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DIRECCION GENERAL DE CARRETERAS MOPU estado actual de la técnica MADRID 1981 M.0.P.U. - DIRECCION GENERAL DE CARRETERAS TERRAPLENES Y PEDRAPLENES Estado actual de la Técnica Ventura Escario Dr. Ingeniefo de Caminos, C. y P. M. S. Harvard Univ. ‘Subdirector del «Laboratorio de Carreteras y Geotecnia José Luis Escarion, del Contro de Estudios y Experimentacién de Obras Pablicas. MADRID, 1981 INDICE Pag. INTRODUCCION EL TERRENO DE CIMENTACION 2.1. Preparacién de la superficie de asiento 2.1.1. Desbroce del terreno e's: 2.1.2. Eliminacién de la tierra vegetal y escariticado 2.1.3, Terraplenes de poce altura 2.2. Terraplenes sobre suelos blandos 2.3. Terraplenes sobre laderas 2.3.1. Causas de desequilibrio 23.2. Medidas a adoptar 2.3.2.1, Espesores reducidos de materiales inestables 2.3.2.2, Espesores importantes de materiales inestables. 2.3.2.3, Muros y otras medidas 2.4, Transiciones de desmonte a terraplén MATERIALES 3.1. Clasificaciones generales de suelos y otros procedimientos clasicos de seleccién 3.2, Evoluci6n de los sistemas de clasificacion y seleccién 3.2.1. Clasiticacién francesa de suelos 3.3. Criterios generales para la utiizaci6n de materiales en la formacién de terraplenes y pedraplenes atest pce 3.4, Caracteristicas de fos materiales para la formacién del micleo y cimiento de terraplenes 3.4.1. _Limitaciones en las caracteristicas intrinsecas del material: 3.4.2, Limitaciones por razén de las dificultades de puesta en obra 3.4.2.1. Suelos con exceso de humedad. " 1" " 12 2 13 4 4 16 16 19 22 26 28 2B 31 33 35 88 8 39 3.6. 4y. 42, 43, 44, 48, Bit. 52. 63, 5.4, 3.4.2.2, Suelos muy secos 3.4.3, Limitaciones por razones de estabilidad y deformabilidad. Materiales para la coronacién de terraplenes 3.5.1. Criterios en diversas paises 2) Gran Bretaita 1) Estados Unidos ¢) Suiza a) Francia 3.6.2. Comentarios sobre las diversas tendencias existentes y su aplicacién en Espaiia a) Casos generales 5) Arcillas expansivas: Carecteristicas de los materiales pars la formacién de pedraplenes 3.6.1. Consideraciones generales 9.6.2. Rocas sanas e inalterables 3.6.3. Rocas blandas y evolutivas 4. PROYECTO DE TERRAPLENES ¥ PEDRAPLENES Consideraciones generales Casos normales 7 tte Terraplenes y pedraplenes sobre lacleras. Céleulos de estabilidad .. Terraplenes construides con suelos muy hiimedos ... Terraplenes y pedraplenes de gran altura CONSTRUCTION DE TERRAPLENES ¥ PEDRAPLENES Consideraciones generales Acondicionamiento de la humedad. 5.2.1. Criterios sobre la humedad de compactacién 6.2.2. Técnicas para la correccién de la humedad Extendido Compactaci 5.4.1. Consideraciones diversas 7 . 5.4.2. Criterios en diversos paises y recomendaciones para la ejecucién de la compactacién y control por «procedimiento» al Gran Bretafia BI Francia c} Estados Unidos Comentarios sobre ls aplicacién de fos diversos criterios en Espana 8 egg 5.4.4, Prescriaciones y control por producto terminado 93 5.4.4.1. Consideraciones generales 93. 5.4.4.2, Prescripciones y control por densidad 93 a) Prescripciones 93 b) Procedimientos 98 ¢) Frecuencia é interpretacién de los ensayos 98 5.4.4.3. Prescripciones y control por ensayos de carga 100 §.4.4.3.1. Ensayos de placa de carga 100 5.4.4.3,2, Ensayo de la huella (método suizo) 108 5.4.6. Secciones de ensayo m 5.4.6. Homogeneided ? m2 6. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 14 ANEJO |,—Extracto de las Recomendaciones Francesas para la compactacién de! Ndcleo y Coronacion de Terraplenes i 128 1. INTRODUCCION La construccién de terraplenes y pedraplenes ha pasado durante los iltimos decenios por una serie de fases que, atin a riesgo de caer en un exceso de sintesis, puede ser til agrupar en tres eta pas, Hace medio siglo, précticamente todo valia para formar un relleno de una carretera o fetrocartil Y, casi también se puede decir, que cualquier procedimiento era admitido con tal de que fuera ca- paz de contribuir a conseguir el volumen proyectado. Los terraplenes, antes de construir el firme, se dejaba que se hicieran cafiejos» con el agua y el tiempo, pues, si se aplicaba algin tipo de com- actacién, era més nominal que efectivo. Cuando la Mecénica de! Suelo empez6 a desarrollarse, se despert6 en el ingenioro la conciencia de que los suelos eran materiales que, como los dems, podian comportarse de manera muy diver- ‘sa segiin su naturaleza y tratamiento. Como consecuencia, a medida que se fueron ampliando los conocimientos en la nueva ciencia, empezaron a establecerse una serie de limitaciones en cuanto a los materiales a emplear y de condiciones en cuanto a los procedimientos de ejecucién. Evidente- mente los resultados fueron espectaculares, pues pasamos, de aquella situacién en que resultaba preferible circular por una carretera vieja que por una de nueva construccién, a poder disfrutar de la suave rodadura de los firmes nuevos nada mas quedar abiertos al tréfico. Durante esta segunda etepa se fueron desarrollando los poderosos medios de excavacién, transporte y compactacién que hoy dia se emplean y que permiten tallar enormes desmontes y Construir terraplenes hasta del orden de los 100 metros de altura, como si se tratara de grandes pre- sas. Progresivamente se fue plenteando el interrogante de si le calidad de la obra no se estaba ase- gurando a un coste excesivo, a base de establecer unas especificaciones a veces demasiado estric tas en cuanto a los materiales a utilizar y las técnicas a seguir. Como respuesta se ha ido estructurando la postura actual en muchos paises, que tiende a redu- cir las limitaciones absolutas, para trater de aprovechar mas racionalmente los materiales dispo: nibles. Para ello, a veces sera suficiente distribuirlos adecuadamente segiin las funciones que debe cumplir cada zona del relleno y aprovechar el enorme potencial de la maquinaria moderna y de las. nuevas técnicas desarrolladas. Una mentalizacion de este tipo no excluye naturalmente la posible necesidad de, en ciertos casos, prescindir totalmente de determinados productos de excavacion. Esta actitud mas flexible, al suprimir algunas de las normas demasiado restrictivas y dar una ma- yor libertad de accién, exige, sin embargo en el ingeniero un conocimiento més profundo de los materiales y procedimientos constructivos para garantizar la debida calidad de la cbra. Debe por tanto tomarse como un reto y no como una facilidad. Otto factor que esi mismo est’ influyendo hoy dia, tanto en el proyecto como incluso en la téc nica de construccién de carreteras, es la creciente preocupacién en el mundo por la conservacién del medio ambiente. La cada vez menor posibilidad de utilizacién de zones para vertedero, al me: nos en determinadas regiones, recomienda por ello con frecuencia aprovechar al maximo posible los materiales disponibles. La proteccién de las aguas de los cauces exige tomar medidas contre le erosion y contaminacién de todo tipo, La estética de la carretera es un aspecto que cada ver se tiene més en cuenta, obligando igualmente a controler la erosion, a efectuar plantaciones, tender los taludes en determinados puntos mas de Jo estrictamente requerido por razones de estabitidad, etostera. En este trabajo se trata de exponer el estado actual de los conocimientos en las técnicas de pro- yecto, construccién y control de explanaciones, tanto en Espafia como en el extranjero, sin la pre~ tension de llegar a ser exhaustivos, Por el contrario, se han recogido en general solamente fos pun tos de vista que se han considerado mas caracteristicos y autorizados, atin a riesgo de olvidar otros que también pudieran ser de valor, para, convenientemente ordenados y comentados, poder ofre- cer al ingeniero los elementos de juicio que consideramos de interés para que pueda tomar deci- siones en sus proyectos y obras. 