La Arquitectura
Vernacula
Ast como la historia de la mtsica se ha encargado
de inmortalizar a los grandes compositores, rele~
‘gando el canto popular a un olvido casi idilico: ast
comola Historia de la Literatura ha dedicado millo-
nes de paginas a los clésicos antiguos y modernos,
dejandoa la tradici6n oral en la marginalidad com-
placiente del folklore; de igual manera, la arquitec~
tura mantiene en cl anonimato a miles y miles de
constructores que, paralelamente a los genios, han
desempefiado un papel importante en el desarrollo
de este arte.
Encualquierasentamientohumano podemos
encontrarlos, Estin ahf, cerca del palacio y la cate~
dral, ala sombra de los grandes edificios: hablamos
de las pequefias viviendas anénimas, construidas
por el hombre comtin, frente a su necesidad de
albergue. Se trata de la respuesta de la gente al
problema de la habitacién, Estos constructores sin
rostro, sin nombre, son a Jos que nos referimos,
aquellos a los que la magnificencia de la arquitec-
tura ortodoxa ha opacado.
Los términos empleados para denotar esta
arquitectura de vida han sido varios: arquitectura
rural, indfgena, annima, verndcula, eteétera. Lo
cierto es que ésta, Ilmese como se llame, ha sobre-
vivido gracias alatransmisi6n de conocimientos de
‘generacién en generacidn. En este sentido, podria-
mos referimnos aun tipo de arquitectura tradicional,
arquitectura en la que ayudados por la comunidad,
Jos moradores edifican sus propios hogares, basdin-
dose en la sabiduria legada por sus padres. Para
‘muchos estudiosos, la arquitectura vernécula en-
ccuentra su caracteristica esencial en que procede de
no profesionales, Sinembargo, existen argumentos,
que ponen en duda tal opinién; por ejemplo, el
82
yas
vem
ood
=
pods
am
mba
ame
arquitecto Tadeus Torucki, en su articulo La mo- We i
rada del hombre, nos remite al caso de la ciudad J snepe
norteamericana de Las Vegas, endonde gran parte Wy semci
de las edificaciones se deben a no profesionales, y J ses 9
no obstante resulta imposible etiquetarlas de J) seme
vernéculas, ya que dichas construcciones “son por J) sesct
completo ajenas al entorno geogriifico, su tradicién ==
y su cultura”. De la misma forma se explican las J) spe
‘ciudades perdidas que se levantan en los Tamados J mam
cinturones de miseria de las grandes metrpolis, =—_
que aunque son viviendas autoconstruidas, no re- J sis
presentan a un tipo de arquitectura de la vida, Ws
puesto que no parten de un conocimiento de las ties
caracteristicas de su entorno, tales como el clima y
latopografia, ni se valende los materiales naturales
de la region.
Considerando que depende directamente del
entomo geogrfico, la arquitectura vernécula puede
considerarse casi como un producto natural; Hega 3
establecer con el ecosistema local una simbiosis
completa, y en su biisqueda de economia en Is
materia prima y energia obtiene, en la mayorfa de
Jos casos, logros evidentes. En ella, el hombre se
vale de los materiales e instrumentos que el mei
le proporciona en estado natural, por Jo que apen:
si requiere de un proceso semiindustrial. Asimis
‘mo, debido a que sus formas proceden de necesi
des bien definidas, ta arquitectura verndcula lo
funditse y confundirse con el paisaje donde
asienta, Aqui, el hombre no se impone: se acopla.
La vivienda verndcula resulta de un esfuer
comiin, el esfuerzo de generaciones que acumul
ron conocimientos, experiencias y métodos. El
dividuo que hoy construye aplica la sabiduriaempir
herencia de todos sus antepasados: no comete |mismos errores y lo mismo la enriquece con el
aporte de nuevos elementos, conforme surgen nue-
vas necesidades.
Resulta evidente entonces que la arquitectura
vernécula opera como una especie de espejo en
donde se refleja con mayor fidelidad Ia manera de
ser de un pueblo y sus relaciones entre sf, En los
poblados verndculos observamos que cada vivien-
da nueva se integra enriqueciéndolos. Al igual que
un buen vino, la mayoria de las veces, estos pueblos,
entre mds viejos, resultan més estimables.
EI hombre, desde sus mas remotos orfgenes,
se vio en la necesidad de la ayuda mutua, de la
cooperacién, Esta conducta le ha permitido homo-
geneizar sus respuestas ante el medio; por otro lado,
os percatamos que Ia arquitectura vernécula man-
tiene la individualidad de sus creadores. A pesar de
resolver necesidades semejantes, aprovechar mate-
riales de la misma procedencia y —lo que es més
importante~ valerse de conocimientos empiricos
emanados de las mismas fuentes; es sorprendente
constatar que las moradas de aldeas préximas mo-
delan el semblante de cada regién y le otorgan una
particular individualidad. Este hecho nos permite
afirmar que, no obstante compartir funciones simi-
lares, gracias a la espontaneidad y naturalidad, se
logran resultados de un notable interés plistico. De
ahi que cada vez. la arquitectura profesional preste
mayor atencién a la autéctona o verndcula. El an-
tecedente de este interés se ubica en la exposicién
Arquitectura sin Arquitectos, presentada en el Mu-
seo de Arte Modero de Nueva York, en 1964.
Sin embargo, si la arquitectura vernécula
despierta en nosotros una curiosidad puramente
estética, podemos caer en una actitud folklorista;
para evitarlo conviene intentar un estudio serio
y profundo de la misma, a fin de aprovechar
sus fundamentos. Mas que hacerle visitas de
turista, debemos pugnar por la revalorizacion
de la arquitectura de la vida que tiene mucho que
ensefiarnos.
Las estructuras més sofisticadas, en términos
tecnol6gicos, se contraponen a las primitivas 0
areaicas; no obstante, en las segundas se resuelve
con mas profundidad la forma de vivir. Se trata de
Ja aplicacién de patrones propios, inspirados en la
cotidianeidad misma.
La arquitectura verndcula, también llamada
doméstica, es una muestra de cémo las respues-
tas simples a los problemas que el medio fisico
plantea producen resultados satisfactorios, con
todas las ventajas que ello implica. Lo sencillo
resulta ser lo més funcional y, parad
lo mas complejo de conseguir.
En seguida se analizaré la. fntima relacién
que vincula a la naturaleza con el hombre, y la
manera en que puede aplicarse a los disefios crea-
dos por el hombre, lo que se conoce como arqui-
tectura extrapolada, que no es otra cosa que la tran-
sicién de la arquitectura verndcula a la contempo-
ranea.
“Alld en los tiempos en que se confunde ta
verdad con el mito, vemos huir de las in-
clemencias del tiempo y de las fieras pre-
histéricas que lo persiguen a un ser que por
sw insignificante proporcién fisica, parece
destinado a servir de alimento a tas fieras
que le rodean; huye despavorido a esconder
su debilidad en las cavernas que la Natura
leza puso a su alcance. ¥ parece ser que a
transformarse y a adquirir tal vitalidad,
inteligencia y valor que sale de ahi a dispu-
tarle a tas fieras ta supremacia en ta faz de
la tierra”,
Alfonso Olvera Lopez.
