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El hombre que fu, incrdulo, cuadriculado, inmerso en las ciencias exactas, ahora es un
nio que siente la libertad de fluir, percibe sensaciones sutiles, medita, se reconoce, crea,
descubre e inclusive se asombra y extasa en el roco sobre una flor silvestre y sobre el
pasto. Al tener un mejor conocimiento de mi ser, he sido capaz de dejar sentimientos ruines
y conductas primitivas, a veces tan caractersticas de la naturaleza humana, he tenido la
posibilidad de dejar de sentir envidias, rencores y he logrado que mis disgustos sean cada
vez ms pocos.
El ideal del ser humano debera ser justamente ese: proyectar y desear sinceramente amor,
felicidad y paz hacia todos los seres, en esta y en todas las dimensiones. De hecho, no s
qu tan fuerte ser la metta que puedo generar, pero tengo la total certeza de que mi
cambio de actitud ha generado grandes beneficios para mi ser.
Siendo ahora este nio, que vuelve a dejar que la energa vital pacfica, armnica y creativa
fluya a travs de su ser, puedo recomendar totalmente la prctica de la meditacin. La
meditacin es para m una vlvula de escape, un medio para olvidar una realidad a veces
tan agitada, tan esclava del reloj, tan inmersa en la vanidad tecnolgica que no es capaz de
ser REAL. Cun contradictorio es que nuestra realidad actual sea, justamente, cada vez
menos real! Meditar es reencontrarse, en un mundo que nos hace perdernos; es vernos al
espejo, sin espejo; es viajar hacia quienes somos, es simplemente ser, y si no somos, la
existencia no tiene sentido. Es necesario destruir el segundero, bajar el ritmo del da a da,
como en la danza butoh, donde los movimientos lentos permiten la interiorizacin y el
anlisis del origen del impulso que los genera. La clave para una vida pacfica y en armona,
est en hacer que cada movimiento tenga sentido, que cada impulso, accin e interaccin
sea autntica y nazca sin intenciones bajas o turbias.
Gracias por este tiempo, gracias por este regalo, gracias por ste presente.