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La Arquitectura Vernacula Ast como la historia de la mtsica se ha encargado de inmortalizar a los grandes compositores, rele~ ‘gando el canto popular a un olvido casi idilico: ast comola Historia de la Literatura ha dedicado millo- nes de paginas a los clésicos antiguos y modernos, dejandoa la tradici6n oral en la marginalidad com- placiente del folklore; de igual manera, la arquitec~ tura mantiene en cl anonimato a miles y miles de constructores que, paralelamente a los genios, han desempefiado un papel importante en el desarrollo de este arte. Encualquierasentamientohumano podemos encontrarlos, Estin ahf, cerca del palacio y la cate~ dral, ala sombra de los grandes edificios: hablamos de las pequefias viviendas anénimas, construidas por el hombre comtin, frente a su necesidad de albergue. Se trata de la respuesta de la gente al problema de la habitacién, Estos constructores sin rostro, sin nombre, son a Jos que nos referimos, aquellos a los que la magnificencia de la arquitec- tura ortodoxa ha opacado. Los términos empleados para denotar esta arquitectura de vida han sido varios: arquitectura rural, indfgena, annima, verndcula, eteétera. Lo cierto es que ésta, Ilmese como se llame, ha sobre- vivido gracias alatransmisi6n de conocimientos de ‘generacién en generacidn. En este sentido, podria- mos referimnos aun tipo de arquitectura tradicional, arquitectura en la que ayudados por la comunidad, Jos moradores edifican sus propios hogares, basdin- dose en la sabiduria legada por sus padres. Para ‘muchos estudiosos, la arquitectura vernécula en- ccuentra su caracteristica esencial en que procede de no profesionales, Sinembargo, existen argumentos, que ponen en duda tal opinién; por ejemplo, el 82 yas vem ood = pods am mba ame arquitecto Tadeus Torucki, en su articulo La mo- We i rada del hombre, nos remite al caso de la ciudad J snepe norteamericana de Las Vegas, endonde gran parte Wy semci de las edificaciones se deben a no profesionales, y J ses 9 no obstante resulta imposible etiquetarlas de J) seme vernéculas, ya que dichas construcciones “son por J) sesct completo ajenas al entorno geogriifico, su tradicién == y su cultura”. De la misma forma se explican las J) spe ‘ciudades perdidas que se levantan en los Tamados J mam cinturones de miseria de las grandes metrpolis, =—_ que aunque son viviendas autoconstruidas, no re- J sis presentan a un tipo de arquitectura de la vida, Ws puesto que no parten de un conocimiento de las ties caracteristicas de su entorno, tales como el clima y latopografia, ni se valende los materiales naturales de la region. Considerando que depende directamente del entomo geogrfico, la arquitectura vernécula puede considerarse casi como un producto natural; Hega 3 establecer con el ecosistema local una simbiosis completa, y en su biisqueda de economia en Is materia prima y energia obtiene, en la mayorfa de Jos casos, logros evidentes. En ella, el hombre se vale de los materiales e instrumentos que el mei le proporciona en estado natural, por Jo que apen: si requiere de un proceso semiindustrial. Asimis ‘mo, debido a que sus formas proceden de necesi des bien definidas, ta arquitectura verndcula lo funditse y confundirse con el paisaje donde asienta, Aqui, el hombre no se impone: se acopla. La vivienda verndcula resulta de un esfuer comiin, el esfuerzo de generaciones que acumul ron conocimientos, experiencias y métodos. El dividuo que hoy construye aplica la sabiduriaempir herencia de todos sus antepasados: no comete | mismos errores y lo mismo la enriquece con el aporte de nuevos elementos, conforme surgen nue- vas necesidades. Resulta evidente entonces que la arquitectura vernécula opera como una especie de espejo en donde se refleja con mayor fidelidad Ia manera de ser de un pueblo y sus relaciones entre sf, En los poblados verndculos observamos que cada vivien- da nueva se integra enriqueciéndolos. Al igual que un buen vino, la mayoria de las veces, estos pueblos, entre mds viejos, resultan més estimables. EI hombre, desde sus mas remotos orfgenes, se vio en la necesidad de la ayuda mutua, de la cooperacién, Esta conducta le ha permitido homo- geneizar sus respuestas ante el medio; por otro lado, os percatamos que Ia arquitectura vernécula man- tiene la individualidad de sus creadores. A pesar de resolver necesidades semejantes, aprovechar mate- riales de la misma procedencia y —lo que es més importante~ valerse de conocimientos empiricos emanados de las mismas fuentes; es sorprendente constatar que las moradas de aldeas préximas mo- delan el semblante de cada regién y le otorgan una particular individualidad. Este hecho nos permite afirmar que, no obstante compartir funciones simi- lares, gracias a la espontaneidad y naturalidad, se logran resultados de un notable interés plistico. De ahi que cada vez. la arquitectura profesional preste mayor atencién a la autéctona o verndcula. El an- tecedente de este interés se ubica en la exposicién Arquitectura sin Arquitectos, presentada en el Mu- seo de Arte Modero de Nueva York, en 1964. Sin embargo, si la arquitectura vernécula despierta en nosotros una curiosidad puramente estética, podemos caer en una actitud folklorista; para evitarlo conviene intentar un estudio serio y profundo de la misma, a fin de aprovechar sus fundamentos. Mas que hacerle visitas de turista, debemos pugnar por la revalorizacion de la arquitectura de la vida que tiene mucho que ensefiarnos. Las estructuras més sofisticadas, en términos tecnol6gicos, se contraponen a las primitivas 0 areaicas; no obstante, en las segundas se resuelve con mas profundidad la forma de vivir. Se trata de Ja aplicacién de patrones propios, inspirados en la cotidianeidad misma. La arquitectura verndcula, también llamada doméstica, es una muestra de cémo las respues- tas simples a los problemas que el medio fisico plantea producen resultados satisfactorios, con todas las ventajas que ello implica. Lo sencillo resulta ser lo més funcional y, parad lo mas complejo de conseguir. En seguida se analizaré la. fntima relacién que vincula a la naturaleza con el hombre, y la manera en que puede aplicarse a los disefios crea- dos por el hombre, lo que se conoce como arqui- tectura extrapolada, que no es otra cosa que la tran- sicién de la arquitectura verndcula a la contempo- ranea. “Alld en los tiempos en que se confunde ta verdad con el mito, vemos huir de las in- clemencias del tiempo y de las fieras pre- histéricas que lo