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CAPITULO 5 MEDIOS GEOMETRICOS Y GRATICOS $.1. EVIDENCIA EN LAS INTERPRETACIONES DE LOS SISTEMAS DISCRETOS Los sistemas dicretos, a cuyos métodes de estudio se dedi existen en una diversidad cxclusivamente grade. ba apres mn del cardcler disereto de til o cual sistema se forma o bien debido a la comprens sién de fa existencia separada y discreta de los elementos del sistema dado, o bien se predetermina por el cardcter disercto de ia informacion recibida (por ejemplo, lecturas de los instrumentos). Correspondientemente, los métodos matematicos de investigacidu de los sistemas semejanics sc caracterizan por la misma diversidad. Los modelos matematicos de los sistemas discretos son, con mayor [re- cuencia, conjuntos de ubolos dispuestos en la forma -discreta, habitualmente de puntos, unidos con lineas, si eso esta determinado por las condiciones del problema. A los modelos vombinatorios se les alribuye una evidencia maxima posible no sélo para facititar la comprensién de tal o cual problema, Las medios ilustrativos o diddaglicos de sis CoMbinatorig Conbribuyen Cre- cuentementé a crea: las posibilidaces paca resolver los problemas. De ejemplo puede servir el teorema de Ramsey (véase § 3.3). Recordemos que el teorema de Ramsey generafiza la idea de particién de los conjuntos. Sea P, (S} = Aj UA1U.,..W A, una particién del canjun- to de todos fos rsuhconjuntos del conjunto $. Supongamos, luego, que vienen dados niimeros enteros g; tales quel N) el conjunto S contiene un (q Arsubconjunto para cierto / = [1, 2, ..., t}), Veamos un caso particular del teorema de Ramscy en que r= 2. La interpretacié6n geoméirica en este caso se expresia asf: 1 elementos co- rresponden a 7 puntos en un plano; a un par de puntos corresponde un Ssegmento que une dichos puntos; la inclusién uel segmento en el subcon- junto A; se marca pintandolo de i-ésimo color (i = 1, 2,.. .. ). El teorema de Ramscy garantiza la existencia, para n > R (p, q; 2), de p puntos unidos entre s{ sdlo con segmentos del primer color, o bien Ue g puntos unidos s6lo con segmentos del scgundo color. La misma idea sirve de base para !a aplicacién del teorema de Ramsey a los poligonos convexos. Se analizan los n-conjuntos de puntos en un plano tales que ninguna combinacién de tres puntos se dispone en una 130 Fig.s. 2 e © misma recta. Resulta que empleando los puntos de dicho conjunto como yértices, podemos construir cualquier poligono convexo de nt lados, siem- pre que 7 sea suficientemente prande, Teorema. Para un niimero entero dado m caiste un mimero entero minimo Nj», tal que cualesquiera Nj, punios en ul plano, de los cuales ninguna combinacién de ires se dispone en una misma recta, contichen w puntos que torman un poligono convexo de i lados. Demostracidn. Obscrvemos, para iniciar, que entre cualesquicra 5 pun- los s¢ pueden elegir 4 quc representen fos vértices de un cuadrildlero con- vexo. La demostracién se observa facilmente en La fig. 5.1. Segtin se ve, incluso ef caso “degenerado” (fig. 5.1, ¢) da un cuadrilitero convexo (en el interior de un triangulo). Ahora, es licita la afirmacion de que si entre vi puntos en consideracién cualesquicra 4 son vérlices de un cuadrilatero convexo, entonees dichos nt puntos forman un poligono convexo de q lados. lin efecto, supongamos que existe, a lo sumo, un poligono convexo de g lades (gq < nr). Sirvién- donos de Jas diagonales trazadas a partir de un mismo vértiee, dividamos este potigono en traingulos y en este caso (rr - q) puntos cacran en el ine terior de los tridngulos, lo que contrad condheién de convexidad de todos los cuadrilaterus. sto quiere deeir que q-. nt, el poligono de mz Jados seri convexo. Analicemos ahora la afinnacién general, Sea m > 4; n SN Gn, 3 4). . . mw “ Partiremos los 4-conjuntos (nay en total (:) de tales conjuntos) en convexos y no convexos. Entonees, segun el teorema de Ramsey, o bien: a) existe un pentdgono con todos los cuadrilateros no convexos, lo que con- tradice lo demostrado anteriormente; o bien b) existe un poligono de im lados cuyos cuadrildteros san todos convexos, y, por consiguiente, de con- formidad con lo demostrado anteriormente, este poligono de sr lados es convexo. Las inlerpretaciones geométricas cxisten para casi todos los objctos combinatortos. Por ejemplo, para los cuadrados latinos Ja intepretacién geométrica se construye del modo siguiente. Cada ano de los 1 clementos de un cuadrado [atino se considera como un punto sobre fa diversidad de 2-coordenada. Por el conjunto de puntos que forman ¢] cuadrade latino tracemos tres n-familias de lineas que pasan: 1) por las filas, 2) por las columnas, 3) por los clementos iguales. Estas familias forman una 3-red o 131 con n* nodos, Inversamente, cada 3-red de esta indole puede interpretarse como cuadrado latino. La condicién de cquivatencia de los cuadrados latinos en la interpreta- cién que se considera aparece como conservacién de las 3-redes al reenumerar las Hneas de cada familia, A veces se admite la sustitucién reciproca de las familias, con fo cual se amplia el concepto de equivalencia, Diremos, por fin, que la interpretacién geométrica fue, evidentemente, ta causa por la cual surgié ef concepto de ortogonalidad en aplicacién a los cuadrados latinos. ra Una aplicacién sucesiva y reiteracda de las interpretaciones ilustrativas condujo a que se hayan separado clases de modclos matematicos que po- seen sus propios medios de investi n claramente distinguibles a saber, la axiomitica, Ia tcrminologia, los simbolos y Jos medios Idgicos de demostracién. En nuestro caso dichos medios se representan, con preferen- cia, por las geometrias y los grafos finitos. La tarea del capitulo presente consiste en introducir al lector cn estas ramas extensas de las matematicas, en interés del objetivo fundamental del libro. 5.2. IDEAS GEOMETRICAS FINITAS Para los sistemas que se estudian en cl andlisis combinatorio se cemptean geometrias finitas. Este término se usa para designar sistemas compuestos por un numero finito de elementos, entre los cuales cstdn establecidas las relaciones de incidencia. A los elementos, no cdefinibles en general, se les asignan nombres geométricos: “puntos” P y “lincas” L. La relacién de incidencia / se Ice asi: “un punto P se dispone en la linea L", o bien “la linea £ contiene el punto P”. Para dichas relaciones se introducen, adenias, axiomas del tipo que tiencn los axiomas geamétricos. Las precisiones y explicaciones adicionales o bien Jas modificaciones de las enunciaciones iniciales conducen a diferentes tipos de geometrias finitas y a las partes de la geometria contiguas y préximas a las citadas geometrias. Asi, por ejemplo, surgen las relaciones con los problemas de la topologia combinatoria, la geometrfa discreta, la geometria proyectiva, la teorfa geométrica de los mimeros, la teorfa de los grafos, la geomeiria combinatoria, etc. Sobre los espacios proyectivos. Sc conoce, por ejemplo, que la totalidad de todos los espacios de una estructura incidente [FP L, J}, que acabamos de mencionar, dondc los elementos P se Haman puntos, los elementos L, I{neas, y J, relaciones de incidencia, es un espacio proyectivo. Existen diferentes métodos de construccién axiomatica de un espacio proyectivo. El mas empleado es la modificacién del sistema de axiomas propuesta en 1899 por D. Hilbert con el fin de fundamentar la geometria elemental. Todo espacio proyectivo se considera como una coleccién de elementos de tres géneros: puntos, rectas y planos, entre fos cuales se 132 establece la relacién de incidencia, fundamental para Ja geometrla proyec- tiva, que se caracteriza por axiomas adecuados, Estos axiomas se diferen- cian del grupo correspondiente de axiomas de fa geometria élemental en que en los primeros se requiere que cada dos rectas dispuestas en un mismo plano (engan wn punto comin, y en cada recta se tengan al menos tres puntos distintos. Pura obtencr una geometria mas sustancial, la totalidad citada de axiomas se completa con axiomas de orden y continuidad (para un espacio proyectivo real), con el axionia de Pappus (para la geometria proyectiva sobre un cuerpo conmutativo), con el postulado de Fano, ete. Examinemos a continuacién més detalladamente dos métocias de cons- truir espacios proyectivos. primer lugar puede tratarse de la realizacién de un espacio proycctivo como un conjunto de rectas en un espacio lineal. Sea L tn espacio lineal sobre campo K, y denotemos con dim L la dimensién de £. EE conjunto P(L) de rectas (es decir, de subespacios lineales unidimensionales) cn L Meva el nombre de espacio proyective asociado con £, y las propias reetas en £ se Haman puntos de P(L). Bl mimero dim £ — 1 es la dimensién de P(L) y se denota dim P(L). Los espacios proyectivos y bidimeasionales se denominan recta proyective y plano proyectiva, respectivamente, Un conjunte de la forma P(A), donde A & L se llama swbespacio pro- yectivo-en P(L). Es evidente que P(A, 0.A2) = P11) 0 P(A), os decir, una familia de espacios proyectivos esta cereada respecio de las interseccioncs. Por eso, en el conjunto de subespacios proyectivos P(A) que contienen el conjunto dade $ & P(L) hay un subespacio menor, que se representa por » de todos fos subespacios de este tipo. Este iiltimo Meva cl nombre de capsule propectiva de S, sc denota con S, y coincide con P(A), donde 4 es lac Ha lineal de todas las rectas correspondientes a los pun- las s€ Sen L. Se puede mostrar, que si Mi y Pz sou dos subespacios proyec- tivos finitos en el espacio proyectivo P, entonce:, dim(P, OP, + dim(P,/N Py) = dim P, + dim P; En adelante nos hardn falta dos espacios proyectivos concretos que se denotminan configuraciones de Desargues y de Pappus. Configuracién de Desargues. Sea A una familia de puntos en un espacio Proyectivo. EJ simbolo A designard su cdpsula proyectiva. En un espacio proyectivo tridimensional examinemos el seis ordcnado de puntos (@:, @, @, M, b2, by). Se supone que los punios son disiintos de dos cn dos y que a Agay y bb; son, en esencia, unas planos. L.uego, supungamos que las teetas abr, abe y ayby se intersecan en un solo punto p, distinto de 1, dey ty da, ba, Dy (fig. §.2). Fin este caso diremos que los tridngulos (aiaidis) y (6.6203) son perspectives respecto del punto p y cada uno de ellos es una proyecciin del otro realizada desde el centro p, si ellos se disponen en diferentes plinos. Entonces, para (ode par de indices [4 J} S (1, 2, 3) das reetas wey ¥ Us8) no coinciden, pcs en el caso contrario 133 Pig. S.2, tendriamos a, = b;, puesto que a y &; son puntos de interseccién de estas rectas con la recta pajbj. Ademias, las reetas aaj y bjd; se disponen en el plane comin pag. Por eso, ellas s¢ intersecan en uii punto que se designard con cy. Los puntos cya, ¢13, 3 son puntos de interseceién de las prolonga- ciones de los pares de los lados correspondientes de los triangulos (a,a2@)) ¥ (hrbzdby). Diremos que fos tridngulos (a1@2@5) y (6,823) son perspectivos respecto de la recta /, siempre que los puntos cra, 13, 23 se disponen en fa recta /. Teorema de Desargues. Si dos tridngulos son perspectivos respecto de cicrto punto, son perspectives respecto de una recta, Configuracién de Pappus. Examincmos en tin plano proycctivo das rec« tas diferentes 1, A y dos ternas de puntos distintos dy dz. ayy dy Oy Oy (fig. 5.3) dispuestos en las rectas de dos en dos. Para cualquier par de in- dices (4, #) € (1, 2, 3] tales que i 2 un nimero entero arbitrario. Entonces son equivalentes las siguicntes propiedades det plano proyectivo: a) cierta recla conticne cxactamente mn + ] puntos; b) cierto punto perienece exactamente a nm + 1 rectas; ¢) cada recta conticne exactamente n+ 1 puntos; d) cada punto se dispone exactamenic en a + 1 rectas; ¢) en el plano w hay exactamente a? + + 1 puntos; N en cl pkine w hay exactamente v7 + a + 1 reetas. Demostractén. Sean ay, a2, a3, a. cuatro puntos, de los cuales ninguna combinacidn de tres se dispone en una misma recta. A cstos puntos les. corresponden seis diferentes rectas gue los unen dos a dos (véase la demostracion del teorema 3). Supongamos ahora que se cumple la pro- piedad a), es decir, en a existe una recta / que contiene exactamente a + 1 puntos, digamos, para conerctar, c1, ©, .