianza, la ley
mera estipulación genérica, como ley fundamental, del jubileo o remisión periódica de deudas en orden
que engloba todos los preceptos. Después se especifi- a la justicia social. Luego con otra terminología y con
can algunas leyes que en el momento presente exigen otro estilo, se añaden preceptos cúlticos.
atención: la ley de segregación en asuntos matrimo- 11,1–12,26 La repoblación de Jerusalén II. El tex-
603 NEHEMÍAS 11
»A entregar a los sacerdotes que ofician yas, hijo de Maseyas, hijo de Itiel, hijo de
en el templo los primogénitos de nuestros Isaías, 8 y sus parientes, novecientos vein-
ganados mayor y menor. tiocho hombres de recursos. 9 Joel, hijo de
38 Para los sacerdotes llevaremos a los Zicrí, estaba al frente de ellos, y Judá, hijo
almacenes del templo lo mejor de nuestra de Hasnuá, era el segundo jefe de la ciu-
harina, de nuestras ofrendas, de toda clase dad.
10 Sacerdotes: Yedayas, Yoyarib, Yaquín;
de frutos, del vino y del aceite, y daremos a
11 Serayas, hijo de Jelcías, hijo de Mesulán,
los levitas el diezmo de nuestros campos
–es decir, a los levitas que perciben el diez- hijo de Sadoc, hijo de Merayot, hijo de Aji-
mo en todos los pueblos donde trabaja- tub, comisario del templo, 12 y sus ocho-
mos–. 39 Un sacerdote aaronita acompaña- cientos veintidós parientes, que trabajaban
rá a los levitas cuando éstos reciban el en el templo; Adaya, hijo de Yeroján, hijo de
diezmo, y los levitas entregarán la décima Felalías, hijo de Amsí, hijo de Zacarías, hijo
parte del mismo al templo de nuestro Dios, de Pasjur, hijo de Malquías, 13 y sus dos-
depositándolo en los almacenes del tesoro. cientos cuarenta y dos parientes, jefes de
40 Porque los israelitas y los levitas llevan familia; Amasay, hijo de Azarel, hijo de Aj-
las ofrendas de trigo, vino y aceite a los al- zay, hijo de Mesilemot, hijo de Imer, 14 y sus
macenes; allí está el mobiliario del santua- ciento veintiocho parientes, hombres de ar-
rio y viven los sacerdotes que están de ser- mas. Su superintendente era Zabdiel, hijo
vicio, los porteros y los cantores. En una de Hagadol.
15 Levitas: Semayas, hijo de Jasub, hijo
palabra: no descuidaremos el templo de
nuestro Dios. de Azricán, hijo de Jasabías, hijo de Buní;
16 Sabtay y Yozabad, jefes levitas al frente
La repoblación de Jerusalén II
1 Las autoridades fijaron su residen-
del servicio exterior del templo; 17 Matanías,
11 cia en Jerusalén, y el resto del pue-
hijo de Micá, hijo de Zabdí, hijo de Asaf,
que dirigía el canto y entonaba la acción de
blo se sorteó para que, de cada diez, uno gracias; Bacbuquías, el segundo de sus
habitase en Jerusalén, la ciudad santa, y hermanos; Abdías, hijo de Samúa, hijo de
nueve en sus pueblos. 2 La gente colmó de Galal, hijo de Yedutún. 18 Total de levitas re-
bendiciones a todos los que se ofrecieron sidentes en la ciudad santa: doscientos
voluntariamente a residir en Jerusalén. ochenta y cuatro.