Se calcula que el hombre aparecis en la Tierra
hace més de un millén trescientos mil afios. Du-
rante mucho, mucho tiempo, vivid recolectando
sus alimentos y buscando en el propio ambiente
natural su refugio; el hombre no producfa su ma-
nutencién ni modificaba al medio fisico de una
manera profunda, mucho menos permanente. El
hombre no transformaba, solamente se adaptaba:
era el reino de Natura donde su anténimo, Cul-
tura, apenas comenzaba a dar los primeros indi-
cios de existencia, Durante gran parte de esa
época los grupos humanos durmieron sobre los
rboles para protegerse de los ataques de las fie-
ras; quizé de ahi procede la sensaciGn de caer al
vacio y despertar bruscamente cuando uno duer-
me, y muy probablemente esta conducta instint
va permanecerd albergada en nuestro inconscien-
te colectivo durante las siguientes generaciones.
83Lavida del hombresedentarioes muy recien-
te, puesto que el Paleolitico, horizonte del hombre
némada, comprende més del 95% de vida total del
género humano.
El refugio del
Hombre de Neanderthal
El Hombre de Neanderthal aparecié en Europahace
unos cien mil afios.
Entre los 100,000 y 40,000 afios aC. te
vemos en la boca de una caverna. Duefio de um
rostrobarbado, quijada prominente y movimieatos
toscos. Algunas pieles cubren su cuerpo, sostiene
un hacha de piedra y mira reflexivo hacia el valle
Cuando hablamos de él, debemos concebitio
como un ser sumamente ingenioso que sabia sacar
el mejor provecho de todos los climas y medios
en que vivia; hay que tener en cuenta que cuando
el Hombre de Neanderthal inicié sus larzas cami-
natas de recolecci6n todo estaba por inventarse: pars
él, la Historia aparecfa como una pizarra complets-
mente limpia, una libreta en blanco que, sin embar-
(20, resuihaihe umzemc comenzar a grafiar. Caver-
nicolas les Hamamos puesto que en cavernas se
refspiabum Se eatabe de formaciones naturales,
sengue of Homies de Neanderthal no le daba a
cuuliguier Guess ef papel de morada. En primer
legar. Gescaibe ageellas que contaran con una
eeeratis ecemmadis Gacis el sur, lejos del camino
de ins wines SeGcos. Recordemos que las caver-
mas comjummatum las caracteristicas de una mora-
Gx pucs datum be posibilidad de almacenar ali-
meeanes y Geindaban un refugio invernal. En se-
gundo siemino. se requeria que contara con una
eatrads de aice suficiente ya que la fogata -pozo
ample ¥ poco profundo— jugaba un rol prepon-
Genene pars que la caverna cumpliera su funcién.
La vextiiachn se consegufa al practicar un surco
desde Ia propia boca de la gruta hasta el centro de
Ja morada. con el objeto de conducir el aire bajo
lis Hamas y asi favorecer la combustidn. Huesos de
smamut cortados en trozos pequefios, estiércol y ra-
mas de coniferas se empleaban como combustible.
Asi, con el problema de la temperatura re-
suelto, varias familias disfrutaban del calor y la
POaTHe ge
RRERGcamaraderfa dentro de la caverna, bajo una va-
cilante luz anaranjada que hacfa bailotear las som-
bras sobre la piedra, mientras que afuera el vien-
to frio azotaba con dureza, El invierno limitaba
el niimero de cacerias y viajes de recolecci6n_y
Jas familias pasaban la mayor parte del tiempo
dentro del abrigo natural. Las mujeres se dedica-
ban a las tareas domésticas: cocinar el alimento
obtenido de la caza y de la recoleccién 0 a ct
dar a sus hijos. Los hombres consegufan plantas
silvestres, tenian una dieta muy variada, baja en
sal y en azticar (consumfan la miel obtenida
estacionalmente) y se consumfa mucha fibra. El
consumo de carne contenfa muy poca grasa ya
gue era de animales salvajes (70% menos lipo que
Jos animales domésticos), y el agua era su prin-
cipal bebida. Disponfan de tiempo de ocio, en el
cual se narraban historias, planeaban, convivian.
A éstas alturas conviene reflexionar en torno a la
importancia del fuego para esa época, no sola-
mente como la herramienta indispensable para la
vida -para cocinar los alimentos, dar calor ¢ ilu-
minacién y ahuyentar a las fieras— sino como el
elemento que propicia la convivencia humana.
Elcentrodelamorada es a fogataen tornode
Jacual se agrupa la comunidad, Con el tiempo la fo-
gata se transformé en chimenea, la que fue despla-
zada por la television familiar y en la actualidad,
cada recémara cuenta con un televisor portatil, contri-
buyendoaladisgregacién familiar.
La caverna proporciona al hombre, por pri
mera vez, la posibilidad de almacenar al
de sentir un Tugar como suyo. No cabe la menor
duda de que es el primer refugio, el primer sitio
del que el ser humano se siente duefio y parte a
la vez. También en este espacio resistente y se-
guro, en donde poco a poco se resolvieron las
dificultades de humedad y poca luz, es donde
arranca y se desarrolla la historia de la arquitec-
tura, a medida que el hombre busca y crea nue-
vas formas y métodos para construir su refugio.
La caverna fue la conquista de 1a casa y de la
ranquilidad, Para dimensionar esto, basta recor-
dar las palabras del cuentista latinoamericano
Horacio Quiroga: “... cuando los hombres se con-
vencieron de que la bestia no entraria, y la ca-
verna era, por consiguiente, inexpugnable, los ru-
gidos de la fiera fueron respondidos de adentro
con pedradas y grandes alaridos. La casa y el
suefio estaban conquistados para siempre"
El refugio del
Hombre de Cro Magnon
El siguiente eslabn evolutivo aparecis también en
Europa hace aproximadamente unos 40,000 afios
‘el Hombre de Cro Magnon, Enesta época se inicié
propiamente el desarrollo cultural. Si bien ocups
cavernas y el abrigo de las rocas como moradas, el
Hombre de Cro Magnon es un cavernicola muy
especial
Tras su salvaje apariencia, los hombres de Cro
Magnon surgen comoseresinteligentes, intrépidos,
innovadores, misticos y, sobre todo, artistas. Fue-
ron los primeros en utilizar el tiempo de ocio
dispensable para el desarrollo cultural para
rear, ya que debido a las inclemencias del clima
pasaban mucho tiempo dentro de sus cavernas.
Resulta, por otro lado, que ellos cerraron un perfodo
historico,el del hombre némaday cazador, y dieron
paso al siguiente: la era de la agricultura, de la vida
sedentaria.