-., Cr¥1. Sib cs un punto que no esta dispuesto en /, entonces las rectus be, i= 1, 2, ..., 4 + 1, son distinlas, pues, si be para ciertos # # j, enlonces b esta situado cn !, lo que cont adice fa hipdtesis. Lucgo, cada recta, que pasa por &, corta f, y. por con nite, ha de ser uma de las + bE recias be, f= 1,2, 2, nk 1, Por lo menos dos puntos de los cuatro ai, a2, ay, a NO Se disponen cn la recta fy, por eso, tat punto b existe, Sea, ahora, & un punto que yaa CLUMEME ON MFT reclas: hy ty ey Mngt. Si /* es Und recta que no pasa por b, entonces [* corta my + 741 en Jos puntos dh, .. ., du+i, Que son todos diferentes, por cuanto & es cl tinico punto que yaco mvis que cn una de las rectas rm, -.., a4. Sien /* existiera un punto was da wz, entonces existiria una recta bdns 2 que no coincide con ninguna ecla my, i = Dy a yaagy dirk L, puesto que de fo contrario la recta bdava = daa2dj = 1*, lo que conned ta suposicién ae que & no , est aad en la recta /*, Nuestra recta inicial / contenia exactamente #4 1 puntos; por con- siguiente, cada punto que no yace cn /, estd situado exactamente en 4 + 1 rectas; a los puntos de esta jadole se relacionan por to menos dos puntos de cuatro: a1, (2, Mh, a, por ejemplo, m y dz. Por eso, cada recta que no pasa por a 6 @ contiene exactamente m+ | puntos, es decir, cada recta, salvo, quizds, Ja recta fy: ayazky contiene exactamente a + 1 puntos. En- tonces, 2: aah, contiene exactamente m + 1 puntos, y el punto bs que No yace cn h, estd siluado exactamente en # + | rectas; por consiguiente, 138 4, que no contiene 4, también debe contener n + | puntos. Asi pues, la propiedad a) Tleva consigo la propiedad c). Pero, para cualquier punto b puede encontrarse wna recta que no pasa bor este punto, y por esta razén existen (igual que anteriormente) exac- tamente 7+ 1 rectas que pasan por b, con lo que quedan demostradas las propiedades b) y d), Demostremos ahora la propiedad e), particndo de a). Sea bp un cierto punto del plano x, y supongamos que hi, 4, .... daa represenian n-+ E reclas que pasan por by. Estas rectas contienen todos los puntos del plano w, con la particularidad de que cada una de ellas contiene otros do y n puntos. El punto bp es el unico, perteneciente a cualesquiera dos de las rectas fi, hy ... tn+1. Por consiguiente, el plano x contienc 1+ (r+ lt = n° + 2+ LE puntos. Confirmemos ahora la propiedad [). Sea fy una recta del plano 7, y supongamos que in, . oo Uner son a+ I puntos de Ja recta 4. Cada uno de estos puntos yace en y en otras a rectas. De este modo, obtenemos todas las rectas del plano x; en total tenemos, por consiguiente, 1 + (7 + la =? + + 1 puntos. Asi pucs, de la propiedad a) se deducen todas tas demas propiedades mencionadas en el teorema, ‘ En virtud de la dualidad, de b) también se deducen todas jas pra- piedades restantes, Es evidente que de ¢) se deduce a), y de dl) se deduce b). Si es Icita la propiedad e) y cierta recta consta dea 4+ 1 puntos, dende mes un niimero natural, entences cf plano a se compone de m+ a+ 1 =n? +n +4 puntos, de donde a =n, ¢s decir, de e) se desprende a). Andfogamente, de f) se deduce La propiedad b). El teorema esta demostrado. Convengamos en Hamar orden de wn plano proyectivo finite al namero n, si cada recta de este plano contiene n + L puntas. Observemos que cl plano es de orden », si posee cualquicra de las seis propiedades citadas en el teorema 4. El orden minimo de los planos proyectivos finitos cs igual a 2, E! plano finito “mds pequento” es la configuracién de Fano, cada recta de la cual contiene exactamente 3 puntos, La configuracién se expone en la fig. 5.4. En total dicho plano contiene 7 (= 2? + 2+ 1) puntos y el mismo numero de rectas. Las rectas en este plano son: fy: 1, 2, 6: ft J, 3, Sp ft 2, 3, 7 das 1, 4, 7 fs: 3, 4, 6 dy: 2, 4, 55 A: 5, 6, 7, Ya en este ejemplo mas sencilla se yevelan las posibilicdades de interpretar los planos proyectivos finitos, A saber, wn plano proyectivo finite de orden 2 resulta ser un sistema de ternas de Steiner de orden 7. Hemos de notar que este sistema es un bloque-csquema con los pardmetros v = k=r=3, = 1. Enel caso general fos planos de orden 7» representan bloque-esquemas, cuyos pardmetros tienen la forma: » = b =n? +n + 1, k=r=n+1,=1, es decir, bloque-esquemas incompletos equilibrados simétricos. Viceversa, los bloque-esquemas con tales pardmetros son planos 139 proyectivos simétricos finilas, puesto que, evidentemente, se cumplen todos los axiomas. Establezcamos una conexidn util mds entre los planos proyec- tivos Cinitos y las familias completas de cuadrados tatinos ortogonales. ‘Tearema 5. Sean > 3 un numero entero arbitrario. Un plano proyectivo de orden n existe, cuando y sélo cuando puede construirse una familia com- pleta de a — 1 cuadrados latinos ortogonales de orden 1, Derostracidt. Sea dado un plano proyectivo finito + de orden a. Veamos en él una recta /, En esta recta se tienen, como sabemos, n + 1 PUNLOS: dy, a2, ~~, Gn 41- Supongamos que by, bz, .- ., bn son los demas 2? puntes del plano + que no estan situades en /. Cada punto g Uj = |, 2,....% + 1) yace en » rectas, sin tener en cuenta Ja recta /, Numeremos arbitratiaimente con numeros naturales de | hasta a todas las n rectas que pasan por cl punto a. Procedamos de este modo para todo j = [, 2, ..., a+ J. Supongamos que la recta 4a; cst numerada con un numero natural ay. Entonces, A = fayl, donde is 1, 2,..., a7; /= 12,2... 041, 65 una na? x (9 + 1)-tabla de elementos 1, 2, - Las filas de cualquier (? x 2)-subtabia clegida de A cepresentan a? pares de jos elementos |, 2, ,.., a._Si suponemos que ay = a; ¥ dix = Ay, donde i # fj A, ontonees bray = by ay, ¥ bide = Boag. Mas, en este caso la recta jb, contiene tanto el punto a, como el ax, es deci: la recta 4,8, coincide con la recta /, lo que contradice nuestra suposicion. Esto quiere decir que la matriz A = |u| es una n? x (1 + 1)-tabla or- togonal de fuerza 2, Ja cual, segin Jo demostrado en cl capilulo 4, es equivalente al conjunto completo de» — 1 cuadrados latinos ortonogales de orden 1. Demostremos la afirmacion inversa, Sca dado un conjunto complete den - | cuadrados latinos ortogonales de orden ». Pasemos de éste, como lo hicimes en el cap. 4, a una tabla A=lajh f=1,2,..407; f51,2,..,0 +4 A cada una de ? filas de ta tabla A pongamos en correspondencia los puntos 0, dz, . + Oy ¥ a las colunwwas, los puntos ai, dz. - + Anse Definamos la recta /} como compuesta por los puntos aj, 2, .~ -) An4ds Por todo punto a tracemos # rectas fy que contienen aquellos puntos &:, donde en la /-ésima columna figura cl niimero i, Se obtiene un plano pro- yectivo finito de orden m, en el cual se tienen n? + 2 + 1 rectas y el mismo niimero de puntos, con ia particularidad de que cada recta contiene exac- tamente n + | puntos y cada punto yace en 1 + | rectas. Efectivamente, scan fj y J, dos reetas, y, ademas ¢ # i. Estas rectas son incidentes con uno y sélo con un punto a. Las rectas fy y f también son incidentes con uno y sdlo con un punto. Esto demuestra el requisito 3 en la definicién de plano proyeetivo. Los cuatro puntos: (1, 1), (1, 2), (2, 1), (2, 2) satisfacen el requisito 3 de la definicién de plano proyectivo, lo que quiere decir que 140 A dnt e Oto, a) a rig.s.5, Fig-5.6. el plano construido m es realmente un plano proyeclivo de orden av, El teorema queda completamente demostrado, Tntroduccién de las coordenadas. Elijamos cn un plano proyectivo cuatro puntos A, B, O, E en Ja posicién general (véase fig. 5:5). Llamemos haz A aun conjunto de rectas que pasan por el punto a, Pongamos a cada recta del haz A en correspondencia aquella recta del haz 8 con fa que ella se encuentra en la recta O£, Atribuyamos a cada una de las rectas det haz A (a excepcién de AB) un simbolo especial @ y asignemos el mismo simbolo. a Ja recta correspondicnte del haz B. Agrcguemos a la recta AO simbolo @ya la recta AZ, el simbolo |. Las rectas BO y BE recibirdn los mismos simbolos. De este modo se define cierto conjunto de simbolos M = {0, lL, fab). Supongamos que cl punto ? no pertenece a la recta AB (fig, 5.5). Por dicho punto pasa una recta de cada haz A y B, a saber, las rectas AP y BP. Supongamos que a la recta AP se le asigna el simbolo a, y a BP, el simbolo 4, Entonces, al punto P le ponemos en correspondencia un par ordenado de simbolos (a, b) de M, que sc denominardn coordenadas de este punto, Es facil ver que la correspondencia entre los puntos que no estan situados en AB y los pares (g, ») sera biunivoca. Ademis, les puntos dispuestos en OE tendran iguales ambas coorccnadas. Asignemos ahora las coordenadas a los puntos de la recta AB distintos de A, Con este fin unamos el punto Q (véase fig. 5.5) con O y veamos donde la recta GO se cortard con AL. La segunda coordenada del punto de interseccidn se tomard por la coordenada del punto Q. Observemos que mediante la misma construccién pueden obtenerse coordenadas cartesianas en un plano real habitual. El punto A debe con- siderarse como punto impropio del eje y, cl punto B, como punto impropio del eje x, O se toma por origen de coordenadas y £, como el punto (1, 1). Definamos sobre el conjunto M, obtenido como resultado de la coordenatizacién, una operacién ternaria, es decir, a cada terna ordenada de elementos x, m, & de M le ponemos en correspondencia un cierto elemento v=uemob 14] dispucsto cn MM. Este clemento y se define a base de Jos elementos x, mj, &, como segunda coordenada del punto de interseccidn de la recta x del haz 4 con la recta (v7), (0, b) (fig. 5.6). Es evidente que por medio de este procedimicnto y se define de wh modo univoco. Teorema 6. Cualquier forma de prefijar cuatro puntos A, B, O E en una posicién general determina una operacidn ternaria con las siguientes propicdades: lL. Omo¢ = @-00¢ =0, 2. bno0 sl oO = m 3. @moz = C resoluble univocamante respecto de z. 4. 