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CAPITULO 3

METODOS PARA PRODUCIR


BIODIESEL

* Método BASE-BASE

* Método BASE-BASE MEJORADO

* Método ACIDO-BASE Ó METODO INFALIBLE


METODO BASE-BASE
Biodiésel de grasas o aceites usados en la cocina
Aquí se explica cómo puedes fabricar tu propio biodiésel a partir de aceites y grasas que
han sido utilizados en la cocina. Estas grasas -- aceite usado en la cocina, aceite de
freidora, grasas animales, manteca -- normalmente pueden conseguirse gratis. Sólo
necesitas unos pocos productos químicos fáciles de conseguir y un equipo que puedes
comprar o fabricarte tú mismo. El resultado es un combustible diesel barato, limpio, no
tóxico, renovable y de gran calidad que puedes usar en tu coche sin tener que modificar
el motor.

PRECAUCIÓN:
Ponte guantes, un delantal, y gafas protectoras, y no respires los vapores. El metanol
puede causar ceguera y la muerte y no hace falta que lo bebas, es absorbido por la piel.
El hidróxido de sodio puede causar quemaduras graves y la muerte. Cuando se unen
forman metóxido de sodio, que es extremadamente cáustico. Son productos peligrosos.
¡Ten mucho cuidado!

Cuando los manipules ten siempre cerca un grifo de agua corriente. El lugar de trabajo
tiene que estar muy bien ventilado. No puede haber cerca niños ni mascotas.

Producción de biodiésel
Ingredientes

Mezcla:
Aceite de cocina usado; por ejemplo, aceite de freidora.

Metanol (CH3OH) con una pureza del 99% o más.

Hidróxido de sodio (NaOH, sosa cáustica, lejía); debe estar seco.

Valoración:
Alcohol isopropílico con una pureza del 99% o más.

Agua destilada

Solución de fenolftaleína (que no tenga más de un año, protegerla de la luz intensa) -- El


"fenol", o "rojo de fenol", que se vende para las piscinas no es lo mismo que la
fenolftaleína; se puede usar, pero el modo de empleo puede ser distinto.

lavado:
Vinagre
Agua

Procedimiento
1. Filtra el aceite para quitarle los restos sólidos.
2. Caliéntalo para quitarle el agua (opcional).
3. Haz la valoración para determinar cuánto catalizador es necesario.
4. Prepara el metóxido de sodio.
5. Calienta el aceite, y vierte dentro el metóxido mientras agitas.
6. Deja que sedimente, separa la glicerina.
7. Lava y seca el producto final.
8. Comprueba su calidad.

Este proceso se llama transesterificación, y es similar a la saponificación. ¿Te suena? La


saponificación forma jabón. Para hacer jabón se mezclan triglicéridos (aceite, grasa) con
una disolución de hidróxido de sodio (NaOH, sosa cáustica, lejía) en agua. En esta
reacción las cadenas de ester, también llamadas lípidos, se separan de la glicerina y se
unen al sodio para formar jabón. Uno de sus extremos es atraído por moléculas polares
como el agua, y el otro es atraído por moléculas apolares como el aceite. Esa es la
característica que hace útiles a los jabones.

En la transesterificación la lejía y el metanol se unen para formar metóxido de sodio


(Na+ CH3O-). Cuando se mezcla el metóxido con aceite, rompe las uniones de la
molécula de aceite, liberando glicerina y ácidos grasos. Estos últimos se unen al
metanol formando biodiésel, y un poco de jabón a veces. Si se utiliza metanol el
producto final se llama metiléster, y si se utiliza etanol se llama etiléster.

Estos dibujos muestran las dos reacciones. Las líneas quebradas del triglicérido (Figura
1) representan cadenas de carbono, y cada vértice de la línea quebrada representa a un
átomo de carbono.

figura 1

En las figuras 2 y 3 las líneas cerradas han sido sustituidas por R1, R2 y R3.

figura 2
figura 3

1. Filtrado
Filtra el aceite para quitarle los restos de comida. Puede que tengas que calentarlo hasta
35º C (95º F), aproximadamente, para que esté más fluido y pase bien por el filtro.
Puedes usar un paño o un filtro de café.

2. Quitar el agua
Mucha gente calienta el aceite para quitarle el agua. El aceite que ha sido utilizado para
cocinar suele contener agua, que ralentiza la reacción y favorece la saponificación.
Cuanta menos agua, mejor.

Así es como lo hacen. Hay que calentar hasta 100º C (212º F) y mantener la temperatura
mientras el agua se evapora. Agita constantemente para evitar que se formen burbujas
de vapor, que luego explotan salpicando aceite caliente. También puedes drenar el agua
según se va hundiendo hasta el fondo; después puedes recuperar el aceite que se haya
ido con el agua.

Cuando empiece a salir menos vapor aumenta la temperatura hasta 130º C (265º F) y
mantenla durante diez minutos. Luego deja de calentar y espera a que se enfríe.

Puede que tengas suerte y encuentres una fuente de suministro de aceite que no
contenga agua, en ese caso no trates de quitársela, ahorrarás tiempo y energía. Yo
prefiero no hacerlo para ahorrar, pero si no estás seguro de si tiene agua es mejor que
incluyas este paso.

3. Valoración
Para saber cuanta lejía es necesaria, hay que medir la acidez del aceite con un método
que se llama valoración. Es la parte más importante y más difícil del proceso. La
valoración debe ser lo más exacta posible.

IMPORTANTE: La lejía tiene que estar seca. Protégela de la humedad dentro de un


recipiente hermético.

Prepara una disolución de un gramo de lejía en un litro de agua destilada asegurándote


de que queda totalmente disuelta. Esta muestra sirve como valor de referencia en la
valoración. Es importante que esta disolución no se contamine porque será utilizada en
muchas valoraciones.
Mezcla en un recipiente pequeño 10 ml de alcohol isopropílico con 1 ml del aceite
(asegúrate de que es exactamente 1 ml). Coge la muestra de aceite después de haberlo
calentado y agitado (Figura 5 #1).

Añade dos gotas de fenolftaleína, que es un indicador ácido-base incoloro en presencia


de ácidos, y rojo en presencia de bases.

IMPORTANTE: La fenolftaleína se conserva bien durante un año nada más. Se


degrada fácilmente con la luz y empieza a dar medidas erróneas después de un tiempo.

Con un cuentagotas graduado (que permita medir décimas de mililitro), o algún otro
instrumento calibrado, pon en la disolución de aceite/isopropílico/fenolftaleína gotas de
la solución de lejía. Cada gota debe tener dos décimas de ml, medidas con mucha
exactitud.

Después de cada gota agita vigorosamente la disolución. En climas fríos puede que el
aceite se espese y tengas que hacer la valoración dentro de casa. Si todo sale bien la
disolución se volverá magenta (rosa) y mantendrá ese color durante diez segundos. El
magenta indica un pH de entre 8 y 9 . Es importante que heches la cantidad exacta para
alcanzar ese pH, ¡no pongas más gotas de las necesarias! El objetivo de la valoración es
averiguar el número de ml de solución de lejía necesarios para alcanzar un pH de entre 8
y 9.

Es recomendable hacer la valoración más de una vez para comprobar que la medida sea
correcta. Dependiendo del tipo de aceite, de la temperatura que alcanzó en la freidora,
de los alimentos que fueron cocinados en él y del tiempo de uso, la cantidad de
disolución de lejía necesaria en la valoración suele ser de entre 1,5 y 3 ml. También
sirven el papel tornasol y los medidores de pH digitales en sustitución de la
fenolftaleína. Si pruebas con aceite de cocina sin usar, necesitará mucha menos lejía
para alcanzar el pH 8-9.

El cálculo

El siguiente paso es calcular la cantidad de lejía necesaria para la reacción. Multiplica el


número de ml medidos en la valoración por el número de litros de aceite que vas a
convertir en biodiésel.

En el cálculo hay que incluir algo más. Cada litro de aceite que NO ha sido cocinado
(aceite nuevo) necesita 3,5 gr de lejía para la reacción. Por eso hay que sumar 3,5 gr de
lejía por cada litro de aceite cocinado que se vaya a transesterificar.

Por ejemplo: en la valoración fueron necesarios 2,4 ml para alcanzar el pH 8-9 y vas a
usar 150 litros de aceite.

2,4 gr lejía x 150 l aceite = 360 gr lejía

3,5 gr lejía x 150 l aceite = 525 gr lejía

360 gr + 525 gr = 885 gramos de lejía


Otro ejemplo: si el resultado de la valoración hubiera sido de 1,8 ml la cantidad final de
lejía habría sido de 795 gramos.

Normalmente hacen falta entre seis y siete gramos de lejía por cada litro de aceite.

Lotes de prueba

Las primeras veces que hagas esto, y también cuando vayas a procesar grandes
cantidades de aceite, debes hacer pequeñas pruebas de un litro con una batidora de
cocina. Es un método que funciona bien, y no hace falta calentar mucho el aceite, sólo
lo suficiente para poder batirlo bien.

Empieza mezclando la lejía y el metanol con la batidora (no podrás volver a usar la
batidora con alimentos NUNCA MÁS. La batidora y los demás utensilios deben estar
secos. Cuando se forma el metóxido el recipiente se calienta un poco. Sigue batiendo
hasta que la lejía esté totalmente disuelta.

Después de preparar el metóxido de sodio añade un litro de aceite. Asegúrate de que los
pesos y los volúmenes son precisos. Si no estás seguro de que el resultado de la
valoración sea correcto puedes poner 6 - 6,25 gr de lejía por litro de aceite usado, ó 3,5
gr/l para el aceite nuevo. En estas pruebas hay que batir durante 15 ó 20 minutos; para
que se complete la separación hace falta más tiempo. Justo después de batir puede
cambiarse la mezcla a otro recipiente.

Es bueno hacer varias pruebas con distintas cantidades de lejía para saber cuál es la
cantidad más adecuada.

Cuando hay demasiada lejía a veces se forma una pasta inservible. Si no hay suficiente
lejía la reacción no se completa y queda aceite mezclado con el biodiésel y la glicerina.
Cuando eso ocurre se forman tres capas: el biodiésel arriba, el aceite en medio y la
glicerina en el fondo. Si había mucha agua mezclada con el aceite se forman jabones
que luego forman una capa sobre la de glicerina. Es difícil separar los jabones del
biodiésel y la glicerina.