persiguen a un ser que por sw insignificante proporcién fisica, parece destinado a servir de alimento a tas fieras que le rodean; huye despavorido a esconder su debilidad en las cavernas que la Natura leza puso a su alcance. ¥ parece ser que a transformarse y a adquirir tal vitalidad, inteligencia y valor que sale de ahi a dispu- tarle a tas fieras ta supremacia en ta faz de la tierra”, Alfonso Olvera Lopez. Se calcula que el hombre aparecis en la Tierra hace més de un millén trescientos mil afios. Du- rante mucho, mucho tiempo, vivid recolectando sus alimentos y buscando en el propio ambiente natural su refugio; el hombre no producfa su ma- nutencién ni modificaba al medio fisico de una manera profunda, mucho menos permanente. El hombre no transformaba, solamente se adaptaba: era el reino de Natura donde su anténimo, Cul- tura, apenas comenzaba a dar los primeros indi- cios de existencia, Durante gran parte de esa época los grupos humanos durmieron sobre los rboles para protegerse de los ataques de las fie- ras; quizé de ahi procede la sensaciGn de caer al vacio y despertar bruscamente cuando uno duer- me, y muy probablemente esta conducta instint va permanecerd albergada en nuestro inconscien- te colectivo durante las siguientes generaciones. 83 Lavida del hombresedentarioes muy recien- te, puesto que el Paleolitico, horizonte del hombre némada, comprende més del 95% de vida total del género humano. El refugio del Hombre de Neanderthal El Hombre de Neanderthal aparecié en Europahace unos cien mil afios. Entre los 100,000 y 40,000 afios aC. te vemos en la boca de una caverna. Duefio de um rostrobarbado, quijada prominente y movimieatos toscos. Algunas pieles cubren su cuerpo, sostiene un hacha de piedra y mira reflexivo hacia el valle Cuando hablamos de él, debemos concebitio como un ser sumamente ingenioso que sabia sacar el mejor provecho de todos los climas y medios en que vivia; hay que tener en cuenta que cuando el Hombre de Neanderthal inicié sus larzas cami- natas de recolecci6n todo estaba por inventarse: pars él, la Historia aparecfa como una pizarra complets- mente limpia, una libreta en blanco que, sin embar- (20, resuihaihe umzemc comenzar a grafiar. Caver- nicolas les Hamamos puesto que en cavernas se refspiabum Se eatabe de formaciones naturales, sengue of Homies de Neanderthal no le daba a cuuliguier Guess ef papel de morada. En primer legar. Gescaibe ageellas que contaran con una eeeratis ecemmadis Gacis el sur, lejos del camino de ins wines SeGcos. Recordemos que las caver- mas comjummatum las caracteristicas de una mora- Gx pucs datum be posibilidad de almacenar ali- meeanes y Geindaban un refugio invernal. En se- gundo siemino. se requeria que contara con una eatrads de aice suficiente ya que la fogata -pozo ample ¥ poco profundo— jugaba un rol prepon- Genene pars que la caverna cumpliera su funcién. La vextiiachn se consegufa al practicar un surco desde Ia propia boca de la gruta hasta el centro de Ja morada. con el objeto de conducir el aire bajo lis Hamas y asi favorecer la combustidn. Huesos de smamut cortados en trozos pequefios, estiércol y ra- mas de coniferas se empleaban como combustible. Asi, con el problema de la temperatura re- suelto, varias familias disfrutaban del calor y la POaTHe ge RRERG camaraderfa dentro de la caverna, bajo una va- cilante luz anaranjada que hacfa bailotear las som- bras sobre la piedra, mientras que afuera el vien- to frio azotaba con dureza, El invierno limitaba el niimero de cacerias y viajes de recolecci6n_y Jas familias pasaban la mayor parte del tiempo dentro del abrigo natural. Las mujeres se dedica- ban a las tareas domésticas: cocinar el alimento obtenido de la caza y de la recoleccién 0 a ct dar a sus hijos. Los hombres consegufan plantas silvestres, tenian una dieta muy variada, baja en sal y en azticar (consumfan la miel obtenida estacionalmente) y se consumfa mucha fibra. El consumo de carne contenfa muy poca grasa ya gue era de animales salvajes (70% menos lipo que Jos animales domésticos), y el agua era su prin- cipal bebida. Disponfan de tiempo de ocio, en el cual se narraban historias, planeaban, convivian. A éstas alturas conviene reflexionar en torno a la importancia del fuego para esa época, no sola- mente como la herramienta indispensable para la vida -para cocinar los alimentos, dar calor ¢ ilu- minacién y ahuyentar a las fieras— sino como el elemento que propicia la convivencia humana. Elcentrodelamorada es a fogataen tornode Jacual se agrupa la comunidad, Con el tiempo la fo- gata se transformé en chimenea, la que fue despla- zada por la television familiar y en la actualidad, cada recémara cuenta con un televisor portatil, contri- buyendoaladisgregacién familiar. La caverna proporciona al hombre, por pri mera vez, la posibilidad de almacenar al de sentir un Tugar como suyo. No cabe la menor duda de que es el primer refugio, el primer sitio del que el ser humano se siente duefio y parte a la vez. También en este espacio resistente y se- guro, en donde poco a poco se resolvieron las dificultades de humedad y poca luz, es donde arranca y se desarrolla la historia de la arquitec- tura, a medida que el hombre busca y crea nue- vas formas y métodos para construir su refugio. La caverna fue la conquista de 1a casa y de la ranquilidad, Para dimensionar esto, basta recor- dar las palabras del cuentista latinoamericano Horacio Quiroga: “... cuando los hombres se con- vencieron de que la bestia no entraria, y la ca- verna era, por consiguiente, inexpugnable, los ru- gidos de la fiera fueron respondidos de adentro con pedradas y grandes alaridos. La casa y el suefio estaban conquistados para siempre" El refugio del Hombre de Cro Magnon El siguiente eslabn evolutivo aparecis también en Europa hace aproximadamente unos 40,000 afios ‘el Hombre de Cro Magnon, Enesta época se inicié propiamente el desarrollo cultural. Si bien ocups cavernas y el abrigo de las rocas como moradas, el Hombre de Cro Magnon es un cavernicola muy especial Tras su salvaje apariencia, los hombres de Cro Magnon surgen comoseresinteligentes, intrépidos, innovadores, misticos y, sobre todo, artistas. Fue- ron los primeros en utilizar el tiempo de ocio dispensable para el desarrollo cultural para rear, ya que debido a las inclemencias del clima pasaban mucho tiempo dentro de sus cavernas. Resulta, por otro lado, que ellos cerraron un perfodo historico,el del hombre némaday cazador, y dieron paso al siguiente: la era de la agricultura, de la vida