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WILLIAM ASHWORTH BREVE HISTORIA DE LA ECONOMIA INTERNACIONAL (desde 1850) oC @ FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO- MADRID- BUENOS AIRES PREFACIO A LA TERCERA EDICION INGLESA En esia edicién, los cambios principales se han echo, wa vee mids, con el fin de poner el tera al dia, hasta donde ello sea posible. Se ha agregado un nuevo capituto, incorporando una parte del dltimo capitulo de la edicién anterior y ampliando ta hhistoria de tas relaciones econdmicas internacionales hasta co- micncos de tos altos setenta. En los Capitulos II al VI, se ha aprovechado la ocasion para introducir cifras més recientes v para alguna breve discusién, donde se hz considerado conve- inlente, acerca de los nuevos procesos de desarrolio @ partir de 1950. Algunos pasajes relacionados con periodos anteriores se ‘han revisado, a la iuz de un conocimtiento mds recienie. La nota bibliogrdfica, de la que esperamos que ayude a los estudiosos que deseen continuar ampliando el tema, ha sido totalmente reelaborada, a fin de tener en cuenta el gran ntomero de nue- vas publicaciones que han aparecido en tes tiltinos doce arios. Wea. Octubre 1974, Carino 1 A MEDIADOS DEL SIGLO XIX En 1850, el mundo tenfa, probablemente, unos 1.200 millones de habitantes. Cesi todos ellos, tan pronto como salian de la infancia, centraban practicamente todo su esfuerzo en la con- secucién de una simple subsistencia, En la mayoria de las co- munidades, el patron de actividades econémicas era un patron simple, aunque variaba enormemente de una rogién a otra, sc atin el estado de los conocimientos técnicos, y de acuerdo con Ja generosidad 0 la miseria de la naturaleza, De todos modos, entre Ja mayor parte de ia poblacion del mundo, tanto la hab lidad y el equipamiento téenicos como la variedad de los recur sos naturales [écilmente aprovechables eran tan limitados que tun patrén econdmico simple era el iinica posible. Por otra par- te, los medios para llevar a cabo la estrecha gama de actividi des indispensables eran suficientemente sbundantes, en relacién con el volumen de la poblacin, para que unas economfas de estructura simple permitiesen una vida no carente de notables conquistas y de importantes disfrutes, aunque, para la mayoria de 10s individuos, era generalmente corta, frecuentemente sor dida, y ocasionalmente bestial. Pero habia claros signos de cambio progresivo, y de la inmi- nencia de un eambio mayor, Las proporsiones en que se nece- sitaban los diferentes recursos productivos estaban sometidas a una alteracién continua, como resultado de los cambios en el volumen de la poblacién. La poblacion del mundo habia. ido aumentando durante largo tiempo, pero, en el siglo x1x, el att mento habfa alcanzado una nueva y formidable medida. En los cien afios que terminaron en 1850, acaso se habjan agregado al total de Ja poblacién mundial unos 45) millones de personas, lo que implicaba una elevacién del 60% respecto a las cifras de 1750. En un mundo de movilidad perfecta, esto no habria importade mucho, porque la vida era sostenida principalmente or seres que trabajaban Ja ticrra con le ayuda de unos pocos utensilios y animales domeésticos, y todavia permanecfan inocu: padas enormes Greas de tiorra fértil, Pero la poblacién estaba muy desigualmente ditribuida, La mayoria de los habitantes del 9 10 BREVE HISTORIA DE LA ECONOMEA INTERNACIONAL mundo vivia en Europa y en Asia, y era en el eontinente eu: opeo, relativamente pequefc, donde més notable resultaba el crecimiento natural de la poblsclén, porque el total de Europa, dle unos 270 millones de habitantes en 1850, era probablemente casi el doble de cien aflos antes, Habia areas en les que ls po blacién, evidentemente, presionaba sobre los medios de. sub- sistencia en aftos de cosecha pobre, y parecfa estar aproximan- dose el momento en que también fo harian aun cuando las cose- chas