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* Método BASE-BASE
PRECAUCIÓN:
Ponte guantes, un delantal, y gafas protectoras, y no respires los vapores. El metanol
puede causar ceguera y la muerte y no hace falta que lo bebas, es absorbido por la piel.
El hidróxido de sodio puede causar quemaduras graves y la muerte. Cuando se unen
forman metóxido de sodio, que es extremadamente cáustico. Son productos peligrosos.
¡Ten mucho cuidado!
Cuando los manipules ten siempre cerca un grifo de agua corriente. El lugar de trabajo
tiene que estar muy bien ventilado. No puede haber cerca niños ni mascotas.
Producción de biodiésel
Ingredientes
Mezcla:
Aceite de cocina usado; por ejemplo, aceite de freidora.
Valoración:
Alcohol isopropílico con una pureza del 99% o más.
Agua destilada
lavado:
Vinagre
Agua
Procedimiento
1. Filtra el aceite para quitarle los restos sólidos.
2. Caliéntalo para quitarle el agua (opcional).
3. Haz la valoración para determinar cuánto catalizador es necesario.
4. Prepara el metóxido de sodio.
5. Calienta el aceite, y vierte dentro el metóxido mientras agitas.
6. Deja que sedimente, separa la glicerina.
7. Lava y seca el producto final.
8. Comprueba su calidad.
Estos dibujos muestran las dos reacciones. Las líneas quebradas del triglicérido (Figura
1) representan cadenas de carbono, y cada vértice de la línea quebrada representa a un
átomo de carbono.
figura 1
En las figuras 2 y 3 las líneas cerradas han sido sustituidas por R1, R2 y R3.
figura 2
figura 3
1. Filtrado
Filtra el aceite para quitarle los restos de comida. Puede que tengas que calentarlo hasta
35º C (95º F), aproximadamente, para que esté más fluido y pase bien por el filtro.
Puedes usar un paño o un filtro de café.
2. Quitar el agua
Mucha gente calienta el aceite para quitarle el agua. El aceite que ha sido utilizado para
cocinar suele contener agua, que ralentiza la reacción y favorece la saponificación.
Cuanta menos agua, mejor.
Así es como lo hacen. Hay que calentar hasta 100º C (212º F) y mantener la temperatura
mientras el agua se evapora. Agita constantemente para evitar que se formen burbujas
de vapor, que luego explotan salpicando aceite caliente. También puedes drenar el agua
según se va hundiendo hasta el fondo; después puedes recuperar el aceite que se haya
ido con el agua.
Cuando empiece a salir menos vapor aumenta la temperatura hasta 130º C (265º F) y
mantenla durante diez minutos. Luego deja de calentar y espera a que se enfríe.
Puede que tengas suerte y encuentres una fuente de suministro de aceite que no
contenga agua, en ese caso no trates de quitársela, ahorrarás tiempo y energía. Yo
prefiero no hacerlo para ahorrar, pero si no estás seguro de si tiene agua es mejor que
incluyas este paso.
3. Valoración
Para saber cuanta lejía es necesaria, hay que medir la acidez del aceite con un método
que se llama valoración. Es la parte más importante y más difícil del proceso. La
valoración debe ser lo más exacta posible.
Con un cuentagotas graduado (que permita medir décimas de mililitro), o algún otro
instrumento calibrado, pon en la disolución de aceite/isopropílico/fenolftaleína gotas de
la solución de lejía. Cada gota debe tener dos décimas de ml, medidas con mucha
exactitud.
Después de cada gota agita vigorosamente la disolución. En climas fríos puede que el
aceite se espese y tengas que hacer la valoración dentro de casa. Si todo sale bien la
disolución se volverá magenta (rosa) y mantendrá ese color durante diez segundos. El
magenta indica un pH de entre 8 y 9 . Es importante que heches la cantidad exacta para
alcanzar ese pH, ¡no pongas más gotas de las necesarias! El objetivo de la valoración es
averiguar el número de ml de solución de lejía necesarios para alcanzar un pH de entre 8
y 9.
Es recomendable hacer la valoración más de una vez para comprobar que la medida sea
correcta. Dependiendo del tipo de aceite, de la temperatura que alcanzó en la freidora,
de los alimentos que fueron cocinados en él y del tiempo de uso, la cantidad de
disolución de lejía necesaria en la valoración suele ser de entre 1,5 y 3 ml. También
sirven el papel tornasol y los medidores de pH digitales en sustitución de la
fenolftaleína. Si pruebas con aceite de cocina sin usar, necesitará mucha menos lejía
para alcanzar el pH 8-9.
El cálculo
En el cálculo hay que incluir algo más. Cada litro de aceite que NO ha sido cocinado
(aceite nuevo) necesita 3,5 gr de lejía para la reacción. Por eso hay que sumar 3,5 gr de
lejía por cada litro de aceite cocinado que se vaya a transesterificar.
Por ejemplo: en la valoración fueron necesarios 2,4 ml para alcanzar el pH 8-9 y vas a
usar 150 litros de aceite.
Normalmente hacen falta entre seis y siete gramos de lejía por cada litro de aceite.
Lotes de prueba
Las primeras veces que hagas esto, y también cuando vayas a procesar grandes
cantidades de aceite, debes hacer pequeñas pruebas de un litro con una batidora de
cocina. Es un método que funciona bien, y no hace falta calentar mucho el aceite, sólo
lo suficiente para poder batirlo bien.
Empieza mezclando la lejía y el metanol con la batidora (no podrás volver a usar la
batidora con alimentos NUNCA MÁS. La batidora y los demás utensilios deben estar
secos. Cuando se forma el metóxido el recipiente se calienta un poco. Sigue batiendo
hasta que la lejía esté totalmente disuelta.
Después de preparar el metóxido de sodio añade un litro de aceite. Asegúrate de que los
pesos y los volúmenes son precisos. Si no estás seguro de que el resultado de la
valoración sea correcto puedes poner 6 - 6,25 gr de lejía por litro de aceite usado, ó 3,5
gr/l para el aceite nuevo. En estas pruebas hay que batir durante 15 ó 20 minutos; para
que se complete la separación hace falta más tiempo. Justo después de batir puede
cambiarse la mezcla a otro recipiente.
Es bueno hacer varias pruebas con distintas cantidades de lejía para saber cuál es la
cantidad más adecuada.
Cuando hay demasiada lejía a veces se forma una pasta inservible. Si no hay suficiente
lejía la reacción no se completa y queda aceite mezclado con el biodiésel y la glicerina.
Cuando eso ocurre se forman tres capas: el biodiésel arriba, el aceite en medio y la
glicerina en el fondo. Si había mucha agua mezclada con el aceite se forman jabones
que luego forman una capa sobre la de glicerina. Es difícil separar los jabones del
biodiésel y la glicerina.