3 Lista de los jefes de la provincia que fi- 19 Porteros: Acub, Talmón y sus parien-
jaron su residencia en Jerusalén y en los tes, que hacían la guardia de las puertas:
pueblos de Judá. Cada cual residió en su ciento setenta y dos.
propiedad, en su pueblo, seglares, sacerdo- 20 El resto de Israel, de los sacerdotes y
tes, levitas, empleados del templo y los hi- de los levitas se estableció en los pueblos
jos de los servidores de Salomón. 4 En Je- de Judá, cada cual en su propiedad. 21 Los
rusalén residían judíos y benjaminitas. empleados del templo habitaban el Ofel;
Judíos: Atayas, hijo de Uzías, hijo de Za- Sijá y Guispá estaban al frente de ellos.
carías, hijo de Amarías, hijo de Sefatías, 22 El encargado de los levitas de Jerusalén
hijo de Mahlalel, descendiente de Fares; era Uzí, hijo de Baní, hijo de Jasabías, hijo
5 Maseyas, hijo de Baruc, hijo de Col-Jozé,
de Matanías, hijo de Micá; era uno de los
hijo de Jazayas, hijo de Adaya, hijo de Yo- descendientes de Asaf, encargados del
yarib, hijo de Zacarías, hijo de Seloní. 6 To- canto al servicio del templo. 23 Una orden
tal de descendientes de Fares que habita- real y un reglamento fijaban la actuación de
ban en Jerusalén: cuatrocientos sesenta y los cantores cada día. 24 Petajías, hijo de
ocho hombres de recursos. Mesezabel, descendiente de Zéraj, hijo de
7 Benjaminitas: Salú, hijo de Mesulán, Judá, estaba al servicio del rey para todos
hijo de Yoed, hijo de Fedayas, hijo de Cola- los asuntos del pueblo.

to continúa el tema de la repoblación de Jerusalén y de ahí salta a los registros familiares complementarios.
12,27-47 Inauguración de la muralla. La inauguración de la muralla es una ceremonia que podía deleitar
NEHEMÍAS 11 604
25 En los pueblos y campos también ha- Salú, Calay; de Amoc, Eber; 21 de Jelcías,
bitaban judíos: en Villa Arbá y sus pobla- Jasabías; de Yedayas, Netanel.
dos, en Dibón y sus poblados, en Yecabsel 22 Los jefes de familia de los sacerdotes
y sus alrededores, 26 en Yesúa, en Moladá, que vivieron en tiempos de Eliasib, Yoyadá,
en Bet-Pélet, 27 en Jasar Sual, en Berseba y Juan y Yadúa están registrados en el libro
sus poblados, 28 en Sicelag, en Meconá y de las Crónicas hasta el reinado del persa
sus poblados, 29 en En Rimmón, Soreá, Yar- Darío.
mut, 30 Zanoj, Adulán y sus alrededores, en 23 Levitas: Los jefes de familia están re-
Laquis y su región, en Azecá y sus po- gistrados en el libro de las Crónicas hasta el
blados. Se establecieron desde Berseba tiempo de Juan, nieto de Eliasib. 24 Los je-
hasta el valle de Hinón. fes de los levitas eran Jasabías, Serebías,
31 Los benjaminitas habitaban en Gui- Josué, Binuy, Cadmiel; a sus órdenes esta-
beá, Micmás, Ayá, Betel y sus poblados, ban sus hermanos, que se turnaban por
32 Anatot, Nob, Ananías, 33 Jasor, Ramá, grupos en la alabanza y la acción de gra-
Guittaym, 34 Jadid, Seboín, Nebalat, 35 Lod, cias, según dispuso David, hombre de Dios.
Onó y en Gue Harasim. 36 Grupos de levitas 25 Matanías, Bacbuquías, Abdías, Mesulán,

residían en Judá y Benjamín. Talmón y Acub eran porteros; hacían la


guardia en los almacenes de las puertas.