1 9 by = x, O hy resoluble univecamente respecto de x. 5. ED sistema a = mOb = co; amb =e, a = a define univocamente un par Gr, 8). Demostracion. A) elegir cuatro puntos A, B O, E, de los cuales ninguna combi! mde ires yace en una recta del plano 7, formamos un anillo ternario con [2 operacion x+71 0 b al igual que Jo hicimos mds arriba. Las propiedades J y 2 se deducen inmediatamente de la definicién. La pro- piedad 3 significa que una recta que liga los puntos (17) y (a, ¢} corta OB enun punto bien determinado (0, z). 1 significado dec la exigencia 4 consis.’ te en que dos rectas: » = x-0,Ob1 ¢ y = K-12 %d2 con diferentes direc- cioncs fh y mg se intersecan en el tinico punto finito, La exigencia 5 dice que si (a1, Cr) y (a2, €2) Son dos puntos finilos para a. # a, entonces existe una recta tinica y = x-wrO, que pasa por estas dos puntos. El conjunto Af con la operacién ternaria que posee las propiedades 1... S del teorema 6 Hleva el nombre de éerna, Si una terna dada esté cons- truida sobre el plano » svgtin Ta rcgla descrita anteriormente, se Hamard lterna del plane a Aduzcamos el resultado siguiente sin demostrario. Teorema 7, Dada una terna M, puede determinarse con su ayuda un plano proyectivo con Jos puntos (a, c), (7), A, y con las rectas » = x0 b, X= a, to, donde a, 6, ¢ #1 representan toda clase de elementos de M, mien- tras que A y /. son ciertes simbolos auxiliares; la incidencia se define ddl modo siguiente: (a, c) es incidente con y = x+m0ob, cuando y slo cuando ¢ = amb; (a, c) es incidente con x = a para todo c; (7) es incidente con y = x26 para todo b; (vr) es incidente con fo, cualquiera que sea ay A es incidente con x = @ para cualesquiera @, y, ademas, con fos. Introduzcamos, para el plano dado =, las operaciones naturales: adiciéa y multiplicacién, que se definen partiendo de una de las ternas de este plano, segiin Jas rep! igvientcs: a+ ba=alou ab = abd, 142 El conjunto M con la adici6a y multipficacién definidas del modo citado recibe el nombre de cuerpo natural del plano 7. Ha de notarse que un cuerpo natural no define, hablando en gencral, la terna que fo engendra, y ef teorema, andlogo al teorema 7, no tiene lugar en este caso. Asi pues, los planos proyectivos finitos admiten diferentes interpreta- ciones: mediante ternas, bloquc-esquemas y familias completas de cuadrados latinos ortogonales. Sin embargo, la teorfa de los planos finitos todavia estd lejos de ser claborada. Ni siquicra existe la respuesta completa a la pregunta sobre el yolumen de los objetos combinatorios de esta clase, como también sobre Jas condiciones, bajo fas cuales Jos plinos finitos pueden existir y no existir. Se conoce que un plano proyectivo finito exisic, si su orden nm tiene la forma p”, donde p es wn numero primo, y a, un mimero natural. En efecto, se ha demostrado (véase cap. 4) que si n = p*, n > 3, entonces existe una familia completa de a — 1 cuadtados latinos ortogonales. Mientras tanto, la existencia de tal conjunto’es equivalente a la cxistencia del plano proyec- tivo finito que se busca. De los demas resultados scfialaremos los siguientes: a) ef plano finite no existe, sim = 1, 2 (mod 4) y si Ja parte den, libre del cuadrado, tiene por lo menos un factor p = 3 (nod 4); b) la condicién neecsaria de existen- cia de un plano proyectivo Finito cuyo orden tiene la forma ar =F, 2(mad 4) consiste en la existencia de los nimeros enteros x y y tales, que n=x? + (teorema de Bruck—Ryser). No damos aqut las demostra- ciones por ser éstas demasiado complejas. De los resultados citados se desprende, en particular, que los planos para 7 = 6, 12, 14 estdn ausentes. La cuestién referente a 10, 18 y 20, queda por abora abicria. Para que el lector perciba lo dificil del problema, indiquemos, como ejemplo, que la construcciéa de un plano de orden 10 tequiere la construccién de una familia de 9 cuadrados latinos ortogonales dos a dos del mismo orden. Una direccién importante en el desarrollo de la teorfa de les planos proyectivos finitos la representan el cdlculo del ntimero de planos de un orden dado y e! estudio de sus tipos diferentes. Para el afio 1956 queda demostrado que cuando n < 9 (7 = 2, 3, 4, 5, 7, 8) existe el tinico plana proyectivo de orden n, a saber, el de Desargucs. Tres planos construidos por Veblen y Wedderbarn en 1907, junto con cl plano de Desargues cons- truido un afio antes por Veblen y Bassi son Jos tinicos que hoy dla se cono- cen para el orden 9. No se han obienido planos nuevos, como tampoco se ha demostrado que ellos no existen en general. En esta direccién se cr- prenden varias investigaciones. Parece que estamos a punto de terminar Ja resolucidn de la cuestién sobre la existencia de los planos proyectivos de orden 10. 143 5.3, SOBRE LOS GRAIOS En el lenguaje de la teoria de tos grafos se describen con éxito muchos tipos de los problemas combinatorios, Las representaciones grificas son em este case no simplemeate ilustraciones, sino que también permiten obtener nuevos resultados. Ln este paérrafo daremos una informacion in- dispensable de la teoria de los grafos que se emp!ea en la obra dada. Se denomina grafo orientcdo wna terna G = (X, A, g) compuesta de un conjunto no vacio X, cuyos elementos llevan el nombre de vertices de un conjunto A de arcos (Mamados también), a veces, flechas y de una fun- cidn g A X x_X, la cual a todo arco a €A se le hace corresponder un par ordenada (p, 7) de vértices denominados finales de dicho arco. Un arco, euyos finales (p, p) se encuentran en un mismo vérlice, lleva el nombre de lazo. Un grafo privado de tales lazos se ama grafo sin lazo. En Ja fig, 5.7. estan expuestos cuatro grafos orientados; cada uno con cuatro vértices, ‘Todos estos grafos no tignen lazos. Ademias, son sunpies: lo iltino significa por definicién que cualquier par de vértices p, q se une mediante un arco a lo sumo, [in los grafos oricntados simples ef unico arco (si existe) con las linales, p, q se designara mediante pq. Deseribamos dos familias importantes de los grafos orientados simples, cada uno de los cuales depende del pardmetro x, Un camino simple de Jongitud » consta de n+ I véttices: x1, ..., X41 ¥ Marcos que unen los vérlices vecinos! Xexeu a. El contorno simple de longitud n consta de» diferentes vértices: 1, --., X» y marcos del tipo Xexea1 para kK <1, yy ademéas, Xn: (en particular, un conterno simple de longitud 1 es un Jazo con vértice x4). Todos los caminos de longitud x son isomorfos, como to son también todas los contornas simples de longitud 4 (véase la definicién mas abajo). En la fig. 5.7, esta cxpucsto un trayecto simple de longitud 3, y en la fig. 5.7,8, om ciclo simple de longitud 4. Se denomina isomorfisro de los grafos orientados G = (X% A, ¢) ¥ G* = (Xt A4 yp") aun par de biyecciones B: ¥—1 X* y ff A> A* que en G el arco « va del vértice p al vértice q, cuando y sélo cuando en Gt el arco j(w) va del vértice BW) al vértice B(y). Eu otras palabras, la) = (p, gq) en G es equivaiente a la condicién y*(/g(@)) = GB), 6@)) en G* Dos grafos orientados se Haman isomorfos, si entre cllos existe un isomorfismo, Es natural identificar los grafos oricntados isomorfos. Todo grafo orientado G = (¥, A, ») define en el conjunto de sus vértices una relacién binaria de sucesiones g. Por definicion, poq significa que (a) = (p, @) para cierto a € A. Viceversa, toda relacién binaria g en cl conjunto X define un grafo orientado simple G(g) = (X, Alp), ¥), en el que A(g) = [p, Mee X 7 EX. peg) y vq) = (m g). De aqui se deduce inmediatamente que la clase de conjuntos con una relacién binaria (x, @) se encucnita en una correspondeneia biyeetiva natural con la clase de grafos orientados simples. 144 1 2 3 6 4 3 eee a 7 #. we 2 a an: 4 3 4 _ © i 2 d Fig 5.8 Se llama grafo no orientade (0, simplemente, grafo) la terna C= (% £, ©) compuesta de un conjunte no vacio X (cuyos elementos llevan el nombre de vértices), ¢l conjunto E de aristas y 1a funcién © yue a cada arista a € EZ Je pone en correspondencia un par no ordenado de vértices (® 9) = (h p) que se denominan exiremos de dicha arista. La arista (ag) se Hama lazo, Los conceptos, introducidos para los grafas oricntados, pueden ser ex- tendidos a los grafes no orientados, si considerainos que una arista no orientada (p, 4) corresponde a un par de arcos py y ap. Una cadena sittple de longitud # consta de a + 1 diferentes yértices My ee Ane y dew aristas que unen tos vértices vecinos. Un cfcto simple de logitud nm consta de # diferentes vértices: Ay... An Y re aristas del tipo Qk, Kee) para &k “Ta100i6ioo1ad10 - } 0000000100000 4 (mead 2), Cabe notar que la inversion de la afirmacién mencionada no cs vé a, a saber, cierla suma respecto del médulo 2 de los ciclos fundamentales no da obligatoriamente el tiniee cicls, pero puede representar dos y mds ciclas, Por ejemplo, la summa ey 4 dey 4 dy, + ey (mod 2) corresponde a dos cichos simples (42, 3) din Git ¥ (ae. as, dist. Asi pues, para generar todos tos ciclos simples del grafo G no cs menester (omar todas las 2° — 1 com- binaciones de los ciclos fundaimentales y sumarias respecto del médulo 2: algunas de estas sumas no serin, de hecho, ciclos, Mas ain, si la suma dada no genera un ciclo, ho se pucden rechazar otras sumas que la con- Genen, puesto que, sumando respecio del médulo 2 con otra suma, podemos oblener ua ciclo simple. Subrayemos también que en el grafo G podemos encontrar un conjunto. de #(G) ciclos simples indepencientes, que no pueden obtenerse por adicidn de las aristas al Arbol, como lo haciainos antes. De tal conjunto no se debe decir que es fundamental. En ta fig, 5.18 se muestra el conjunto de 1(G) = 4 ciclos simples independicntes del grafo G, que no pucde obtenerse por adi- cién de las aristas a ningtia esqueleto del grafo G y el cual, por esta ravdn, no cs un conjunto fundamental. Se denomina corle del pralo un conjunto minimo de aristas cuya ¢liminacién aumenta el numero de componentes del grafo. El corte fitndamental (respecto del esquele- to J) es aquél que couticne cxactamenic una arista del esqueleto T. De este modo, cn un gia- fo conexo pucden distinguirse 1 — 1 cortes fundamentales. Vig 8.48 EL teorema que sigue mas al iblece una relacién entre los cortes fundamentales y fos ciclos fundamentales, proporcionando el método de construccién de los cortes fundimenties. ‘Feorema 12. Si T es el esqueleto de un gralo no arientado G, el corte fundamental definido por la rama a de 7 esta formado por a y aqucilas cuerdas de G, las cuales, sienclo adicionadas a 7, proporcionan ciclos fun- damentaics que contienen a, Demostracion. Si eli se deseompane en das su amos la arista a del esqueleto 7; este Gitimo boles: 7 y Ty, Cualquier arista, uno de cuyos vértices extremos yace cn 7), y el otro, cn 72, debe pertenecer al corte fun- damental, puesto que la adicién de cualquiera de tales aristas a las aristas de Ty Tz conduce a la lormacidn del otro esquelcto del grafo G, y, por