Por ejemplo: para 100 litros de aceite hacen falta 20 litros de metanol.
El metóxido de sodio también es muy corrosivo para las pinturas. La lejía reacciona con
el aluminio, el estaño y el zinc. Utiliza recipientes de vidrio, de acero inoxidable, o
esmaltados. Los mejores son los de acero inoxidable.
5. Calentar y mezclar
Calienta el aceite hasta 48-54º C (120-130º F).
Para mezclar puedes usar una taladradora eléctrica, firmemente sujeta, que haga girar
una hélice o un mezclador de pintura.
Si quieres un reactor más silencioso sustituye el mezclador por una bomba eléctrica que
coja el líquido de abajo y lo lleve hasta la superficie. La bomba no debe estar muy abajo
para que no se estropee luego con la glicerina.
6. Reposo y separación
Deja que la mezcla repose y se enfríe por lo menos durante ocho horas, preferiblemente
más. La glicerina forma una masa gelatinosa en el fondo y los metilésteres (biodiésel)
flotan encima. La bomba mezcladora debe estar por encima del nivel de la glicerina
para que no se estropee.
Otra alternativa consiste en dejar que la mezcla repose al menos durante una hora
después de la reacción, manteniendo la temperatura por encima de 38º C (100º F). De
esta forma la glicerina se mantiene semilíquida (solidifica por debajo de 38º C) y se
hunde antes. Después hay que decantar el biodiésel con cuidado.
Se pueden separar sacándolos por un agujero del fondo a través de un tubo transparente.
La glicerina semilíquida es de color marrón oscuro; el biodiésel es del color de la miel.
Mira el tubo todo el tiempo, y cuando empiece a salir biodiésel cambia la salida del tubo
de un recipiente a otro. Si cae algo de biodiésel en el recipiente de la glicerina es fácil
recuperarlo cuando la glicerina se espesa.
Si la glicerina solidifica antes separarla del biodiésel, puedes calentar para volver a
licuarla, ¡Pero no la agites!
figura 4 figura 5
El modelo de la Figura 6 ahorra electricidad. Se calienta con una caldera cerrada cuya
chimenea atraviesa el reactor. Dentro de la mezcla se forman corrientes de convección,
que causan el mismo efecto que el de la bomba eléctrica que se explicó más arriba. Los
tubos exteriores enfrían el líquido, que se hunde; los gases calientes de la caldera pasan
por la chimenea central y calientan el líquido, que asciende.
Glicerina
La glicerina procedente del aceite usado en la cocina es marrón y permanece sólida por
debajo de 38º C (100º F). La glicerina del aceite nuevo suele mantenerse líquida a
temperaturas menores de 38º C.
Restos de jabón
En el biodiésel también hay jabón. Cuando el metanol se une a los ácidos grasos se
forma agua. El aceite también puede contener agua. El jabón se forma porque el ion
Na+ del hidróxido de sodio (NaOH) reacciona con los ácidos grasos en presencia de
agua.
7. lavado y secado
Hay más de una opinión sobre lo que se debe hacer con el biodiésel antes de usarlo
como combustible. Una de esas opiniones es que hay que dejarlo reposar durante una
semana, más o menos, para que los residuos de jabón se hundan hasta el fondo. Después
ya se puede usar. Nota: Esto está desaconsejado, es mejor lavarlo con agua.
Otro método consiste en separar los jabones del combustible lavándolo con agua una o
varias veces. En el primer lavado es mejor añadir un poco de vinagre (ácido acético) al
agua. Con el ácido acético se consigue que el pH del biodiésel sea casi neutro, porque se
une a los restos de lejía y los neutraliza.
Pon primero agua, sin que llegue hasta la altura de la válvula, y luego el biodiésel.
Después de agitar con cuidado deja que repose entre 12 y 24 horas. El biodiésel limpio
queda encima del agua y se puede sacar por la válvula. El agua con los jabones disueltos
se saca por el fondo (#5).
figura 7
Puede que haya que repetir este proceso dos o tres veces para retirar todo el jabón. El
segundo lavado y el tercero pueden hacerse sólo con agua. Después del tercer lavado, el
agua que quede puede separarse calentando lentamente (Figura 8). El agua y otras
impurezas se hundirán hasta el fondo. El producto final deberá tener pH 7.
El agua del tercer lavado puede usarse para el primer o segundo lavado del siguiente
lote. Las impurezas se separarán cuando se caliente el siguiente lote. El jabón puede
aprovecharse concentrándolo, el resto del biodiésel puede separarse por decantación, y
lo que queda es un jabón biodegradable que tiene muchas aplicaciones industriales.
figura 8
También he probado a enfriar el biodiésel para que los restos de jabón y de lejía
sedimenten más deprisa. Con este método el biodiésel queda bastante limpio en poco
tiempo.
Algunas personas están consiguiendo buenos resultados con la técnica del lavado con
burbujas. Se tarda más, pero también se ahorra agua. Dicen que es muy efectivo, que
queda un producto limpio y brillante.
Las burbujas se forman haciendo pasar aire comprimido a través de un difusor. En una
instalación pequeña se puede usar un aireador de acuario, los hay de muchos tamaños.
Añade 50 litros de agua y 30 ml de vinagre (ácido acético) por cada 100 litros de
biodiésel y pon en el fondo el difusor de burbujas.
El agua queda en el fondo y el biodiésel flota encima. Las burbujas suben atravesando
el biodiésel, envueltas por una capa de agua que lo lava al atravesarlo. En la superficie
la burbuja se rompe, y se forma una pequeña gota de agua que se hunde, atravesando el
combustible por segunda vez, y vuelve a lavarlo.
Si el biodiésel sigue turbio después de un par de horas, pon un poco más de vinagre.
El lavado tarda entre 12 y 24 horas, a veces más. Cuando esté terminado drena el agua y
quita los residuos que floten en la superficie. Repite el lavado dos veces más. Puedes
usar el agua del segundo lavado y del tercero para el primer lavado del siguiente lote.
Si se forma mucho jabón, calienta hasta 50º C (122º F), pon suficiente vinagre para que
el pH sea neutro, agita durante media hora, deja que enfríe, y continua con el lavado.
8. Calidad
La calidad del producto acabado puede comprobarse visualmente y midiendo su pH. El
pH puede medirse con papel tornasol o con un medidor electrónico. Debe ser neutro
(pH 7). Debe tener el aspecto del aceite vegetal, pero con un matiz marrón, parecido a la
sidra.