El descubrimiento accidental de las ruinas de
Les Eyzles (Francia,1968) sacé a la luz un paisaje
tipicamentecromagniano. Losobreroscamineros que
se oparon coneste asentamiento nuncaimaginaron la
magnitud de su accién, Después de unas horas de
recorrido por el lugar, ta impresién que queda en el
visitante es que la geologfa, caprichosa como una
‘mujereigualmente impredecible, habia sidodiseftada
para ser morada del hombre. Una enorme ciudad
abierta, por lamarladealgtin modo, cuyos arquitectos
proyectaron sus enredados valles a manera de anchos
boulevares que corren, entre los riscos y cavernas,
comunicando a sus habitantes. En estas masas roco-
sas, que se formaron hace mas de cien millones de
afios, vivid el Hombre de Cro Magnon.
‘Aunque yael Hombre de Neanderthal se habia
procurado objetos de la naturaleza como herra-
mientas, el Hombre de Cro Magnon imprimié ma-
yor destreza en la fabricaciGn de sus utensilios.
Cada uno deellos resultaban diferentes;elartesano
debia ingenidrsclas para esculpir hueso, piedra 0
cuerno y aprovechar su forma y textura.Es muy probable que el Hombre de Cro-
‘Magnon inventara la técnica dela orfebrerfacocida
al fuego. Del mismo modo, él comenz6 a preocu-
parse por el vestido, pues confeccioné con mucho
cuidado las pieles que lo cubrian, y elabors distintas
prendas; tomemos en cuenta que ellos iniciaron los
grandes éxodos hacia las regiones drticas.
EI hombre encontré en el Reino Animal ls
carne como comida, las pieles como ropa y los
huesos como herramientas. También acudi6al Re
no Vegetal en busca de comida, ropa y herramics-
tas: comia fruta, se cubria con ramas y como herr
mientas se valia de raices silvestres. El Reino
Mineral, por tltimo, le brind6 refugioy la materia
prima para Ia mayor parte de sus herramicnsas.
Adin falta agregar una caracteristica deinen
bre de Cro Magnon, la que le confiere un papel de
puntal evolutivo de trascendencia infinita:mosnet=-
rimos al arte.
Cuando se logré definir la antiguedad dees
frescos de la Cueva de Altamira,el HombredeCro
Magnon fue reconocido como el primer artista.
Walter Benjamin sostuvo que el arte es el
elemento que humanizaal propio hombre. Quiz se
trate Geum juste exrremo. pero lo cierto es que
Jobhescersedietiethemansdiad resulta inimaginable
sab hee ded oe
[ess erties ef te pueden hallarse en las
smcocsilindiss geieticas del hombre. Los ejemplos
hentia: ce aiinie momento de la prehistoria a un
camer se Ie @cacs6 disfrazarse de animal para
seereeegEESE ct concibi6 laidea de sincronizar
Sesiejecsicceo mediante laentonaci6n de algdn
cqumestiicn amos individualiz6suherramienta
eins en oree=nio distinto,
Porat lindo. clsurgimientodel arterequiri6
ene mundificacidin en Ia cosmovisiGn del hombre
el Palcolitice: al explicarse el mundo natural que
Semdeabeiievcatsla magia yl arte apareciéinme-
Eamumente como su més fiel instrumento. Ernest
Fischerlocaplicaen muy pocas palabras: “La rea-
[iad scconwirtis en mito, laceremonia mégica se
comvirtsS en ante”.
Elaste desempeii6 una funcién social espect-
Sica. El artista explicaba al mundo, interpretaba la
caida de un rayo, descifraba los ciclos naturales, le
‘otorgaba sentido a los terremotos ya las sequias.
A la vez, casi como consecuencia directa, el artista,
Caballo encabritado tallade
en asta de reno. Su forma
acrodindmica es sugerida
por la propia asta,
Brurique, Francia, 15000
sos Ae
BQeAE
OREGERUWRAEBRE DDwn
2s
=
2
ar
in
12
debfa hacer el mundo més habitable. De ahf la
interrelacién que se gest6 desde un principio entre
el quehacer artistico y 1a morada. Por ello, resulta
evidente porquéel Hombre de Cro Magnon nunca
colocé su arte dentro de los limites de un marco,
porque jamais firm6 sus creaciones. En este periodo
elarte siempre se incorporé al medio ambiente, a
Ja morada, a la vida cotidiana, No se trataba de una
labor ajena a la comunidad, sino porel contrario, el
arte mismo perseguia una mayor cohesién social.
A través de sus obras, el hombre primitivo buseé la
armonfa propia y la de sus semejantes con la natu-
raleza, Remontémonos a la Cueva de Altamira.
Enestacuevaserpentean unaseriedetineles,
arietas y cémaras esculpidas lentamente durante
millones de afios, por el aguade lluviaque penetré
através de las rocas y modelé los sedimentos con
cada gota que arrastraba. En esta cueva obscura,
silenciosa, se vislumbran_pequeiios destellos que
salen de una cémara; la luz proviene de ta llama
débil de una lampara rstica colocada sobre laroca.
En medio de este sutil resplandor un hombre de
cabello largo, vestido con pieles y un collar de
conchas, se distrae pintando. La mayor parte de los
colores los obtuvo de algunas rocas suaves de
tonalidades rojas, naranjas, amarillas y cafés; los
deposité en grandes conchas 0 huesos ahuecados,
les afiadic grasas de animal sangre, y con los dedos,
molié y mezcls hasta conseguir una pintura grue
Hombre de Cro Magnon,
embartando pintura sobre la
saliente roca enla cueva de
Altamira, Espatia,
y pastosa. Ahora empapa un pedazo de piel comosi
fuera una estopa y la saca impregnada de un color
vivo, lo embarra sobre Ia saliente de la roca. Al
intar animales sobre ella, logré un efecto de
tridimensionalidad que consigue integrarse a la
cueva misma, Surge poco poco la pintura integra-
daa la piedra saliente y a la cueva: Arespin; arqui-
tectura, escultura y pintura como un todo organico.
Con las moradas cavernicolas del Hombre de Cro
Magnon arranca el desarrollo de la arquitectura
organica.
Arquitectura Troglodita
Las cavernas constituyeron el punto de partida de
la Historia de la Arquitectura; después de todo, se
trata de los primeros refugios del ser humano,
Sin embargo, las moradas cavernicolas re-
sultaban de un proceso de creacién natural, los
hombres primitivos efectuaban muy pocas mo-
dificaciones a las formaciones permanentes. El si
guiente eslabn de la cadena nos permitira vis
lumbrar el verdadero arranque del proceso trans-
formador: la Arquitectura Troglodita
La caverna, mas que hogar 0 morada, se uti-
lizaba como una guarida. De hecho, las ocupaba
esencialmente en invierno y cuando se le presen-
taban fenémenos climéticos adversos. La aparicién
de la vivienda como habitat cotidiano es ulterior.Para esto, se requirié del desarrollo de la agri-
cultura.
La arquitectura troglodita fue la primera res-
puesta al problema de la morada dentro de los nuevos
parimetros de la vida sedemtaria, determinada por la
organizacién social del trabajo que impone laagricul-
tra, Conforma el habitat trogloditico un conjunto de
viviendas: se trata de una arquitectura de comunidad.