eonsigui , cualquier conjunto privade de Giles aristas no seri un corte El conjunto de estas aristas junto con Ja arista a es un corte, puesto que su climinacion divide el yrafo en dos subgrafos, uno de los cuales tiene como conjunto de sus vérticcs Fi, y el otro, 72 Esto quiere decir que este corte es fundamental, Mas atm, por cuanto la arista a es la winica por que pasan las cadenas del esquelelo T, que ticnen por origen los vértices de 7) y termina en los vertices de 73 las unicas aristas que cierran los ciclos fundamentales cou ta arista @ incluida, serin aquellas, une de cuyos ver tices extremos yace en Ty, y cl otro en 7z. De esta forma queda demostrade el (corenia. Sea Tun esqueleto del grafo no uricntado G. Se denomina siatriz de tos ciclos fundementales b a una submatriz de la matriz de los ciclos C, Says filas corresponden a los ciclos simples, definides por las cuerdas que s con el esqueleto dado T. Dicho de otro modo, si 7° es wn esqucleto, entoncves se tama miatriz de tos cielos Cundamentales del grate Gala matriz & = lpg], compoesta de #(C) filas y oi colummas, en ta cual _ §}, si la arista a, pertenece al ciclo fundamental 4; a f en el caso co io. Si numerainoes las cucrdas del grafo G en una forma sucesiva desde L hasia WG), y las samas, de (v(G) + 1) am, entonees la matriz de los ciclos fine damentales (endra por expresion @ = [Cr donde £ es una matriz unidad de orden e(G), y Pia, una matriz de dimen- sidn e x Ga — 1), Esto se explica por ef hecho de que cada ciclo b; contienc una y solo una ctierda y los ciclos siempre pueden ser numerados seein el niimero de cuerdas, a consecuencia de lo cual todas las unidades en la primera (v X #}-submatriz de ha miuateiz d se Jan en la diagonal. La matriz de Jos cortes fundameatales K = [kyl se define como matriz con a —-l filas y vr columnas, donde iss 1, si fa ari @ pertenece al corte fundamental i a en el caso centrario. 156 Tig Sy Para Ja misma numericion de las aristas que en ke matriz de los ciglos fain- dameutales , la matriz A tradi por expresién A= [Kuck], Pucsto Que en este caso tado corte funchinental fiene una y sale una cena de 7 Admitanos que cl gralo C y su csqueleto 7 estan representados en la tig. $19. Entonces la matriz de los eilos fundamentales es igial a a 2 OS ty Og tty uy YY TS ON hf roooevoaot 1 aon a fr} O10G0vU0007T 1 1 6 0 mf] OO too oa HOO oO | | Da ooo TM! | totoag 4s by onoot ttt o60 0 0 0 y fa mittee de les cartes fundhunentales Aes igual a M1 ta ay aby 8 Ute tog ty hig i a ay aooaotrtr?rioeoo oo 46 A 000T1 OTOH OH 0 4 ky 1oortorotaoad oo 80 ka 11008 F061 0 00 0 As otlotovoo0 1 0 0 0 Ke ar1ovdodg0dngogno0 1 0 0 ky oo 1rooo000 © O61 0 ky oorrpotcooeaod 0 0 1 slonde los cartes A), confespondicnios a ls aristas del esquedero, Genen fos otimeros AGV+ieS +a r=), 2, ..., & Existen varias corrclaciones imteresantes entre las matrices de los ciclos fundamentales y de los cartes fundamentales y las incidencias de los gralos no orientados sin lazo Teorema 13, La matriz de incidencias Ag (con una fila suprimida) y la matriz transpuestt ce los ciclos fundamentales &" son ortogonales, es decir, Ao’? = 0 (mod 2). teorema J4. La matuz de los ciclos findamentales @ y la matriz Ganspuesir de los cortes firndamentates K" son ortogonales, es decir, bh KT = O (mod 2). 1.98 teoven 13 y T4 sum consevucncia de dos heehos evidentes: Hy cada vértice cu un ciclo ex meidente al muimero par de aristas de este cielo, y en el caso de an ciclo stinple, a dos aris 2) cada corte de un ciclo, indueide por cierto corte, tiene un nimero Bar de aistas, comunes con dicho corte. Lelivorena 13 se deduce del hecho 1), y el 14, del heche 2), si recoramos que todas Eis operaciones se estudian con relacion al inedule 2. Ln to que se tefiere al teerenia 14, podenios eseribir Ku Hal | BE Por eso, Af; = <9): = &\2 (mod 2). En otras palabras, In matriz de los cores findamentiles prede ser oblenila en cuanto se conozea la matriz de los ciclos fundamentales, y viceversa qk! H |e 2 + 0 (mod 2), Jai jos. Ceridrese de ta it sulunatirag cuca Idee se fas stpnentes afirmaciones sain i oe (a=) de da mairiz ale ineidenesas sonese es rytuhoy st bis coltananiy ike Ls suibmatciy cada correspondent has An diel LA Supengamies qe hein Siu sitlineati culo 2 de 0} de br submarrie cata aueleio deb ginfe didn, 14 Una subinatriz aly clos Cle an grafo comexy Heng grange n= m4 | at Des rewarlir cuandle y sate Js cutmintmas tke chremlay reypecto de cierte sinhob lee cortesponddcn ab coinguy rede dimension d= FS Gee DS de ta anita de ancidhengias Fasreesmomde tn wleliny cheb graf Is. mitre cegmlar de chincronin te ee ED ker rat Eat lacensateie dhe eaten © cormspondy biinivacamente a las coreifelemictites ele fas esqueletos del rete, 16M Las cofmninay de fas uniiriges ly, dey & bas eseribimos valgnonas de wo nisi len dle arias com telaerat ac an fonmades fos culos y cortes fi cities, j, 4 Commniagion, das representanins en forma de [blob don atl vegular de arden a bob = JEP y TAF], entances ) arhal dy esypueteto, respecte deb cual e clyy es maa mate cum. Aus thie stat Con esta hemos de avubar con troduccidén a la (voria de los grafos. sta feoria ha acumulado un enorme niaterral de hechos reales, A la expost- vida de esta teoria estdn dedicados toda una serie de libros. Algunos de ellos ya Nan sido Byencaoiados cn el testo. Sin embargo, debemos atracr La atencidn del lector a la obra [79] (probablemente la diniva de su genero) sobre el ongen y desarrollo de la teoria de los giifos. 18s CAPITULO 6 =METODOS DE RESOLUCION DE LOS PROBLEMAS EXTREMALES 6.1, PLANTEAMIENTO DE LOS PROBLEMAS COMBINATORIOS EXTREMALES Y ACCESOS A SU RESOLUCION Segtin lo dicho en el capitulo 1, existen tres tipos de problemas eat binatorios: en unos se resuelve Lt cuestion de existencia o no existencia de las soluciones; en otros se calcula el mimero de soluciones del problema; por fin, en Jos terceros de una coleecion de todas las soluciones si clipe aquella que posee cierta propiedad en un grado maximo o minim, Los problemas de este ultima tipo se denominan precisamente extremales, Demos a conocer unos cuantos ejemplos de problemas combinatorios extremales. 1. Problema de nombramientos. Se tienen 77 plazas vacantes y ¢] mismo nimero de candidutos para ocuparlas. El nombramicnto del i-ésimo can- didato a la j-ésima plaza lleva consigo cl page del salario fot f= 4, 2, -+ 4. Para cada candidato puede ser asignada sélo una plava, y cada plaza puede ser ocupada sdlo por un candidato, En otras palabras. 6 se admiten el cjercer un caigo simultineamente con otto y el fraceionamienta de los cargos. El problenia consiste en Hevar a cabo los uombramientos de un modo (al que ta economia de los fondos de salario sea ma es de en encontrar inna, min 3! Ca» vt donde si es el cargo que obticne el i-ésimio candidato, ¥ Wis sess - dn) es una sustitucién correspondiente a los nombramientos: {— 4. Si intcr- Pretamos cy, como rendimicnto, cl problema consistira cn la busqueda del maximo y no del minimo. Los problemas de nombramientos tienen muchas formas diferentes en funcidn de fas coniliciones. Por ejemplo, para ejecutar ” operaciones independientes estan elegidos 1 obreros; se da una matriz Wh, donde t; es el tiempo que gasta cl i-ésimo obrero para realizar la J-ésima operacién, La magnitud, cuyo minimo se busca, es el tiempo de realizacién de todo el trabajo: F = mi >) tis i HR, donde &; es el conjunto de operaciones ejecutadas por cl fésimo obrero, En un caso particular, puede prefijarse el ntimero de operaciones a, para = wt), ob- el #ésimo obrero: 3) m = n. Cuando m = 1 = 1, 2,. i tenemos el problema de nombramientos con el criterio de mini-mdx. Por ultimo, demos a conocer tal formulacién del problema de nombramientos 159 cuando se loma en consideracion el tiempo que gasta un obrero para pasar de una operacion a la otra, Sean dadas » operaciones y m1 obreros. Sc hacen jas matrices: T = fi], donde 4; es el tiempo durante el cual el /-ésimo obrero cumple la j-ésima operacién, y L = |iy|, donde fy cs el tiempo que asta cualquier obrero para pasar de la +-ésima gperacion a Ja j-¢sima. Se requiere distribuir las Gperaciones entre los obreros y de tal manera con- siderar el tiempo de pase, que el ticmpo de ejecucidn de todo cl complejo de operaciones sca minimo. 2. Problema de un viajante de comercio, Un viajante de comercio tiene que visitar varias ciudades. Ha de elegir la ruta mas corta para que empezando a viajar desde su ciudad, pueda visitar otras ciudades una sola vez y rogresar. Las distancias entre las ciudades calculadas de dos en dos vienen dadas en forma de una matriz C = fey. & / = 1,2... 9, donde aes ef nimero de ciudades, 3. Problema de ana mochila. Se ticnen st objetos cuyos pesos son ai, 2. oy Gay ¥ el Valor si, $2, ) Say Tespectivamente, Se pide Henar la mochila, capaz de contener un peso no superior aR, con un surtido de objetos que posea un valor maximo, Construyamos un vector X¥ = (v1, 22, .. Xv), dondex = 1, siel #ésimo objeto debe colocarse en la mochila, y 4; = 0; en el caso contrario: i = |, 2: n. El problema sc formularé como preblema de biisqueda de (del valor maximo de los objetos colocados) a condicién de que Sona ON | 4. Minimizaciéa det tiempo de ejecucién de un juego de operaciones. Supongames que se pide ejecutar n operaciones. A cada operacién se le ce del grafo G, donde esta trazado un arco desde ice / hacia el j, si la operacidén i precede, segin las condiciones tec- noldgicas, a la operacidn /. Todas las operaciones estan divididas en am clases, con fa particularidad de que en un momento dado puede ejecutarse sélo una operacidn de catla clase, Sc conoce el tiempo de ejecucién de las operaciones (¢; para la jeesima operacin). Se requiere determinar el orden de cjecucion de todas las operaciones que asegure Ja reali, dn. del trabajo en el tiempo minima 7. Por ejemplo, sea una red (esquema) de 6 opera: eines: Ay, Az, Aa, Aa son operaciones de primera clase y B,, Br, de segun- da; el tiempo de ejecucion de cada operavion viene indicado dentro de los cuadrados on Ia fig. 6.4, Sean Ry y Rr sucesiones de ejecucién de las opera- cioncs para cada clase, respectivamente. Por ejemplo, para Ry = (2, 1, 3, 4}; R2 = (2, £) obtendremos: T = 36. Es evidente que el nimero de com- binaciones admisibles depende considerablemente de la estructura de la red, hace corresponder un ver el 160 Sl ¢ y iT tt i it if Laat a bat 5. Minimizacin del iempo niedio de mecanizade de un tole de piezas. Se analiza un yrafo orientado G com los vértices 1, 2, ., 4 , donde el vertice ¢ corresponde al r-ésimo tipo de fas picvas av maquinar. Para cada eo (, J} viene dada su longitud 4, la cual se imerpreta como perfode entre el mecanizada de las piezas del -ésino tipo y el mecanizado de las piczas del j-ésimo tipo, La sucesion de véttices fia, ©. ta, ies 1, donde eve udefine el ciclo del mecanizady. Se pide minumiear el tiempo medio de este proceso. ‘ | m= > fiscriene mt es deci, hallir cn cl grate ovien media iinin, 6. Minimizactou de ti parada de una tines de montaje. Suponganos que 7 operagiones se eleetian en uit transportador de wi tamos. Para que ef fransportador se mueya contimuamente, ef tigmpa de trabajo det eperario no debe sobrepasar la duracion del ciclo, Admitanies que en el -ésimo tram se realizan wn cous tite de operaciones &,. Entonces, el tiempo activo wo Gel contorne que tenga una longitud en el r-ésimo tramo ¢s ?, Ddn y la parada (interrupei je. d= C~ 3), donde (es la duracion total del ciclo de operaciones. baa oR magnitud sumacia de ha pa cn él es igual a dad = >) di debe hacerse minima a cuenta ra] de fa disteibucion delay uperaciones por tramos. Ademias, pucden phuntetese euestiones: a) sabre ch ominime de duracion del ciclo C sami?) para un uuiaero dado oa de trams: b} sabre el minimo deb niimero vt para uni longitud dada del ciclo. En ta fig. 6.2 vienen in troducidas 9 operaciones (entre paréntesis se indica cf mimero de unidades de tiempo que se requieren para fa eyecuctén de da operacion correspon- Hone or diente) y 3 tramos: R=(K,, Ra, Ri) =U, 2,354, 5, G7, 8 9), tenemos Fo= a k= C= max LL tiempo total de pitrada es d= Md =mC- f= V2 st 12 7. Problema de recubrimients, Hallese, para in geilo no orientale dado G, e} recubrimiento minimo, es deci, wn surtido minimo de aristas tal que cualquier vértice resulte ser incidente a 4a Arista perteneciente al surtido. mencionado. Formalicemos ce] planteamiento de este problema. Numeremos los vértices del grafo con los numeros |, 2, .. 