Es malo que haya una película sobre la superficie, partículas o turbiedad. La película
superficial puede ser de restos de jabón, y se quita lavándolo de nuevo o pasándolo por
un filtro de cinco micrones (o más fino). La turbiedad puede ser agua y se quita
calentando. Las partículas pueden ser cualquier cosa y aparecen cuando los filtros
fallan.
Todos los aceites parecen cristalinos cuando están calientes, pero los que son realmente
cristalinos siguen siéndolo cuando se enfrían. Si el biodiésel frío no está cristalino, deja
que repose una o dos semanas más para que las impurezas se hundan.
Es importante saber que el biodiésel limpia muy bien los restos de diesel mineral del
interior del motor. Por eso debes comprobar y cambiar los filtros del combustible
cuando empieces a usar biodiésel. Yo prefiero poner un filtro de plástico transparente,
pequeño y barato, justo antes del filtro original. El nuevo filtro limpia en parte el
combustible antes de que llegue al filtro original, que es más caro. Así es más fácil ver
cuándo pasa combustible y en qué condiciones se encuentra el filtro.
Limitaciones
Con el tiempo el biodiésel corroe las piezas de caucho del sistema de distribución de
combustible. Los motores más modernos no tienen piezas de caucho, pero en muchos
motores antiguos también se ha usado biodiésel sin que se hayan estropeado. El Vitón
es el mejor material, pero hay otros materiales que también sirven.
METODO BASE-BASE MEJORADO
Introducción
Desde hace tiempo mucha gente produce biodiésel a partir de aceite de cocina usado. En
Internet hay muchos artículos magníficos que pueden enseñarte cómo empezar.
Aquí hay un método alternativo, que puede producir un biodiésel un poco más puro.
Funciona bien en invierno, ya que se forma menos cera y da menos problemas al
arrancar, o eso espero.
El método BASE-BASE (si todavía no lo leiste, deberías hacerlo pronto). Ese artículo
da una buena explicación de las reacciones químicas relacionadas con el proceso, y es
una buena manera de empezar las primeras pruebas. El método BASE-BASE es un
buen punto de partida para los principiantes, y produce un combustible que es adecuado
para la mayoría de los climas (y para la mayoría de los conductores).
Como nadie se quejaba de la pérdida de glicerina pensaron que los cálculos debían ser
erróneos; aunque decidieron continuar la producción de biodiésel.
Pero el motor les sonaba raro en las mañanas frías y volvieron a investigar.
Teoría
Si recuerdas tus clases de química, en muchas reacciones químicas hay algo que se
llama equilibrio. Algunas reacciones ocurren solo en un sentido, pero otras son
reversibles. Observa esta reacción:
El proceso
Este es un resumen del proceso BASE-BASE:
Medir el pH
Calentar el aceite
Preparar el metóxido
Mezclar el aceite con el metóxido
Extraer la glicerina
Lavar y secar
Sólo hay dos diferencias entre el proceso BASE-BASE y el proceso BASE-BASE
MEJORADO: en el segundo no hay que medir el pH, y hay dos mezclas de metóxido.
¿Por qué no hace falta medir el pH? Cualquier analista químico te dirá que para
conseguir resultados exactos los productos deben estar en buen estado y hay que hacer
cada medida al menos tres veces. Por eso calculé empíricamente una cantidad de lejía
(NaOH) que ha dado buenos resultados en todas mis pruebas: 6,25 gr de lejía por cada
litro de aceite. Para la SEGUNDA ETAPA no hace falta ningún equipamiento nuevo,
sólo más tiempo.
ADVERTENCIA:
Ponte guantes resistentes a los productos químicos, un delantal grueso y gafas
protectoras. No respires los gases. El metanol puede causar ceguera y la muerte, y no
hace falta beberlo porque es absorbido a través de la piel. El hidróxido de sodio puede
causar quemaduras graves y la muerte. Juntos forman metóxido de sodio, que es
extremadamente cáustico. Son productos peligrosos, ¡trátalos con mucho cuidado!
Siempre tiene que haber cerca agua corriente. El lugar de trabajo debe estar muy bien
ventilado. No puede haber cerca niños ni animales. Para más información consulta
Seguridad.
Primera etapa
1. Mide la cantidad de aceite que vas a procesar y ponlo dentro del reactor.
4. Pon con el aceite 3/4 del metóxido. Guarda el resto en un recipiente hermético lejos
de niños y de llamas o chispas... O también puedes preparar dos lotes de metóxido:
mide las cantidades de los productos y luego divide cada una de esas cantidades en 3/4
y 1/4.
7. Separa la glicerina del biodiésel. Te darás cuenta de que hay mucha menos glicerina
de lo normal.
Segunda etapa
8. Vuelve a poner en el reactor el biodiésel de la primera etapa.
13. Separa la glicerina del biodiésel. Ahora la glicerina es una masa gelatinosa. Sobre la
capa de glicerina habrá una fina capa de cera de color cremoso, que NO DEBE
mezclarse con el biodiésel. Recuerda, la cera es una de las substancias que pueden
atascar los inyectores.
14. Lava y seca el biodiésel. Yo prefiero el método de lavado con burbujas, pero puedes
hacerlo como quieras.
Método de Lavado Con Burbujas de la Universidad de Idaho
Quiero explicar el método en este artículo porque el lavado del combustible es crucial.
Por favor, no intentes usar en tu coche el combustible producido según las instrucciones
de este artículo sin haberlo lavado adecuadamente (el combustible, no el coche). Este
combustible es muy cáustico al final de la segunda etapa y podría dañar la bomba de
inyección.
Esto es lo que necesitas: un gran recipiente de plástico (con el doble de volumen que el
reactor), una bomba de aire para acuario, barata, pero con suficiente flujo de aire, un
difusor de acuario grande (piedra difusora) y un tubo de goma para unir la bomba con la
piedra. Yo tengo un medidor de pH electrónico, pero también sirve el papel indicador
de pH (con una resolución de 1/2 unidad de pH). El medidor electrónico es la opción
más barata (15 US$) si piensas hacer más de veinte lotes.
Explicación sobre el pH
El pH no tiene una unidad real, ya que su fórmula es "pH= –log (concentración de
iones H+)". Es un número que no depende del volumen. Los químicos necesitan
expresar de alguna manera la concentración de iones H+ en un volumen desconocido de
un líquido.
Después de la segunda etapa el pH del biodiésel debe ser 7, que es el valor de referencia
de la escala de pH (es como el cero en otras escalas). El rango de esta escala es de 0 a
14: de 0 a 7 es ácido, por encima de 7 es alcalino, y 7 es neutro.