4. Preparación del metóxido de sodio


Generalmente la cantidad de metanol necesaria es del 20% en masa de la cantidad de
aceite. Las densidades de los dos líquidos son bastante parecidas; también debería
funcionar con el 20% en volumen. Para estar completamente seguro, mide medio litro
de cada líquido, pésalos y calcula exactamente el 20% en masa. Distintos aceites pueden
tener distintas densidades dependiendo de su procedencia y de cómo hayan sido
cocinados.

Por ejemplo: para 100 litros de aceite hacen falta 20 litros de metanol.

Cuando se mezcla el metanol con el hidróxido de sodio(lejía) se produce una reacción


exotérmica cuyo resultado es el metóxido de sodio. "Exotérmica" quiere decir que
desprende calor. Los utensilios que entren en contacto con la lejía deben estar
totalmente secos.
ADVERTENCIA:
¡Trata el metóxido de sodio con extremo cuidado! ¡No respires sus vapores! Si te cae
sobre la piel te quemará sin que tú lo notes porque mata los nervios. Hay que lavar la
zona con muchísima agua. Cuando manipules metóxido de sodio ten siempre cerca agua
corriente.

El metóxido de sodio también es muy corrosivo para las pinturas. La lejía reacciona con
el aluminio, el estaño y el zinc. Utiliza recipientes de vidrio, de acero inoxidable, o
esmaltados. Los mejores son los de acero inoxidable.

5. Calentar y mezclar
Calienta el aceite hasta 48-54º C (120-130º F).

Para mezclar puedes usar una taladradora eléctrica, firmemente sujeta, que haga girar
una hélice o un mezclador de pintura.

Un giro demasiado rápido produce salpicaduras y burbujas y perjudica al resultado


final. Para conseguir un buen resultado ajusta la velocidad, la forma de la hélice o su
tamaño.

Si quieres un reactor más silencioso sustituye el mezclador por una bomba eléctrica que
coja el líquido de abajo y lo lleve hasta la superficie. La bomba no debe estar muy abajo
para que no se estropee luego con la glicerina.

Vierte el metóxido en el aceite mientras se bate, y sigue agitando la mezcla durante 50 ó


60 minutos. La reacción suele completarse en media hora, pero es mejor batir durante
más tiempo.

Durante la transesterificación los ácidos grasos se separan de la glicerina, y el metanol


se une a ellos formando metilésteres (biodiésel). El hidróxido de sodio estabiliza la
glicerina.

6. Reposo y separación
Deja que la mezcla repose y se enfríe por lo menos durante ocho horas, preferiblemente
más. La glicerina forma una masa gelatinosa en el fondo y los metilésteres (biodiésel)
flotan encima. La bomba mezcladora debe estar por encima del nivel de la glicerina
para que no se estropee.
Otra alternativa consiste en dejar que la mezcla repose al menos durante una hora
después de la reacción, manteniendo la temperatura por encima de 38º C (100º F). De
esta forma la glicerina se mantiene semilíquida (solidifica por debajo de 38º C) y se
hunde antes. Después hay que decantar el biodiésel con cuidado.

Se pueden separar sacándolos por un agujero del fondo a través de un tubo transparente.
La glicerina semilíquida es de color marrón oscuro; el biodiésel es del color de la miel.
Mira el tubo todo el tiempo, y cuando empiece a salir biodiésel cambia la salida del tubo
de un recipiente a otro. Si cae algo de biodiésel en el recipiente de la glicerina es fácil
recuperarlo cuando la glicerina se espesa.

Si la glicerina solidifica antes separarla del biodiésel, puedes calentar para volver a
licuarla, ¡Pero no la agites!

La Figura 4 es un ejemplo de un sistema para separar dos líquidos de distinta densidad.


Puede servir como filtro o para separar el jabón, la glicerina y el biodiésel.

figura 4 figura 5

La Figura 5 representa un reactor (#1) donde se calientan y se mezclan el aceite y el


metóxido. Se calienta con un mechero de propano (#2).

El modelo de la Figura 6 ahorra electricidad. Se calienta con una caldera cerrada cuya
chimenea atraviesa el reactor. Dentro de la mezcla se forman corrientes de convección,
que causan el mismo efecto que el de la bomba eléctrica que se explicó más arriba. Los
tubos exteriores enfrían el líquido, que se hunde; los gases calientes de la caldera pasan
por la chimenea central y calientan el líquido, que asciende.

En la Figura 5 también se ve una batidora (#3) para el metóxido. Para pruebas de 16


litros (5 galones) mezclo el metóxido con una batidora de cristal barata (¡No vuelvas a
usarla para cocinar!), pero lo divido en tres partes porque no cabe todo a la vez en la
batidora.
figura 6

Glicerina

La glicerina procedente del aceite usado en la cocina es marrón y permanece sólida por
debajo de 38º C (100º F). La glicerina del aceite nuevo suele mantenerse líquida a
temperaturas menores de 38º C.

La glicerina se puede compostar después de un período de ventilación de tres semanas.


En ese tiempo se evapora el metanol, que es malo para el compostaje. Se puede
evaporar el metanol de otra manera, calentando hasta 66º C (150º F). El metanol se
evapora a 64,7º C(148,5º F). El metanol evaporado con el segundo método, calentando,
se puede reutilizar haciendo que pase a través de un condensador.

Lo que queda después de la transesterificación no es sólo glicerina, sino una mezcla de


glicerina pura, metanol y cera. Estas tres sustancias pueden separarse por destilación,
pero es difícil porque para evaporar la glicerina hace falta mucho calor. La glicerina
pura tiene muchas aplicaciones: medicamentos, tintes, cremas...

La glicerina procedente de la transesterificación es un estupendo desengrasante


industrial. Una manera de purificarla es calentarla hasta 65,5º C (150º F) para que se
evapore el metanol, haciéndola segura para el contacto con la piel. Mucho cuidado con
el vapor de metanol. Cuando se enfría, las impurezas se hunden hasta el fondo y queda
de un color marrón oscuro más uniforme. Añadiendo agua queda del color de la canela,
más diluida, y es más fácil limpiarla de las manos.

Otra forma de aprovechar la glicerina es transformarla en gas metano en un digestor de


metano, o mejor aún, mediante pirólisis. La pirólisis se empleó mucho durante la
Segunda Guerra Mundial para que los coches funcionaran con leña. El reactor calienta
la materia prima (madera o glicerina) en un recipiente hermético sin oxígeno. En estas
condiciones la materia prima no arde, sino que desprende metano. El metano se
almacena en una bolsa hinchable o comprimido en un depósito.

Restos de jabón

En el biodiésel también hay jabón. Cuando el metanol se une a los ácidos grasos se
forma agua. El aceite también puede contener agua. El jabón se forma porque el ion
Na+ del hidróxido de sodio (NaOH) reacciona con los ácidos grasos en presencia de
agua.

Si hay un exceso de agua en la mezcla durante la reacción, se forman más jabones de lo


normal. El aceite que ha sido cocinado puede contener agua y hay que quitársela. El
segundo paso, "Quitar el agua", explica cómo hacerlo.

Es muy importante evitar la presencia de agua durante la preparación del metóxido.


Todos los objetos que entren en contacto con la lejía deben estar totalmente secos. El
biodiésel sale mucho mejor en días secos que en días húmedos.

7. lavado y secado
Hay más de una opinión sobre lo que se debe hacer con el biodiésel antes de usarlo
como combustible. Una de esas opiniones es que hay que dejarlo reposar durante una
semana, más o menos, para que los residuos de jabón se hundan hasta el fondo. Después
ya se puede usar. Nota: Esto está desaconsejado, es mejor lavarlo con agua.

Otro método consiste en separar los jabones del combustible lavándolo con agua una o
varias veces. En el primer lavado es mejor añadir un poco de vinagre (ácido acético) al
agua. Con el ácido acético se consigue que el pH del biodiésel sea casi neutro, porque se
une a los restos de lejía y los neutraliza.

La figura 7 muestra un método sencillo usando un recipiente de PVC translúcido con


una válvula cerca del fondo. Si no encuentras un contenedor transparente puedes
fabricarlo con un tubo (#6).

Pon primero agua, sin que llegue hasta la altura de la válvula, y luego el biodiésel.
Después de agitar con cuidado deja que repose entre 12 y 24 horas. El biodiésel limpio
queda encima del agua y se puede sacar por la válvula. El agua con los jabones disueltos
se saca por el fondo (#5).

figura 7

Puede que haya que repetir este proceso dos o tres veces para retirar todo el jabón. El
segundo lavado y el tercero pueden hacerse sólo con agua. Después del tercer lavado, el
agua que quede puede separarse calentando lentamente (Figura 8). El agua y otras
impurezas se hundirán hasta el fondo. El producto final deberá tener pH 7.

El agua del tercer lavado puede usarse para el primer o segundo lavado del siguiente
lote. Las impurezas se separarán cuando se caliente el siguiente lote. El jabón puede
aprovecharse concentrándolo, el resto del biodiésel puede separarse por decantación, y
lo que queda es un jabón biodegradable que tiene muchas aplicaciones industriales.

figura 8

El biodiésel tiene un aspecto más limpio y cristalino después de lavarlo.

También he probado a enfriar el biodiésel para que los restos de jabón y de lejía
sedimenten más deprisa. Con este método el biodiésel queda bastante limpio en poco
tiempo.

Lavado con burbujas

Algunas personas están consiguiendo buenos resultados con la técnica del lavado con
burbujas. Se tarda más, pero también se ahorra agua. Dicen que es muy efectivo, que
queda un producto limpio y brillante.

NOTA: el lavado con burbujas no es el mejor método. La explicación de este método de


lavado se mantiene para respetar el texto original. En la sección dedicada al lavado se
explican otros métodos.

Las burbujas se forman haciendo pasar aire comprimido a través de un difusor. En una
instalación pequeña se puede usar un aireador de acuario, los hay de muchos tamaños.

Añade 50 litros de agua y 30 ml de vinagre (ácido acético) por cada 100 litros de
biodiésel y pon en el fondo el difusor de burbujas.