fuesen buenas. Bl hecho de que, en el siglo x:x, ol proble- tna malthusiano no fuera insoluble no quiere decir, como alg fhos autores parecen dar por sentado, que no fuera un problema. ‘Habla dos formas de superar las. cificultades inminentes: las poblaciones recientes podfan tomar posesion de las éreas inocupadas 0 cébilmente ocupadas, o bien las técnicas produc- tivas podrian perfeccionarse ¥ difundirso, hasta el punto ée lo grat que la tietra ya en wilizacion proporcionase un rencimien- {o mucho mayor que antes, en forma de bienes de consumo, Ninguno de los dos tipos de desarrollo era nuevo, en absoluto, poro la presidn de fustzas externas sobre Is vida econdmica iba haciendose tan arande, que los des se elevaron a una mucva di mensidn. EE intrincado mapa etnoldgico del mundo constitaye una ine dicacign suffelontomente clara te Ta tapacidsd del hombre, Jo largo dle los tiempos hist6:Icos y antes de ellos, para despla- zarse en latgas distancias por tierra y por mar taunque esto, tal vez, s6lo en milenios reclentes), y para establecer, con éx to, nuevos asentamientos, lejos de sus lugares de origen. Pero él volumen de las partidas migratorias o colonizedoras y Ia di facién de sus viajes son mucho menos evidentes. Excepio cuan: do se trataba de distancias claramente cortas, es probable que fl proceso de migracion y de asentamiento fuese, por lo genie fal, un proceso. protongado, con mlichos lugares ‘de estaciona mienio provisional, ccupados acaso durante afios, y que las el fras correspondiontes a cade desplazariento, en’ un momento dado, tuesen bajas, si Se consideran septin los patrones moder nos, Las mayores extansiones de asentamientos se habian alea Zado mediante la gradual colonizacion de vastas tietras pros tras a dreas yo ocupadas, Pero, en el siglo X0X, muchas de las Fegiones mds denseinente poblédas estaban completamente To: eadas por tierras ccupadas, To que entonces iba haciéndose necesario era una migracion en una nueva escala: el movimien: to de grandes cantidaces de gente, a través de largas distancigs fn un ticmpo breve, sin establecerse en asentamientos tempo: rales intermedios, Para que esto fuese posible, v, sobre (000, 1A NEDIADOS DEL. SIGLO XIX " ara que fuese posible pacificamente, era necesario disponer de un conccimiento geografico verdaderamente completo, un co- nocimiento de qué tierras existian, déade estaban situadas unas con relacién a las otras, si estaban ono muy pobladas, y si pa- recfan estériles o fértiles, En la posesién de este conocimiento radicé una de fas grandes yentajas del siglo xix sobre todas las épocas precedentes. En la segunda mitad del sigio xvi y en los primeros afios del xrx, la gran labor de exploracién mart tima, intermitentemente llevada a cabo por los europeos desde los tiempos del Renacimiento, se habia completado ampliamen- te, excepto en las regiones polares, gracias, sobre todo, a los famosos viajes de Wallis, Bougainville, Cook, Vancouver y otros, en el, hasta entonees, poco conocido Océano Pacifico. El exten: so vacio de Nueva Holanda (ahora llamada Ausiralic), la es- tructura insular y los atractivos naturales de Nueva Zelanda, Ja situacién y naturaleza de la costa occidental de América del Norte en California, y la inexistencia de Ia tan esperada Terra Australis limitando con el Atléntico Sur y con el Pacifico cn latitudes templadas, todos fueron claramente revelados por primera vez, Ain quedaban por hacer muchas exploraciones en cl interior de todos los continentes, excepto en Europa, pero Jos contornos del mapa del mundo podian, al fin, ser trazados con exactitud. Este fue uno de los primeros pasos esenciales en el proceso que transformé el mundo. de una multitud de grupos autarquicos y culturalmente autosuficientes, en algo que se acereaba a una unidad econdmica y 2 una sola concepeién estratégica. Un conocimiento exacto de le situacion y de Ja naturaleza de los espacios vacios