sedentaria. El descubrimiento accidental de las ruinas de Les Eyzles (Francia,1968) sacé a la luz un paisaje tipicamentecromagniano. Losobreroscamineros que se oparon coneste asentamiento nuncaimaginaron la magnitud de su accién, Después de unas horas de recorrido por el lugar, ta impresién que queda en el visitante es que la geologfa, caprichosa como una ‘mujereigualmente impredecible, habia sidodiseftada para ser morada del hombre. Una enorme ciudad abierta, por lamarladealgtin modo, cuyos arquitectos proyectaron sus enredados valles a manera de anchos boulevares que corren, entre los riscos y cavernas, comunicando a sus habitantes. En estas masas roco- sas, que se formaron hace mas de cien millones de afios, vivid el Hombre de Cro Magnon. ‘Aunque yael Hombre de Neanderthal se habia procurado objetos de la naturaleza como herra- mientas, el Hombre de Cro Magnon imprimié ma- yor destreza en la fabricaciGn de sus utensilios. Cada uno deellos resultaban diferentes;elartesano debia ingenidrsclas para esculpir hueso, piedra 0 cuerno y aprovechar su forma y textura. Es muy probable que el Hombre de Cro- ‘Magnon inventara la técnica dela orfebrerfacocida al fuego. Del mismo modo, él comenz6 a preocu- parse por el vestido, pues confeccioné con mucho cuidado las pieles que lo cubrian, y elabors distintas prendas; tomemos en cuenta que ellos iniciaron los grandes éxodos hacia las regiones drticas. EI hombre encontré en el Reino Animal ls carne como comida, las pieles como ropa y los huesos como herramientas. También acudi6al Re no Vegetal en busca de comida, ropa y herramics- tas: comia fruta, se cubria con ramas y como herr mientas se valia de raices silvestres. El Reino Mineral, por tltimo, le brind6 refugioy la materia prima para Ia mayor parte de sus herramicnsas. Adin falta agregar una caracteristica deinen bre de Cro Magnon, la que le confiere un papel de puntal evolutivo de trascendencia infinita:mosnet=- rimos al arte. Cuando se logré definir la antiguedad dees frescos de la Cueva de Altamira,el HombredeCro Magnon fue reconocido como el primer artista. Walter Benjamin sostuvo que el arte es el elemento que humanizaal propio hombre. Quiz se trate Geum juste exrremo. pero lo cierto es que Jobhescersedietiethemansdiad resulta inimaginable sab hee ded oe [ess erties ef te pueden hallarse en las smcocsilindiss geieticas del hombre. Los ejemplos hentia: ce aiinie momento de la prehistoria a un camer se Ie @cacs6 disfrazarse de animal para seereeegEESE ct concibi6 laidea de sincronizar Sesiejecsicceo mediante laentonaci6n de algdn cqumestiicn amos individualiz6suherramienta eins en oree=nio distinto, Porat lindo. clsurgimientodel arterequiri6 ene mundificacidin en Ia cosmovisiGn del hombre el Palcolitice: al explicarse el mundo natural que Semdeabeiievcatsla magia yl arte apareciéinme- Eamumente como su més fiel instrumento. Ernest Fischerlocaplicaen muy pocas palabras: “La rea- [iad scconwirtis en mito, laceremonia mégica se comvirtsS en ante”. Elaste desempeii6 una funcién social espect- Sica. El artista explicaba al mundo, interpretaba la caida de un rayo, descifraba los ciclos naturales, le ‘otorgaba sentido a los terremotos ya las sequias. A la vez, casi como consecuencia directa, el artista, Caballo encabritado tallade en asta de reno. Su forma acrodindmica es sugerida por la propia asta, Brurique, Francia, 15000 sos Ae BQeAE OREGERUWRAEBRE DD wn 2s = 2 ar in 12 debfa hacer el mundo més habitable. De ahf la interrelacién que se gest6 desde un principio entre el quehacer artistico y 1a morada. Por ello, resulta evidente porquéel Hombre de Cro Magnon nunca colocé su arte dentro de los limites de un marco, porque jamais firm6 sus creaciones. En este periodo elarte siempre se incorporé al medio ambiente, a Ja morada, a la vida cotidiana, No se trataba de una labor ajena a la comunidad, sino porel contrario, el arte mismo perseguia una mayor cohesién social. A través de sus obras, el hombre primitivo buseé la armonfa propia y la de sus semejantes con la natu- raleza, Remontémonos a la Cueva de Altamira. Enestacuevaserpentean unaseriedetineles, arietas y cémaras esculpidas lentamente durante millones de afios, por el aguade lluviaque penetré através de las rocas y modelé los sedimentos con cada gota que arrastraba. En esta cueva obscura, silenciosa, se vislumbran_pequeiios destellos que salen de una cémara; la luz proviene de ta llama débil de una lampara rstica colocada sobre laroca. En medio de este sutil resplandor un hombre de cabello largo, vestido con pieles y un collar de conchas, se distrae pintando. La mayor parte de los colores los obtuvo de algunas rocas suaves de tonalidades rojas, naranjas, amarillas y cafés; los deposité en grandes conchas 0 huesos ahuecados, les afiadic grasas de animal sangre, y con los dedos, molié y mezcls hasta conseguir una pintura grue Hombre de Cro Magnon, embartando pintura sobre la saliente roca enla cueva de Altamira, Espatia, y pastosa. Ahora empapa un pedazo de piel comosi fuera una estopa y la saca impregnada de un color vivo, lo embarra sobre Ia saliente de la roca. Al intar animales sobre ella, logré un efecto de tridimensionalidad que consigue integrarse a la cueva misma, Surge poco poco la pintura integra- daa la piedra saliente y a la cueva: Arespin; arqui- tectura, escultura y pintura como un todo organico. Con las moradas cavernicolas del Hombre de Cro Magnon arranca el desarrollo de la arquitectura organica. Arquitectura Troglodita Las cavernas constituyeron el punto de partida de la Historia de la Arquitectura; después de todo, se trata de los primeros refugios del ser humano, Sin embargo, las moradas cavernicolas re- sultaban de un proceso de creacién natural, los hombres primitivos efectuaban muy pocas mo- dificaciones a las formaciones permanentes. El si guiente eslabn de la cadena nos permitira vis lumbrar el verdadero arranque del proceso trans- formador: la Arquitectura Troglodita La caverna, mas que hogar 0 morada, se uti- lizaba como una guarida. De hecho, las ocupaba esencialmente en invierno y cuando se le presen- taban fenémenos climéticos adversos. La aparicién de la vivienda como habitat cotidiano es ulterior. Para esto, se requirié del desarrollo de la agri- cultura. La arquitectura troglodita fue la primera res- puesta al problema de la morada dentro de los nuevos parimetros de la vida sedemtaria, determinada por la organizacién social del trabajo que impone laagricul- tra, Conforma el habitat trogloditico un conjunto de viviendas: se trata de una arquitectura de comunidad. Esta etapa histérica de la arquitectura se earacteriza por la edificacién subterranea. Seria correcto decir que el hombre, apoyado en la agricultura y en la domesticacién de los animales, emergié de las caver- nas para construir sus casas bajottierra;con asalvedad de que las viviendas trogloditas resultan del aprove- chamientodecavidades naturales ode unaexcavacion, voluntaria. El hombre crea, transforma y altera el ‘medio fisico para procurarse bienestar. La gran dife- rencia entre la guarida cavernicola y la morada de los trogloditas saltaala vista: en las segundas, el hombre se acoplaba, s{ pero también modificaba, creaba al perforarlasentrafasde la tierra, Cuandoel Hombrede Cro Magnon habitaba una caverna, simplemente la ocupaba; cuando los primeros hombres sedentarios excavaban sus moradas, al habitarlas establecieron . una relacién simbiética con el medio. Las razones que impulsaron al hombre a desarrollar la técnica de la vivienda enterrada se intuyen con facilidad. En primer lugar, tenemos el factor clima: las contrucciones trogloditas ofrecen una extraordinaria respuesta a las zonas de climas, extremosos, gracias a la masa térmica (tierra) que forma la propia edificacién; la temperatura favo- rable para el hombre se mantiene relativamente . constante, En segundo lugar, lamoradasubterrénea asegura un excelente refugio, estratégicamente ha- blando, Hasta aqut, los motivos que tuvo el hombre para exeavar la tierra fueron los mismos que hacen que algunos animales caven sus guaridas, como por ejemplo las hormigas, los topos, conejos, etcétera. Por tiltimo, hay que tomar en cuenta razones de indole estructural y religioso, asf como la inercia bioldgica a refugiarse bajo tierra Bernard Rudofsky afirma que el més claro ¢ imponente modelo de arquitectura troglodita es el de la antigua colonia de monjes y religiosas de Capadocia, en las montafias de Turquia. Este pai- saje se produjo por la erupcién de dos voleanes, cuya lava, al endurecerse, formé una piedra poro- sa llamada tufa. Al paso de los ailos, el viento y el agua fueron erosionando Ia tufa hasta crear las formas fantasticas que aprovecharon los monjes Para excavar sus viviendas. Se puede decir que las viviendas de Capadocia son de una sola pieza; para ello, sus moradores moldearon en la piedra, no sélo las habitaciones, sino los muebles y ornamentos de las mismas. A principios del siglo Vil cuando la colonia de Capadocia comenz6 a esculpirse, los drabes avanzaban hacia Occidente, de ahi que los, religiosos cristianos buscaran protegerse de la furia de la Guerra Santa, internéndose bajo tierra y esculpiendo lo que el propio Rudofsky llamé rascasuelos. Por ejemplo, en Derinkuyo y Raymakli, estos rascasuelos llegaron a tener hasta diez niveles bajo tierra. Vale la pena sefialar la mina de sal de Weiliczka, en el tervitorio de lo que hoy es Po- lonia, en donde un laberinto de tuneles de cerca de cien kil6metros y_treinta metros de profundi- dad, alberg6 una ciudad formada por pilares, ar- cos y bévedas de roca calearea dura y brillante como el cristal. En el norte de China, particularmente_ en Jas provineias de Shensi, Shansi, Kansu y Honan, se han construido ciudades completas bajo tierra Los chinos encontraron en las viviendas enterra- das la solucién a la escasez de tierras de cultivo. La légica resulta sencilla: si falta tierra para la agricultura, no conviene ocupar la disponible en construcci6n de viviendas; los valles y planicies se dedicaron tinicamente a la labranza, los cam- pesinos excavaron sus moradas, Asi, aldeas en- teras pasarfan desapercibidas, sino fuera porque uno ve salir humo de los cultivos, y al acercarse se distinguen las chimeneas, los patios abiertos y Jas escaleras. Los patios abiertos poseen gran importancia, cl sol précticamente no alcanza el fondo y se goza cde una temperatura fresca, igual a la que presenta a esas profundidades. En ese patiose cocina, se come, se trabaja y se recolecta el agua en aljibes. Actualmente, en algunos lugares 1a misma I6gica ha impulsado a la construcci6n bajo tierra. Encontramos un ejemplo en laCosta Azul, donde | Comunidad rural china excavada en susie blando, Jo costoso de! terreno determina la construc subterrénea, para lo cual generalmente se cava un tiro profundo que opera como el centro de la vivien- da, Otra ventaja de este tipo de construcciones consiste en que la morada no rompe con el paisaje natural. La arquitectura camuflada presenta venta- jas como el cambio de fachadas segiin la estacién del aio, Imaginémonos ciudades completas subte- rréneas; fabricas, tiendas, cines, oficinas, edificios piiblicos, viviendas...;en pocas palabras, metr6po- lis modernas. Ahora bien, si contemplamos el alar- mante problema demogrifico y ecolégico actual, estas ciudades se presentan no sélo como curiosi- dad arquitect6nica, sino probablemente como so- luciones més viables al problemadelahabitaciénen el futuro. La Morada Mévil Abandonarlostefugios naturalesexigié al hombreun profundo movimientoevolutivo. Las guaridas deroca pasaron a la historia después de que el ser humano cont6 con la herramienta, la experiencia, el valor y la organizaci6n social suficientes para edificar su propia morada. Construir implica un uso determinado de las, herramientascomolaextensi6nde lacapacidadmotriz del hombre, asicomoel conocimiento previode loque se quiere hacer. 90 Laconstruccicin de las primeras viviendas coin- cide con el desarrollo de la agricultura. Sin embargo, entre esta nueva dindmica de vida y la antigua rutina_ del cazador y recolector, existié un periodo histérico de gran importancia: las grandes migraciones. Evidentemente, el hombre tuvo que ingeniarse- Jas para contar con un lugar seguro, caliente y seco donde pasar la noche durante sus largos viajes. Las. ‘cavernascontinuaron desempefiandosu papel de pro- tectores naturales durante mucho tiempo: el hombre: no se decidia ain a dejar el vientre materno, No obstante, conforme transcurrié el tiempo, Jos grupos némadas se toparon con mayores proble- mas para encontrar un refugio, una guarida, sobre todo al desplazarse tras los animales que les servian dealimento. En medio del espacio natural el hombre trata de crearse un espacio cerrado, limitado: se morada portatil. En tales circunstancias surge la tienda, que es, al menos en términos evolutivos. tal vez no cronolégicos necesariamente, uz estadio intermedio entre los refugios naturales y las primeras construcciones netamente huma- nas, Antes