El agua queda en el fondo y el biodiésel flota encima. Las burbujas suben atravesando
el biodiésel, envueltas por una capa de agua que lo lava al atravesarlo. En la superficie
la burbuja se rompe, y se forma una pequeña gota de agua que se hunde, atravesando el
combustible por segunda vez, y vuelve a lavarlo.

Si el biodiésel sigue turbio después de un par de horas, pon un poco más de vinagre.

El lavado tarda entre 12 y 24 horas, a veces más. Cuando esté terminado drena el agua y
quita los residuos que floten en la superficie. Repite el lavado dos veces más. Puedes
usar el agua del segundo lavado y del tercero para el primer lavado del siguiente lote.

Si se forma mucho jabón, calienta hasta 50º C (122º F), pon suficiente vinagre para que
el pH sea neutro, agita durante media hora, deja que enfríe, y continua con el lavado.
8. Calidad
La calidad del producto acabado puede comprobarse visualmente y midiendo su pH. El
pH puede medirse con papel tornasol o con un medidor electrónico. Debe ser neutro
(pH 7). Debe tener el aspecto del aceite vegetal, pero con un matiz marrón, parecido a la
sidra.

Es malo que haya una película sobre la superficie, partículas o turbiedad. La película
superficial puede ser de restos de jabón, y se quita lavándolo de nuevo o pasándolo por
un filtro de cinco micrones (o más fino). La turbiedad puede ser agua y se quita
calentando. Las partículas pueden ser cualquier cosa y aparecen cuando los filtros
fallan.

Todos los aceites parecen cristalinos cuando están calientes, pero los que son realmente
cristalinos siguen siéndolo cuando se enfrían. Si el biodiésel frío no está cristalino, deja
que repose una o dos semanas más para que las impurezas se hundan.

Es importante saber que el biodiésel limpia muy bien los restos de diesel mineral del
interior del motor. Por eso debes comprobar y cambiar los filtros del combustible
cuando empieces a usar biodiésel. Yo prefiero poner un filtro de plástico transparente,
pequeño y barato, justo antes del filtro original. El nuevo filtro limpia en parte el
combustible antes de que llegue al filtro original, que es más caro. Así es más fácil ver
cuándo pasa combustible y en qué condiciones se encuentra el filtro.

Limitaciones

El biodiesel tiene algunas limitaciones. La primera es que da problemas al arrancar el


motor cuando hace frío. Dependiendo del tipo de aceite del que proceda el biodiésel,
puede empezar a solidificarse a 4 ó 5º C (40º F). Una solución es mezclarlo con diesel
fósil, o instalar un calentador de combustible eléctrico. Los garajes con calefacción
también ayudan. Hay gente que dice que los anticongelantes comerciales funcionan
bien, pero otra gente dice que son imprevisibles. (Ten en cuenta que los anticongelantes
son muy tóxicos).

Otra solución para las regiones frías es el MÉTODO BASE-BASE MEJORADO


recomendado. El combustible funciona mejor cuando hace frío si se produce de esa
manera.

Retarda el tiempo de inyección 2 ó 3 grados para compensar el mayor número de


cetanos del biodiésel. El motor pierde parte de la potencia adicional que le da el
biodiésel, pero hace menos ruido y el combustible arde a menor temperatura,
reduciendo las emisiones de óxidos de nitrógeno.

Con el tiempo el biodiésel corroe las piezas de caucho del sistema de distribución de
combustible. Los motores más modernos no tienen piezas de caucho, pero en muchos
motores antiguos también se ha usado biodiésel sin que se hayan estropeado. El Vitón
es el mejor material, pero hay otros materiales que también sirven.
METODO BASE-BASE MEJORADO

Introducción
Desde hace tiempo mucha gente produce biodiésel a partir de aceite de cocina usado. En
Internet hay muchos artículos magníficos que pueden enseñarte cómo empezar.

Aquí hay un método alternativo, que puede producir un biodiésel un poco más puro.
Funciona bien en invierno, ya que se forma menos cera y da menos problemas al
arrancar, o eso espero.

El método BASE-BASE (si todavía no lo leiste, deberías hacerlo pronto). Ese artículo
da una buena explicación de las reacciones químicas relacionadas con el proceso, y es
una buena manera de empezar las primeras pruebas. El método BASE-BASE es un
buen punto de partida para los principiantes, y produce un combustible que es adecuado
para la mayoría de los climas (y para la mayoría de los conductores).

Los estudios de los productores caseros no estaban satisfechos con el resultado e


hicieron algunos cálculos antes de empezar. Faltaba parte de la glicerina, no mucha,
pero les parecía una chapuza. Probaron, pesaron, midieron, leyeron artículos, hicieron
más pruebas para comprobar el resultado.

Como nadie se quejaba de la pérdida de glicerina pensaron que los cálculos debían ser
erróneos; aunque decidieron continuar la producción de biodiésel.

Pero el motor les sonaba raro en las mañanas frías y volvieron a investigar.

Teoría
Si recuerdas tus clases de química, en muchas reacciones químicas hay algo que se
llama equilibrio. Algunas reacciones ocurren solo en un sentido, pero otras son
reversibles. Observa esta reacción:

A+B —> C+D

A+B <— C+D

Es una reacción reversible. La transesterificación también lo es. Cuando los reactivos y


los productos alcanzan el equilibrio, la reacción para. Eso no es bueno porque parte del
aceite queda sin reaccionar. Cuando eso ocurre el resultado es una mezcla de aceite y
biodiésel. No se pueden separar porque el biodiésel es un buen disolvente para el aceite.
Un motor diesel normal no funciona bien con aceite vegetal, por eso hay que evitar que
la reacción quede incompleta.
La adaptación
Supón que A y B son los reactivos (aceite y metanol) y que C y D son los productos
(biodiésel y glicerina). Para desplazar la reacción hacia el lado de los productos, es
decir, para convertir todo el aceite en biodiésel, hay dos soluciones:

Añadir más metanol


Sacar la glicerina del reactor
Añadir metanol no sirve de mucho porque para conseguir una pequeña mejora hace falta
más del doble de lo normal. Tanto metanol sería carísimo. Separando la glicerina sí se
consiguen buenos resultados. Se consigue un tercio más de biodiésel. Pero separarla
durante la reacción es difícil y hace falta una centrifugadora, que es cara. Casi habían
abandonado la idea cuando encontraron una solución muy sencilla: dividir la reacción
en dos etapas.

El proceso
Este es un resumen del proceso BASE-BASE:

Medir el pH
Calentar el aceite
Preparar el metóxido
Mezclar el aceite con el metóxido
Extraer la glicerina
Lavar y secar
Sólo hay dos diferencias entre el proceso BASE-BASE y el proceso BASE-BASE
MEJORADO: en el segundo no hay que medir el pH, y hay dos mezclas de metóxido.
¿Por qué no hace falta medir el pH? Cualquier analista químico te dirá que para
conseguir resultados exactos los productos deben estar en buen estado y hay que hacer
cada medida al menos tres veces. Por eso calculé empíricamente una cantidad de lejía
(NaOH) que ha dado buenos resultados en todas mis pruebas: 6,25 gr de lejía por cada
litro de aceite. Para la SEGUNDA ETAPA no hace falta ningún equipamiento nuevo,
sólo más tiempo.

ADVERTENCIA:
Ponte guantes resistentes a los productos químicos, un delantal grueso y gafas
protectoras. No respires los gases. El metanol puede causar ceguera y la muerte, y no
hace falta beberlo porque es absorbido a través de la piel. El hidróxido de sodio puede
causar quemaduras graves y la muerte. Juntos forman metóxido de sodio, que es
extremadamente cáustico. Son productos peligrosos, ¡trátalos con mucho cuidado!
Siempre tiene que haber cerca agua corriente. El lugar de trabajo debe estar muy bien
ventilado. No puede haber cerca niños ni animales. Para más información consulta
Seguridad.
Primera etapa
1. Mide la cantidad de aceite que vas a procesar y ponlo dentro del reactor.

2. Prepara el metóxido de la siguiente manera: mide una cantidad de metanol puro


equivalente al 25% del volumen de aceite, y mézclalo con (6,25 gr/litro de aceite) de
lejía (NaOH).

3. Calienta el aceite hasta 48-52º C (118-126º F).

4. Pon con el aceite 3/4 del metóxido. Guarda el resto en un recipiente hermético lejos
de niños y de llamas o chispas... O también puedes preparar dos lotes de metóxido:
mide las cantidades de los productos y luego divide cada una de esas cantidades en 3/4
y 1/4.

5. Mezcla entre 50 y 60 minutos manteniendo la temperatura inicial.

6. Deja que la mezcla repose durante doce horas.

7. Separa la glicerina del biodiésel. Te darás cuenta de que hay mucha menos glicerina
de lo normal.

Segunda etapa
8. Vuelve a poner en el reactor el biodiésel de la primera etapa.

9. Caliéntalo hasta 48-52º C (118-126º F).

10. Añade el resto del metóxido (recuerda que guardaste 1/4).

11. Mezcla entre 50 y 60 minutos manteniendo la temperatura inicial.

12. Deja que repose doce horas.

13. Separa la glicerina del biodiésel. Ahora la glicerina es una masa gelatinosa. Sobre la
capa de glicerina habrá una fina capa de cera de color cremoso, que NO DEBE
mezclarse con el biodiésel. Recuerda, la cera es una de las substancias que pueden
atascar los inyectores.

14. Lava y seca el biodiésel. Yo prefiero el método de lavado con burbujas, pero puedes
hacerlo como quieras.
Método de Lavado Con Burbujas de la Universidad de Idaho
Quiero explicar el método en este artículo porque el lavado del combustible es crucial.
Por favor, no intentes usar en tu coche el combustible producido según las instrucciones
de este artículo sin haberlo lavado adecuadamente (el combustible, no el coche). Este
combustible es muy cáustico al final de la segunda etapa y podría dañar la bomba de
inyección.

Esto es lo que necesitas: un gran recipiente de plástico (con el doble de volumen que el
reactor), una bomba de aire para acuario, barata, pero con suficiente flujo de aire, un
difusor de acuario grande (piedra difusora) y un tubo de goma para unir la bomba con la
piedra. Yo tengo un medidor de pH electrónico, pero también sirve el papel indicador
de pH (con una resolución de 1/2 unidad de pH). El medidor electrónico es la opción
más barata (15 US$) si piensas hacer más de veinte lotes.