Esta etapa histérica de la arquitectura se earacteriza
por la edificacién subterranea. Seria correcto decir
que el hombre, apoyado en la agricultura y en la
domesticacién de los animales, emergié de las caver-
nas para construir sus casas bajottierra;con asalvedad
de que las viviendas trogloditas resultan del aprove-
chamientodecavidades naturales ode unaexcavacion,
voluntaria. El hombre crea, transforma y altera el
‘medio fisico para procurarse bienestar. La gran dife-
rencia entre la guarida cavernicola y la morada de los
trogloditas saltaala vista: en las segundas, el hombre
se acoplaba, s{ pero también modificaba, creaba al
perforarlasentrafasde la tierra, Cuandoel Hombrede
Cro Magnon habitaba una caverna, simplemente la
ocupaba; cuando los primeros hombres sedentarios
excavaban sus moradas, al habitarlas establecieron
. una relacién simbiética con el medio.
Las razones que impulsaron al hombre a
desarrollar la técnica de la vivienda enterrada se
intuyen con facilidad. En primer lugar, tenemos el
factor clima: las contrucciones trogloditas ofrecen
una extraordinaria respuesta a las zonas de climas,
extremosos, gracias a la masa térmica (tierra) que
forma la propia edificacién; la temperatura favo-
rable para el hombre se mantiene relativamente
. constante, En segundo lugar, lamoradasubterrénea
asegura un excelente refugio, estratégicamente ha-
blando, Hasta aqut, los motivos que tuvo el hombre
para exeavar la tierra fueron los mismos que hacen
que algunos animales caven sus guaridas, como por
ejemplo las hormigas, los topos, conejos, etcétera.
Por tiltimo, hay que tomar en cuenta razones de
indole estructural y religioso, asf como la inercia
bioldgica a refugiarse bajo tierra
Bernard Rudofsky afirma que el més claro
¢ imponente modelo de arquitectura troglodita es
el de la antigua colonia de monjes y religiosas de
Capadocia, en las montafias de Turquia. Este pai-
saje se produjo por la erupcién de dos voleanes,
cuya lava, al endurecerse, formé una piedra poro-
sa llamada tufa. Al paso de los ailos, el viento y
el agua fueron erosionando Ia tufa hasta crear las
formas fantasticas que aprovecharon los monjes
Para excavar sus viviendas.
Se puede decir que las viviendas de
Capadocia son de una sola pieza; para ello, sus
moradores moldearon en la piedra, no sélo las
habitaciones, sino los muebles y ornamentos de
las mismas. A principios del siglo Vil cuando la
colonia de Capadocia comenz6 a esculpirse, los
drabes avanzaban hacia Occidente, de ahi que los,
religiosos cristianos buscaran protegerse de la
furia de la Guerra Santa, internéndose bajo tierra
y esculpiendo lo que el propio Rudofsky llamé
rascasuelos. Por ejemplo, en Derinkuyo y
Raymakli, estos rascasuelos llegaron a tener hasta
diez niveles bajo tierra.
Vale la pena sefialar la mina de sal de
Weiliczka, en el tervitorio de lo que hoy es Po-
lonia, en donde un laberinto de tuneles de cerca
de cien kil6metros y_treinta metros de profundi-
dad, alberg6 una ciudad formada por pilares, ar-
cos y bévedas de roca calearea dura y brillante
como el cristal.
En el norte de China, particularmente_ en
Jas provineias de Shensi, Shansi, Kansu y Honan,
se han construido ciudades completas bajo tierra
Los chinos encontraron en las viviendas enterra-
das la solucién a la escasez de tierras de cultivo.
La légica resulta sencilla: si falta tierra para la
agricultura, no conviene ocupar la disponible en
construcci6n de viviendas; los valles y planicies
se dedicaron tinicamente a la labranza, los cam-
pesinos excavaron sus moradas, Asi, aldeas en-
teras pasarfan desapercibidas, sino fuera porque
uno ve salir humo de los cultivos, y al acercarse
se distinguen las chimeneas, los patios abiertos y
Jas escaleras.
Los patios abiertos poseen gran importancia,
cl sol précticamente no alcanza el fondo y se goza
cde una temperatura fresca, igual a la que presenta a esas
profundidades. En ese patiose cocina, se come, se
trabaja y se recolecta el agua en aljibes.
Actualmente, en algunos lugares 1a misma
I6gica ha impulsado a la construcci6n bajo tierra.
Encontramos un ejemplo en laCosta Azul, donde| Comunidad rural china excavada en susie blando,
Jo costoso de! terreno determina la construc
subterrénea, para lo cual generalmente se cava un
tiro profundo que opera como el centro de la vivien-
da, Otra ventaja de este tipo de construcciones
consiste en que la morada no rompe con el paisaje
natural. La arquitectura camuflada presenta venta-
jas como el cambio de fachadas segiin la estacién
del aio,
Imaginémonos ciudades completas subte-
rréneas; fabricas, tiendas, cines, oficinas, edificios
piiblicos, viviendas...;en pocas palabras, metr6po-
lis modernas. Ahora bien, si contemplamos el alar-
mante problema demogrifico y ecolégico actual,
estas ciudades se presentan no sélo como curiosi-
dad arquitect6nica, sino probablemente como so-
luciones més viables al problemadelahabitaciénen
el futuro.
La Morada Mévil
Abandonarlostefugios naturalesexigié al hombreun
profundo movimientoevolutivo. Las guaridas deroca
pasaron a la historia después de que el ser humano
cont6 con la herramienta, la experiencia, el valor y la
organizaci6n social suficientes para edificar su propia
morada. Construir implica un uso determinado de las,
herramientascomolaextensi6nde lacapacidadmotriz
del hombre, asicomoel conocimiento previode loque
se quiere hacer.
90
Laconstruccicin de las primeras viviendas coin-
cide con el desarrollo de la agricultura. Sin embargo,
entre esta nueva dindmica de vida y la antigua rutina_
del cazador y recolector, existié un periodo histérico
de gran importancia: las grandes migraciones.
Evidentemente, el hombre tuvo que ingeniarse-
Jas para contar con un lugar seguro, caliente y seco
donde pasar la noche durante sus largos viajes. Las.
‘cavernascontinuaron desempefiandosu papel de pro-
tectores naturales durante mucho tiempo: el hombre:
no se decidia ain a dejar el vientre materno,
No obstante, conforme transcurrié el tiempo,
Jos grupos némadas se toparon con mayores proble-
mas para encontrar un refugio, una guarida, sobre
todo al desplazarse tras los animales que les servian
dealimento.