2, ELTERRENO DE CIMENTACION Como en casi todas las obras de ingenieria y aunque en este caso se trate de obras de tierra, es la cimentacién uno de los factores que puede originar mayores dificultades en el comportamiento de una carretera, dificultades generalmente aun de mas importancia que las que puedan derivar se de la utilizacién de un material inadecuado o de su imperfecta colocacién. ‘Son muy conocidos los problemas de asientos diferenciales e incluso hundimientos que pueden producirse al construir terraplenes sobre depésitos’de turbas o arcillas blandas. Muy tipica es tam bién la problematica a que puede dar lugar la construccion en laderas més o menos inestables, que 1a veces conduce a deslizamientos completos y otras al menos a reptaciones que originan perma nentemente deformaciones en la superficie de la calzada, Estos y otros temas serdn el objeto de este epigrafe, comenzando con lo que pudiera llamarse el tratamiento minimo a la superficie de asiento, es decir, el desbroce, eliminacién de la tierra vegetal yescarificado. 2.1. Preparacién dela superficie de asiento 2.1.1. Desbroce del terreno En las superficies de asiento de los rellenos hay que suprimir los arboles, plantas, malezas, bro- za, maderas caldas, escombros, basura y cualquier otro material que se juzgue pueda intluir desta: vorablemente en el comportamiento del tetraplén o pedraplén. ‘Suole ser practica habitual extraer los tocones y raices. Sin embargo, teniendo en cuenta el ele vado coste de estas operaciones y la necesidad de transportar los productos extraidos a vertedero, que en algunas zones son cada vez mas escasos, se tiende a suavizar esta actitud, cuando van a quedar a suficiente profundidad. A titulo de orientacién, los érboles pueden cortarse dentro de los 86 10 cm de la superficie del terreno y dejar los tocones en su sitio, sila altura del terraplén es supe: rior a 1,50 a 1,80 m (HRB, 1971). Las normas americanas de la Federal Higway Administration PF-74 (1974) establecen una profundidad minima de 0,90 m desde la explanada o talud para no te- ner que extraer los tocones no perturbados. Cuando sea preciso arrancarlos, los huecos correspon: dientes deberan rellenarse y compactarse debidamente. Un criterio andlogo podré aplicarse cuan- do se trate de otros productos no perecederos y que pueda estimarse no perjudicaran ls estabilidad yel comportamiento de los rellenos a construir " 2.1.2. Eliminaci6n de ia tierra vegetal y escarificado, En general se eliminaré la capa de tlerra vegetal y se procederd a su almacenamiento en condi ciones adecuadas para evitar su deterioro para su posterior utiizacion donde se precise. Sin embargo, puede evitarse su eliminacién en terraplenes de mediana y gran altura, cuando su espesor sea reducido, de forma que los asientos a que pueda dar lugar sean pequefios con relacion a los totals del relleno y siempre que su presencia no pueda implicar un riesgo como eventual su- perficie de deslizamiento. Ademas, debe tenerse en cuenta que su conservacién sobre terrenos blandos puede mejorar la taficabilidad y condiciones de colocacién de las primeras capas de relle~ no. Independientemente de que sea necesaria 0 no la eliminacién de la tierra vegetal desde el punto de vista de la calidad de la obra, podré imponerse su extraccién y almacenamiento para su posterior utilizaci6n en otros lugares. A estos efectos debe tenerse en cuenta que la tierra vegetal es produc- to precioso que no se multiplica, Es el soporte de la vegetacién y debe ser tratada con todo cuida- do, tanto en las obras como en los depésitos de almacenamiento, Las instrucciones de diferentes, paises hacen alusion de maners mas o menos detallada a este aspecto, siendo de destacar la suiza (VSS, 1975) que dice lo siguiente: «La tierra vegetal se diferencia del suelo bruto por un color més oscuro que varia segiin el contenido en humus. Es ol centro de una vida microbiana intensa. La ra vegetal que no se utiliza inmediatamente debe almacenarse en emplazamientos adecuados y en ningtin caso en depresiones de terreno. Los depésitos deberan ejecutarse utlizando maquinaria que no compacte el material, que a su vez deber encontrarse lo més seco posible, La compacta cin y una humedad excesiva provocan una falta de oxigeno en la tierra vegetal. La altura maxima de estos almacenamientos seré de 5 metros cuando hayan de ser de corta duracién (un periodo de vegetacion} y de 3 metros cuando la duracién haya de ser mayor.» ‘Ademés de la eventual giiminacién de la tierra vegetal, cuele ser necesario escaniticar y recom- ppactar el terreno en una profundidad de unos 15 6 20 cm, segiin las condiciones en que se en: ‘uentre, la altura del terraplén y Ia posible influencia en las condiciones de estabilidad de la obra y sus asientos totales. Las operaciones de desbroce y escarificado dejan la superficie del terreno facilmente ero- sionable por los agentes atmosféricas. Par ese motivo, estos trabajos no deberan llevarse a cabo hasta el momento y en las condiciones oportunas para reducir a un minimo ei tiempo de exposi- cién. 2.1.3. Terraplenes de poca altura En las secciones en terrapién de poca altura se hace més sensible la influencia del terreno natu- ral y por ello podrd ser necesaria una excavacién adicional para la construccién de la explanacién; de esta forma se evitaran transiciones eventuales de desmonte a terraplén y se dard uniformidad al terreno de apoyo. Generalmente es recomendable disponer un espesor minimo de relleno préximo a1,0metro. A efectos de la distribucién en profundided de estos minimos recomendables, debe tenerse en cuenta que, cuando exista la posibilidad de variar algo las rasantes, conviene mantenerlas lo més, altas que sea posible por encima del terreno natural para majorar las condiciones de drenaje. 