Por ejemplo, si mezclas 10 litros de un líquido con pH 9 (dos unidades por encima de 7)
con 10 litros de un líquido con pH 5 (dos unidades por debajo de 7), el resultado es un
líquido con pH 7 aproximadamente, es decir, neutro. Este es el truco que usaremos
luego en el lavado.
El lavado
Primero mide el pH de tu biodiésel y anota el resultado. Luego mide el volumen de
biodiésel que vas a lavar y pon un volumen equivalente de agua en el recipiente donde
vayas a hacer el lavado. El agua y el biodiésel deben estar aproximadamente a la misma
temperatura (a temperatura ambiente). Limpia y seca el electrodo del medidor de pH,
sumérgelo en el agua y hecha vinagre concentrado hasta que el pH alcance tantas
unidades POR DEBAJO de 7 como tenga el pH medido antes POR ENCIMA de 7.
Mezcla con una cuchara de madera mientras añades pequeñas cantidades de vinagre.
Por ejemplo: si el pH del biodiésel es de 8,7 (7 + 1,7) tienes que conseguir que el pH del
agua sea de 5,3 (7 - 1,7). Ahora pon el biodiésel en el recipiente donde está el agua, deja
en el fondo la piedra difusora y pon en marcha la bomba de aire. Pronto aparecen
columnas de burbujas que atraviesan el biodiésel elevando cada burbuja una gotita de
agua hasta la superficie. Cuando llegan arriba las burbujas estallan, y las gotitas de agua
vuelven al fondo arrastrando el jabón y el metanol. El vinagre neutraliza la lejía.
El burbujeo debe durar seis horas como mínimo. Después hacen falta otras doce horas
de reposo. El agua queda en el fondo, totalmente blanca, y el biodiésel flota encima con
un color mucho más claro que el que tenía antes. Saca el agua, con cuidado de que salga
toda. Puedes usar un tubo transparente o una llave cerca del fondo, pero en los dos casos
debes dejar que salga también un poco de biodiésel al final para asegurarte de que sacas
TODA el agua. Calienta el biodiésel hasta 100º C (212º F) y mantén la temperatura
hasta que dejen de formarse burbujas de vapor. El pH del producto final será de 7 +/-
0,25, que es el adecuado. Deja que se enfríe y fíltralo. Ahora ya está terminado y puedes
usarlo.
Conclusión
Han probado el biodiésel fabricado con este método. Funciona mejor que el biodiésel
"clásico", y mejor que el diesel mineral (el motor ronronea felizmente). Ahora que se
acerca el invierno, colocan un pequeño calentador junto al filtro para evitar sorpresas
desagradables.
METODO ACIDO-BASE O METODO
INFALIBLE
Conversión de los ácidos grasos libres en ésteres
NOTA: Los procesos en dos etapas son complicados, no para principiantes. Primero
aprende lo más básico. Debes comenzar por el método de una etapa.
Con este método no hace falta ningún instrumento especial. Un termómetro resulta útil,
pero no es imprescindible medir el pH, aunque sí recomendable. Al principio es bueno
medirlo para asegurar un buen resultado, pero con suficiente experiencia puede
conseguirse un buen resultado sin medir el pH.
Introducción
Para producir biodiésel de forma eficiente a partir de aceites usados hay que evitar un
gran problema: la formación de jabón. El jabón se forma durante la transesterificación
alcalina catalizada (la reacción que forma el biodiésel) cuando los iones de sodio se
combinan con los ácidos grasos libres. El jabón perjudica el rendimiento del proceso
porque une a los metilésteres con el agua formando emulsión. Esos ésteres unidos al
jabón se pierden en la fase de lavado; es más difícil separar el biodiésel del agua y se
gasta más agua. El proceso aquí explicado centra la atención sobre los ácidos grasos
libres.
En una de las primeras pruebas se mezcló a medias aceite de cocina muy usado con
manteca de cerdo. El resultado fue un producto puro que no tenía ni rastro de jabón. El
biodiésel tenía buen aspecto y olía bien, como si lo hubiera hecho a partir de aceite
nuevo.
Este método ha sido utilizado para producir muchos miles de litros de biodiésel de gran
calidad a partir de todo tipo de aceites. Muchos productores caseros lo han adoptado
como su método habitual.
En dos análisis profesionales, el biodiésel casero producido con este método obtuvo la
conformidad con el estándar alemán DIN 51606. Eso quiere decir que utilizar este
combustible no anula la garantía de reparación que da la marca VW con todos sus
vehículos producidos a partir de 1996. Siguiendo las instrucciones al pie de la letra se
puede producir combustible que cumpla con las normas DIN y ASTM.
Es un procedimiento sencillo. La primera etapa no es la transesterificación, sino la
esterificación. El siguiente paso después de la esterificación es la transesterificación,
pero en condiciones ácidas es mucho más lenta que en condiciones alcalinas y no se
completa porque depende mucho más del equilibrio. La cantidad de metanol necesaria
para que se completara la reacción encarecería mucho el precio del combustible, por eso
es necesaria la etapa alcalina.
El ión sulfato procedente del ácido sulfúrico se combina con el ión sodio procedente de
la lejía en la segunda etapa para formar sulfato de sodio, que es una sal soluble en agua
que se separa del biodiésel durante el lavado. En el biodiésel no queda nada de azufre.
Materiales
Para este método no hace falta un reactor especial. Es mejor que el recipiente se pueda
tapar y que tenga un desagüe en el fondo. Los recipientes altos y estrechos son mejores
que los anchos de poca profundidad. Mejor mezclar con una bomba que con un agitador
mecánico. La bomba debe tomar líquido del fondo y verterlo en la superficie. Para un
reactor de 35 litros se pueden usar una bomba de lavadora de 100 W y un calentador de
inmersión de lavadora de 1,5 kW para calentar la mezcla (el calentador debe estar
recubierto de acero inoxidable). Puedes comprar un termostato para controlar la
temperatura, pero son caros; mide la temperatura con un termómetro y conecta el
calentador cuando sea necesario.
Con el tiempo el ácido corroe el hierro y el acero común. A pesar de ello puedes utilizar
un bidón típico de 200 litros (55 galones). La concentración del ácido en este proceso es
muy pequeña. El bidón debería aguantar un año o más antes de que el deterioro sea
preocupante. Sirve cualquier plástico que no se deforme a 100º C (212º F) de
temperatura. También sirve el acero inoxidable. En los recipientes de plástico hay que
usar calentadores de inmersión. Los de acero pueden ponerse sobre una llama de
propano para calentar el aceite, pero hay que cambiar la llama por un calentador de
inmersión antes de añadir el metanol.
Lotes de prueba
Para ensayar un nuevo método siempre es buena idea hacer pequeños lotes de prueba de
un litro o menos para familiarizarte con el proceso antes de arriesgarte con cantidades
mayores. Para estas pruebas suelen emplearse recipientes de cocina, ¡pero no los uses
para la comida nunca más!