Explicación sobre el pH
El pH no tiene una unidad real, ya que su fórmula es "pH= –log (concentración de
iones H+)". Es un número que no depende del volumen. Los químicos necesitan
expresar de alguna manera la concentración de iones H+ en un volumen desconocido de
un líquido.

Después de la segunda etapa el pH del biodiésel debe ser 7, que es el valor de referencia
de la escala de pH (es como el cero en otras escalas). El rango de esta escala es de 0 a
14: de 0 a 7 es ácido, por encima de 7 es alcalino, y 7 es neutro.

Por ejemplo, si mezclas 10 litros de un líquido con pH 9 (dos unidades por encima de 7)
con 10 litros de un líquido con pH 5 (dos unidades por debajo de 7), el resultado es un
líquido con pH 7 aproximadamente, es decir, neutro. Este es el truco que usaremos
luego en el lavado.

El lavado
Primero mide el pH de tu biodiésel y anota el resultado. Luego mide el volumen de
biodiésel que vas a lavar y pon un volumen equivalente de agua en el recipiente donde
vayas a hacer el lavado. El agua y el biodiésel deben estar aproximadamente a la misma
temperatura (a temperatura ambiente). Limpia y seca el electrodo del medidor de pH,
sumérgelo en el agua y hecha vinagre concentrado hasta que el pH alcance tantas
unidades POR DEBAJO de 7 como tenga el pH medido antes POR ENCIMA de 7.
Mezcla con una cuchara de madera mientras añades pequeñas cantidades de vinagre.

Por ejemplo: si el pH del biodiésel es de 8,7 (7 + 1,7) tienes que conseguir que el pH del
agua sea de 5,3 (7 - 1,7). Ahora pon el biodiésel en el recipiente donde está el agua, deja
en el fondo la piedra difusora y pon en marcha la bomba de aire. Pronto aparecen
columnas de burbujas que atraviesan el biodiésel elevando cada burbuja una gotita de
agua hasta la superficie. Cuando llegan arriba las burbujas estallan, y las gotitas de agua
vuelven al fondo arrastrando el jabón y el metanol. El vinagre neutraliza la lejía.

El burbujeo debe durar seis horas como mínimo. Después hacen falta otras doce horas
de reposo. El agua queda en el fondo, totalmente blanca, y el biodiésel flota encima con
un color mucho más claro que el que tenía antes. Saca el agua, con cuidado de que salga
toda. Puedes usar un tubo transparente o una llave cerca del fondo, pero en los dos casos
debes dejar que salga también un poco de biodiésel al final para asegurarte de que sacas
TODA el agua. Calienta el biodiésel hasta 100º C (212º F) y mantén la temperatura
hasta que dejen de formarse burbujas de vapor. El pH del producto final será de 7 +/-
0,25, que es el adecuado. Deja que se enfríe y fíltralo. Ahora ya está terminado y puedes
usarlo.

Consulta: Lavado con burbujas

Conclusión
Han probado el biodiésel fabricado con este método. Funciona mejor que el biodiésel
"clásico", y mejor que el diesel mineral (el motor ronronea felizmente). Ahora que se
acerca el invierno, colocan un pequeño calentador junto al filtro para evitar sorpresas
desagradables.
METODO ACIDO-BASE O METODO
INFALIBLE
Conversión de los ácidos grasos libres en ésteres

NOTA: Los procesos en dos etapas son complicados, no para principiantes. Primero
aprende lo más básico. Debes comenzar por el método de una etapa.

Con este método no hace falta ningún instrumento especial. Un termómetro resulta útil,
pero no es imprescindible medir el pH, aunque sí recomendable. Al principio es bueno
medirlo para asegurar un buen resultado, pero con suficiente experiencia puede
conseguirse un buen resultado sin medir el pH.

Es un proceso de dos etapas, la PRIMERA ÁCIDA y la SEGUNDA ALCALINA. Se


basa en la gran concentración de ácidos grasos libres (AGL) de los aceites de cocina
usados, pero se puede usar con cualquier aceite o grasa, ya sea de origen animal o
vegetal, aunque no contenga muchos AGL. Este proceso mejora enormemente el
rendimiento de la reacción.

Introducción
Para producir biodiésel de forma eficiente a partir de aceites usados hay que evitar un
gran problema: la formación de jabón. El jabón se forma durante la transesterificación
alcalina catalizada (la reacción que forma el biodiésel) cuando los iones de sodio se
combinan con los ácidos grasos libres. El jabón perjudica el rendimiento del proceso
porque une a los metilésteres con el agua formando emulsión. Esos ésteres unidos al
jabón se pierden en la fase de lavado; es más difícil separar el biodiésel del agua y se
gasta más agua. El proceso aquí explicado centra la atención sobre los ácidos grasos
libres.

En una de las primeras pruebas se mezcló a medias aceite de cocina muy usado con
manteca de cerdo. El resultado fue un producto puro que no tenía ni rastro de jabón. El
biodiésel tenía buen aspecto y olía bien, como si lo hubiera hecho a partir de aceite
nuevo.

Este método ha sido utilizado para producir muchos miles de litros de biodiésel de gran
calidad a partir de todo tipo de aceites. Muchos productores caseros lo han adoptado
como su método habitual.

En dos análisis profesionales, el biodiésel casero producido con este método obtuvo la
conformidad con el estándar alemán DIN 51606. Eso quiere decir que utilizar este
combustible no anula la garantía de reparación que da la marca VW con todos sus
vehículos producidos a partir de 1996. Siguiendo las instrucciones al pie de la letra se
puede producir combustible que cumpla con las normas DIN y ASTM.
Es un procedimiento sencillo. La primera etapa no es la transesterificación, sino la
esterificación. El siguiente paso después de la esterificación es la transesterificación,
pero en condiciones ácidas es mucho más lenta que en condiciones alcalinas y no se
completa porque depende mucho más del equilibrio. La cantidad de metanol necesaria
para que se completara la reacción encarecería mucho el precio del combustible, por eso
es necesaria la etapa alcalina.

En la primera etapa se forma un compuesto a partir de un ácido y de un alcohol. El


alcohol, como en otros procesos, es metanol, pero en vez de lejía (hidróxido de sodio) el
catalizador es ácido sulfúrico ("ácido de batería"). El ácido debe tener una pureza del
95% (el de las baterías es de 50%). El ácido sulfúrico es uno de los productos químicos
más comunes de la tierra, como la lejía. El ácido sulfúrico concentrado (a partir de 98%)
es más caro; una pureza del 95% es suficiente si sigues bien las instrucciones. No
puedes utilizar ningún otro ácido, tiene que ser sulfúrico. En la segunda etapa hace falta
lejía, como de costumbre, pero sólo la mitad que en otros procesos.

El ión sulfato procedente del ácido sulfúrico se combina con el ión sodio procedente de
la lejía en la segunda etapa para formar sulfato de sodio, que es una sal soluble en agua
que se separa del biodiésel durante el lavado. En el biodiésel no queda nada de azufre.

Materiales
Para este método no hace falta un reactor especial. Es mejor que el recipiente se pueda
tapar y que tenga un desagüe en el fondo. Los recipientes altos y estrechos son mejores
que los anchos de poca profundidad. Mejor mezclar con una bomba que con un agitador
mecánico. La bomba debe tomar líquido del fondo y verterlo en la superficie. Para un
reactor de 35 litros se pueden usar una bomba de lavadora de 100 W y un calentador de
inmersión de lavadora de 1,5 kW para calentar la mezcla (el calentador debe estar
recubierto de acero inoxidable). Puedes comprar un termostato para controlar la
temperatura, pero son caros; mide la temperatura con un termómetro y conecta el
calentador cuando sea necesario.

Con el tiempo el ácido corroe el hierro y el acero común. A pesar de ello puedes utilizar
un bidón típico de 200 litros (55 galones). La concentración del ácido en este proceso es
muy pequeña. El bidón debería aguantar un año o más antes de que el deterioro sea
preocupante. Sirve cualquier plástico que no se deforme a 100º C (212º F) de
temperatura. También sirve el acero inoxidable. En los recipientes de plástico hay que
usar calentadores de inmersión. Los de acero pueden ponerse sobre una llama de
propano para calentar el aceite, pero hay que cambiar la llama por un calentador de
inmersión antes de añadir el metanol.

Lotes de prueba
Para ensayar un nuevo método siempre es buena idea hacer pequeños lotes de prueba de
un litro o menos para familiarizarte con el proceso antes de arriesgarte con cantidades
mayores. Para estas pruebas suelen emplearse recipientes de cocina, ¡pero no los uses
para la comida nunca más!

El proceso
1. Filtra el aceite

2. Si el aceite contiene agua la reacción no se desarrolla correctamente. Hay dos formas


de separar el agua:

(a) Dejar que el agua se deposite en el fondo: Este método ahorra energía. Calienta el
aceite hasta 60º C (140º F), mantén la temperatura durante 15 minutos y deja que repose
por lo menos 24 horas. No utilices más del 90% del contenido del recipiente porque el
10% que queda en el fondo es agua.

(b) Evaporar el agua: Este método no es recomendable porque hace falta más energía y
se forman más ácidos grasos libres. Calienta el aceite hasta 100º C (212º F). El calor
hace que el agua se hunda hasta el fondo. Drena el agua del fondo para evitar las
burbujas de vapor, que luego estallan y salpican. Mantén la temperatura hasta que dejen
de formarse burbujas.

ADVERTENCIA

El ácido sulfúrico es PELIGROSO. Toma todas las precauciones, ponte gafas


protectoras, guantes y un delantal. Ten cerca agua corriente. ¡Y no respires los
vapores!

Si se te acaba el ácido sulfúrico NUNCA lo sustituyas por ácido nítrico. Podría


formarse una pequeña cantidad de nitroglicerina; incluso una cantidad muy pequeña
puede causar accidentes terribles.

El metanol puede producir ceguera y la muerte; es absorbido a través de la piel. El


hidróxido de sodio puede producir quemaduras graves y la muerte. Juntos forman
metóxido de sodio, que es extremadamente corrosivo. Son productos peligrosos.
¡Trátalos con cuidado! Ten siempre cerca agua corriente cuando los manipules. El
lugar de trabajo debe estar bien ventilado. Asegúrate de que no haya cerca niños ni
mascotas. Ponte gafas protectoras, guantes y un delantal. No respires lo gases.