12 | | | i | | | 2.2, Terraplenes sobre suelos blandos En algunas regiones el trazado de la carretera puede extenderse sobre depésitos de suelos blan- dos, tales como turbas, arcillas 0 limos. La solucion a adoptar puede consistir en construir sobre tales depésitos 0 proceder a su elimina cidn, Ello dependerd esencialmente del espesor y caracteristicas de los mismos, que deberén determinarse mediante un reconocimiento geotéenico apropiado, La soluci6n de eliminacién de los depésitos, cuando sea viable, es la més segura; pero habré ‘que toner en cuenta la posicién del nivel fredtico para estimar las dificultades durante la excavacién yy que todo el material que se excave hay que sustituirlo después. Por otra parte, la excavacién no tiene por qué extendorse necesariamente a toda la anchura del terraplén incluidos sus taludes y correspondiente prolongacién, aunque ello fuera lo més seguro. Por ejemplo, en el caso de depésitos de poca profundidad (1 6 2 metros) y caracteristicas no exce- sivamente malas, puede adoptarse la soluci6n de excavar solamente la anchura correspondiente a la calzada y arcenes, proyectada sobre el terreno firme con un talud hipotetico fuerte (por ejemplo, de 1:1). Existen otras posibles combinaciones que dependen de las condiciones particulares'de! caso. No es facil far a priori a partir de qué espesor de sedimentos blandos resulta econdmica su eli- minacién, pues ello depende de muchos factores, entre los que hemos enumerado algunos. De manera genérica, sin embargo, puede ser ventajoso este tipo de solucién cuando los espesores a excavar no pasan de 5 a 6 metros (HRB, 1971). La eliminacion de los materiales por desplazamiento es una técnica que también se ha emple- ado en miiltiples ocasiones cuando los depésitos son muy blandos. E! procedimiento, sin embargo, tiene el inconveniente de conducir a resultados inciertos, porque nunca se tiene la seguridad de ha ber suprimido totalmente el material blando y cabe siempre la posibilidad de que quede alguna bol- sada. Generalmente el desplazamiento se produce por la fuerza originada por el peso del terraplén, ue a veces se complementa con la utiizacién de explosivos. Cuando se recurre a soluciones de es- te tipo hay que llevar una supervision muy culdadosa, completada en todo caso por la ejecucién de sondeos para controlar la posible formacién de bolsadas. Para construir los terraplenes sobre depésitos blandos hay que hacer un estudio geotécnico de- tallado de estabilidad y asientos, as{ como llevar un control durante la construccién que se salon fuera del tema de este trabajo. Alhacor el estudio comparativo de las dos soluciones citadas, deberdn tenerse en cuenta tam: bién las precauciones que sera preciso adoptar con las obres de fabrica, en caso de recurrir ala dt ma mencionada. Si se cimentan en terreno firme dan lugar a movimientos diferenciales respecto a Jos rellenos, y los elementos de cimentacién como los pilotes pueden quedar sometidos a efectos ‘come la friceién negativa y los empujes laterales que encarecen la obra. Por ello a veces se recurre a soluciones flotantes cuando resultan viables. 13 23. Terraplenes sobre laderas 2.3.1. Causas de desequilibrio. Las obras sobre laderas son en general temidas por el ingeniero, especialmente las de desarrollo lineal como son las carreteras. La razén estriba en que, con frecuencia, las laderes se encuentran ‘en equilibrio estricto y, alin en el caso en que no hayan llegado a tal extremo, al alterar sus caracteristicas pueden introducirse importantes factores de desestabilizaci6n del equilibrio de ma as y variaciones en las condiciones de drenaje, La modificacién de las condiciones de equilibrio por la nueva distribucién de masas es evidente y puede velorarse, por lo menos aproximadamente, para prover cuales serin sus efectos, aunque a veces se encontraran pars ello dificultades (epig. 4.3) En cuanto al drenaje, se suele ver afectado por las obras tanto el superficial como el profundo. Una zona donde, por ejemplo, se acumularé agua con facilidad, si no se trata debidamente, es la nién del faldén superior del terrapién con la iadera {fig. 1). Como consecuencia, puede provocarse incluso la formacién de un nivel freatico en el cuerpo del relleno, aunque s6io sea temporalmenie. Aun suponiendo que el dronaje superficial elimine rapidamente todo el agua de escorrentia, hay que tener en cuenta que es frecuente afluyani aguas hacia la ladera, pudiendo aparecer afloramien= ‘tos on determinados puntos (fig. 1). Pues bien, el terraplén construido constituye una especie de enorme manto de impermeabilizacién que impide o al menos dificulta la satida del agua. Come con secuencia, se pueden originar subpresiones y formarse un nivel freatico relativamente alto en el mismo, Figuta1,~Posbles fuentes de alimentacin cle agua al cuotpo do un tereplén No hay que olvidar tampoco que el empotramiento que es frecuente hacer en las laderas, ya sea len forma de escalonamiento o de cualquier otro modo, puede cortar el flujo de agua subterranca, que a veces discurre por las capas meteorizadas intermedias paralelamente al talud, a menos que se adopten las disposiciones oportunas a que se haré referencia més adelante, 4 Por Gitimo, mencionaremos también el hecho de que la carga introducida por el peso det terraplén tiende a cerrar las diaclasas en las rocas y a disminuir el indice de poros en los suelos, con la correspondiente disminucién de la permeabilidad. 2.3.2, Medidas a adoptar Pueden darse una gran diversidad de casos en la estructura y caracteristicas de las laderas. Nos tendremos que limitar por tanto a exponer algunas condiciones y soluciones de tipo genérico que sirvan como orientacién para resolver la situacion particular que pueda presentarse. En todas ellas un drenaje superficial adecuado, eliminando eficazmente el agua de escorrentia y sellando grietas y otras fuentes de filtracién que puedan existir, se considerara esencial y por tanto no volveremos a insistir en el mismo 2.3.2.1, Espesores reducidos de materiales inestables Es muy frecuente, el caso de una ladera en roca u otro material firme recubierta por un coluvi6n © simplemente por los productos de meteorizacién de la misma roca. Si el coluvién o material problemético no tiene mucho espesor (por ejemplo, menos del orden de 6 metros) y sus caracteristicas de estabilidad son muy dudosas o se supone que puede dar lugar @ deformaciones importantes, lo més recomendable suele ger ellminarlo y apoyar la base del terraplén en terreno mas firme. Es practica muy extendida escalonar la superficie del terreno firme o roca, si su pendiente nor- malmente al eje de la carretera es mas fuerte que ol 2 (H) : 1 (V} [FHWA, 1974). En otros sitios se recutre a criterias mas conservadores recomendando el escalonamiento en cuanto ia pendiente es superior a4 (H): 1(V) 66(H}: 1 (V) (HRB, 1971). Naturalmente, la decision a adopter depende de las condiciones de estabilidad previstas para la obra. Las banquetas deben de interceptar si es posible la zona meteorizada o de transicién de la roca y quedar apoyadas en horizontes que se consideren suficientamente firmes, En cuanto a su anchu- ra, debe ser tal que la maquinaria pueda trabajar ampliamente en ellas, siendo preferiblo en este as pecto pasarse que quedarse corto. Cuando se advierta la presencia de agua, se deberd dejar perfectamente drenado el contacto del terreplén con la superficie de apoyo. Para ello la mas elemental de las medidas puede