de que el hombre iniciara su vi. cotidiana dentro de un hogar estable, tuvo qi caminar con su vivienda a cuestas: como u tortuga, lentamente se aproximaba a su futuro, ‘Actualmente las tribus némadas hacen u intensivo de la tienda, recurso que aparece en zon: donde los refugios naturales resultan impensables tundras, desiertos, estepas y praderas; espacis despejados, planicies, sitios en los que escase cuevas, cavernas grutas y demas guaridas. La tienda resulta uno de los refugios ingeniosos producto de la creatividad human: Podriamos adelantar conclusiones y manifest que de su sencillez parten las cualidades y vir tudes de las que goza. El proceso para llegar ella lev mucho tiempo. Cada vez que una tr bu némada montaba y desmontaba su camp: mento, pensaba en la manera de hacer més fé y rapido este trabajo; a cada paso que el cat ante daba, con su morada a cuestas, su ima; nacién se esforzaba en encontrar materiales formas que resultaran menos pesadas y mas m: nejables. El resultado: moradas portitiles muy I geras y faciles de montar y desmontar. Origen de la tienda cénica, mera Vivienda" segin let Le Duc, Practicamente, la tienda ha sido utilizada en to- das partes del mundo, y aunque los métodos y mate- riales de construceién varian de un lugar a otto, el principio bésico es casi el mismo en todos los casos; se utiliza una membrana fuertemente estrada y sujeta un armazén ligero, La membrana soporta un esfuer- zo de traccién, mientras que el armazin recibe el es- fuerzo de presién. La tienda se compone de una es- tmuctura de madera circular u ovalada en Ia base; los elementos de apoyo al unirse en la parte superior, dan lugar a una forma cénica 0 de cépula. Por lo general, Ja tienda cuenta con una orientacién previa determi- nada por la direccién de la entrada, y con una aber- tura en la parte superior para dar salida al humo de una posible fogata. La cubierta queda lo mas estirada posible ‘Ahora bien, estas cubiertas han evolucio- nado: en un principio se armaron mediante poco 6 nulo trabajo, con materiales totalmente natura- les, matorrales, ramas secas, hojas de palma y pie- les; después se recurrié a los tejidos y finalmen- te a las fibras sintéticas. El objetivo de estas mo- dificaciones tiende a aligerar el peso, a encontrar ip mayor resistencia al viento, la lluvia, y a conse- guir mayor durabilidad y maleabilidad Probablemente el grupo némada_ mis pri- mitivo de toda Europa, los paones, ubieado en lo que hoy es Noruega, se ha valido de la tienda principalmente en verano, cuando se movilizan los rebafios hacia pastizales frescos. Las cubiertas de sus tiendas son de pieles. Las tiendas de los tartaros de Siberia y Mongolia presentan estructuras en forma de ctipule. Losarmazonesse elaboran abase de juncosensam- blados con pivotes, detalle que permite que las tiendas puedan desplegarse con un solo movimien- to, a manera de sombrillas gigantes. En estos luga- res de Asia, as tiendas protegen al hombre principal- mente del viento y la arena. En Norteamérica, los pieles rojas elabora- ban sus tiendas con utensilios rudimentarios. Con piedras filosas afilaban la punta de los largos palos a los que, posteriormente, unfan las pieles. Lograban asf estructuras cénicas, sumamente resistentes y faciles de movilizar con la ayuda de bestias de carga. Protetipos de vivienda mévil Abrigo neanderthal elaborado a base de pieles de animales y huesos de mamut hace 44,000 affos ¥ tienda de 12,000 altos de antigledad localiza~ dos en Ucrania en la misma zone. En Africa, encontramos otro escenario don- de podemos abundar ejemplos de moradas transi- torias. Las cabafas de los nativoshausas en Nigeria son pequeiios refugios construidos con materiales, del entorno, Se trata de un esqueleto de varas verdes, flexibles y a la vex resistentes, que se cubren con tiras de hierba y palma; vale la pena sefialar que dos hombres pueden levantarlas en solamente un par de horas. Estas chozas cuentan con una pequefia abertura por la cual se accede, a gatas, al interior. En tiempo de frio, se puede encender fuego dentro de una cavidad practicada enel centro de la morada; para dormir, modelan enlatierra una depresién con el cuerpo o simple- mente extienden una piel Las viviendas efimeras de los zuli, en el sur de Africa, representan otro ejemplo. Se levantan también con ramas verdes, pero se disponen a manera de arcos, de tal forma que la tienda se~ meja una colmena gigante cubierta de paja. La di- ferencia en estos casos estriba en que cuando sus moradores viajan no levantan la vivienda y la cargan desmontada, pues con seguridad en el si- 2 guiente sitio donde se detengan encontrariin los, materiales necesarios para volver a fabricarlas. Asi, Io que se transporta y se hace portatil no es: la casa misma, sino la idea de la casa. La tienda de campaiia constituye uno de los artefactos mas antiguos conservados dentro de los parémetros de utilidad del mundo moder no. Exploradores profesionales y aficionados se valen de la tienda de campafia. Actualizada, sf, en cuanto a sus materiales y tecnologia, pero bé- sicamente regida por el mismo principio. EL arquitecto e ingeniero aleman Frei Otto es- tima que actualmente entre veinte y cincuenta mi Hones de personas viven en tiendas de campaiia Tan solo en Arabia, hay ciudades enteras de tien: das de campafia con hasta dos millones de habitan- tes. La morada portdtil, puente evolutivo entre el hombre némada y el agricultor, origen directo de la casa prefubricada, guarda todavia cosas que en- sefiarnos, entre ellas; su sencillez y utilidad, su presencia efimera en un solo sitio y su vigencia Con el tiempo, las viviendas flotantes, sobre ruedas, 0 deslizantes como los trineos le han afta- tiendas beduinas pro jonan una respuesta factoria al lugar y 8u9 dido un toque de aventura a la morada mévil del pasado. Los primeros constructores Todo arquitecto en un momento de su vida debe hacer un edificio con sus pro- pias manos. Al sentir los materiales y la demanda de los espacios que quieren ser, tendrd tiempo de ser audaz y de ser humilde see Richard England En sus primeras construcciones el hombre siguié elejemplo de los animales: edificé con tierra, pie- dra, y_ fibras vegetales, materiales ofrecidos al alcance de sus manos. Los testimonios arqueol6gicos indican que las primeras construcciones se levantaron hace aproximadamente unos doce mil afios. Si el Hom- bre de Neanderthal ocupé como refugio una ca- verna, si los trogloditas continuaron bajo el abri- g0 de la roca, los primeros