Primera etapa
3. Mide el volumen de aceite y grasas que vas a procesar (preferiblemente en litros).

4. Calienta el aceite hasta 35º C (95º F); asegúrate de que las grasas sólidas se funden y
se mezclan con el aceite

5. Metanol: Solo sirve si tiene una pureza del 99% o más. La cantidad debe ser de 0,08
litros de metanol por cada litro de aceite/grasas (8% en volumen). Pon el metanol con el
aceite caliente.

6. Bate durante cinco minutos. La mezcla se volverá turbia porque el metanol es una
sustancia polar y el aceite es apolar. Se forma una emulsión.

7. Por cada litro de aceite añade 1 ml de ácido sulfúrico (H2SO4) con una concentración
del 95%. Puedes usar un cuentagotas graduado, una jeringa graduada o una pipeta.
¡TEN CUIDADO cuando manipules ácido sulfúrico!

8. Mezcla despacio y con cuidado, sin salpicar y manteniendo la temperatura a 35º C.


La velocidad del agitador no debe sobrepasar las 500 ó 600 rpm. La velocidad exacta no
importa, lo importante es que no salpique.

9. Mantén la temperatura a 35º C durante una hora y luego deja de calentar, pero no de
agitar.

10. Continúa agitando durante otra hora (dos horas en total, durante la primera hora se
calienta y se agita, durante la segunda sólo se agita). Deja que repose toda la noche
(mínimo ocho horas).

11. Mientras tanto prepara el metóxido de sodio: mide 0,12 litros de metanol por cada
litro de aceite/grasas (12% en volumen) y 3,1 gramos de NaOH por cada litro de
aceite/grasas (3,5 gramos si dudas de la pureza del NaOH). Echa el NAOH en el
metanol y revuelve hasta que se disuelva completamente.

El metóxido de sodio es PELIGROSO. Toma todas las precauciones cuando manipules


metanol, lejía o metóxido de sodio. Ponte gafas protectoras, guantes y ropa gruesa que
te cubra todo el cuerpo. Ten cerca agua corriente.

NOTA: Este proceso necesita sólo la mitad de la cantidad normal de lejía porque hay
menos grasas que transesterificar. Debes usar NaOH con una pureza del 99% o más.
Después de abrir el bote de la lejía ciérralo lo antes posible para que no absorba
humedad. Mide la cantidad con cuidado; un exceso de lejía complicará el proceso de
lavado.

Metóxido, el método sencillo

La mezcla de la lejía con el metanol produce una reacción exotérmica, que desprende
calor. Es peligroso y difícil de mezclar, y la mezcla tiene que completarse totalmente
antes de poder usarla; toda la lejía tiene que estar disuelta. Esta es una manera
sencilla y segura de hacerlo. El problema es que hay que hacerlo con mucho tiempo de
adelanto, pero es fácil calcular los tiempos.

¡TOMA TODAS LAS PRECAUCIONES cuando manipules metanol, lejía o metóxido de


sodio!

Utiliza un recipiente resistente y denso, hecho de HDPE (polietileno de gran densidad),


normalmente marcado en el fondo con la marca internacional "2" dentro de un
triángulo. Debe tener una tapa que se ajuste a presión y otra tapa que se enrosque
encima. Pon dentro el metanol y añade después la lejía. Si estás usando cantidades
grandes es mejor que no eches toda la lejía de una vez, sino poco a poco, agitando el
recipiente cada vez que añadas lejía (primero ciérralo bien). Después de echarla toda
vuelve a tapar y agita durante unos segundos. Hazlo unas cuantas veces más, cada
pocas horas (al menos entre cuatro y seis veces en total). Se disolverá totalmente en 24
horas, o un poco más.

En la producción de biodiésel la proporción lejía / metanol es pequeña,


particularmente con el método infalible. Si por algún motivo tuvieras que usar una
proporción de lejía mucho mayor, no mezcles el metóxido de esta manera

16. En todos los casos: Toma muestras cada cierto tiempo en un recipiente de cristal de
1" ó 1,5" de diámetro. El color de la muestra debe ser amarillo pajizo, que es el color
del biodiésel. La glicerina (marrón y viscosa) se hundirá hasta el fondo del recipiente.
Cuando tenga ese color (suele tardar entre 1,5 y 2,5 horas) deja de calentar y de batir.
Para ver el color, en vez de tomar muestras puedes poner un tubo transparente en la
salida de la bomba.

17. Deja que repose durante una hora.

18. Opcional: para que el lavado sea más fácil saca la glicerina, mide el 25% del total de
glicerina (el total incluye la que sacaste antes si seguiste el paso 15) y mezcla ese 25%
con 10 ml de ácido fosfórico al 10% (H3PO4) por cada litro de aceite procesado. La
mezcla puede hacerse con una cuchara de madera en un recipiente de plástico. Echa la
glicerina acidificada en el reactor y remueve durante veinte minutos, sin calentar. Deja
que sedimente al menos seis horas y luego saca toda la glicerina.

TERMINADO. En la etapa ácida los ácidos grasos libres son esterificados y algunos
triglicéridos son transesterificados. En la etapa alcalina sólo hay transesterificación,
pero es mucho más rápida y completa.

Lavado
19. El lavado con burbujas que se describe aquí ya no se considera un buen método de
lavado, es mejor el lavado por agitación. Consulta: Lavado. Con el proceso ácido-base
no es necesario controlar el pH durante el lavado (no es imprescindible, pero sí
recomendable). Pon un poco de ácido fosfórico al 10% (H3PO4) en el agua (10 ml por
galón), solo para asegurarte de que no queda lejía.

Si quieres asegurarte de que el producto final tiene un pH adecuado mídelo con papel
tornasol. El pH del biodiésel debe ser neutro (pH7), o casi neutro.

20. El volumen de agua debe ser 1/3 del volumen de biodiésel que va a ser lavado. El
agua y el biodiésel deben estar a la misma temperatura, a temperatura ambiente. Ponlos
en un recipiente con un aireador de acuario y un difusor de burbujas. El burbujeo debe
mantenerse como mínimo durante 24 horas, y luego media hora más de reposo (sin
burbujas) para que el agua se hunda hasta el fondo. El agua queda blanca y el
combustible con un color más claro que antes. Drena el agua y repite el lavado otras dos
veces. Cuando termines de lavarlo cámbialo a otro recipiente cuidando de que toda el
agua quede en el primer recipiente.

21. No se puede usar hasta que esté totalmente cristalino, después de tres semanas de
reposo. Coge una muestra en un tarro de mermelada y ponlo en la ventana para ver
cómo se clarifica con el paso de los días. Puede usarse antes si se calienta hasta 45º C
(113º F); cuando se enfría las impurezas se hunden hasta el fondo.

NOTA: Durante el reposo se forma un sedimento en el fondo ¡Que no entre en el


depósito del coche!

Preguntas sobre la etapa ácida


Puede que te hayas hecho la siguiente pregunta: ¿por qué no mezclar el metanol con el
ácido sulfúrico concentrado antes de echarlos en el aceite? Hay dos motivos: (a) La
reacción entre el metanol y el H2SO4 concentrado es violenta y podría salpicarte; eso
no ocurrirá si los mezclas como se describe aquí. (b) Podría formarse dimetil éter.
Mezclar alcoholes con H2SO4 concentrado es una manera de secar los alcoholes, eso es
bueno, y también es una manera de formar dialcohol éteres, y eso no es bueno. El
dimetil éter es un gas incoloro y muy explosivo.

Preguntas sobre la etapa alcalina


El producto de la segunda etapa es bastante oscuro, pero no importa porque después se
lava.

Después de que la mezcla se vuelva de color amarillo pajizo (paso 16), deja que repose
durante una hora y separa la glicerina. La cantidad total debe ser aproximadamente de
120 ml de glicerina por cada litro de aceite/grasas. Si esa cantidad es menor de 100 ml
por litro de aceite es porque algo ha salido mal, aunque el color sea correcto. La
reacción no se ha completado.

La causa es casi siempre que la lejía está carbonatada. La lejía dura muy poco si no se
almacena correctamente: el CO2 del aire la neutraliza formando carbonato de sodio. La
lejía carbonatada es mucho más blanca que la lejía pura, que es casi transparente. El
carbonato no perjudica la reacción, pero hay que aumentar la cantidad de lejía.

La solución: Repetir el procedimiento a partir del paso 13. Prepara un nuevo lote de
metóxido con 0,03 litros de metanol y 0,75 gramos de lejía por cada litro de
aceite/grasas. Vuelve a calentar el biodiésel a 55º C, añade el nuevo metóxido y mezcla
como hiciste antes. Esta vez no es necesario separar la glicerina durante el proceso
(paso 15), y no te preocupes por el color. Mezcla durante una hora, deja que repose,
extrae la glicerina y continúa con el paso 18.

Para seguir usando la lejía carbonatada tienes que poner un 25% más que la cantidad
normal. Consérvala a temperatura ambiente, en un lugar seco, si es posible. El
recipiente debe estar cerrado herméticamente.

Recuperación de metanol (opcional)


Para ahorrar se puede reciclar el metanol que queda sin reaccionar. También los
principiantes pueden intentarlo. Hay dos formas de hacerlo: extracción por
calentamiento y extracción por aspiración y calentamiento.

Extracción por calentamiento

Después de la segunda etapa calienta la mezcla hasta 70º C en un recipiente cerrado y


haz que el vapor de metanol pase por un condensador. Ten muchísimo cuidado porque
el metanol se inflama con mucha facilidad y su vapor es explosivo. Debes aumentar la
temperatura según disminuye la cantidad de metanol en la mezcla.

Extracción por aspiración y calentamiento

Es parecida a la extracción por calentamiento, pero necesita menos energía. El


inconveniente es que hacen falta un recipiente y un equipamiento especiales. Un buen
ejemplo es el reactor de Dale Scroggins:

http://home.swbell.net/scrof/Biod_Proc.html

Cuando construyas tu reactor es mejor que no lo hagas todo a la vez. Construye el


reactor y aprende bien cómo se realiza el proceso. Después podrás mejorarlo para
reutilizar el metanol.