1 Listade los sacerdotes y levitas 26 Todos éstos vivieron en tiempos de Joa-
12 que subieron con Zorobabel, hijo de quín, hijo de Josué, hijo de Yosadac, en
Sealtiel y con Josué: Serayas, Jeremías, tiempos del gobernador Nehemías y del sa-
Esdras, 2 Amarías, Maluc, Jatús, 3 Secaní- cerdote y letrado Esdras.
as, Rejún, Meremot, 4 Idó, Guinetón, Abías, Inauguración de la muralla
5 Miyamín, Maadías, Bilgá, 6 Semayas, Yo- 27 Al inaugurar la muralla de Jerusalén
yarib, Yedayas, 7 Salú, Amoc, Jelcías, Ye- buscaron a los levitas por todas partes para
dayas. Eran los jefes de los sacerdotes y de traerlos a Jerusalén a celebrar la inaugura-
sus parientes en tiempos de Josué. ción con una fiesta y con acciones de gra-
8 Levitas: Josué, Binuy, Cadmiel, Sere- cias, al son de platillos, arpas y cítaras.
bías, Judá, Matanías –encargado con sus 28 Se reunieron los cantores del valle del
hermanos de los himnos de acción de gra- Jordán, de la región de Jerusalén, de los
cias–; 9 sus hermanos Bacbuquías y Uní pueblos de Netofat, 29 de Bet-Guilgal y de
les ayudaban en el ministerio. 10 Josué en- los campos de Guibeá y Azmaut –porque
gendró a Joaquín; Joaquín engendró a los cantores se habían construido poblados
Eliasib; Eliasib engendró a Yoyadá; 11 Yo- en las cercanías de Jerusalén–. 30 Los sa-
yadá engendró a Juan, y Juan engendró a cerdotes y los levitas se purificaron y luego
Yadúa. purificaron al pueblo, las puertas y la mu-
12 Sacerdotes jefes de familia en tiempos ralla.
de Joaquín: de la familia de Serayas, Mera- 31 Mandé a las autoridades de Judá que
yas; de Jeremías, Ananías; 13 de Esdras, subiesen a la muralla y organicé dos gran-
Mesulán; de Amarías, Juan; 14 de Maluc, des coros. Uno iba por la derecha, encima
Jonatán; de Secanías, José; 15 de Jarín, de la muralla, hacia la Puerta de la Basura.
Azná; de Meremot, Jelcay; 16 de Idó, Zaca- 32 Cerraban la marcha Oseas, la mitad de
rías; de Guinetón, Mesulán; 17 de Abías, Zi- las autoridades de Judá, 33 Azarías, Esdras,
crí; de Minyamín...; de Moadías, Piltay; 18 de Mesulán, 34 Judá, Benjamín, Semayas, Je-
Bilgá, Samúa; de Semayas, Jonatán; 19 de remías; 35 sacerdotes con trompetas, Zaca-
Yoyarib, Matnay; de Yedayas, Uzí; 20 de rías, hijo de Jonatán, hijo de Semayas, hijo
al Cronista. Una representación de autoridades, sa- jan para entrar en el Templo. El resto del pueblo
cerdotes y levitas sube al remate de la muralla en un acompañaría la procesión por la parte inferior de la
punto occidental de la ciudad. Desde allí se mueven muralla o esperaría a la entrada del Templo. Se canta-
procesionalmente, un grupo hacia el sur y otro hacia rían salmos al estilo del 48; 125 ó 147.
el norte, doblan los dos hacia el este y vuelven a girar 13,1-31 Diversas reformas. Este capítulo presenta
para encontrarse en un punto al oriente, de donde ba- algunas reformas de Nehemías. Vemos que coinciden
605 NEHEMÍAS 13
de Matanías, hijo de Miqueas, hijo de Zacur, Zorobabel y de Nehemías todos los israeli-
hijo de Asaf, 36 y sus hermanos, Semayas, tas entregaban diariamente los víveres a los
Azarel, Milalay, Guilalay, Maay, Netanel, cantores y porteros, y hacían ofrendas sa-
Judá y Jananí, con los instrumentos de Da- gradas a los levitas, igual que éstos a los
vid, hombre de Dios. Esdras, el letrado, iba descendientes de Aarón.