4 1, y las aristas, con los numeros 1, 2, ..., 1. Sea Jayla matriz de ineidencias del grafo G. Unamos con las aristas las variables x, (J = 1, 2, .-., a) tales que x) = 4, si la arista J integea el recubrimiento; x) = 0, en el caso contrario, El problema. de hallar el recubrimiento minimo cs equivalente a fa busqueda del min 35%) con requecrimicntos adicionalesy a apy La forma general de un problewta combnatorio extremal es la siguicate, Si tiene un n-conjunto de elementos, cn cl que se da un conjunte (finite, por regla general) de combinaciones = (mi Ma ee Hr) Por combinaciones m1, #2». 4 Tr pueden entenderse las permutaciones, combinaciones, diferentes sucesiones, etc. En cl conjunto P se define una funcién F. Se necesita hallar el extremo de & (el maximo o cl minimo), o bien los elementos del conjunto P que aseguran dicho cxtremo. La propia formulacién de los problemas combinatorios extremales predetermina la cleccién de las operaciones que se aplican para su resolu. cién, En primer lugar, hay que disponer de un conjunto, de valores de la funcién F y saber scleccionarias de un modo adecuado. Fn segundo lugar es necesario desarroflar el método de comparar estas valores y distinguir entre ellos cl valor m4ximo o minimo. La primera operacidn de la seleccién raras veccs, practicamente, resulta ser realizable, puesto que el nuimero de toda clase de combinaciones posibles puede ser demasiado grande. Efectivamente, en el primer ejemplo el numero de todas las combinaciones es igual a w!, cn el segundo a 162 (a — Uf, en el tereer cyemplo a 2", en el cuarto a (it), en cl quinta a Sy (ya = 1), ete. hed No es mas facil la operacién de comparacién, En el caso general es dificil juzgar, sin realizar calcylos inmediatas, si tiene lugar F(r,) > Fry), ©, viceversa, #fxi) S F(m)). Ademas, la propia deterininacién del valor de Ja funcién F(x,) representa, como regla, un problema que ne es nada facil. Las dificuttades relacionadas con la cleccién de las variantes y la com- paracidn de los valores son considerables. Precisamente cllas constituian un obstaculo para cl progreso de esta parte del analisis combinatorio, a pesar de su actualidad evidente. Solamente con la introduccién (hace 30 aiios) en la practica matemética de los orcdenadores sc hizo posible la resolu- cién de toda una seric de problemas extremales. El esqueima general que caracieriza Ia conexién ce los problemas com- binatorias extremales con los métodos de programacién lineal puede ser representado aproximadamente asi: los elementos mse interpretan como puntos de un espacio cuclideo para que la funcién de “especial” # se haga una forma lineal. Se examina el problema de encontrar el extremo de esta funcian en la cdpsula convexa de los puntos dados (es decir, en un petiedro convexo). En efecto, el extremo de una forma fineal cn un poliedro se con- sigue en uno de los vérticcs que integran cl conjunty de los elementos en consideracién, Mientras tanto, ¢l problema de hallar cl extreme de una for- ma liteal es precisamente un problema de programacion lineal, 1a peeuliaridad de los problemas combinatorios, al reafizarse tal esquema, consiste en que en el proceso de busqueda de le solucién hemos de limitar- nos a los puntos cuyis coordemadas son nimeros ciucros Mostremos cen ejemplos cémo se plantean los problemas de programa- cién para los problemas combinatorios extremales. La solucién del pro- Diema de nombramicntos (ejemplo 4) representa una permutacidn (p), pr, + +++ Pa) de los niimeros J, 2... 7, obtenida como resultado de los nom- bramtentos det tipo ity: r= t, 2, ..., a. El objetivo consiste en encontrar min 35), en cf conjunte finite de las permutacioncs men- ft cionadas. Cada permutacion puede inter pretarse como on punto en el espacio cuclideo n-dimensional; en este caso ésta puede represeitarse Cou mayor co- modidaden formadeuna (1 x a)-mauiz¥ = fy, donde I,sicl/-ésimo candidito esta designa en el caso contsario. Sustituyamos esta condicién por La otra: xy 2 0, para que no se impida la aphieacion de la programacién. Los requerimicntos referentes a la inadmisibildad de ejercer un cargo simuflaneamente con otro y al fraccionamiento de los cargos se escribiran come condiciones: do para ocupar el y-ésimo cargo, y xy = 0, 163 ats yet Pro Q ay Sage tego i, Qeengur fet Los gastos sumarios, cuyo niinino se busca, se eseriburaw asi. 2) 0 Gk rae En ef problema de un viajante (cjemplo 2) s¢ bus min dey moa , come sabemos, bajo lus condiciones de que Daw = la - a (de cada ciudad el viajante se va solo una ves), slish 2 ..a Mt Mey EAN KEENE eitellea La dltima condicién esta imfroducida con el fin de asegurar la umeidad del eiclo en el camina del viajante. Lfectivamente, si cxisticra una selucion que contenga dos o més ciclos, se envontruria un subciclo ron & eslabones cl cual no pase por el punto de partida. La sumacidn de las dllimas condi ciones para r Mevaria a una contradiccidn: nk so (a — UK En la tiltima condicidn no se han determinade ay y iy. Pucden hallarse para cualquier ciclo que tiene por Origen el pundo de partida, Si el punto i se visita en la p-ésima clapa de! recorrido (2 = 1, 2... 5 Mm). entonces pongamos wap. Para todos fos ¢ y de aqui se deduce que mw — uy Sa= A La Ultima condicidn se cumple para cualesquicra 4, = 0. En cambio, si xy = I, jas citadas condiciones se escriben como igualdades: me yey sp - (dA Dian A, BI problema de recubrimiento (qemplo 7) ya esta tormmady de tal modo que permite plantear ¢! problema correspondiente de la programa cidn lineal, Su plantcamiento mas general consiste en hallar, para un con- junto finite dado S = [51, 52, - + Sn) y clecta totalidad fmita de sus sub- conjuntos Sj (j= 4, 2,..-. 77), un recubrimicnto minima del conjunto S, es decir, un jucgo minimo de subconjuntos S;, en el cual todo elemento S€S pertenezca por lo menos a uno de los subconjuntos, 164 Para este problema general se aplica un aeceso andlogo: se hace una matrz de incidenvias lay}, en la cual ay = 1, $i. € 8), ¥ ay = 0, en el caso contrario, Hallemos xy, que son iguales a uno, si S; integra el recubrimiento, y a0, sino lo integra. Por consiguiente, resulta aplicable al problema la programacién lineal. Para la resolucion de los problemas combinatorios extremalys han sido elaborados diferentes in¢todes de caloulo. Los mas perspectives de clios han formado una rama aparte de la programacidn combinatoria (véase [80]). La idea general de dichos métodes consiste en fa sustitucion de la seleccién completa de todas Jas variantes por las selecciones pirciales de menor volumen. Para poder realizar tal idea se hallan ciertos subconjuntos que a cieneia Lt no contienen el extremo buseado, estrechando el dominio de fas variantes posibles. En esta ocasién los métodos resultan ser los mds diversas y se definen por la estructura de los conjunios finites correspondientes. Mas abajo se describen varios métodos ampliamente usados hoy dia, 62. METODO DE RAMIFICACIONES ¥ RESTRICCION Be acuerdo con este metode, el conjunto d¢ todas las coibinaciones admisibles Q se parte en subconjuntos Qi, Qs, -- . Qs. Cada ino de los uiltimos se parte, a comlinuacion, en subconjuntos On, Or Oisz Ci teas ele, hasta que s¢ obtengan combinaciones separadas. Este proceso de samificacion resulta cémodo expresarlo en forma de un arbol. En cada subcorjumte Qo... $e define una Mneién de prefercncia Onin, oc, 4) Comensando por cl vertice Q, ef proceso se realiza una etapa a otra, eligiéndlose cada vez un subconjunto gue tenga el valor mimino de fa citada huncidn (o el valor maximo, silo exigen las con del problema). El dibel abtenide s: un drbot de soluciones, El problema consiste en Ja cleccién acertada de fa funcién de preferencia para que sc pucda oblene: una buena solucién. A veces, la cleccién de un subconjunto se realiza al azar: en este caso Ia probubilidad de que se etija un conjunto dado ¢s tanto mayor cudnto menor cs cl valor de su funcion de preferencia (funciones randomizadas de preferencia). El problema principal en este método consiste en elegir el procedimiento de determinacion de [i frontera inferior (0 superivr). No es siempre facil oblener ef valor bastante exacto de ella, pero, conseguido este valor, el ntunero de cumas que se exuminan en cl Arbol de solugiones se reduce en el caso general, Esto se debe a que, si el valor de la frontera inferior para tal 6 cual subconjunto es superiot o igual (en el caso de minimizacién; " Se vonoce también como inéiode de paruciones progrestivas y estimaciones, método. de nunas ¥ fronteras 165 inferior o igual, eu cl caso contiano) al vaior de la funcién minimizada de una de las soluciones ya obtenidas, enlomces, la rama correspondiente del arbol de soluciones se exchiye del anatisis Sea QO un conjunto de todas las sohiclones admisibles de cierto pro- blema: O = (@), dx... da}: en el conjunte de dichas soluciones esta dada una funcidén f. Se pide hallar un subconjunto Q, CQ, en el cual la funcidn J alcance su minimo (o su maximo) Supongamos que conoecsios cierta frontier interior fy para la funeidn fen el conjunto QO. Adinitase que por medio de un procedimiento se ha lograde partir Q en un conjunto A y un coniplemento de éste A, y ademas, precisar, después, Jax fromicras imfeciores de f cn los conjumtos A y A, las cuales son iguales a &) y #7, tespectivamente, con Ia particularidad de que b1 > bu; Bf > bo. Supongamos ahora que con ayuda de otvas procedimicn- tos Jogramos partir Q en dos pattes: By By Cy C, ... . Bxaminemos los conjuntos ANB; ANB ANB ANB y las fronteras inferiores