constructores edifi- caron. La diferencia ¢s sustancial; cuando el hom- bre erigi6 por primera vez una construceién pro- piamente dicha, en ese instante perdido en el tiempo arrancaba todo un proceso transformador A partir de aquel momento el planeta Tierra co- menz6 a cambiar su rostro. No se trat6 de un divorcio, de una ruptura totaly definitiva, mucho menos inmediata, Por el contrario, las primeras construcciones perma- necieron absolutamente fieles a toda una inercia histérica: més que una revolucién se dio una evo- lucién, Las primeras construcciones imitaron for- ‘mas naturales. Al principio fueron semisubterréneas. El hombre, al hallar una hendidura en el terreno, aprovech6 la cubierta natural de un drbol cafdo y con ingenio creé sus primeras moradas; echaba la tierra en el borde de algunos orificios y la moldeaba. La casa creefa a partirde la forma en la que se insertaba el material. Un caso representativo de este tipo de arqui- tectura es la aldea neolitica de Lindenthal. Para los estudiosos resulta sumamente dificil realizar la re- construccién de aquel modelo de arquitectura, ya que en Lindenthal no qued6 ruina alguna, tinica- mente cavidades. Atin asf Ia apariencia original de estas viviendas se ha desenmascarado a través de numerosos estudios, tanto arqueolégicos como arquitecténicos. Lindenthal, colonia y refugio de toda una comunidad neolitica, se muestra como un conjunto de viviendas integradas pero originales cada una, pese a ser construidas por personas con necesidades similares y a partir de medios idénticos. Su arquitectura, cuya columna vertebral fue el dise- fio libre, permitié a cada uno de sus habitantes 93 Origen de lao primeras construcclones, imprimir a su hogar una cierta individualidad. No se trata de una agrupacién accidental, por el con- trario, existe una armonia bastante evidente en- . tre el conjunto y el ecosistema. Consideramos a Lindenthal como la conjuncisn entre la arquitec- tura troglodita, la morada mévil y las primeras construcciones. Desde nuestra cosmovisién de occidentales modernos, cuando pensamos en una vivienda 94 Contomos sinuosos y serpentinos, llenos de voluptuosidad er la aldea neolitica de Koin-Lindenthal, en Alemania. GHSSHRR ee semienterrada nos vemos empujados, casi necesa- riamente, hacia una desagradable sensacién de claustrofobia. No obstante, nada hay mas alejado de la realidad: las moradas de Lindenthal pueden provocar todo menos la sensacién de encierro. Se trata de amplios espacios, al parecer pensados con el objetivo de brindar comodidad, no sélo fi sino también emocional. Agreguemos alo espacio- sode estas moradas, la preponderancia de las lineas, BREHOW OPRRPERRRE FE “carvas: los arquitectos anénimos del neolitico se “eclinaron hacia las formas libres, por ello dedicaron ‘Sempo y trabajo aesculpirlos interiores mismos de sus hogares. Rudofsky nos habla de un suelo escul- sural, modelado a partirde concavidades que invitan 2 recostarse para gozar del espacio, mas all de su ‘ebjetivo, meramente funcional de servir paraalgo. El autor afirma que actualmente, con el “progreso”, al WHERTREPRRE La Arquitectura Vernacula Ast como la historia de la mtsica se ha encargado de inmortalizar a los grandes compositores, rele~ ‘gando el canto popular a un olvido casi idilico: ast comola Historia de la Literatura ha dedicado millo- nes de paginas a los clésicos antiguos y modernos, dejandoa la tradici6n oral en la marginalidad com- placiente del folklore; de igual manera, la arquitec~ tura mantiene en cl anonimato a miles y miles de constructores que, paralelamente a los genios, han desempefiado un papel importante en el desarrollo de este arte. Encualquierasentamientohumano podemos encontrarlos, Estin ahf, cerca del palacio y la cate~ dral, ala sombra de los grandes edificios: hablamos de las pequefias viviendas anénimas, construidas por el hombre comtin, frente a su necesidad de albergue. Se trata de la respuesta de la gente al problema de la habitacién, Estos constructores sin rostro, sin nombre, son a Jos que nos referimos, aquellos a los que la magnificencia de la arquitec- tura ortodoxa ha opacado. Los términos empleados para denotar esta arquitectura de vida han sido varios: arquitectura rural, indfgena, annima, verndcula, eteétera. Lo cierto es que ésta, Ilmese como se llame, ha sobre- vivido gracias alatransmisi6n de conocimientos de ‘generacién en generacidn. En este sentido, podria- mos referimnos aun tipo de arquitectura tradicional, arquitectura en la que ayudados por la comunidad, Jos moradores edifican sus propios hogares, basdin- dose en la sabiduria legada por sus padres. Para ‘muchos estudiosos, la arquitectura vernécula en- ccuentra su caracteristica esencial en que procede de no profesionales, Sinembargo, existen argumentos, que ponen en duda tal opinién; por ejemplo, el 82 yas vem ood = pods am mba ame arquitecto Tadeus Torucki, en su articulo La mo- We i rada del hombre, nos remite al caso de la ciudad J snepe norteamericana de Las Vegas, endonde gran parte Wy semci de las edificaciones se deben a no profesionales, y J ses 9 no obstante resulta imposible etiquetarlas de J) seme vernéculas, ya que dichas construcciones “son por J) sesct completo ajenas al entorno geogriifico, su tradicién == y su cultura”. De la misma forma se explican las J) spe ‘ciudades perdidas que se levantan en los Tamados J mam cinturones de miseria de las grandes metrpolis, =—_ que aunque son viviendas autoconstruidas, no re- J sis presentan a un tipo de arquitectura de la vida, Ws puesto que no parten de un conocimiento de las ties caracteristicas de su entorno, tales como el clima y latopografia, ni se valende los materiales naturales de la region. Considerando que depende directamente del entomo geogrfico, la arquitectura vernécula puede considerarse casi como un producto natural; Hega 3 establecer con el ecosistema local una simbiosis completa, y en su biisqueda de economia en Is materia prima y energia obtiene, en la mayorfa de Jos casos, logros evidentes. En ella, el hombre se vale de los materiales e instrumentos que el mei le proporciona en estado natural, por Jo que apen: si requiere de un proceso semiindustrial. Asimis ‘mo, debido a que sus formas proceden de necesi des bien definidas, ta arquitectura verndcula lo funditse y confundirse con el paisaje donde asienta, Aqui, el hombre no se impone: se acopla. La vivienda verndcula resulta de un esfuer comiin, el esfuerzo de generaciones que acumul ron conocimientos, experiencias y métodos. El