Se puede reutilizar por lo menos la cuarta parte del metanol; por ejemplo, 50 ml (o más)
por cada litro de aceite/grasas. Mézclalo con metanol nuevo para preparar el siguiente
lote de metóxido.

Calidad
Los motores diesel necesitan combustible de buena calidad. No puedes llenar el
depósito con biodiésel de mala calidad y esperar que el motor siga funcionando sin
problemas. Tienes tres enemigos muy peligrosos: la glicerina, los aceites y grasas
parcialmente convertidos (monoglicéridos y diglicéridos) y la lejía. La glicerina, los
monoglicéridos, y los diglicéridos forman una pasta pegajosa en los inyectores y en las
válvulas, y la lejía puede dañar la bomba de inyección. La clave para conseguir un buen
combustible es hacerlo todo bien desde el principio hasta el final. Utiliza productos
puros (H2SO4, NaOH, metanol), mídelos con precisión, y sigue las instrucciones
meticulosamente. Así evitarás las conversiones parciales. Un buen lavado se lleva toda
la glicerina y neutraliza los restos de lejía.

"Para detectar glicerina se aconsejan los kits de detección de glicol de etileno en el


aceite de motor. Es un test sencillo que se vuelve morado en presencia de glicerol. El
Glicol y el glicerol dan el mismo resultado en este test."

El papel para cromatografía y para cromatografía en capa fina sirven para averiguar la
razón de conversión, y la valoración detecta restos de lejía.

1. 30% grasa y 70% aceite. Se ven los


grumos semisólidos.

2. Mezcla fundida después de calentarla.

3. Suspensión formada después de añadir el


metanol. La mezcla queda turbia.
4. Final de la etapa ácida. La mezcla se
vuelve más oscura.

5. Grasa pura semisólida.

7. Glicerina de la primera etapa.

8. Segunda etapa: biodiésel terminado.

9. Glicerina de la segunda etapa.


CAPITULO 4
LAVADO DEL BIODIESEL

* ¿PARA QUÉ PREOCUPARME?

* ¿CUÁL ES EL MEJOR MÉTODO DE LAVADO?

* LAVADO CON NIEBLA

* LAVADO CON BURBUJAS

* VENTAJAS DEL LAVADO CON BURBUJAS

* INCONVENIENTES

* LAVADO POR AGITACIÓN

* UN COMENTARIO POSTERIOR

* VENTAJAS DEL LAVADO POR AGITACIÓN

* DECANTACIÓN

* RECICLAR EL AGUA DE LAVADO

* TEMPERATURA DE LAVADO

* EMULSIONES

* EMPLEO DE ÁCIDOS

* DESECHAR EL AGUA DE LAVADO

* SECAR EL COMBUSTIBLE
Lavado
¿Para qué preocuparme?

Una pregunta muy repetida: "¿De verdad hace falta lavar el biodiésel? Durante
meses he mezclado a medias diesel mineral y biodiésel sin lavar, y el motor funciona
estupendamente."

Respuesta: "Claro que hay que lavarlo. ¿Detergentes en la gasolina? Es aceptable.


¿Jabones en el biodiésel? No. ¿Una lata de HEET en el depósito de vez en cuando para
resolver el problema del agua? Es aceptable. ¿Metanol que deteriore el odómetro? No.
Y ciertamente no es nada beneficioso dejar que la glicerina se queme en el motor. Creo
que es mejor permitir que las destilerías de petróleo dejen barnices, parafinas, y cosas
así en el diesel, y servírselo como champaña a los incautos. Consejo para los que dicen
que les ha ido bien sin lavar el biodiésel: no parece que haya ningún problema hasta que
ya es demasiado tarde."

EL BIODIÉSEL DE BUENA CALIDAD SIEMPRE HA SIDO LAVADO.

Pregunta frecuente: "No lavo mi biodiésel. Dejo que repose un par de días y luego
lo paso por dos filtros. ¿Es suficiente?"

Respuesta: No. La sedimentación y el filtrado no sirven porque los contaminantes


(jabón, lejía, glicerina y metanol) están disueltos en el combustible. La única solución
es lavar con agua.

Otra pregunta: "El metanol es buen combustible, ¿Para qué separarlo del biodiésel?"

Respuesta: El metanol es buen combustible en coches de carreras con un motor de


gasolina especialmente preparado. Mezclado con el biodiésel no es buen combustible;
daña el sistema de inyección de los motores. Hay que quitarlo con las demás impurezas.
Lo mejor es separarlo antes del lavado y reciclarlo para hacer más biodiésel.

¿Cuál es el mejor método de lavado?

Una pregunta muy común: "Me pregunto si alguien podría decirme cuál es la mejor
manera de lavar grandes cantidades de biodiésel. ¿Es mejor el lavado con burbujas o el
lavado con niebla?"

Respuesta: Ninguno de los dos.

Primero tienes que saber qué es una emulsión y cómo se forma. El biodiésel bien hecho
se separa del agua de lavado deprisa y limpiamente. Si no está bien hecho tiene más
jabón de lo normal y productos intermedios de la reacción (mono- y diglicéridos), que
actúan como emulsionantes. Los emulsionantes sirven para mantener estables mezclas
de aceite y agua, como la mayonesa. El jabón también lo hace. Si hay mucho jabón en
el biodiésel, no se separa del agua de lavado, o lo hace muy despacio. A veces tarda
semanas. Cuando tarda tanto el problema es una emulsión. Más abajo hay una
explicación detallada de las emulsiones.

De hecho la separación es una prueba de calidad. SI NO SE SEPARA DEL AGUA


DE LAVADO NO SIRVE COMO COMBUSTIBLE. EL BIODIÉSEL BUENO,
QUE HA COMPLETADO LA REACCIÓN, NO FORMA EMULSIONES.

Puedes "arreglar" la emulsión o evitar que se forme (mira más abajo), y tener éxito...
consiguiendo combustible de mala calidad. Seguirá teniendo impurezas, y los
estándares solamente permiten cantidades muy pequeñas de impurezas. Sobrepasando
las cantidades permitidas se daña el motor.

Las técnicas de lavado delicadas como el lavado con burbujas y el lavado con niebla
ocultan el problema si la reacción ha quedado incompleta.

Todd Swearingen de Appal Energy respondió:

"El lavado con niebla y el lavado con burbujas están muy extendidos entre los
productores caseros, porque muchas veces no consiguen que se complete la
reacción y tienen problemas con el lavado. Son dos maneras de ocultar las
reacciones incompletas con la esperanza de que la mezcla no se emulsione
mucho y no se note el problema.

"No debe lavarse hasta tener la certeza de que la reacción se ha completado.


Desafortunadamente, muchas personas son incapaces de comprobarlo por si
mismas y prefieren lavar con delicadeza."

Consulta: Lavado por agitación

Hay mucha confusión en este tema. Esta es otra respuesta a la misma pregunta, de una
experta en métodos de lavado delicados:

"Tanto el lavado con burbujas como el lavado con niebla funcionan bien en lotes
grandes, aunque con los mismos problemas que en los lotes pequeños: el lavado
con niebla necesita más agua y forma menos emulsión que el lavado con
burbujas, que necesita poca agua, pero puede formar una emulsión.

"Yo empleo los dos métodos. El lavado con niebla para lotes de unos pocos
litros, y el de burbujas con un buen ciclo de reciclado del agua. En mi depósito
de lavado de 1.300 litros mi pequeña bomba de acuario da buenos resultados,
pero puede que no todas las bombas sirvan para cantidades tan grandes. Aunque
solamente se ve un apequeña cantidad de burbujas que suben desde el fondo,
funciona realmente bien. Se forma menos emulsión que con la agitación que
produce esa misma bomba en un lote más pequeño."

¿Qué clase de combustible forma emulsión en un depósito de 1.300 L con una pequeña
bomba de aire para acuario? El combustible de calidad puede agitarse violentamente
durante el lavado sin que forme una emulsión. No es posible que se emulsione con una
bomba de acuario.

Por raro que parezca, antes había escrito esto sobre el lavado con niebla:
"La mala noticia es que el biodiésel de mala calidad puede emulsionarse con la
ligera agitación que produce el lavado con burbujas. La buena es que puede
hacerse fácilmente biodiésel de calidad... Hay gente que prefiere el lavado con
niebla súper-delicado para evitar cualquier agitación. Opino que el lavado con
niebla oculta el verdadero problema, que no es la agitación, sino la mala calidad.
Es mejor asegurarse de que la reacción se ha completado, en vez de evitar la
agitación para que el lavado sea fácil."

La señora Alovert tenía un reactor de 200 L basado en el excelente diseño y la


bomba que ella tenía para hacer la mezcla era demasiado pequeña para lotes
mayores de 100 litros, es decir, que no podía mezclar bien lotes de 200 litros en
el tiempo normal de proceso. También tenía problemas para separar
correctamente la glicerina del biodiésel. Si no se completa la reacción, y además
está contaminado con glicerina, es muy difícil lavarlo.

Lavado con niebla

El lavado con niebla consiste en rociar una nube de gotitas minúsculas que caen sobre la
superficie sin perturbar el líquido y lo atraviesan arrastrando al fondo las impurezas.
Funciona, por lo menos lava el biodiésel, aunque es lento y necesita mucha agua, que no
suele reutilizarse. ¿Por qué elegir este método? Después de todo, la principal prueba de
calidad del biodiésel consiste en sacudirlo violentamente en un bote con algo de agua y
ver cuánto tardan en separarse. Si no puedes agitarlo durante el lavado sin que forme
espuma o emulsión, necesitas empezar desde el principio y aprender cómo se hace bien
el biodiésel. Cuando hayas aprendido y te salga bien podrás usar métodos de lavado más
efectivos, en vez de ocultar la mala calidad con este.