consistir ‘en colocar un dren longitudinal en el borde superior de dicho contacto, segtin se indica en la figu: ra 2, Esto, sin embargo, puede no ser suficiente, por lo menos cuando la base del terraplén sea bastante ancha, pues si bien se corta el flujo relativamente superficial, pueden aflorar aguas més hacia el centro, Por ello, cuando se dispongan banquetas puede ser conveniente poner uno o mas drenes en cada escalén intermedio, segun se indica en las figuras 3 y 4, Dependiendo de fas cir- cunstancias coneretas de que se trate, sera recomendable 0 nacesario incluso cubrir todo el con tacto escelonado 0 no con un manto continuo permeable, Pero el espesor de esta capa drenante no sera inferior a 0,30 m y deberd estar protegida contra los arrastres y penetracion por presion de Jos materiales circundantes; dems podré ser necesario interponer en elias tuberias porosas cuan: do los caudales lo justifiquen 8 Otra solucién més econdmica puede ser del tipo de las seffaladas esquemédticamente en la figu- a5, donde se disponen zonas drenantes on forma de mantos 0 drenes en espina en las partes don: de se ve que efectivamente aflora el agua, uniendo despues cada una de estas captaciones a una 0 Figura 2.--Dron longitudinal de intercoptaci6n do aguas. varias salidas comunes. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, al aplicar este tipo de solucién, que: la construccién del terraplén puede alterar la distribucién de los puntos de salida de agua sustancial- mente. Asi mismo, las banquets con sus dientes de sierra, al cortar precisamente la zona meteori- zada, pueden interceptar con el relleno posterior las capas més permeables por donde anteriormen- te citculaba el agua, provocando una imprevista distribucion de flujos. 7 DREN LONGITUDINAL posieies onencs ADICIONALES DeRRUBIOS Y ZONA Muy MeTEORIZAOS RELATIVAMENTE FIRME Figura 3.—Abaneslamiantoy ronsje. 16 Los drenes de pie del tipo de los empleados en presas de tierra (fig. 6) son a veces muy eficaces. Por un lado sirven para rebajer los niveles freaticos en el cuerpo del terraplén y evitar los arrastres y reblandecimientos de su parte inferior, que con frecuencia son el origen de muchos meles. Por otra : Tacoae ' l 1 1 j Figuia4.—Disposicin de drenajes en banquetas en la -74, Indiana, coma correclén de un covrimientottomada de Braga y 2eiger, 1978), parte, si el material que los constituye tiene una resistencia a esfuerzo cortante importante (piedra gruesa con proteccién contra arrastres, por ejemplo} y se dejan bien asentados sobre el terreno fi ‘me, constituyen de por si elementos que oponen una resistencia considerable contra destiza tos de pie, Foren oe sauton \ Figura 8.—Digposieién en plants de drensjee on ol contact entra un teraplén vol terreno natural a En todos os tipos de obras de drenaje una cosa que hay que tener muy en cuenta es que no hay nada més peligroso que un dren taponado o que no desagle por cualquier otro motivo; entonces: constituye una zona de captacién y posiblemente un colchén permanente de ague, otiginando inestabilidad en lugar de contribuir @ resolver el problema. Por ello no sélo deben protegerse dabi- ‘damente contra jos arrastres, sino que en fo posible deben de apoyarse en terreno firme. En caso. de que por alguna circunstancia no pueda alcanzarse el terreno estable, deberén de instalarse con pendientes mas bien exageradas, para que los posibles asientos o distorsiones no impiden su pos terior dosagiie 2) DREN EN TERRAPLEN NUEVO >) OREN PARA PROTECCION CONTRA ARRASTRES Y REBLANDECIMIENTOS DE PIE DE TERRAPLEN CONSTRUIDO 1 do pie do trraplones, 18 2.3.2.2. Espesores importantes de materiales inestables Sie! coluvién o material inestable que yace sobre el terreno firme tiene un espesor considerable 0 8u excavacién puede ocasionar movimientos de la ladera, puede ser necesario dejarlo en su sitio y construir el terraplén encima, aumentando las condiciones de seguridad por otros procedimientos, Le mayor parte de las soluciones que aqui se mencionan son también aplicables al caso de laderas en suelos homogéneos que pierden su estabilidad al intraducir el paso del nuevo terraplén. En estos casos se debe empezar por hacer un estudio detenido de la estabilidad del conjunto te. rraplén-terreno inestable, Las soluciones @ arbitrar podrén ser de diferentes tipos. Unas consistiran en procurar un equilibrio entre las masas estabilizadoras y voleadoras, haciendo una adecuada Aistribucién de las mismas. Este sistema, que puede ser el més sencillo, muchas veces tropieza con dificultades de tipo préctico por limitaciones en las exproplaciones, invasion de agua, etc. Con frecuencia los fendmenos de inestabilidad van asociados a la presencia de agua y [a instala. cin de un drenaje eficaz puede sor detinitiva para solucionar el problema. Los dos tipos de soluciones citadas van muchas veces cambinados con otras, como la cons- truccién de muros més o menos flexibles, que se mencionarén en el apartado 2.3.2.3. a) Zanjas transversales de reconocimiento y drenaje, Ocurte er no pocas ocasiones que el Teconocimiento geotécnico no ha definido suticientemente la masa de terreno de apoyo que puede crear problemas. Este suele ser especialmente el caso cuando ee trata de coluviones con bolos y ro- cas meteorizadas donde los ensayos de penetiacién y la toma de muestras resulta muy diffcil. Por ello suele ser préctico, una vez adjudicada la obra, empezar por excavar zanjas transversales a la carretera hasta aleanzar la roca 0 la mayor profundidad posible; esto es normalmente sencillo, pues. tentonces ya se dispone de maquinaria para hacer trabajos de este tipo. Estas zanjas, ademés de po: er servir para determinar la profundidad de la roca, permiten inspeccionar directamente el material ¥, haciendo varies a distancias convenientes, defini el terreno en toda la zona atectade. Una vez cumplida su primora mision de reconocimiento, cualquiera que sea le solucién que definitivamente se adopte, servirén por lo menos como drenes transversales rellenéndolas convenientemente, Es Probable, ademas. que puedan utiizarse como desagiies de las zanjas longitudinales a que se- guidamente pasamos a referirnos, b) Zanjas longitudinales. Una solucidn que puede ser eficaz y se ha utilizado en muchas oca. siones consiste en excavar una zanja longitudinal, generalmente hasta ol terreno firme, Se rellena de material permeable convenientemente protegido contra los arrastres, o bien como el resto del terrapién, intercalando una capa de filtro segiin se indica en la figura 7. Normelmente, se coloca un colector poroso que se desagua a distancias convenientes mediante zanjas transversales con sus correspondientes tuberias. Estas zanjas longitudinales pueden ocupar tode la base del terraplén, en cuyo caso se trata real: mente de una excavacién total del cimiento con sus correspondientes dispositivos de drenaje. Otras veces se sittian en la zona del pie y entonces, si llegan hasta terreno firme, tienen en el fondo luna anchura de cierta importencia y se rellenan de un material resistente (escollere o materiales granulares), ademas de su funcién drenante pueden cumplir también un papel puramente resisten. te contra deslizamientos a través del cimiento. 