dividuo que hoy construye aplica la sabiduriaempir herencia de todos sus antepasados: no comete | mismos errores y lo mismo la enriquece con el aporte de nuevos elementos, conforme surgen nue- vas necesidades. Resulta evidente entonces que la arquitectura vernécula opera como una especie de espejo en donde se refleja con mayor fidelidad Ia manera de ser de un pueblo y sus relaciones entre sf, En los poblados verndculos observamos que cada vivien- da nueva se integra enriqueciéndolos. Al igual que un buen vino, la mayoria de las veces, estos pueblos, entre mds viejos, resultan més estimables. EI hombre, desde sus mas remotos orfgenes, se vio en la necesidad de la ayuda mutua, de la cooperacién, Esta conducta le ha permitido homo- geneizar sus respuestas ante el medio; por otro lado, os percatamos que Ia arquitectura vernécula man- tiene la individualidad de sus creadores. A pesar de resolver necesidades semejantes, aprovechar mate- riales de la misma procedencia y —lo que es més importante~ valerse de conocimientos empiricos emanados de las mismas fuentes; es sorprendente constatar que las moradas de aldeas préximas mo- delan el semblante de cada regién y le otorgan una particular individualidad. Este hecho nos permite afirmar que, no obstante compartir funciones simi- lares, gracias a la espontaneidad y naturalidad, se logran resultados de un notable interés plistico. De ahi que cada vez. la arquitectura profesional preste mayor atencién a la autéctona o verndcula. El an- tecedente de este interés se ubica en la exposicién Arquitectura sin Arquitectos, presentada en el Mu- seo de Arte Modero de Nueva York, en 1964. Sin embargo, si la arquitectura vernécula despierta en nosotros una curiosidad puramente estética, podemos caer en una actitud folklorista; para evitarlo conviene intentar un estudio serio y profundo de la misma, a fin de aprovechar sus fundamentos. Mas que hacerle visitas de turista, debemos pugnar por la revalorizacion de la arquitectura de la vida que tiene mucho que ensefiarnos. Las estructuras més sofisticadas, en términos tecnol6gicos, se contraponen a las primitivas 0 areaicas; no obstante, en las segundas se resuelve con mas profundidad la forma de vivir. Se trata de Ja aplicacién de patrones propios, inspirados en la cotidianeidad misma. La arquitectura verndcula, también llamada doméstica, es una muestra de cémo las respues- tas simples a los problemas que el medio fisico plantea producen resultados satisfactorios, con todas las ventajas que ello implica. Lo sencillo resulta ser lo més funcional y, parad lo mas complejo de conseguir. En seguida se analizaré la. fntima relacién que vincula a la naturaleza con el hombre, y la manera en que puede aplicarse a los disefios crea- dos por el hombre, lo que se conoce como arqui- tectura extrapolada, que no es otra cosa que la tran- sicién de la arquitectura verndcula a la contempo- ranea. “Alld en los tiempos en que se confunde ta verdad con el mito, vemos huir de las in- clemencias del tiempo y de las fieras pre- histéricas que lo persiguen a un ser que por sw insignificante proporcién fisica, parece destinado a servir de alimento a tas fieras que le rodean; huye despavorido a esconder su debilidad en las cavernas que la Natura leza puso a su alcance. ¥ parece ser que a transformarse y a adquirir tal vitalidad, inteligencia y valor que sale de ahi a dispu- tarle a tas fieras ta supremacia en ta faz de la tierra”, Alfonso Olvera Lopez. Se calcula que el hombre aparecis en la Tierra hace més de un millén trescientos mil afios. Du- rante mucho, mucho tiempo, vivid recolectando sus alimentos y buscando en el propio ambiente natural su refugio; el hombre no producfa su ma- nutencién ni modificaba al medio fisico de una manera profunda, mucho menos permanente. El hombre no transformaba, solamente se adaptaba: era el reino de Natura donde su anténimo, Cul- tura, apenas comenzaba a dar los primeros indi- cios de existencia, Durante gran parte de esa época los grupos humanos durmieron sobre los rboles para protegerse de los ataques de las fie- ras; quizé de ahi procede la sensaciGn de caer al vacio y despertar bruscamente cuando uno duer- me, y muy probablemente esta conducta instint va permanecerd albergada en nuestro inconscien- te colectivo durante las siguientes generaciones. 83 Lavida del hombresedentarioes muy recien- te, puesto que el Paleolitico, horizonte del hombre némada, comprende més del 95% de vida total del género humano. El refugio del Hombre de Neanderthal El Hombre de Neanderthal aparecié en Europahace unos cien mil afios. Entre los 100,000 y 40,000 afios aC. te vemos en la boca de una caverna. Duefio de um rostrobarbado, quijada prominente y movimieatos toscos. Algunas pieles cubren su cuerpo, sostiene un hacha de piedra y mira reflexivo hacia el valle Cuando hablamos de él, debemos concebitio como un ser sumamente ingenioso que sabia sacar el mejor provecho de todos los climas y medios en que vivia; hay que tener en cuenta que cuando el Hombre de Neanderthal inicié sus larzas cami- natas de recolecci6n todo estaba por inventarse: pars él, la Historia aparecfa como una pizarra complets- mente limpia, una libreta en blanco que, sin embar- (20, resuihaihe umzemc comenzar a grafiar. Caver- nicolas les Hamamos puesto que en cavernas se refspiabum Se eatabe de formaciones naturales, sengue of Homies de Neanderthal no le daba a cuuliguier Guess ef papel de morada. En primer legar. Gescaibe ageellas que contaran con una eeeratis ecemmadis Gacis el sur, lejos del camino de ins wines SeGcos. Recordemos que las caver- mas comjummatum las caracteristicas de una mora- Gx pucs datum be posibilidad de almacenar ali- meeanes y Geindaban un refugio invernal. En se- gundo siemino. se requeria que contara con una eatrads de aice suficiente ya que la fogata -pozo ample ¥ poco profundo— jugaba un rol prepon- Genene pars que la caverna cumpliera su funcién. La vextiiachn se consegufa al practicar un surco desde Ia propia boca de la gruta hasta el centro de Ja morada. con el objeto de conducir el aire bajo lis Hamas y asi favorecer la combustidn. Huesos de smamut cortados en trozos pequefios, estiércol y ra- mas de coniferas se empleaban como combustible. Asi, con el problema de la temperatura re- suelto, varias familias disfrutaban del calor y la POaTHe ge RRERG camaraderfa dentro de la caverna, bajo una va- cilante luz anaranjada que hacfa bailotear las som- bras sobre la piedra, mientras que afuera el vien- to frio azotaba con