El proceso
1. Filtra el aceite
(a) Dejar que el agua se deposite en el fondo: Este método ahorra energía. Calienta el
aceite hasta 60º C (140º F), mantén la temperatura durante 15 minutos y deja que repose
por lo menos 24 horas. No utilices más del 90% del contenido del recipiente porque el
10% que queda en el fondo es agua.
(b) Evaporar el agua: Este método no es recomendable porque hace falta más energía y
se forman más ácidos grasos libres. Calienta el aceite hasta 100º C (212º F). El calor
hace que el agua se hunda hasta el fondo. Drena el agua del fondo para evitar las
burbujas de vapor, que luego estallan y salpican. Mantén la temperatura hasta que dejen
de formarse burbujas.
ADVERTENCIA
Primera etapa
3. Mide el volumen de aceite y grasas que vas a procesar (preferiblemente en litros).
4. Calienta el aceite hasta 35º C (95º F); asegúrate de que las grasas sólidas se funden y
se mezclan con el aceite
5. Metanol: Solo sirve si tiene una pureza del 99% o más. La cantidad debe ser de 0,08
litros de metanol por cada litro de aceite/grasas (8% en volumen). Pon el metanol con el
aceite caliente.
6. Bate durante cinco minutos. La mezcla se volverá turbia porque el metanol es una
sustancia polar y el aceite es apolar. Se forma una emulsión.
7. Por cada litro de aceite añade 1 ml de ácido sulfúrico (H2SO4) con una concentración
del 95%. Puedes usar un cuentagotas graduado, una jeringa graduada o una pipeta.
¡TEN CUIDADO cuando manipules ácido sulfúrico!
9. Mantén la temperatura a 35º C durante una hora y luego deja de calentar, pero no de
agitar.
10. Continúa agitando durante otra hora (dos horas en total, durante la primera hora se
calienta y se agita, durante la segunda sólo se agita). Deja que repose toda la noche
(mínimo ocho horas).
11. Mientras tanto prepara el metóxido de sodio: mide 0,12 litros de metanol por cada
litro de aceite/grasas (12% en volumen) y 3,1 gramos de NaOH por cada litro de
aceite/grasas (3,5 gramos si dudas de la pureza del NaOH). Echa el NAOH en el
metanol y revuelve hasta que se disuelva completamente.
NOTA: Este proceso necesita sólo la mitad de la cantidad normal de lejía porque hay
menos grasas que transesterificar. Debes usar NaOH con una pureza del 99% o más.
Después de abrir el bote de la lejía ciérralo lo antes posible para que no absorba
humedad. Mide la cantidad con cuidado; un exceso de lejía complicará el proceso de
lavado.
La mezcla de la lejía con el metanol produce una reacción exotérmica, que desprende
calor. Es peligroso y difícil de mezclar, y la mezcla tiene que completarse totalmente
antes de poder usarla; toda la lejía tiene que estar disuelta. Esta es una manera
sencilla y segura de hacerlo. El problema es que hay que hacerlo con mucho tiempo de
adelanto, pero es fácil calcular los tiempos.
16. En todos los casos: Toma muestras cada cierto tiempo en un recipiente de cristal de
1" ó 1,5" de diámetro. El color de la muestra debe ser amarillo pajizo, que es el color
del biodiésel. La glicerina (marrón y viscosa) se hundirá hasta el fondo del recipiente.
Cuando tenga ese color (suele tardar entre 1,5 y 2,5 horas) deja de calentar y de batir.
Para ver el color, en vez de tomar muestras puedes poner un tubo transparente en la
salida de la bomba.
18. Opcional: para que el lavado sea más fácil saca la glicerina, mide el 25% del total de
glicerina (el total incluye la que sacaste antes si seguiste el paso 15) y mezcla ese 25%
con 10 ml de ácido fosfórico al 10% (H3PO4) por cada litro de aceite procesado. La
mezcla puede hacerse con una cuchara de madera en un recipiente de plástico. Echa la
glicerina acidificada en el reactor y remueve durante veinte minutos, sin calentar. Deja
que sedimente al menos seis horas y luego saca toda la glicerina.
TERMINADO. En la etapa ácida los ácidos grasos libres son esterificados y algunos
triglicéridos son transesterificados. En la etapa alcalina sólo hay transesterificación,
pero es mucho más rápida y completa.
Lavado
19. El lavado con burbujas que se describe aquí ya no se considera un buen método de
lavado, es mejor el lavado por agitación. Consulta: Lavado. Con el proceso ácido-base
no es necesario controlar el pH durante el lavado (no es imprescindible, pero sí
recomendable). Pon un poco de ácido fosfórico al 10% (H3PO4) en el agua (10 ml por
galón), solo para asegurarte de que no queda lejía.
Si quieres asegurarte de que el producto final tiene un pH adecuado mídelo con papel
tornasol. El pH del biodiésel debe ser neutro (pH7), o casi neutro.
20. El volumen de agua debe ser 1/3 del volumen de biodiésel que va a ser lavado. El
agua y el biodiésel deben estar a la misma temperatura, a temperatura ambiente. Ponlos
en un recipiente con un aireador de acuario y un difusor de burbujas. El burbujeo debe
mantenerse como mínimo durante 24 horas, y luego media hora más de reposo (sin
burbujas) para que el agua se hunda hasta el fondo. El agua queda blanca y el
combustible con un color más claro que antes. Drena el agua y repite el lavado otras dos
veces. Cuando termines de lavarlo cámbialo a otro recipiente cuidando de que toda el
agua quede en el primer recipiente.
21. No se puede usar hasta que esté totalmente cristalino, después de tres semanas de
reposo. Coge una muestra en un tarro de mermelada y ponlo en la ventana para ver
cómo se clarifica con el paso de los días. Puede usarse antes si se calienta hasta 45º C
(113º F); cuando se enfría las impurezas se hunden hasta el fondo.
Después de que la mezcla se vuelva de color amarillo pajizo (paso 16), deja que repose
durante una hora y separa la glicerina. La cantidad total debe ser aproximadamente de
120 ml de glicerina por cada litro de aceite/grasas. Si esa cantidad es menor de 100 ml
por litro de aceite es porque algo ha salido mal, aunque el color sea correcto. La
reacción no se ha completado.
La causa es casi siempre que la lejía está carbonatada. La lejía dura muy poco si no se
almacena correctamente: el CO2 del aire la neutraliza formando carbonato de sodio. La
lejía carbonatada es mucho más blanca que la lejía pura, que es casi transparente. El
carbonato no perjudica la reacción, pero hay que aumentar la cantidad de lejía.