19 El problema con este tipo de solucién puede residir en su ejecucion, ya que hay que evitar se mueva la ladera, sobre todo si un parte va a servir de cimiento al resto del terraplén, lo que puede hacerla muy costosa. Se comprende, sin embargo, que puede admitir muchas variantes segin las condiciones particulares del caso de que se trate. Figura .—Zanie ongitusnal de drenae, ¢}_Drenes horizontales. Los drenes horizontales fueron desarroliados en California en 1939 y desde entonces han experimentado una gran difusion, por constituir una solucién sumamente préctica y casi Unica en muchas ocasiones. Ademés, eliminan todos los riesgos y el elevado coste de construccién de las galerias de drenaje, que pueden considerarse sus predacesoras y que atin hoy dia resulta necesario utilizar en algunas ocasiones, Consisten en tuberias perforadas de 4 a 6 cm de diémetro colocadas en taladros inclinados del 3 ‘21 20% para dar salida al agua por gravedad. La distancia entre ellas depende de las condiciones el terreno, siendo normalmente del orden de los 10 m o menos en horizontal; en terrenos desfavo- rables puede llegarse hasta unos 3 6 4 m. La longitud maxima puede ser superior a fos 60 metros, habiéndose llegado en algunos casos hasta los 200 metros (Macau, 1960) Las tuberias pueden ser metilicas o de plastico con perforaciones. Para disminuit el peligro de arrastres deben recubrirse antes de su intreducciin con un texiilfiltrante tejido 0 no tejido, de fos que actualmente se encuentran en el mercado 0 recurriendo a cualquier otro procedimiento ade- ‘cuado. Para evitar el crecimiento de raices, debe colocarse tuberia sin perforaciones en los iltimos 6 metros de salida. De tadas formas daben limpiarse periddicamente cada 3 a 10 afios (Smith et al 1957) con elementos especiales pars ello. Con este tipo de solucién, que ya puede considerarse clésica, se perforan drenes a través del ci- miento, como se indica en la figura 8. También pueden colocarse sobre ol nivel de la carretera & incluso en la masa de! terraplén cuando el nivel fredtico esté algo elevado en el mismo. En este caso en principio convendria llegar con los drenes hasta la ladera. Sin embargo, debe tenorse en cuenta 20 que, si se producen desplazamientos diferenciales entre la mesa del relleno y et terreno natural, los drenes pueden partitse; los efectos serian entonces contraproducentes, ya que harfan la funcién de inyectar agua del terreno natural en el terraplén; por eso cuando sea posible deben colocarse dinica- mente en el terreno natural (Bragg y Zeigler, 1975) ~ Figura. —Drenes horizontals ocalilornins. d} Elementos drenantes verticales y horizontales. A veces sucede que el agua discurre por capas mas 0 menos horizontales intercaladas en el terreno. Tanto en este caso como en otros muchos que a veces se presentan, la disposicién de elementos drenantes tanto verticales como ho: rizontales suele ser muy conveniente. Para ello se puede recurrir a construir pozos en los lugares apropiados (fig. 9), que se retlenan de material permeable con le adecuada proteccién contra arrastres, y dar salida al egua mediante drenes horizontales perforados desde un lugar accesible. El problema consiste en acertar con ta perforacién horizontal al pozo, lo que puede resultar diffcil a distancias mayores de 20.6 30 m., ya que los sondeos tienden a desviarse tanto vertical como horizontalmente. Puede procederse a la in- Figura 9.—Pozos fitrantes convetados con drenes calfornanos. an versa, haciendo primero la perforacién horizontal y después el pozo en el lugar donde ha terminado la misma, Para ello existen hoy dia en el mercado inclinometros que son capaces de reproducir las desviaciones tanto en sentido vertical como horizontal; desconocemos, sin embargo, si los resulta- dos son satisfactorios por la gran novedad de los mismos. En zonas inestables puede ser muy conveniente emplear pilotes como elementos drenantes ver- ticales por su facilidad y seguridad de ejecucién. El problema es su reducido diémetro para alcan zarlos con los sondeos horizontales. Por ello, el autor, ha propuesto en alguna ocasién efectuar grupos de 3, 0 mas pilotes que se den «sdmbra» en la direccion en que se va a efectuar la p ci6n. De esta forma se acertaré con alguno de ellos por lo menos. En California (Bragg, G. H. y Zeigler, T. W., 1975) se construyen pantallas de pilotes drenantes de 0,90 m de didmetro separados 1,50 m entre centros, interconectados por su base ensanchada y rellenos de material permeable. La interconexién se ha llegado en algin caso incluso a hacer a ma- no, Las pantallas drenantes asi construidas se desaguan mediante drenes horizontales (uno cada 10 pozos como media) apuntando a las bases ensanchadas; segiin parece la operacion se ha efec- tuado con éxito hasta distancias de unos 200 m. Un procedimiento que se ha desarrollado también en Espafia (fig. 10) consiste on la ejecucién de pantallas continuas drenantes. Se utiliza la misma maquinaria que para las de hormigén, pero se hace el relleno con grava sin finos. El «cake» de bentonita que tapiza las paredes impermeabilizan- dolas, se elimina dejando unas tuberfas colocadas verticalmente en la grava y haciendo un lavado or citculacién de defloculantes adecuados. La salida al agua de drenaje se da lateralmente al llegar @ zonas bajas del terreno o por galerias o drenes horizontales. El problema que pudiera presentar este sistema estriba en la incégnita de su permanencia en el tiempo si se producen arrastres, ya que 1no se disponen elementos de proteccién contra los mismos generalmente. 2.3.2.3. Muros y otras medidas La construccién de muros se sale fuera del tema que se pretende recoger en este trabajo. Sin ‘embargo la descripcién de posibles medidas a adoptar quedaria incompleta sino hiciéramos por lo menos una breve referencia a los mismos, La aplicacién de muros en carroteras se ha venido haciendo desde los origenes de su construc: ci6n. Generelmente, sin embargo, habia de contarse con un cimiento firme, ya que se trataba de elementos de contencién normalmente rigidos. En los iltimos afios, se han desarrollado nuevos ti os de muros que admiten grandes deformaciones y que son, por tanto, muy adaptables aunque las condiciones de deformacién del terreno sean desfevorables. Los tres tipos principales son los de tierra armada, los de gaviones y los celulares (crib walls), de los que se pueden ver unas aplica: ciones en las figuras 11 y 12. Estos muros por su gran flexibilidad, especialmente los de los dos pri 'meros tipos, constituyen auténticas prolongaciones de los terraplenes o pedraplenes, ya que su masa esté esencialmente constituida por materiales sueltos, aunque hayan de cumplir unas determinadas condiciones de calidad, Su funcién genérica es equivalente a arbitrar un procedi- miento capaz de permitir la construccién de taludes medios mas escarpados. Por ello no debe per: dorse de vista que, aunque su estructura interna sea suficientemente resistente y puedan adaptarse ‘a movimientos importantes, es preciso comprobar que el conjunto de la ladera es estable si no es: tan cimentados en terreno firme. INPOSTA MURO 8-4 AUTOPISTA BARCELONA — LE PERTHUS TRAMO LA JUNQUERA-LE PERTHUS. CALZADA MURO M-4 673 PARAMENTO DE ‘TIERRA ARMADA BANQUETA Figure 1. Muroso 24 TERRENO NATURAL coneranas Figura 12.