del mundo y de los recursos no utilizados era un requisito previo de Ta utilizacion mas amplia de los do: hes naturales que podrian sostener a la humanidad en cifras mis clevadas y en un nivel mds prospero. El otro consistia en el logro de algunos medios que permitieran el transporte de personas y de articulos, mis répidamente y en mayores cant dades. A mediados del siglo xrx, estaba produciéndose una li gera redistribucién de la poblacién y de la activided econémi ca, Mediante un incremento en los asentamientos y en el comer. Europa estaba utilizando mas que antes los recursos de América del Norte. Australia y Nueva Zelanda, descubiertas no mucho més de medio siglo antes, tenian ya colonias pequeties, pero firmemente establecidas, de pobdladores briténicas, activa: mente dedicados al comercio con a metrépoli, Pero las cifras comprometidas eran pequellas, demasiado pequetias, para cons: tituir algo mAs que una modestisima contribucién para resolver R BREVE HISTORIA DE LA ECONOMIA INTERNACIONAL la presién de la poblacién o para incrementar Ia prosperidad material de mucha gente. Todas estas y otras areas permane- cian infrapobladas, con sus recursos naturales empleados in. adecuadamente, o no empleados en absoluto, hasta que se vie- on afectadas por la llegada cel transporte mecénico, el ferro- carril y el buque de vapor, que permitieron que nuevos colonos Y materiales Iegasen hasta ellos, y que sus productos fuesen twasladados a los mereados existenies, de un modo féeil, a pre: clos baratos, y en grandes cantidades, Fue en esie momento cuando se unieron los dos tipos de cambio economico, el extensivo y el intensivo, que tenfan que producirse si el rapido crecimiento de poblacién no habia de resultar desastroso. Porque el desarrollo del transporte meca- nico, que era una parte esencial de Ja solucién extensiva dal problema, surgid de la misma linea de avance tecnologico que hizo posible también una solucién intensiva. De todos los. as. pectos del cambio histérico en el siglo 21%, el tecnologico fue, probablemente, el mas fundamental. No sélo hizo posible que I expansion de la poblacién mundial se mantuviese y aumen- tase, sino que fue también, por si mismo, una inmensa fuerza que actuabs directamente en favor de Ja expansién de la act vidad economica, Eso se debia, en muchos casos, a que la apli- cacién de nuevas técnicas incluso en pequefia escala bastaba para demostrar que alcanzarfan resultados mucho mejores en Proporcién al esfuerzo, si pudieran aplicarse en una eseala que Tequirlese una enorme ampliacién del mercado para los pro- ductos que se ereaban con su ayuda; y se debia también a que, para su afortunada aplicacton, se acercaban a una gama mucho mas amplia de recursos productivos. Adem4s, los desarrollos tecnoldgicos cambiaron de tal modo Ja forma ea que se comb naban los diversos factores de la produccién, que originaron un cambio fundamental en Ja experiencia y en el ambiente cotidiano de una proporcién muy extensa de la humanidad Los niveles de las conquistas técnicas en distintas partes del mundo, antes del siglo xx, diferian enormemente, Pero, a pe- sar del logro, en otras partes, de una extraordinaria destreza en la produccién de pequenas cantidades de algunos articulos especializados, el nivel general era, indudablemente, muy «lta en Europa Occidental. En todas partes, 12 produccion depen: principalmente, de lo que Ia mano de obra era capaz de hacer con los materiales de que se disponta, En Europa Occ ental, de todos mods, el mimero y la variedad de herramien- tas c instrumentos utilizables para colaborar en la produccidn eran mayores que en otras partes, y su adaptacién a determina. A MEDIADOS DEL SIGLO 0X B day funciones més completa en Ja casi totalidad de los casos Las conquistas téenicas ya habian hecho algo para mejorar los niveles de vida, y, por Io tanto, para hacer mas Fécil la forma. cién de reservas con el propésito