dureza, El invierno limitaba el niimero de cacerias y viajes de recolecci6n_y Jas familias pasaban la mayor parte del tiempo dentro del abrigo natural. Las mujeres se dedica- ban a las tareas domésticas: cocinar el alimento obtenido de la caza y de la recoleccién 0 a ct dar a sus hijos. Los hombres consegufan plantas silvestres, tenian una dieta muy variada, baja en sal y en azticar (consumfan la miel obtenida estacionalmente) y se consumfa mucha fibra. El consumo de carne contenfa muy poca grasa ya gue era de animales salvajes (70% menos lipo que Jos animales domésticos), y el agua era su prin- cipal bebida. Disponfan de tiempo de ocio, en el cual se narraban historias, planeaban, convivian. A éstas alturas conviene reflexionar en torno a la importancia del fuego para esa época, no sola- mente como la herramienta indispensable para la vida -para cocinar los alimentos, dar calor ¢ ilu- minacién y ahuyentar a las fieras— sino como el elemento que propicia la convivencia humana. Elcentrodelamorada es a fogataen tornode Jacual se agrupa la comunidad, Con el tiempo la fo- gata se transformé en chimenea, la que fue despla- zada por la television familiar y en la actualidad, cada recémara cuenta con un televisor portatil, contri- buyendoaladisgregacién familiar. La caverna proporciona al hombre, por pri mera vez, la posibilidad de almacenar al de sentir un Tugar como suyo. No cabe la menor duda de que es el primer refugio, el primer sitio del que el ser humano se siente duefio y parte a la vez. También en este espacio resistente y se- guro, en donde poco a poco se resolvieron las dificultades de humedad y poca luz, es donde arranca y se desarrolla la historia de la arquitec- tura, a medida que el hombre busca y crea nue- vas formas y métodos para construir su refugio. La caverna fue la conquista de 1a casa y de la ranquilidad, Para dimensionar esto, basta recor- dar las palabras del cuentista latinoamericano Horacio Quiroga: “... cuando los hombres se con- vencieron de que la bestia no entraria, y la ca- verna era, por consiguiente, inexpugnable, los ru- gidos de la fiera fueron respondidos de adentro con pedradas y grandes alaridos. La casa y el suefio estaban conquistados para siempre" El refugio del Hombre de Cro Magnon El siguiente eslabn evolutivo aparecis también en Europa hace aproximadamente unos 40,000 afios ‘el Hombre de Cro Magnon, Enesta época se inicié propiamente el desarrollo cultural. Si bien ocups cavernas y el abrigo de las rocas como moradas, el Hombre de Cro Magnon es un cavernicola muy especial Tras su salvaje apariencia, los hombres de Cro Magnon surgen comoseresinteligentes, intrépidos, innovadores, misticos y, sobre todo, artistas. Fue- ron los primeros en utilizar el tiempo de ocio dispensable para el desarrollo cultural para rear, ya que debido a las inclemencias del clima pasaban mucho tiempo dentro de sus cavernas. Resulta, por otro lado, que ellos cerraron un perfodo historico,el del hombre némaday cazador, y dieron paso al siguiente: la era de la agricultura, de la vida sedentaria. El descubrimiento accidental de las ruinas de Les Eyzles (Francia,1968) sacé a la luz un paisaje tipicamentecromagniano. Losobreroscamineros que se oparon coneste asentamiento nuncaimaginaron la magnitud de su accién, Después de unas horas de recorrido por el lugar, ta impresién que queda en el visitante es que la geologfa, caprichosa como una ‘mujereigualmente impredecible, habia sidodiseftada para ser morada del hombre. Una enorme ciudad abierta, por lamarladealgtin modo, cuyos arquitectos proyectaron sus enredados valles a manera de anchos boulevares que corren, entre los riscos y cavernas, comunicando a sus habitantes. En estas masas roco- sas, que se formaron hace mas de cien millones de afios, vivid el Hombre de Cro Magnon. ‘Aunque yael Hombre de Neanderthal se habia procurado objetos de la naturaleza como herra- mientas, el Hombre de Cro Magnon imprimié ma- yor destreza en la fabricaciGn de sus utensilios. Cada uno deellos resultaban diferentes;elartesano debia ingenidrsclas para esculpir hueso, piedra 0 cuerno y aprovechar su forma y textura. Es muy probable que el Hombre de Cro- ‘Magnon inventara la técnica dela orfebrerfacocida al fuego. Del mismo modo, él comenz6 a preocu- parse por el vestido, pues confeccioné con mucho cuidado las pieles que lo cubrian, y elabors distintas prendas; tomemos en cuenta que ellos iniciaron los grandes éxodos hacia las regiones drticas. EI hombre encontré en el Reino Animal ls carne como comida, las pieles como ropa y los huesos como herramientas. También acudi6al Re no Vegetal en busca de comida, ropa y herramics- tas: comia fruta, se cubria con ramas y como herr mientas se valia de raices silvestres. El Reino Mineral, por tltimo, le brind6 refugioy la materia prima para Ia mayor parte de sus herramicnsas. Adin falta agregar una caracteristica deinen bre de Cro Magnon, la que le confiere un papel de puntal evolutivo de trascendencia infinita:mosnet=- rimos al arte. Cuando se logré definir la antiguedad dees frescos de la Cueva de Altamira,el HombredeCro Magnon fue reconocido como el primer artista. Walter Benjamin sostuvo que el arte es el elemento que humanizaal propio hombre. Quiz se trate Geum juste exrremo. pero lo cierto es que Jobhescersedietiethemansdiad resulta inimaginable sab hee ded oe [ess erties ef te pueden hallarse en las smcocsilindiss geieticas del hombre. Los ejemplos hentia: ce aiinie momento de la prehistoria a un camer se Ie @cacs6 disfrazarse de animal para seereeegEESE ct concibi6 laidea de sincronizar Sesiejecsicceo mediante laentonaci6n de algdn cqumestiicn amos individualiz6suherramienta eins en oree=nio distinto, Porat lindo. clsurgimientodel arterequiri6 ene mundificacidin en Ia cosmovisiGn del hombre el Palcolitice: al explicarse el mundo natural que Semdeabeiievcatsla magia yl arte apareciéinme- Eamumente como su més fiel instrumento. Ernest Fischerlocaplicaen muy pocas palabras: “La rea- [iad scconwirtis en mito, laceremonia mégica se comvirtsS en ante”. Elaste desempeii6 una funcién social espect- Sica. El artista explicaba al mundo, interpretaba la caida de un rayo, descifraba los ciclos naturales, le ‘otorgaba sentido a los terremotos ya las sequias. A la vez, casi como consecuencia directa, el artista, Caballo encabritado tallade en asta de reno. Su forma acrodindmica es sugerida por la propia asta, Brurique, Francia, 15000 sos Ae BQeAE OREGERUWRAEBRE DD

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