~Muco celular (cerib wot) (Bowl, 1968). lonados de tera armade (contest de Tiere Armada, S. A.) riRaures __ TALUO OE AUTOPIS CAMINO DE ee —a PLANTA PROLONGACION DE POZ0S TERRENO NATURAL = Figura 13, Muro sobre pantata de pozos enclados (autopsta do oman, Karaka, 1873) Hay otros tipos de soluciones que pudiéramos llemar rigidas, como los muros o pantallas ancla- das, que también se han desarrollado mucho en los Gltimos afios; en las figuras 13 y 14 se ve una realizacion de este tipo en Suiza. A veces se recurre a la construccion de pilotes anclados © no, aunque esta solucién es mAs frecuente como remedio para corrimientos ya iniciedos. eno mao IKarakss, 1973), Figura 14.~ Vista del 25 En casos extremos de taderas muy empinadas se puede acudir a soluciones a base de estructu- '28 rigidas, 0 mixtas, como la que se recoge en la figura 15 de la autopista Bilbao-Zaragoza, con la 1d de la calzada sobre muro de tierra armada y la otra mitad sobre estructura, Las soluciones de tipo estructura sobre laderas cubiertas de coluviones tienen el inconveniente de que sus piles pueden quedar sujetas a enormes esfuerzos laterales s| estos tienden a moverse. En la figura 16 se recoge le solucién adoptada en Suiza para la autopista de Léman, con las pilas en el interlor de po- 208 que dejan un espacio libre para el caso de que los recubrimientos tengan un movimiento de rep- tacién. — aH Figura 16.—Seccibn mixta en visdveto y tira armada en la Autopista Bibao-Zaragora (cortes de Autopste Vasco. ‘Aragonesa Concesionatia Expafo) 2.4, Transiciones de desmonte a terraplén Las transiciones de desmonte a terraplén pueden ser transversales ala calzada, como ocurre en los trazados a madia ladera, o longitudinales. En ambos casos hay que tener en cuenta dos cosas. Por un lado conviene hacer graduaimente el paso de la zona de relleno compactado a la de terreno natural, especialmente si éste es roca, con objeto de que los asientos diferenciales que se originen no sean bruscos; con determinados tipos de suelos el problema puede ser de hinchamientos en lu: gar de asientos. Por otra parte, las zonas de desmonte es cocriente que aporten agua, que conviene recoger antes de que pase al terraplén. Para cumplir la primera condicin hay que hacer una transicién por decirlo asi acartelada, con una pendiente lo més suave posible y que en ningin caso deberd ser superior a 2 (H): 1 (V), hasta alcanzar una profundidad por debajo de la explanada de por lo menos 1,0. 1,5metros. 26 Por otra parte, en la linea de paso se debe disponer un dren relativamente superficial que recoja las aguas que pudieran venir de la seccién en desmonte, Si existieran otros posibles afloramientos a mayor profundidad en ta ladera, los drenajes deberdn multiplicarse a cotas més bajas por las razo- nes y con criterios andlogos a los descritos en el apartado 2.3.2.1. La construccién de banauetas puede ser necesaria en el caso de secciones mixtas a media lade- ra, por los mismos motivos y en los mismos casos de pendientes que se han citado en el apartado mencionado. Sin embargo, cuando se trate Ye la transicién longitudinal de desmonte a terraplén, el abancalemiento, aunque suele recomenderse en algunos sitios, resulta muy discutible por no decir innecesario, ya que en general no existié problema de estabilidad al quedar sujato el contacto por el cuerpo det mismo terraplen. En zonas donde las condiciones climatolégicas sean tan desfavorables que exista peligro do la denominada accién de la helada {formacién de lentejones de hielo), las precuaciones habrén de ser alin més severas y las transiciones muy suaves, debiendo hacerse un estudio especial al respecto para ovitar movimientos diferenciales originados por Ia distinta susceptibilidad de los suelos a este fenémeno. HERA VEGETAL y' ROCA FRACTURADA} Figura 16.~Poz0s de protecién de los pares contra corimlentos en Crau-Caulet (autopista de Lémany. Roubakine y Mo- rod, 1973), a 3. MATERIALES 3.1. Clasificaciones generales de suelos y otros procedi ientos clésicos de seleccin Desde que comenzé a desarrollarse la geotécnica, una de las preocupaciones en sus diversas ramas ha consistido en establecer clasificaciones que de manera sencilla agruparan a los diferentes suelos segiin sus caracteristicas y comportamiento en las obras a ejecutar, Se comenz6 por las cla- sificaciones puramente granulométricas, para pasar después a las que incluian también la plastic: dad, ya que es ésta una caracteristica que no queda definida simplemente por el tamafio y la distri- bucién de los granos. Ha sido en U.S.A. donde se han desarrollado la mayor parte de las clasificaciones de suelos. Una de las més conocidas en carreteras es la que actualmente tiene en vigor la AASHTO (Ameri can Association of State Highway Officials), que fue originalmente propuesta por el Bureau of Public Roads. Esta clasificacion divide los suelos de A-1 a A-7 y cada uno de estos grupos tiene una serie de subgrupos segiin sus caracteristicas granulométicas y pldsticas, Una clasificacién de carécter mas general que también se ha extendido mucho ha sido la inicial- mente desarrollada por Casagrande y adoptada por los Cuerpos de Ingonioros do la U.S. Army. En ella se hace también una serie de divisiones segiin la granulomettfa y plasticidad de los suelos y se denomina cada uno por dos letras maytisculas indicativas del material que predomina en la mezcla © alguna de sus caracteristicas (por ejemplo, GC = grava arcillosa, SW = arena bien graduada, et- céteral. ' Por Ultimo, citaremos la de la Civil Aeronautics Administration (CAA) desarrollada para aero: puortos también en U.S.A. No vamos a entrar a detallar estas clasificaciones que estén descritas en casi todos los libros de texto, Queremos Gnicamente indicar que han sido punto de partida para establecer recomenda- ciones sobre las posibilidades de utilzacién de cada uno de los suelos que en las mismas se englo- ban, para los diferentes tipos de obras para que fueron establecidas, En las tablas I Il se dan las correspondientes a las dos primeras a que nos hemos referido para el caso conereto de carreteras: que nos ocupa Este tipo de clasificaciones y las recomendaciones que de ellas se derivan pueden considerarse ‘como una primera aproximacién para escoger los materiales en la ejecucién de obras de esta clase. 