al frente de ellos. Diversas reformas
37 Pasaron por la Puerta de la Fuente y,
1 Por entonces, leyendo al pueblo el
siguiendo en línea recta, subieron a la esca-
lera de la Ciudad de David y bajaron por la
13 libro de Moisés, encontramos escri-
cuesta de la muralla, junto al palacio de Da- to: Los amonitas y moabitas nunca podrán
vid, hasta la Puerta del Agua, al este. 38a El pertenecer a la comunidad de Dios, 2 por-
segundo coro, al que seguía yo con la mitad que no socorrieron a los israelitas con pan
de las autoridades 41 y los sacerdotes Elia- y agua, sino que contrataron a Balaán para
cín, Maseyas, Minyamín, Miqueas, Elioenay, que los maldijese –aunque nuestro Dios
Zacarías y Ananías, con trompetas, 42a y cambió la maldición en bendición–. 3 Cuan-
Maseyas, Semayas, Eleazar, Uzí, Juan, Mal- do escucharon esta cláusula apartaron de
quías, Elam y Ezer, 38b se dirigió hacia la iz- Israel a la masa de extranjeros.
4 Antes de esto, el sacerdote Eliasib, en-
quierda, por encima de la muralla, a lo lar-
go de la Torre de los Hornos hasta el muro cargado de las dependencias del templo y
ancho, 39 y continuó por la Puerta de Efraín, pariente de Tobías, 5 le había acondiciona-
la Puerta Antigua, la Puerta del Pescado, la do a éste una habitación espaciosa, en la
Torre de Jananel, la Torre de los Cien y la que antes solían guardarse las ofrendas, el
Puerta de los Rebaños, hasta detenerse en incienso, los utensilios, el diezmo del trigo,
la Puerta de la Cárcel. 40 Los dos coros se del vino y del aceite debido a los levitas,
situaron en el templo de Dios; 42b los canto- cantores y porteros, y la contribución para
res cantaban dirigidos por Yizrajías. los sacerdotes. 6 En ese momento no me
43 Aquel día ofrecieron sacrificios so- encontraba yo en Jerusalén, porque el año
lemnes y hubo fiesta, porque el Señor les treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia,
había dado un gran motivo de gozo; tam- fui a ver a su majestad; al cabo de cierto
bién las mujeres y los niños compartían la tiempo, con el permiso del rey, 7 volví a Je-
alegría, y el regocijo de Jerusalén se escu- rusalén y advertí la maldad que había co-
chaba desde lejos. metido Eliasib acondicionándole a Tobías
44 Por entonces se nombraron los encar- una habitación en los atrios del templo.
8 Me pareció muy mal, mandé sacar de la
gados de los almacenes destinados a provi-
siones, ofrendas, primicias y diezmos, don- habitación todas las cosas de Tobías, 9 or-
de se guardaban, por campos y pueblos, dené que la purificasen y volví a guardar allí
las porciones que prescribe la ley para los los utensilios del templo, las ofrendas y el
sacerdotes y los levitas. Porque los judíos incienso.
10 Supe también que los levitas no habí-
estaban contentos de los sacerdotes y levi-
tas en funciones, 45 que se ocupaban del an percibido sus porciones y que por eso
culto de su Dios y del rito de la purificación, los levitas y los cantores encargados del
como habían mandado David y su hijo Sa- culto se habían marchado a sus campos.
11 Me encaré con los notables, y les dije:
lomón, y también de los cantores y porte-
ros. 46 Porque desde tiempos antiguos, en –¿Por qué se ha descuidado el templo?
tiempos de David y Asaf, había jefes de Mandé reunir a los levitas y volvieron a
cantores y cánticos de alabanza y de ac- ocupar sus puestos. 12 Todos los judíos tra-
ción de gracias a Dios. 47 Y en tiempos de jeron a los almacenes el diezmo del trigo,

con los compromisos del pacto; por eso tendrán lugar gún el espíritu y la letra de tantos salmos (Sal 25,7;
con ocasión de la ceremonia. O como parte de la pe- 16,4).
nitencia o como consecuencia del pacto firmado.