En medio del espacio natural el hombre
trata de crearse un espacio cerrado, limitado: se
morada portatil. En tales circunstancias surge la
tienda, que es, al menos en términos evolutivos.
tal vez no cronolégicos necesariamente, uz
estadio intermedio entre los refugios naturales y
las primeras construcciones netamente huma-
nas, Antes de que el hombre iniciara su vi.
cotidiana dentro de un hogar estable, tuvo qi
caminar con su vivienda a cuestas: como u
tortuga, lentamente se aproximaba a su futuro,
‘Actualmente las tribus némadas hacen u
intensivo de la tienda, recurso que aparece en zon:
donde los refugios naturales resultan impensables
tundras, desiertos, estepas y praderas; espacis
despejados, planicies, sitios en los que escase
cuevas, cavernas grutas y demas guaridas.
La tienda resulta uno de los refugios
ingeniosos producto de la creatividad human:
Podriamos adelantar conclusiones y manifest
que de su sencillez parten las cualidades y vir
tudes de las que goza. El proceso para llegar
ella lev mucho tiempo. Cada vez que una tr
bu némada montaba y desmontaba su camp:
mento, pensaba en la manera de hacer més fé
y rapido este trabajo; a cada paso que el cat
ante daba, con su morada a cuestas, su ima;
nacién se esforzaba en encontrar materiales
formas que resultaran menos pesadas y mas m:
nejables. El resultado: moradas portitiles muy I
geras y faciles de montar y desmontar.Origen de la tienda cénica,
mera Vivienda" segin
let Le Duc,
Practicamente, la tienda ha sido utilizada en to-
das partes del mundo, y aunque los métodos y mate-
riales de construceién varian de un lugar a otto, el
principio bésico es casi el mismo en todos los casos;
se utiliza una membrana fuertemente estrada y sujeta
un armazén ligero, La membrana soporta un esfuer-
zo de traccién, mientras que el armazin recibe el es-
fuerzo de presién. La tienda se compone de una es-
tmuctura de madera circular u ovalada en Ia base; los
elementos de apoyo al unirse en la parte superior, dan
lugar a una forma cénica 0 de cépula. Por lo general,
Ja tienda cuenta con una orientacién previa determi-
nada por la direccién de la entrada, y con una aber-
tura en la parte superior para dar salida al humo de
una posible fogata. La cubierta queda lo mas estirada
posible
‘Ahora bien, estas cubiertas han evolucio-
nado: en un principio se armaron mediante poco
6 nulo trabajo, con materiales totalmente natura-
les, matorrales, ramas secas, hojas de palma y pie-
les; después se recurrié a los tejidos y finalmen-
te a las fibras sintéticas. El objetivo de estas mo-
dificaciones tiende a aligerar el peso, a encontrar
ip
mayor resistencia al viento, la lluvia, y a conse-
guir mayor durabilidad y maleabilidad
Probablemente el grupo némada_ mis pri-
mitivo de toda Europa, los paones, ubieado en lo
que hoy es Noruega, se ha valido de la tienda
principalmente en verano, cuando se movilizan los
rebafios hacia pastizales frescos. Las cubiertas de
sus tiendas son de pieles.
Las tiendas de los tartaros de Siberia y
Mongolia presentan estructuras en forma de ctipule.
Losarmazonesse elaboran abase de juncosensam-
blados con pivotes, detalle que permite que las
tiendas puedan desplegarse con un solo movimien-
to, a manera de sombrillas gigantes. En estos luga-
res de Asia, as tiendas protegen al hombre principal-
mente del viento y la arena.
En Norteamérica, los pieles rojas elabora-
ban sus tiendas con utensilios rudimentarios. Con
piedras filosas afilaban la punta de los largos
palos a los que, posteriormente, unfan las pieles.
Lograban asf estructuras cénicas, sumamente
resistentes y faciles de movilizar con la ayuda de
bestias de carga.Protetipos de vivienda mévil
Abrigo neanderthal elaborado a base de pieles de
animales y huesos de mamut hace 44,000 affos
¥ tienda de 12,000 altos de antigledad localiza~
dos en Ucrania en la misma zone.
En Africa, encontramos otro escenario don-
de podemos abundar ejemplos de moradas transi-
torias. Las cabafas de los nativoshausas en Nigeria
son pequeiios refugios construidos con materiales,
del entorno, Se trata de un esqueleto de varas
verdes, flexibles y a la vex resistentes, que se
cubren con tiras de hierba y palma; vale la pena
sefialar que dos hombres pueden levantarlas en
solamente un par de horas. Estas chozas cuentan
con una pequefia abertura por la cual se accede,
a gatas, al interior. En tiempo de frio, se puede
encender fuego dentro de una cavidad practicada
enel centro de la morada; para dormir, modelan
enlatierra una depresién con el cuerpo o simple-
mente extienden una piel
Las viviendas efimeras de los zuli, en el sur
de Africa, representan otro ejemplo. Se levantan
también con ramas verdes, pero se disponen a
manera de arcos, de tal forma que la tienda se~
meja una colmena gigante cubierta de paja. La di-
ferencia en estos casos estriba en que cuando sus
moradores viajan no levantan la vivienda y la
cargan desmontada, pues con seguridad en el si-
2
guiente sitio donde se detengan encontrariin los,
materiales necesarios para volver a fabricarlas.
Asi, Io que se transporta y se hace portatil no es:
la casa misma, sino la idea de la casa.
La tienda de campaiia constituye uno de
los artefactos mas antiguos conservados dentro
de los parémetros de utilidad del mundo moder
no. Exploradores profesionales y aficionados se
valen de la tienda de campafia. Actualizada, sf,
en cuanto a sus materiales y tecnologia, pero bé-
sicamente regida por el mismo principio.
EL arquitecto e ingeniero aleman Frei Otto es-
tima que actualmente entre veinte y cincuenta mi
Hones de personas viven en tiendas de campaiia
Tan solo en Arabia, hay ciudades enteras de tien:
das de campafia con hasta dos millones de habitan-
tes. La morada portdtil, puente evolutivo entre el
hombre némada y el agricultor, origen directo de
la casa prefubricada, guarda todavia cosas que en-
sefiarnos, entre ellas; su sencillez y utilidad, su
presencia efimera en un solo sitio y su vigencia
Con el tiempo, las viviendas flotantes, sobre
ruedas, 0 deslizantes como los trineos le han afta-tiendas beduinas pro
jonan una respuesta
factoria al lugar y 8u9
dido un toque de aventura a la morada mévil
del pasado.
Los primeros constructores
Todo arquitecto en un momento de su
vida debe hacer un edificio con sus pro-
pias manos. Al sentir los materiales y la
demanda de los espacios que quieren
ser, tendrd tiempo de ser audaz y de ser
humilde
see Richard England
En sus primeras construcciones el hombre siguié
elejemplo de los animales: edificé con tierra, pie-
dra, y_ fibras vegetales, materiales ofrecidos al
alcance de sus manos.
Los testimonios arqueol6gicos indican que
las primeras construcciones se levantaron hace
aproximadamente unos doce mil afios. Si el Hom-
bre de Neanderthal ocupé como refugio una ca-
verna, si los trogloditas continuaron bajo el abri-
g0 de la roca, los primeros constructores edifi-
caron. La diferencia ¢s sustancial; cuando el hom-
bre erigi6 por primera vez una construceién pro-
piamente dicha, en ese instante perdido en el
tiempo arrancaba todo un proceso transformador
A partir de aquel momento el planeta Tierra co-
menz6 a cambiar su rostro.