La solución: Repetir el procedimiento a partir del paso 13. Prepara un nuevo lote de
metóxido con 0,03 litros de metanol y 0,75 gramos de lejía por cada litro de
aceite/grasas. Vuelve a calentar el biodiésel a 55º C, añade el nuevo metóxido y mezcla
como hiciste antes. Esta vez no es necesario separar la glicerina durante el proceso
(paso 15), y no te preocupes por el color. Mezcla durante una hora, deja que repose,
extrae la glicerina y continúa con el paso 18.
Para seguir usando la lejía carbonatada tienes que poner un 25% más que la cantidad
normal. Consérvala a temperatura ambiente, en un lugar seco, si es posible. El
recipiente debe estar cerrado herméticamente.
http://home.swbell.net/scrof/Biod_Proc.html
Se puede reutilizar por lo menos la cuarta parte del metanol; por ejemplo, 50 ml (o más)
por cada litro de aceite/grasas. Mézclalo con metanol nuevo para preparar el siguiente
lote de metóxido.
Calidad
Los motores diesel necesitan combustible de buena calidad. No puedes llenar el
depósito con biodiésel de mala calidad y esperar que el motor siga funcionando sin
problemas. Tienes tres enemigos muy peligrosos: la glicerina, los aceites y grasas
parcialmente convertidos (monoglicéridos y diglicéridos) y la lejía. La glicerina, los
monoglicéridos, y los diglicéridos forman una pasta pegajosa en los inyectores y en las
válvulas, y la lejía puede dañar la bomba de inyección. La clave para conseguir un buen
combustible es hacerlo todo bien desde el principio hasta el final. Utiliza productos
puros (H2SO4, NaOH, metanol), mídelos con precisión, y sigue las instrucciones
meticulosamente. Así evitarás las conversiones parciales. Un buen lavado se lleva toda
la glicerina y neutraliza los restos de lejía.
El papel para cromatografía y para cromatografía en capa fina sirven para averiguar la
razón de conversión, y la valoración detecta restos de lejía.
* INCONVENIENTES
* UN COMENTARIO POSTERIOR
* DECANTACIÓN
* TEMPERATURA DE LAVADO
* EMULSIONES
* EMPLEO DE ÁCIDOS
* SECAR EL COMBUSTIBLE
Lavado
¿Para qué preocuparme?
Una pregunta muy repetida: "¿De verdad hace falta lavar el biodiésel? Durante
meses he mezclado a medias diesel mineral y biodiésel sin lavar, y el motor funciona
estupendamente."
Pregunta frecuente: "No lavo mi biodiésel. Dejo que repose un par de días y luego
lo paso por dos filtros. ¿Es suficiente?"
Otra pregunta: "El metanol es buen combustible, ¿Para qué separarlo del biodiésel?"
Una pregunta muy común: "Me pregunto si alguien podría decirme cuál es la mejor
manera de lavar grandes cantidades de biodiésel. ¿Es mejor el lavado con burbujas o el
lavado con niebla?"
Primero tienes que saber qué es una emulsión y cómo se forma. El biodiésel bien hecho
se separa del agua de lavado deprisa y limpiamente. Si no está bien hecho tiene más
jabón de lo normal y productos intermedios de la reacción (mono- y diglicéridos), que
actúan como emulsionantes. Los emulsionantes sirven para mantener estables mezclas
de aceite y agua, como la mayonesa. El jabón también lo hace. Si hay mucho jabón en
el biodiésel, no se separa del agua de lavado, o lo hace muy despacio. A veces tarda
semanas. Cuando tarda tanto el problema es una emulsión. Más abajo hay una
explicación detallada de las emulsiones.
Puedes "arreglar" la emulsión o evitar que se forme (mira más abajo), y tener éxito...
consiguiendo combustible de mala calidad. Seguirá teniendo impurezas, y los
estándares solamente permiten cantidades muy pequeñas de impurezas. Sobrepasando
las cantidades permitidas se daña el motor.
Las técnicas de lavado delicadas como el lavado con burbujas y el lavado con niebla
ocultan el problema si la reacción ha quedado incompleta.
"El lavado con niebla y el lavado con burbujas están muy extendidos entre los
productores caseros, porque muchas veces no consiguen que se complete la
reacción y tienen problemas con el lavado. Son dos maneras de ocultar las
reacciones incompletas con la esperanza de que la mezcla no se emulsione
mucho y no se note el problema.
Hay mucha confusión en este tema. Esta es otra respuesta a la misma pregunta, de una
experta en métodos de lavado delicados:
"Tanto el lavado con burbujas como el lavado con niebla funcionan bien en lotes
grandes, aunque con los mismos problemas que en los lotes pequeños: el lavado
con niebla necesita más agua y forma menos emulsión que el lavado con
burbujas, que necesita poca agua, pero puede formar una emulsión.
"Yo empleo los dos métodos. El lavado con niebla para lotes de unos pocos
litros, y el de burbujas con un buen ciclo de reciclado del agua. En mi depósito
de lavado de 1.300 litros mi pequeña bomba de acuario da buenos resultados,
pero puede que no todas las bombas sirvan para cantidades tan grandes. Aunque
solamente se ve un apequeña cantidad de burbujas que suben desde el fondo,
funciona realmente bien. Se forma menos emulsión que con la agitación que
produce esa misma bomba en un lote más pequeño."
¿Qué clase de combustible forma emulsión en un depósito de 1.300 L con una pequeña
bomba de aire para acuario? El combustible de calidad puede agitarse violentamente
durante el lavado sin que forme una emulsión. No es posible que se emulsione con una
bomba de acuario.
Por raro que parezca, antes había escrito esto sobre el lavado con niebla:
"La mala noticia es que el biodiésel de mala calidad puede emulsionarse con la
ligera agitación que produce el lavado con burbujas. La buena es que puede
hacerse fácilmente biodiésel de calidad... Hay gente que prefiere el lavado con
niebla súper-delicado para evitar cualquier agitación. Opino que el lavado con
niebla oculta el verdadero problema, que no es la agitación, sino la mala calidad.
Es mejor asegurarse de que la reacción se ha completado, en vez de evitar la
agitación para que el lavado sea fácil."
El lavado con niebla consiste en rociar una nube de gotitas minúsculas que caen sobre la
superficie sin perturbar el líquido y lo atraviesan arrastrando al fondo las impurezas.
