El policial negro
Acomienzos de la década de 1920, nace en los Estados Uni-
dos una corriente del género conocida como “ policial negro” 0 “du-
0”, Algunos de los escritores més renombrados de esta vertiente
son Dashiell Hammet y Raymond Chandler, creadores de los per-
sonajes de Sam Spade y Philip Marlowe, respectivamente. I
po de detectives se diferencia de los del policial clasico en que vive
desu trabajo y se lanza a las calles; la investigacion lo leva por dm-
bitos sociales diversos; frecuenta los bajos fondos y enfrenta enga-
fios que ponen en peligro su vida. Suelen ser ex policias en deca-
dencia, que conocen los cédigos del mundo del delito; actéan ba-
sdndose en la lealtad y son incorruptibles,
EI policial negro no se centra en el enigma en si, sino en la re-
presentacién de una sociedad corrupta y de una compleja trama de
intereses, poder y dinero, que opera detras del delito. Por eso, en
estos relatos aumentan el suspenso y la incertidumbre: los detecti-
ves no son infalibles y el lector no sabe qué ocurriré con su héroe
enelsiguiente capitulo, ya que, en ese mundo de violencia urbana,
mafia y complicidad de los poderosos, rige la ley del mas fuerte.
El surgimiento del policial negro se vincula a su contexto his-
torico y social. En Ja década de 1930, los Estados Unidos se vieron
inmersos en una gran crisis econdémica y social, a partir de la caida
dela bolsa de Wall Street en 1929. L.a economfa se derrumbé y sur-
gieron profundos conflictos sociales generados por la desocupa-
cidn. La “ley seca”, que prohibia comercializar y consumir alcohol,
alimenté un mercado paralelo manejado por organiz
nales. Las mafias disputaban verdaderas guerras por el dominio
del negocio del alcohol, el juego, las drogas y la prostituci6n, con la
complicidad de parte del poder politico y policial.
Las historias del policial negro hablan de una sociedad que
perdié sus valores fundamentales y en la que la ley fue reemplaza-
da por los negocios turbios. En ese contexto, los detectives ya no in-
tentan restablecer el orden, sino simplemente hacer su trabajo.
I: policial negro tuvo su auge en Ia década de 1930. Algunos
de sus titulos clésicos son Cosecha roja (1929), de Dashiell Hammett;
Sl crrtero Hama dos veces (1934), de James M. Cain; ;Acaso no matan
alos caballos? (1985), de Horace Mac Coy, y El suefio eterno (1938), de
Raymond Chandler,
ciones crimi-