precisadas de fen dichos conjunios M, bs, by y bs respectivamente. En este caso, ademuis, bE ES bi > bos ble be. Asi pues, pademos construir un arbo! oricniado con fa raiz (2 (brsdrbal) 6.3), con la particukaridkn! de que no hay nevesidad de haverlo hasta el fin. Supongames que hemos consiruide una parte del drbol partiende el conjunto Q en ctertos subconjuntos y encontrames fas fronteras: ine feriores para los vértices correspondientes a los subconjuntos: citados. egimos de todos los vértices pendicutes acuiel que Gene una frontera minima, y, a continuacién, particndo las subconjuntos correspondientes, obtencmos dos vérliges mucves, ct los cuales precisames las fronteras in- feriores de la funcion f- Enunciemos la siguiente afirmacién sencilla: en cualquier etapa Ja unidn de los subconjuntos, correspondicnies a los vérlices pendientes, da todo el ©. Por eso, si obtenemos, como resultado dei proceso dado, un vértice compuesto por un solo conjunto [g}, y sila frontera inferior de la funcida fen cl citado vértice es menor que en tos restantes vértices pendientes en- tonces / toma en g, su valor minimo. El proceso se da por terminado. Con auyda de los razonamicnios andlogos se puede describir ef algorit- mo para hallar la soluci6n maxima, si ésta existe. Desgraciadamente, el método en consideracién no da una respuesta constructiva al problema planteado. En cada problema conerclo hay que idear algoritmos de particién del conjunto Q y los mejores procedimientos para precisar las fronteras inferiores 6 cn los vértices pendientes. Veamos como se aplica ¢l métode al problema del viajante, En ef lenguaje de la teorta de los grafos en este problema sc trata de la biisqueda de los contornos hamiltonianos optimos. 166 Aneuc. unk Tr 6.4. n embargo, no (odos los grafos contienen el contorne de Hamilton. Par consiguiente, antes de proceder a busear cl contorno hamiltoniano ép- timo, hemos de tratar, por lo menos, de estableecr si tal contorno existe en el grafo dado. Por otra parte, cxisten grafos que disponen de una gran cantidad de contornos hamiltonianos, lo que hace imposible la seleccién conipteta incluso en los ordenadores. Por ejemplo, para un grale completo enw vertices existen (” — 1)! diferentes contornos hamiltonianos. En 1963 Little encontré un método estrieto de optimizacién para los problemas del tipo dado con gran mimero de confornos hamiltonianos. Sea dado un grafo orientado G = (X, U), donde |X] = 1, y a todo arco Qu, a) € U de esta asignado cl valor Gy = e(vi, xy). Vamos a suponer que eualesquicra cy 2 0. Stes que el arco (x, 244) €U, entonces oj, = 09, Ef algoritmo para encontrar el couforne hanulteniano minime cot sistird en da coustruccion de sn bisdrbol deserito cn el inétodo de rani ciones y restriccior A) Q (Ja raiz det bisdrbol) es ef conjunto de todos tas contornos hamilto- Manos. La frontera inferior de £, es, obviamente, un cero, pero encon- traremos la frontera mayor en el proceso de btisuueda de los conjuntos 167 Ay A del bisarbol. Procedamos de la manera siguiente. Ln cada fila de Ja matriz [ey] enconiramos el clemento minimo y lo restamos de todos los elementos de dicha fila. Si en la matriz obtenida hay columnas que no ienen clementos nulos, cncontramos en cada una de ellas el clemento minimo y Jo restamus de todos las elementos cde le colummna. De resultas, tendremos una matiiz nueva ej] en la que en cada fila y en cada columna sé conticne por lo menos un solo Oo. B) Sumemes todos Jos elementos que hemos sustraide on A). ba suma de cllos & sera precisamenic frontera in GQ. Lfectivamente, fomemes un contormo arbitrarie £., en el cual La sum de los valores de los arcos es igual a /. Yin el punto A), af transformar ta matriz, fy] en fegh. hemos sustraido cicrios niimeros de todos Jos elementos de las Tilas co- trespondientes y de ciertas columi) Con cllo, cada ver de la magnitud / estos nimeros se restaban también y, al fin y al cabo, la longitud del contorno L cn la matriz Jeg] es tabi Iz b. C) Pasemos a la construccién de fos yérlices del bisdrbol del siguiente nivel, Sea c/, = 0, Definamos y como suina del clemento minimo de la i-ésima fila y del elemento minimo de la j-ésinia columna (excluyendo cj que es igual a cero) y hallemos no negativa. Por consiguiente, 0 = ya mas yi, Veamos la propicdad py! “eh comlatauo no cottiene eb ace (i. VF que s¢ aplicard a los areos conc), = 0, Si wa contorno hamiltoniano no contiene cl arce (vi, Ay), entonces obligatoriamente empleant cierlos dos areos (ag MS 8, YO, A OEE D) Demostremos que bj = 6 + yazes la froniera interiur para el conjun- to de contornos que salisfacen fa propiedad pee. Lea efecta, analicemes un contorne hamiltoniane arbitrario Ly privado del arco (xq, 47). Entonces, realizada la transforimacién A), Ja longitud de este contorne en fa matriz renovada sera no inferior a cero, Con eso queda construido el vértice del. bisarbol Ex: con la frontera inferior 6‘ = b+ E) Construimos el vértice Zx; que se define por la propiedad pyr: “el contorno emplea el arco (xx, 4)”. Supriminios de la matriz la k-ésima fila y la -ésima columna, sustituyéndolas por so: A) o bien el valor de cu, si el contorna no empleaba hasta este momento los arcos que entran cn el vértice xx y salen del vérlice x, pueste quic la cone- xién del arco (x, Xx) con los arcos del contorno ya clegides conduce a la aparicién de un contorno no hamiltoniano; b) o bien el valor de cin, si el contorno contienc, ademds del arco (x, +7), lodos los arcos de cierto camino simple del vértice x al vértice a4, puesto que la adicién del arco (2%, Xn) # los arcos del contorno ya elegidos también conduce a ta aparicion de un contorno no hamilteniano; ¢} 0 bien el valor de cp, si el contorno contiene, ademas del arco (xx, x1), todos los arcos del camino simple que 168 Vig tt Hevan del vértice 27 al vértice rp, puesto que la conexidn del arce Op, Ke) con los arcas del contorno ya vlegidos coniliee a la aparicién de un contor- no no haniltoniane. F) Actuamos igual que eu A) con la matriz obtenida como resultado de-E). : G) Actuamos igual que cn B) con la mairiz obtenida como resultade de F), Al agregar ta suma obtenida a la frontera para cl vértice anlecedente (en et primer caso, para Q), obtenemos Ja frontera para cl vértice de B). 1) Si, como resultade de 1), s¢ abliene una matriz de arden 1, el pro- ceso se da por terminado. Sine, pasamos a 1), 1) Entre todos fos vértives pendicates det bisdrbot ya consirnide clegimos un vértice de fron(era minima, J) Si el vértive elegido en |) correspondia en cl proceso de construceién a la prepiedad py, pasames a C). Sine, pasamos a K). K) Supongamos que cl vértice eleyilo correspondia en la canstruceién ala propiedad py. Sustituimes cl valor cn la cétula (i, J) de la matriz. ca- rrespondiente por oo. En Ja j-¢sima fila, igual que en la /-ésima columna, encontramos un elemento minimo y Jo restamos de todos los elementos de dicha fila (columna). Pasamos luego a C). Examinemos ahora un ejemplo numérico que nuestra como se aplica el algoritmo de Little a la busqueda del contorno haniltoniana minimo de un grafo. Sea G un grafo con 5 vértices x1, 42, X41, Xa. Ys, y a cada arco ile este grafo (xj, x} se le asigna ua niimero cy: § f= t, 2, ..., 5, Estos valores estan escritos en forma de una matriz de valores en la fig. 6.4. Consiruyamos wn bisdrboi, deserito por el metodo de ramifieaciones y restricciones, para este ejemplo numérico. A) De los elementos cantenidos en las filas x1, 7, “4, V4, Xs sustracmos respeclivamenice sus elementos ninimos 2, 3, 1, 2, 4; ademas, de la columna Xs sustracmos 1 {véase fig. 6.6 a). B) Calculamos fa sama 2 +34 1 +2+44 1 = 13. De este mado, para el vértice Q (cl conjunto de todos los confornes hamiltonianos) obtenemos una frontera: b = i}. 169 121 Oy Qapt Oye 0 6 [ 84,9 O54 O,y Oy) Quy ] | Bo, ONO AD AO,, 16 Fig6s C) Pasamos al examen de todos los clementos nulos de la matriz: x, 2) = 25 yf, 4) = 25 yar, Xi) = 3; yy, i) = 2, ylMy As) = OF yay Ws) = 3) (Xs, a3) = 2. Por consiguiente, 0 = yr, x1) = 3 Dy Expresamos ef vérlice Qz, del bisdrbol con la frontera inferior igual aig+3= 16. E) Expresamos ef vértice Qa, definide per la propicdad “cl conterna contiene el areo (v2, x)". Suprimimos la segunda fila y la primera columna. En la célula (1, 2) colocamos o (véase fig. 6.6 d). F) Al priucipio sustracmos 2 de todos los elementos de fa fila x, y después, de la primera columna sustraemos 2 (véase fig. 6.6 c). 170 bigot G) 1a suma de los elementos sustraios de las f es igual a 4. Por cotsiguionte, pai 17 (=13 + 4). H) Se ha obtenide aqui la matriy de orden 4. Pasumos a la siguicnte operacion [). i) EL vértice s pendiente con el valor minimo igual a 16 ex Qo). J) El vértice Oy: se ha obtenido con ayuda de la propiedad ps. P a K). K) En la célula (vz, x,) de la matriz expuesta en la fig. 6.6 4 disponemos so. Oblenemos una matriz que se muestra en ja fig. 6.7 @ A continuacion sustraemos 3 de todos los elementos de la fila x. Véanse en In fig. 676 los resultados. C) Para la matriz expuesta cn ka fig. 6.7 & caleutamos xt, a) = 2, yer = 0, yr, 44) = 0, ym, as) = 0, G3, 1) = 5, bes, aa) = OL ya, vs) = 0, 4 (44, an) = 2. Obtenemos © = 705, 41) y columnas en 1), el vértice Qs) tenemos una [rentera UNOS D) Construimos el vértice G21 Qu, al que corresponde la fronters: 16 + 5 = 21; _ E) Construimos el vértice Gor Qs;. Suprimimos fa fila x,y la columna xy. En Ja céluta (x1, x3) de Ja matriz expuesta en Ja fig. 6.7 & colocamos co, Yéase et resultado cn la lig. 6.7 ¢, VWI ee Teles ! oO oO o | 2] § all ° oO Q 2 c) a © Fig 6.7 F) Todas las filas y todas lay columnas de Ia matrig en la fig. 6.7 ¢ conticnen ceros G) Por consiguicate, para el vertice Qs, VQy ta fromtera es igual a 16, 10) Se ba obtenido la matis de orlen 4. Pasamos a 1). 1) El vérticg pendiente de valor minime igual a 16 es Qi MQs. }) Fl vértice Or. VQu se hat obtenide con ayuda de la propiedad pyy- Pasaros a C) C) Caleulamos y para todos los clementos nulos de la matriz expuesta en Ly lig. 6.7 ¢: yt, 2) = 2; yOu, wa) = OF plea, x1) = 05 42, t= OF 7, 1) = 0) yOu, x5) = 0) 7Os, 2) QO = 701%) = 2 D) Construimos ef vértive Qn NQuNQn cuya frontera es 18 (=16 + 2) 6) Construimos ef vértice G2) Gu Qsz. Suprimimos Ta fila ar ¥ ta columna ay de la watriz expuesta en la Hg. 6.7 ¢. Obtenemos una mately que se muestra en ta fig, 6.8 a. la célula (2, 3) colocamos el signa 9, F) En cada fila y en cada columna de In matriz expuesta co la Vig. 6.8 se comtienen ceros. _ G) La fronicra inferior para el vértice G21 Qs MO es igual a 26, I) Se ha obtenido una matriz de orden 3, Pasamos a 1). 472 Fig 6.8. 