Funciona, por lo menos lava el biodiésel, aunque es lento y necesita mucha agua, que no
suele reutilizarse. ¿Por qué elegir este método? Después de todo, la principal prueba de
calidad del biodiésel consiste en sacudirlo violentamente en un bote con algo de agua y
ver cuánto tardan en separarse. Si no puedes agitarlo durante el lavado sin que forme
espuma o emulsión, necesitas empezar desde el principio y aprender cómo se hace bien
el biodiésel. Cuando hayas aprendido y te salga bien podrás usar métodos de lavado más
efectivos, en vez de ocultar la mala calidad con este.
Para que quede bien limpio hacen falta tres o cuatro lavados consecutivos de entre seis y
ocho horas de duración cada uno (el primero suele ser más corto), con un reposo
intermedio de al menos una hora entre lavado y lavado, auque algunos lo dejan
reposar mucho más. Después del reposo el agua se saca por un desagüe del
fondo para sustituirla por agua limpia. Al final del último lavado el agua debe
estar cristalina, con pH 7 aproximadamente.
Inconvenientes: tarda mucho. Hay formas mejores y más rápidas (mira más
abajo). También oxida el combustible.
El lavado con burbujas es delicado y puede ocultar una reacción incompleta, que se
haría evidente agitando la mezcla. Siempre es bueno hacer una prueba antes de
lavar, agitando un bote con biodiésel y algo de agua para ver si luego se separan
bien.
Silenciadores neumáticos para el lavado con
burbujas. No se pudren, son baratos y funcionan
muy bien.
Otro problema es que el lavado con burbujas oxida el combustible. Cada aceite tiene sus
características. Algunos son aceites secantes, como el de linaza, que se usa en
pinturas. Cuando se seca se polimeriza y forma un sólido parecido al plástico.
Con las altas temperaturas que hay en los motores de combustión interna la
polimerización se acelera. Ocurre cuando el oxígeno atmosférico rompe los
enlaces dobles de los aceites insaturados. Todos sabemos lo que hace una bomba
para acuario: bombea oxígeno en el agua; en el lavado con burbujas bombea
oxígeno en el biodiésel.
No sólo afecta a los aceites secantes, también a lo semisecantes, muchos de los cuales se
emplean como materia prima para el biodiésel.
El estándar europeo para biodiésel de 2003 (EN 1421), que ha sido imitado por
Australia, y pronto por Japón, establece un límite máximo para el índice de iodo
y para la estabilidad de oxidación. El límite para el índice de iodo es 120, que
excluye a la soja y al girasol como fuentes de aceite para producir biodiésel,
pero permite el aceite de colza, la oleaginosa más cultivada en Europa. La más
cultivada en EE.UU. es la soja. El estándar norteamericano (ASTM D-6751) no
establece límites para el índice de iodo ni para la oxidación. En un documento
publicado hace diez años, el profesor Jon H. Van Gerpen, director del proyecto
de biodiésel de la Universidad del Estado de Iowa, declaró: "El estándar para
biodiésel debería incluir un límite para la tendencia del combustible a oxidarse,
y un límite del máximo grado de oxidación aceptable para poder usarlo en
motores diesel." Este asunto no recibe ninguna atención en EE.UU., pero los
resultados europeos son concluyentes: incluso cuando se produce a partir de
aceite de colza, con su bajo índice de iodo, el biodiésel oxidado puede formar
polímeros y dañar los motores.
El lavado con burbujas produce oxidación. Hay resultados de análisis hechos en Europa.
El biodiésel casero analizado superó todos los requerimientos de los estándares
menos el nivel de estabilidad de oxidación. Esa gente ya no usa más el lavado
con burbujas, ahora lo lavan por agitación.
Una pregunta frecuente: "¿Hay alguna forma de lavar el biodiésel en poco tiempo? He
leído sobre el lavado con burbujas y lo entiendo, pero para conseguir la mejor
calidad se tarda más de una semana, y hacen falta muchos lavados."
Dependiendo del volumen del lote, y del tamaño y la potencia de los motores, se
puede reducir el tiempo total de proceso a menos de 24 horas.
• "Puedes usar un agitador de hélice durante cinco minutos, tiempo suficiente para
homogeneizar la mezcla de agua y combustible. En un lote de 500 litros, el 99%
del agua se separa del biodiésel en una hora. Probablemente se pueda hacer un
lavado cada tres horas. Deja que el combustible repose entre 12 y 24 horas antes
de secarlo.
• "Algunas personas cuestionan el lavado por agitación frente al lavado con niebla
y el lavado con burbujas, pues con el primero la mezcla no se clarifica y separa
tan rápidamente como con los otros dos. Hay razones bien fundadas para que
esto ocurra así. Las bombas y las hélices mezclan mejor el combustible con el
agua (consiguen que las partículas de la mezcla sean pequeñísimas), de modo
que hay un contacto más estrecho entre ambas substancias. Esto supone una
mayor superficie de contacto entre las moléculas de agua y las impurezas que
hay suspendidas y disueltas en el biodiésel. Un motor de medio caballo de
potencia con una hélice de 15 cm, durante un cuarto de hora en un tanque de
lavado de 700 litros, consiguen los mismos resultados, o mejores, que un día
entero de lavado con burbujas o con niebla. Esto permite dedicar menos tiempo
al lavado y más a la decantación, acelerando todo el proceso.
Puede ahorrarse algo de dinero empleando la misma bomba para la reacción y para el
lavado, pero con mucho cuidado de limpiar completamente la bomba con biodiésel
antes de utilizarla otra vez para la reacción, en el siguiente lote (de modo que el
biodiésel arrastre todo resto de agua). Si se emplea el mismo recipiente para la reacción
y para los lavados, también hay que quitar los restos de agua con biodiésel. Si no
dispones de mucho espacio es una opción, pero resulta mucho mejor disponer de un
tanque de lavado con su agitador por un lado, y un tanque para la reacción por otro.
Otra opción para la agitación en el lavado es usar una bomba y un aspersor de jardín.
No tiene nada en común con el lavado con niebla, no es nada delicado. La
mezcla queda tan homogénea como con la agitación mecánica, aunque tarda
algo más, unos 15 ó 20 minutos. Salpica un poco, pero el peligro de oxidación es
mucho menor que en el lavado con burbujas.
Decantación
Deja reposar tu biodiésel antes de lavarlo. Cuanto más tiempo mejor, al menos doce
horas, o mejor 24 h, antes de separar la glicerina y continuar con el lavado. Esta
decantación disminuye la alcalinidad y permite un lavado más fácil con menos agua.
Así es como gran cantidad de personas separan los subproductos del biodiésel.
Deja reposar el combustible entre lavados tanto tiempo como sea posible antes de
reemplazar el agua. Generalmente, cuanto mayor sea el tiempo de reposo mayor será la
efectividad del siguiente lavado.