2B pg sous pty yun ano sinus 9 ansins wp pepens! psa 5-0 0H ony hu aN Lao TIED Oar He paonse #29 omar aqeioy daa ratio enue use wu | ewe sens pac ocespudort sosoysiesoiang sou so~ns cogs) 0 sous e180 oN oh Aer ea | ieee Gan Pwo Pom | om Jn | wor [xm | an 908 pepanseé eu wewor | cumsiy | vce | cums ip | rencn | wmsuy | stor coon ann cone sea esl Sob ae yspseonsitoued | Gow Pmwe Promee [omer | anwar Parse [ opese | ormee | quan | ome | ars fou | oe | oe : pu | eey : ° amar sy | rev | ev | sev | rev WwW ta SN oy | ow | ew ev ww av Ww ang ‘oir omc ue nd ese 9 ab 9 20098) red Bigesg canner eee) OLHSVV 21 8p Sojans ap ug!9e914IS219 view Caracteristicas de los suelos para carretera segin la Clasificacién Unificada de Suelos (U.S. Army Eng., WES) TABLA IL Valor como explanada Densidad en Divisines principales Siemboloe cuando ro cometilo @ Caracteristcas de drenaje secoT/m CBR le accion de helada max Proctor in sits Moaiiesdo) ow Excolonte 0-20 or Bueno 2 excelente 2580 Gows cy Bosna a excl 408 20.40 ce Bueno Pobre a précticamente Suelo Impernendio 2040 de rane russe sw ‘Buena Excolente 2040 SP ‘ceptable @ bueno 10-25 Arenas gy capable 8 bueno 2040 &—Resptable impermeable 1020 sc Pobre 3 aceptable Pobre a prticemente lnmpormeable 10.20 ML Pobre a sceptable ‘Acoptable @ pobre 5.15 om Pobre 2 sceptable Prdcticamente impermeable 515 Suelos OL Pobre Pobre 48 e grano fino MH Pobre 48 cH Pobre a aceptable 35 ow Pobre & muy pobre 35 Suoloe de estructura org. Pe Inaceptable ‘Acoptable a pobre ~ 7 Algunas Administraciones de carreteras han concretado més el problema, especialmente en ciertos Estados de U.S.A. y han establecido especificaciones para aprobar 0 rechazar suelos basa- das en les caracteristicas grenulométricas y plasticas, asi como en la maxima densidad obtenida con el material al compactarlo en el ensayo Proctor; todo ello dependiendo de una serie de circuns- tancias tales como la altura de los terraplenes, los riesgos de inundacién, etc. En la tabla iil se inclu- ‘ye, a titulo de ejemplo, una especificacion que estuvo vigente en el Estado de Ohio, que marca por asi decitio un estilo en el desarrollo de limitaciones de este tipo. Evidentemente todos los pasos dados en este sentido suponen una aportacién en la mejora de la calidad de las obras de carretoras, Tienen el inconvenients, sin embargo, de que, sien lugar de ‘como una orientacién se toman como una prescripcién rigida, se prestan a rechazar materiales que, aunque no reGnan unas condiciones éptimas, pudieran en ciertos casos ser utilizados si se tra- tan debidamente. Ademas deben aplicarse solamente en las zonas para las que fueron concebidas. 3.2, Evolucién de los sistemas de clasificacién y seleccién Para que un material sea utilizable tiene que cumplir dos condiciones esenciales: a} Que sea posible su puesta en obra en las debides condiciones. Asi, si se emplean suelos ex- cesivamente himedos puede llegar a resultar impracticable utilizar de forma econémica la ma quinaria de movimiento de tierras. Con suslos demasiado secos, pueden también plantearse problemas a los que nos referiremos en los epigrafes sucesivos, b) Que la obra construida sea estable y que las deformaciones que se produzcan durante su vi- da resulten tolerables. Estas deformaciones incluyen tanto los asientos, cuando se trate de mate- riales himedos, mal compactados 0 evolutivos, como los hinchamientos, cuando se empleen suelos expansivos sin cumplir las condiciones convenientes al caso. Por ello un suelo no puede callficarse para su utilizacién exclusivamente por lo que pudiéramos Jlamar sus caracteristicas intrinsecas, que es a las que se refieren las clasificaciones que anterior- mente hemos mencionado, Es preciso tener en cuenta también su estado de consistencia 0 lo que es lo mismo, sus caracteristicas resistentes en el momento de su puesta en obra, asi como las posi- bilidades de modificar estas condiciones. Es decir, hay que considerar la humedad con que se en- ‘cuentra en cantera, la infiuencia en la misma de las condiciones meteorol6gicas durante su manejo y las posibilidades de aumentarla o disminuirla para su colocacién. Los oriterios de utilizacién de suelos para la construccion de carreteras desarrollados en Ingla~ terra e introducidos en las dltimas especificaciones oficiales (Department of Transport, 1976) res- ponden esencialmente a las dos condiciones bésicas anteriormente sefialadas. De una manera muy sencilla y fjando el menor nimero posible de limitaciones, se establecen las condiciones que deben ‘cumplir los suslos para su empleo en terraplenes. No se trata de una clasificacion de suelos, sino, después de eliminar solamente los que no cumpian unas condiciones muy extremas, de suprimir aquellos materiales, cualquiera que sean sus caracteristicas intrinsecas, con los que no sea posible ‘curplir las condiciones a} y b} a que nos hemos referido. En diversos epigrates de este trabajo se daseriben los aspectos mas interesantes de dichas especificaciones 31 TABLA Ill Resumen de las Especificaciones del Departamento de Carreteras del Estado de Ohio (1946) (Terzaghi y Peck, 1967) Condicén t Terraplenes hasta 9 metros de altura, no somstigos a inundaciones de lt- 92 duracien| Concicion Teraplenas de més de 3 metros de altura, 0 syetas a periodos largos de Trundacsén Exigencias minimas de com Densidad seca mixima Exigencias minimas de com Dactacion en el terreno! (porcentaje de den Sitad soca de laboratoro} La méxime densidad seca se determina por el ensayo Proctor Normal {Lor suelos con maximo densidad seca menor de 1480kg/ se consideran inacecuados yno se debenutiar en torraplenes, los suelos can una de ‘menor de 1-£20 kgm se consid 20 cm supercres de un terrapien que se ‘Ademés de las condiciones indisades, los su ‘somorendlido ents 35 y85 0: 3.2.1. Clasificacién francesa de suelos En Francia (SETRA y LCPC, 1976) se ha desarrollado una clasificacién con muchos rasgos ori- ginales, en la que se introducen los componentes de la consistencia del suelo en ef momento de su utlizacién, Se lega asi a una distribucién de suelos y rocas en 42 grupos, para los que después se hacen recomendaciones especificas sobre su utilizacion, segiin las condiciones meteorol6gicas en «cuerpo del terrapin y su eoronacién, asf como sobre la forma en que deben compactarse En los haciendo referencia a este interesante trabajo, pero para ello comenzare- mos por exponer a continuacién los rasgos basicos de esta clasificacion. Dentro de ella se incluyen tanto los suelas como las 1ocas para la construccién de terraplenes y pedraplenes, recurriendo a seis grupos que se denominan A, B, C, D, Ey F. En la tabla IV se ha teproducido un resumen de esta clasificacién, Los grupos A y B engloban todos los suelos que pudiéramos lamar tipicos. E grupo D incluye la roca sana para pedraplenes y fos suelos insensibles al aqua por contener una proporcién de finos muy reducida, teles como las gravas y arenas limpias El grupo C comprende los suelos con olomentos gruesos y finos a la vez y es, por tanto, una es pecie de puente entre el Dy los Ay B. El grupo E engloba las rocas evolutivas, tales como les mar gas, pizarras y eretes. Por ditimo, el grupo F incluye una serie de materiales que pudiéramos calificar de un tanto extrafios, tales como los materiales putrescibles (tierras vegetales, deshechos industriales, turbas, etcétera), los materiales combustibles (estérles de hulla), los solubles (margas yesiferas} y los ma terigles contaminantes, como los lodos de decantacién, residuos de enriquecimiento de minerales, escorias con fuerte contenido de azufre, etc. Los grupos A y B, como hemos indicado, correspondan a los suelos propiamente dichos. EI ci terio basico para su separacién es, como ocurre en la mayoria de las clasificaciones, el material que pasa por el tamiz n.