No se trat6 de un divorcio, de una ruptura
totaly definitiva, mucho menos inmediata, Por
el contrario, las primeras construcciones perma-
necieron absolutamente fieles a toda una inercia
histérica: més que una revolucién se dio una evo-
lucién, Las primeras construcciones imitaron for-
‘mas naturales.
Al principio fueron semisubterréneas. El
hombre, al hallar una hendidura en el terreno,
aprovech6 la cubierta natural de un drbol cafdo
y con ingenio creé sus primeras moradas; echaba
la tierra en el borde de algunos orificios y la
moldeaba. La casa creefa a partirde la forma en
la que se insertaba el material.
Un caso representativo de este tipo de arqui-
tectura es la aldea neolitica de Lindenthal. Para los
estudiosos resulta sumamente dificil realizar la re-
construccién de aquel modelo de arquitectura, ya
que en Lindenthal no qued6 ruina alguna, tinica-
mente cavidades. Atin asf Ia apariencia original de
estas viviendas se ha desenmascarado a través
de numerosos estudios, tanto arqueolégicos como
arquitecténicos. Lindenthal, colonia y refugio de
toda una comunidad neolitica, se muestra como un
conjunto de viviendas integradas pero originales
cada una, pese a ser construidas por personas con
necesidades similares y a partir de medios idénticos.
Su arquitectura, cuya columna vertebral fue el dise-
fio libre, permitié a cada uno de sus habitantes
93Origen de lao primeras construcclones,
imprimir a su hogar una cierta individualidad. No
se trata de una agrupacién accidental, por el con-
trario, existe una armonia bastante evidente en-
. tre el conjunto y el ecosistema. Consideramos a
Lindenthal como la conjuncisn entre la arquitec-
tura troglodita, la morada mévil y las primeras
construcciones.
Desde nuestra cosmovisién de occidentales
modernos, cuando pensamos en una vivienda
94
Contomos sinuosos y serpentinos, llenos de voluptuosidad er la aldea neolitica de Koin-Lindenthal, en Alemania.
GHSSHRR
ee
semienterrada nos vemos empujados, casi necesa-
riamente, hacia una desagradable sensacién de
claustrofobia. No obstante, nada hay mas alejado
de la realidad: las moradas de Lindenthal pueden
provocar todo menos la sensacién de encierro. Se
trata de amplios espacios, al parecer pensados con
el objetivo de brindar comodidad, no sélo fi
sino también emocional. Agreguemos alo espacio-
sode estas moradas, la preponderancia de las lineas,
BREHOW OPRRPERRRE FE“carvas: los arquitectos anénimos del neolitico se
“eclinaron hacia las formas libres, por ello dedicaron
‘Sempo y trabajo aesculpirlos interiores mismos de
sus hogares. Rudofsky nos habla de un suelo escul-
sural, modelado a partirde concavidades que invitan
2 recostarse para gozar del espacio, mas all de su
‘ebjetivo, meramente funcional de servir paraalgo. El
autor afirma que actualmente, con el “progreso”, al
WHERTREPRRELa Arquitectura
Vernacula
Ast como la historia de la mtsica se ha encargado
de inmortalizar a los grandes compositores, rele~
‘gando el canto popular a un olvido casi idilico: ast
comola Historia de la Literatura ha dedicado millo-
nes de paginas a los clésicos antiguos y modernos,
dejandoa la tradici6n oral en la marginalidad com-
placiente del folklore; de igual manera, la arquitec~
tura mantiene en cl anonimato a miles y miles de
constructores que, paralelamente a los genios, han
desempefiado un papel importante en el desarrollo
de este arte.
Encualquierasentamientohumano podemos
encontrarlos, Estin ahf, cerca del palacio y la cate~
dral, ala sombra de los grandes edificios: hablamos
de las pequefias viviendas anénimas, construidas
por el hombre comtin, frente a su necesidad de
albergue. Se trata de la respuesta de la gente al
problema de la habitacién, Estos constructores sin
rostro, sin nombre, son a Jos que nos referimos,
aquellos a los que la magnificencia de la arquitec-
tura ortodoxa ha opacado.
Los términos empleados para denotar esta
arquitectura de vida han sido varios: arquitectura
rural, indfgena, annima, verndcula, eteétera. Lo
cierto es que ésta, Ilmese como se llame, ha sobre-
vivido gracias alatransmisi6n de conocimientos de
‘generacién en generacidn. En este sentido, podria-
mos referimnos aun tipo de arquitectura tradicional,
arquitectura en la que ayudados por la comunidad,
Jos moradores edifican sus propios hogares, basdin-
dose en la sabiduria legada por sus padres. Para
‘muchos estudiosos, la arquitectura vernécula en-
ccuentra su caracteristica esencial en que procede de
no profesionales, Sinembargo, existen argumentos,
que ponen en duda tal opinién; por ejemplo, el
82
yas
vem
ood
=
pods
am
mba
ame
arquitecto Tadeus Torucki, en su articulo La mo- We i
rada del hombre, nos remite al caso de la ciudad J snepe
norteamericana de Las Vegas, endonde gran parte Wy semci
de las edificaciones se deben a no profesionales, y J ses 9
no obstante resulta imposible etiquetarlas de J) seme
vernéculas, ya que dichas construcciones “son por J) sesct
completo ajenas al entorno geogriifico, su tradicién ==
y su cultura”. De la misma forma se explican las J) spe
‘ciudades perdidas que se levantan en los Tamados J mam
cinturones de miseria de las grandes metrpolis, =—_
que aunque son viviendas autoconstruidas, no re- J sis
presentan a un tipo de arquitectura de la vida, Ws
puesto que no parten de un conocimiento de las ties
caracteristicas de su entorno, tales como el clima y
latopografia, ni se valende los materiales naturales
de la region.
Considerando que depende directamente del
entomo geogrfico, la arquitectura vernécula puede
considerarse casi como un producto natural; Hega 3
establecer con el ecosistema local una simbiosis
completa, y en su biisqueda de economia en Is
materia prima y energia obtiene, en la mayorfa de
Jos casos, logros evidentes. En ella, el hombre se
vale de los materiales e instrumentos que el mei
le proporciona en estado natural, por Jo que apen:
si requiere de un proceso semiindustrial. Asimis
‘mo, debido a que sus formas proceden de necesi
des bien definidas, ta arquitectura verndcula lo
funditse y confundirse con el paisaje donde
asienta, Aqui, el hombre no se impone: se acopla.
La vivienda verndcula resulta de un esfuer
comiin, el esfuerzo de generaciones que acumul
ron conocimientos, experiencias y métodos. El
dividuo que hoy construye aplica la sabiduriaempir
herencia de todos sus antepasados: no comete |mismos errores y lo mismo la enriquece con el
aporte de nuevos elementos, conforme surgen nue-
vas necesidades.
