You are on page 1of 1

Ntese la pregunta de Dios al hombre en el v. 9: Dnde ests t?

Adn ya no estaba
en el acostumbrado lugar de encuentro con Dios!1

La ruptura del proyecto divino


El captulo tercero del libro del Gnesis nos muestra a una humanidad que cruz las
fronteras trazadas por el Creador, lo cual repercuti en la experiencia de distorsin de la
imago Dei, mas no en su desaparicin. La humanidad pretendi dejar la imago para
convertirse en Dei y esto signific, como lo haba anticipado el Creador, la entrada de la
muerte (Gn. 2:17). Esta muerte afect la capacidad de relacin del ser humano. Adn,
el hombre, se esconde de Dios (Gn. 3:910), se avergenza de s mismo (Gn. 3:7 y 8),
toma distancia del prjimo acusndolo (Gn. 3:12) y hace violencia a la naturaleza (Gn.
3:1424). En pocas palabras, la esencia de persona humana queda afectada, truncada,
2
distorsionada.
Hombre y mujer se distancian, ahora se acusan, es decir, ya no se ven como iguales. Sin
embargo, creemos que el efecto ms profundo se nota en el manejo de las diferencias.
stas pierden su carcter de idoneidad y complementariedad, y se convierten en
motivo de conflicto. La mujer, antes vista como compaera es ahora la causa del
problema: la mujer que me diste por compaera (Gn. 3:12). El hombre deja de
ser el compaero que la mir acertadamente, conforme al proyecto de Dios, y, en
consecuencia, la recibi (Gn. 2:23); ahora se convierte en un ser acusador, incapaz de
asumir su responsabilidad y manejar su autonoma. La diferenciacin sexual, elemento
que haca posible la complementariedad que los acercaba, que les permita el
reconocimiento y enriquecimiento mutuos, que los haca primeramente pareja, ahora los
desubica, disocia y desequilibra3

1
Francisco Lacueva, Diccionario teolgico ilustrado (Tarrasa, Barcelona: Clie, 2001), 41.
2
Jorge E. Maldonado, ed., Fundamentos bblico-teolgicos del matrimonio y la familia (Grand
Rapids, MI: Libros Desafo, 1995), 35.
3
Jorge E. Maldonado, ed., Fundamentos bblico-teolgicos del matrimonio y la familia (Grand
Rapids, MI: Libros Desafo, 1995), 36.

You might also like