° 200, establecléndose la frontera en el 3596. Este valor de! 35%, que coincide con el que emplea la clasificacion AASHO, es a nuestro juicio més acertado que el 50 % utilizado para la clasificacién de Casagrande. En efecto, a partir de aproximadamente el 35% de finos es ‘cuando se suele admitir que los gruesos ya quedan flotando en su masa; por tanto, son las caractoristicas plasticas las que predominan entonces, como se refleja en le clasificaci6n, que hace varias subdivisiones segtin el valor del indice de plasticidad, En cambio, los suelos con menos det 35% de finos se subdividen de nuevo segiin tengan mas 0 menos del 12%, de forma parecide a co- mo se procede en la clasificacion de Casagrande, Los subgrupos de las categorfas A, B y C se dividen a su vez en otros tres con las letras, h, my 's, que sirven para indicar su contenido de agua por sus iniciales: hiimedo, medio y seco. Estos tres estados se definen segin cada grupo por una o varias de las sigulentes caracteristices: —Diferencia del contenido de agua con relacién a la humedad éptima Proctor normal. —CBR inmediato, es decir con su contenido de agua natural, Indice de consistencia | En la tabla V esquematicamente se resumen los valores de cada una de estas caracteristicas pa- ra los diferentes tipos de suelos. 33 TABLA IV Clasificacién francesa de suelos ,<10 A a D< 50mm w 35% 0< |, <60 A a |} — a > 50 Tete Bord Pasa por eo0K : Spm | SOE sates 2< 60mm y Retenido srencroe ae era raves or 80m, > 30% yyy nes 355 Para por entre 2 fs 358% ea 7 ase 90" 0 pm mucho Suotcon gg = ~ etmentos = 80 mm, Pasapor D < 250 mm ne Pesepor Oyo > 5% ger rucebe poco > 250mm & Fetenida on 2m < 90% 2, o 2 < 500m ——__— Suni Reterido an 2mm > 80% 2, roces Pasa por 80m < 5% Fi insensbies somm <0 < 280mm 2 alogun am fee D> z0mm >, Materiales de estructura fina, frégil, sin arcilla 0 poco arcitlosos, Ejemplo: creta, are: im thao as. is E ee Rocas Meters estructura gree, fag on orcfe 0 poco acilosoa, Z Evolutvas —_grosovas, pudingoo. pee EE Materiales acitoss evoitivs.Fjemplo- merges, pitrrasariloso, eg. 5 Materies putvescbles, combustibles, sokibleso conten nantes, Ejemplo: tera Ve F 20), bates cubes, clertasescembieres Ge mina, solo salmon yosoene Sates . * quivalono de arena La consideracién de la influencia del contenido de agua no termina aqui, sino que, en los cuadros donde se describen las posibilidades de utilizacién de cada uno de los tinos de suelos, cade estado de humedad descrito anteriormente se vuelve a subdividir sey ‘come expondremos en el apartado 3.4.2.1.b, 34 sgl la situacién meteo: rolégica, TABLA V Clasificacidn francesa de los suelos en htimedos [h), medios (m) y secos (s} segiin los valores del CBR, le y W-Wop coh o 3 5 18 25 Pd ‘ALD, Bah Am Bem AS Bs An Am AS ayn am Aas By, Bh, Beh Byam, By By, peo no muy elovedo Gn 7 : Ge \ 42 13 [ “Am ae an Asm Ae [en em Bes Hl wep wa azo - 2 Ah. By I Aum, 8m Ash am ef [ash Avo if mz Bh, Beh Bm, Bam Bye, Be &n em Bs Gn oo obervacton 1 Eos suelos Ay, yen los mens plsticos de 1 como en los By, B,, By YC, le evaluacin dela consstensia sha 2) En el grupe C al estado de avlo depande de! contenido agua del frsecion < 20 mm, que seréia que debers ti rae ts ensayos. (Esquema tipo preparaco por J. Salas, 1976. 33. pedraplenes En los terraplenes y pedraplones se distinguen tres zonas: Criterios generales para la utilizacion de materiales en la formacién de terraplenes y Cimiento: Formado por aquella parte del terraptén 0 pedraplén que esté por debajo de le su- perficie or Nicleo: Parte del relleno comprendido entre el inal del terreno y capas inferi res, imiento y la coronacién. —Coronacién: Formada por la parte superior del macizo. Se supone que la coronacién comprende un espesor de por lo menos 0,60 m por debajo del nivel de asiento de la sub-base, de- inado explanada, El principio general que debe presidir la construccién de terraplenes y pedraplenes consiste en utilizar al maximo posible los materiales disponibles de las excavaciones de desmontes, tuneles y demas obras auxiliares, El criterio de distribucién debe ser selectivo, reservando dentro de lo posible los mejores mate- Tiales para la coronacién y aprovechando los que sean de calidad inferior para la zona del nticleo. En cuanto al cimienta, puede ser conveniente también utilizar materiales de buena calidad cuando sean de prever problemas de estabilidad (por ejemplo, para aumentar la resistencia a esfuerzo cor- tante de la base del macizo en construcciones sobre ladera) o cuando se trate de rellenos de gran altura cuyas zonas inferiores quedan sometidas @ fuertes tensiones. Mas que limitaciones absolutas el ingeniero, por tanto, lo que debe tener son ideas claras para poder establecer un orden relativo de calidades dentro de los materiales disponibles, segtin la fun- cién que deban cumplir, Esto no excluye que, en ciertos casos, pueda ser técnica o econdmica- mente necesario prescindir de algunos y tomar otros de préstamos. En los apartados siguientes trateremos separadamente los torraplonos de los pedraplenes. 3.4. Caracteristicas de los materiales para la formacién del nécleo y cimiento de terraplones En ol apartado 3.3, hemos indicado que se deben de imponer el minimo de limitaciones absolu- tas en cuanto a lo que pudiéramos llamar caracteristicas intrinsecas det material. Por otra parte en 3.2. so sefialaba que las dos condiciones esenciales que tiene que cumplir un suelo para que sea utilizable son: —Que sea posible su puesta en obra en las debidas condiciones. —Que la obra sea estable y las deformaciones que se produzcan durante su vida resulten tole- rabies. 3.4.1, Limitaciones on las caracteristicas intrinsocas del material Habré que empezar por explicar qué entendemos por caracteristicas intrinsecas de un material, expresién que es muy ambigua, Nos referimos al hablar en estos términos a las ceracteristicas gra~ nulométricas y plasticas de los suelos, asi como a su contenido en materia organica y compuestos salinos; incluiremos en las mismas, aunque ya hablando con menos propiedad, a la densidad maxi- ‘ma del material compactado con una energie determinada, que en general seré la Proctor Normal Evidentemente, con s6lo la granulometria y plasticidad no pueden definirse convenientemente las propiedades importantes de un suelo, como son su deformabilidad, resistencia al corte y expan: sividad; pero si puede tenerse una idea genérica sobre la magnitud de las mismas, Por ello, es fre- 36

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