Resulta evidente entonces que la arquitectura
vernécula opera como una especie de espejo en
donde se refleja con mayor fidelidad Ia manera de
ser de un pueblo y sus relaciones entre sf, En los
poblados verndculos observamos que cada vivien-
da nueva se integra enriqueciéndolos. Al igual que
un buen vino, la mayoria de las veces, estos pueblos,
entre mds viejos, resultan més estimables.
EI hombre, desde sus mas remotos orfgenes,
se vio en la necesidad de la ayuda mutua, de la
cooperacién, Esta conducta le ha permitido homo-
geneizar sus respuestas ante el medio; por otro lado,
os percatamos que Ia arquitectura vernécula man-
tiene la individualidad de sus creadores. A pesar de
resolver necesidades semejantes, aprovechar mate-
riales de la misma procedencia y —lo que es més
importante~ valerse de conocimientos empiricos
emanados de las mismas fuentes; es sorprendente
constatar que las moradas de aldeas préximas mo-
delan el semblante de cada regién y le otorgan una
particular individualidad. Este hecho nos permite
afirmar que, no obstante compartir funciones simi-
lares, gracias a la espontaneidad y naturalidad, se
logran resultados de un notable interés plistico. De
ahi que cada vez. la arquitectura profesional preste
mayor atencién a la autéctona o verndcula. El an-
tecedente de este interés se ubica en la exposicién
Arquitectura sin Arquitectos, presentada en el Mu-
seo de Arte Modero de Nueva York, en 1964.
Sin embargo, si la arquitectura vernécula
despierta en nosotros una curiosidad puramente
estética, podemos caer en una actitud folklorista;
para evitarlo conviene intentar un estudio serio
y profundo de la misma, a fin de aprovechar
sus fundamentos. Mas que hacerle visitas de
turista, debemos pugnar por la revalorizacion
de la arquitectura de la vida que tiene mucho que
ensefiarnos.
Las estructuras més sofisticadas, en términos
tecnol6gicos, se contraponen a las primitivas 0
areaicas; no obstante, en las segundas se resuelve
con mas profundidad la forma de vivir. Se trata de
Ja aplicacién de patrones propios, inspirados en la
cotidianeidad misma.
La arquitectura verndcula, también llamada
doméstica, es una muestra de cémo las respues-
tas simples a los problemas que el medio fisico
plantea producen resultados satisfactorios, con
todas las ventajas que ello implica. Lo sencillo
resulta ser lo més funcional y, parad
lo mas complejo de conseguir.
En seguida se analizaré la. fntima relacién
que vincula a la naturaleza con el hombre, y la
manera en que puede aplicarse a los disefios crea-
dos por el hombre, lo que se conoce como arqui-
tectura extrapolada, que no es otra cosa que la tran-
sicién de la arquitectura verndcula a la contempo-
ranea.
“Alld en los tiempos en que se confunde ta
verdad con el mito, vemos huir de las in-
clemencias del tiempo y de las fieras pre-
histéricas que lo persiguen a un ser que por
sw insignificante proporcién fisica, parece
destinado a servir de alimento a tas fieras
que le rodean; huye despavorido a esconder
su debilidad en las cavernas que la Natura
leza puso a su alcance. ¥ parece ser que a
transformarse y a adquirir tal vitalidad,
inteligencia y valor que sale de ahi a dispu-
tarle a tas fieras ta supremacia en ta faz de
la tierra”,
Alfonso Olvera Lopez.
Se calcula que el hombre aparecis en la Tierra
hace més de un millén trescientos mil afios. Du-
rante mucho, mucho tiempo, vivid recolectando
sus alimentos y buscando en el propio ambiente
natural su refugio; el hombre no producfa su ma-
nutencién ni modificaba al medio fisico de una
manera profunda, mucho menos permanente. El
hombre no transformaba, solamente se adaptaba:
era el reino de Natura donde su anténimo, Cul-
tura, apenas comenzaba a dar los primeros indi-
cios de existencia, Durante gran parte de esa
época los grupos humanos durmieron sobre los
rboles para protegerse de los ataques de las fie-
ras; quizé de ahi procede la sensaciGn de caer al
vacio y despertar bruscamente cuando uno duer-
me, y muy probablemente esta conducta instint
va permanecerd albergada en nuestro inconscien-
te colectivo durante las siguientes generaciones.
83Lavida del hombresedentarioes muy recien-
te, puesto que el Paleolitico, horizonte del hombre
némada, comprende més del 95% de vida total del
género humano.
El refugio del
Hombre de Neanderthal
El Hombre de Neanderthal aparecié en Europahace
unos cien mil afios.
Entre los 100,000 y 40,000 afios aC. te
vemos en la boca de una caverna. Duefio de um
rostrobarbado, quijada prominente y movimieatos
toscos. Algunas pieles cubren su cuerpo, sostiene
un hacha de piedra y mira reflexivo hacia el valle
Cuando hablamos de él, debemos concebitio
como un ser sumamente ingenioso que sabia sacar
el mejor provecho de todos los climas y medios
en que vivia; hay que tener en cuenta que cuando
el Hombre de Neanderthal inicié sus larzas cami-
natas de recolecci6n todo estaba por inventarse: pars
él, la Historia aparecfa como una pizarra complets-
mente limpia, una libreta en blanco que, sin embar-
(20, resuihaihe umzemc comenzar a grafiar. Caver-
nicolas les Hamamos puesto que en cavernas se
refspiabum Se eatabe de formaciones naturales,
sengue of Homies de Neanderthal no le daba a
cuuliguier Guess ef papel de morada. En primer
legar. Gescaibe ageellas que contaran con una
eeeratis ecemmadis Gacis el sur, lejos del camino
de ins wines SeGcos. Recordemos que las caver-
mas comjummatum las caracteristicas de una mora-
Gx pucs datum be posibilidad de almacenar ali-
meeanes y Geindaban un refugio invernal. En se-
gundo siemino. se requeria que contara con una
eatrads de aice suficiente ya que la fogata -pozo
ample ¥ poco profundo— jugaba un rol prepon-
Genene pars que la caverna cumpliera su funcién.
La vextiiachn se consegufa al practicar un surco
desde Ia propia boca de la gruta hasta el centro de
Ja morada. con el objeto de conducir el aire bajo
lis Hamas y asi favorecer la combustidn. Huesos de
smamut cortados en trozos pequefios, estiércol y ra-
mas de coniferas se empleaban como combustible.