Lavado con burbujas

El lavado con burbujas fue desarrollado en la Universidad de Idaho y es popular entre


los productores caseros. Hacen falta una pequeña bomba de aire (suelen
utilizarse las de acuario) y una piedra difusora. Se ponen agua y biodiésel en el
tanque de lavado. Tiene que haber entre 1/4 y 1/2 más de agua que de biodiésel.
El agua está en el fondo, donde se encuentra la piedra difusora, y el combustible
flota encima. Las burbujas de aire (mejor que sean muchas y muy pequeñas)
suben atravesando primero el agua y luego el biodiésel. Cada gota queda
cubierta por una fina película de agua y la eleva a través del biodiésel, lavándolo
por el camino. Cuando la burbuja estalla en la superficie deja caer la gotita de
agua que la acompañaba, que vuelve al fondo atravesando de nuevo el biodiésel
y lavándolo más.

Para que quede bien limpio hacen falta tres o cuatro lavados consecutivos de entre seis y
ocho horas de duración cada uno (el primero suele ser más corto), con un reposo
intermedio de al menos una hora entre lavado y lavado, auque algunos lo dejan
reposar mucho más. Después del reposo el agua se saca por un desagüe del
fondo para sustituirla por agua limpia. Al final del último lavado el agua debe
estar cristalina, con pH 7 aproximadamente.

Algunas piedras difusoras baratas se desmenuzan por culpa del biodiésel,


especialmente las de color azul.
Las cerámicas son mejores y duran indefinidamente.

Primer lavado: agua lechosa...

Segundo lavado: agua turbia...

Tercer lavado: agua transparente con pH 7, biodiésel cristalino

Ventajas del lavado con burbujas: es fácil, funciona y no da preocupaciones;


pon agua, enciende la bomba y vuelve más tarde.

Inconvenientes: tarda mucho. Hay formas mejores y más rápidas (mira más
abajo). También oxida el combustible.

El lavado con burbujas es delicado y puede ocultar una reacción incompleta, que se
haría evidente agitando la mezcla. Siempre es bueno hacer una prueba antes de
lavar, agitando un bote con biodiésel y algo de agua para ver si luego se separan
bien.
Silenciadores neumáticos para el lavado con
burbujas. No se pudren, son baratos y funcionan
muy bien.

Otro problema es que el lavado con burbujas oxida el combustible. Cada aceite tiene sus
características. Algunos son aceites secantes, como el de linaza, que se usa en
pinturas. Cuando se seca se polimeriza y forma un sólido parecido al plástico.
Con las altas temperaturas que hay en los motores de combustión interna la
polimerización se acelera. Ocurre cuando el oxígeno atmosférico rompe los
enlaces dobles de los aceites insaturados. Todos sabemos lo que hace una bomba
para acuario: bombea oxígeno en el agua; en el lavado con burbujas bombea
oxígeno en el biodiésel.

No sólo afecta a los aceites secantes, también a lo semisecantes, muchos de los cuales se
emplean como materia prima para el biodiésel.

Los aceites saturados no se polimerizan, los insaturados sí. El grado de insaturación se


llama índice de iodo. El aceite de linaza, el de tung, y algunos aceites de pescado
tienen el índice de iodo entre 170 y 185. El aceite de coco tiene un índice de
iodo de diez.

La conversión de los aceites insaturados en biodiésel reduce la polimerización, pero no


la evita.

El estándar europeo para biodiésel de 2003 (EN 1421), que ha sido imitado por
Australia, y pronto por Japón, establece un límite máximo para el índice de iodo
y para la estabilidad de oxidación. El límite para el índice de iodo es 120, que
excluye a la soja y al girasol como fuentes de aceite para producir biodiésel,
pero permite el aceite de colza, la oleaginosa más cultivada en Europa. La más
cultivada en EE.UU. es la soja. El estándar norteamericano (ASTM D-6751) no
establece límites para el índice de iodo ni para la oxidación. En un documento
publicado hace diez años, el profesor Jon H. Van Gerpen, director del proyecto
de biodiésel de la Universidad del Estado de Iowa, declaró: "El estándar para
biodiésel debería incluir un límite para la tendencia del combustible a oxidarse,
y un límite del máximo grado de oxidación aceptable para poder usarlo en
motores diesel." Este asunto no recibe ninguna atención en EE.UU., pero los
resultados europeos son concluyentes: incluso cuando se produce a partir de
aceite de colza, con su bajo índice de iodo, el biodiésel oxidado puede formar
polímeros y dañar los motores.

El lavado con burbujas produce oxidación. Hay resultados de análisis hechos en Europa.
El biodiésel casero analizado superó todos los requerimientos de los estándares
menos el nivel de estabilidad de oxidación. Esa gente ya no usa más el lavado
con burbujas, ahora lo lavan por agitación.

Si lavas tu combustible con el método de las burbujas, consúmelo lo antes posible,


especialmente si lo haces a partir de la soja, el girasol u otros aceites
semisecantes. No es bueno almacenarlo mucho tiempo. Influyen muchas
variables: el tipo de aceite, las condiciones de almacenamiento, el clima...
Puedes probar con aditivos antioxidantes. No hay experiencia con esos aditivos.
Con aceites semisecantes o aceites con un alto índice de iodo, alterna su uso con
lotes de biodiésel hecho de aceites con menor índice de iodo.

Lavado por agitación

Una pregunta frecuente: "¿Hay alguna forma de lavar el biodiésel en poco tiempo? He
leído sobre el lavado con burbujas y lo entiendo, pero para conseguir la mejor
calidad se tarda más de una semana, y hacen falta muchos lavados."

Respuesta: "Se puede hacer en mucho menos tiempo de la siguiente manera:

Abandona el lavado con niebla.


Abandona el lavado con burbujas.
Asegúrate muy bien de que nunca intentas lavarlo si no se ha completado la reacción,
porque se formaría emulsión y no podrías reprocesarlo. Antes de lavar haz una
prueba mezclándolo con agua en un bote de cristal bien cerrado.
Con una hélice movida por un motor, mezcla el agua y el biodiésel hasta que tengan un
aspecto homogéneo (5 minutos).
Deja que repose durante una hora.
Saca el combustible con un sifón y repite los pasos 4, 5 y 6 otras dos veces.
Deja que se seque en un recipiente abierto bien ventilado. La poca agua que aún queda
tiene que evaporarse. Puedes calentar hasta 48º C para que se seque con más
facilidad.

Dependiendo del volumen del lote, y del tamaño y la potencia de los motores, se
puede reducir el tiempo total de proceso a menos de 24 horas.

La mayoría de la gente evita mezclar mecánicamente el combustible y el agua en la


etapa de lavado pensando que se formará una emulsión. Y es cierto que se formará
si se intenta lavar 'combustible' que no ha terminado de reaccionar.

Lavado por agitación, primer lavado -- Mezcla


perfecta de agua y biodiésel inmediatamente después
de una intensa agitación con un mezclador de
pinturas.
Tercer lavado -- Agua limpia con pH 7, biodiésel
cristalino, no hay pérdida de rendimiento.

Un comentario posterior: "Me he arriesgado a probar tu método de lavado


rápido en un bidón de 130 litros, y quiero agradecerte el tiempo que me has
dedicado. ¡Funciona! Al menos en mi caso, este método es mucho mejor y más
rápido que el lavado con burbujas. Solamente cinco minutos hasta que la mezcla
tiene un aspecto homogéneo, una hora de reposo, y se cambia el agua. Con hacer
esto tres veces es suficiente. El biodiésel ya está limpio; dejaré que repose
durante un día entero. No se forma emulsión, se separan muy bien."

Ventajas del lavado por agitación: Es rápido y efectivo, no oculta las


reacciones incompletas y no oxida el combustible.

Lavado por agitación de un lote de 60 litros -- Adición de 20 litros


de agua para el primer lavado.

Una taladradora con un mezclador de pintura puede

remover los 80 litros.

El mezclador de pintura. Tres lavados en un solo día dejan


el biodiésel limpio y cristalino, sin emulsiones ni pérdida
de rendimiento.
Más consejos:

• "Puedes usar un agitador de hélice durante cinco minutos, tiempo suficiente para
homogeneizar la mezcla de agua y combustible. En un lote de 500 litros, el 99%
del agua se separa del biodiésel en una hora. Probablemente se pueda hacer un
lavado cada tres horas. Deja que el combustible repose entre 12 y 24 horas antes
de secarlo.

• "Algunas personas cuestionan el lavado por agitación frente al lavado con niebla
y el lavado con burbujas, pues con el primero la mezcla no se clarifica y separa
tan rápidamente como con los otros dos. Hay razones bien fundadas para que
esto ocurra así. Las bombas y las hélices mezclan mejor el combustible con el
agua (consiguen que las partículas de la mezcla sean pequeñísimas), de modo
que hay un contacto más estrecho entre ambas substancias. Esto supone una
mayor superficie de contacto entre las moléculas de agua y las impurezas que
hay suspendidas y disueltas en el biodiésel. Un motor de medio caballo de
potencia con una hélice de 15 cm, durante un cuarto de hora en un tanque de
lavado de 700 litros, consiguen los mismos resultados, o mejores, que un día
entero de lavado con burbujas o con niebla. Esto permite dedicar menos tiempo
al lavado y más a la decantación, acelerando todo el proceso.

• "El lavado con bomba tiene la capacidad de 'atomizar' más rápida y


completamente los dos fluidos, produciendo una emulsión muy homogénea. Si
el biodiésel es bueno la emulsión se separa pronto."

Puede ahorrarse algo de dinero empleando la misma bomba para la reacción y para el
lavado, pero con mucho cuidado de limpiar completamente la bomba con biodiésel
antes de utilizarla otra vez para la reacción, en el siguiente lote (de modo que el
biodiésel arrastre todo resto de agua). Si se emplea el mismo recipiente para la reacción
y para los lavados, también hay que quitar los restos de agua con biodiésel. Si no
dispones de mucho espacio es una opción, pero resulta mucho mejor disponer de un
tanque de lavado con su agitador por un lado, y un tanque para la reacción por otro.

Si utilizas un depósito de agua caliente estanco como reactor, probablemente queden


dentro restos de glicerina difíciles de sacar, que hecharían a perder el lavado
posterior del biodiésel, y el lavado dejaría restos de agua que hecharían a perder
el siguiente lote de biodiésel. Es mejor tener un depósito de lavado
independiente.