de clevar Ja cantidad y la ca. lidad de los instramentos de producctén, La superioridad del este no era muy antigua, A pesar de sus notables conquistas cen los oficios, asf como en el arte de la construccion, de su troduccién de la maquinaria de reloj y del torno de hilar, de Sus numeroses y pequefius molinos de agua y molinos de vien- to, seria dificil atribuir a la Europa medieval un dominio de las téenicas productivas superior al que existfa, por aquel tiem: Po, en las civilizaciones orientales. Pero, desde el siglo xvii por lo menos, habia existide, en el Oeste, una presin econd- mica en favor del perfeccionamiento técnico, a medida que el abastecimiento de algunos de los més imprescindibles materia- les industriales, especiaimente la madera de construccién, co- menzaba a disminuir, y a medida que Ja extensién del comercio internacional sobrepasaba el abastecimiento de articulos a la venta. Al propio tiempo, las condiciones de la investigacién inte: lectual y de Ja préctica industrial eran fayorables a un notable avance técnico. Las inmensas conquistas en ¢l conocimiento do los principios fisicos del peifadu newtontano, y el constante refinamiento en la precisién de la mano de obra en muchos oficios diferentes, como los de relojero y constructor de mol os, por ejemplo, tado contribuia a una situacién en la que se hacfan numerosas mejoras, pequefias pero acumulativas, en una ran parte de la industria especialmente, aunque no exclusiva: Mente, en Ta Gran Bretafia, Estas mejores no eran de tal ca. icter que transformasen completamente los métodos de pro: duccién, pero prepsraban el camino para cambios de mucho mayor alcance, que comenzaron a aparecer a finales del sic gio xvi. En su conjunto, Ja Europa Occidental, a lo largo del sic lo xvIit, estaba todavia, téonicamente, en una cra manual, Aunque la produccién manual habla sido elevada a un consic erable nivel de eficiencia, munca alcanzado anteriormente, todo se hacia en muy pequefia escala, y casi todos los articulos facabados eran, en cierto sentido, vinicos. Como eada artesano sdlo podia hacer una cosa al mismo tiempo, el volumen ‘otal tle la produccién era rigurosamente limitado y su coste se man: tenia alto. La caracteristica que distinguié especialmente 1a Produccién en el periodo siguiente fue la posibilidad de obte He mercancias idénticas en grandes cantidades, lo que dio ori tina enorme expansion y a un notable’ abaratamiento. 4 UREVE HISTORIA DE LA ECONON\ INTERNACIONAL Esta posibilidad, que implicaba une dréstica reorganizacin de las relaciones econémicas de la sociedad, se basaba en unos cambios tecnolégicos fundamentales, que, con una adecuada adaptacion, acabaron penetrando casi 1a totelidad de la Indus- tris. El cambio era, en parte, cuection de oplicar una mayor inyentiva, tal como ‘se habia hecho en el antiguo sistema Ta nual, Por ejemplo, cuando la miquina de hilar de Hargreaves fue adaptada para funcionar con un numero cada vez mayor de husos, se dio un paso (aunque pequefio) en Ta diraccién que se apartaba de la produccién de una unidad y se acerceba a la produccidn masiva en la industria textil, sin destruir su base manual. Pero el cambio principal consistié en Ia fuente y en Ia trans. mision de Ia fuerza motriz, y este cambio exigia el abandon de los métodos manuales. Mientras el abastecimiento de ener- gia disponible era pequefio y dificil de regular, resultaba im: posible para un obrero manéjar més de una maquina simulta. neamente, o mantener en activo maquinas grandes y elabora- das que produjesen cantidades considerables de articulos. Has- ta el final del siglo xvm, la fuerza motriz para la mayorfa do los trabajos era la del propio obrero o la de algun animal do- méstico. Otra: fuentes de energia, especialmente el viento y las népidas cortientes de agua, habfan side felizmente aplicadas 2 determinadns fines, pern

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