1) El vértice pendiente de valer minime 16 ¢s QWNBWAD). vérlice Op VOU Ais se ha obtenide gon ayuda de fa propiestad Piz. Por eso, pasames a C). C) Caleulamos y para trodes los elementos nulos de ta matris en la fig. 6.8 a: yt mi) = 25 yh, vd = 0; yer, Ox, Ash =U; ys. 4a) = @ = 40%, m1) = 2, wa) = 0; D) Construimos el vértice G21) Ou AV Qi M Oo, cuya Frontera sera igual a 18 (=16 + 2). E) Constcuimos el vértice O20 ON Oiz Oar. Suprimimos la fila xy y la columma x5 de la matriz en lu fig. 6.8 a: en la célula (4, 3) colacamos co, Obtenemos una matri¢ que se muestra en li fig. 6.8 b. B) fn Ja matriz de la fig. 6.8 coda tila y cada columna confiene cers G) La fromera para el vertive Gp AOUNO AEH ser igual a 16 Hi) Tenemos una matriz de orden 2, por eso pasamos a 1). I) El vértice pendiente de valor minim 16 es O25, Gi Ars. J) Este vértice se ha obtenido con ayuda de ki propiedad pay. Pasamas ac). C) Caleulamos 7 para los elementos nufos de la matriz en hat tig, Sp: Ua, Xe) = 8) 6X5, Ty) = 005 O = yOu, xs) = 00 D) Construimos el vertice C2, 219 G29 as, La Frontera para el es igual a oo. _ LE) Construimos el vértice G2) QnA Q2AQaM Gas, Suprimimes ta fila ay y la columns vs. Obfenemos una matriz que se muesia cn ba fig. 6.8 c. PF) Es obvio que en la matriz obtenida no se requiere ninguna sustraccién. G) La frontera inferior para cl vértice en E) es igual a 16 + O = 16. H) Tenemos la matriz de orden 1 con frontera minim: entre todas los vertices pendientes. Al agregar el arco (ys, 44), oblenemos el cantorne hamiltoniano buscado de valor 16: (a3, 41, 42, Au, Vs). La solucion hatlada se representa en las figs. 6.9 @ y 6: it % x El algerittia oblenda permite hatlar ta solucion det problema plantcado. Sin cnibargo, pueden exists otros confornos de Hamilton con ef imismo valor, Esto results de que ta eleccion de los vértices en algunos casos nO era tniveca. Tee aqua an ejemplo mits que ilustra ta aplicactdn del algoritine de Little para kt btisqueda en un grufo de 5 vértices det contorna hamiltoniano minine, sida matriz de valores esta representada en ta fig. 6.10 a. Cons- tiuyamos el bisarbol. A) De los elementos contenidos en las filas a1, 32, %. 4, Xs sustraemos respectivamente sus elementos minimes: 3, 0, 5, 3, 16, y, # continuacion, de la oitsiz obtenida (véase fig. 610 b) restamos de las columnas uw, v2, ua LL 2. 1, respectivamente (véase fry. 6.10 ¢). B) Calculamos In suma 3+ 04 543 6164142 +1531, Por consiguiente, para el vértice Q obtenemos la frontera inferior: b = 41. C) Pasamos al examen de todos los elementos nules de la matriz! rian, Xs) = 17) yO, ve) = Lh ye ve) = 1) yOu, vs) = 16; 4X5, 1) = 7, yO, X28) = 13) ys, 29) = 16; (xs, 24) = 1 Asi pues, @ = y(x1, Xs) = 17. Mp ty ey x, {ee |9r]47} 20] 2 x) 6] oli7} +] eo +, |26) 20| | 40] 4 x4} 25) 21/29) we] 9 as | 17] 18] 17] 18 | co 3 Vig 6.10. 174 | ni ] fone] fo.n2.) QMO AO) — [ABM O40 a,] Fie 6.11 2929.91, yO, | D) Expresamos ef vértice Qy« del bisdrbol euyn fronters ioferior es igual ay + 17 = 48 E) Expresamos el vértice Qi, que se define por ta propiedad pyy “el contormo hamiltoniane contiene ¢l ares (41, x5)". Suprimimos en la matric expuesta en Ja fig. 6.10 ¢ la primera fila y la quints columma, y en la celula (5, I) ponemos (véase fig. 6.12 a). F) Sustraigamas de (odes los elementos de las filas v2, an, Aa de fa matriz, obtenida, 1, 3, 16, respectivamente, y luego, de la primera columna sustraigamos ademas 5 (véase fig. 6.12 b). G) La suma de Jos elementos sustraides de las filas y colurmnas de la matriz en el punto antecedente es igual a 35. Por consiguiente, para el vér- tice Qis Ja frontera inferior es igual a 31 + 35 = 66. H) En la tltima ctapa se ha oblenido una matriz de cuarto orden. Por eso pasamos a la operacién siguicnte, non fi Be Be FF te} t x, | tl o]5lo x, | 20] ta] «| 35 x | 2| 0] «| 22 x, | 21 | 16] 25] co x, | 0,0] 9) x[[e]] 0] 0] eo x}a]olale Fig.6.12 a > Tigh. 1) BL vertice pendiente de hontera minima 48 es Qi. | J) LI vettice se ha obtenide con ayuda de la propiedad p.;, Pasamas a RK). RK) En da céhikt (1, 5) de lat viatviz expuesta en fa fig 6.10 ¢ colocumes co. Obtenemoes una matriz que se expane en ta ig. 6.13 @ A continuaciéa sustiaemos 17 de todos las cleingritos de la fila ay, Bl resultado esta representado en la fig. 6.13 b. C) Para ke matriz expuesta cm la fig. 13 & caleulamos: aN A) = OF te, DB Ga, i) = 182 ava, vs) = 16; ys, Ar) = Te pay gd = 95 plus vd = 16; gs, 24) = 0, HOS, Por auMpla, F-- ys, Xi) = 16. por To cual te hip@ta Ve D) Construimes el vértice Ors Osa, al cual cortesponde fa frontera in- ferior 48 + $6 = 64, oe E) Construimos el vértice Ois Qs. Suprimimos la quinta fila y la tercera columna en la matriz expuesta en la fig. 6.13 5, y en la célula (3, 5) colocamos co. El resultado se muestra en la fig. 6.13 ¢). F) De todos los elementos de la fila x3 sustraemos primero 13, y luego de la primera columna sustraemos 7 (véase fig. 6.13 a} G) La suma de los clementos sustraidos de las sy columnas en F) es igual a 13 + 7 = 20. Por consiguiente, para el vértice Qis 1 Qss tenemos la frontera igual a 48 + 20 = 68. H) Pasamos a 1). 1) El vértice pendiente Q1s Qs tiene el valor minimo de Ja frontera inferior. +) El vértice elegido correspondia, al construir ef bisérbol, a la pro- piedad 7s. El valor dentro de la célula (5, 3) en la matriz expuesta en [a fig. 6.13 & se sustituye por oo, y de todos los elementos de la columna x3 se testa el ntimero 16. El resullado sc muestra en Ja fig. 6.14 6). Pasamos aC). C) Para todos fos elementos nulos de la matriz en Ja fig. 6.14 5 calculamos: On, Xa) =H yO, 4) = 95 Oe, 45) = OS yl, x5) = 13; (May Xs) = 9) yes, WW) = Ti yO%s, 2) = 9 rs, 31) = 0. De aqui, © = ¥(%, xs) = 13. 2 D) Construimos el vértice Ors Or Gss, al cual corresponde la frontera inferior 64 4 13 = 77, E) Para construit el vértice Qis Oss 1Qus suprimimas Ja fila xy y la columna ws, Observemos gue aqui no hay necesidad de colocar = en la célula (5, 3), puesto que ella ya se encuentra allf. El resultado se muestra en la fig. 6.14 ¢. F) De todos los elementos de la fila x4 sustracmos cl ntimero 9 y obten- dremos una matriz expues(a en la fig. 6.14 d. G) Para el vértice Gis Qs1Qis tenemos una frontera inferior igual a 6449 = 73. H) Se ha obtenido la matriz de orden 4. Por eso pasamos a 1), J) Entre los vértices pendienies del bisdrbol ya construide el Qys tiene frontera inferior minima, J) Por cuanto el vértice clegicdo Qrs correspondia durante la construc- cién a Ja propiedad jis, pasamos a C). C) Para la matriz expuesta en la fig. 6.12 & calculamos: ys, a4) = OF OR, sy) = G yO, a2) = 25 yOu, x = 1 (M4, Xe) = OF yrs, V2) = OF ¥(¥s, ay) = 9. De aqui, @ = ylxs, x3) = 9. D) Construimos el vértice Q1s Qss, al cual corresponde fa frontera in- fecior 66 + 9 = 75. 12-013 177 Vipts E) Construimos el vértice (is Qa. Cou este Fa suprimimos ka fila xs ¥ In colunima xy en la matriz expuesta en In fig. 6.12 b, y colocamos eo en la cdhila (3, 1), puesto que li inclusion del arco (xy, 41) conduc) a la aparicidn del contorno xj, x5, 64, 1, que HO es hamilloniano. El resultado se presenta en la fig. G15 a. F) Todas las filas y columaas de la matriz expuesta en la fig. 6.15 @ conticnen ceros. G) Pos consiguiente, para el vértice QisQsi tenemos una frontera in- ferior igual a 66, H) Se ha obtenido la matriz de orden 3. Pasamos a 1) 1) Ed vértice pendiente de frontera inferior minima es O15 Qs3. J) El vértice Qis %Qsx se ha abtenido con ayuda de la propiedad pss Pasamos a C). 2 C) Caleulamos y para todos los clementos nulos de ky matriz expuesta en la fig. 6.15 a: ye, x1) = 23; yl, 2) = 22: yO, x) = yOu, 22) = 0. De aqui O = yl, a4) = 23. . D) Construimos el vérlice Qs AQ Q2s, cuya frontera inferior ¢s igual a 66 + 23 = 8. E) Consiruimos el vértice Qis. 0 Qu M Qaa. Suprimiinos en Ja matriz ¢x- puesta cn Ja fig. 6.15 @ la fila x2 y la columna xy, sustituyendo el valor cn Ja célula (4, 2) por oo. Obiencmos una matriz que se expone en la fig. 6.15 b. F) Cada fila y cada colutmna de ta matriz obtenida contiene ceros. G) La frontera inferior para el vértice Ois VQs31 Ou, es igual a 66. H) Se ha obtenido la matriz de orden 2. Pasamos a [). 1) La frontera inferior minima ta tiene ef veértice pendiente Os NOs AQr. J) El vértice Qis Mss O24 se ha obtenido con ayuda de Ja propiedad Pru. Por eso, pasamos a C). C) Calculamas : (x3, x2) = 0; y(ka, Ay) = 90. Quiere decir, 8 = yO, 2) = oO. = D) Construimos el vértice Ois YQs1 Qo Oro. La Frontera para dicho vértice es igual al infinito (co). ) Construimos el vértice Qis1Qs3M G24 Qs2. Suprimimos la fila +3 y la columna xz. Obtenemos la matriz expuesta en la fig. 6.15 c. 178 Fig.6.16. F) Es obvio que en fa matric obtenida no hay necesidad de sustraer nada, G) La frontera inferior para et vértice en B) es igual a 66 + 0 = 66, H) La matriz obtenida es de orden 1, y el vértice Qis Osa AQ Oya tiene una frontcra inferior minima entre todos los vértices pendientes del bisérbol. Agregando el arco (x4, x1), obtenemos el contorno hamiltonian buseado de longitud 66: (4, Xs, 44, 22, X41, 44). La solucién hallada esta representada en Ia fig. 6.16 a y by No es dificil nodificar el aigoritmo de Little para resolver los problemas referentes a la bdsqueda del cantorno hamiltoniano de valor maximo. No obstante, al cambiar un tanto las condiciones, reduzcamos el problema al tipo ya analizado. Agreguemos el sinibolo (— >} a tacos los pares de vértices (x, 04), para los cuales en el grafo G = (X, U) no hay arco (x, x,). Sea Joy] una matriz de valores del grafo G = (X, V), |X} = m. Construyamos una matriz nueva cuyos clementos los hullamos por Ja férmuta ej=C-—t (h f= 1, 2,..., ), donde C= te OP Apliquemos ahora a la matriz [cj el algoritmo de Little para determinar los contornos hamiltonianos minimos. La solucién minima obtenida nos ofrece la solucién maxima para la matriz |cyl. 6.3. METODOS HEURISTICOS Los métodos exactos de optimizacién mencionados mas arriba re- quieren, por regla general, unos cilculos muy volumimosos. Por cso, tiene gran importancia practica la creacion de métodos seacillos que aseguran la oblencién de solticiones, que som bastante préximas a fas éptimas. Los métodos que no preven la estimacién de la proximidad de las soluciones obtenidas a las dprimas suelen Uamarse Aeuristicos, Un método se Hama aproximado, si admxite Ja posibitidad de estimar la desviacién de una solus cidén de la 6ptima. Naturalmente, el método heuristico puede pasar al orden de aproximado tras un exitoso anilisis tedrico. 