Después del lavado deja que asiente de nuevo antes de usarlo. El biodiésel
recientemente lavado suele ser algo opaco. Tarda en aclararse entre un día y una
semana. Déjalo al sol, o caliéntalo a 45-50º C (113-122º F) y déjalo enfriar en un
recipiente con ventilación. SI SE VUELVE OPACO OTRA VEZ
PROBABLEMENTE NO ESTÉ BIEN LAVADO. LÁVALO DE NUEVO.
El agua del lavado de biodiésel no queda saturada de impurezas, sino que se alcanza una
especie de equilibrio entre las impurezas contenidas en el agua y las que permanecieron
en el biodiésel (es decir, entre la fase acuosa y la fase aceitosa). Normalmente se hacen
tres lavados. El agua del primer lavado se llevará consigo la mayoría de los
contaminantes, reduciéndose lo retirado en el segundo lavado, y más aún en el tercero.
Tanto es así que para lavar el próximo lote de biodiésel se reutiliza el agua del segundo
y tercer lavado para el primero y el segundo, respectivamente, acabando con agua
limpia para el tercero. Con este procedimiento, como vemos, sólo se desecha el agua del
primer lavado de cada lote.
Temperatura de lavado
Cuanto más frío hace menos efectivo es el lavado, porque tarda más y necesita más
agua.
Emulsiones
No deberían formarse si el combustible está bien preparado (mira más arriba). Cuando
se forma una emulsión en lo primero que hay que pensar es en el motivo, para encontrar
una solución y que no vuelva a ocurrir.
Lo segundo que hay que pensar es cómo salvar el lote. Un solo lote de mala calidad y
con impurezas no hará daño al motor, si no dura mucho tiempo. Puedes reparar el lote y
aprovecharlo.
Una emulsión de poca importancia consiste en una tercera capa entre la de biodiésel y la
de agua después del reposo del primer lavado. Una capa intermedia delgada como una
hoja de papel es normal, puedes continuar con el segundo lavado. Si la capa intermedia
es más gruesa, algo va mal. Drena esa capa dejando salir también un poco del biodiésel
que tiene por encima y un poco del agua que tiene por debajo. Calienta la emulsión y
deja que repose. Cuando se separe la emulsión mezcla el biodiésel defectuoso con el
siguiente lote de aceite para reprocesarlo. Mientras tanto continúa lavando el biodiésel
que no se emulsionó en el primer lavado. Ya no debería emulsionarse.
Una emulsión grave no ocupa una capa intermedia, si no todo el tanque de lavado. Es
como tener el tanque lleno de sopa de pollo.
Si lo dejas toda la noche o un día entero normalmente se separará y volverás a tener una
capa intermedia como en el caso anterior. Puede tardar más en separarse, muchos días, o
una semana, especialmente si hace frío. Mientras esperas el tanque está ocupado y no
puedes lavar el siguiente lote.
Las emulsiones pueden separarse de muchas maneras distintas. Calentarla hasta 50-60º
C (122-140º F) suele ser suficiente. Como al secar el aceite, pueden formarse burbujas
de vapor que luego estallan violentamente. Otra forma es añadir agua caliente a la
mezcla, si hay suficiente espacio en el depósito. Cuanto más caliente mejor. Por lo
menos debería empezar la separación: deja que repose, drena toda el agua que se separe,
pon más agua caliente... hasta que el biodiésel quede limpio.
También puedes probar con sal común, es decir, cloruro de sodio. Diluye la sal en agua,
añádela mientras agitas con suavidad, y sigue añadiendo mientras empieza a separarse.
De esta manera se separa la emulsión, con el problema de que la sal es una impureza.
Quitar toda la sal del combustible es difícil. El agua salada no es tan inocua como el
agua normal del lavado, así que ten cuidado cuando te deshagas de ella.
Uses el método que uses, una vez separada la emulsión, continúa con el resto de los
lavados hasta que el combustible quede tan limpio y seco como de costumbre. Ya
puedes usar el lote reparado y aprender cómo hacer mejor combustible la próxima vez.
Empleo de ácidos
Algunos dicen que es un error neutralizar los restos de lejía durante el lavado. Dicen
que además de neutralizar la lejía también transforman algunas moléculas de jabón en
ácidos grasos libres, que se disuelven en el biodiésel y empeoran su calidad.
Nosotros raramente lo hacemos, pero mucha gente hecha ácido durante el lavado sin
problemas. Algunos de ellos han hecho analizar su biodiésel y el resultado ha sido
bueno. El biodiésel neutralizado con ácido durante el lavado puede cumplir con
estándares como DIN 51606 y ONORM. Es una práctica común en la producción
comercial.
¿De verdad se convierte el jabón en AGLs? Las cantidades típicas de ácido son: 8 ml de
vinagre al 5% por cada litro de agua de lavado; 2 ml de ácido fosfórico al 10% por cada
litro de agua de lavado; suficiente ("no mucho") ácido fosfórico para dejar el pH cerca
de 7 (neutro). Otros ácidos utilizados son el sulfúrico, el cítrico y el acético, todos bien
diluidos.
El ácido también sirve para deshacer emulsiones, o para prevenir que se formen,
ocultando el hecho de que la reacción no se completó. Es importante saber si la reacción
se ha completado o no. Haz siempre una prueba antes de lavar. Puedes deshacer una
emulsión añadiendo ácido diluido (fosfórico, acético, cítrico, sulfúrico, con una
concentración del 10%) hasta que empiece a separarse.
Secar el combustible
Cuando el combustible está cristalino, es decir, que se puede ver a través de él, ya está
seco. En realidad nunca queda totalmente seco; aunque los estándares dicen que no debe
contener agua, siempre absorbe un poco de humedad de la atmósfera, entre 1.200 y
1.500 ppm, pero es agua diluida, que no da problemas, a diferencia del agua en
suspensión.
Se seca solo. Tarda entre un día y una semana empezando a contar desde que se separa
del agua del último lavado. Se seca mejor dejándolo al sol, o calentándolo hasta 45-50º
C (113-122º F) y dejando que se enfríe en un recipiente ventilado. Si se enturbia otra
vez cuando se enfría, probablemente no esté bien lavado. Tendrás que lavarlo otra vez.
Hay un método que se llama secado con burbujas. Es igual que el lavado con burbujas,
pero sin agua. Drena el agua del último lavado y bombea aire en el combustible igual
que en el lavado con burbujas. El biodiésel queda seco en una noche. A veces se
mantiene turbio y hay que volver a lavarlo.
El secado con burbujas tiene la misma desventaja que el lavado con burbujas, pues
oxida el combustible, a no ser que lo hagas muy deprisa. No supera los requerimientos
del estándar europeo EN 1421. No se recomienda este método.