Si se te cuela una pequeña cantidad de los subproductos en el depósito de lavado cuando


traspasas el combustible, deja que repose otra vez durante la noche, calienta
agua (como máximo un cuarto del volumen de biodiésel) y héchala sobre la
superficie del combustible. Deja que repose unas horas y saca la mezcla de agua
y glicerina. Después podrás continuar el lavado de la manera habitual.
Un aspersor de jardín giratorio mezcla bien el
combustible y el agua. Una bomba hace pasar la mezcla
por el aspersor, que la derrama sobre la superficie.

Otra opción para la agitación en el lavado es usar una bomba y un aspersor de jardín.
No tiene nada en común con el lavado con niebla, no es nada delicado. La
mezcla queda tan homogénea como con la agitación mecánica, aunque tarda
algo más, unos 15 ó 20 minutos. Salpica un poco, pero el peligro de oxidación es
mucho menor que en el lavado con burbujas.

Decantación

Deja reposar tu biodiésel antes de lavarlo. Cuanto más tiempo mejor, al menos doce
horas, o mejor 24 h, antes de separar la glicerina y continuar con el lavado. Esta
decantación disminuye la alcalinidad y permite un lavado más fácil con menos agua.

TEN CUIDADO SEPARANDO LA GLICERINA DEL BIODIÉSEL, ES UNA


SUSTANCIA MUY JABONOSA. ES MEJOR TENER UN POCO DE
BIODIÉSEL EN LA CAPA DE SUBPRODUCTOS, ANTES QUE
SUBPRODUCTOS EN EL BIODIÉSEL.

Si te ocurre que pasa un poco de la mezcla de subproductos junto con el combustible


cuando lo transfieres al tanque de lavado, déjalo reposar de nuevo toda la noche. Por la
mañana calienta agua (un cuarto de la cantidad de biodiésel) y déjala sobre la superficie.
Deja que repose unas horas y saca el agua del tanque. Continúa con el lavado de la
manera habitual.

Así es como gran cantidad de personas separan los subproductos del biodiésel.

Deja reposar el combustible entre lavados tanto tiempo como sea posible antes de
reemplazar el agua. Generalmente, cuanto mayor sea el tiempo de reposo mayor será la
efectividad del siguiente lavado.

Después del lavado deja que asiente de nuevo antes de usarlo. El biodiésel
recientemente lavado suele ser algo opaco. Tarda en aclararse entre un día y una
semana. Déjalo al sol, o caliéntalo a 45-50º C (113-122º F) y déjalo enfriar en un
recipiente con ventilación. SI SE VUELVE OPACO OTRA VEZ
PROBABLEMENTE NO ESTÉ BIEN LAVADO. LÁVALO DE NUEVO.

Reciclar el agua de lavado


El método de "contra corriente" para reutilizar el agua de lavado reduce en dos tercios la
cantidad de agua necesaria.

El agua del lavado de biodiésel no queda saturada de impurezas, sino que se alcanza una
especie de equilibrio entre las impurezas contenidas en el agua y las que permanecieron
en el biodiésel (es decir, entre la fase acuosa y la fase aceitosa). Normalmente se hacen
tres lavados. El agua del primer lavado se llevará consigo la mayoría de los
contaminantes, reduciéndose lo retirado en el segundo lavado, y más aún en el tercero.
Tanto es así que para lavar el próximo lote de biodiésel se reutiliza el agua del segundo
y tercer lavado para el primero y el segundo, respectivamente, acabando con agua
limpia para el tercero. Con este procedimiento, como vemos, sólo se desecha el agua del
primer lavado de cada lote.

Temperatura de lavado

Cuanto más frío hace menos efectivo es el lavado, porque tarda más y necesita más
agua.

Si el reactor y el tanque de lavado están dentro de un edificio con calefacción no


deberías tener problemas; de lo contrario tienes que calentar el biodiésel o, mejor, el
agua. Procura que la temperatura dentro del tanque se mantenga como mínimo a 30º C
(86º F). Nosotros en invierno lavamos con agua caliente. Nos cuesta barata, pero aun así
tenemos que gastar energía, y la energía no es gratuita, por muy barata que cueste.
Tenemos un calentador de agua, para usarla basta con bombearla hasta el depósito de
lavado.

Emulsiones

No deberían formarse si el combustible está bien preparado (mira más arriba). Cuando
se forma una emulsión en lo primero que hay que pensar es en el motivo, para encontrar
una solución y que no vuelva a ocurrir.

Lo segundo que hay que pensar es cómo salvar el lote. Un solo lote de mala calidad y
con impurezas no hará daño al motor, si no dura mucho tiempo. Puedes reparar el lote y
aprovecharlo.

Una emulsión de poca importancia consiste en una tercera capa entre la de biodiésel y la
de agua después del reposo del primer lavado. Una capa intermedia delgada como una
hoja de papel es normal, puedes continuar con el segundo lavado. Si la capa intermedia
es más gruesa, algo va mal. Drena esa capa dejando salir también un poco del biodiésel
que tiene por encima y un poco del agua que tiene por debajo. Calienta la emulsión y
deja que repose. Cuando se separe la emulsión mezcla el biodiésel defectuoso con el
siguiente lote de aceite para reprocesarlo. Mientras tanto continúa lavando el biodiésel
que no se emulsionó en el primer lavado. Ya no debería emulsionarse.

Una emulsión grave no ocupa una capa intermedia, si no todo el tanque de lavado. Es
como tener el tanque lleno de sopa de pollo.
Si lo dejas toda la noche o un día entero normalmente se separará y volverás a tener una
capa intermedia como en el caso anterior. Puede tardar más en separarse, muchos días, o
una semana, especialmente si hace frío. Mientras esperas el tanque está ocupado y no
puedes lavar el siguiente lote.

Las emulsiones pueden separarse de muchas maneras distintas. Calentarla hasta 50-60º
C (122-140º F) suele ser suficiente. Como al secar el aceite, pueden formarse burbujas
de vapor que luego estallan violentamente. Otra forma es añadir agua caliente a la
mezcla, si hay suficiente espacio en el depósito. Cuanto más caliente mejor. Por lo
menos debería empezar la separación: deja que repose, drena toda el agua que se separe,
pon más agua caliente... hasta que el biodiésel quede limpio.

También puedes probar con sal común, es decir, cloruro de sodio. Diluye la sal en agua,
añádela mientras agitas con suavidad, y sigue añadiendo mientras empieza a separarse.

De esta manera se separa la emulsión, con el problema de que la sal es una impureza.
Quitar toda la sal del combustible es difícil. El agua salada no es tan inocua como el
agua normal del lavado, así que ten cuidado cuando te deshagas de ella.

Otra solución es recurrir al ácido. Lee la siguiente sección.

Uses el método que uses, una vez separada la emulsión, continúa con el resto de los
lavados hasta que el combustible quede tan limpio y seco como de costumbre. Ya
puedes usar el lote reparado y aprender cómo hacer mejor combustible la próxima vez.

Empleo de ácidos

Algunos dicen que es un error neutralizar los restos de lejía durante el lavado. Dicen
que además de neutralizar la lejía también transforman algunas moléculas de jabón en
ácidos grasos libres, que se disuelven en el biodiésel y empeoran su calidad.

Nosotros raramente lo hacemos, pero mucha gente hecha ácido durante el lavado sin
problemas. Algunos de ellos han hecho analizar su biodiésel y el resultado ha sido
bueno. El biodiésel neutralizado con ácido durante el lavado puede cumplir con
estándares como DIN 51606 y ONORM. Es una práctica común en la producción
comercial.

¿De verdad se convierte el jabón en AGLs? Las cantidades típicas de ácido son: 8 ml de
vinagre al 5% por cada litro de agua de lavado; 2 ml de ácido fosfórico al 10% por cada
litro de agua de lavado; suficiente ("no mucho") ácido fosfórico para dejar el pH cerca
de 7 (neutro). Otros ácidos utilizados son el sulfúrico, el cítrico y el acético, todos bien
diluidos.

El ácido también sirve para deshacer emulsiones, o para prevenir que se formen,
ocultando el hecho de que la reacción no se completó. Es importante saber si la reacción
se ha completado o no. Haz siempre una prueba antes de lavar. Puedes deshacer una
emulsión añadiendo ácido diluido (fosfórico, acético, cítrico, sulfúrico, con una
concentración del 10%) hasta que empiece a separarse.

Desechar el agua de lavado


El agua sucia del lavado es tan inofensiva como el agua residual de cualquier casa. Es
aún más inofensiva si recuperas el exceso de metanol después del lavado. La mayor
parte del metanol y la lejía quedan en la capa de glicerina, no en el biodiésel que luego
se lava. La lejía no daña las cañerías porque en realidad sirve para limpiarlas, y los
jabones son muy abundantes en las aguas residuales. El resto de las impurezas no deben
ser muy distintas de las que quedan después de lavar los platos. No causas ningún
problema si dejas que esta agua se vaya por el sumidero. O puedes tratarla en un
sencillo sistema de reutilización de aguas grises, filtradas biológicamente con plantas
acuáticas como el jacinto de agua y la lemma minor, y luego reutilizarla. Hay mucha
información en Internet para aprender cómo se hace. También sirve para regar si se
diluye en agua limpia.

Secar el combustible

Cuando el combustible está cristalino, es decir, que se puede ver a través de él, ya está
seco. En realidad nunca queda totalmente seco; aunque los estándares dicen que no debe
contener agua, siempre absorbe un poco de humedad de la atmósfera, entre 1.200 y
1.500 ppm, pero es agua diluida, que no da problemas, a diferencia del agua en
suspensión.

Se seca solo. Tarda entre un día y una semana empezando a contar desde que se separa
del agua del último lavado. Se seca mejor dejándolo al sol, o calentándolo hasta 45-50º
C (113-122º F) y dejando que se enfríe en un recipiente ventilado. Si se enturbia otra
vez cuando se enfría, probablemente no esté bien lavado. Tendrás que lavarlo otra vez.

Hay un método que se llama secado con burbujas. Es igual que el lavado con burbujas,
pero sin agua. Drena el agua del último lavado y bombea aire en el combustible igual
que en el lavado con burbujas. El biodiésel queda seco en una noche. A veces se
mantiene turbio y hay que volver a lavarlo.

El secado con burbujas tiene la misma desventaja que el lavado con burbujas, pues
oxida el combustible, a no ser que lo hagas muy deprisa. No supera los requerimientos
del estándar europeo EN 1421. No se recomienda este método.

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