179 ize En los métodos heuristicos con mayor [recuencia se cmplea la llamada optimizacién focal, Sea un conjunto de combinaciones P = (a1, m2, ...) mv}; se plantea el problema de calcular ¢] minimo de la funcién #, definida en este conjun- to, y buscar las combinaciones sobre las cuales dicho minimo se alcanza. El método de optiniizacion local consiste en lo siguiente. Para cada combinacién +; € P definamos un conjunto Q, de combina- ciones que se Hamanin vecinas de x,. Fn el tenguaje de la teoria de los etafos esto signific Jo siguiente: a cada combinacion #, se le hace ¢o- reesponder cierto vértice del grafo G. Los vértices veeinos a, y 7 del gralo G s¢ unen con arco (i, /) (4; € Qi). Et grafo obtenido se denominard grafo de vecindad de las combinaciones. Ein ct grafo G puede haber una totalidad Z de sus vértices, en la cual F(x) = F(x), siempre que mi, 7 € Z, F(x) < F(x,), siempre que , a € Z; my ¥¢Z (i, JEU donde U ¢s el conjunto de arcos del grafo de vecindad, Tal conjunto Z se llama aislado. Este conjunto pucde estar compuesto, por supuesto, de un solo vértice, E! primer paso del acceso loca, del cual se trata aqui, consiste en que, al elegir una combinacion arbi(raria a, hallar para ella el grafo de vecin- dad, después de lo cual determinar cn este grate los valores de Gy) para cualquier aj € Qj. La segunda ctapa consiste en una operacién a la que se acestumbra Hamar descenso. Encontramos a, € Q: de tal manera que For.) = min FOr), ne, y si Fm) < FOr), pasamos a la combinacion 7. Procediendo de esia manera, Ilegaremos a un conjunto aiskido tras un niimero finito de pasos. Sin embargo, ya encontrandonos en un conjunto aisladd, no podemos estar seguros de que se ha alcanzado precisamente un extremo local (minimo, en el caso dado), y no el general. Por eso tenemos que continuar las “pruebas” tocales, Uno de los métodos de con- tinuacién de la busqueda puede ser la eleccién de una nueva combinacién admisible y Ja repeticién de la opcracién de descenso en cl antiguo grafo- de vecindad. Son posibles también otros métodos. Definamos, por ejemplo, una sucesién de grafas de vecindad G,, G2, .. . Gy (grafos de Ie, 2, . - .. s-vecindad), Después de cacr en G) sobre un conjunto aislado de vértices Z, pasamos al grafo Gz partiendo de un vértice arbitrario ; € Z. Si Z queda aislado también en Gz, pasamos a G3, etc. Si resulta posible el descenso del vértice ; al conjunto aislado Z,, entonces, al pasar a algiin vértice ny € Z;, volveremos al grafo G) y repeliremes el proceso, partiendo esta vez del vértice 7. En el procedimiento descrito hay muchas cosas indeterminadas. Sobre 180 todo no estd claro cémo se deben construir Jos grafos de vecindad y por qué dicha construccién es mejor que la eleccién alvatoria de las combina- ciones. La experiencia muestra, no obstante, que la obtencién de las com- binaciones vecinas es, a veces, mas facil que construir las sucesiones aleatorias. El analisis de un problema concreto lleva frecuentemente al método de determinacién de las combinaciones vecinas que asegura el descenso ¢ficaz hacia una solucién éptima 0, en todo caso, bastante buena. Veamos algunos ejemplos de determinacién de la vecindad. i. Si las combinaciones son simplemente permutaciones, entonces las combinaciones vecinas se definen como obtenidas por conmutacion de fos elementos préximos. Llamemos combinaciones |-vecinas aquellas que se ebtienen por conmutacién de dos elementos yvecinos; combinaciones 2-vecinas, aquellas que se obtienen por conmutacién de dos elemientos que ocupan los lugares pares @ impares, etc, Por ejemplo, una permutacién my, = (1, 2, 3, 4) ticne cuatro combinaciones I-vecinas: mz = (2, 1, 3, 4), 3, 2, 4), m4 = (1, 2, 4, 3) y ws = (4, 2, 3, 1) (los elementos 1 y 4 también se consideran vecines) y dos combinaciones 2-vecinas: x6 = (3, 2, 1, 4), a7 =, 4, 3, 2). Con tal definicidn las combinaciones 3-vecinas. y l-vecinas coinciden. En cl caso general, las combinaciones 2-vecinas se definen del modo. siguiente: m €s una combinacion 2-vecina para zy, si cxiste m tal que ay es una combinacion I-vecina para me, ¥ wa eS una Combinacién [-vecina para my. Andlogamente se in(roducen las combinaciones 3-vecinas, ete. 2. En los problemas 1 y 6 del § 6.1 se ha estuciado la cuestiédn sobre el nombramiento optimo y sobre la parada minima de una linea de montaje. En dichos problemas el valor de # estaba definide como max Fj para cada tramo del (ransportador. Los tramos, para Jos cuales Fj = max F; se Mamaran criticos. En tal cas@ resuita natural definir las combinaciones vecinas del modo siguiente: fa combinacién x, es |-vecina para m, si puede obtenerse de x; por conmutacién de dos operaciones, una de las cuales esta designada para cl tramo critico y la otra, no. Veamos, por ejemplo, el esquema del problema 6 (fig. 6.2) una vez mas, Para la solucidn R" = (1, 2, 3; 4, 5, 6 7, 8, 9) obtendremos: Fi = 21; F2 = 16 Fy = 21. Resulté ser critico et primer tramo. Las permuta- ciones son adimisibles solo entre las operaciones de los tramos primero y segundo. Tenemos: R= (1,2, 43, 5.6 7.8, % I =U, 2425.65 7, 8 9 IX Frais, Foe ld; P= 19; R= (1,3, 6: 2, 4, S78 OK 22 Ape: Fy ld; P= 22; R52,36 144.5; 78,9; Melk Pele; Pye td; P= 2b WW, M= Pal 20; En Ja solucién R? el primer tramo gucd6 critico pero el andlisis de las solu- ciones vecinas no mejora fa situacién, pues son adinisibles sdio las permuta- 181 ciones de los dos primeros tramos, mientras que cl segundo tramo tiene el tiempo de trabajo A = 18, préximo al tiempo critico F = 19. Para disminuir Fy, estudiemos las permutaciones admisibles de las operaciones destinadas para Jos tramos segundo y tercero. Se tienen dos permutaciones admisibles de las operaciones 6, 7 y de las 5, 7. Las combinaciones correspondicntes son: R= (13, 4; 2,5, 7689 A= is Ast A= 18) Fx 19; Re = (1, 3, 4; 2, 6, 5, 8, 9); 9 Fi = 16 =16 Fis En ambas soluciones, K* y R®, cl valor de 1, disminnyé, Realicemos la siguicnte etapa del desecnso, al tomar, por ejemplo, la solucion R*, Las soluciones vecinas de la misma son: R=023353467558 9 Mat hel H= 16; 21; R= (24:36 75,8 9) P= 1% Fy = 16; F = 18; R= (1, 3,6 2,4, 7; 5, 8,9) Fr = 22; Fy = 16; F = 22 Demostremos que la solucién R° es 6ptima. Con este fin veamos la aplicacién del método de ramificaciones y restricciones al problema 6b del § 6.1. Definames cl proceso de ramificaciones del modo siguiente. Supongamos predestinadas las operaciones para k tramos, es decir, estan definidos Ri, Ra, .» -. Re conjuntos. Llamemos cl coujunte Ry. admi: ible, si: 1) la designacién del conjunto de operaciones Ray 1 en el (K+ 1)-ésimo tsamo no perturba la sucesién del montaje; 2) 27 y < C (Ces Ta du- ikon racién prefijada del ciclo); 3) no existe un conjnato R* tal, que Reet < Re, que satisfaga las condiciones Fy 2. La estimacién desde abajo det mimero de tramos para cualquier subconjunto dc soluciones Licné la forma: ¢(Ri, Ry =k +4) s, donde RUA es el conjunto de operaciones por abora tee no desipnadas. ‘Yomemos en nucstro ejemplo C = 17. Para la designacién de las apera- ciones en el primer tramo hay cinco posibilidades: RE=(, 4, 7 eta = 1422 Ree, 2. 4h e(RI) = 1b Ri = (i, 3%; e(RY) = 14 RY = GB, 6); eRI) = 1+ Ri = (2, 9; elRip = b+ 182 Elegimos R7 = (1, 2, 4). Admitamos las siguicntes designaciones para el segundo tramo; RE= (3, 5: Th ORE RY = 2440 = 3 7 RY = (3, 6); RT, R= 24 12-32, 7 7 De aqui concluimos que para C = 17 no son suficientes tres tramos, lo que confirma el cardcter Sptimo de la solucién elegida R* del problema 6a. Ejercicla, Mucstrese que si C = 17, en el problema 6b es diptima ta designacién de as Opericiones para 4 tramos, Hiillense dichas designaciones, Veamos cémo se aplica la optimizacién local al problema de) viajante ade comercio. Tencthos un conjunto A = far, ..., a) de ciudades y la matriz de valores C = |e det traslade de una ciudad a a otra ciudad ay. En cada paso det algoritmo construiremos una ruta A, = (ai, --., a) a base del r-subconjunto de! conjuntio A; r= 1, 2, ..., 1. Ademas con- sideramos gue tiene lugar ef traslado de la ciudad @ a la ciudad k=1,2, 0.4.67 1, y de la ciudad a,,, a la aq. Tomamos para 5 = 1: Ay a) (la ruta consta de una etudad arbitrariamente elegida @,), Si A, esta construido, buscamos cn el siguiente paso la ciudad a € (44 \ A,) tal que efai, Ar) = min old, A-), donde con e(a, 1-} se cenota fa “distan- acid > Ady cia’ desde a hasta A,: ola, Ar) = min{ cy ||a;€ A,]. En este caso, si elai, 2) = Ci, para aj, €A,, cntonces se toma Ares = (dq, 2 Gy assy a}. El algoritmo construido se denomina algoritmo de inclusién de la ciudad mas préxima. w de ineisidn de ta ciudad mas présima puede ser Jo mediante un amunero de openicianes proporciodal na, Teorema 1. Supongamos que la (7 x 1)-matriz de valores C en el pro- blema del viajante de comercio es simétrica y satisface la desigualdad triangular: ca + ca 2 cg (A fe K = 1... sm). Entonces Val og lex, * donde /, es !a ruta prefijada por el algoritmo de inclusién de Ja ciudad mas proxima; ©, la ruta éptima; |f,| y |On]) son sus valores sumarios. Demostracién. Supongames que tas ciudades a, a2, .. 4 aq estan enumeradas de un modo tal que en el /-ésimo paso del algoritmo se Ic agrega a la ruta la ciudad a. Demostrarcmos el teorema estableciendo una correspondencia binnivoca cutre las ciucades a2, . . .. @ y todas las aristas ch On (a excepeién de la azisia mayor) de wn modo tal que cl valor de inchisién de Ja ciudad ag entre a y ap es decir, ce # Cy — Cy (para que el primer paso sea correcto, lamamos cy = 0), no sobrepase el valor duplicado de la arista en O,, que cortesponde a ay. Obtendremos en realidad una estimavién més fuerte que Ja indicada en la formulacién: [nl < 2On] — Vyaats Goncle fy, €8 1a arista de mayor fongitud en On. 183 Oe OOH Vig.6.17. Estudiemos en cada paso del algoritmo no sole Ja ruta corriente a, -+ a 1¢n, sino también algunas aristas adicionales de On (nae) Aue unen las ciudades ty 1, diez, 64, Gy con el itinerario corriente. En el primer paso cl itinerario consia de la ciudad a ¢ ineliye todas Jas aristas en O,, a excepcién de la |... (véase fig. 6.17). Supdngase que en el (kK — L-ésimo paso tenemos la mua ay (en la fig, 6.18 se indica con wna linea prue: olla ag, . ay de Con ayuda de las “pi istas dibujadas en linca no gruesa); una construccién de csta indole sc Hamara ardenea. Adimitamos que la ciudad wx. que ha de ser ineluida en fa ruta en ef k-ésimo paso, es Ja mas prdéxtina a la ciudad «@, pertenecicnte a la ruta (véase fig, 6.18). El valor de inclusion de a entre am y la siguiente ciudad a, cs igual a ce + Cam — Ch. Sea ay un punto de la ruta al cual se une Ja pierna gue incluye a, y sea (ay, a) la primera arista de dicha pierna (puede ser que a, = ax). Por cuanto a es una ciudad proxima a la ruta, tenemos ik S Cpe a Segtin la desigualdad triangular, tenemos CS Ome A Cark- (2) De (1) ¥ @) obtencmos th S Cin + eye Q) Al adicionar (1) y @G) y al hacer uso de la simetsia de la matriz C, obtenemos kb Chm & Caw & Bee. lo que cs equivalente a la desigualdad Lik A Chm ~ Chin S Wey es decir, la inelusién de dy entre a ¥ dm Cuesta 2y como maximo. Incluida ax, suprimimos la arista (a@,, a) de la configuracidn (la construccién sigue siendo ardcnea). A la ciudad ax se le hace corresponder ta arista (a, dy). Después que el algoritmo pasa por todas las ciudades a2, ..., dy, Se establece 1a correspondencia requerida entre (da... dal Y Ov S Ung be lo que demuestra e! teorema. Mostremos ahori que se tiene un problema del viajante de comercio con n ciudades (#1 > 6), para el cual el algoritmo de inclusidn de la ciudad mas préxima proporciona una ruta que es dos veces mayor que la 6ptima, Yeames la siguiente matriz de valores Co cy = qi = minU- i, a—f +d, es decir ey es la longitud de fa ruta mas corta de i aj, que va por las aristas del tipo (k, (k + 1 (mod #)). Para = 8, esta configuracién viene expuesta en Ja fig. 6.19. 184

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