Las memorias de Nehemías terminan invocando
por quinta vez el recuerdo benévolo del Señor, se-
NEHEMÍAS 13 606
del vino y del aceite. 13 Puse al frente de los Desde entonces no aparecieron en
almacenes al sacerdote Selemías, al sacer- sábado.
dote Sadoc y al levita Fedayas, ayudados 22 Ordené a los levitas que se purificasen
por Janán, hijo de Zacur, hijo de Matanías, y ayudasen a los guardianes de las puertas
que tenían fama de honrados; se encarga- a santificar el día sábado.
ron de distribuir las porciones a sus herma- Tenme también esto en cuenta, Dios
nos. mío, y perdóname por tu gran misericordia.
14 Tenme esto en cuenta, Dios mío, y no 23 Por entonces advertí también que al-
olvides mi piedad en favor del templo y de gunos judíos se habían casado con mujeres
su culto. asdoditas, amonitas y moabitas. 24 La mi-
15 Vi también por entonces que algunos tad de sus hijos hablaban asdodeo u otras
judíos pisaban las uvas para hacer el vino lenguas extranjeras, pero no sabían hablar
en sábado, otros hacían gavillas y las car- hebreo. 25 Me encaré con ellos, los maldije,
gaban en mulos; e incluso introducían en golpeé a algunos, les tiré de los pelos y los
sábado en Jerusalén vino, uvas, higos y conjuré solemnemente: No casen sus hijas
toda clase de cargas. Les eché en cara que con sus hijos ni tomen sus hijas para sus hi-
vendiesen su mercancía ese día. 16 También jos o para ustedes. 26 Ése fue precisamente
los tirios residentes en Jerusalén traían pes- el pecado de Salomón, rey de Israel. No ha-
cado y toda clase de mercancías, y los ven- bía otro rey como él en toda la tierra, y su
dían en sábado a los judíos y en Jerusalén. Dios lo quería tanto que lo hizo rey de todo
17 Me encaré con los nobles de Judá, y Israel. Pero incluso a él lo hicieron pecar las
les dije: mujeres extranjeras. 27 Que no volvamos a
–Obran mal profanando el día sábado. enterarnos de que cometen la infamia de
18 Es lo mismo que hicieron nuestros pa- ofender a nuestro Dios casándose con ex-
dres, y fíjense en el castigo que nos mandó tranjeras.
nuestro Dios a nosotros y a esta ciudad. 28 Un hijo del sumo sacerdote, Yoyadá,
Profanando el sábado ustedes aumentan la hijo de Eliasib, era yerno del joronita San-
ira de Dios contra Israel. balat. Lo alejé de mi presencia.
19 Mandé que se cerrasen las puertas de 29 ¡Acuérdate de esta gente, Dios mío,
Jerusalén al caer la tarde antes del sábado, porque profanaron el sacerdocio y la alian-
con orden de no abrirlas hasta pasado el za de los sacerdotes y de los levitas!
sábado. Y puse en las puertas a algunos de 30 Yo los purifiqué de todo contacto con
mis criados para que no entrase ninguna extranjeros y restablecí a los sacerdotes y
carga en día de sábado. 20 Pero algunos co- levitas en sus respectivos cargos. 31 Tam-
merciantes y mercaderes diversos se que- bién me ocupé de la ofrenda de leña en los
daron a pernoctar fuera de Jerusalén una y tiempos señalados, igual que de las primi-
otra vez. 21 Les advertí: cias.
–¿Por qué duermen frente a la muralla? Acuérdate de mí, Dios mío, para mi
Si lo vuelven a hacer, los haré detener. bien.

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