Asi, con el problema de la temperatura re-
suelto, varias familias disfrutaban del calor y la
POaTHe ge
RRERGcamaraderfa dentro de la caverna, bajo una va-
cilante luz anaranjada que hacfa bailotear las som-
bras sobre la piedra, mientras que afuera el vien-
to frio azotaba con dureza, El invierno limitaba
el niimero de cacerias y viajes de recolecci6n_y
Jas familias pasaban la mayor parte del tiempo
dentro del abrigo natural. Las mujeres se dedica-
ban a las tareas domésticas: cocinar el alimento
obtenido de la caza y de la recoleccién 0 a ct
dar a sus hijos. Los hombres consegufan plantas
silvestres, tenian una dieta muy variada, baja en
sal y en azticar (consumfan la miel obtenida
estacionalmente) y se consumfa mucha fibra. El
consumo de carne contenfa muy poca grasa ya
gue era de animales salvajes (70% menos lipo que
Jos animales domésticos), y el agua era su prin-
cipal bebida. Disponfan de tiempo de ocio, en el
cual se narraban historias, planeaban, convivian.
A éstas alturas conviene reflexionar en torno a la
importancia del fuego para esa época, no sola-
mente como la herramienta indispensable para la
vida -para cocinar los alimentos, dar calor ¢ ilu-
minacién y ahuyentar a las fieras— sino como el
elemento que propicia la convivencia humana.
Elcentrodelamorada es a fogataen tornode
Jacual se agrupa la comunidad, Con el tiempo la fo-
gata se transformé en chimenea, la que fue despla-
zada por la television familiar y en la actualidad,
cada recémara cuenta con un televisor portatil, contri-
buyendoaladisgregacién familiar.
La caverna proporciona al hombre, por pri
mera vez, la posibilidad de almacenar al
de sentir un Tugar como suyo. No cabe la menor
duda de que es el primer refugio, el primer sitio
del que el ser humano se siente duefio y parte a
la vez. También en este espacio resistente y se-
guro, en donde poco a poco se resolvieron las
dificultades de humedad y poca luz, es donde
arranca y se desarrolla la historia de la arquitec-
tura, a medida que el hombre busca y crea nue-
vas formas y métodos para construir su refugio.
La caverna fue la conquista de 1a casa y de la
ranquilidad, Para dimensionar esto, basta recor-
dar las palabras del cuentista latinoamericano
Horacio Quiroga: “... cuando los hombres se con-
vencieron de que la bestia no entraria, y la ca-
verna era, por consiguiente, inexpugnable, los ru-
gidos de la fiera fueron respondidos de adentro
con pedradas y grandes alaridos. La casa y el
suefio estaban conquistados para siempre"
El refugio del
Hombre de Cro Magnon
El siguiente eslabn evolutivo aparecis también en
Europa hace aproximadamente unos 40,000 afios
‘el Hombre de Cro Magnon, Enesta época se inicié
propiamente el desarrollo cultural. Si bien ocups
cavernas y el abrigo de las rocas como moradas, el
Hombre de Cro Magnon es un cavernicola muy
especial
Tras su salvaje apariencia, los hombres de Cro
Magnon surgen comoseresinteligentes, intrépidos,
innovadores, misticos y, sobre todo, artistas. Fue-
ron los primeros en utilizar el tiempo de ocio
dispensable para el desarrollo cultural para
rear, ya que debido a las inclemencias del clima
pasaban mucho tiempo dentro de sus cavernas.
Resulta, por otro lado, que ellos cerraron un perfodo
historico,el del hombre némaday cazador, y dieron
paso al siguiente: la era de la agricultura, de la vida
sedentaria.
El descubrimiento accidental de las ruinas de
Les Eyzles (Francia,1968) sacé a la luz un paisaje
tipicamentecromagniano. Losobreroscamineros que
se oparon coneste asentamiento nuncaimaginaron la
magnitud de su accién, Después de unas horas de
recorrido por el lugar, ta impresién que queda en el
visitante es que la geologfa, caprichosa como una
‘mujereigualmente impredecible, habia sidodiseftada
para ser morada del hombre. Una enorme ciudad
abierta, por lamarladealgtin modo, cuyos arquitectos
proyectaron sus enredados valles a manera de anchos
boulevares que corren, entre los riscos y cavernas,
comunicando a sus habitantes. En estas masas roco-
sas, que se formaron hace mas de cien millones de
afios, vivid el Hombre de Cro Magnon.
‘Aunque yael Hombre de Neanderthal se habia
procurado objetos de la naturaleza como herra-
mientas, el Hombre de Cro Magnon imprimié ma-
yor destreza en la fabricaciGn de sus utensilios.
Cada uno deellos resultaban diferentes;elartesano
debia ingenidrsclas para esculpir hueso, piedra 0
cuerno y aprovechar su forma y textura.Es muy probable que el Hombre de Cro-
‘Magnon inventara la técnica dela orfebrerfacocida
al fuego. Del mismo modo, él comenz6 a preocu-
parse por el vestido, pues confeccioné con mucho
cuidado las pieles que lo cubrian, y elabors distintas
prendas; tomemos en cuenta que ellos iniciaron los
grandes éxodos hacia las regiones drticas.
EI hombre encontré en el Reino Animal ls
carne como comida, las pieles como ropa y los
huesos como herramientas. También acudi6al Re
no Vegetal en busca de comida, ropa y herramics-
tas: comia fruta, se cubria con ramas y como herr
mientas se valia de raices silvestres. El Reino
Mineral, por tltimo, le brind6 refugioy la materia
prima para Ia mayor parte de sus herramicnsas.
Adin falta agregar una caracteristica deinen
bre de Cro Magnon, la que le confiere un papel de
puntal evolutivo de trascendencia infinita:mosnet=-
rimos al arte.
Cuando se logré definir la antiguedad dees
frescos de la Cueva de Altamira,el HombredeCro
Magnon fue reconocido como el primer artista.
Walter Benjamin sostuvo que el arte es el
elemento que humanizaal propio hombre. Quiz se
trate Geum juste exrremo. pero lo cierto es que
Jobhescersedietiethemansdiad resulta inimaginable
sab hee ded oe
[ess erties ef te pueden hallarse en las
smcocsilindiss geieticas del hombre. Los ejemplos
hentia: ce aiinie momento de la prehistoria a un
camer se Ie @cacs6 disfrazarse de animal para
seereeegEESE ct concibi6 laidea de sincronizar
Sesiejecsicceo mediante laentonaci6n de algdn
cqumestiicn amos individualiz6suherramienta
eins en oree=nio distinto,
Porat lindo. clsurgimientodel arterequiri6
ene mundificacidin en Ia cosmovisiGn del hombre
el Palcolitice: al explicarse el mundo natural que
Semdeabeiievcatsla magia yl arte apareciéinme-
Eamumente como su més fiel instrumento. Ernest
Fischerlocaplicaen muy pocas palabras: “La rea-
[iad scconwirtis en mito, laceremonia mégica se
comvirtsS en ante”.
Elaste desempeii6 una funcién social espect-
Sica. El artista explicaba al mundo, interpretaba la
caida de un rayo, descifraba los ciclos naturales, le
‘otorgaba sentido a los terremotos ya las sequias.
A la vez, casi como consecuencia directa, el artista,
Caballo encabritado tallade
en asta de reno. Su forma
acrodindmica es sugerida
por la propia asta,
Brurique, Francia, 15000
sos Ae
BQeAE
OREGERUWRAEBRE DD